El día que murió S. (por Ezequiel Pérez Plasencia)

(Para nosotros es un lujo reproducir el siguiente texto firmado por el maestro Ezequiel Pérez Plasencia donde se hace eco del fallecimiento del escritor lusitano José Saramago)

“Vivían una resaca de pasión incontrolable: besos, caricias, orgasmos. El día en que murió S. ambos estaban embargados por una sensación de bienestar y plenitud que otros suelen llamar amor. Ella acudió medio sonámbula a la Facultad de Filosofía mientras él se relamía de placer recordando en la cama escenas de placer de esa noche sin adjetivos. Ella telefoneó cuando pudo.

¿Te has enterado? Es una gran pérdida para la literatura, compromiso, coherencia, el amor a la vida. ¿Qué libro suyo destacarías?

Historia del cerco de Lisboa, por muchas razones, ya te contaré. Me quedé helado cuando leí la noticia en Internet. Alzado del suelo también me agradó.

Yo me quedo con Ensayo sobre la ceguera y El Evangelio según Jesucristo. ¿Era eso que alguna gente suele denominar vaca sagrada?

El término sagrado no sería de su gusto. En verdad nos deja un poco más ciegos. Se nos fue uno de los más grandes, patrimonio de la Humanidad.

¿Qué homenaje se te ocurre, a botepronto?

Vivir, calcular, escribir. ¿Y a ti?

El silencio, la relectura.

Emocionados, silentes, cabizbajos pasaron esa negra jornada, sabedores ambos de la grandeza de S. A las once de la noche, en cuartos contiguos, calcularon y escribieron.”

Saludos, muy agradecidos, desde este lado del ordenador.

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