El CCC se presenta en sociedad

Tras un parto difícil y con mucho dolor nace el Consejo Canario de la Cultura.

Unos dicen que fue concebido con la semilla del diablo pero su madre, su Rosemary particular, no ha tardado en mecer el cochecito donde por ahora descansa la criatura.

El bautizo oficial tuvo lugar el pasado febrero y en él estuvo el presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, quien con su característico y cansino entusiasmo calificó a los culturos y culturetas, artistas y artistas estrellados, como un sector “complejo” pero imprescindible en sociedad.

También en la sociedad.

PAULINO RIVERO (mientras mira a la concurrencia): Las cosas empiezan a verse de otra manera, empieza a verse la luz al final del túnel.

Y deja volar por el salón, como quien no quiere la cosa, que podría haber más perritas en los próximos presupuestos siempre y cuando estos chicos que aportan el uno por ciento del Producto Interior Bruto de Canarias no me toquen los cojones.

El Consejo Canario de la Cultura nace como organismo asesor. Y sus objetivos para 2014 es estar presentes en las negociaciones sobre el Régimen Económico y Fiscal (REF) y en una comisión que se constituirá en el Parlamento de Canarias para evaluar la influencia de la cultura en el desarrollo de la sociedad canaria.

Pero hay más:

La idea es implicar al sector en el turismo “no solo porque sea un mercado”, apuntó la consejera de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda, Inés Rojas, sino aprovechar la promoción de las islas como destino cultural de base y para la internacionalización del arte.

¡Chacho!

Al margen de lo que haya pretendido querer decir tanto Rivero como Rojas, lo que se desprende de la presentación en sociedad del Consejo Canario de la Cultura es que hay voluntad por parte del Ejecutivo autonómico por aportar unos cuartos más pese a que Madrid continúe ninguneando los destinos universales de una comunicad autónoma como es la canaria más esquizofrénica que nunca.

Esquizofrénica porque los que dirigen la cosa pública van por un lado y los que aún soportamos la cosa pública por otro…

Eso explica que vea con resignada indiferencia la constitución de este Consejo que en algún lugar se escribe con sus iniciales: CCC.

¿CCC?

CCC es la marca de una popular cerveza que se fabrica por aquí pero a la que si se le borra una C queda como CC, que corresponden a Carlos Castaneda, un investigador que se empeñó en describirnos las enseñanzas de don Juan mientras se metía dentro del cuerpo la ayahuasca.

El organigrama del Consejo Canario de la Cultura lo presidirá Inés Rojas actuando como vocales los responsables de las direcciones generales en materia cultural, representantes de los cabildos y ayuntamientos, así como de otras consejerías “con el objetivo de fomentar procesos de transversalidad y cooperación en el ámbito del Gobierno de Canarias (Educación, Empleo, Turismo y Economía), además de la Radio Televisión Canaria.”

También forman parte del grupo representantes de diferentes disciplinas y organismos culturales como Benito Cabrera, Rosario Álvarez, José Luis Rivero Ceballos, Juan Manuel García Ramos, Elena Acosa, María de los Reyes Hernández, José Dámaso, Enrique Mateu, Daniel Tapia y Ana Sánchez Gijón.

Una tropa que tiene previsto celebrar sesiones ordinarias dos veces al año. Momento en el que se verán las caras para justificar que siguen y evalúan “el cumplimiento de los objetivos de la Estrategia Canaria de la Cultura.”

La idea, se dice, “es constituir una propuesta de objetivos y un plan de trabajo hasta 2015.”

Empieza a verse luz al final del túnel” asegura Paulino Rivero.

El escritor y profesor Juan Manuel García Ramos responde mientras sobre el CCC en una entrevista que publica ABC.

El periodista pregunta si los integrantes del Consejo Canario de la Cultura cobrarán dietas. También qué se hará para que el CCC no sea percibido en sociedad “como una mesa larga más, de las que tanto gustan a Paulino Rivero.”

Y Juan Manuel García Ramos contesta:

Mire usted, he sido invitado a formar parte de ese Consejo, pero no hemos celebrado ni una reunión hasta ahora. No creo que se cobren dietas en ese órgano que al parecer se reunirá solo dos veces al año y cuyas funciones específicas desconozco aún, pero que no veo mal que exista. Una nación se asienta sobre y se fortalece con una cultura común, no solo por ocupar una determinada demarcación territorial. En Canarias corremos siempre el peligro de convertirnos en siete tribus, en siete reinos de taifas. La cultura es un instrumento indispensable para consolidar una ideología nacional, un proceso de autoconocimiento. ¿Quiénes somos los canarios, qué nos define en nuestro diálogo con otros pueblos, cuál es nuestro proyecto colectivo? Espero que en el ámbito de ese Consejo se planteen algunos de estos asuntos con la seriedad que requieren y se dé respuesta imaginativa a algunos de ellos.

Ya ven

Fundo a negro

(*) Las cursivas son nuestras.

(**) La imagen que ilustra este post corresponde a La semilla del diablo (Rosemary’s Baby, Roman Polanski, 1968)

Saludos, en carnaval, desde este lado del ordenador.

5 Responses to “El CCC se presenta en sociedad”

  1. Carlos Felipe Says:

    Con la excusa de la crisis, la política lleva tiempo ninguneando a la cultura. Y ahora… No sé, habrá que ver a quién beneficia este CCC. Esperemos que, al final del túnel, no se esconda otro túnel aún más “oscuro”.

  2. Rafael-José Díaz Says:

    Dado que, al parecer, se trata de un ente público (entiéndase lo de “ente” en un sentido amplio, más allá de cualquier ontología), lo primero que tendría que hacerse público son los honorarios de estos señores, las actas de sus reuniones (por lo pronto, de la habida hasta ahora, “la de constitución y bienvenida con presencia del presidente”), el orden del día, los currícula de los componentes, el organigrama completo y claramente explicado del citado ente, cuáles son esos objetivos de la “Estrategia Canaria de la Cultura” y, en definitiva, bien desmenuzadito, cuánto nos va a costar a los contribuyentes la existencia del ente en cuestión y qué podemos, en consecuencia, esperar de él como ciudadanos responsables con la cultura de nuestro maltratado pueblo.

  3. Daniel León Lacave Says:

    ¿No hay comentarios?… no jeringues…

  4. Iván Cabrera Cartaya Says:

    Suscribo todo lo dicho por Rafael-José Díaz.

  5. Cautivo y Armado Says:

    Pero José Rafael Díaz… ¿Usted se cree que esto es una democracia?
    Ande, ande, no vea tantas pelis americanas donde los ciudadanos tienen derechos. Esto es África, no se olvide usted.

    Esta comisión no es sino otra forma de justificar que no se hace absolutamente nada. Los objetivos serán descritos de modo tan amplio “apoyo interdisciplinar”, “busqueda de mercados”, “promoción cultural”, “bla bla bla”, que nadie podrá nunca decir si se han cumplido o no, lo que dará lugar a sucesivas reuniones anuales donde se acuerde lo mismo, de manera reiterada, sin que se concrete en nada práctico. La cuestión es no invertir ni un duro en cultura para que sobre para pagar a la Guanchancha y la fiesta política. Y entre tanto, se marea la perdíz con este nuevo “consejo”, donde meten a algunas voces esencialmente para callarlas e ignorarlas de manera oficial. Pero ¿a quién van a engañar? Sí, supongo que al pueblo, por desgracia.

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