Sigfrido ante los canes

Érase una vez que los canes despertaron una mañana y descubrieron que podían escupir llamas y no fuego cuando se enojaban.

Hay que señalar que los canes son (porque son y no eran) buenos canes. Canes muy bien educados desde sus cunas porque sus muchas cabezas –tienen tantas que parece que les nacen todos los días– han aprendido lecciones de la vida que no cabrían en una enciclopedia.

También hay que apuntar que los canes se preocupan por contarles historias a otros canes y que algunos gracias a estas mismas historias empiezan a comprenderse mejor como canes. Esta quizá sea la causa por lo que ahora observan –día sí día no– con ojos muy críticos a los que desde tiempos inmemoriales se han acostumbrado a gobernar esa tierra que no quiere reconocerse como de canes.

Y eso que recuerda a dos en su escudo.  

La leyenda dice que algunos de estos canes le sacan tiempo a sus existencia para hacer lo que más les gusta, que es contar historias.

Que sean buenas o malas es otro cantar.

Pero no que entre esas historias haya muy buenas y otras muy malas.

Los canes, que apenas han tenido roces con los gobernantes de esa tierra imaginaria pero que se encuentra muy cerca de las costas del África occidental,  viven y dejan vivir mientras los dejen en paz. 

Un día, sin embargo, algo logró que sus miles de cabezas se pusieran de acuerdo cuando tras despertar de su letargo escucharon la propuesta de Sigfrido.

Sifgrido es otro can que pertenece al Consejo, una asamblea formada por canes que han reproducido en esa cámara lo mismo que hacían de cachorros: morder mucho y arreglar poco.

Un mal día, y nadie sabe por qué. Al tal Sigfrido se le ocurrió dedicar un día del Can Literario (que nació a propuesta de ese mismo Consejo a propuesta de…) al can llamado Blas.

Blas, que ya no se encuentra entre nosotros, fue un can físico y matemático. 

Un buen can el Blas.

Pero que por razones obvias no se merece ese Día.

Lo dicen incluso otros canes que siguen la estela del bueno de Blas. Algo irritados porque se haya tomado su nombre en vano.

Esta fue la razón por la que una mañana soleada de invierno africano los canes que se enteraron del desaguisado de Sigfrido salieran de sus cavernas y estornudaran y soltaran fuego. Y que ese fuego prendiera en las cabezas de otros dragones que estaban dormidos, y que algunos de los cuales, por esta equivocada iniciativa de Sigfrido, pensaran que los que formaban parte del Consejo fuera gente más para un chiste que un Consejo.

Pese a la tormenta desatada, Sigfrido animado por el resto de los miembros de la asamblea no quiso dar su brazo a torcer. Insistía en Blas

Y el Consejo respaldó su lamentable y absurda decisión.

Los canes respondieron indignados. Y otros canes dormidos pero ahora despiertos se sumaron ante lo que claramente era un disparate. 

Erre que erre, el cegato Consejo antes de corregir el dislate apostó por seguir con la suya. 

Es probable que pensase que los culturetas son canes a los que poco les dura la rabia.  

Así que el Consejo optó por entregarle a Sigfrido la espada Balmung para que les cerrara la boca.

Y ahí lo tenemos ahora.

A Sigfrido, que blande la espada delante de los mil canes que lo observan con mil ojos entrecerrados.

SIGFRIDO (gritando como loco): ¡O dejan de ladrar o los tiramos a la piscina!

Y los canes, que quizá dejen de ser perros, toman aire a través de sus mil narices y…

¿Escupirán fuego por sus bocas?

Saludos, hoy wagnerianos, desde este lado del ordenador.

2 Responses to “Sigfrido ante los canes”

  1. jesús Says:

    que uno sepa, cuando los sacaban a pasear y les deban pienso, dejaban que “ellos” decidieran, sin discutir ni una coma. Al nibelungo hay que agradecerle que una celebración más, haya tomado tal relieve, y que conozcamos a Blas Cabrera. El burro flautista hizo sonar el clarinete de los ladradores.

  2. Nicolás Melini Says:

    Esta es una conferencia que dicté en el Instituto Cervantes de Argel, sobre la narrativa de las islas Canarias en relación con el tema del mar. Tal vez ahí encuentren los diputados de Canarias algún nombre al que poder dedicar el día de las Letras Canarias.

    http://elapuron.com/noticias/opinion/3891/el-mar-cuando-est-y-cuando-no-est/

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