Los responsables de la librería La Isla confirman ‘extraoficialmente’ su cierre

El rumor se propagó por las redes sociales y esta mañana nos lo confirman desde la propia librería aunque todavía no desean hacerlo oficial: la Librería La Isla, situada en la calle de Imeldo Serís de Santa Cruz de Tenerife, cierra. No quisieron indicarnos si a finales de este mismo mes o inicios del próximo, quién sabe si en marzo o si aguantarán hasta abril pero que cierra hace verdad lo que primero se trasladó este fin de semana como sospecha en Internet.

Contrastado el anuncio, solo cabe decir que es una malísima noticia para la ciudad, que algo se muere en el alma de esta capital de provincias que me vio nacer y en la que resido, contra viento y marea, en la actualidad.

Como recordarán algunos, en verano de 2014 La Isla puso el cartel de cerrado a su primer establecimiento, ubicado en la calle de Robayna de la capital tinerfeña, librería que hasta ese entonces había prestado sus servicios durante 43 años primero como librería Xerach y más tarde como librería La Isla con José María Celis a la cabeza, más tarde su hijo Juan y en la actualidad sus nietas.

Santa Cruz de Tenerife se quedó entonces y ahora un poco más huérfano, y eso teniendo en cuenta que fue antaño una capital de provincias que disfrutó de numerosas librerías. En la actualidad quedan en activo Ifara, que celebró el año paado su cincuenta aniversario; Agapea, El Atril, la librería de Mujeres, El libro en blanco y Solican, que se ha especializado en la venta de libros de ocasión. A esta lista añadimos también la de El Corte Inglés.

El cierre ya confirmado aunque todavía no oficial por parte de los responsables de la Isla se suma al de otros históricos establecimientos situados a lo largo de la geografía española como la de Nicolás Moya, la más antigua de Madrid, y la librería Los Portadores de Sueños en Zaragoza. Por otro lado y en Zamora, colgó recientemente en su fachada el cartel de traspaso la librería y editorial más antigua de esta localidad, Semuret, que llevaba 118 años luchando, como don Quijote, contra los molinos de viento.

(*) La imagen está tomada de la página web de la Zona Comercial Tranvía

Saludos, hoy muy amargos, desde este lado del ordenador

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