Revolución, una novela de Arturo Pérez Reverte
Miércoles, Julio 31st, 2024El éxito como novelista de Arturo Pérez Reverte se comprueba con la cantidad de amores y odios que suscita. El caso es que no resulta indiferente a nadie, lo que pone de manifiesto que detrás hay un autor con todas sus letras y que encima vende y muy bien sus novelas no solo en el mercado español sino también en el que está más allá de sus fronteras.
Arturo Pérez Reverte es autor de dos series, una de las cuales fue la que lo catapultó a la fama en unos tiempos en donde el lector español demandaba buena novela histórica. El género, tras el éxito de Reverte y más tarde de otros escritores que están en la memoria de todos, sigue viviendo una buena época en cuanto a novelas se refiere aunque es verdad que su calidad se ha resentido en función de contar la historia que, en este caso engloba no solo a su argumento sino también al periodo en el que se desarrolla.
Ya comentaba que lo menos que me interesa de Pérez Reverte como escritor son las dos series que hasta el momento ocupan un espacio en su bibliografía. Estas son las dedicadas a Alatriste, que transcurren cuando en el imperio español no se ocultaba el sol y la trilogía que dedicó a Falcó, agente secreto al servicio de los nacionales en plena Guerra Civil, y que están más cercanas al espíritu de las historias narradas por Ian Fleming para su James Bond que al Eric Ambler de La máscara de Dimitros, un clásico de este subgénero y novela de lectura obligada para todo amante de la literatura de espionaje.
Personalmente, las novelas que más me gustan de Arturo Pérez Reverte son aquellas que se leen independientes, que no terminan en serie ni en trilogías. En este sentido, creo que uno descubre al gran escritor que es si se acerca a títulos como El italiano y Revolución, que a mi parecer se tratan de dos magníficas novelas históricas que se desarrollan la primera durante la II Guerra Mundial en un escenario poco habitual, como es Gibraltar, y la segunda en plena Revolución Mexicana. Si tuviera que escoger una de estas dos novelas, escogería sin dudarlo Revolución, libro que admito comencé a leer sin demasiadas esperanzas pero que a medida que fui avanzando terminó por meterme en el bolsillo.
Tal y como ya indica el título, Revolución se desarrolla entre 1911 a 1914 en México, sacudida por vientos coléricos que arrasan al país de norte a sur. En el norte actúa el legendario Pancho Villa, hombre que detesta a los españoles pero que alistará en su ejército a Martín Garret Ortiz, natural de Linares, por su habilidad con la dinamita y su contrastado valor.
Paralelamente, se nos ofrece un cuadro resumido pero bien informado de los vaivenes de aquella revolución que tantos corridos trajo al mundo, fijándose en sus gentes (hombres recios y muy machos y las soldadas, mujeres serias y con las que mejor no meterse ni darles la espalda) y en las causas que motivaron aquel movimiento popular que puso en jaque a los gobiernos que intentaron domesticarlo y que al mismo tiempo prendía las suspicacias del su gran vecino del norte: los gringos.
Tiene mucho de western esta estupenda novela. De western fronterizo. También una interesante galería de personajes que parecen sacados de las películas que se han rodado sobre este periodo de la historia (especialmente en los Estados Unidos) y un entusiasmo por describir el carácter de un pueblo, el mexicano, que no se acobarda si al toro hay que cogerlo por los cuernos. También es el relato de una dramática decepción, la de una revolución que terminó devorando a sus mejores hijos: Pancho Villa y Emiliano Zapata, y la de un país que a partir de ese momento no ha terminado por construirse.
Pasan muchas cosas en Revolución. Aparecen mexicanos corajudos y rebeldes, leales hasta la muerte como el mayor Genovevo Garza y gringos que como Tom Logan trabajan como mercenario a las órdenes de Pancho Villa, y que conoce el carácter de los españoles porque combatió contra ellos en Cuba a finales del siglo XIX. También una periodista norteamericana, Diana Palmer, que va tras todas las guerra para dar cumplida información sobre ellas a los lectores, y un revolucionario mexicano, el mismo Villa, que casi adopta a nuestro héroe, ese español al principio desubicado y al que convierte en soldado para que luche por una causa que ni le va ni le viene aunque al final le venga.
La novela me parece un artefacto perfecto no solo como producto de entretenimiento sino también de emocionada canción de amor a un país y a unas gentes que fueron capaces de dejar lo poco que tenían para alcanzar sus sueños aunque si hay un personaje en el libro que devora a los otros por su potentísima personalidad ese es Pancho Villa, que aparece lo suficiente para que uno se haga a la idea de lo que significó formar parte de su ejército y recorrer el castigado norte de un país donde los ricos no se cansaban de explotar a los más humildes.
En la novela se dan cita muchas de las constantes que forman parte de la literatura de aventuras que escribe Pérez Reverte como la amistad, amistad que puede encontrarse también en el enemigo, lo que establece un invisible código de caballeros cuando las circunstancias hacen que los dos se vean las caras no en un rico salón de ciudad de México sino frente al pelotón de fusilamiento.
Se trata Revolución de un libro muy recomendable para pasar estas fechas de calores excesivos. Evade y desarma al lector, y contagia como a su protagonista la fuerte personalidad de los mexicanos que aparecen en la novela. Todos ellos gentes de honor, de los que miran a los ojos a la muerte cuando parece que el final es inevitable. De paso, y se agradece, el lector poco versado en la historia de la Revolución Mexicana se hará una idea de aquel complejísimo proceso. También de cómo un pueblo se acostumbró todos los días a apostar –como si de una moneda se tratase– con la vida y con la muerte.
Saludos, The End, desde este lado del ordenador