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Conversaciones en el Jardín de las Hespérides, un libro de entrevistas de Javier Tolentino

Jueves, Octubre 9th, 2025

Tras ser el conductor del espacio El séptimo vicio, en Radio Nacional, y dar voz a cineastas de cinematografías exóticas, Javier Tolentino firma Conversaciones desde el jardín de las Hespérides (Tinglado Films 2024), un libro que reúne 19 entrevistas con directores de aquí y de allá entre los que destacan tres canarios (David Pantaleón, Víctor Moreno y Ayoze O’Shanahan), algún extranjero (Peter Greenaway, Abbas Kiarostami, Patricio Guzmán, Naomi Kawase, Gianfranco Rosi, Claira Simon, Agnès Vardá, Jonas Mekas y Sergéi Loznitsa) y otros tantos españoles (Isabel Coixet, Víctor Erice, Isaki Lacuesta, José Luis Guerín, Lluís Miñarro, Albert Serra y Basilio Martín Patiño).

Se trata de un libro de entrevistas y como suele suceder en este tipo de publicaciones hay algunas muy buenas y otras que no lo son tanto porque todo depende del salero que tenga no ya solo el entrevistado sino también el entrevistador, que es el animador de estas conversaciones a micrófono abierto en la que Tolentino más que rizar el rizo y buscar preguntas nuevas, aquellas que no se la habían planteado al protagonista de la interviú en otras ocasiones, propone una serie de conversaciones que a veces fluyen con naturalidad y en otras se estampa con la poca inspirada capacidad de respuesta del entrevistador.

No voy a revelar cuáles me han parecido la peores entrevistas por aquello de procurar no ofender a nadie, pero sí que lamento que las tres conversaciones que mantiene con cineastas canarios no me hayan aportado nada nuevo que no conociera de este triunvirato aunque su selección y que aparezcan en las páginas del libro tiene su explicación si recordamos que Javier Tolentino es un especialista en cine vamos a decir que marginal, que no es otro que el que procede de cinematografías lejanas, de esas que casi parecen que están desterradas de los mercados internacionales y a las que, por desgracia, no se nos ha acostumbrado a valorar como público frente al poder omnímodo del cine norteamericano, que es el que ha marcado desde hace años las dinámicas culturales del cine, asociándolo más a un arte de entretenimiento que a otro que llegue directo al corazón y al pensamiento.

Guste o disguste esta vocación por parte de Javier Tolentino de rescatar obras que proceden de filmografías que pertenecen a otros mundos, si algo hay que destacar de este comentarista radiofónico es su empeño, precisamente, por visibilizar esas cinematografías en un país que como España terminó hace ya mucho tiempo por abrazar los presupuestos de cine norteamericano. Del peor cine norteamericano para que nos entendamos. En este aspecto, y por la relación de entrevistados que hemos anotado, el lector se puede imaginar por donde van los derroteros del especialista, escorado más hacia lo que antaño se conocía como cine de autor que al meramente comercial, aunque éste cuente y muy bien historias de las que salimos una vez vistas con esa grata sensación que hemos cambiado como personas, siempre para bien.

No me han resultado demasiado productivos los diálogos que Javier Tolentino mantiene con los tres directores canarios. Me da la sensación que lo menos que le interesaba al especialista es que el trío hablara de cine y de sus películas, y sí discurre la charla por otros derroteros que a mi particularmente, me han dejado bastante frío. No he sacado nada nuevo en torno a Moreno, Pantaleón y O’Shanahan, aunque las entrevistas que mantiene con otros personajes sí que suben el listón de una obra que, viniendo de quien viene, tenía que haberlo mantenido alto desde la primera página.

Una curiosidad en torno a esta publicación es que la publica la productora Tinglado Films, al frente de David Baute, ganador del Goya a la Mejor Película de Animación de este año por Mariposas Negras. Baute firma el prólogo del libro, y en él justifica la razón que hizo posible que lo que nacieron como entrevistas de radio terminasen reproduciéndose en papel. El realizador y productor Julio Suárez también oficia de prologuista de una obra cuanto menos singular en el panorama actual de publicaciones de y sobre cine en España.

El título del libro, Conversaciones en el Jardín de las Hespérides, tiene resonancias además de mitológicas, poéticas, aunque como explica Tolentino, las charlas se realizaron en la mayoría de los casos “en la casa del escritor portugués José Saramago”, en el sur de Tenerife y a la sombra de los patios de Vegueta aunque el encuentro con Peter Greenaway se desarrolló en los estudios de Radio 3, un diálogo “surrealista”, lo califica el experto.

El libro tiene interés para los aficionados a ese probable cine que hacen en Canarias los naturales y residentes en las islas, así como para los curiosos en las filmografías que se encuentran en los márgenes o que se caracterizan por cultivar personales, tan personal que a veces raya con lo incomprensible, manera de entender y rodar cine.

Un cine que se vende –pese a que se traten de producciones en muchos de los casos que rayan la indigencia– con un alto calado intelectual pero que la mayoría de las veces oculta lo que en verdad son (trabajos muy arriesgados) bajo el disfraz de la técnica, muy cuidadosos con el plano y la fotografía pero poco o nada en contar una historia.

Saludos, hasta la victoria…, desde este lado del ordenador

Más vale tarde que nunca: ay, Alonso Quesada, ay

Miércoles, Octubre 8th, 2025

La Consejería de Universidades, Ciencia, Innovación y Cultura del Gobierno de Canarias, a través de la Viceconsejería de Cultura y Patrimonio Cultural y del Instituto de Desarrollo Cultural (ICDC) termina el Año Alonso Quesada recordando que, precisamente, este en el que estamos, fue el Año Alonso Quesada, solo que como en ediciones pasadas, la recuperación del autor ha pasado con más pena que gloria.

Pero más vale tarde que nunca, así que con un entusiasmo que a mi me parece requítico anuncia el Gobierno de estas islas todas una serie de actividades chiripitifláuticas para rendir homenaje al autor de Smoking Room, de quien se celebra además el centenario de su fallecimiento en este 2025 que hace unos días comenzó su cuenta atrás.

Nervioso estoy esperando a ver que ha diseñado la Viceconsejería de Cultura de cara al 4 de noviembre, que fue la fecha del fallecimiento del escritor grancanario hace cien años de ná. Actividad que presumo que será de las gordas porque el resto de los meses que ya consumimos del 2025 del pobre Alonso Quesada apenas se dijo nada. Se le designó para que fuera el protagonista de unas Letras Canarias que al paso que van, cada vez resultan más descafeinadas porque en vez de aprovechar el tiempo se ha dedicado a otros menesteres. El caso es que hasta hoy, busquen a ver si tienen suerte, lo que ha hecho el Gobierno regional para promover la vida y obra del poeta y escritor es nada. O casi nada que es peor.

Por eso me resulta insólito que griten ahora a los cuatro vientos que han diseñado una programación de tributo a Quesada sin añadir que llega tarde y mal. Pero les da igual, claro, así que se anuncia que será en estos meses cuando se de “a conocer material inédito del autor, como un poema y una nueva fotografía”.

Lo mejor, como siempre, son las declaraciones que se reproducen en una nota de prensa que envía Cultura, y en la que sin que se les caigan los anillo de los dedos (gordos o no como morcillas es otra historia) osan decir cosas como:

“La intención es cerrar este año con un homenaje a la altura de Alonso Quesada, un genio de nuestras letras cuya modernidad sigue vigente un siglo después”, Migdalia Machín, consejera de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura.

“Con este programa buscamos difundir todavía más la relevancia de Alonso Quesada, una figura imprescindible de la literatura modernista canaria”, Horacio Umpiérrez, viceconsejero de Cultura del Gobierno canarias.

Así que mejor reír que llorar.

Atendamos ahora al “formidable” programa que se ha diseñado no sabe uno bien dónde.

La música corre a cargo del compositor Héctor Muñoz García, quien ha creado un ciclo de conciertos “inspirados en la obra de Quesada” bajo el título Siempre: tres poemas, dos crónicas y un chello, que se estrenará en distintas islas: Fuerteventura: el pasado 4 de octubre en el Auditorio Insular; Lanzarote: 11 de octubre, Teatro El Salinero; Tenerife: 17 de octubre, Espacio La Granja y Gran Canaria: 21 de febrero, Teatro Guiniguada.

Se anuncia la publicación de la antología Camino, siempre la última palabra, al cuidado del filólogo Victoriano Santana Sanjurjo, ejemplares que se distribuirán “gratuitamente en diversas ferias del libro de Canarias, como las de La Laguna (9 de octubre) y Fuerteventura (25 de octubre)”, y en la que se organizarán mesas redondas con especialistas como Santana Sanjurjo, Víctor Álamo de la Rosa y Alejandro Krawietz, los dos últimos conocidos por ser especialistas en la vida y obra del grancanario. Leáse esto último como ironía, por amor de Dios.

En cuanto “al apartado editorial”, se publica el ensayo Alonso Quesada, la irremediable temperatura universal, de Samir Delgado, que se presentará el 30 de octubre, Aula de Piedra de la ULPGC.; 31 de octubre, Biblioteca Pública del Estado de Tenerife; 3 de noviembre, Subdelegación del Gobierno de Canarias en Madrid y 5 de noviembre, Instituto Cervantes de Roma, y obra en la que se dará a conocer material inédito sobre el autor. Además, en noviembre se presenta el disco Doce preludios sobre poemas de Alonso Quesada, acompañado de un concierto, dramatización de textos y coloquio en el Teatro Guiniguada (14 de noviembre). No se dice quiénes dramatizarán estos textos sobre el escenario, así que igual no se hace y si se hace lo hará el mismo Víctor Álamo de la Rosa acompañado de Horacio Umpiérrez (leáse con ironía). Esto último sí que sería todo un espectáculo, me refiero a ver al dúo dinámico recitar ese florilegio de resignaciones que reproduce el cuadernillo que el Gobierno ha publicado de Alonso y que también es gratuito si se lo encuentran en ferias y esas cosas.

Ignoro el presupuesto que cuenta este acelerado sprint dedicado a Alonso Quesada estos tres últimos meses del año, pero parece todo muy pobre, escasamente original y para nada reivindicativo en torno a un hombre que murió demasiado pronto, sin llegar a cumplir los 40 años.

Por último, pero no escrito con la letra pequeña que aparece en algunos contratos, se anuncia la puesta en escena de
Señoras de ciudad, pero se olvida una vez más indicar quiénes representarán estas crónicas que Alonso Quesada publicó en la prensa de Las Palmas entre los años 1907 y 1924. En fin, que todo parace diseñado deprisa y corriendo. Que me da la sensación que de repente en las vetustas oficinas de la Viceconsejería de Cultura alguien se percató que terminaba el año sin haber hecho nada dedicado al escritor y poeta grancanario y que como siempre, se puso en marcha la maquinaria a destiempo.

Me dice alguien de dentro, de la Viceconsejería, que las cosas de palacio van despacio, que más que un mantra se ha convertido en un lema con el que el actual equipo de Cultura justifica sus tradicional lentitud y abundantes desaciertos pero deberían ponerse las pilas. Y organizar centenarios y otras tareas que necesiten del concurso de sus –para nada– modestos recursos para ganarse el interés que el ciudadano de a pie les exige. O debería de exigirles.

Si uno examina los logros alcanzados en Cultura por el actual equipo la conclusión no puede ser más frustrante: nada. O apenas nada si nos ponemos piadosos. Lo del centenario de Alonso Quesada es la gota que desborda el vaso.

Pero en fin, y como le dije a uno que está dentro, más vale tarde que nunca.

Saludos, ay, Alonso, ay, desde este lado del ordenador

Mercedes Monmany: “El crítico literario escribe, por lo tanto es un escritor”

Lunes, Octubre 6th, 2025

Escritora, traductora, crítica, editora y probablemente muchas cosas más, Mercedes Monmany (Barcelona, 1957) es un referente para muchos lectores españoles que un momento dado de sus vidas lectoras descubrieron las literaturas que se escriben en Europa. Su vocación europeísta domina gran parte de su obra, y se manifiesta, entre otros títulos, en Por las fronteras de Europa, del que surgieron, explica en esta entrevista, “mis dos libros siguientes, por eso suelo llamarlo “una trilogía europea”: en primer lugar, Ya sabes que volveré y en segundo lugar, Sin tiempo para el adiós.

Mercedes Monmany fue una de las invitadas a participar en el Festival Hispanoamericano de Escritores, que este año estuvo dedicado a España y que lleva acogiendo Los Llanos de Aridane (La Palma) desde su primera edición, hace ahora siete años. La escritora acaba de terminar un libro que saldrá en la editorial Galaxia Gutenberg, a comienzos del año próximo. La obra reúne diez semblanzas de mujeres que participaron “activamente en la resistencia frente a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, en distintos países y con distintos orígenes políticos y sociales” y como se observa, el mapa en el que se desarrolla vuelve a ser Europa. La vieja Europa.

- Por las fronteras de Europa es un libro que invita a viajar al lector por las literaturas europeas, ¿hasta que punto cree que sigue viva esa tradición y cómo calificaría lo que en la actualidad se escribe en el viejo continente?

“¡Espero que esta tradición siga viva! Como la de visitar museos y catedrales europeas, monumentos, ciudades y centros culturales. Es lo mismo. Venimos de grandes tradiciones nacionales, cada país por separado, y me imagino que las nuevas generaciones seguirán alimentándose siempre, mezclándolo a su manera, ya que ahora se viaja mucho más que hace un siglo, de este rico legado. Es nuestra identidad: son las historias actuales y del pasado, los conflictos y guerras que cada cual ha atravesado, los sufrimientos o hazañas colectivas. También los dilemas morales que se plantean a cada paso en una sociedad, se tengan o no unas determinadas creencias. Por otra parte, la educación que hemos recibido en nuestras escuelas, en todas las del continente, participan, con sus particularidades lingüísticas y culturales, de unos mismos valores democráticos y de respeto a los derechos humanos y a las libertades. Todo esto está reflejado en nuestras novelas, nuestros ensayos, nuestros poemas. Y se cuenta, por supuesto, de distinta forma siempre, intimista o bien colectiva, pero no de una manera uniforme y monocorde. Por esta razón es siempre interesante seguir leyendo, no solo a los grandes escritores del XIX o del Siglo de Oro (que cada país lo ha tenido de distinto modo) sino también a los autores que van surgiendo en la actualidad. Tenemos una red de traductores excelente, en todas las lenguas, y eso nos facilita mucho el acceso”. 

- ¿Cómo nace esté libro, cuál fue el punto de partida de Por las fronteras de Europa?

“El punto de partida yo diría que fue simple, querer reunir algunos, tan solo algunos (aunque al final se convirtieron en 320 nombres) de mis autores preferidos, dentro del campo de los europeos, formen parte o no “formalmente” de la Unión Europea actual, ya que incluí un grupo de escritores de la riquísima literatura turca contemporánea. Soy una firme europeísta, vengo además de una familia en parte francesa y en parte española, y desde adolescente leí en las dos lenguas por igual. Mi abuela francesa, como sabía que era una lectora voraz, me abonó desde los 17 años al Magazine Littéraire, que fue en su tiempo una revista mítica, ahora algo menos, y leía fervorosamente todos los comentarios que se iban publicando de la literatura europea (la alemana, la británica, la francesa por supuesto, y otras más minoritarias, además de los principales autores del mundo hispanoamericano y también español) así que todo me era muy familiar desde siempre. También tengo que decir que me animó mucho una conversación que tuve con mi amigo Claudio Magris una vez que vino a Madrid. Recuerdo que estábamos en un café de la Calle del Prado de Madrid y le dije, de pasada, “Claudio, estoy pensando en reunir algunos de mis autores y lecturas predilectas, porque sé que dentro de poco las literaturas europeas seremos, una especie en extinción”. Claudio, gran europeísta como yo, enseguida lo entendió y me dijo: “Mercedes, ese prólogo lo quiero hacer yo”. Así que me puse y surgió Por las fronteras de Europa. Tengo que decir que gracias también a un admirable editor, sumamente cómplice y culto, Joan Tarrida, que aceptó generosamente la idea. Ahora sale en Galaxia Gutenberg una nueva edición actualizada del libro”.

- ¿Qué elementos comunes destacaría de los libros que estudia en Por las fronteras de Europa?, ¿y por cuáles de sus literaturas siente una especial debilidad?

“Es muy difícil decir unos cuantos elementos comunes, todos los escritores, como pasa en España, en Canarias, o en cualquier lugar, vienen de ideas estéticas y tradiciones diferentes, de diferentes maestros y lecturas. Pero tengo que decir que de Por las fronteras de Europa surgieron mis dos libros siguientes, por eso suelo llamarlo “una trilogía europea”: en primer lugar, Ya sabes que volveré, que recibió el Premio Internacional de Ensayo José Manuel Caballero Bonald, donde a través de tres grandes escritoras muertas en Auschwitz (Irène Némirovsky, Etty Hillesum y Gertrud Kolmar, esta última prima de Walter Benjamin) pude hablar de un tema fundamental, y desgraciadamente transversal, de muchos países de Europa, el Holocausto; en segundo lugar, en mi libro Sin tiempo para el adiós traté otro tema que me interesaba mucho y que atravesaba todos los países, no solo España, de distinta forma y con distintos orígenes: el exilio. Por otro lado, no sabría decir por cuál literatura siento más debilidad. Me guío siempre por la calidad. Y los autores excelentes van surgiendo aquí y allá, dependiendo de las épocas”.

- Ejerce también la crítica literaria, la pregunta es ¿cómo debe recibir el crítico las críticas que le hacen otros críticos a los libros que publica?, ¿cómo encaja usted los comentarios que hacen otros de sus obras?

“Yo creo que cualquier persona sensata, y también agradecida con alguien que se haya tomado la molestia en leer su libro o libros, debe recibirlo, no sé si de forma entusiasta, porque puede no estar de acuerdo, pero al menos con interés y respeto por la opinión ajena, tomando nota de lo que se le comenta, si tiene esto una perspectiva inteligente y bien fundada, claro. En general, he recibido siempre buenos comentarios. Me imagino que si son comentarios maliciosos, que no tienen nada que ver con la obra, enseguida se detectan. Con ignorarlos basta, no creo que se tengan ni que contestar.”

- ¿Es el crítico un escritor frustrado?

“Esto es un viejo lugar común que ignoro si tiene mucha base. En principio, el crítico literario escribe, por lo tanto es un escritor. Me imagino que ese cliché antiguo se refiere a “obras de creación” sobre todo: a novelas, a obras de teatro, a películas dirigidas por uno mismo si el crítico es un crítico de cine. En mi caso, no lo he sufrido nunca. Sé que no tengo una imaginación “novelesca”, para urdir ficciones, y desde siempre he escrito ensayos. Eso sí, dándoles el toque lo más “literario” posible, para que la lectura fuera fluida, ágil, y no demasiado árida, inútilmente compleja o  artificialmente embrollada”.

- ¿Es necesaria la crítica?

“Creo que en cada país, en todas las épocas, ha sido una función y labor muy necesaria. En nuestros días, y refiriéndome solo a las obras escritas, no a otras artes creativas, dado el volumen cercano a lo infinito de lo que se publica en nuestro país, es necesario, en la medida de lo posible, orientar, explicar, aconsejar y separar el grano de la numerosa cantidad de paja. No siempre se acierta, pero desde luego todo el día, continuamente, siempre hay alguien que me pregunta: “¿Qué me recomiendas que me pueda leer?” Esto existirá siempre”.

- ¿Y cómo observa a los que hacen el papel de críticos en las redes sociales?, ¿no tiene la sensación que la crítica y el comentario cultural se escucha hoy más que se lee?

“Siempre que alguien comenta un libro, de forma inteligente, es de agradecer. A mí personalmente me da igual el soporte o vía en que lo lea: en redes sociales, blogs, revistas digitales, periódicos. Da igual con tal de que sea provechosa e interesante la reflexión”.

- ¿Cree que está reconocido la figura del traductor en España?

“Creo que, a diferencia de otros países donde tienen reservado un lugar siempre estelar en los libros que traducen, aquí se ha tardado mucho en reconocer el inmenso y costoso trabajo, la dificultad que entraña, traducir obras literarias. Una profesión que, por otra parte, no suele estar demasiado bien pagada. Digamos que, poco a poco, se empieza a reconocer y respetar esta importantísima profesión. Pero aún falta”.

- En cuanto a su labor como traductora, ¿traductor es igual a traidor?

“Hace mucho que no me dedico a traducir, siempre lo hice de manera ocasional y muy puntual. Del francés y del italiano. Pero sí, defiendo las traducciones creativas y no estrictamente literales. Cada lengua tiene su ritmo, su ámbito, la belleza o no de las palabras que se tiene que verter, las frases que se tienen que elaborar para resultar comprensibles”.

- ¿Recuerda el primer libro que tradujo?

La sentencia memorable, de Leonardo Sciascia. Un autor que admiro mucho.”

 - ¿En que se encuentra trabajando ahora?

“Acabo de terminar un libro que saldrá en la editorial Galaxia Gutenberg, a comienzos del año próximo. Como aún no hemos decidido el título, aún no puedo decirlo. Son diez semblanzas de mujeres que participaron activamente en la resistencia frente a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, en distintos países y con distintos orígenes políticos y sociales, y que admiro mucho por una u otra razón”

Ñ de EspaÑa

Mercedes Monmany fue una de las invitadas en la séptima edición del Festival Hispanomericano de Escritores, cita que como años anteriores se desarrolló en Los Llanos de Aridane, y que este año estuvo dedicado a España. Para la escritora este encuentro “goza de un prestigio, yo diría que internacional, muy importante” y aunque era la primera venía, le hacía “una especial ilusión. Creo desde luego que será una cita apasionante, con encuentros cada día magníficos y estupendas propuestas,  para entrar en contacto con el público, para dialogar con otros escritores e intercambiar ideas, y en general para tomar el pulso a lo mejor de nuestra literatura española actual”.

Saludos, Europa, desde este lado del ordenador

Jornadas de formación y la Panza de burro

Jueves, Octubre 2nd, 2025

Santa Cruz de Tenerife acoge la celebración de la quinta edición de las Jornadas Cinematográficas del Instituto de Formación e Investigación Cinematográfica (IFIC), que se celebra en los meses de octubre y noviembre de 2025. La matrícula ya está abierta y puede gestionarse a través de la web oficial del programa: jornadas.programadecine.com. Las jornadas se desarrollarán los días 14, 15, 16, 28 y 29 de octubre y el 4 y 5 de noviembre. Entre los invitados destacan profesionales como Montse Triola (Andergraun Films), Luis Miñarro (Eddie Saeta), Jaione Camborda (Esnatu Zinema) y Marina García López (Sintagma Films).
 
El programa contempla el desarrollo de seis clases magistrales y una mesa redonda, que, bajo el título Producir en Canarias. Un archipiélago de posibilidades, y con la participación de los direcotres y productores canarios David Baute, Marina Alberti y Octavio Guerra, aborda los desafíos y las oportunidades de la producción de cine en el archipiélago. También se incorpora por primera vez el formato online, con la participación de la premiada directora india Payal Kapadia, y una masterclass virtual con la reputada productora María Zamora (Elástica Films).

El nombre artístico, o de guerra según el oficio, de Sandra González Reina es margullito, y este mismo jueves, 2 de octubre, presenta su primer libro, un ensayo acerca de la novela Panza de burro, de Andrea Abreu. El título completo de la obra es Inocencia salvaje: las niñas jarrapas de Andrea Abreu, que estrena además una nueva colección, El 7 de la lengua, en Mercurio Editorial.

Inocencia salvaje: las niñas jarrapas de Andrea Abreu se presenta este jueves, 2 de octubre, a las 19 horas, en la Sala de Grados del campus de Humanidades de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y en el acto la autora estará acompañada por la profesora de la Facultad de Filología Belén González Morales y por el coordinador de la colección, el también docente y escritor José Miguel Perera. Además, y como guinda del acto, habrá una actuación especial de los jóvenes de Generación del 21, grupo artístico grancanario al que pertenece la propia autora del libro.

Saludos, apuntadlo, hagan el favor, desde este lado del ordenador

Fallece Ángeles Alonso, editora y promotora de las literaturas africanas en España

Miércoles, Octubre 1st, 2025

El Gremio de Industrias Editoriales de Canarias (GRECA) comunica a través de un comunicado de prensa el fallecimiento de la editora y promotora de las literaturas africas en España, Ángeles Alonso Español, pero más allá de su impecable trabajo al frente de Baile del Sol junto a Tito Expósito, y que durante varias ediciones dirigiera uno de los proyectos culturales más importantes de este archipiélago como fue el Salón Internacional del Libro Africano (SILA), fue alguien que conocí. Y a la que quise como se quieren a los amigos.

Con Antonio Vizcaya y con ella viajé a la Feria del Libro de Madrid para presentar SILA, y con ellos estuve en la última edición que dirigieron. Una edición que se desarrolló en TEA Tenerife Espacio de las Artes, y que fue un rotundo éxito en gran parte a la labor que desarrolló Ángeles. Porque para los que tuvimos el privilegio de conocerla fue siempre Ángeles y no Ángeles Alonso.

Profundamente conmovido y enrabietado porque muere una gran mujer a una edad en la que tendría que estar prohibido morirse, reproduczco el comunicado de GRECA a continuación:

“Con profundo pesar, comunicamos el fallecimiento de Ángeles Alonso Español, editora, gestora cultural y figura clave en el desarrollo del sector editorial en Canarias. Su partida deja un vacío irreparable en el mundo de las letras, tanto en el archipiélago como en el ámbito internacional.

Cofundadora de la editorial Baile del Sol, Alonso dedicó más de tres décadas a la promoción de voces literarias diversas, apostando por autores emergentes y por una literatura sin fronteras. Bajo su dirección, la editorial se convirtió en un puente entre continentes, con especial énfasis en la literatura africana contemporánea.

Fue presidenta del SILA (Salón Internacional del Libro Africano), celebrado en Tenerife, donde impulsó el diálogo intercultural y la visibilidad de las letras africanas en el espacio hispano. También fue promotora de la primera asociación de editores de Canarias, contribuyendo decisivamente a la profesionalización del sector editorial en las islas.

Su legado es el de una mujer comprometida con la cultura, la diversidad y la palabra escrita. Ángeles Alonso Español deja tras de sí una obra viva, una comunidad agradecida y una huella imborrable en la historia editorial de Canarias.

Desde Baile del Sol, familiares, amigos y colegas del mundo literario expresan su más sentido pésame”.

Dueños del mundo, una novela histórica de José Calvo Poyato

Martes, Septiembre 30th, 2025

El renacimiento de la novela histórica en España escrita por autores/as españoles indica el interés por recuperar y sobre todo que se le cuente de otra manera el relato que a lo largo de los siglos ha marcado el carácter de este país. Es verdad que este parto ha resultado en ocasiones muy doloroso pero es gracias a esta literatura que cosecha en la actualidad miles de lectores, cuando empieza a cuestionarse las formas en la que se nos ha contado la historia. Un relato que hasta el día de ayer parecía estar escrito por el enemigo ya que no se hacía hincapié en los grandes logros culturales y científicos que ha forjado esta nación a lo largo de los años y sí de una insistente y muy penosa crónica de que España como país y como imperio fue un invento fallido.

Se habla y se escribe en ese reverso tenebroso que llaman leyenda negra en la responsabilidad de España en el genocidio indígena en las tierras de América y en la aparición de los tribunales de la Santa Inquisición, señalando a ésta como la verdadera responsable de los siglos y siglos de tortura y oscurantismo que dominó a este país que, contra estos argumentos negativos, una vez construyo un imperio en el que no se puso el sol.

Por fortuna y en relación a esa España que forjó en la dura roca del destino el espíritu de una nación es un periodo de nuestra historia que ha dado en los últimos tiempos una literatura que contribuye a clarificar las cosas y sobre todo a dignificar el papel de este país a lo largo del siglo XVI y XVII, cuando desde la península ibérica se administraba un imperio gigantesco que, entre otros hallazgos y componentes que lo hacen distinto a otros imperios que nacieron a su sombra, consideraba a todos sus súbditos iguales ante la ley, fueran estos nacidos en Córdoba como en Bogotá, Caracas o Madrid.

En este universo en el que el mundo no resultaba suficiente, lema que se convirtió en divisa de la dinastía de los Austria, se desarrolla la novela Dueños del mundo, del escritor e historiador José Calvo Poyato, uno de los autores más preparados para escribir de historia en este género que, en los últimos años, se ha visto invadido por una horda de bárbaros que amparándose en él, no respeta sin embargo los presupuestos básicos que sustentan la llamada novela histórica.

Dueños del mundo tiene lugar en un año fundamental para la corona de Felipe II, que heredó de su padre aquel formidable patrimonio que contemplaba media Europa, gran parte de América, África e incluso Asia. El año es 1580, y en el libro además de los personajes históricos (comenzando por el mismo monarca, su hermanastro don Juan de Austria, la princesa de Eboli, Antonio Pérez, que ha pasado a la historia de España como un traidor así como uno de los artífices de lo que se conoce como leyenda negra, entre otros, se mezclan otros personajes que son ficticios como el protagonista de la otra aventura que se narra en el libro, una ficción policíaca que tiene que ver en torno a la investigación que emprende Diego de Paz, veterano de los Tercios que tuvo que dejar tras resultar herido en combate, cuando se descubre el cadáver de un boticario en una de las malas calles de aquel Madrid del XVI. Se sabe que la víctima era experto en alquimia. Las pesquisas que desarrolla Diego de Paz le obligarán a abrirse camino hasta llegar a las más altas instancias de una corte muy orgullosa de su fuerza, pero que comienza a ser devorada como si de termitas se tratara, por una corrupción que se ha extendido de arriba abajo y viceversa.

Resulta tremendamente adictiva la lectura de esta novela no solo porque logra trasladar al lector a un tiempo donde el nombre de España levantaba respeto allí donde sonara y en el que alguno de sus más ilustres protagonistas, como don Juan de Austria, eran mirados con devoción o un miedo traducido en respeto que aún tiene eco en dichos populares, como advertir a los niños en los Países Bajos que si no son obedientes vendrán don Juan de Austria para llevárselos. No se dice a dónde, pero la idea es que se los lleva como nuestro monstruo de las tinieblas u hombre del saco.

En cuanto a la historia paralela, uno no deja de admirar la destreza que tiene Calvo Poyato para describir ambientes, desde el sobrio lujo de los palacios del Madrid de entonces, incluyendo aunque en construcción el fabuloso palacio de El Escorial, a las tabernas y callejones mal iluminados de una ciudad que no terminaba de reconocerse a sí misma.

El escritor andaluz ha puesto exquisito interés en que todo lo que cuenta suene a verdad, con independencia de que la acción se desarrolle en la corte con todas sus luces y sombras como en ese Madrid canalla que está puesto al día gracias a sus ya famosos mentideros.
Dueños del mundo se trata también de una novela que enseña a medida que se lee. Enseña cómo era vivir en la capital del por aquel entonces país más poderoso del planeta, y a entender como hubo dos mundos completamente distintos conviviendo en el mismo sitio. Por un lado el de la corte, sobria, sí, pero para la que trabaja una impresionante administración con el fin de manejar aquel imperio en el que no se ponía el sol, y por otro el de unas clases populares muy pobres a las que quienes gobiernan crujían a impuestos. Una contradicción que no solo se vivió en España sino en otros países europeos que conspiraron contra un enemigo común que fue mucho más fuerte política como militarmente. De ahí la campaña de mentiras y bulos que generó bajo el nombre de leyenda negra. Una leyenda que, novelas como la de Calvo Poyato, desmontan desde el punto de vista de la ficción histórica.

Saludos, un millón de gracias, desde este lado del ordenador