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Tenerife Noir. Programa del jueves y viernes

Jueves, Marzo 20th, 2025

Jueves 20 de marzo

* Actividad: Talleres CineXpress, con Steven E. de Souza.

Hora: 11:00 a 13:30.

Lugar: Sala de conferencias. Espacio Cultural CajaCanarias.

11:00: Introducción a cargo de Steven E. de Souza.

11:10: Presentación del lema de la sección CineXpress 2025.

11:15: Proyección de la película Possessed, de Steven E. de Souza, con charla posterior del director.

* Actividad: Inauguración de las exposiciones Tinta, dibujo y crimen: diseño e ilustración en la novela negra y policíaca, por Tenerife Noir y la Asociación Debrigode.

Exposición: Soy una asesina / Desgracias personales, Pedro Arjona y David Pérez Merinero.

Exposición: Diseño tipográfico en las primeras novelas negras españolas, Carlos Abio.

Exposición: Aquel Club del misterio, por Isidre Monés.

Hora: 19:00.

Lugar: Sala de arte del Parque García Sanabria (frente al kiosco Numancia).

Viernes 21 de marzo

* Actividad: Talleres CineXpress.

Hora: 11:00 a 13:30.

Lugar: Sala de conferencias. Espacio Cultural CajaCanarias. Enlace de ubicación:

11:00: Actuación de Ramón Langa en el cortometraje noir El tiempo airado, seleccionado para el Festival de Cine de Málaga.

12:00: Steven E. de Souza analiza su proyecto de found footage Unknown Sender.

* Actividad: Presentación: Yo soy asesina, de Pedro Arjona (Reino de Cordelia, 2024), con el autor.

Hora: 18:00.

Presenta: Eduardo García Rojas.

Lugar: Biblioteca Municipal Central de Santa Cruz de Tenerife. TEA.


* Actividad:
Concierto: Cowboy Bebop Live! con Yoko Kanno y la Big Band de Canarias, dirigida por Kike Perdomo, con las voces solistas de Esther Ovejero y Mery Afonso.

Hora: 20:00.

Lugar: Salón de actos. Espacio Cultural CajaCanarias

* Actividad: Cine: Orient Noir: A Long Shot (Gao Peng, 2023).

Hora: 19:00.

Lugar: Sala de audiovisuales. Tenerife Espacio de las Artes. TEA.

Entrada: 3-4 euros.

Saludos, y esto no ha hecho más que empezar, desde este lado del ordenador

Lo último de Vilageliu, dragones en las plataneras y vivir en la isla del azúcar

Miércoles, Marzo 19th, 2025

TEA Tenerife Espacio de las Artes estrena este jueves (día 20), a las 19:00 horas, tres cortometrajes inéditos de Josep Vilageliu (Barcelona, 1948). En esta sesión, los espectadores tendrán la ocasión de ver Más vale pájaro en mano (1968); Bechinjigua, que recoge unas imágenes rodadas en 1974 y digitalizadas por la Filmoteca Canaria; y su último trabajo, Juego de espejos (2024).

Más vale pájaro en mano es una de las primeras películas de ficción de Josep Vilageliu, un trabajo que realizó cuando todavía se hallaba estudiando Ingeniería Técnica en la Universidad Laboral de Tarragona. En el corto trata de reflejar la vida de los internos, carteándose con las novias que han dejado en el pueblo, mientras alternan con otras chicas los fines de semana en la ciudad. La idea era partir de las experiencias de algunos de los internos para huir de la soledad. Rodado en 8mm, la pista de sonido, este filme se hallaba en tal mal estado que el propio director se tomó la decisión de rehacerla por completo. Joaquín Ayala identificó las piezas musicales de la banda de sonido, que pertenecían a los grupos Los Relámpagos y Manfred Mann. Daniel León Lacave dirigió el doblaje en Las Palmas de Gran Canaria, con las voces de Cathy Pulido y Borja Texeira. 

Bechinjigua recoge uno de los trayectos del ferry entre San Sebastián de La Gomera y Los Cristianos. En septiembre de 1974 el grupo de sordos Los Ambulantes viajó a la isla para representar la obra La estatua y el perro. Finalizada la estancia, Vilageliu rodó varios rollos de súper8, recogiendo el momento en el que el grupo se embarca en el ferry, junto al director de escena Eduardo Camacho. Estas imágenes son parte de las filmaciones que realizó Vilageliu en los años 70 y que han sido digitalizadas por la Filmoteca Canaria. 

Juego de espejos se rodó en Santa Cruz de La Palma mientras se desarrollaban los actos de la última edición de El Festivalito. Vilageliu había sido invitado junto al actor Miguel Ángel Rábade para presentar su largometraje Mujer Gato, seleccionado en el Festival. Con el fin de aprovechar los días de estancia, les propuso a Rábade y a Paloma Albadalejo grabar un corto con el Iphone para presentarlo a La Palma Rueda. Se hizo una primera versión de cuatro minutos para adaptarse a las normas del festival, y con el material grabado se hizo la versión definitiva de catorce minutos. En el corto, un hombre y una mujer se hospedan en el mismo hotel, ambos son personas solitarias y recorren la ciudad haciendo fotos, el azar les hará coincidir, pero un suceso inexplicable romperá sus rutinas. Los músicos Javier Marrero y Miguel Jaubert han compuesto, interpretado y grabado la banda sonora.

El nuevo cortometraje de Helena Girón y Samuel M. Delgado, titulado Un dragón de cien cabezas, producido por La Banda Negra y rodado en la isla de Tenerife, tendrá su estreno mundial en el Visions du Réel que se celebrará del 4 al 13 de abril. Se trata de la única producción completamente española que participa en la sección oficial del festival suizo.
 
La película se centra en el mito del Jardín de las Hespérides, en el que crecía una fruta capaz de otorgar la inmortalidad a quien lograse comerla. El jardín se encontraba en un lugar incierto frente a las costas de África Occidental, protegido por un dragón de cien cabezas. Por medio de técnicas de biosonificación aplicadas a las plataneras, con las que se transforma en sonido los impulsos eléctricos que generan las plantas, descubrimos una fábula sobre la vida eterna en uno de los lugares donde se ubicó este espacio mítico.

Casi noventa años después de que el director británico Richard Leacock filmase Canary Bananas (1935), en la plantación de su familia cuando tan solo era un adolescente, Un dragón de cien cabezas, desde un presente turbulento y lleno de incertidumbres, sigue preguntándose cómo poder retratar un espacio complejo, en el que la dimensión histórica, humana, geológica y vegetal parecen tocarse cada día más.
 
Un dragón de cien cabezas ha tenido el apoyo del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), del Gobierno de Canarias y del Cabildo de Tenerife.

Sugar island, de Johanné Gómez Terrero, se estrena este viernes, 21 de marzo, en los Multicines Tenerife, a las 19 horas en una sesión en la que estarán presentes la directora del largometraje, y del productor David Baute. La cinta está especialmente recomendada por el ICAA para el fomento de la igualdad de género, y se proyectará también en TEA Tenerife Espacio de las Artes del 4 al 6 de abril a las 19:00 horas. Este filme -una coproducción entre Tinglado Film (España) y Guasabara Producciones (República Dominicana)- es un híbrido que transita entre la realidad y la ficción, ya que explora el valor y la condición de las corporalidades negras en la sociedad, en su pasado y en lo contemporáneo. El proceso de gestación de su protagonista Makenya, una joven de descendencia haitiana que trabaja en los bateyes, ocurre durante la última zafra manual. Termina la cosecha y el llanto de la criatura presagia un nuevo mundo.

Saludos, y eso es todo por hoy, desde este lado del ordenador

Han cantado bingo, una novela de Lana Corujo

Martes, Marzo 18th, 2025

“Nos miramos con los ojos como charcas, tan claritos y tan llenos de agua que podríamos reflejarnos en ellos. Ninguna tiene ganas de abrazarse, pero pronto oímos cómo nuestros padres salen por la puerta de la cocina sosteniendo cada uno su botellín. Nos agarramos de la mano tímidas ante el mundo. Las hermanas no se pelean y los padres no deberían dar miedo”.

Han cantado bingo, Lana Corujo (Reservoir Books, 2025)

Termino de leer Han cantado bingo, de Lana Corujo, y vuelvo a leerlo nada más llegar al final porque la historia, pese a la brevedad de sus capítulos, tiene un fondo abisal que me descubre nuevas perspectivas en torno a lo que cuenta y cómo esta escritora nacida en la isla de Lanzarote y que forma parte por edad de una generación de narradoras y poetas canarias que hoy marcan tendencia en la geografía literaria que actual que se escribe en español no solo en las islas sino también fuera de ellas.

Los miembros de esta generación, en la que son más ellas que ellos los que destacan por lo que escriben, cuentan más o menos con una serie de elementos comunes que hacen muy atractivas las reflexiones que suscitan. En especial porque la mayoría de estas voces miran hacia adentro (en el doble sentido de la palabra) para digerir sus contradicciones dentro de unos límites que, cosa curiosa, no define el mar sino en el caso de la novela de Lana Corujo, el volcán. Ese volcán, El Ahorcado, que parece que vigila a la protagonista.

Cada capítulo tiene su título y un pequeño número que revela la edad de la protagonista. Distintos momentos de una vida que marca la tragedia de dos hermanas que viven como en sueños bajo las faldas de ese volcán dormido que parece que está vivo, al menos en la imaginación de quien narra un relato que tiene un ritmo ascendente y sobre todo coherente pese al aparente caos cronológico con que está planteada la obra. Un libro que habla de muchos temas pero que sobre todo indaga en ese difícil tránsito que significa pasar de la infancia a la madurez. Una amenaza que representa ese El Ahorcado que incluso aparece dibujado en la novela.

Paralelamente, y siempre a través de los ojos de la narradora y en diálogos de otros que se visualizan gráficamente porque están subrayados, conoceremos a los miembros de su familia. Los padres pero sobre todo dos personajes que son fundamentales en el crecimiento personal de la protagonista, y que son la abuela y su hermana Alejandra, Aleja.

El libro no supera las doscientas páginas y, como ya se dijo, la extensión de los capítulos es muy corta, los más largos pueden ocupar entre dos o tres páginas pero esta brevedad no va en demérito sino más bien al contrario, es una de las grandezas de una novela conmovedor que sabe tocar esa tecla que llevamos dentro pero que apenas pulsamos vamos a decir que por miedo a lo que se pueda brotar, a través de frases que explican por sí solas el carácter de quienes rodean a la protagonista, un personaje que desgrana su vida, evocando siempre el suceso que motivó todo lo que vino después. Y no es nada fácil lo que logra la escritora, porque se trata de una escritora con todas sus letras la de esta novela. Han cantado bingo sabe además describir y muy bien paisajes interiores extremadamente condicionados por una geografía árida y pedregosa en cuyas alturas domina ese volcán tan amenazador y que parece que vigila.

“Las dos gritamos, mirando a El Ahorcado. Gritamos porque recién estamos empezando a comprender. Somos dos hermanas gritando a la noche. Abuela llora dentro. Mamá y papá lloran desde casa. Tío Félix llora desde su chalanita. Todos oyendo una sola voz”.

La familia de la protagonista tiene además un don, o una maldición según se entienda, y es que pueden ver a sus muertos. La abuela, por ejemplo, ve a su madre y ella… Mejor no decirlo para que lo descubran leyendo esta historia que, se insiste, habla de muchas cosas pero sobre todas las cosas de lo difícil que es la desventura de crecer. Y de la liberación que supone salir de la isla, pero también de la conciencia que te une con delicados e invisibles hilos con ella, lo que hace que regreses o las lleves muy dentro de la cabeza cuando sales y paseas por tierra extraña.

Han cantado bingo de Lana Corujo ocupa así un espacio en ese territorio en el que se está posicionando toda una generación de escritoras canarias que han conectado no solo con los de su quinta sino también con otros lectores que, con independencia del arco de edad que tengan, apreciarán la buena literatura que hay en estas páginas. Una novela a la que ningún elogio le queda corto, y que expongo con tanto entusiasmo porque hacía tiempo que demandaba un libro que supiera cogerme por el cuello y zarandearme. También que me conmoviera como ha sabido hacerlo éste. Y que éstas y otras sensaciones las firme una escritora de aquí, de estas tierras tan desamparadas, hace que me conecte mucho más con lo que me narra con tan meditada delicadeza. Y que el horror de lo que acontece, lo diluya en mi imaginación con agradecido reconocimiento.

Hay mucho de isla en este libro, isla en la que ella habita e isla que es la misma protagonista y una escritura que a veces bebe de las fuentes de la prosa poética, y todo, todo, deslizando sin que apenas se note, palabras del dialecto canario que adquiere en ocasiones aires de auténtica y pura poesía.

Saludos, gracias, Lana, desde este lado del ordenador

Las cosas del alcarde y el Tarife: la nueva ubicación del Rastro de Santa Cruz de Tenerife

Lunes, Marzo 17th, 2025

Este domingo, tras la euforia de los carnavales, me fui al Rastro de la capital tinerfeña pero, como en una novela de fantasía, cuando llegamos a los alrededores del Mercado de Nuestra Señora de África todo estaba desierto. Salvo la gente que entraba y salía de la Recova con sus compras, el resto estaba igual de muerto que otro día cualquiera. Me acerqué a una de las casetas azules para que me informaran de lo que había pasado y fue una buena señora, entre zapatillas y zapatos, quien me dijo que lo habían trasladado abajo. A la zona de los aparcamiento, más o menos cerca de donde se encuentra el edificio de Hacienda.

Y bajé, claro.

Primer inconveniente cuando ya me encontraba a dos pasos. Cruzar la avenida Marítima. Los coches van y vienen como centellas así que hay que esperar un rato porque por la zona parece que los semáforos son de ciencia ficción y la policía local destacada como que va a sus rollo en vez de ordenar el tráfico que por ahí circula. A mi lado se encontraba una señora de avanzada edad y tuve que indicarle que se lo tomara con calma. Que no me fuera loca y atravesara la avenida porque se la llevaba por delante uno de los coches que entran o de los que salen de esta ciudad que, no sé cómo, quiero tanto. Cosas de que aquí se resume gran parte de mi vida…

Sol de justicia, dije. Y sol de justicia el que caía sobre el Rastro. Hay puestos en los aparcamientos y otros en el paseo que esta encima. Los del paseo, jodidos, porque no les dejan aparcar y tienen que trasladar toda la mercancía a pelo, encima de la espalda o con carritos de la compra. También con esas bolsas grandes que parecen que pueden llevar todo tipo de cosas. Hasta un elefante disecado si hace falta.

Paseo por el Rastro mientras el sudor comienza a resbalarme por la frente. Hay puestos, sí, pero también hay huecos. Me comentan que el orden de los puestos se hizo por orden alfabético aunque visto lo visto, el orden como que es lo que menos importa. No obstante, de los vendedores a los que pregunté, a la mayoría no les había ido mal en ventas. Yo me llevé unas memorias de Enrique Líster, publicadas en Planeta cuando era pibe: Así destruyó Carrillo el P.C.E..

Sigo andando mientras Kala tira de la correa. La pobre con la lengua fuera. El calor aprieta. Lo que parece mentira, porque hace unos días llovía y llovía y bajaron ligeramente las temperaturas.

Una gitanilla canta burlona “Este es el mejor Rastro del mundo, gracias al alcarde y al Tarife”, y nuestras miradas se cruzan. Y sonreímos. La idea que pensamos es la misma: pudo ser el mejor Rastro pero no lo es gracias al alcarde y al Tarife.

Por Cthulhu, lo del Rastro es una operación de acoso y derribo de libro. Al final lo dejaran languidecer, que se muera ese Corte Inglés para pobres que me dijo aquel, hace ya unos años, cuando todos éramos más jóvenes pero no sé si felices.

Camino sin ver nada que me llame especialmente la atención. La oferta de oportunidades como que se ha costreñido demasiado. Además, más que cacharrería, lo que se ven son puestos de ropa y zapatillas de deporte.

Vamos por el paseo de arriba y el muestrario es más o menos el mismo que el de abajo aunque por aquí la gente anda un poquito más caliente por el traslado forzoso del Rastro a la zona que ahora ocupa, y orden que vino desde el Ayuntamiento por el alcarde y el Tarife que, por cierto, creo que este domingo no se dejaron ver por el nuevo emplazamiento, conscientes de que, probablemente, les hubieran dicho de todo menos bonito. Además, el Rastro no tiene estética para estos dos. Es para indigentes y no triunfadores (es un decir) como tan extraña pareja: el alcarde y el Tarife.

Mal sentido de la estética tiene el Tarife y otros peperos tinerfeños que hace unos días se sacaron una afoto (hay que ver lo que les gusta a esta gente sacarse una afoto) inclinando sus cabezas en una olla de garbanzas que se guisaron en el Mercado de Nuestra Señora de África. Una lástima que no acabara dentro cualquiera de ellos y que su grasa sirviera de tocino. Pero no, mejor no porque vete a saber a qué hubieran sabido esas garbanzas… Igual nos envenenan a todos, a todas y a todes.

Mientras subo la avenida de San Sebastián me da esa pena que últimamente me atraviesa cuándo me doy cuenta de los cambios sin ton ni son que está sufriendo mi Santa Cruz. El alcarde y el Tarife deben de estar contentos por haber trasladado el Rastro a esa zona de destierro en el que se encuentra ahora (apenas hay baños, tampoco hay sombra aunque me dice uno que la idea es que se instalen unos toldos pero no sabe cuándo, probablemente cuando todos, todas y todes estemos calvos) sin que los dos sean conscientes de que la historia jamás les reconocerá que tuvieron razón al tomar esta decisión. Una decisión equivocada y desacertada pero imagino que será estratégica para el alcarde y el Tarife. Estratégica porque quiero pensar que esto obedece a un plan que, por desgracias, no va a redundar en el beneficio de los chicharreros y los que vienen de fuera.

Pero gracias a los dioses, aún nos queda Solican que para mi se ha convertido en la aldea de los galos de los comics de Astérix. Es decir, que resiste en la calle del padre Anchieta contra viento y marea vendiendo libros usados, viejos otros, a precios de risa. Un euro, cinco el más caro.

Y allí, entre títulos que fueron publicados por editoriales olvidadas por el tiempo se me va una mañana de domingo en esta chiquitita capital de provincias que dirige (es un decir) el alcarde y el Tarife.

Saludos, que nos cojan confesados, desde este lado del ordenador

Fallece C. Brian Morris, hispanista y experto en la obra del poeta gomero Pedro García Cabrera

Viernes, Marzo 14th, 2025

Parecen que los Hados se han conjurado para que este marzo algo pluvioso esté marcado por el signo de las ausencias. A lo largo de este mes, se nos han ido poetas, escritores y periodistas que son un antes y un después en la vida cultural de estas islas. Vida cultural “canaria” con todos sus más y sus menos, pero vida al fin y al cabo que con la muerte de Luis Alemany, Antonio Arozena, Luis Alberto Anaya Hernándz, Magda LázaroAndrés Sánchez Robayna y hoy el hispanista de origen galés C. Brian Morris (1933-2025), deja un poco más huérfano si cabe ese territorio cultural tan acostumbrado a devorarse a sí mismo y que olvida a todos aquellos que sí son imprescindibles porque contribuyeron a que nos miráramos de verdad y, en algunos casos, nos invitaran a conocer otras fronteras más allá de las insulares.

Entrevista en varias ocasiones al profesor Morris y en todas estas conversaciones siempre estuvo presente Pedro García Cabrera y algo menos, pero también, la facción surrealista de Tenerife aunque era García Cabrera su caballo de batalla, el poeta del que cuando hablaba, se le iluminaban los ojos. Y es que lo conocía muy bien. Gran parte de su vida la dedicó al estudio de la obra de Pedro García Cabrera por lo que se podría decir que si el poeta fue a la mar en busca de naranjas, Morris vino a Tenerife en busca del autor de versos tan hermosos. Y lo encontró. En la entrevista lo deja claro… Y lo mejor del caso es que recuerdo perfectamente aquel encuentro como el primero. Y el lugar en el que se desarrollaron aquellas conversaciones con el señor Morris. Un hombre de apariencia frágil, que hablaba un castellano con ese deje anglosajón que desconoce la sonoridad de la doble r. Y de la r cuando es r también.

Brian C. Morris falleció en la madrugada del jueves pasado. Era catedrático emérito del Departamento de Español y Portugués de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y especialista en las vanguardias artísticas del siglo XX. En reconocimiento a su trabajo, recibió la Medalla de Oro de Canarias en 2015. Ahora, tras su muerte, deja una bibliografía entre la que se encuentran títulos como Pedro García Cabrera. El poeta y su obra, García Cabrera: su poesía y su tiempo, Entre la guerra y tú y Pedro García Cabrera: guerra, prisión y poesía y su obra más reciente Los senos de tinta de Pedro García Cabrera, libro que fue la excusa para que tuviera la oportunidad de conversar con él.

C. BRIAN MORRIS: “Pedro García Cabrera fue un hombre íntegro”

La publicación de Los senos de tinta de Pedro García Cabrera con una amplía introducción del Distinguished Professor Emeritus de la Universidad de California (Los Ángeles), C. Brian Morris es el quinto estudio que el profesor inició hace varios años con el objetivo de estudiar la producción del escritor y poeta canario durante los años treinta. El volumen incluye además cinco ilustraciones de su hijo.

En estos momentos, C. Brian Morris se encuentra trabajando en un sexto, que dedica a Dársenas con despertadores, con el que cerrará un ciclo que revela las constantes literarias que marcaron la trayectoria de Pedro García Cabrera.

- El quinto libro que dedica a Pedro García Cabrera es sobre Los senos de tinta.

“Se trata de un cuento mecanografiado en 18 folios pero parece que falta la primera y última página aunque tiene un sentido totalmente comprensible y susceptible. A medida que trabajaba en Los senos de tinta la fascinación fue creciendo y el resultado ahora es el libro, que es una edición anotada con una amplia introducción. Cuando escribía sobre Los senos de tinta me asaltaron muchas imágenes y escenas porque se trata de un texto sumamente gráfico, que me sugirió las cincuenta imágenes que son un complemento de la conferencia El foco mágico de Pedro García Cabrera, El foco mágico pertenece al segundo párrafo de la narración en la que el autor habla de los recuerdo que tiene el protagonista de una mujer que supuestamente asesinó y que hace falta pasar todos esos recuerdos por una pantalla.”

- ¿Cuál es la historia de Los senos de tinta?

“Es la historia de un hombre que parece que está encerrado en una habitación que no se sabe si es de una clínica, una casa o un hotel, aunque él dice que es una celda y casi toda la acción pasa por su mente. Recuperamos el pasado a través de sus recuerdos y esos recuerdos y todo lo que pasa está mediatizado por un narrador que, obviamente, toma el lugar del autor. Realmente hay tres personajes: un narrador, un autor y un protagonista y una narración elegante que tiene mucho de escritura como necesidad. El protagonista parece que está tratando de explicar por qué asesinó a esa mujer aunque  asoma la duda de si está soñando o está dentro de una pesadilla.”

- A Pedro García Cabrera se le recuerda más que por su prosa, por su poesía…

“También fue un ensayista consumado. Pedro García Cabrera me contó que Los senos de tinta era un texto surrealista porque quería experimentar. La evidencia es el original mecanografiado, que cuenta con muy pocas correcciones, y las que hizo, dos, las hizo a la manera de entonces, que era marcar la palabra con equis. Las demás correcciones son en tinta y de su puño y letra, lo que da la impresión de que tuvo una gran confianza en lo que quiso hacer y eso es surrealismo.”

- ¿Por qué?

“Porque se atiene a ciertas normas surrealistas como por ejemplo que el personaje esté acostado sobre una cama y deje que todo se le venga encima, eso se encuentra en el primer manifiesto de Breton, y la importancia de la  memoria aunque lo que más me impresiona en este libro es la lucha con la palabra, la búsqueda por una manera de articular lo que tenía dentro.”

- La publicación de Los senos de tinta coincide en el tiempo con el otro gran texto en prosa del surrealismo de Tenerife, Crimen, de Agustín Espinosa, ¿tienen algo en común?

“En el sentido temático sí y tienen en común la mutilación y la mujer como víctima. Crimen cuenta como con una estructura basada en las estaciones que no encontramos en Los senos de tinta, que a mi me parece más una aventura verbal y mental que hace pensar sobre la memoria y la vocación literaria. Al final, el protagonista tiene un sueño con un pulpo que para mi representa lo que no se puede entender, la mente humana, y termina con unas escenas de fondos marinos, los fondos abisales del océano, escribe, y no se aclara nada porque la mente es misteriosa. En este texto, que Pedro García Cabrera escribió en 1934 desterrado en Gran Canaria, descubre la vida interior, la importancia de mantener un recinto privado que hay que defender a toda costa, que es lo sagrado.”

- ¿Que otras constantes piensa que hay en su obra?

La vocación poética y mantenerse fiel a lo que uno es, la integridad. El hombre que no cede ante nada y que en su poesía traduce como la necesidad, el imperativo de escribir a sabiendas durante una época que no le iban a publicar. Hace muchos años, cuando conocí a Pedro García Cabrera, me enseñó sus manuscritos, libros que había ido escribiendo aunque no se los fueran a publicar.”

- ¿Cómo recuerda a Pedro García Cabrera?

“Lamento no haberlo conocido mejor pero cuando me lo presentaron tuvo mucha corrección y consideración conmigo. Él fue quien me dio las gracias antes que yo a él porque junto a Domingo Pérez Minik y Eduardo Westerdahl conocían que había escrito sobre ellos en mi libro sobre el surrealismo que circulaba en inglés. Y estaban encantados porque había dedicado una parte a los surrealistas canarios. Tuve la impresión que Pedro García Cabrera era un hombre modesto y muy amable. También recto y digno, una persona noble. Siento un gran cariño por él sin haberlo conocido íntimamente.”

- ¿Cómo llega usted a la facción surrealista de Tenerife?

“A finales de los sesenta estaba investigando y encontré una referencia a Gaceta de arte y empecé a buscar. Escribí a la Universidad de La Laguna y un ángel respondió fotocopiando la revista. Al revisar las focotocopias me di cuenta del tesoro que tenía entre las manos. Fue como una revelación y me interesé cada vez más en el grupo canario y el surrealismo en Canarias. Pasé muchas horas en la antigua Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife, de la que saqué muchos datos que fueron creciendo hasta que encontré lo que se creía perdido: el Manifiesto Surrealista escrito en Tenerife.”

- ¿Cómo fue?

“Por causalidad. Estaba mirando los estantes de la biblioteca de la Universidad de Santa Bárbara cuando me encontré con el Manifiesto que se cría perdido. Me hicieron una copia y terminó publicándose en 1982 aunque hace dos años lo reedité para una colección de manifiestos surrealistas que coordinó Eduardo Becerra en Madrid.”

- No termina de conocerse que hubo una facción surrealista en Tenerife.

“Creo que por las razones de siempre, las provincias no cuenta tanto como el centro, y es una lástima porque Madrid no fue un gran foco de surrealismo, Barcelona lo fue mucho más. Hubo focos de surrealismo en España, se puede hablar de Málaga también pero en Tenerife hubo un grupo con un conocimiento íntimo del surrealismo que nunca se ha reconocido. No se piensa en la primera exposición surrealista de Tenerife, y la redacción de ese Manifiesto, que fue el primero que se publicó en español. He tenido que justificar ante colegas que tendrían que saber más porque estoy dedicando mis energías a Pedro García Cabrera. Ya he escrito cinco libros sobre él y ahora estoy con el sexto.”

- ¿Y sobre que tratará?

“Ahora mismo estoy luchando con el texto quizá más difícil que escribió Pedro García Cabrera en los años 30, Dársena con despertadores que escribió el mes que estalló la Guerra Civil y que se ha interpretado como un juego porque la concibió dando paseos por la vega lagunera mientras apuntaba palabras que le venían a la cabeza en dos listas para aparearlas después. En los ocho poemas del libro lleva la metáfora, la palabra, la imagen poética hasta el límite y todos están fechados en julio de 1936. Nada más terminar, le arrestaron. Ahora trato de desmontar la idea de que Dársena con despertadores es solo un juego poético de estilo surrealista porque creo que a través de ese mismo juego hay un lado muy serio.”

- ¿Ha logrado interpretarlos?

“No quiero decir que sí pero he encontrado varias maneras de entrar en esos ocho poemas.”

EL MEJOR LIBRO DE LA GUERRA CIVIL

Pedro García Cabrera escribió el mejor libro de poesía de la Guerra Civil”, dice el profesor Brian C. Morris, refiriéndose a Entre la guerra y tú. Un texto escrito por un poeta, “una persona sensible que analiza el efecto de la guerra en sí mismo y en el mundo que lo rodea.”

Brian C. Morris es un especialista en los movimientos de vanguardia de las décadas de los años 20 y 30, y se ha dedicado a estudiar la obra de Pedro García Cabrera en aquel período en cinco libros a los que ahora se suma un sexto con el que cerrará este ciclo. En esos años, dice, en los que el poeta y el escritor tenían premura de experimentar, de observar “hasta que punto la palabra le permitía cosas.”

Los seductores, una novela de James Ellroy

Miércoles, Marzo 12th, 2025

No es fácil aproximarse a la literatura de James Ellroy sin que el lector resulte quemado. Y no por la extensión de sus novelas, por norma general superan las cuatrocientas páginas; ni siquiera por el número de personajes que en ella intervienen y que obliga a que se añada en cada uno de los ejemplares el clásico y socorrido Dramatis Personae, sino porque ante tanto exceso, si el lector no está pendiente en lo que lee, es prácticamente seguro que se pierda en esta maraña de problemas que asaltan a los protagonistas. En Los seductores (Random House, 2025), ese canalla con buen corazón que es Freddy Otash, o Freddy O., ex policía y ahora detective privado, además de drogadicto y chantajista por cuenta propia.

Los seductores está narrada en primera persona, y quien nos habla es Otash, un indeseable, sí, pero como otros muchos personajes de James Ellroy, un tipo que esconde un corazón entregado al amor. En esta novela, corazón que se reparten dos mujeres fuertes, de esas que no necesitan caminar solas de noche en los barrios más salvajes y deprimidos de la ciudad de Los Ángeles.

Esta no es la primera novela en la que aparece Freddy Otash, un personaje que, según el mismo escritor, existió en la realidad aunque no tiene nada que ver con el que describe en Los seductores, que es un monumento a la ficción en toda el sentido de la palabra ya que además de los personajes de ficción intervienen otros que sí existieron en realidad como Marilyn Monroe y John y Robert Kennedy, entre otros.

La novela se desarrolla en el año de 1962 y la acción se dispara cuando el líder de los sindicatos, Jimmy Hoffa, requiere los servicios de Otash para que husmee en la casa de la Monroe, fallecida recientemente. Hoffa quiere que Otash encuentre pruebas que incriminen en esa muerte a los hermanos Kennedy con la idea de poner freno a la investigación que Robert, como fiscal general de los Estados Unidos, ha emprendido contra Hoffa, pero esto es solo el punto de partida ya que la novela se complicará más adelante con la aparición de un asesino serial, robos y ejecuciones y una ciudad, Los Ángeles, en la que habita toda clase de fauna menos la de los ángeles, precisamente.

Como novela, Los seductores me parece mucho mejor que Pánico, el anterior en el que aparece también como protagonista Freddy O, aunque canse y en ocasiones incluso enoje la manía que tiene James Ellroy con algunas de las estrellas del Hollywood de aquellos años. Si en Los seductores arremete contra la “superficial” Marilyn Monroe; en Pánico hizo lo mismo con James Dean. Ambos actores son triturados por el escritor y no solo por el lenguaje salvaje que caracteriza el estilo de un narrador que a pesar de escribir novelas tan generosas en páginas, ha terminado por crear un universo literario retro y en el que básicamente no existen las comas.

La novela toda está escrita con frases cortas, hirientes, de las que emanan litros de sangre. Todo veloz, casi telegráfico. Puede hacer sospechar que está escrito con alma de improvisador nato pero no se dejaran engañar porque todo el universo de Ellroy está atado y bien atado, solo que a mi, que soy ellroniano tras descubrirlo por La dalia negra, comienza a cansarme por repetitivo. De hecho, a veces tengo la sensación durante la lectura de Los seductores que eso mismo lo leí en otra obra del escritor. En especial, porque hasta la fecha sus historias se mueven en marcos cronológicos muy concretos como son los años 40 y 60.

Si bien con Los seductores el escritor parece que recuperar el pulso que perdió en sus últimos trabajos, no termina esta novela sin embargo de tener el acabado que sí tuvo con su primera tetralogía (La dalia negra, L.A. Confidential, El gran desierto y Jazz Blanco) y la que desarrolla en los años 60 con América, Seis de los grandes y Sangre vagabunda, aunque el escritor tocó el cielo cuando todavía no era famoso con las tres historias que dedica al policía Lloyd Hopkins (Sangre en la luna, A causa de la noche y La colina de los suicidas) y Réquiem por Brown, su primera novela. En todas ellas, en las mejores como en las peores, supura las pesadillas del autor, un tipo al que le gusta rebuscar en las basuras del pasado reciente de la ciudad en la que nació y en la que asesinaron a sangre fría a su propia madre.

Los expertos no se cansan en resaltar de la novelística de Ellroy su afición por lo grotesco y su gusto por presentarnos personajes que no tienen moral. En este sentido, no existen los buenos ni los malos en su literatura, lo que quizá sea uno de los rasgos más destacable de lo que escribe aunque si bien en sus primeros títulos parecía que salían del corazón ahora da la sensación que salen de otro lado, y todo apunta al que extiende el cheque para cobrar a primero de mes. Así que lo que antes parecía auténtico, ahora parece impostado. Es decir, que las historias retorcidas y tremendamente complejas que narra, saben a falsas, carecen de la autenticidad con que las escribía en el pasado.

Con todo, Los seductores resulta por goleada de lo mejor que ha escrito recientemente. No hay sin embargo en esta novela como si lo hubo en otras, un gol, un capítulo, que me revolcara, que me arrastrara hasta la orilla hecho un guiñapo pero se agradece el intento. Casi parece como si James Ellroy pretendiera reconciliarse con sus primeros lectores, los que lo descubrimos cuando apenas era conocido en el género y terminamos por reivindicarlo porque contando historias noir con ambiente retro, proponía una nueva lectura, oscura, muy oscura, de su ciudad, Los Ángeles, en los 40 y 60.

Al desarrollar su trabajo en L.Á. es inevitable que en la historia aparezcan actores y actrices, cineastas también, de aquel Hollywood que ya no volverá, y ante el que no cae cegado el escritor, quien se empeña en transformar aquel glamour en basura. A Ellroy no le tiembla la mano al hacer ficción con las estrellas de un cine que, en esta novela, además de quedar conmocionado con la desaparición de la Monroe, mira cómo se desmorona la Twenty Century Fox por el costosísimo rodaje de Cleopatra.

Y sí, son elementos que dan fondo a la novela, pero también están muy presentes en las diez partes en las que está estructurada y que se ocupan de un arco crononológico que comienza el 4 de agosto de 1962 y termina el 29 de septiembre del mismo año. Una carrera contra reloj en la que están si no todos, sí que muchos de los grandes protagonistas (reales y de ficción) de un tiempo que en manos de James Ellroy se drenan de todo esplendor y convierte al Hollywood, fábrica de sueños, en un Hollywood que es una fábrica de pesadillas.

Saludos, de visita por la ciudad del pecado y la corrupción, desde este lado del ordenador