“Una mala hierba es una planta que no está en su lugar”

El ejercicio de releer una novela que te noqueó en su tiempo no está en mi caso asociado con la nostalgia. O al menos no es una actitud que me anime a volver sobre algo que ya tenía digerido en mi cabeza. Sin embargo me ha pasado estos días con El asesino dentro de mi, una de las obras claves de Jim Thompson, un narrador norteamericano caracterizado por un personalísimo mundo interior que aún sigue siendo observado con recelo por los aficionados a una literatura mayúscula y de minorías porque el señor Thompson cultivó un género popular como fue el de la novela policiaca.

Lo curioso del caso es que en este mi regreso a sus dominios, El asesino dentro de mi (colección Etiqueta negra, Ediciones Júcar, 1983) me ha sonado a nuevo. Y si bien admito que una de las razones que me empujaron a su relectura se debe al estreno (siempre con retraso porque aún no ha llegado a las pantallas de esta isla en la que habito) de la versión que Michael Winterbottom ha realizado con el nombre de El demonio bajo la piel, sumergirme una vez más en el libro, la novela, ha sido como volver a leerla por primera vez porque apenas recordaba elementos de la misma aunque capítulo sí, capítulo no, se me refrescara la memoria ante determinadas situaciones y momentos descritos.

Y pese a estos flash back, he seguido leyendo el relato porque su fuerza demoledora continuaba golpeando con la misma crueldad con la que me golpeó la primera vez que este título (cualquier título de Thompson) llegó a mis manos.

De hecho, ha sido tanto el estremecimiento, sentir ese demonio bajo la piel, que observo las novelas que tengo del gran Thompson en las estanterías de mi librería y preguntarme si no será una buena excusa volver a leerme toda la producción que tengo del escritor y renunciar a las novedades al ser consciente que, releyendo a este escritor, apuesto a caballo ganador.

Parto de la idea de que casi todos sus libros van a cogerme por el cogote y a que me cuestione ¿cómo demonios he dejado de lado a estas obras?  mientras continuo buscando como Shangri-La otros escritores que me hagan estremecer y reír (he aquí una de las cualidades y calidades de Thompson) sobre el chiste macabro que es la vida.

El asesino dentro de mi además de ser gran literatura es una obra de una metafísica arrolladora. Un título que indaga en el mal con una indiferencia que deja desconcertado. La narración, contada en primera pesona, es la historia de un ayudante del sherirff de una pequeña ciudad tejana con impulsos criminales.

 Thompson nos describe con una tranquilidad desquiciante cómo va liquidando a los que le rodean con resignada fatalidad. Y a medida que se estrecha el cerco sobre el protagonista que tú, lector, te sientas incómodamente de su lado, de ese loco con tal peculiar y cínica visión del bien y del mal.

Es un título de una honestidad aplastante y por lo tanto recomendable para todas aquellas personas a las que les guste disfrutar de un buen libro. Ahora bien, cabe advertir que su lectura no es apta para corazones sensibles. Thompson escribe con una crudeza que ya no se estila, y no se muestra en ningún momento a favor ni en contra de su personaje protagonista. Deja que sea el lector quien juzgue.

Leyendo otra vez El asesino dentro de mi choco con una frase de la novela que dejé subrayada en su día: “una mala hierba es una planta que no está en su lugar.” Inquietante reflexión que me hace pensar que este podría ser un buen epitafio para este maldito, desesperado y gigantesco narrador norteamericana de todos los tiempos.

De todos, ojo, los tiempos.  

Saludos, acompañado de Lou Ford, desde este lado del ordenador.

2 Responses to ““Una mala hierba es una planta que no está en su lugar””

  1. J. Says:

    Es una lástima que Thompson, tal vez por dedicarse a la literatura de género (la novela negra), no haya sido reconocido como el escritor mayor que es. También es una lástima que Winterbottom no haya sabido, a mi entender, reflejar el progresivo desorden mental y pérdida de papeles del protagonista.

  2. admin Says:

    No puedo juzgar porque no he visto aún la película. Espero a que se estrene en los cines de esta capitá de provincias… y si no en salas comerciales si al menos en las que van de alternativas…
    A la espera…

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