En memoria de F.G. Haghenbeck

INTRO

Comenzamos la semana con la triste noticia del fallecimiento del escritor mexicano F.G. Haghnbeck, a quien tuvimos oportunidad de conocer en la Semana Negra de Gijón y a quien entrevistamos con motivo de la publicación de la novela Trago amargo, que se desarrolla en Puerto Vallarta durante el rodaje de La noche de la iguana. El protagonista es Sunny Pascal, a quien le encargan quue “haga de niñera” de la tropa de actores y del director que participaron en este largometraje, que adapta una obra teatral de Tenesse Williams.

Haghnbeck era un tipo delgado, con una barbita candado que hacía más afilado el rostro. Llevaba también gafas y le encantaban los cóckteles. De hecho, todos los capítulos de Trago amargo se abren con la receta de uno de estos brebajes. Además de ser el único mexicano que conozco de guionizar una aventura del Supermán de los cómics de visita en México, recuerdo que el último día en Gijón y cuando la guagua conducía a muchos de los invitados de vuelta a Madrid, el escritor reveló lo que creía que podía ser uno de los finales posibles de la serie que por aquel entonces estaba de moda: Perdidos. El secreto estaba celosamente guardado pero les aseguro que Haghenbeck dio en el clavo aunque los que hablaban con él sobre el futuro final de la serie no le hicieron lo que se dice puñetero caso.

LA ENTREVISTA

El escritor F. G. Haghenbeck (Ciudad de México, 1965) ha irrumpido con fuerza en el género de la novela negra y criminal con Trago amargo, editada en España por Roca Editorial, protagonizada por el detective con ecos chandleariano Sunny Pascal y cuya acción se desarrolla en pleno rodaje de un título mítico en la filmografía de John Huston, La noche de la iguana. Haghenbeck, que ya tiene casi a puntos dos títulos más de Pascal, es además el único autor mexicano que ha escrito una versión de Superman para DC Comics Time Warner.

- Trago amargo es una novela extraña. Un policiaco teñido de humor y un gran homenaje al cine.
- Siempre he sido un gran amante de la novela negra y sobre todo de Raymond Chandler que, pienso, es uno de los mejores escritores norteamericanos del siglo XX. La novela nace cuando me trasladé a vivir a Puerto Vallarte, donde conocí a uno de los biógrafos de John Huston, quien me contó que en La noche de la iguana y por órdenes del cineasta, regaló a los actores de la película una pistola de oro con cinco balas de plata a cada uno. Y eso se prestaba para escribir una novela negra que, además, transcurre en 1964, y yo soy un enamorado de los años sesenta.

- Su detective, Sunny Pascal, ¿está inspirado en alguien de la vida real?
- Es un personaje cien por cien de ficción aunque tiene muchos padres, entre otros, Phillip Marlowe. En la novela hago guiños a Marlowe al contar que Sunny Pascal antes de dar con sus huesos en Puerto Vallarta trabajaba en Los Ángeles en la agencia de detectives Carmady, que dio origen al primer gran detective privado chandleriano. También le debe un poco al Héctor Belascoarán de Paco Ignacio Taibo II porque es un detective mexicano muy distinto a los que había leído antes, así que pretendí crear a mi propio investigador privado, tarea en la que me ayudó bastante mi pasado como escritor de cómic, inventándolo incluso visualmente. Y me salió beatnick, con guayabera y barba crecida y amante de los cócteles. Todos estos elementos contribuyeron a que lo perfilara física y mentalmente.

- Sunny Pascal resulta, de todas formas, un personaje de frontera ya que su ascendencia es mexicana y estadounidense.
- Nace así por el inglés. La acción de Trago amargo se desarrolla en México todo el tiempo y en pleno rodaje de una película norteamericana, La noche de la iguana, por lo que el personaje protagonista  tenía que ser alguien que pudiera hablar con la misma facilidad los dos idiomas: el inglés y el español. Me he dado cuenta, además, que la novela funciona muy bien al ser traducida al inglés ya que está narrada en primera persona y el inglés, por su nacimiento forma parte de la personalidad del detective como el español.

- ¿Qué rasgos del carácter de Sunny destacaría como mexicano y norteamericano?

- Creo que su visión sarcástica y humorística es totalmente mexicana y en la novela esa  metáfora chandleriana teñida de humor tenía que ser objetivamente mexicana. En cuanto a su sangre estadounidense, destacaría la sangre fría del personaje. Esa combinación de euforia explosiva y frialdad son los dos rasgos que nivelan el carácter de Sunny.

- Cada capítulo del libro se inicia con la receta y la historia de un cóctel, ¿por qué?
- Se debe a que soy un amante de la cultura que gira alrededor de los cócteles, de la mixiología, de saber de dónde viene, cómo se sirven, qué tipo de copas hay que utilizar por esa nostalgia que arrastro de los años sesenta. Nostalgia que hago extensiva a su música, que también es un elemento importante en la novela, donde siempre hablo de música. Pienso, además, que los cócteles están unidos a la novela y al cine negro. Se me quedó grabada la escena de El sueño eterno en la que Humphrey Bogart y Lauren Bacall toman un Martini. Los cócteles forman parte de la novela negra así que pensé que sus recetas y sus historias podrían servir de segunda lectura a una narración que se organiza como una especie de muñecas rusas. Eso fue lo que me decidió a iniciar cada capítulo con un cóctel, funciona como introducción y segunda lectura porque está relacionado con lo que pasa en cada capítulo.

- Esta no será la última novela de Sunny Pascal. ¿Está trabajando ya la continuación?
- Mi idea es que se convierta en una serie. La segunda transcurrirá en el Festival de Acapulco que fue un certamen muy importante en los años sesenta. Entre otros personajes reales parecerá Johnny Weissmüller y el mafioso Sam Giancana. La tercera novela se desarrollará durante el rodaje en Almería de Por un puñado de dólares, donde Sunny buscará a la hija desaparecida de una maquilladora.

- Como en Trago amargo, donde mezcla personajes reales con ficticios, ¿cómo se pone en la piel de gente como Richard Burton, Elizabeth Taylor, Sue Lyon, Ava Gardner y John Huston, entre otros?
- Mi forma de trabajo con ellos es sencilla: todas las frases que dicen en el libro las dijeron de verdad. Para ello investigo y reproduzco sus palabras aunque descontextualizadas para poder armar un diálogo literario. Pero todas las frases de Ava Gardner, John Huston, Elizabeth Taylor, Sue Lyon, Richard Burton las dijeron en algún momento de sus vidas. Lo hice así porque creo que era la mejor manera de meterme en sus personajes.

- ¿Cuál cree que de todos ellos resulta el más negro y criminal?
- John  Huston, director de una de las mejores películas policíacas de la historia, El halcón maltés. John Huston es un prototipo de novela negra aunque lo que más me gusta de Trago amargo es que he procurado demostrar que pese a su aureola de estrellas también fueron seres humanos.

- Huston rodó también en México El tesoro de la Sierra Madre y sentía, como otros cineastas y escritores anglosajones una profunda fascinación por México. ¿Por qué fascina tanto México?
- Quizá sea el paisaje y su clima. México es un país muy hermoso y quién sabe, quizá fue eso los que llevó a que muchos de ellos se fueron a vivir allí en los años sesenta. En México no existe el invierno, su clima es como el del verano en Europa. También está la parte exótica, la  música, la comida e incluso la cultura mexicana que tiene un halo de magia.

- Es autor de otras novelas que, desgraciadamente, no se han publicado en España.

- Es un fenómeno extraño que la industria literaria en español sea local cuando la literatura debería de ser universal. Tenemos que quitarnos de la cabeza la idea de que vivimos en aldeas pequeñas porque a mí, como lector, me gustaría conocer más y mejor literaturas como la colombiana por poner un ejemplo. Sí, es verdad que nos llegan los grandes éxitos,  pero no es suficiente. Es un grave problema editorial las decisiones que les llevan a apostar a lo seguro cuando, a mi juicio, se tendría que ser más abierto y generar lectores universales.

- Su literatura, de todas formas, está como anclada en el pasado. ¿No le llama la atención los tiempos que vivimos?
- La verdad es que me siento incapaz de entender la realidad. No puedo entender la realidad que vivimos no solo en México sino en todo el mundo. Que la extrema derecha tenga la mayoría en los países más poderosos de la tierra es algo que no entiendo, así que prefiero no complicarme la vida y dedicar mis esfuerzos literarios a tiempos no sé si más sencillos pero sí que más transparentes.

- Igual era tiempos más inteligentes.
-No lo sé. No puedo decir eso porque, pese a todo, soy de los que piensan que el mejor tiempo es el de mañana porque ahí debe estar la esperanza.

- Usted se inició en la escritura a través de los comías, para muchos un arte menor.
- No sé si es un arte menor, en todo caso es otro medio. Es como decir que la radio es un apéndice del cine cuando son medios distintos. El cómic es un medio visual y tiene mucho que ver con  el cine y la literatura. Es verdad que en cómic lo visual es lo más importante y que el artista es el dibujante pero eso no quita que sea un medio tan bueno como cualquier otro. Con sus cosas buenas y malas. Para adultos y para niños. Su abanico es muy grande, tan grande como el que ofrece el cine y la literatura.

- Fue guionista de una historieta sobre Superman en México. ¿Cómo se planteó este trabajo?
- Espero que algún día los pecados se borren de la memoria. Superman es un icono de los cómics. Es un personaje de cómics por excelencia pero también un símbolo del imperialismo norteamericano. Su actitud de boy scout, esa parte que trata de explicar –y no sé si con buenos resultados– la inocencia de un súper héroe que pretende salvar el mundo a  través de una visión inequívocamente estadounidense pero que nunca se detiene a preguntarse si el mundo quiere ser salvado… No sé. Entiendo a Superman como un redentor que nunca se cuestiona si quiere ser un redentor. Cuando escribí el guión la editorial norteamericana no me dio muchas libertades, y eso que es un personaje que da juego por su tono mesiánico, es casi un Moisés que conduce al pueblo elegido –el norteamericano pese a que se trata de un extraterrestre que crece entre los hombre—cuyo único fin en la vida es rescatar a su pueblo de adopción. Esa alegoría, que fue creada por dos emigrantes judíos, me pareció muy interesante pero fue precisamente la parte que se quedó en el aire porque los editores norteamericanos cuidan con mucho mimo esta franquicia.

- ¿Pero cómo planeó su historia de Superman en México?
- Se titula Los hijos de la tierra. Superman se encuentra en México para salvarlo de un acto terrorista y ahí conoce a una serie súper héroes mexicanos que le vienen a decir que no quieren ser salvados, que ellos se arreglan  por sí mismos. Esa es la metáfora que pretendí transmitir.

- ¿Esos súper héroes mexicano están inspirados en personajes del cómic mexicano, como Kalimán?

- No. Cada uno de ellos procede de estratos sociales diferentes. Está el que trabaja para el gobierno y tiene su equipo de gadgets; otro que es anárquico, un ácrata que comulga con la izquierda y se mueve entre las sombras, que también es una alegoría; y un tercero que representa al pueblo. El hombre muerto que falleció en el temblor de ciudad de México pero ha revivido y ahora es inmortal.

- También ha escrito para cine y televisión.
- Me encuentro más cómodo escribiendo para televisión. Y eso que mi primera experiencia fue trabajando en una televisión muy barata en un programa concurso que espero que también algún día se borre de mi currículum, pero había que comer. En México no se hacen series, solo telenovelas. La televisión sigue siendo una herramienta de entretenimiento popular y de manifestación política y no tiene los niveles de otros países. 

- ¿Y proyectos?
- Estoy retornando al cómic con una serie de biografías de personajes poco conocidos en la historia mexicana. También escribo una historia muy negra ambientada en los tiempos del Renacimiento para una editorial suiza, una historia gótica. Y finalizando la escritura de las dos novelas de Sunny Pascal, con quien me siento cómodo. Ojalá pueda seguir mucho tiempo con Sunny.  

Saludos, descanse en paz, desde este lado del ordenador

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