Archive for Febrero, 2009

¿Peligra Fotonoviembre? y unas cuantas cosas más

Viernes, Febrero 27th, 2009

* El rumor está en la calle, así que nos limitamos a hacernos eco. Parace ser que la X edición de Fotonoviembre peligra. Y peligra por la dichosa crisis y los obligados recortes presupuestarios. A día de hoy, no hay constancia de preparativos para un encuentro del peso de esta Bienal, por lo que son ya muchos los profesionales de la imagen que sospechan que el rumor no es tal rumor sino una verdad: Fotonoviembre X corre peligro de no celebrarse. No sé que pasará al final, ojalá se equivoquen los avisados en los mentideros culturales y culturetas de estas islas apartadas de la mano de Dios, aunque algo nos hace vaticinar que con el gusto que le ha cogido el actual coordinador de Cultura y Patrimono del Cabildo de Tenerife, Cristóbal de la Rosa, a esto de cerrar el grifo porque debemos apretarnos el cinturón, no deben de estar nada descaminadas esas mismas voces que advierten que este año ¿Bienal?, no gracias.

* Ustedes perdonen, pero a mi la situación de la cafetería del Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife me recuerda a la aldea los galos de Astérix y Obélix. Escribo esto porque un interesante y agitador colectivo cultural que responde al nombre de Para, pese a que no pueden desarrollar ninguna de sus actividades culturales fuera de los límites del bar (tienen vedada la sala de exposiciones y el teatro), continúan dando la vara para desesperación del César, que en este caso tiene nombre de mujer. Para marzo, la cafetería del Círculo tiene previsto un programa de actividades que se inicia el 5 con una lectura de Crímenes imaginarios, del excelente escritor Max Aub; y el 12, 19 y 20, la proyección de los documentales Goodbye America, El honor de las injurias y El futuro no está escrito.

* La ciudad de Barcelona acogerá en marzo y durante tres días la presentación de los dos últimos libros del músico, escritor y cofundador de la editorial La Felguera, el palmero Servando Rocha: Agotados de esperar el fin. Subculturas, estéticas y políticas del desecho (Virus 2008) y Nos estamos acercando. La historia de Angry Brigada (La Felguera 2008). ¿Dónde?, en l’Ateneu Barcelonès (c/ de la Canuda 6) el 4 de marzo;  l’Espai Obert (c/ Violant d’Hongria 71), el 5 y CSO Laforsa de Cornellà (Av. La Fama 41), el 6.

* Les animo a que lean el estupendo artículo que el periodista Carlos Padilla publica hoy en el digital de periodismo ciudadano loquepasaentenerife. En el mismo da cuenta de un hecho curiosísimo y siniestro: Bill el carnicero (papel que protagonizó Daniel Day-Lewis en Gangs of New York de Martin Scorsese) fue apresado en un barco que navegaba a medio camino entre Tenerife y Gran Canaria.

Saludos algo místicos a este lado del ordenador.

En recuerdo a Phillip Jose Farmer

Jueves, Febrero 26th, 2009

Philip Jose Farmer fue uno de esos escritores que descubrí por casualidad y durante una felicísima estadia (en plenos mundiales de fútbol en España) en esa ciudad mágica y fascinante que es Sevilla. No tenía nada que leer aquel verano, aunque contaba con suficiente artillería en la biblioteca que mi hermano había organizado en su casa, la mayoría de ellos títulos publicados en la colección Contraseña de una tal editorial Anagrama.

Curiosamente fue en esa editorial donde descubrí al escritor. Uno de sus libros estaba en la estantería, y lo escogí por caprichoso azar: La imagen de la bestia, primera aventura Herald Childe en un mundo poblado por extrañas criaturas con gustos sexuales (escribámoslo así) poco ortodoxos. Más tarde, mucho más tarde, me pude hacer con el segundo volumen de la que supongo es una triología, pero nunca pude leer el tercero (esto es un aviso a los navegantes). Así que al saco con otra de esas asignaturas pendientes que uno deja en la estela de su existencia. 

Más tarde me enteré que Farmer era un escritor que gozaba de relativa fama entre los aficionados a la ciencia ficción, que son un grupo de aficionados bastante especial y raro. A mi, la verdad, es que en esto de la ciencia ficción siempre me ha gustado más la ficción que la ciencia, pero al parecer es una blasfemia confesárselo a uno de los seguidores de tan curioso y cerrado clan… yo los entiendo, claro. Soy de letras.

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Farmer fue un escrito irreverente, y un fanático agradecido con todos los héroes que le ayudaron a tener una vida feliz. Escribo esto porque si conoce algo su universo (y no es uno de mis autores de cabacera en el género) sabrá que sus novelas son la mayor parte de las veces homenajes camuflados a toda esa fauna con la que se crió. Héroes de novelas baratas (las pulp fiction que allí le dicen). Por ello, no es de extrañar que en su ambiciosa saga de El Mundo del Río aparezca no sé quién y no sé cuántos para sorpresa del lector; y que en otra de sus delirantes novelas proponga una sabrosa reinterpretación del mismísimo Tarzán en clave espacial.

Debo de confesarles que a mí este juego caprichoso con sus recuerdos fue lo primero que me atrajo de él. Claro que debe ser porque me encantan todas esas personas que rinden homenaje a sus lecturas de niñez y adolescencia, ya que son las que marcarán en un futuro tu itinerario como lector. Su muerte, anuncio del que se hace eco hoy La Opinión de Tenerife, me ha dejado por lo tanto transpuesto, pero esto me pasa cuando se va alguien que conozco. Y Farmer, pese a que no tuve el gusto de conocerlo personalmente, sí que se convirtió durante unos años en uno de esos compañeros de viaje que sabes que no te van a defraudar.

Insisto en que no era uno de mis escritores de cabecera (soy un clásico, me van más Bradbury y Sturgeon) pero sí que tengo el vago recuerdo de habérmelo pasado muy bien con algunas de sus historias.

Saludos, señor Farmer, a este lado del ordenador.

Una de curiosidades cinematográficas

Jueves, Febrero 26th, 2009

* El maestro Carlos Boyero califica hoy de “moderno” al cineasta Juan Carlos Fresnadillo en su adictivo encuentro de todos los jueves con los lectores de la edición digital de El País. A mi lo de moderno me ha hecho gracia. De hecho, me pregunto si realmente Fresnadillo es un “moderno”. Quizá se trate de un post moderno o vete tú a saber. La noticia está en que nuestro cineasta canario más internacional suena… y que mientras tanto aquí, en estas islas rodeadas por el negro mar del infinito, pues como que no nos enteramos.

* En el cuarto volumen de la serie Backstory –una historia oral del guión norteamericano a través de sus protagoniostas, los guionistas y que edita en castellano Plot Ediciones– el excelente escritor de novelas policiacas Donald Westlake manifiesta su frustración por la versión que Fernando Trueba realizó de una de sus historias. Nos referimos a Two Much, protagonizada por Antonio Banderas. No es, la verdad, uno de los mejores trabajos del director español. (Gracias Judith por haberme conseguido este valiosísimo ejemplar).

* El Festival de Cine Panafricano de Cine y Televisión de Ouagadougou (FESPACO) rendirá este año un justo homenaje al cineasta senegalés Ousmane Sembène, considerado por muchos como el verdadero “padre” del cine en el contiente africano. Ese que tenemos tan cerca los canarios y que sin embargo mantenemos tan lejos. El Festival y el tributo me hace pensar que el archipiélago bien podría dar cabida a un encuentro anual de cine africano. Claro que no viste tanto como otros, por aquello de las estrellas que podrían visitarnos si de una vez se celebrara uno de estas características. Me consta, no obstante, que ya hubo una idea. Pero que la idea, obviamente, no cuajó.

Saludos cinematográficos a este lado del ordenador.

Yo aún recuerdo aquellos viejos tiempos…

Miércoles, Febrero 25th, 2009

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Esta película no la vi en un cine de barrio sino con mi padre, hace ya unos años, en nuestro añorado cine Víctor. Eran tiempos aquellos en los que todavía paraban en la puerta a un menor de edad si la película estaba catalogada para mayores de 18 años, pero ir con tu padre era una señal de que podías entrar a ver lo que quisieras. Ahora bien, deben de saber todos los nacidos y criados en esta capital de provincia que si había porteros con malas pulgas esperando en la puerta de un cine eso eran los del Víctor, así que cuando mi padre y yo nos disponíamos a entrar, aquel inolvidable madelman uniformado que hacia de cancerbero le dijo que yo no entraba. Que si no tenía 18 años no entraba. Todavía recuerdo el cabrero monumental que le montó a aquel pobre hombre mi santo padre, que no era persona dada a mostrar públicamente sus nervios salvo cuando le tocaban lo que se dice las pelotas. Yo no sé, pero al final entré a ver Forajidos de leyenda y de paso a ver a mi padre como lo que realmente fue toda su vida: una leyenda. Al menos para éste que les escribe, y seguro que para todos mis hermanos. A él le debemos nuestro gusto por los libros y que pronto naciera en nosotros una afición temprana por el cine.

Pero no quería hablarles de pedazos de mi vida, esas secuencias que todavía guardo a todo color en mi memoria, sino de la película de Walter Hill, un western tardío que no me canso de recuperar porque soy de esos a los que gusta de tararear el Dixie, canción que como sabe mucha gente se convirtió en algo así como el himno de los estados secesionistas.

Ya lo he escrito en algún sitio y en este mismo blog. Siento cierta debilidad por la Guerra de Secesión de los Estados Unidos. Debilidad que comparto con uno de mis hermanos, que es una enciclopedia viviente en el asunto y con el que uno se puede pasar el día escuchándole los avatares de un conflicto que resulta tan lejano para un país como España, que desde siempre ha prestado poco interés por conocer las cicatrices que marcan al mapa de Norteamérica. Es necesario dejar claro, no obstante, que esta especie de fascinación no está marcada por el motivo que más tarde monopolizó el enfrentamiento entre los estados del Norte y los del Sur de esa parte del continente, como fue la esclavitud, sino la lucha entre dos formas de vida. La América rural y hasta cierto punto conservadora, con la capitalista e industrial, esa que encarna el ideal de progreso que es otra de las virtudes que los tripas azules (los yanquis) han sabido venderle al mundo desde entonces.

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Forajidos de leyenda tiene un poco de todo esto; y si bien se trata de un largometraje que transcurre años después de finalizada la guerra, sí que plantea el daño que hicieron las heridas que dejó abiertas ese conflicto en el estado Missouri, tierra que vio nacer a forajidos de leyenda como los hermanos James (mitos en un país tan necesitado de mitos aunque se trate de bandoleros y en ocasiones asesinos a sangre fría) y los Younger, entre otros. El filme de Walter Hill, un excelente cineasta y un igual de excelente guionista, retrata la vida de estos dos clanes unidos por la necesidad de los tiempos, y con manierismo peckimpaniano, es un vehículo épico al servicio de unos tiempos que se fueron pero que forjaron a ese país en el gigante que es hoy día.

El filme de Hill cuenta además con un reparto excepcional, siendo todos los roles familiares interpretados por actores que son hermanos en la vida real como Stacey y James Keach, que interpretan a unos antipáticos Frank y Jesse James, respectivamente; y John, Keith y David Carradine, como los miembros de la familia Younger.

Es probable que el paso del tiempo le haya restado algo de fuerza a esta película, no obstante, pero para este que les escribe sigue siendo uno de los mejores títulos en la irregular carrera de su director. La banda sonora es otro de los atractivos de la cinta, firmada por Ry Cooder, quien arregla canciones de aquellos tiempos que se te quedan clavadas como puñales en tu corazón rebelde.

Cuando salimos del cine mi padre y yo coincidimos, antes de meternos en el Imperial a tomarnos un café con leche y uno de los clásicos bocadillos de pollo, que la película era una maravilla. Y en ese aspecto, les aseguro que mi padre nunca se equivocó.

Hacen mal si no han visto la película. Eso sí, si es usted (él o ella) uno de esos espectadores que detesta el género cinematográfico por excelencia que es el western, esta no es, obviamente, su película.

Saludos algo rebeldes a este lado del ordenador.

¿Nuevo libro sobre Óscar Domínguez?

Martes, Febrero 24th, 2009

El catedrático de Historia del Arte Contemporáneo Fernando Castro Borrego ha dado el punto y final  a un ambicioso trabajo sobre el pintor surrealista tinerfeño Óscar Domínguez, que amplía la obra que ya le dedicó y publicó la editorial Cátedra en su día. Castro Borrego avanza en una entrevista que será publicada el próximo sábado en el suplemento de Cultura y Ciencia de La Opinión de Tenerife, 2C, que su nuevo libro consta de mil doscientas páginas, respondiendo a un encargo del Cabildo de Tenerife, y que en la empresa de su publicación quiere participar el Ministerio de Educación, a través de la Dirección General de Bellas Artes. ”Hay conversaciones para ir a una coedición con el Cabildo de Tenerife, pero teniendo en cuenta que esta institución es quien tiene la última palabra, y quien debe tomar la iniciativa”, añade el especialista en la mista entrevista.

Saludos informativos a este lado del ordenador.
 

Peter Greenaway y Gunter Grass

Lunes, Febrero 23rd, 2009

* Diario de Avisos publica hoy que el cinesta galés Peter Greenaway impartirá una conferencia el 24 de marzo en el TEA dentro de la batería de actos paralelos que forman parte del programa de la II Bienal de Canarias. No soy un entusiasta en el cine de este señor, pues me parece demasiado matemático y calculado. Frío, en una sola y única palabra, pero les recomiendo a quienes han seguido su trayectoria a que se hagan con el volumen que le dedicó el arquitecto tinerfeño Jorge Gorostiza y que publicó en su día la editorial Cátedra. Es más que probable que su lectura les aclare algunas de las crípticas claves que caracterizan la cinematografía de su autor. Un cineasta que puede ser considerado de culto porque sumergirse en su universo requiere de cierta iniciación para ojos no profanos.

 * La colección Bartleby Poesía publica el primer libro escrito por Gunter Grass tras su polémica autobiografía. Según nos informa la editorial, Payaso de agosto, con un prólogo de su traductor Miguel Sáenz, es una edición bilingüe español-alemán en la que el autor de El tambor de hojalata intenta olvidar los malos tragos que le proporcionó su autobiografía Pelando la cabolla (en la que confesaba cómo, al final de la Segunda Guerra Mundial, perteneció por breve tiempo a la Waffen SS) refugiándose en la poesía. Los poemas que incluye en Payaso de agosto son textos melancólicos, que ilustra con dibujos en los que a veces apunta la ironía. El título del libro, Dummer August, juega con la semejanza entre el nombre del nefasto mes y el eterno payaso circense, aunque Grass se autorretrata en él más bien como reo de la Inquisición. “Estos poemas son la crónica poetizada de una de las más duras experiencias intelectuales vividas, en la última década, por el premio Nobel alemán”, informa la editorial.

Saludos terriblemente cansados a este lado del ordenador.