El escritor y periodista tinerfeño Juan Cruz ha obtenido el Premio Nacional de Periodismo Cultural. Un galardón, este Premio Nacional de Periodismo Cultural, a través del cual se le reconoce su trayectoria en favor de la cultura en los medios de comunicación.

Es una buena noticia. Y como explica el propio Cruz en el diario El País: “un reconocimiento que tiene para mí un alcance sentimental y biográfico muy especial.”

Juan Cruz, que cumple ahora 50 años en el ejercicio de la profesión, explica que se trata de un oficio en el que: “Los periodistas culturales ponen a dialogar a la sociedad con los creadores. Es fundamental mantener en la sociedad el gusto por la creación, de lo contrario queda abocada al aburrimiento”.

Escritor y periodista o periodista y escritor porque el orden de los factores no altera el producto, Juan Cruz se ha convertido en un referente de la información cultural, a la que ha dedicado gran parte de su vida profesional. No ha perdido, además, su interés y olfato por lo que se cuece culturalmente en estas islas abandonadas de la mano de los dioses, prestando en ocasiones un generoso servicio a los escritores de las islas que se atreven a dar el salto a una Península que vive de espaldas no solo a la realidad del Archipiélago sino también de otras provincias que aún vertebran el mapa de España.

Como escritor, Juan Cruz es autor de una de las novelas con unos de los títulos más inquietantes y poéticos de la literatura escrita en español, Crónica de la nada hecha pedazos, así como de Muchas veces me pediste que te contara aquellos años, un libro en el que repasa su trayectoria como periodista en Tenerife y en el que aparecen personajes que ya forman parte de nuestra pequeña pero necesaria mitología provinciana como Domingo Pérez Minik, entre otros.

Por ello, y al margen de los celos y envidias que su figura continúa suscitando, desde esta humilde atalaya escobillonera nos sumamos a la enhorabuena por el galardón recibido. De alguna manera, se reconoce el trabajo de todos aquellos que se dedican a informar sobre un área, la cultura, con tan poca cabida en la actualidad en unos medios de comunicación –prensa, radio y televisión– en la que esa palabra todavía continúa despertando suspicacias.

Se la considera una maría. Y en el mejor de los casos una sección cajón de sastre porque la cultura no vende.

Felicidades.

Saludos, sin el ego revuelto, desde este lado del ordenador.

Esta anotación fue publicada el Lunes, 29 de Octubre de 2012 a las 13:25 y está archivada en la categoría de Actualidad, Libros, Literatura. Puedes seguir cualquier respuesta a esta anotación a través de RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o hacer un trackback desde tu página web.