En el setenta aniversario de ‘Ciudadano Kane’ (o ‘Ciudadano Cane’ para otros y otras)
“Muchas personas son lo bastante educadas como para no hablar con la boca llena, pero no les preocupa hacerlo con la cabeza vacía”.
Orson Welles
ACTO I
En torno a una mesa repleta de libretos se encuentran tres don y dos doñas. Los don responden al nombre de er Claudio, er Aurelio y er Arberto. Las doñas son la Milagros y la Patri.
Todos ellos hacen que examinan los guiones que tienen delante mientras consultan datos garabateados en libretas. Una de las doñas, la Milagros, se lleva un rotulador Pilot de color rojo a la boca para darse golpecitos nerviosos contra los dientes. El don con aspecto cansado (er Arberto) apaga y enciende un mechero Zippo. El tercero (er Claudio) toma un vaso de agua del tiempo. El cuarto (er Aurelio) aprovecha el tiempo para mecerse la barba y la quinta (la Patri) se levanta un momento para ir al cuarto de baño.
ACTO II
ER CLAUDIO: ¿Cómo se llama ese guión?
ER ARBERTO (consultando la portada): Ciudadano Kane.
ER AURELIO: ¿Kane?, ¿Cómo que Kane?
La mujer que se había retirado al cuarto de baño se incorpora al debate.
LA PATRI: ¿Cane?
ER ARBERTO: Kane. Aquí pone Kane.
LA MILAGROS (tajante): ¿Alguien se lo ha leído?
Pasa un ángel.
ER ARBERTO: Creo que va de un tipo al que le roban la infancia aunque la historia es bastante confusa porque se cuenta a través de varios personajes que lo conocieron. El individuo se convierte en un magnate de la prensa y muere susurrando (mira las primeras páginas del guión) algo así como Rosebud.
LA PATRI: ¿Pero no se llamaba Ciudadano Cane? Cane por los Canes de Canarias. Ya saben: Can-aria. Canes. Can-aria.
ER AURELIO (despertando de su sopor): Can-aria. Tierra de arios… ¿Va de de eso el guión?
ER ARBERTO (apagando y encendiendo el Zippo): No leo nada de eso salvo que Kane antes de morir pronuncia Rosebud.
ER CLAUDIO: ¿Y qué es eso del Rosebud?
ER ARBERTO: Un trineo.
ER AURELIO (al que le rugen las tripas): ¿No podrían ponernos unas pastitas?
LA MILAGROS: Pasta es lo que te vas a llevar a casa cuando termine la reunión. ¿Un trineo dice usted Arberto?
LA PATRI: Ese guión está mal escrito porque aquí nadie se tira en la nieve en trineo. ¡Donde haya un plástico!
ER ARBERTO: Eso es lo que pone el guión.
LA MILAGROS: ¿Y por qué un trineo?
Er Arberto se encoge de hombros.
Los cinco hacen que se ponen a leer el guión.
ER CLAUDIO: Yo no entiendo nada.
Los demás asienten salvo er Arberto.
ER AURELIO: ¿Quién lo presenta?
ER ARBERTO (abriendo un sobre con los dedos): Un tal Orson Welles.
ACTO II
LA MILAGROS (ligeramente preocupada): Y dice usted que cuenta la historia de un magnate de la prensa… ¿no será quien yo imagino, verdad?
ER ARBERTO: A mi me parece que no. El tal Kane tiene una historia apasionante y el que usted imagina empieza a tenerla ahora.
Los cuatro lo miran sorprendidos.
ER ARBERTO (encogiéndose de hombros): Bueno, lo digo por decir argo.
LA PATRI: Ese guión ¿viene avalado por el LEAC?
ER ARBERTO: No.
LA PATRI: Pues se quedó sin medio puntito de más…Claro que ¿el tal Welles no será una mujer, verdad?
ER ARBERTO (leyendo una ficha): No. Es un hombre y ha hecho cosas de teatro.
ER AURELIO (escandalizado): ¿Cómo, que no ha hecho nada de cine?
ER ARBERTO: Aquí pone que no.
ER CLAUDIO (intentando ser conciliador): No estará escrito por el chico de las cabras, aquel corto tan simpático.
ER ARBERTO: No.
LA PATRI (enojada): Al Cane le falta la profundidad metafísica del de las cabras. Eso se nota a distancia, Claudio.
ER CLAUDIO (echando balones fuera): Lo sé, lo sé. Ahora centrémonos. Entre el guión de los tipos que van disfrazados por Nueva York y el de este que se llama Cane (mirando a la Patri) no hay color. Y es que donde haya unos tipos disfrazados por Nueva York pagados por el Gobierno de Canarias…
ER ARBERTO: Bueno, yo creo que deberíamos de leer el guión de Ciudadano Kane y después juzgar.
ER CLAUDIO (hurgándose la nariz): Arberto pecas de buenismo. Basta echarle un vistazo al Kane, Cane, y darse cuenta que lo que pretende el Welles es pasarse de listo. Esta película es mu rara, no hay quien la entienda. Huele a fracaso.
ER AURELIO: ¡Eso, hiede a fracaso!
ER ARBERTO: Pero hemos dado luz verde a otros proyectos que no entiende ni ha visto ni Dios.
LA PATRI: El problema Arberto es que usted es de mirada mu corta. Esos proyectos que respaldamos eran y son experimentales. Además, no me gusta como pinta a las mujeres el Welles en su Cane.
LA MILAGROS: A mi tampoco. Es irri-tan-te.
ER AURELIO (aportando su granito cinéfilo de arena): No se olviden de cómo pone a los tíos…
ER CLAUDIO: Y lo de Rosebud es un recurso fácil. Tan pretensioso y tan poco cinematográfico.
ER AURELIO: Puntuemos.
Todos asienten.
ER CLAUDIO: Yo le pongo un cero lo que se dice patatero.
LA MILAGROS: Yo igual.
LA PATRI: Ídem.
ER AURELIO: Ídem de Ídem.
Dirigen sus miradas a Arberto.
ER ARBERTO: Yo me abstengo.
LA PATRI: La cosa está clara. A la hoguera con el Ciudadano Cane.
Saludos, Rosebud, Rosebud, Rosebud, desde este lado del ordenador.