Noventa años con ‘El ladrón de los guantes blancos’

Tal día como hoy, 6 de septiembre, se estrenaba hace ya noventa años que no son nada El ladrón los guantes blancos, un largometraje silente y en blanco y negro que dirigieron a dos manos José González Rivero y Romualdo García de Paredes.

Considerado como el primer largometraje rodado en las islas por entusiastas de esas mismas islas, en este su blog El Escobillón ya le dedicamos hace unos meses un post en el que pretendíamos informar sobre esta película, uno de esas celebradas rarezas que de tanto en tanto se dan por estas tierras y título que volverá a exhibirse en pantalla grande el 25 de septiembre y a las 19.30 horas en el Paraninfo de La Laguna, dentro de la agenda de actos paralelos del Festival Fimucité.

La pianista Sophia Unsworth será la encargada de la musicalizar en directo las imágenes de un filme que, pese a estar rodado en Canarias, su historia transcurre en Gran Bretaña. Folletín policial, El ladrón de los guantes blancos no es una obra maestra (como tampoco lo es La hija del Mestre, que se rodaría al año siguiente en Gran Canaria) pero reúne los elementos suficientes para considerarla un trabajo pionero que finalmente llegó a las pantallas por la obstinación que uno de sus directores, José González Rivero, mantuvo con el cine hasta su dramática muerte.

Noventa años después, el misterio en torno a la desaparición de Rivero y la desaparición del segundo rollo de la película se mantienen, lo que ha desatado algunas hipótesis, algunas de ellas bastante sensatas y otras extravagantes para resolver esta cuestión. La cinta se estrenó oficialmente el 6 de septiembre de 1926 en el Teatro Leal de La Laguna y en el Parque Recreativo de Santa Cruz de Tenerife, y debido a su larga duración, se proyectó en dos jornadas

La película y quienes intervinieron en ella han sido objeto de un notable estudio que lleva por título Ciudadano Rivero. La Rivero Film y el cine mudo en Canarias, de Fernando Gabriel Martín y Benito Fernández Arozena, recomendable a todos aquellos que quieran adentrarse en las claves de un largometraje, y de un cine como el silente, que forma parte de la memoria cinematográfica de este archipiélago abandonado de la mano de los dioses.

Saludos, unos pedimos tan poco, desde este lado del ordenador.

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