Archive for Octubre, 2008

Un poquito de todo

Viernes, Octubre 3rd, 2008

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* Una recomendación, no dejen que se les pase y disfruten con la conmovedora exposición Goya. Esplendor del grabado que se exhibe hasta el 20 de diciembre en la sala de exposiciones del Espacio Cultural de CajaCanaria, en Santa Cruz de Tenerife. La muestra reúne tres de las cuatro colecciones de grabados del pintor aragonés, Los caprichos, Los desastres de la guerra y La tauromaquia, y no tiene desperdicio. Uno sólo de estos grabados, independientemente de la serie a la que pertenezca, te deja clavado en el suelo y estimula las ideas. Es decir, que por una vez una imagen sí que vale más que mil palabras aunque Goya apoya casi todas estas ilustraciones con una frase que potencia, si cabe, la imagen que estás viendo.

* Hasta ahora trabajaba en el Organismo Autónomo de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife pero desde hace unos días dijo adiós al apostar por una oferta del Auditorio de Tenerife. Nos referimos a Enrique Camacho, que durante seis meses desarrolló su actividad profesional en ese Organismo.

* El próximo lunes se conocerá el nombre del ganador del Premio de Novela Benito Pérez Armas que convoca la Obra Social de CajaCanarias. El jurado de este año ha estado formado por los escritores Juan Cruz Ruiz, Juan Manuel García-Ramos y Cecilia Domingo Luis; así como por el catedrático y presidente de la Academia Canaria de la Lengua, Ramón Trujillo, y el presidente de CajaCanarias, Álvaro Arvelo Hernández. Este premio de novela se ha convertido en referencia en todo el archipiélago, y en el más importante que existe en la actualidad en las islas si alguien no demuestra lo contrario. Como recordarán algunos de ustedes, hace años el Cabildo de Tenerife puso en marcha el premio de novela Alfonso García Ramos, que aguantó tres ediciones y que contaba con la colaboración de la editorial Anagrama, que publicó los títulos ganadores. El galardón fue dinamitado sin embargo (algo habitual en esta tierra surrealista) por algunos miembros de su ¡jurado!, quienes lamentaban (pobrecitos) que siempre ganaran escritores de la escudería de Jorge Herralde (el cubano cachondo de Pedro Juan Gutiérrez, Vicente Molina Foix  y José Manuel Garriga). La dotación del premio era de 10 millones de las antiguas (y añoradas) pesetas.

* A mí me cae bien Arístides Moreno, y si bien soy de los que  escucha sus canciones pero no compra el disco, siempre recibe con expectación cualquiera de sus novedades musicales. Hace año, este que les escribe se jartó de reír con su Horncon boys, y espera hacer lo mismo con su próximo lanzamiento discográfico: Economía sumergida, que anuncia que presentará el próximo martes, 7 de octubre, en San Miguel Marina-Amarilla Golf (San Miguel de Abona-Tenerife) en un ¡¡¡submarino!!! Olé, olé y olé. Por cierto, recomendamos a los lectores a que visiten la página web de Moreno (www.aristidesmoreno.com). Una experiencia cuasi religiosa. 

Larga vida al rock and roll

Jueves, Octubre 2nd, 2008

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Comenzaron siendo muy pocos para terminar siendo muchos. Esa es más o menos la historia de la Asociación Cultural Vulcan Rockers Tenerife, grupo que desde hoy, viernes y hasta mañana, sábado, organiza su VI Tenerife Festival 50´s Rock and Roll en el Hotel Panorámica Garden en Los Realejos.

El programa incluye actuaciones a partir de las 21 horas de los Tihuya Cats, formación que proviene de la isla de La Palma y está especializada en versiones de clásicos del rock and roll y rockabilly, así como de temas del rock español de los 80; Los Contratiempos, de Tenerife, cuyo estilo abarca rock and roll, skiffle, surf y country con genuino sabor americano y Uncle Charlie and His Pendejos, que cerrarán los directos del viernes. Uncle Charlie… está liderada por Carlos del Bosque, miembro de The Rollin´ Miles y Anabel and The Rock-a-Bells. Tras estas actuaciones, de una hora y cuarto aproximadamente cada una, continuará la fiesta, que amenizarán los DJ´s: Neón Boggie y 47.

El mediodía del sábado habrá una fiesta hawaiana en la piscina del Hotel, amenizada con música de dicha temática y la actuación en vivo y en directo de los tinerfeños The 6L6ers. Y ya por la noche, y a partir de las 21 horas, de los Hot Vulcan Stompers (en la fotografía), que se han hecho legendarios en la isla por su puesta en escena salvaje y desmadrada y recuperar el sonido clásico de los cincuenta; los suizos Mars Attacks y los Texabilly Rockets, de Portugal, que finalizarán en la isla su gira de 15 aniversario en la que presentan su último trabajo: Wild and Raw

¡Gracias, don Ramón!

Miércoles, Octubre 1st, 2008

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Creo que es muy importante que desde la escuela se nos enseñe a leer libros y no ha obligarnos a leer libros. En mi época feliz y tontuna de estudiante (más o menos en el pleistoceno de la Historia) fui uno de tantos a los que obligaron a leer libros aunque afortunadamente fui precoz en esto de la lectura al descubrir por mediación de mi familia lo apasionante que era perder el rato leyendo relatos y novelas. Sin embargo, debo confesar que mientras leía con insólita rapidez los libros que escogía libremente o me recomendaba mi padre o alguno de mis hermanos, los textos obligatorios del colegio me costaba seguirlos, desechándolos prontamente por tediosos sin que lo fueran. El problema, pienso ahora, era que se trataba de lecturas obligatorias y como tales, maldita la gracia que me hacían.

 

De esta manera, apenas me enteré de la lectura de un Quijote fragmentado que nos dijeron que leyéramos al grito de ar!, así como de otros tantos autores que, afortunadamente, redescubrí tiempo después y ya sin prejuicios escolares en la cabeza.

 

La primera vez que oí hablar de Ramón J. Sender fue en la escuela. No me acuerdo en qué curso, pero sí del librito que nos dijeron que leyéramos porque iba a ser objeto de una prueba: Réquiem por un campesino español. Por esas mismas fechas otro título obligatorio del escritor aragonés era La tesis de Nancy, que le hacía mucha gracia a nuestra profesora de Literatura pero casi nada a sus alumnos, que la leímos sin enterarnos un pimiento de las aventuras y desventuras de una estudiante americana en una Andalucía que llevo en mi corazón.

 

Pasó el tiempo, perdí pelo, engordé y me volví feo como me dicen unas y otras, por lo que desterré a don Ramón de mi repertorio de autores favoritos hasta que un día, husmeando en una librería de viejo de Madrid, me encontré con un libro que me hizo cruzar las puertas de la percepción. O al menos de la percepción que hasta ese momento tenía de Sender Garcés. El libro, El bandido adolescente,  una de las mejores novelas del oeste americano de todos los tiempos. Describe en él la historia de Billy el niño contada a través de los ojos de un señor que además de escritor fue también un excelente periodista.

 

Como suele suceder con todos los narradores que me tocan las entrañas, comencé a buscar más títulos de Sender, descubriendo que, como los grandes escritores del siglo XIX, el aragonés había dejado tras de sí una obra amplísima, repleta de obras maestras y también de obras muy menores. Devoré así, literalmente, Carolux Rex, fantasmagórica recreación de la corte de Carlos II, el monarca al que llamaron Hechizado y último de los Austria; como la fabulosa La aventura equinoccial de Lope de Aguirre, de la que Carlos Saura apenas sacó jugo en su pesadísima El dorado y personaje que sí aprovechó su homólogo alemán, Werner Herzog, para reflexionar sobre la lucha del hombre contra la naturaleza en su todavía absorbente e hipnótica Aguirre, la cólera de Dios.

 

Años más tarde, y obsesionado con la literatura española sobre la Guerra Civil escrita desde el exilio (Max Aub y Arturo Barea, entre otros) leí su trilogía Crónica del alba, y si bien había visto las adaptaciones al cine que hizo nuestro paisano Antonio Betancor sobre ellas comprobé una vez más que es prácticamente imposible trasladar a la gran pantalla una gran novela, y mucho menos los sentimientos que empapan cada una de sus páginas. Sin embargo, la novela de Sender que más hondo supo calar en mi corazón y que considero su obra maestra, o al menos su mejor libro, donde realidad y ficción se dan la mano al mismo tiempo que una profunda y acerada crítica al ejército es Imán, donde el escritor evoca sus experiencias en la guerra de Marruecos y el particular Wateloo que supuso para las fuerzas armadas celtibéricas de la época la derrota de Annual.

 

Este libro no tiene desperdicio, y puede ser leído como una terrible novela de aventuras que es un género, como todo el mundo sabe, de iniciación. He leído otras novelas del autor, como Bizancio, pero ninguna me ha conmovido con la fuerza desgarradora de Imán, ni tampoco ha sabido sacudir tanto mi conciencia antes las injusticias de los poderosos.

 

En estos tiempos inciertos, es bueno recuperar la producción literaria de un hombre al que marcó, como a tantos otros, la Guerra Civil española. Eso sí, para descubrirlo en toda su dimensión, o al menos para que cale en nuestra memoria creo que es necesario que su trabajo llegue a nosotros sin prejuicios escolares. Volví a leer ya mayor y achacoso Réquiem por un campesino español y La tesis de Nancy (y también sus dos continuaciones) sin esas presiones y supe compadecerme de la traición de Mosén Millán así como de la asombrada visión de una España nuestra que ya no volverá vista por los ojos de una estudiante norteamericana a la que Sender enseñó en sus novelas que además de toros y  flamenco es algo más que el tópico que desde fuera han construido de este penoso pero también admirable país.