Archive for Febrero, 2010

Y mientras el viento sopla y sopla y sopla…

Miércoles, Febrero 17th, 2010

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A) INTERIORES

Hasta el viento conspira para hacernos un poquito más infeliz la existencia. Miro por la ventana mientras contemplo como las miserias de la ciudad revolotean en el aire. Y cierro los ojos –sonando de fondo el siempre resignadamente elegante Dean Martin– con la esperanza de que llegue el verano…

Que sea una cuestión tan sencilla –pienso– como es la de que los abra para sentir la luz del Sol y el abrazo pegajoso del calor bendito calor. Sobre toooodo calor y no este incóóóómodo frío que sólo puede gustar a los que aman las soooombras.

Pero un momento. Un momento que me pongo demasiado metafísico quizá porque hoy ha sido uno de esos días en los que no tendría que haberme levantado de la santa cama. Y si bien no cuento últimamente con tareas suficientes para tener que levantarme de la santa cama: me levanto y enfrento a la llovizna y a las corrientes de aire que penetran hasta mis huesos chochos.

B) EL MAL ES TAN INOCENTE…

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Doy un largo paseo por esta capital pequeña y provinciana mientras no se me borra de la cabeza la última imagen que he visto del Mal. Así, con mayestática Mayúscula.

Una imagen que da viruje precisamente por la desarmante inocencia que la protagoniza.

La pueden ver y también la pueden invitar a que visite sus más terribles pesadilla en La cinta blanca, la última de Michael Haneke estrenada por esta colonia. Y escribo lo de colonia porque ya me estoy cansado de esperar novedades tanto cinematográficas como literarias en esta isla a la deriva…

… No se ha estrenado aún la última de Kathryn Bigelow ni encuentro todavía Sangre vagabunda de James Ellroy en las librerías de la capitá. No obstante, procuro silenciar el mono releyendo las dos primeras entregas (América y Seis de los grandes) algo enfermo (esa es la verdad) por el turbulento mundo de intrigas que describe el perro.

Leo así el encuentro que ayer, martes, mantuvo con los lectores de El País y sólo saco una frase de un cuestionario rutinario y repetivivo. Le preguntan: ¿Hammett o Chandler? A lo que el dog responde lacónico: “Hammet– porque escribió sobre el tipo de hombre que temía ser, mientras que Chandler escribió sobre el tipo de hombre que deseaba ser.”

C) ¡DESESPERACIÓN! (EN TRES ACTOS)

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Repaso la prensa tinerfeña.

1.- UN LIGERO TEMBLOR

Leo en Diario de Avisos en anuncio del primer rodaje en Cuba de una película independiente que llevará por título Chamaco. La dirige Juan Carlos Cremata Malverdi, y contó con el apoyo de las productoras Trova Films (Canarias) y El Ingenio (Cuba). El guión es de Abel González Melo y del propio director.

Busco en la red para saber más de esa productora, Trova Films. Hago algunas llamadas para recabar información. Pero me dejan igual de descolocados que a un personaje del ya mentado Ellroy porque no saco nada en claro.

Prometo seguir investigando.

2.- EGO TE ABSOLVO

En El Día me topo con una entrevista con Rayco Expósito, impulsor de una plataforma en defensa del Festival Internacional de Arte en la Calle del Puerto de la Cruz.

O Mueca y no es una mueca.

¿O sí?

El artículo insiste sobre la equivocada decisión municipal cuando llegó el comandante y mandó a parar. Por otro lado la lectura del artículo es recomendable porque refresca  nuestra ya fatigada memoria sobre el desaguisado que adoptó el nuevo equipo municipal del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz. Recuerdas los dimes y diretes y el “yo no me he enterado hasta que lo leí en los papeles” del viceconsejero de Cultura.

Me persigno.

Mueca descanse usted en paz. Fue bonito mientras duró.

3.- REBELDE SIN CAUSA

En La Opinión de Tenerife el coordinador del Centro de la Cultura Popular Canaria (CCPC), César Rodríguez Placeres, suelta por esa boca que tiene una serie de declaraciones que me suenan a los antaños rayos y truenos del inmortal capitán Haddock.

El problema es que Placeres –pese a su apellido– no tiene el encanto del borrachín marinero de las aventuras de Tintín.

D) UN ASOMO DE LUZ ENTRE TANTA TINIEBLA

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Me llama desde el exilio un amigo que ya es un Hermano para recomendarme con palabras encendidas por el entusiasmo Egos revueltos de Juan Cruz, libro por el que obtuvo el periodista y escritor canario el XXII Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias.

El Hermano desde la distancia –y la frialdad que impone siempre cualquier conversación telefónica– me informa que el trabajo está repleto de nombres de escritores de aquí. De la isla que somos islas. En la relación me cita de memoria esos maestros que se fueron pero que seguirán siendo como Domingo Pérez Minik, Manuel Padorno, Luis Feria, José Arozena. Y también, me cuenta, a los grandes Luis Alemany y Ezequiel Pérez Plasencia, Luis León Barreto, Fernando Delgado, Alberto Omar y Juan Manuel García Ramos, entre tantos otros.

Mañana mismo peregrino por las librerías de la isla con la esperanza de hacerme con este libro. Y escribo lo de esperanza porque, probablemente, tampoco habrá llegado a nuestras costas desoladas por aquello de la distancia geográfica que nos separa del continente… europeo.

E) PUES MUCHO ME TEMO QUE NO SER…

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Y otra noticia para estremecer los huesos y que leo en La Opinión de Tenerife: “Por segundo año consecutivo, el Teatro Guimerá, el principal con que cuenta la capital, no tendrá programación alguna al no dotársele de fondos, según han desvelado las distintas fuerzas de la oposición. Se da la circunstancia de que el año pasado fue posible aprovechar el cierre del emblemático espacio para llevar a cabo la rehabilitación de su interior bajo el abrigo del Fondo Estatal de Inversión Local. Una reforma que, al menos en 2010, los chicharreros y chicharreras no podrán disfrutar.” (la negrita es nuestra).

F) PERO NO SE ME VAYAN… ¡QUE AÚN HAY MÁS!

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¿Alguien sabe el nombre del nuevo coordinador del Foro Canario del Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria?, ¿y cúáles serán las películas que han sido seleccionadas para la presente edición?

Porque… ¿habrá Foro este año, verdad?

Pregunta: ¿Qué opina de este asunto nuestra ilustrada Viceconsejería de Cultura?

¿Se habrán enterado también de este guiso mal cocinado por la prensa?

Sopla, sopla viento…

… Que sopla y sopla viento…

Saludos, cada día más desperados, desde este lado del ordenador,

Goya 2010: El día de la bestia

Lunes, Febrero 15th, 2010

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Veo la gala de los Goya con la sombra de la duda planeando en la cabeza.

La sombra se desvanece afortunadamente a medida que transcurre la fiesta al comprobar con sorpresa que el actual presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Álex de la Iglesia, sabe llevarse el gato al agua.

Primero: Se imprime a la hasta hoy pesada ceremonia de cierto orgullo celtibérico.

Segundo: Se intenta dejar claro, bien claro al sector y a los espectadores que resignadamente consumen cine español, que éste está hoy más unido que nunca.

Así que no hay paso a polémicas.

Los cineastas contra la orden mantienen la boca cerrada porque en bocas cerradas no entran moscas. Alguno de ellos incluso sonríe resignadamente cuando suenan alusiones que, de manera muy velada, se pronuncian en una noche que, vista desde la comodidad de mi casa, me sabe a relajada y feliz.

Muy bien conducida por Andreu Buenafuente  –que cuenta con tablas suficientes para no ser protagonista como en ediciones anteriores sí nos acostumbraron especímenes como  José Corbacho– y con momentos emotivos como el anuncio de que Antonio Mercero padece alzheimer o que Pedro Almodóvar se reconcilia con la Academia gracias al pesado de Álex de la Iglesia me digo lo de ¡caray, hasta aquí llega el “buen rollismo rosillímo” al que últimamente se aferra el Gobierno de España para negar las evidencias..!

En fin…

Que confieso que me noquean los emocionados y justos aplausos a los ausentes (José Luis López Vázquez e Iván Zulueta) y que aplaudo por mediático el notición que supone para la prensa del corazón (y el cine español) que Penélope Cruz y Javier Bardem aparezcan juntos en una noche que, me hace pensar, “¡estos Goya 2010 salen tan bien porque saben devorarse a sí mismos!”

Reflexionen.

En contra de otros años ahora sí que se reivindica el provinciano glamour del cine mesetario. Y el de un sector que aspira a vender el mensaje de que pese a sus notables diferencias ¡¡¡Es una gran familia!!!

Así que escucho en mi cabeza la voz del inoldivable Pepe Isbert gritando lo de ¡Chencho, Chencho..!

Independientemente de los premios –donde cabe destacar que el guionista y cineasta grancanario Mateo Gil se hace con el Goya al mejor guión original junto a Alejandro Amenábar por Ágora así como con el de mejor cortometraje de ficción por Dime que yo – concluyo como espectador que la gala es un éxito. Pero sobre todo un éxito porque saber vender que el cine español está unido y dispuesto a seguir comiendo mercado.

Más que sea nacional.

En este sentido, destacables son las palabras de “humildad” que tiñen el discurso del presidente de la Academia.

Habla de ombligos (por un momento creí que se refería a Canarias), trabajo y arrimar el hombro. También de estar contentos.

“Tenemos motivos para estarlo. El cine hecho en este país ha vivido en 2009 uno de sus mejores años. No sólo por la taquilla. Este año nos hemos sentido vivos. Más vivos que nunca. Un año comprometido con nuestra profesión y con nuestro sector. Un año polémico, complicado, con desacuerdos y desencuentros. ¡No puede ser de otra manera! Somos así, como una imagen grotesca de nuestro propio entorno. Sin embargo, podemos cambiar”, dice.

Y añade: “(…) Tenemos que cambiar, pero unidos. Tenemos un frente común y los mismos objetivos. No es tan difícil. Para todo esto necesitamos cobertura. Necesitamos leyes que protejan la coexistencia de todos los sectores industriales, y eso incluye también al cine. Desde aquí quiero hacer un llamamiento a los grupos de poder que pueden facilitar este cambio. Me refiero a las televisiones.”

Y termina: “Televisión Española sigue demostrando su compromiso, sin el que, les aseguro, sería muy difícil la existencia del cine en España. A las restantes no les pedimos su generosidad, sino que les ofrecemos nuestra disposición a trabajar, para demostrarles que juntos podemos acercarnos a lo que todos queremos: la mayor calidad para nuestros espectadores. Las televisiones han ayudado a levantar películas que gozan de un éxito internacional inimaginable hace unos pocos años, proyectos rentables con un enorme prestigio y una imagen extraordinaria para sus productores. Eso sólo lo consigue el cine. Por favor, no lo olviden.”

Y yo, tirado en el sofá de casa y como espectador, me comprometo a no olvidarlo.

Sólo que se me hace difícil –una vez se disgrega en el disco duro de mi memoria el glamour con olor a callos y a crema catalana de la gala– imaginar que tal y como están las cosas el cine español sea capaz de producir “primeras películas a cineastas noveles” en ese futuro mágico y de colores que espera vislumbrar el director de películas como El día de la bestia.

Pienso que él, como tantos otros, nacieron antaño gracias a la serie Z en un país que podía permitírselo.

Y tal como están hoy las cosas (cineastas contra la orden remember): NO.

Fue una bonita gala la de los Goya 2010.

¿Verdad?

¿Verdad?

(*) No es capricho, la imagen que acompaña estas líneas es Saturno devorando a un hijo de, ironías de la vida, Francisco de Goya.

Saludos, no future, desde este lado del ordenador.

Reflexiones de Viejo Chocho sobre esto que llaman Carnaval

Domingo, Febrero 14th, 2010

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PRELIMINARES

El desarrollo de las fiestas de los carnavales hace patente que sienta una vez más que es como una especie de bicho raro en esta tierra. Debe ser porque milita en esa inmensa minoría que la detesta con toda la cordialidad del mundo, hecho que le ha granjeado peleas verbales y en ocasiones subidas de tono con amigos y amigas que sí defienden “esa maravillosa explosión de luz y color” que invade las calles y plazas de la capitá estos días nefastos, repite y repite Viejo Chocho.

Y es que, salvo cuando Viejo Chocho era un crío y se divertía disfrazándose de mosquetero, nunca le ha encontrado maldita gracia a esto de hacer el ganso vestido estrafalariamente. Además, cabe destacar que por su edad Viejo Chocho sufre de agorafobia luego lo de sentirse parte de un grupo gigantesco que pega berridos, bebe ingente cantidades de alcohol que más tarde orina donde buenamente puede, pues no son ingredientes suficientes para que juzgue positivamente lo que sigue pensando (¡leñe!) es un innecesario derroche de aparente excentricidad que devora a los que “viven” la fiesta.

BROMA MACABRA DEL DESTINO

Como Viejo Chocho tiene la mala fortuna de vivir en una zona de la ciudad que resulta clave en Carnavales forma parte además de esa amplia legión de viejos chochos afectados por la gritería de los que bajan a pasárselo bien. La escandalera dura toda la noche hasta bien entrada la mañana, lo que le hace imposible conciliar el sueño. Y eso pese a que en estas fechas no se cansa de quemar el dvd con las películas que forman su chocha deuvedeteca. ¡Pero no hay manera!, porque a través de las ventanas cerradas de su casa penetra como un ejército de indeseables la gritería de la masa.

Un griterío que le suena en su chocha cabeza chocha a la de todos aquellos que vociferaban en la Edad Media para que quemaran de una vez al brujo o la bruja. Y ese grito terrible que nace de miles de bocas para transformarse en una sola y caótica voz es lo más inquietante que ha escuchado Viejo Chocho en los últimos tiempos. Y es una pesadilla que se repite año tras año siempre por Carnavales. Viejo Chocho se imagina ese grito con un rostro formado por miles de rostros desencajados. Se asoma a la ventana para comprobar que ese demonio no existe, que sólo es fruto de su chocha imaginación pero su torpe vista tropieza entonces con calles atestadas de gente que tiene un solo rostro: el rostro del caos. Y ese caos, como reflexionó el viejo chocho de Nietzche, tiene mil caras.

INTENTA JUSTIFICARSE

Intentó explicárselo a un amigo que le llamó ayer para que salieran pero como es natural éste le colgó antes de que concluyera que no se cree lo del desenfreno sin límites que posee a los habitantes de esta ciudad muerta en Carnavales… Así que sumando dos más dos es igual a cuatro, entendió que su pasión por las películas de muertos vivientes no es otra que la de acojonarse viendo –cayeron así la noche del jueves al viernes Zombi y su remake El amanecer de los muertos– que los zombis hacen legión en estas películas.

Masa.

Un grupo compacto y hasta cierto punto feliz en su ignorancia por convertir a la causa a los pocos vivos que aún quedan en el metraje. Vivos que, como casi todos los iniciados saben, al final terminan devorados como gorrinos o como muertos vivientes.

EL TENEBROSO DESPERTAR

Admite Viejo Chocho no obstante que ayer, a medida que caía la noche y que la voz caótica de la masa convertida en una sola entraba por las ventanas de su casa cerrada, le asaltó la sombra de la depresión. Así que el pensamiento de dejarse arrastrar por ella, de pertenecer a esa famélica legión con aparentes ganas de juega le atravesó su corazón chocho. Puso el dvd para quitarse del cerebro pensamiento tan tenebroso. Disfrutó una vez más de esa obra maestra que es Colorado Jim y más tarde de Raíces profundas… pero no había manera de que se concentrara en la triste historia de Shane, el pistolero solitario al que se le ha negado la entrada en el cielo de la ¿normalidad?

Casi se pone a llorar (¡cómo es viejo chocho!). Y casi porque últimamente traduce como algo muy personal lo que el buen cine americano le ha contado cien veces en forma de historias. Para colmo de males y ojeando su biblioteca para abstraerse de la realidad carnavalera que se escuchaba en molesto off por la ventana cerrada, sus ojos miopes no cesan de tropezar con un título de Bukowski en las estanterías: La senda del perdedor.

Lo que no logra sino encanallar un poco más su alma chocha. Así que toma la difícil decisión.

HUYENDO HACIA ADELANTE

Abre la puerta del armario y saca la vieja gabardina. Se pone unos pantalones de pana que todavía conserva porque es incapaz de tirar objetos chochos a la basura y se coloca en los pies unos zapatos con las suelas rotas y encuentra el sombrero panamá al que tintó de marrón en un rapto de locura transitoria.

En la cocina coge el primer trapo blanco que sus dedos encuentran y le derrama de manera caprichosa un frasco de tinta china. Deja que se seque mientras piensa en cosas felices: las trompetas tocando a plata y todo eso. Chocho que está…

Cuando la tinta se ha secado se coloca el trapo alrededor de la cabeza haciendo un nudo por detrás. Antes ha practicado unos cortes donde los ojos para poder ver el resultado cuando se mira frente al espejo. Y así lo hace. Y el reflejo le devuelve una caricatura de Roschard.

Se pone el panamá y se sube la improvisada máscara a la altura de la nariz para poder respirar por la boca y…

…y…

UN PEQUEÑO PASO PARA LA HUMANIDAD…

Sale Viejo Chocho a la puta calle. Piensa al tocar la acera que la sensación debe ser la misma que envolvió a Neil Armstrong cuando pisó por primera vez La Luna (“este es un pequeño paso para el hombre y un enorme salto para la humanidad“) y comienza a caminar como un astronauta en superficie extraña.

A medida que baja se va mezclando con esa masa cuya voz es un solo grito. Apreciando con sorpresa que la incomodidad que intuía se va diluyendo por los rincones oscuros de su mente. Al final, tiene la sensación de que ese planeta extraño y sin trayectoria que es Viejo Chocho termina fusionándose con esos otros planetas extraños y sin trayectoria que son la gente disfrazada que pasa a su alrededor. Incluso tolera con una sonrisa las bromas de colegio mayor que le sueltan algunos. La frase más repetida es algo así como “¿de qué coño vas?”. Aunque uno sabe descifrarlo cuando señala que es Roschard.

Como el personaje más fascinante del tebeo de Alan More va recitando mentalmente su peculiar diario de odio mientras se lo traga la masa. Gracias a la máscara, pasa al lado de conocidos y desconocidos conocidos sin que se den cuenta que es Viejo Chocho. Así que poco a poco se va sintiendo idiotamente feliz.

Dos desconocidas se empeñan en sacarlo a bailar en la plaza de Weyler, pero sabe zafarse para continuar sintiéndome masa. Extraña y bobamente masa hasta no sentir ni pensar en nada. Nada en la cabeza de Viejo Chocho. Viejo Chocho se ha convertido en un muerto viviente igual de feliz y contento que el resto de muertos vivientes que bailan, beben y mean a su alrededor. Muertos vivientes vestidos de inevitables ositos, bailarinas, enfermeras, policías, bomberos, vampiros, diablos, angelitos…

VIEJO CHOCHO SE CONVIERTE EN ZOMBI

Llega un momento en el que se ve haciendo lo mismo. Bailar, beber y mear. Y es tan fascinante y absorbente la experiencia que a partir de ese momento hay un buen pedazo de la noche que permanece en blanco en su memoria. De hecho no sabe cómo diablos llega a su casa.

Esta mañana al despertarse descubrió que de su disfraz apenas quedaba nada.

La gabardina rota.

Los pantalones de pana, un asco.

Y la máscara… lo mejor o quizá lo peor del caso es que de la máscara no hay rastro.

Mientras me dice que le escriba todo esto da por imposible saber qué coño le pasó esas horas que permanecen ahora borradas en sus recuerdos chochos.

Que no, que no hay manera.

Conclusión: Viejo Chocho se nos volvió zombi.

Contestación: ¿Y?

Respuesta: Ni idea porque no se acuerda si fue feliz siendo un zombi.

Claro que, reflexiona ahora, igual ahí radica la siniestra gracia.

- ¿Qué gracia?.- pregunto.

- Que no te enteres de nada.

- De nada.- repite y repite Viejo Chocho.

Saludos, obviamente con el estómago chocho y muy revuelto, desde este lado del ordenador.

El ‘efecto Wyndham’

Sábado, Febrero 13th, 2010

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En mi disco duro de la memoria ocupa un lugar destacado y sin despertar sospechosos recelos, tres grandes novelas de un escritor que se llamó John Wyndham. Y digo que sólo se tratan de tres novelas porque, desgraciadamente, no he tenido aún la oportunidad de hacerme con otros títulos que sé que han sido traducidos al español pero que hoy son prácticamente inencontrables.

Llegué primero a Wyndham gracias a un tebeo que versionaba la que quizá sea su novela más famosa: El día de los trífidos. Más tarde pude adquirir con notable esfuerzo el libro, editado por Minotauro-Edhasa, y por esos inquietantes caprichos del destino descubrí que se trataba de un escritor con gran reputación entre los aficionados a la ciencia ficción. Pero una ciencia ficción donde predominaba, afortunadamente, la ficción por encima de la ciencia.

Más tarde fui uno de los muchos abducidos por el efecto Wyndham al contemplar la asombrosa versión cinematográfica que el cineasta alemán Wolf Rilla dirigó en 1961 con el nombre de El pueblo de los malditos (mi apreciado John Carpenter rodaría años después un remake de esta misma cinta con resultados demoledoramente inferiores).

El pueblo de los malditos es una sencilla e inquietante historia fantástica que te va metiendo el miedo en el cuerpo partiendo de una situación aparentemente extravagante: Los habitantes de una apacible villa inglesa se ven sumidos, durante varias horas, en un inexplicable letargo, del que despiertan sin secuelas. Aunque pronto se descubre que todas las mujeres del pueblo en edad de concebir han quedado embarazadas…

Por cuestión de suerte y casi como si el fantasma de Wyndham guiara mis pasos, a medida que fueron pasando los años pude hacerme con otras novelas de este fabuloso e injustamente poco conocido escritor en España: Las crisálidas (Ediciones Guadarrama, 1976) y Chocky ( Ediciones Feymar, 1978). Esta última gran novela (la que terminó por convencerme que Wyndham además de un excelente escritor de género fue un excelente escritor más allá de los géneros) ha sido recientemente reeditada por Minotauro-Planeta en su colección Clásicos aprovechando el tirón comercial que ha supuesto que Steven Spielberg haya adquirido los derechos de esta historia.

¿Qué es Chocky? Chocky es la historia de un niño, Matthew, y su “amigo invisible”, Chocky. Un “amigo invisible” que hace que el joven sea un precoz genio de las matemáticas y el dibujo… Sólo que…

Lo más atractivo de lo que podríamos denominar efecto Wyndham es que la irrupción de la anomalía o lo extraño invade lentamente comunidades humanas normales. Así, el miedo, como si de una enfermedad se tratara, va contagiando el relato y a sus protagonistas hasta desembocar en situaciones extremas.

Y Wyndham es un maestro en inocularte el veneno de la paranoia en el cuerpo. Un veneno que, reitero, va penetrando sin que apenas lo percibas a medida que avanzas en sus historias. Pero resulta tan efectivo que cuando ya estás contagiado comprendes que todo cuanto hay a tu alrededor puede ser visto de otra manera.

Por eso, con la esperanza de que la reciente edición de Chocky descubra a Wyndham a nuevos lectores, imploro que se reeditan nuevas obras de este apacible e inquietante escritor como Kraken acecha o Polizonte a Marte, entre otras tantas.

No sé si mis oraciones llegarán a los oídos de los dioses pero por lo que más sea que sea si son escuchadas les garantizo que sí harían muy feliz a quien les escribe.

Saludos, de un ¿caballero? que todavía cree que no ha perdido la gracia del mar, desde este lado del ordenador.

Shangri-La ¿dónde demonios estás?

Viernes, Febrero 12th, 2010

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COMENZAMOS CON UNA NO TAN SENCILLA PREGUNTA…

¿Por qué alguien como el coordinador general de Cultura del Cabildo de Tenerife, Cristóbal de la Rosa, apoya oficialmente el Plan Estratégico del sector cultural de Canarias?

TEATRO GUIMERÁ: CERRADO POR REPARACIONES

La noticia apareció publicada en El Día el pasado martes, 9 de febrero de 2010, y apenas son tres líneas que se pierden en una información cuyo titular va por otros derroteros. Así que enterarme de su existencia confieso que me puso los pocos pelos que me quedan en la cabeza de punta. Pero antes de que me diera otro de esos ataques que, últimamente, me sorprenden en los sitios menos indicados, respiré hondo, expulsé aire por la boca y me recordé por millonésima vez que vivo donde vivo. Y que donde vivo pasan estas cosas. Lo raro, digo, es que no pasaran.

Abramos pues comillas: “Por último, en el Organismo Autónomo de Cultura, en el que se planteó el cierre del teatro Guimerá durante 2010, CC votó a favor, PP y PSC en contra y Ciudadanos (esta vez Ángel Isidro Guimerá) se abstuvo”.

La negrita, claro está, es nuestra.

¿QUO VADIS, FORO CANARIO?

Lo que comenzó como una discreta patada en los reales de Luis Roca –hasta ayer coordinador de Foro Canario, una de las secciones estrellas del Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria y recientemente nombrado por el Ministerio de Cultura como vocal del comité de ayudas a la distribución– está ya provocando tempestades en la isla que tenemos delante de nuestras narices.

El periódico digital Canarias Ahora publica en su Top Secret de hoy, viernes, 12 de enero, nuevos elementos que podríamos añadir al puchero mal guisado que, muchos nos tememos, va  a caracterizar a su todavía por celebrar XI edición.

Por el momento (y a la espera de averiguar quién asumirá las funciones de Roca al frente del Foro Canario) si uno navega por la página web del certamen descubrirá con una inquietante mueca en los labios NADA en cuanto a los títulos seleccionados que optarán este año al sustancioso galardón que concede (o concedía ¿nos tememos?) el Foro.

¿NO MÁS MÚSICA?

Circula un rumor en la calle.

El rumor propaga la amenaza que no habrá más actuaciones en vivo en los locales que salpican La Laguna, esa bellísima ciudad Patrimonio de la Humanidad. No le hago mucho caso a este rumor, no obstante. Y no obstante porque para lo contados conciertos en directo que hoy por hoy hay en los locales de la vieja y señorial laguna esa medida me parece tan absurda, tan absurda que me niego a creer que la aplicara un Ayuntamiento tan poco ¿absurdo? como el de La Laguna.

RESPIRACIÓN CONSPIRACIÓN

Leo una entrevista que la agencia Efe mantiene con el escritor Luis León Barreto.

En la misma el brillante autor de Las espiritistas de Telde afirma sin que se le caigan los anillos que en Canarias hay una conspiración para no esclarecer la corrupción.

Y sigo leyendo, aunque admito que de repente las preguntas y respuestas se desdibujan en mis entendederas y forman parte de una extraña y voluminosa novela con ecos ellrorianos.

Ya saben los que saben: esas novelas pobladas de políticos y policías corruptos, extorsionadores, chantajistas y otros personajillos tomados de las cloacas que son las galerías bajo tierra donde, entiendo, todas estas alimañas dirigen esto que llamamos sociedad. Sea canaria o canalla.

JEROGLÍFICOS CANARIOS

Como hoy tengo la vena curiosa les propongo un juego para que se rompan la cabeza. El juego consiste en que entran en la página de TEA y pinchen los enlaces donde se da ¿información? sobre las exposiciones temporales que acogen sus instalaciones.

He aquí una muestra: “Pero esta exposición es mucho más que la plasmación de narraciones concretas. Estancias, Residencias, Presencias son temas complementarios que relacionan lo individual con lo social, lo privado y lo público, lo propio y lo común, lo visible y lo invisible, lo bello y lo anodino, lo nítido y lo sombrío, lo indescifrable y lo verosímil, lo urbano y lo natural, las ausencias… Unas explican a las otras y las otras no son nada sin las primeras, así que la estrategia de desciframiento es el juego dialéctico. Cabe pensar cuál es el límite de unas con las otras. Cuestiones infinitamente debatidas que continúan sin resolución y que, como en esta exposición, recorren esos márgenes del camino.”

No sé a ustedes pero yo sigo prefiriendo los rompecabezas de don Pedro Ocón de Oro.

VOLVERÉ PERO NO COMPRARÉ…

Me ocurrió el otro día en la librería Agapea.

Entro para curiosear como hago siempre en todas las librerías de la capitá donde ya me conocen como el tío que suele entrar y no compra nada cuando me tropiezo con una novela de Robert Louis Stevenson que no he leído.

¡Yo!

Yo que creía que había leído casi todo lo que hay de Stevenson traducido al español.

Su título: Aventuras y desventuras del Príncipe Otto, y cuenta con un delicioso prólogo del maestro Fernando Savater (Stevenson en Ottokar).

Pero no era de este extraordinario descubrimiento del que quería escribir sino de lo que me ocurrió cuando voy a pagar (en efectivo) el volumen.

Le entrego el billete a la chica que atiende, quien lo desliza bajo la mesa y me mira.

Me mira de manera sospechosa.

Y me siento –paranoia ellroriana– como un delincuente porque sé que está pasando en ese preciso momento el billete por una de esas máquinas que detecta si es más falso que una novela mala del señor Stevenson.

Y sudo.

Y me inquieto.

¡Vaya, que me pongo tontamente nervioso!

Y no porque últimamente me haya dado por poner en circulación billetes falsos sino porque igual, vete a tú a saber, ese puñetero billete es falso de verdad.

Al final resultó que no, así que me llevo el libro pero salgo a la calle con muy mal rollo.

Lo siento por los de Agapea porque volveré pero no compraré…

VIVO EN UNA COLONIA TRISTE Y AZUL…

El pasado miércoles aterrizó en las librerías de toda España la última novela de James Ellroy, Sangre vagabunda.

Pero… ¿qué digo toda España?

…¡No! Porque aún hay una pequeña autonomía de ultramar donde las novedades –como la hora– llega con notable retraso.

La última de Ellroy no estará en nuestras manos (¡con suerte!) hasta la próxima semana.

¡SHANGRI-LA!

Para rematar el día hoy me llama un amigo al que no veo desde hace tropecientos meses no para preguntarme lo de ¿cómo te trata la vida? y lo de tu gente ¿como está? Sino para que le diga el título de “aquella película donde unos tíos llegaban a Shangri-La”.

Así que dolidamente sorprendido no lo recuerdo hasta que se me viene la inspiración y le recomiendo que consulte la filmografía del maestro Frank Capra porque sí que sé que fue él quien dirigió aquella dichosa película.

- ¿El fotógrafo de la Guerra Civil?.- Me responde el garrulo.

- “No, no, criatura, ese es Robert Cappa, yo el que te digo es F-r-a-n-k  C-a-p-r-a. ¡Coño, el director de Qué bello es vivir!

Así escucho como teclea en su ordenador.

Y encuentra a Capra.

Y me va recitando los títulos de su filmografía.

La de Capra.

- Qué bello es vivir; Vive como quieras; Caballero sin espada; Juan Nadie; Arsénico por compasión…

Y le digo que pare.

Que pare porque de repente siento que me está recitando los titulares de mi existencia.

Pero no me hace caso y continua…

…Continua…

…Y continua…

- Horizontes perdidos

Y una luz cegadora, un disparo de nieve…

- ¡¡¡Esa, esa criatura!!! ¡¡¡Esa es la que buscabas de Shangri-La!!!

Shangri-La.

Shangri-La.

¿Dónde demonios estás?

Saludos, a lo hush, hush, hush, desde este lado del ordenador.

En el punto de mira…

Viernes, Febrero 12th, 2010

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EL HOMBRE DEMOLIDO

Mientras espero resignadamente a que llegue a las librerías de las islas la última novela de James Ellroy, Sangre vagabunda, abro el apetito releyendo la primera entrega de su ahora acabada trilogía americana, titulada precisamente América.

Lo primero que me sorprende es que, transcurrido unos meses ya largos sin entregarme a la devoradora y absorbente literatura de este escritor que casi parece que escribe con los puños, es como si me adentrara por primera vez en su visión radicalmente violenta y enloquecida de los Estados Unidos de principio de los años sesenta del pasado siglo. Un universo poblado de personajes con demasiadas fisuras y que hacen equilibrio en la delicada línea roja que separa la cordura de la demencia.

Nacen sentimientos contradictorios mientras paso las páginas como quien se las come sin apenas masticar, maravillado por otra parte al descubrir que apenas conservo en mi memoria momentos de la historia que me hagan abandonar tan necesaria relectura.

Por un lado, reflexiono, amo ese mundo de intrigantes e hijos de la gran puta, pero por otro necesito serenarme de tanta corrupción que Ellroy te vomita con el mismo desparpajo que un borracho pasado de vuelta.

Joder, pienso con ese sin embargo extraño deseo adictivo de continuar sumergirme en su infierno literario, si Sangre vagabunda es el doble de buena que América apaga y vámonos.

LAS ESTRELLAS MI DESTINO

El escritor tinerfeño Víctor Conde ha obtenido con su novela Crónicas del Multiverso el Premio Internacional Minotauro de Literatura Fantástica y de Ciencia Ficción, dotado con 10.000 euros. Se trata, además, de la primera vez que ediciones Minotauro, del Grupo Planeta, premia una novela de género puro, en esta ocasión, ciencia ficción space ópera o ciberpunk, informa la agencia Efe.

Víctor Conde, pseudónimo de Alfredo Moreno Santana (Tenerife, 1973), ya había resultado finalista de los premios Minotauro en dos ocasiones más, en 2004 con la novela Mystes, que fue publicada por la editorial y en la cual aparece por primera vez el universo donde se desarrolla Crónicas del Multiverso, y en 2005 con El teatro secreto.

La obra ganadora aborda la destrucción de un universo llamado La variedad, una isla de soles rodeada de un inmenso vacío cósmico, que se está colapsando mientras las especies que lo habitan buscan una salida.

YA NO HACEN LA VIDA COMO ANTES

El blog literario especializado en poesía Crítica literaria y contracrítica concede el Premio Ausias March 2009 al título póstumo de José María Millares Sall, Cuadernos (2000-2009). Más información en La Opinión de Tenerife.

(*) Los dos primeros titulillos son de sendas obras maestras del escritor Alfred Bester. El tercero, de uno de sus más deliciosos relatos.

Saludos, invocando a los dioses para autoexiliarme en Carnavales, desde este lado del ordenador.