Películas para después de una guerra

I.- INTRODUCCIÓN

Me propone un lector que seleccione un puñado de películas sobre nuestra Guerra Civil coincidiendo que este lunes fue, precisamente, 18 de julio. Hace pues 75 años que los españoles (de un lado y del otro) hicieron historia como les gusta hacer historia, dándose garrotazos.

Claro que, reinterpretando lo que le decía Harry Lime a su colega en el Tercer hombre, eso quizá explique porqué  este país es cuna de poetas y no de relojeros.

En esta pequeña lista que presento he obviado las películas que otras cinematografías han realizado sobre este conflicto. Me refiero a títulos conocidos pero a mi juicio menores como ¿Por quién doblan las campanas?, la extraña y aún desconocida El ángel vestía de rojo, Llegó el día de la venganza, Tierra y libertad y la reciente Encontrarás dragones.

Sí he añadido, por el contrario, dos títulos dirigidos por cineastas no españoles como son el italiano A. Genina y el francés A. Malraux porque se tratan, a mi juicio, de títulos imprescindibles sobre nuestra Guerra.

El primero porque se rodó cuando media Europa había sido devorada por el nazismo y el segundo porque se trata de un título de ficción bélico filmado mientras las tierras de España eran arrasadas por el huracán de la contiende civil.

He procurado, para reducir el abanico, centrarme en películas estrictamente bélicas aunque también comente rarezas que si bien transcurren en la retaguardia, en aquel Madrid del No pasarán, creo que merecen ser citadas por raras, extrañas. Otro título que por razones obvias se comenta es el que firmó Francisco Franco con el pseudónimo de Jaime de Andrade.

También se repasan algunos títulos claves estrenados a finales del siglo XX e inicios del XXI obviando voluntariamente películas como Trece rosas porque continúan representando aquel conflicto con un partidismo enojosamente idiota.

No comentamos tampoco La hora de los valientes y La lengua de las mariposas, entre otros, alarmados ante la extensión de este post.

La mayoría de estos títulos pertenecen al subvencionado cine español que, citando uno de los artículos de un insólitamente lúcido Arturo Pérez Reverte, cuando aborda la Guerra Civil o bien acostumbra a pintar al bando perdedor (los rojos) como haraganes sin afeitar o al vencedor como señoritos de pelo engominado.

II.- PELÍCULAS

ESPOIR. SIERRA DE TERUEL (André Malraux, 1938).- Si hay una película mito dentro de las numerosas que se han rodado y rodarán sobre la Guerra Civil española se encuentra Espoir. Sierra de Teruel. Y por varias razones siempre y cuando el análisis vaya más allá del propio filme en sí, ya que se trata de un trabajo cinematográfico correcto pero tendiendo a la mediocridad. Entre los elementos que han contribuido a que Espoir. Sierra de Teruel se haya convertido en mito está André Malraux, el hombre que escribió y dirigió esta película que narra la creación de una escuadrilla de aviación en el ejército del aire republicano. Malraux, entre cuyas obras cuenta con la aún excelente La condición humana, terminaría años más tarde convirtiéndose en ministro de Cultura (1958-1969) del gobierno De Gaulle. En cuanto a la película en sí, destacaría algunos combates aéreos y la escena de rescate por parte de un grupo de campesinos de un piloto cuyo caza ha sido derribado.

SIN NOVEDAD EN EL ALCÁZAR (Augusto Genina, 1940).- Según se informa en los contenidos extras del dvd, Sin novedad en El Alcázar quiso ser El acorazado Potemkin de las cinematografías totalitarias de signo derechista en plena II Guerra Mundial. Para ello, los italianos recurrieron a uno de los episodios más publicitados durante la Guerra Civil española como fue la resistencia de este emblemático edificio toledano por las fuerzas franquistas al mando de José Moscardó. Lo más insólito de esta producción, obviando su ridículo y militarista mensaje, es que continúa siendo un excelente filme bélico que narra con vigor el día a día de los asediados. No falta en el largometraje el momento en el que Moscardó decide sacrificar a su hijo para no rendir la plaza, así como un vitriólico retrato que, según la ideología imperante en aquellos tiempos, significaron para España los políticos republicanos.

RAZA (José Luis Sáenz de Heredia, 1941).- Es una película de obligado visionado. Aunque más que como película por quien firma su guión. Un tal Jaime de Andrade, pseudónimo tras el que se escondía Franco, ese hombre cuyo cadáver quieren desenterrar del Valle de los Caídos.  Hay un curioso ensayo de Román Gubern donde analiza en este filme y plano a plano, la psicología del dictador que merece una relectura porque como película es de una propaganda casposa que hoy se antoja hilarante aunque continúe siendo siniestra. Raza cuenta la historia de la familia Churruca, donde tres hermanos llevan vidas distintas. Uno se hace militar gallardo y patriota; el otro un viva la vida y rojo, y el tercero sacerdote. Aún con esas, y manteniendo una rigurosa distancia ante su mensaje ramplón, Raza  contiene un puñado de excelentes escenas bélicas.

ROJO Y NEGRO (Carlos Arévalo, 1942 ).- Si hay un título de culto sobre nuestra Guerra Civil es Rojo y negro, del cineasta falangista Carlos Arévalo. El propio título de la película hace alusión a los colores de la bandera falangista que, como muchos sabrán, también eran enseña de los anarquistas solo que los primeros la mostraban en vertical y los segundos en diagonal. La copia que tengo de esta película es penosa pero eso no es razón para que piense que no pasa la prueba del tiempo. Contiene momentos de una siniestra plasticidad. Como la escena que transcurre en una checa que casi parece que inspiraría años más tarde a Francisco Ibáñez para su 13 Rue del Percebe. Entre las curiosidades del filme hay que destacar la historia de amor que surge entre un hombre de izquierdas y una falangista de corazón que colabora con el ejército nacional integrando lo que se conoció como Quinta Columna. He vuelto a ver la cinta, el dvd iba junto al volumen Cine y Guerra Civil española. Del mito a la memoria (Vicente Sánchez-Biosca, Alianza Editorial, 2006), y salvo la sorpresa de que su abnegada heroína sea, precisamente una heroína que asume funciones de partisana en aquel Madrid de Prieto y don Lenín que cantara la cabaretera Celia Gámez, es de una estulticia demoledora que, cosas de aquel régimen cuartelero, disgustó a los militares victoriosos por demasiado falangista.

El SANTUARIO NO SE RINDE (Arturo Ruiz-Castillo, 1949).- Un título a destacar en la filmografía franquista sobre nuestra contienda. En la película el enemigo, salvo si es un comunista extranjero, se representa como españoles que tienen más cosas en común con los sitiados que con los comunistas extranjeros, así que obviando su inevitable espíritu patriotero y cursilón, El santuario no se rinde es una buena película dentro de una cinematografía española sobre su Guerra Civil que, insisto, no cuenta aún con una especie de su Lo que el viento se llevó.

LA FIEL INFANTERÍA (Pedro Lazaga, 1959).- El filme adapta la novela del mismo título de Rafael García Serrano, escritor falangista que con esta obra –que ha sido equivocadamente comparada con la pacifista Sin novedad en el frente– intentó por una vez rendir justicia a los combatientes del lado perdedor en pleno régimen franquista. Cuando escribo rendir justicia me refiero a que los dibuja como seres normales y corrientes a los que las circunstancias han colocado al otro lado de la trinchera. Desgraciadamente, Lazaga no supo transmitir el dramatismo que aún respiran las páginas del libro de Serrano, aunque tiene un final (el cuerpo de un soldado nacional se confunde con el de un republicano) que sabe a  metáfora trágica para ilustrar poéticamente lo que supuso aquella guerra que el cine español no ha terminado por reflejar con la medida que se merece.

MI CALLE (Edgar Neville, 1960).- Aunque solo un segmento de la película se desarrolle estrictamente durante la Guerra Civil, a mi me parece uno de los mejores trabajos de su director. Trabajo, todo sea dicho, que también significó su testamento cinematográfico. Mi calle cuenta la vida de una calle madrileña desde finales del siglo XIX a la postguerra y está repleta de personajes variopintos y castizos que tiñen de un entrañable costumbrismo el relato. Entre los mejores momentos del filme, por dramático, está el encuentro de dos niños que se hacen amigos y cuyo destino conoceremos a través de una irónica voz en off:Uno de ellos terminará matando al otro cuando estalle la Guerra que dividó a hermanos y amigos en dos oscuras mitades.

LAS LARGAS VACACIONES DEL 36 (Jaime Camino, 1976).- Interesante retrato de una familia de alta burguesía catalana que el estallido de la Guerra Civil los coge por sorpresa mientras pasan unos días de descanso. El filme está protagonizado por Concha VelascoJosé Sacristán y Paco Rabal, y se deja ver todavía aunque el arañazo del tiempo le haya hecho mella. De todas maneras se trata de un título a tener en cuenta para recordar cómo aquellos trágicos acontecimientos marcaron al rojo vivo a toda una generación de españoles fueran de las ideas que fueran.

SOLDADOS (Alfonso Ungría, 1978).- La película está inspirada en la novela Las buenas intenciones de Max Aub y se trata, a mi juicio, del mejor filme sobre la Guerra Civil que he visto en pantalla hasta la fecha. Les recomiendo que se la bajen porque ignoro si hay manera legal de acceder a ella. Trabajan en el filme, entre otros actores, Claudia Gravi, José Caride, Jose Calvo, Manuel Guitian y Ángel Alvarez, y se trata, reitero, de una película de la que guardo grato recuerdo aunque igual la memoria me traicione. Aún así, no se me va de la memoria una secuencia en la que se muestra a un oficial del ejército republicano caminando con las manos pegadas al estómago mientas se desangra por un páramo.

LAS BICICLETAS SON PARA EL VERANO (Jaime Chávarri, 1984). – ¿Sabían ustedes que Chávarri fue el nombre del primer director que sonó para dirigir Mararía? En fin, Las bicicletas son para el verano adapta la obra teatral del mismo título escrita por Fernando Fernán Gómez. La acción transcurre en Madrid y está vista a través de las experiencias de un adolescente con una idea fija en la cabeza: conseguir una bicicleta. A mí, personalmente, Las bicicletas son para el verano me sigue gustando mucho, y a ello contribuyen sus actores protagonistas: Gabino Diego, Agustín González, Amparo Soler Leal y Victoria Abril.

DRAGON RAPIDE (Jaime Camino, 1984).-  Dragon Rapide disecciona la conspiración militar que eclosionó en julio de 1936 con espíritu documental aunque se trate de una película protagonizada por actores. Juan Diego, por ejemplo, interpreta a un Franco con demasiados tics. Cuando se estrenó la película en pantalla grande, muchas críticas resaltaron que por primera vez se mostraba a Franco y su esposa en el lecho conyugal, pero es como decir pasen y vean como podría haber sido la vida privada de  dos personajes sin demasiada imaginación sexual. Obviamente y por razones históricas, las dos capitales canarias aparecen como escenario de la acción aunque la productora no se gastó dinero para rodar estas escenas en las dos capitales canarias.  

¡AY, CARMELA! (Carlos Saura, 1990).- Con guión de Rafael Azcona y José Sanchís Sinisterra, autor de la obra del mismo título, ¡Ay, Carmela! es uno de los mayores éxitos de la carrera de su director. El éxito de la película se debe en gran parte a su cuidada reconstrucción de la España de aquellos tiempos pero también al excelente trabajo –a medio camino entre la comedia y el drama– de Andrés Pajares. Actor que con esta película enseñó a industria y espectadores que reunía más registros que los que explotó con su pareja de hecho Fernando Esteso. ¡Ay, Carmela! aún respira épica y muestra cómo unos cómicos intentan sobrevivir en aquellos tiempos donde estaba prohibido reír. A destacar, también, el trabajo de Carmen Maura.

SOLDADOS DE SALAMINA (David Trueba, 2003).- El filme adapta la novela del mismo título de Javier Cercas, título que fue todo un best seller en su momento. La historia sigue con bastante fidelidad lo que cuenta el libro salvo que su protagonista en la película es una joven e inquieta periodista, Ariadana Gil, y no un joven como en la novela. Lo mejor de Soldados de Salamina son las escenas que reconstruyen el calvario por el que pasó el escritor falangista Rafael Sánchez Mazas. Nunca en pantalla se ha mostrado mejor al derrotado ejército de la II República.

LIBERTARIAS (Vicente Aranda, 2004).- A pesar de que la crítica le dio estopa en su momento a mi Libertarias continúa conmoviéndome. Me gusta ese retrato de mujeres anarquistas que logran desnudarse de su pasado para enfundarse en el mítico mono azul del trabajador. Libertarias fue un filme millonario en su momento, y eso se refleja en una cuidada reconstrucción que incluye escenas de entusiastas masas cantando A las barricadas en una Barcelona que, todo parece indicarlo, tuvo que ser una extraña fiesta aquel verano del 36. En el guión colaboró el crítico José Luis Guarner y sus protagonistas fueron algunas de las estrellas más rutilantes del cine patrio de ese 2004 que ya es pasado: Ana Belén, Victoria Abril y Ariadna Gil, entre otras.

BALADA TRISTE DE TROMPETA (Alex de la Iglesia, 2010).- Ya escribí en este mismo blog la opinión que me mereció la última película hasta la fecha del director de El día de la bestia. Como espectador que no vivió aquellos días funestos que taladraron a este país de 1936 a 1939, La balada… cuenta con una tarantiniana escena bélica ambientada en aquellos aciagos días que parecía prometer pero, desgraciadamente, termina por convertirse en un tebeo con mensaje a través del cual su director intenta darnos su peculiar visión de las dos España que culmina, cómo no, en el Valle de los Caídos. 

Saludos, escobillón en mano, desde este lado del ordenador.

5 Responses to “Películas para después de una guerra”

  1. Nando Parrado Says:

    Hay una película bastante rara que no has nombrado y que a mí me resultó interesante, aunque no deja de ser una comedia simplona: ‘Espérame en el cielo’, creo que dirigida por Mercero. Es una película sosa y lentorra –aunque a mí me gusta– que trata con humor amargo el asunto del supuesto doble de Franco. Ahí estaba el último gran cómico del cine español del siglo XX, Saza, interpretando maravillosamente a un facha facha facha, con bigotito facha y todo.

  2. admin Says:

    Si no me equivoco, amigo Nando, Espérame en el cielo se desarrolla durante la postguerra. Pero sí, tienes razón, me he dejado muchos títulos y aproveché solo para comentar de los que guardio cierta memoria.

  3. Nicolás Says:

    Otra película que recomendar en este listado: La voz dormida, de Benito Zambrano, que se estrenará en unos meses. Impresionante.

  4. Marco Says:

    “Tierra y Libertad” también habría que considerarla, aunque me parece un película nefasta.

  5. admin Says:

    Por las razones que explico no la menciono. Por otra parte a mí personalmente me sigue gustando el filme de Loach. Cuestión de gustos.

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