¿Qué hay de nuevo, viejo?

No lo ha tenido nada fácil el coordinador general de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, Cristóbal de la Rosa, personaje que se ha convertido en uno de los habituales de este nuestro blog.

Haciendo examen de conciencia porque me he despertado esta mañana bañado de una serena luz cuasi divina, y tras leer las declaraciones que hoy publica la prensa local sobre el devenir que le espera a la Orquesta Sinfónica de Tenerife, llego a la conclusión de que Cristóbal de la Rosa por culpa de la dichosa crisis ha transitado por un camino de espinas. Muchas de las cuales, también es verdad, ha contribuido a sembrar.

No obstante, y pese a errores sonrojantes, Cristóbal de la Rosa ha revelado a lo largo de estos años el perfil de un hombre que al menos ha intentado hacer malabarismos en situaciones extremas manejando un presupuesto raquítico. Si a ello unimos la indiferencia que caracteriza al presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, sobre la cosa cultural salvo lo que suene como Hans Christian Andersen, no creo que a nadie le gustara estar en el lugar que hoy ocupa de la Rosa. A quien le debemos que tal y como está la situación, algo se mueva.

1.- EL CINE VÍCTOR

A lo largo de su gestión, a mi juicio, hay tres momentos que han marchitado su trayectoria como máximo representante cultural en el Cabildo Insular. El primero y sonado fue su pésima gestión de la crisis del cine Víctor, empantanada al adoptar una actitud castrista de llegó el comandante y mandó a parar que topó –insólitamente– con el repudio de un puñado de espectadores leales a la que quizá fue la más señorial sala de cine de la capital tinerfeña.

En aquellos días funestos, Cristóbal de la Rosa pretendió matizar la decisión de que el Cabildo dejaba de respaldar al Víctor enarbolando la bandera de la crisis y más tarde, perdiendo los papeles, descalificando a ese mismo puñado de espectadores que rabiaron (caso único en una islas donde la gente no suele rabiar sino vivir adormilada en su feliz sueño platanero) porque se clausuraba un cine que contribuyó tanto a alimentar sus sueños.

El Víctor está hoy muerto. Con una ridícula mampara de mimbre que casi parece querer ocultar aquellas vergüenzas. Mientras tanto, las plataformas que reivindicaron su permanencia como sala se han diluido en el desagüe de la memoria, y los dueños de la sala esperan la hora de arrendar o vender un cine que ya sólo pone películas para nuestros honorables muertos. O para un ejército de momias guanches que aplauden en silencio películas que han testimoniado su paso por esta tierra de ingratos.

2.- EL TEA

Limitado su radio de acción, la gestión política de Cristóbal de la Rosa se ha centrado fundamentalmente en el TEA, museo multiusos que continua siendo ampliamente conocido entre la población chicharrera porque su biblioteca sin libros en las estanterías abre las 24 horas de unos días que pasan demasiado rápido. El público que allí se encierra para poner los hombros sobre la mesa quizá ignore que en las tripas de este singular edificio se muestran algunas obras de Óscar Domínguez, entre otros artistas.

Cabe recordar que lo que hoy se llama TEA iba a ser IODACC pero la criatura cambió de nombre como si no quisiera reconocer a los padres ¿legítimos? de este carísimo invento que tanto dinero costó a los sufridos y cada día más cabreados contribuyentes. Esté uno laborando o sin empleo.

El TEA ha intentado, dentro de sus márgenes, ser una especie de cajón desastre donde dar cobijo a cualquier actividad cultural e incluso gastronómica que le salga al paso. Este puchero, sin embargo, ha terminado por desdibujar unas siglas que, reitero, si por algo ha calado entre la ciudadanía es por su biblioteca abierta las 24 horas.

3.- LA ORQUESTA SINFÓNICA DE TENERIFE (OST)

La tercera roncha notable que le ha salido a Cristóbal de la Rosa como coordinador de la cosa cultural es la Orquesta Sinfónica de Tenerife. Formación que ahora busca director titular tras la no renovación de contrato del maestro Lü Jia, cuyas actividad finaliza en junio.

Algo espeso se cierne en torno a la destitución de Jia, lo que ha generado numerosos rumores en los mentideros de la sinfónica mientras Cristóbal de la Rosa le saca hierro al asunto con una serie de explicaciones que poco o nada han convencido a los seguidores de la OST.

Esta circunstancia coincide con la celebración la próxima temporada, 2010-2011, del 75 aniversario del conjunto sinfónico tinerfeño, lo que ha obligado, explicó ayer el también presidente del Patronato Insular de Música, a diseñar un programa de “consenso” que es una manera políticamente correcta de decir que lo de “somos pobres pero h0nrados”.

La temporada ordinaria constará de 18 conciertos entre el 12 de noviembre de 2010 y el 3 de junio de 2011, y parte de los mismos estarán dirigidos por su director honorario, Víctor Pablo Pérez, y por un director invitado que responde al extraño nombre de ¡Lü Jia!

No estuve presente en la rueda de prensa, pero imagino cómo debería de sentirse Cristóbal de la Rosa cuando tuvo que salir a la palestra y justificar, una vez más en lo que lleva al frente del cargo, esta rareza. Rareza que sumada a otras rarezas están convirtiéndose en marca de fábrica de su gestión. Gestión, insisto, muy compleja por los abruptos recortes presupuestarios y esa sensación de que el pobre hombre está solo ante el peligro. O en tierra de nadie.

Cristóbal de la Rosa se apresuró a anunciar, no obstante, que tardaremos tiempo en conocer al nuevo titular del conjunto sinfónico tinerfeño por razones varias: una de ellas la de encontrar sustituto en el mercado. O un señor vestido de frac y con una batuta bajo el brazo que esté dispuesto a venirse a Tenerife por menos dinero del que se le pagaba al chino: Lü Jia.

Le faltó añadir a Cristóbal de la Rosa la frase comodín más empleada en la actualidad por los políticos del primer mundo: “Son tiempos de crisis”. Pero para eso estamos nosotros, para recordársela.

Lo que está claro es que Cristóbal de la Rosa en uno de sus ya habituales giros que parecen sacados de un melodrama de Douglas Sirk, sí que afirmó que desconoce si se podrá anunciar un nuevo director titular para la OST al final de la próxima temporada o de la siguiente. Aunque expresó –imagino que emocionado– que la OST proseguirá trabajando con la misma regularidad de siempre. Lo que no es poco pese a que no cuente con director artístico.

Entre los directores que comandarán a la OST la próxima temporada figuran el venezolano Manuel Hernández Silva y el peruano Miguel Harth-Bedoya, entre otros.

La cuestión ahora es si debemos hacer apuestas. Aunque yo no las haría. Y es que con Cristóbal de la Rosa nunca se sabe.

Lo curioso del caso es que pese a todo a mí, personalmente, me sigue cayendo simpático el hombre. Claro que, como apunté más arriba, hoy me levanté bañado en una extraña luz cuasi divina.

Saludos, masticando una zanahoria, desde este lado del ordenador.

23 Responses to “¿Qué hay de nuevo, viejo?”

  1. elintenso Says:

    Aunque me salga por la tangente, ayer escuché a la directora general de patrimonio cultural hablar de lo importante que es la cultura para vender el turismo de estas islas. Un discurso que ya cansa viendo lo que hacen sus compañeros de partido, o sea muy poco por reafirmar estas siempre bonitas y vacías palabras. ¿Hasta cuándo habrá que soportar semejante doble discurso?

  2. Carmen Says:

    Tu análisis sobre TEA es demasiado simplista, Eduardo. Limitar el comentario a las estanterías vacías, las pinturas de Domínguez y algún suceso gastronómico es caricaturesco e injusto, y calificar como “cajón de sastre” la multiplicidad y variedad de sus actividades (aunque no todas sean la séptima maravilla) contiene un poco de mala leche, reconócelo. ¿Nada de sus exposiciones, nada de su cine, nada de sus encuentros con artistas, nada de sus cursos, mesas redondas y conferencias, nada de su labor educativa? ¿No estarás comiendo excesiva zanahoria? ¿Ya sabes que las hojas de la parte de arriba de esta verdura no se comen ni se fuman?

  3. admin Says:

    Debe ser eso, demasiadas zanahorias.

  4. Carmen Says:

    Un poco decepcionante tu respuesta. Qué pena.

  5. admin Says:

    Vaya, lo lamento.

  6. Jairo Says:

    1.- “museo multiusos”, “cualquier actividad cultural”, “cajón de sastre”…, me gustaría saber qué actividad de TEA no se realiza en cualquier otro museo de España o Europa;
    2.- me gustaría saber si los contribuyentes están “cabreados” precisamente por el dinero que costó TEA, y sólo por esa causa, o si están cabreados, más bien, por otros motivos;
    3.- me pregunto si los contribuyentes que están cabreados por el coste de TEA saben realmente cuánto costó y cuánto han costado otros museos españoles para valorar si su estimación de “carísima” es acertada o un mera opinión subjetiva sin mayor base;
    4.- me gustaría saber porqué algunos siguen dándole vueltas a la irrelevante cuestión de los nombres IODACC / TEA;
    5.- me pregunto si el público que pone sus hombros sobre las mesas no merece el TEA, sus mesas, su luz o sus servicios y si el hecho de que quizá no sepan que en su interior se exponen obras de Domínguez les convierte en seres indignos de consideración;
    5.- me gustaría saber que esperan de TEA aquellas personas que sin participar apenas de sus actividades consideran sin embargo que está “desdibujado” y, si fuera así, porqué no ayudan a dibujarlo mejor en vez de hacer juegos palabras;
    6.- me pregunto porqué quienes se quejan permanentemente del estado de decaimiento cultural en el que se ha sumido Santa Cruz se dedican a cavarle una fosa más profunda con su diletantismo crítico de “opino pero no me mancho”.
    En fin, me pregunto, me gustaría saber…
    7.- sí, por cierto, también a mí me encantaría conocer la razón por la que el Ayuntamiento de Santa Cruz aun no ha llevado los libros de la antigua Biblioteca Municipal a las nuevas estanterías de TEA; eso me parece un auténtico misterio y al paso que lleva puede llegar a constituirse en uno de nuestros más acendrados arcanos, merecedor de la declaración de Patrimonio Cultural Canario Inmaterial… y nunca mejor dicho.

  7. admin Says:

    Estimado, intentaré responder a tus interesantes puntualizaciones por orden:
    1.- ¿Qué es TEA? ¿Un museo, un pájaro, un avión…? No, TEA es ¿es?
    2.- Mi caso como resignado contribuyente no se basa en lo que costó TEA, te invito a que te ensucies las manos en las hemerotecas para que leas lo que escribí en su momento sobre lo que fue proyecto y más tarde inauguración en las páginas de Diario de Avisos, donde en aquel entonces prestaba servicio como redactor de Cultura. Observarás, por si no te apetece quemarte los ojos, el apoyo decidido que le presté a un espacio que, tal y como he reflejado también en este mismo blog, me parece sencillamente fascinante, de esos en los que tengo la sensación cuando penetro en sus entrañas que no me encuentro en esta isla de héroes de opereta. En cuanto a la cuestión críptica que planteas en el punto 2 te pido, encarecidamente, que la expliques si quieres una respuesta.
    3.- Evidentemente TEA no costó cuatro euros. Es una instalación costosísima en unos momentos, afortunados, en los quen se podía invertir (y ojo, que pongo invetir) en cultura a manos llenas.
    4.- En cuanto a por qué seguimos algunos recordando el cambio de nombre puedo asegurarte que en mi caso se debe a título informativo y si se me permite de “memoria histórica”. No es lo mismo vender un museo multiusos con el nombre de TEA que con el nombre de Óscar Domínguez, pintor surrealista de torturada vida que fue la simiente de este proyecto. Creo, además, que no hay nada malo en que se sepa que Pablito se llamaba antes Alejandrito. Aunque le cause conmoción a Pablito, que quizá se pregunte porqué sus papás les cambiaron de nombre…
    5.- Nadie se mete con los que van a estudiar en su biblioteca, caramba, cómo puede ser usted tan mal pensando. Y mucho menos considero indigno a quienes no sepan quien es el pobre de Óscar Domínguez… No ha entendido usted nada.
    6.- Tengo perfecto derecho a exigirle a TEA lo que me salga en gana. Sea o no de los que consume su catálogo de propuestas. ¿Quién le arroga a usted el derecho para expulsarme del paraíso teaniano?
    7.- Obviamente, estoy de acuerdo con su última reflexión. La más sensata a mi modesto entender.
    Saludos cordiales desde este lado del ordenador.

  8. Jairo Says:

    Estimado Administrador:
    Muchas gracias por su extensa respuesta. Si le parece oportuno, podemos continuar la conversación y la numeración.
    1.- ¿qué tal si a TEA lo llamamos por lo que es, o sea, museo o centro de arte, en vez de manejar metáforas peyorativas y poco simpáticas?;
    2 y 3.- puede que los ciudadanos estén cabreados por la política de baja estofa existente en nuestra isla, por la crisis económica, por las malas espectativas de futuro para sí mismos y para sus hijos, por haber bajado a 2ª división de fútbol, etc. pero como Vd. ha relacionado “cabreo ciudadano” con “costosísimo TEA” podría alguien deducir que el cabreo, en fin, es por culpa de TEA; Vd. mismo reconoce que costó un buen dinero en momentos en los se podía pagar esa cantidad, ¿entonces?, lo sería hoy, sí, pero ¿fue costosísimo o no cuando se hizo? Recuerdo perfectamente lo que escribió en su día, por eso mismo entiendo aun menos el tono que utiliza ahora al referirse a TEA;
    4.- No pienso seguir con lo de los nombres; no merece la pena perder el tiempo en eso;
    5.- Pido perdón si no he entendido lo que quiso Vd. decir, pero me pareció que sus palabras contenían una desconsideración hacia los usuarios de la biblioteca; si no ha sido así, lo siento; pero entonces ¿qué quiso Vd. decir?
    6.- Yo no le he negado a Vd. la entrada a ningún paraiso ni mucho menos le he pedido que esté de acuerdo con lo que programa TEA; por supuesto, sea Vd. exigente con TEA en lo que le parezca conveniente; por mi parte sólo pediría que cuando exija argumente su exigencia; yo no se si le harían caso en TEA, pero al menos yo (y otros que le leen) se enterarían de los motivos de sus peticiones o exigencias o lo que reclame.., que sus impuestos le dan derecho a ello, por supuesto;
    7.- Gracias por la sensatez que me atribuye en la última cuestión; en una cuestión tan flagrante es fácil coincidir; lo es menos en cuestiones más sutiles, resulta lógico, pero hablando nos podemos entender ¿no?

  9. admin Says:

    Estimado Jairo:
    1.- Citando al maestro Boris Vian: debería reírse, eso relaja y motiva tomarse las cosas en serio. Apoyándome en el autor de La espuma de los días permítame decirle que donde usted encuentra metáforas “peyorativas” y “`poco simpáticas” quien le escribe recurre a ellas para definir una “cosa” llamada TEA que, a mi modesto entender, sigue careciendo de identidad. A los hechos me remito.
    2 y 3.- En ningún momento he querido señalar al TEA como único responsable del natural y justificadísimo “cabreo ciudadano” que nos impregna en la actualidad. Defiendo, como cualquier persona con dos dedos de frente, este proyecto, y toco madera para que no clausuren sus puertas como sí se hizo en su momento con mi añorado cine Víctor. No creo que pase, pero viviendo donde vivo no me sorprendería que se tomaran decisiones de este tipo.
    4.- Permítame que yo sí insista con lo del nombre por aquello de la dichosa “memoria histórica”: IODACC, TEA y mañana lo que el buen Dios quiera…
    5.- Acepto sus disculpas. En cuanto a lo que quise decir… soy de los idiotas que piensan que a estas alturas todavía merece la pena que los nuestros sepan algo de quienes contribuyeron a forjar lo que somos.
    6.- Agradezco –con mucho alivio– que su voluntad no sea la de expulsarme del paraíso teaiano.
    7.- Coincido en su último punto. Hablando se entiende la gente. Quiero pensar que así lo manifiesta esta animada charla que hemos suscitado en este post.
    Un fuerte abrazo desde este lado del ordenador.

  10. Carmen Says:

    He seguido con mucho interés vuestro diálogo pero me queda una pregunta en el tintero para Eduardo: ¿En qué consistiría “tener identidad” para un centro de arte como TEA?
    Un abrazo para los dos que habéis conseguido mantenerme atenta e interesada.

  11. Carmen Says:

    ¡Ah! se me olvidó: ¿cuáles son los hechos a los que te remites y que, al parecer, demuestran que TEA carece de identidad?

  12. admin Says:

    Gracias por seguir atentamente este diálogo. ¿A qué me refiero con la manida expresión de identidad? Pues que tengo la sensación de que TEA quiere ser muchas cosas, siendo la más conocida la que todos sabemos, su excelente instalación bibliotecaria para estudio. El resto, museo, exposiciones, actividades varias en su salón de actos son como añadidos… Pero en fin, no creo que sea ésta una cuestión que preocupe a sus usuarios ni a quienes dirigen sus actuales destinos. Tengo esperanza, sin embargo, en el futuro, quién sabe…

  13. Carmen Says:

    Claro, la biblioteca es el espacio arquitectónico más grande de TEA, es natural que sea conocido por ello, pero creo yo que ese tamaño no resta ni quita importancia a las otras actividades que se albergan en el edificio, quizás menos grandiosas y evidentes, pero -para mí- mucho más laboriosas e interesantes. Eso que dices que te parecen “añadidos” para mí son lo sustancial. De hecho, es al revés de lo que dices, la escasa importancia funcional que ha logrado la biblioteca, reconvertida a la fuerza en mera sala de estudios para estudiantes (la más lujosa del mundo, sin duda), hace que los esfuerzos en esas zonas periféricas de TEA (salón de actos, salas de exposiciones, rincones con vídeos, salas de encuentros con artistas…) resulten mucho más valiosos si cabe. Es mi opinión y me da la impresión de que no estás muy al tanto de lo que sucede ahí dentro, dentro de “la cosa” como tú lo calificas.
    No has contestado a mis preguntas, ni a la identidad ni a la de los hechos. Para mí la identidad de TEA es la suma de las acciones que realiza, sin mayores adjetivaciones; me gusta el tono discreto, poco chillón que ha adoptado, sin gesticulaciones ni rasgos pretenciosos, pero ofreciéndome cosas permanentemente, mejorables sin duda si empujamos todos en la misma dirección y apoyando esos esfuerzos. Eso sí, hablas del futuro como si allí hubiera una esperanza para que cambie la situación actual, pero ¿qué es lo que quisieras que fuera TEA en el futuro, si no te convence lo que es ahora? Si TEA te parece que quiere ser muchas cosas (no le veo el inconveniente ni la tacha), museos más grandes que hacen muchas más cosas ¿qué te parecen? El Pompidou, por decir un museo en donde suceden 17 actividades simultáneamente en cada momento (otra calidad, desde luego, y, obviamente, otro dinero), te debe parecer un enorme, imposible e indigerible baúl.
    Saludos atentos y animados por “esta cosa”, a la que si la nombro certera y educadamente diría “esta conversación”.

  14. admin Says:

    Se agradece el tono que estamos llevando en esta conversación animados por los vericuetos del TEA. Pongamos ahora la carne en el asador, como paseante “esporádico” de la “cosa” (el entrecomillado se pone para resaltar una ironía que no pretende herir susceptibilidades).
    No cuestiono el trabajo que están realizando los trabajadores de TEA, algunos de ellos conocidos míos. Destaco también la labor que ha ido desarrollando su actual director… pero permitidme, amigos, que la sombra de la duda continúe planeando sobre mis ideas. Reitero, y es un juicio muy personal, que a este espacio le falta no ya dichosa identidad sino incluso presencia entre la ciudadanía. Marca, para que nos entendamos. Puedo achacarlo a que su existencia todavía es corta para que se materealice con todo el esplendor que se merece y sobre todo porque sus trabajadores y usuarios tienen que toparse diariamente con una dirección política que generalmente mira hacia otro lado por no decir algo peor…
    Espero que este diálogo que sostenemos en el blog se extrapole a TEA, y que entre todos (habituales, esporádicos y responsables) definan de una vez el espacio que, entre todos, queremos tener.

  15. Carmen Says:

    Muchas gracias por haber posibilitado esta conversación, Eduardo.
    Sí, esperemos que todo mejore para todos en el futuro, sin dejar por ello de aprovechar el presente.
    Saludos cordiales.

  16. Clipper Says:

    Carmen, pareces conocer muy bien cuál era el proyecto de la biblioteca, peo a mí me paree que la culpa de que funcione cada vez más como una sala de estudios también la tiene el Cabidlo o quién gestiona el TEA. Fueron ellos los que decidieron seguir metiendo mesas para que cupiesen más estudiantes. Unos estudiantes que disponene de bibliotecas en sus facultades y que le quitan las ganas de entrar a los ciudadanos de a pie, a los que les gustaría disfrutar de un espacio para la lectura y otras cosas, pero que siguen teniendo que escuchar los chistidos de los estudiantes cada vez que se mueve por la biblioteca para encontrar el libro que desea…
    Si a eso le unes que la directora de la biblioteca y el pesonal, ya ni presta la sala de proyecciones con la excusa de que molestan a los estudiantes…
    Ns encontramos con una biblioteca pública al servico de una minoría privilegiada que dispone de servicios suficientes y una población, en la que se encuentra el recurso, que no se siente identificado con él.

  17. Carmen Says:

    No, Clipper, no conozco bien el proyecto de la biblioteca, pero no hace falta ser una adivina para darse cuenta de que, tal y como está ahora, se encuentra desaprovechada… como biblioteca y, por tanto, infrautilizado el espacio en tanto que sala de estudios. Tienes razón cuando afirmas que los estudiantes están imponiendo una especie de dictadura del silencio y que te mandan callar o te miran mal en cuando dices una palabra más alta que otra. Sin embargo, ahí siguen los sofás y las mesas redondas, incitando a la conversación. Buscas una responsabilidad en este mal uso y mencionas a la directora de la biblioteca y el personal que lo “atiende” (¿has visto, Eduardo?, he comprendido el sentido irónico del uso de las comillas), a quienes debes conocer…, entonces conoces porqué se encuentra en tal situación la biblioteca (mira el dirección al ayuntamiento, más que hacia el cabildo). Me parece increible que, como los niños y niñas no quieren estudiar en su casa porque les molesta el ruido del televisor o la bulla que meten los hermanos pequeños, hayan cambiado el uso de la biblioteca. Yo, como simple usuario y lector, me desespero en ese lugar, huyo y me refugio en las salas de exposiciones o me veo una película. Supongo que algún día (…in the year 2525…) habrá que expulsar a toda esa muchachada estudiantil para dar paso a los lectores, pero ya verás cómo se montará un pollo de narices, por no haber actuado antes con firmeza.

  18. admin Says:

    Me alegro que haya comprendido el uso irónico de las comillas. No obstante, permíteme decirte que se me ha puesto la piel de gallina por como finalizas tu comentario… ¿una noche de los cristales rotos en TEA? Por la gloria de tu madre, ni se te ocurra sugerírselo al comisario político que lleva sus destinos universales, Por si acaso.
    Por si acaso…

  19. Clipper Says:

    Carmen (¿?), yo creo que los niños son los únicos que han entendido cómo debe usarse la biblioteca y son ellos los que están enseñando a los adultos que los acopañan qué significado tiene para todos este espacio. No pueden molestar a nadie proque tienen un espacio propio, en los sótanos oscuros, donde las mesas y sillas desaparecen dependiendo de las actividades del TEA…
    Conozco lo suficiente el espacio como para decirte que si fuera por los estudiantes (uiversitarios, oposiores y algún investigador anticuado) los niños ya se hubieran quedado sin su espacio, con el consentimiento del ayuntamiento de Santa Cruz que no entiende que hay que tener personal cualificado y no soldados que impongan el orden que otro decide, sin sentido ninguno, para demostrar que es el jefe.

  20. Carmen Says:

    Clipper (¡¿que nombre es ese?! ¿y tú te sorprendes o te interrogas sobre el mío?), al mencionar a los niños y niñas estaba refiriéndome a los estudiantes con sus apuntes (ya ves, Eduardo, ahí también tenía que haber usado las comillas), no a los infantes; si relees lo que escribí queda bastante claro. Es verdad que esos que estudian para el examen próximo son como una mancha que, si se la deja en su fluir, se extiende sin fin ocupando todo lo que encuentra a mano; como nadie se atreve a ponerles una barrera… ¿¡Clipper!? ¿como las maquinitas de petacos? Jolín, qué chulada.

  21. admin Says:

    ¿Carmen? la verdad es que no entiendo nada de tu última ¿reflexión? Porque es eso, una reflexión ¿no?

  22. Puchi Says:

    Siento ser tan tajante entre tanta filosofía, pero me parece que el Tea es un engañabobos. Somos muchos los que pensamos que todo lo que se organiza allí podría hacerse en otros lugares se santa cruz que ahora están abandonados. Es una sala de estudios demasiado lujosa y el resto pura ornamentación para distraernos. Tanta publicidad que se le hace es para justificar un capricho innecesario. Ojalá con esas perras se hubiesen dedicado a recuperar y restaurar edificios de mayor interés cultural. Nuestros queridos políticos siempre haciendo lo que les da la gana con el dinero público.
    Por cierto, me alegro por ti Carmen, que lo defiendes tanto, y me alegro por las personas que ocupan puestos de trabajo en esta construcción. Al menos algo bueno en la época de crisis.

  23. Clipper Says:

    ¿¡Clipper!? ¿cómo las maquinitas de petacos?
    ¿¡Carmen!? ¿cómo la òpera de Bizet?

    Jolín, qué chulafda…

    ¿De qué estábamos hablando?…

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