¡Rusia es culpable!

El caso de Carlos Iglesias es cuanto menos curioso.

El actor se hizo popular en nuestro país haciendo payasadas en Esta noche cruzamos el Mississippi donde hacía de Pepelu. Más tarde continuó explotando lo que los expertos llaman vis cómica en la serie Manos a la obra hasta que un buen día se jartó de hacerse el gracioso para ponerse serio.

Estas cosas pasan entre los humoristas, gente que en su vida privada no suele ser tan chistosa como en su vida pública.

No he visto el anterior trabajo como director de Iglesias, Un franco, 14 pesetas, pero es probable que me la trague un día de estos tras ver su irregular aunque curiosa, extraña Ispansi.

Digo que se trata de una película curiosa y extraña en el actual panorama del cine español porque cuenta una historia de españoles no en España sino en la Unión Soviética invadida, a comienzo de los años cuarenta, por el ejército alemán.

El filme pretende una reconciliación entre las dos España al narrarnos (con sus aciertos y desaciertos) la historia de amor que surge entre un miembro del Partido Comunista Español y una señora de derechas que por los insólitos avatares de nuestra Guerra Civil da con sus huesos en la patria de Tolstoi.

No es sin embargo Ispansi una película redonda, pero salgo del cine en estos Carnavales que comienzan con la sensación de no haber malgastado mi dinero. Puede ser porque el filme, a ratos, ha sabido conmoverme. También que me resultara creíble.

La película tiene una intención, además, que la ennoblece. Recuperar la memoria de todos aquellos españoles que ante el triunfo del ejército rebelde comandado por Franco tuvieron que aprender a vivir en un país que no era el suyo.

Uno de los problemas más visibles de Ispansi es sin embargo su posicionamiento ideológico, el retrato siempre bonachón de los que perdieron nuestra guerra y el siniestro de quienes vencieron. Pero salvando este lastre, insisto que Ispansi es un producto muy digno. Es una historia de coraje y también una historia de amor. Es un curioso retrato además de dos España imaginarias condenadas a reconciliarse.

Y ese es un mensaje necesario en estos tiempos donde los que se dicen de izquierdas y los que se dicen de derechas están empeñados en que continúe planeando sobre nuestras cabezas la sombra de la irreconciliación. Es como si se empeñaran en que siguiéramos danzando sobre las tumbas de nuestros antepasados cuando lo que deberían de hacer los de un signo y los del otro es dejarlos descansar de una vez en paz.

No sé si Carlos Iglesias lo sabe, pero en los años cuarenta se rodó en este país llamado España una película que buscaba esa misma reconciliación a través –también– de una historia de amor titulada Rojo y Negro que fue dirigida por el falangista Carlos Arévalo.

El interesante volumen Cine y Guerra Civil española. Del mito a la memoria de Vicente Sánchez-Biosca incluía un dvd de este filme. Título de culto porque fue víctima de la censura franquista en su momento.

Nunca entendí el por qué. El filme de Arévalo queda lastrado como queda ahora lastrado el de Iglesias precisamente por invitar a que esas dos hipotéticas Españas se den la mano admitiendo que fue una de ellas la que tuvo la razón.

En la cinta de Iglesias los comunistas y en la de Arévalo los falangistas.

Como Ispansi transcurre en plena II Guerra Mundial en Rusia era inevitable que su director recordara a los espectadores que en ese frente también combatieron españoles apoyando al ejército alemán.

Se tratan de los hombres y mujeres que pertenecieron a la División Azul. Esta escena, muy corta pero de marcado contenido bélico, me ha parecido una de las mejores de esta película. No voy a describirla pero cuenta un hecho que fue bastante habitual cuando españoles de un bando y del otro se vieron las caras en una tierra que no era la suya.

Esto me hizo pensar que la División Azul en el cine no ha tenido aún una película que rinda justicia a ese grupo de voluntarios que se lanzaron a combatir en una guerra en la que no se les había perdido nada.

Con independencia de que muchos de aquellos jóvenes se alistaran bajo la proclama de ¡Rusia es culpable!, consigna vomitada por el germanófilo Serrano Súñer, cuñadísimo de Franco y también ministro de Asuntos Exteriores de aquella España aún con ganas de sangre, paso a consignar –mientras espero la versión que el poco imaginativo Gerardo Herrero anuncia que realizará de la extraordinaria novela El tiempo de los emperadores extraños de Ignacio del Valle– las películas que he visto hasta la fecha de este cuerpo de voluntarios. Cuerpo de voluntarios que cuenta sin embargo con una extraordinaria literatura testimonial con nombres y apellidos entre los que destacan Tomás Salvador (de quien se cumple el miércoles 9 de marzo el 90 aniversario de su nacimiento) y Fernando Vadillo, entre otros.

EMBAJADORES EN EL INFIERNO.- Dirigida por José María Forqué e interpretada por Antonio Vilar, Rubén Rojo y Luis Peña, entre otros actores, el filme se inspira en el libro del escritor Torcuato Luca de Tena en el que narra con pulso narrativo el cautiverio del por aquel entonces capitán Teodoro Palacios Cueto y otros divisionarios españoles que sumaron al llamamiento de ¡Rusia es culpable! El escritor Juan Manuel de Prada le dedicó a este largometraje un emocionado comentario en su interesante sección de cine (digamos raro) que publica en el suplemento cultural del diario ABC.

LA PATRULLA.- Dirigida por Pedro Lazaga en 1954 . Esta película la vi siendo muy niño en la televisión y la he vuelto a recuperar recientemente. No se trata de una de las mejores películas de su irregular director. La acción se desencadena cuando cinco soldados de infantería del ejército nacional se sacan una fotografía en algún lugar de Madrid en el año 1939.

Por esas cosas del relato cada uno de ellos emprende vidas diferentes tras el triunfo de los rebeldes en una España que ya comenzaba a reproducir fantasmas.

El episodio que más nos interesa es el que sigue los pasos de uno de ellos. Un joven entusiasta que termina enrolado en la División Azul donde ¡oh cae preso de los malvados comunistas! ¡los rojos!

Pero que no cunda el pánico.

Porque el protagonista logra escapar cuando uno de los soldados soviéticos que lo vigila resulta ser español. Rojo pero español. 

Así que deja que se esconda en un avión de suministros estadounidense que lo llevará a territorio francés, donde el hombre tiene que cruzar la frontera.

Imaginad –en blanco y negro– la cordillera de Los Pirineros porque allí se encuentra el protagonista cuando de repente se tropieza con una pareja de la Guardia Civil.

GUARDIA CIVIL: ¡Alto! ¿Quién vive?

EL PROTAGONISTA:  ¡España!

Probablemente sea una de las escenas de patrioterismo más tontas y quizá por eso más peligrosamente ingenuas de la historia del cine. Y no solo español. 

¡España!

No he visto más películas de ficción sobre este cuerpo de voluntarios que, curiosamente, el régimen franquista intentó enterrar tras el triunfo de los aliados, pero si pinchan en este enlace se harán eco de otro filme –La espera (Vicente Lluch, 1956) en el que se muestra  –imagino que con el inevitable tono propagandístico de la época– el dolor de los familiares que esperaban el regreso de sus hijos, hermanos y padres que fueron a combatir en una guerra donde nadie los había llamado.

Por mucho que ¡Rusia fuera culpable!

Saludos, a todos los Ispansi del mundo, desde este lado del ordenador.

4 Responses to “¡Rusia es culpable!”

  1. bartolo Says:

    deberíamos hacer y el porqué; por lo demás, gracias, pero me remito a la entrada anterior. voto por Marilyn.

  2. Sitedicenqueleí Says:

    Estimados sres, aunque esta entrada me ha gustado, si me lo permiten me gustaría hacer una pregunta que sólo está en parte relacionada con ella. Se trata de una película que tengo ganas de ver ‘El almirante’, de Andrey Kravchuk, pero parece ser que no se expondrá en cines. Levantó cierta polémica por la visión sesgada que presenta de la Revolución rusa (según algunos), sin embargo creo -de ahí mi interés- que se cuidó mucho la ambientación, decorados, vestuarios… y que fue una de las que más extras contrató en la Rusia de los últimos tiempos para el tema de las batallas. Es una pena que algunos títulos no lleguen o cuando llegan los retiran en poco tiempo. Quizás el discurso del rey la anuló. Gracias, un saludo muy atento.

  3. admin Says:

    Efectivamente El amirante no se ha estrenado que yo sepa al menos en Canarias. Y dudo mucho que así sea. El filme se basa en la vida del almirante Kolchak y transcurre durante la guerra civil rusa. No es ni será la primera película que ofrezca una visión sesgada (en este caso de quienes perdieron la guerra) de los acontecimientos que se desencadenaron durante aquellos años en Rusia (El acorazado Potempkin y Octubre de Eisenstein son filmes muy enérgicos y bolcheviques) pero sí que es cierto que da que pensar que tras el desmoronamiento de la URSS el cine ruso comience a revisar su historia. Si quiere ver El almirante le invito a que se la baje de Internet (la puede encontrar subtitulada al castellano). En cuanto al filme…. solo es recomendable si le fascina (como a mi) este periodo de la Historia.

  4. Sitedicenqueleí Says:

    Gracias, intentaré conseguirla (de alguna manera), aunque esté subtitulada en inglés (puedo leerlo). Y sí, sí me fascina ese periodo de la Historia, tanto…que dispongo de algunos títulos que ya no se encuentran y compro cuando salgo fuera todo lo que puedo. Un saludo muy atento
    Sitedicen…

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