Hollywood ¿es un tigre de papel?

Novelas sobre el mundo del cine se han escrito muchas. Probablemente demasiadas. Algunas de ellas, sin embargo, me enseñaron a conocer desde lejos las amargas entrañas de una industria basada en el entretenimiento que, como cualquier novela que se precie, trasciende la página escrita para tocarte ese pedazo de alma que debes de tener en alguna parte.

La mayoría de los títulos que comento a continuación han sido recopilados consultando mi librería, así que estoy seguro que se me escapan un montón de extraordinarias obras que, por una u otra razón, no encontré en mis atestadas y polvorientas estanterías.

Así que como cualquier tipo de lista que quiere ir de lista no es para nada fiable y mucho menos objetiva.

Dejo, entre otros títulos, Traficantes de sueños, de Harold Robbins porque no fue de las que me marcó en su momento aunque no se trate de una mala novela sobre el mundo del cine.

Omito también la serie que Stuart Kaminsky dedicó a su divertido y hollywoodiense investigador privado Toby Peters y los extraordinarios recuerdos de guionistas como Ring Ladner Jr. (Me odiaría cada mañana); William Goldman (Aventuras de un guionista en Hollywood) y Budd Schulberg (Memorias de un príncipe de Hollywood), entre otros tantos, porque, entre otros, se merecen un post aparte.

Una advertencia:

Las novelas que se citan no llevan orden ni concierto de ningún tipo.

Me han salido, sencillamente, ansí.

EL ÚLTIMO MAGNATE.- Fue la última novela (incompleta) de Francis Scott Key Fitzgerald. Fitzgerald, que mantuvo una relación tormentosa con Hollywood y que desgranó con un notable sentido del humor trágico en Las historias de Pat Hobby, rinde su particular homenaje al cine en esta magistral historia de amor entre un productor inspirado en Irving Talberg, y de nombre Monroe Stahr, con una aspirante a actriz. Lo mejor de la novela, además del inevitable y agridulce romance, es la relación que un hombre de cine como Sthar mantiene con sus escritores. He aquí un ejemplo:

- Se trata de buenos escritores –explicó Sthar al príncipe Agge–, y aquí no tenemos buenos escritores.

- ¡Pero si usted puede contratar a quien desee!- exclamó, sorprendido, el visitante.

- Lo hacemos; solo que cuando llegan aquí dejan de ser buenos escritores y entonces trabajamos con los que tenemos.

- ¿Y cuáles con ésos?

- Los que aceptan el sistema y consiguen mantenerse más o menos sobrios. Tenemos toda clase de gente: poetas frustrados, dramaturgos de un solo éxito, chicas universitarias… Los ponemos a trabajar en una idea; si no funcionan, ponemos a otra pareja a trabajar en lo mismo. He llegado a tener tres parejas trabajando de forma independiente en una misma idea.

- ¿Y eso les gusta?

- Cuando se enteran, no. No son genios…  ninguno podría rendir más trabajando con otro método.

 (*) El último magnate cuenta con una adaptación cinematográfica dirigida por Elia Kazan.

 COMO PLAGA DE LANGOSTA.- Nathaniel West es uno de los escritores menos conocidos de lo que se conoce como generación perdida. Generación en la que se encentran, entre otros, el ya citado Fitzgerald y Ernest Hemingway. Entre otras novelas, West es autor de la deliciosa Miss Loneyhearts y de Como plaga de langosta, un crudísimo retrato de una pareja de extras en la Meca del Cine.

 (*) Como plaga de langosta cuenta una adaptación cinematográfica dirigida por John Schlesinger.

UN ESTILO DE VIDA COMO CUALQUIER OTRO.- Escrita Por Darcy O`Brien, hijo del actor George O’Brien y la actriz Marguerite Churchill, estrellas del cine silente, en esta novela el escritor ofrece una deliciosa sátira sobre Hollywood desde dentro. Un estilo de vida como cualquier otro es además una ácida historia sobre el éxito y el fracaso, así como una descarnada radiografía sobre la descomposición de la familia y del matrimonio. Un párrafo entre otros muchos: “Ella quería ser rica para ir a las discotecas y a cualquier sitio que se le antojase en cualquier momento. Le dije que mi padre había sido una estrella de cine y que mi madre había hecho películas y obras de teatro y que había trabajado con John Wayne antes de que nadie hubiera oído hablar de él. Ella no había oído hablar de mis padres y no me creyó, pero luego sí lo hizo.”

LUCES DE HOLLYWOOD.- Escrita por uno de los más grandes escritores de novela negra de todos los tiempos, Horace McCoy, Luces de Hollywood es el descarnado retrato de unos extras que intentan por todos los medios hacer que sus sueños se hagan realidad. McCoy, autor también de la magistral ¿Acaso no matan a los caballos?, fue un escritor que trascendió fronteras genéricas y probablemente uno de los mejores que supo retratar el desánimo que empapó a los Estados Unidos durante la Depresión. Quizá por eso, las miserias y humillaciones que sufren sus personajes no resulten tan ajenas en estos tiempos que vivimos. McCoy es un maestro en mostrarnos a perdedores y sus sueños rotos. Pero aún con esas, parece querer decirnos que siempre habrá un espacio para su redención. ¡Comunista!

EN UN LUGAR SOLITARIO.- Es una novela de Dorothy B. Hughes, una escritora de novelas policíacas por encima del bien y del mal. Cuenta la historia de un guionista con mal carácter al que acusan de asesinato. Pero lo mejor no es el misterio en sí, que el lector averigüe si, efectivamente, el protagonista cometió el crimen por el que cae bajo sospecha, sino como sus amigos de toda la vida y en especial la mujer de sus sueños se van alejando de él porque dudan, precisamente, de su inocencia. Nicholas Ray dirigió la adaptación de esta novela al cine. Un clásico, desde ese entonces, de lo que se conoce como séptimo arte. Entre sus protagonistas: Humphrey Bogart y Gloria Grahame en estado, lo que se dice, de gracia.

¿POR QUÉ CORRE SAMMY?- Budd Schulberg cuenta la vida de Sammy Glick, un tipo que tiene un solo objetivo en su vida: ser un ganador. Agresivo, despiadado, extraordinariamente egocéntrico, Sammy no tiene principios. De chico de los recados termina por convertirse en magnate del Hollywood de los años treinta. ¿Por qué corre Sammy? Es la historia de un arribista. De un mierdecilla que consigue su objetivo aplastando cabezas. A mi juicio es un título revelador. No ya por la descripción que ofrece de Hollywood como territorio de tiburones sino porque a lo largo de mi vida me he encontrado con sujetos como éste sin necesidad de trasladarme a la Meca del cine. Schulberg es autor de otra gran novela sobre esta ciudad donde casi todo lo que reluce es oro falso: El desencantado.

YO, FATTY.- El obeso Fatty Arbuckle fue una de las primeras estrellas del cine silente en Hollywood. Un actor adorado por el público que tuvo la generosidad de respaldar a un por aquel entonces desconocido Buster Keaton cuando éste se iniciaba en el mundo del cine. La carrera de Arbuckle quedó trucada, sin embargo, al ser acusado de la violación de una aspirante a actriz en una fiesta loooca regada de alcohol. El escritor Jerry Sthal dio voz a Fatty en esta novela en la que pretendió redimir a un gordito que se creyó algo así como Dios. Yo, Fatty es así un relato vertiginoso, intenso, poblado de claros y oscuros…

MOVIOLA.- Estamos ante una novela sobre el comienzo, esplendor y decadencia de Hollywood. Escrita por el guionista Garson Kanin (La costilla de Adán), Moviola resulta interesante sobre todo en su primera parte, cuando narra como dos muertos de hambre se asocian en un negocio que llaman cine. Kanin nos cuenta la vida de estos dos hombres sin caer en excesos, y ofrece un interesante retrato sobre los inicios del cine como industria.

HOLLYWOOD.- Charles Bukowski nos da su visión de Hollywood. Su álter ego, Henry Chinaski, cuenta la descacharrante historia del rodaje de una película basada en sus relatos de juventud. Hollywood es la versión de Bukowski del rodaje de Barfly, filme dirigido por Barbet Schoerder e interpretado por Mickey Rourke que, hoy por hoy, sigue siendo una de las mejores películas sobre el universo borracho del escritor que hizo del alcohol su delirante musa.  

Saludos, ¿esto es todo?, desde este lado del ordenador.

2 Responses to “Hollywood ¿es un tigre de papel?”

  1. cherry Says:

    Por lo menos nos queda la lectura.
    ¿Por cierto, como quedó lo del recorte de cultura?
    ¿Todos contentos?
    ¿todos jodidos?
    ¿Alberto se va o se queda?
    ¿Y si se va quien se queda?
    ¿Vendrá con unas tijeras más grandes?
    ¿Serán tijeras o podonas?
    ¿Nos cortarán la lengua con esas tijeras?
    Si el 2012 se presenta terrible el 2013 será pavoroso
    Mas que 2013, diremos 2012 + 1
    Saludos desde la cripta.

  2. admin Says:

    Siempre nos quedará Holigú…

Escribe una respuesta