¿Alguien se acuerda del Viera y Clavijo?
Siempre me gustó el parque Viera y Clavijo de Santa Cruz de Tenerife. Es probable, admito, que alimentara ese entusiasmo desde tierna edad porque antes de transformarse en parque era algo así “como el misterioso colegio de Las Asuncionistas”, territorio entonces tabú para la chiquillada de mi generación por razones que se me antojan obvias.
Así que a finales de los setenta, cuando dejó de ser una geografía acotada para convertirse en parque, creo que fui de los primeros que se animó a explorar sus vericuetos, asombrándose de que la capital tinerfeña guardara un espacio de estas características.
Dicho esto, que conste en acta que buena parte de mi confundida adolescencia me la pasé ahí dentro. Jugando al escondite y a eso que se llamaba verdad o consecuencia. También recorriendo sus instalaciones cuando nos dejaban entrar, y yéndome a leer a su recoleta placita en la que el busto del ilustre Viera y Clavijo parecía protegerme de cualquier mal ajeno.
Se cuentan muchas historias de este parque y de su edificio. También de su pequeño teatro, el Domingo Pérez Minik, donde disfruté de algunas representaciones teatrales y si no me falla la memoria, lugar en el que me partí de la risa con los absurdos y geniales Faemino y Cansado. También de vivir el momento en el que El Brujo mandó a la mierda a un espectador que rompió su concentración en pleno monólogo –¿sería El lazarillo de Tormes?– al sonarle el móvil dejando al actor a punto del infarto y al respetable (nosotros) con enojosa sensación de incomodidad provinciana.
Remontándome varios años atrás — ¿principio de los 80?– recuerdo haber leído en la prensa local incluso el anuncio de que un grupo de desquiciados aprendices a cineastas quería aprovechar el señorial edificio para rodar una película sobre los últimos días de Hitler (¡!).
A medida que fueron avanzando los años y mientras el parque se iba reformando, el Viera se fue haciendo si cabe más grande por insólito en esta pequeña y aburrida capital de provincias. Literalmente se salía, y junto al otro gran pulmón verde de la ciudad, el García Sanabria, este parque se pudo vestir al menos con algo de cultura. De hecho, se lo conocía como Parque Cultural Viera y Clavijo.
Es una pena que haya estado cerrado tanto tiempo. Así como es una pena que continúe cerrado para el futuro según leo en Diario de Avisos, aunque el Ayuntamiento de la capital tinerfeña quiere al parecer que al menos se reabran sus fantásticos jardines.
La leyenda de no hay dinero vuelve a cernirse como una sombra oscura en torno a este emblemático lugar de encuentro santacrucero. Adiós pues a perder el tiempo en su teatrito con nombre tan ilustre, a dejarme caer por la placita con el busto de Viera y Clavijo.
Pienso que a este paso habito en una ciudad que ha ensanchado su cintura pero adelgazado en sus señas de identidad. Así que no me anima la pena cuando escribo estas líneas, sino una rabia que me corroe muy dentro.
Puedo entender el argumento de “no hay dinero, son malos tiempos para la lírica” y todas esas historias, pero no deja de encanallarme que las partes que podrían resolver este conflicto no se sienten ante la mesa para buscar soluciones.
Quedaría por lo menos ese gesto: sentarse y cruzar ideas, posibilidades, tantear formas para que el Viera y Clavijo –reitero que seña identitaria de mi vieja y caótica ciudad– lo recuperara quienes la habitamos y quienes nos visitan…
Pero no me creo nada.
Paseo por la Rambla, veo el Viera cerrado y sólo puedo inclinarme en señal de respeto por unos momentos vividos que al menos no pueden ni podrán quitarme de la memoria.
Saludos, otras ves nostálgicos, desde este lado del ordenador.
Noviembre 13th, 2010 at 10:14
En un comentario anterior me permití poner unas “instrucciones” para facilitar la lectura del proyecto de presupuestos del Gobierno de Canarias para 2011. Ahí podrá encontrar cuánto dinero hay para el Parque Viera y Clavijo, el Guiniguada o La Regenta. Y si revisa los presupuestos de años anteriores puede sumar cuánto dinero se ha empleado en estas tres infraestructuras.
(Trataré de hacerlo yo mismo y enviarlo esta tarde..)
Noviembre 13th, 2010 at 11:39
Estimado editor, me llega la noticia de que usted y algunas personas más, esto es, eduardo García Rojas, Alfonso González Jerez, Coriolano González Montañez, Ernesto Suárez, Antonio Bordón (estos son los nombres que recuerdo) piensan poner en marcha el Premio de la Crítica al mejor libro publicado en Canarias, a la manera de los que hay en otras comunidades de España. Simplemente, felicitarles por la iniciativa y desearles mucha mucha suerte.
Noviembre 13th, 2010 at 13:46
Yo me acuerdo del Viera y Clavijo y vi algunas celdas para “monjas rebeldes”, acudí a presentaciones de libros, a seminarios sobre la novela de la Menéndez Pelayo, a visitar amigos que trabajaban allí, pero sobre todo me acuerdo de una inmensa sala-capilla en la que, con los pelos de punta, oí, escuché recitar poemas al gran José Angel Valente. También recuerdo un hermoso discurso de Emilio Lledó, a Antonio Muñoz Molina, Vázquez Montalbán, Juan Benet, Juan Luis Cebrián, Rafael Arozarena, Juan Pedro Castañeda… No volverán esos tiempos, por eso hablo de ellos.
Noviembre 13th, 2010 at 14:01
Arnaldo esa noticia que le ha llegado es rotundamente falsa.
Noviembre 13th, 2010 at 14:01
Gracias Librario.
Noviembre 13th, 2010 at 15:45
Mi gozo en un pozo.
Noviembre 13th, 2010 at 16:16
Lo siento de veras.
Noviembre 13th, 2010 at 16:29
Pues anímese, Don Eduardo. Me parece una idea estupenda.
Noviembre 15th, 2010 at 13:29
Siento el retraso.
Desde 2006, los prespuestos de la Comunidad Autónoma recogen hasta 7.736.006 € (sí, más de 7 millones y medio de euros) como inversión en el Viera y Clavijo. El Guiniguada, este desde 2005, 8.249.342. Y la Regenta, desde 2006, 530.662.
Ahora habría que ver el presupuesto realmente ejecutado. Pero esto es lo que hay.
Los datos del Viera y Clavijo son estos:
2011: 22.000
2010: 940.000
2009: 1.942.827
2008: 2.279.975
2007: 1.701.204
2006: 850.000
A mí se me ocurren varias preguntas: ¿qué proyecto es el que se está ejecutando? ¿quién es el responsable de ese proyecto y su ejecución? ¿cuánto de lo presupuestado se ha ejecutado en cada ejercicio desde 2006? ¿qué parte se ha dejado de ejecutar y por qué?… y así hasta la amargura…