Archive for Marzo, 2023

La casa de mi padre, una novela que no es novela sino una casa, de Pablo Acosta

Lunes, Marzo 27th, 2023

“Supongo que la gran pregunta sin respuesta es por qué hiciste lo que hiciste en el estudio a los cincuenta años. Alucinaría (o no) sabiendo las cosas que me explica la gente. Mitologías que ponen punto y final a tu persona. No hace falta pensar nada más; la que más me gusta es la que te explica como un extraterrestre: ‘Tu padre era un marciano: nunca encontró la forma de vivir entre nosotros. O que eras un homosexual reprimido, o que sufrías de personalidad múltiple, o que nunca superaste como te trataba tu madre, o que eras demasiado inteligente para los psiquiatras que te visitaban, que te visitaban, que estabas muy solo, que bebías mucho, etcétera”.

(La casa de mi padre, Pablo Acosta, Hurtado y Ortega Editores, 2022)

Llego a La casa de mi padre, de Pablo Acosta, por mediación de un amigo lector. Se trata de una de esas recomendaciones que dan en el clavo, el autor, además, nació en Tenerife aunque desde hace más de veinte años vive en Barcelona. Es especialista en Literatura mística medieval femenina y ahora autor de un sobresaliente libro que, advierte, no es un libro “es una casa”. Y casa es, efectivamente La casa de mi padre, un itinerario en el que se mezclan recuerdos con la vocación de reflexionar sobre el papel de su protagonista que puede ser el autor mismo.

A medida que uno entra como invitado no sé si inoportuno en este libro que no es una novela sino una casa, me asaltan emociones primero dispersas, una dispersión que se va disolviendo porque La casa de mi padre te atrapa sin que uno apenas lo perciba. Y una vez encerrado en sus páginas participe en esta historia cuajada de frases que azuzan e incluso noquean. Por el camino, se mencionan algunas lecturas del protagonista (En busca del tiempo perdido, de Proust, es una de ellas) y evoca ciertos fragmentos de su relación con el padre que conmueve porque más de uno la habrá vivido también.

El libro además de ser tremendamente interesante y original está construido con materiales sólidos y se aprecia que detrás hay un escritor que cuenta con un método y un discurso.

El relato se inicia con unos Criterios de construcción que explican este libro que no es una novela sino una casa y es aquí donde dice: “Anécdotas hay muchas encerradas en aquella casa lejana, pero elegiré cuáles quiero conservar en esta”. Y más adelante: “Esta casa me habita: en ella viví de niño (gordo)” para concluir que desea “extraerla de mi mente”.

El recorrido continúa. Se invita a entrar en la casa y una vez dentro, el protagonista se desnuda y describe sus emociones y las sensaciones que lo asaltan cuando ya nada parece que lo ate a esa casa. Del recibidor pasamos (guiándonos por un plano que ilustra algunas de las páginas) a otras habitaciones de la casa. Que no está habitada salvo por los recuerdos de quien ahora nos guía.

La manera que ha tenido el escritor de contarnos esta experiencia me evoca cierto goticismo que ya apenas se practica, y contiene una densidad textual que se digiere con bastante soltura porque no resulta cargante ni fuera de lugar. Prevalece siempre la voluntad de contar, y aquí se cuenta la relación de quien nos habla de su padre (lo descubrirán si leen este libro que no es novela) y más como telón de fondo, de su madre y su hermano.

Visitando otras habitaciones, como el dormitorio, el estudio, “mi cuarto”, el salón y la terraza, entre otras, se revelan otros momentos de su existencia, como los que vivió en la isla antes de trasladarse a Barcelona.

“Una madrugada de mi último año en la isla, llegando de fiesta acompañado de una compañera de clase (morena, oscura, sombra de ojos y litros de rimel) saqué algunos tomos de una enciclopedia para aplanar un póster que había traído enrollado. La casa estaba vacía y solo habíamos encendido el flexo de la mesa del estudio: sería un momento, pronto nos quitaríamos la ropa que apestaba a tabaco y conciertos e iríamos a la cama”.

El anfitrión mantiene un diálogo constante con el lector, lo que hace que el acercamiento sea más consciente. Un ejemplo: “Salgamos de nuevo. Cerremos la puerta” mientras continúa esta visita por una casa que es, ya lo habrán observado, el gran protagonista de una novela que en apenas más de un centenar de páginas le da para contar muchas, muchas cosas. Y alguna de ellas parecidas si no iguales a las que uno puede pasar.

En La casa de mi padre se aprecian los mimbres del gran escritor que es Pablo Acosta, una voz insólita en el panorama actual de las letras que se escriben en este país no solo por su extrema originalidad sino también por el poso que respira su literatura, que resulta exquisita por la forma en cómo está escrita y también por la forma que lo utiliza para narrar y contar lo que nos cuenta y narra en cada una de las habitaciones que no capítulos del libro. Dice el autor que se trata además del “primer texto que publica más allá de la academia” y bendito sea este debut porque dispara mi entusiasmo por conocer nuevos escritos en los que Pablo Acosta vaya o no más lejos que con La casa de mi padre, me consta que no me va a defraudar. De momento deja este pequeño regalo que edita con cuidadoso mimo H&O Editores. Así que están tardando si no tienen ya un ejemplar de este libro que no es una novela sino una casa. La casa de mi padre.

Saludos, muy agradecido, desde este lado del ordenador

Mikel Santiago, Amir Valle y Romain Slocombe hablan sobre el control del Estado este sábado en el Museo de BB.AA. de la capital tinerfeña

Viernes, Marzo 24th, 2023

La octava edición de Tenerife Noir llega este fin de semana a su final con tres charlas que se desarrollarán en la sala del piano del Museo Municipal de Bellas Artes de la capital tinerfeña-

Este sábado, 25 de marzo, el primer encuentro será a las 11 horas con el escritor Mikel Santiago, autor de la trilogía de novelas que se desarrollan en la localidad ficticia del País Vasco llamada Illumbe. A continuación, el escritor cubano Amir Valle debatirá sobre Cuando el Estado lo controla todo y, finalmente, cerrará la sesión el escritor francés Romain Slocombe, quien hablará sobre El caso de Leon Sadorski, la primera novela de, de momento dos trilogías aunque ya se encuentra trabajando en la tercera, que desarrolla en los años en que Francia estuvo ocupada por el ejército alemán durante la II Guerra Mundial.

Los encuentros y debates continuarán el domingo, 26 de marzo, en el mismo espacio y a las misma hora, con los escritores Víctor del Árbol, Esther García Llovet y Félix García Hernán.

Saludos, no se lo pierdan, por la gloria de nuestras madres, desde este lado del ordenador

El documental Benito Pérez Buñuel se estrena en cines el 24 de marzo

Jueves, Marzo 23rd, 2023

Benito Pérez Buñuel, del grancanario Luis Roca, se estrena en cine el próximo viernes, 24 de marzo. La pellcula deambula por los caminos del documental clásico, la no ficción, el falso documental y el cine de animación, con el objetivo deencontrar las confluencias entre el escritor Benito Pérez Galdós y el cineasta Luis Buñuel. Narrado desde la perspectiva de un director de cine, el mismo que dirige la película, el filme incluye citas de Galdós, películas de Buñuel, cine de animación y entrevistas con expertos en las convergencias entre ambos creadores.

Saludos, se abre el telón…, desde este lado del ordenador

Un lapsus mental

Miércoles, Marzo 22nd, 2023

A primeras horas de la mañana recibo una llamada telefónica. Al otro lado me habla una señora con marcado acento británico, es decir, que recurre a un español sin dobles erres ni eñes, y me comenta mientras percibo que aguanta la tensión que no, que ayer, durante el debate que tuvo lugar tras la proyección de Desde Rusia con amor (visionado que me confirma una vez más que es la mejor de la serie porque tiene el mejor Bond, Sean Connery, la chica más delicada y hermosa de la saga, Daniela Bianchi) que su director, Terence Young, efectivamente dirigió otras dos películas de 007 (Doctor No y Operación Trueno), Mayerlin, como dije pero no (y aquí su voz se torna bronca) El cabo del miedo.

Pero criatura, me dice casi gritando, que esa película es de otro de esos cineastas por los que tienes confesa debilidad, J. Lee Thompson, pero no Young, Terence, que si lo castellanizo quedaría como Terencio el joven o algo así. En fin, mea culpa, señora, le pido mientras cruzo los dedos para que no me quite el doble cero.

La mujer, que no es otra que M con la forma de Judi Dench responde que tiene que pensárselo, que de momento escapo porque la cosa anda muy mal con los agentes de campo. Pero sí que me recuerda que en la primera película Bond de la historia, que fue un episodio en blanco y negro para televisión que protagonizó Barry Nelson como 007, el villano, Le Chiffre no fue interpretado por Orson Welles sino por Peter Lorre y caigo entonces que tiene razón y que mi confusión se debe a la disparatada comedia que en los años 60 se estrenó en cines como Casino Royale y que contó con un reparto poblado de estrellas, una de ellas Orson Welles que hace, elemental, querido Watson, de Le Chiffre, y que dirigieron (no me digan cómo), cinco directores, uno de ellos John Huston.

Le digo a M que procuraré en la próxima misión no cometer errores aunque, susurro, errar es de humanos. Y escucho una cristalina carcajada en el otro lado que suelta M sin cortarse un pelo. ¡Ay, pedazo de mendrugo, un agente doble cerro no se equivoca!

¿Nunca?, dejó que la pregunta flote en el aire…

Nunca, nunca jamás, responde y cuelga.

Saludos, mea culpa, desde este lado del ordenador

Los seguidores de 007 celebran hoy en TEA Tenerife Espacio de las Artes el 60 aniversario de la mejor película Bond: Desde Rusia con amor

Martes, Marzo 21st, 2023

La primera película que vi de James Bond fue en un cine que como muchos cines de mi ciudad ya no existe. El cine La Paz, que llegué a conocer en los estertores de su existencia, programaba aquellos días sesiones dobles y, lo que era mejor, dejaba entrar a ver películas calificadas para mayores a los que no habíamos cumplido 18 años. Tendría yo por ese tiempo como unos trece, así que era una gozada entrar en la sala, romperme el culo con aquellas incómodas butacas de madera y aguantar las ganas de orinar porque el baño de aquel cine me daba pavor más que miedo. El cine, vuelvo a decirlo, se encontraba ya en las últimas en aquellos años, así que su estado era cada vez más ruinoso y la luz de la sala, cuando estaba encendida, era muy tenue, lo que generaba una sensación de penumbra antes de que se apagara por completo para dar inicio a la película.

En aquel tiempo no sabía quién demoniios era James Bond, me sonaba que había tensión entre soviéticos y norteamericanos, pero ignoraba todo el universo de 007 así que fue comenzar la película y… qué demonios, al protagonista lo mataba un asesino rubio aunque no, no era el protagonista sino un doble. Después, la sintonía de Monty Norman, la canción y una historia que desde ese momento me hizo pertenecer a la gran hermandad de 007. De hecho, cuenta con la chica Bond (lo que escrito así suena peligrosamente incorrecto en estos tiempos de tanta corrección) más hermosa de la serie, la actriz italiana Daniela Bianchi, y la protagoniza el mejor Bond de la saga, Sean Connery. El guión es bastante fiel a la novela original de Ian Fleming y la dirige un cineasta que siempre tuvo una excelente mirada para la acción, Terence Young, que firma además 007 contra el Dr. No y Operación Trueno, que son de lo mejor en la irregular pero siempre apasionante filmoteca bondiana.

No les voy a contar el argumento de la película para que se animen a verla esta tarde, a partir de las 19 horas, en TEA Tenerife Espacio de las Artes, en una sesión en la que tras la proyección habrá un debate con los especialistas Joan Casanova, fundador del archivo 007 y el investigador privado y escritor Rafael Guerrero, quienes estoy seguro revelarán información clasificada sobre el súper agente secreto al servicio de su graciosa majestad.

La película se estrenó en 1963 y tuvo una muy buena acogida de público. Fue, de hecho, la que contribuyó a cimentar una saga que llega hasta nuestros días solo que ahora se lo quiere reinventar para consumo de nuevos espectadores que no conocieron al original. Yo sigo yendo a los estrenos, y me siguen pareciendo muy respetables Casino Royale y Sin tiempo para morir, las otras que protagonizó Daniel Craig no demasiado pero esa es otra historia. Defiendo, y así lo proclamo, Sin tiempo para morir como un respetable punto y final a un modelo de héroe que ya no tiene cabida en el mundo que vivimos. Sobre todo ese primer mundo que se empobrece a pasos agigantados. Además, el Reino Unido ya no resulta tan cool, así que lo que hoy queda de aquel Bond de películas como Desde Rusia con amor, poco.

Poco, sí, pero ahí está la serie, ya todo un clásico sobre todo en occidente. Tras Sean Connery, vinieron otros Bond. Roger Moore, que cuenta con sobresalientes películas encarnando a 007; George Lazenby, que solo rodó una, Al servicio secreto de su majestad, que es una de mis favoritas por el giro que pretendieron darle al personaje; Timothy Dalton, que lo bajó a tierra y Pierce Brosnan, que no es de los seis que lo han interpretado uno de mis favoritos. Luego vino Daniel Craig y le imprimió ese carácter de pit bull que solo podía domar una mujer, Judi Dench ahora como M.

Ni recuerdo qué película vino después en aquella inolvidable sesión doble cinematográfica en La Paz, aunque igual fue antes de la exhibición de Desde Rusia con amor. El caso es que salí ordenado como un miembro más de la Hermandad 007. Que me vi todas sus películas y, lo que es mejor, descubrí sus novelas. Primeros las que publicó en España la editorial Bruguera, que fueron solo nueve. Después la que lanzó RBA, doce novelas, entre ellas la curiosa La espía que me amó, la primera vez en la que Bond es presentado a través de los ojos de una mujer, más dos volúmenes de relatos Sólo para tus ojos y Octopussy, cinco y cuatro historias, respectivamente, protagonizadas por el agente secreto doble cero, esa que da licencia para matar.

El paso del tiempo ha suavizado bastante mi fiebre bondmaníaca lo que significa que me hago viejo y este no es un país para viejos. Guste o disguste, Bond se convirtió en un referente con el que vender más que las bondades como se la gastaba el mundo libre con sus enemigos, ahora llamado Sprectra, contra todos aquellos que amenazan “nuestro” estilo de vida. Bond explotaba además las características del macho alfa de aquel entonces. Un individualismo a prueba de balas aunque a veces baja a tierra y colabora con un espía amigo como Felix Leiter de la CIA. Bond James Bond, es hedonista cuando le dejan, así que le gusta comer no bien sino muy bien y sabe de vinos. Le gusta además jugar a la ruleta y a las cartas en los Casinos y tiene un enorme y envidiable éxito con las mujeres. No olvido su poco apego a las armas, lleva una pistola pequeña para lo que es Bond, quizá porque prefiere trabajar con las manos, pero sí que le gustan los coches, y si están cargaditos de los artilugios que le facilita Q, que tiemble el mundo que no es libre. Esto de libre no termino de entenderlo, pero me pasa con la mayoría de las novelas y películas que he visto sobre la Guerra Fría y con las actuales que se ruedan del nuevo estado de tensión que viviamos como si aquí no pasara nada… Eneterrando la cabeza bajo tierra.

En fin, que esta tarde un grupo de aficionados a las películas y novelas de 007 nos reuniremos para hablar de la que considero su mejor novela y película, Desde Rusia con amor, y sobre lo divino y lo humano de un personaje que tiene más vida que un gato.

Saludo, kiss kiss bang bang, desde este lado del ordenador

Dos escritores tinerfeños, finalistas al Premio Celsius a la mejor obra de Ciencia Ficción y Fantasía que concede la Semana Negra de Gijón

Lunes, Marzo 20th, 2023

Dos escritores tinerfeños, Víctor Conde (Alfredo Moreno Santana) y Javier Hernández Velázquez han quedado finalistas al Premio Celsius a la mejor obra de Ciencia Ficción y Fantasía publicada en español en 2022. Las novelas son Paramorfo (Dolmen) y Akasha (M.A.R. Editor). Compiten también por el premio La segunda lengua materna (Indómita Luz / Argentina), Flor Caniosa y La suerte suprema (Pez de plata), de Mariano Antolín Rato. El premio Celsius lo concede la Semana Negra de Gijón.

Saludos, felicidades a los dos, desde este lado del ordenador