Archive for Septiembre, 2019

La segunda amante del Rey, una novela de Alonso Cueto

Jueves, Septiembre 5th, 2019

Puede que sorprenda la sencillez con la que está escrita La segunda amante del Rey, una novela de Alonso Cueto, pero es una característica de la producción literaria de su autor, un escritor que apuesta por la historia y por dotar a sus personajes de densidad psicológica, hombres y mujeres que se mueven por Lima, la capital de Perú, en la actualidad.

La historia principal de las otras historias secundarias que se cruzan en La segunda amante del rey es la que justifica las acciones de sus protagonistas, incluso los tangenciales, los que resultan heridos por estar cerca del entorno de la víctima y de su asesino, claves que podrían enmarcar el relato en el policial aunque sus objetivos van mucho más allá de los que marcan los límites del género, lo que da oportunidad a Alonso Cueto de destripar más que radiografiar los distintos escalones sociales que forman ese mundo y, al mismo tiempo, reflexionar sobre el amor, la familia, la venganza y las relaciones de poder con un lenguaje colorido y salpicado de expresiones peruanas que no dificultan sino que dan realismo a una historia que habla además del amor y el poder, sobre la traición y la pérdida de la inocencia.

Casi parece, en este sentido, que todos los personajes salvo uno, el principal, el que encarna una esposa celosa de su bienestar y del puesto que ocupa en la sociedad limeña, no sepan que hacer con sus vidas, tampoco hacia donde dirigir un futuro que se presenta siempre incierto y repleto de dudas

Para narrar todo esto, Alonso Cueto recurre a las herramientas de la novela policial para despertar el apetito del lector, aunque como se dijo, sus intenciones van, más allá de la resolución de un crimen que se produce en la segunda mitad del libro, y se vuelca en explicar las circunstancias que provocan el crimen. La tela de araña que se teje para eliminar a una amante del medio. El calculado plan que perpetra una de las protagonistas de la obra para “salvar su matrimonio”. Un “matrimonio” que no descansa en el amor sino en la apariencia.

Una de las protagonistas es culpable desde el principio, una especie de mujer fatal que no tiene intenciones de asesinar físicamente a su contrincante, una joven que trabaja en la oficina de su marido, pero sí de acabar con ella espiritualmente.

Esto hace que sea ella, la mujer calculadora, el personaje más atractivo de la novela, no tanto su contrincante, El resto de personajes, una investigadora privada y su socio, la madre de la chiquilla, el marido, el chófer de la señora, son secundarios, pero ellos también dan sustancia a un libro que una vez toma impulso mantiene velocidad de crucero hasta el final. Un final amargo, que deja algunos interrogantes abiertos y la pregunta de quién se salió de verdad con la suya en esta historia de amor traicionado. En esta historia de venganza que se va de las manos.

El relato se cuenta sin artificios literarios, procura ir en una sola dirección todo el rato, aunque esas direcciones se bifurquen por otras sendas, muchas de ellas callejones sin salida.

En este panorama de amores traicionados, de frustraciones sentimentales, de escapar de una realidad gris o de mantener el estatus en otra realidad igual de gris pero pretenciosa y opulenta, Lima es el escenario en el que se desarrolla el drama que afecta a la vida de todos los que intervienen en ella.

La ciudad suele aparecer en las novelas del escritor como una geografía histórica más que sentimental. A través de estos libros, Alonso Cueto ha ido contando la compleja realidad de la sociedad peruana, poniendo casi siempre cuidadosa atención en sus personajes femeninos, la mayoría de ellos con más protagonismo que los masculinos. Lo hace así en La hora azul, en una Lima sumergida en el caos por el enfrentamiento entre el grupo terrorista Sendero Luminoso y las fuerzas de seguridad del Estado y en la triste pero también divertida El susurro de la mujer ballena.

Sigue esta misma línea, personajes femeninos fuertes frente a otros aparentemente débiles, y una ciudad, Lima, repleta de rincones especiales, para contar esta historia que cuenta con recursos para enganchar la atención del lector no solo por la forma aparentemente sencilla con las que está escrita, casi parece que uno puede imitarlo aunque Cueto sea inimitable, sino porque el autor se preocupa por entretener y que se reflexione sobre los actos que hacen sus personajes, actos censurables la mayoría de ellos.

La segunda amante del Rey
se lee de una sentada, algo poco habitual en los tiempos que corren, y sitúa al lector en un territorio incómodo que obliga a recapacitar sobre estos tiempos en los que vivimos.

NOTA: Alonso Cueto es uno de los escritores invitados del II Festival Hispanoamericano de Escritores que se celebra del 10 al 14 de septiembre en Los Llanos de Aridane, La Palma.

Saludos, las estrellas, desde este lado del ordenador

El finlandés errante, una novela de Carmen del Puerto

Miércoles, Septiembre 4th, 2019

El finlandés errante propone una atractiva y original reinterpretación de la leyenda de El holandés errante, la autora de esta novela basada en hechos reales, Carmen del Puerto, ofrece sin embargo una mirada más cercana y realista a la que ha forjado el mito, luego no se trata de la historia de un hombre que navega por los sietes mares en busca de un amor perdido que vuelva a anclarlo en tierra, a fijar residencia en los dominios terrestres del planeta sino la de un hombre, un finés, Jan Salakari, que se encuentra en Tenerife por motivos de trabajo durante los años cincuenta, y geografía volcánica donde conoce a quien será su mujer, Lula Acosta, una joven de Alcalá, población que se encuentra al sur de la isla.

Diseñador de joyas y periodista, la historia de amor entre Salakari y Acosta le fue propuesta a la autora de este libro por el hijo que ambos tuvieron en común. A partir del reto, la escritora comenzó a investigar no ya solo sobre la vida de los dos protagonistas del relato, sino las sociedades de las que ambos procedían.

El hombre procede de un lugar bastante alejado del archipiélago, una tierra de casi noche eterna en invierno y que soporta bajísimas temperaturas. La novela intenta establecer cuál fue la conexión, la chispa que unió a Salakari con su joven esposa que apenas tenía nada que ver con él, y que se crió a la orilla del mar en una tierra donde casi siempre luce el sol pero bastante pobre durante los años en los que se cuenta cómo germinó la atracción sentimental entre los dos.

Lo más interesante de este libro es observar cómo dos personas de culturas tan diferentes se unen por obra y gracia del amor. El amor sirve de eficaz traductor aunque ese amor se vaya debilitando y en algunos caso incluso degenerando con el paso de los años. Esto es lo que sucede con esta pareja tan exótica, con estos dos representantes de mundos tan opuestos. Lo que no resulta tarea fácil, en especial cuando se pretende mantener cierto equilibrio y sobre todo hacer justicia para no señalar culpables a quienes hicieron las cosas correctamente y los que no, ya que el libro no tiene ánimo maniqueo aunque en ocasiones la balanza oscila más hacia un lado que al otro.

La lectura de El finlandés errante permite observar cómo se vivía en el sur de la isla en los años cincuenta del pasado siglo y cómo el encuentro con un grupo de fineses en el Alcalá de los años 50 supuso algo así como un terremoto, la visita casi de unos extraterrestres o al menos de un grupo de personas que no pertenecían al mismo mundo que los habitantes de esta zona de la isla de Tenerife.

La paradoja de la novela basada en hechos reales es que ella, la protagonista femenina, la abnegada esposa y amante, resulta un personaje extravagante cuando se va a vivir con su marido a Finlandia, donde la frialdad del país y las costumbres de sus vecinos son tan diferentes a las de su añorado Alcalá, un pueblo que en aquel entonces parecía anclado en el tiempo.

De forma paralela, Carmen del Puerto proporciona una continua información al lector para que se haga una idea del contexto histórico en el que se desarrolla esta historia de amor, así como intenta en todo momento que el lector esté permanentemente informado de lo que fue Finlandia y la Canarias de aquellos años.

Escribe además sobre algunas conexiones –pocas la verdad– que hay establecidas entre España y Finlandia. Una de ellas la encarna el escritor Ángel Ganivet, quien fue cónsul de España en ese país a finales del siglo XIX: mientras brinda pinceladas de la literatura finesa que cuenta con escritores como Mika Waltari, conocido sobre todo por su novela Sinué, el egipcio, y los modos y costumbres que tienen los fineses tan extraños a los modos y costumbres de los nacidos en las islas Canarias, más en la década de los 50 del pasado siglo y en una pequeña localidad donde todo el mundo se conoce como es Alcalá.

Carmen del Puerto explica en la introducción el reto que supuso escribir esta novela y lo difícil que fue seguir el rastro de estos fantasmas porque los fantasmas no dejan huella. Pese a todo, la escritora ha logrado pergeñar una historia atractiva y, lo que es mejor, dotarla de una credibilidad que va mucho más allá del basado en hechos reales.

Deben ser los sentimientos que conjura para redactar esta obra, el profundo respeto que siente hacia sus protagonistas –aunque no les guste algunas de las cosas que hacen– y la obsesión, digámoslo así, por averiguar cómo dos personas radicalmente opuestas encontraron un camino para conocerse. Ésta es una de las claves de un libro que además de atrapar la atención del lector por lo que narra, proporciona valiosa información sobre dos mundos tan diferentes condenados a encontrarse gracias al amor sin descartar, en ningún momento, y aquí radica su grandeza, las luces y las sombras, los éxitos y tragedias que prendieron o empañaron una relación que ahora queda petrificada en el tiempo con la forma de literatura.

Saludos, nos sumergimos, desde este lado del ordenador

Alejandro Varderi: “Escribo sobre gente corriente”

Martes, Septiembre 3rd, 2019

Alejandro Varderi es un narrador y ensayista venezolano que reside desde hace más de treinta años en los Estados Unidos de Norteamérica, donde como profesor imparte clases de Estudios Hispánicos en la City University of New York.

Es autor de una obra narrativa donde da prioridad a la memoria y la palabra, así como de artículos y ensayos en los que trabaja sobre lo kitsch y el cine español e hispanoamericano y su tratamiento en torno a las minorías, la xenofobia y la homofobia, entre otros temas.

Alejandro Varderi visitó Tenerife para presentar su última novela publicada, El mundo después, con la que pone fin a un ciclo, Origen final, integrado por cinco libros en los que repasa la historia de una familia de origen catalán en Venezuela y cuyos protagonistas se mueven en tres ciudades fundamentales para el escritor: Barcelona, Caracas y Nueva York.

– El mundo después es el quinto volumen de una saga familiar venezolana de origen catalán.

“El quinto y último volumen. El mundo después se desarrolla de 2013 a 2016, años que fueron decisivos para Venezuela ya que un año antes se había celebrado la elección que enfrentó en las urnas a Chávez y Capriles y la que inició una cadena de violencia y represión contra las manifestaciones en favor de la libertad a las que se sumaron miles de personas y arrojó un saldo de más de quinientos muertos. Eso por el lado venezolano. En el español, estos son años del auge del independentismo catalán, todo ese proceso que se dio y que aumentó la idea de Cataluña como país independiente y la de confrontación con el Gobierno central. La novela se desarrolla también en Nueva York, ciudad que se describe como un espacio de resistencia y oposición a la presidencia de Donald Trump. Son años los que van de 2013 a 2016 en los que irrumpe con fuerza el populismo, la idea de la independencia y se produce una radical polarización entre la derecha y la izquierda”.

- Y usted que ha estudiado a fondo este fenómeno ¿cómo explica que salga adelante el populismo, con independencia de que sea de derechas como de izquierdas?

“Lo explican factores socioeconómicos como la brecha que se abrió entre la industria pesada y la tecnología que afectó a una gran cantidad de personas que antes trabajaban en la industria pesada y que se caracterizó por el uso extensivo de mano de obra. Esa mano de obra ha ido, paulatinamente, desapareciendo en favor del trabajo especializado en tecnología, un trabajo que exige una gran profesionalización para esa masa de obreros que se siente muy descontenta por la situación y eso ha derivado a que sean un material perfecto para ciertos políticos con ideas extremistas que utilizan un discurso que los atrae y que los pone en contra de los que defienden una sociedad mucho más liberal, abierta y que mira al futuro en temas como la emigración. Africana y asiática sobre todo en Europa, y emigración a la que se observa con miedo, el miedo al otro, sin ser conscientes que están siendo manipulados por esos políticos que no se cansan de repetir que los inmigrantes le van a quitar sus puestos de trabajo. Todo esto ha generado un gran resentimiento, resentimiento que manipulan los políticos y que no pasa solo en España y en Europa, sino también en la Norteamérica de Donald Trump, cuyas bases forman los descontentos, los que han perdido sus puestos de trabajo, factores que son muy importantes para explicar la polarización a la que han llegado las sociedades europeas y estadounidense”.

- ¿Cómo introduce todos estos elementos en estas cinco novelas?

“Entran justamente a través de los personajes, personajes que se ven directamente afectados desde el punto de vista migratorio. Hablo de los hijos y nietos de los emigrantes españoles que se fueron a Venezuela y ahora hacen el viaje a la inversa, a la tierra de sus mayores para empezar de nuevo. En este nuevo escenario se encuentran con actitudes racistas, homofóbicas y de xenofobia. Muchos se han ido a Norteamérica y se han encontrado con el mismo problema. Estos elementos entran en la novela a través de las pequeñas historias de esos inmigrantes y de otros personajes que están vinculados al mundo político militando en uno u otra partido y que defienden los intereses de uno u otro sector, y que describo en esas pequeñas historias que es lo que más me preocupa e interesa de estas novelas. Escribo sobre gente corriente, que hace cualquier labor cotidiana mientras piensa en alguien que ama o indaga en su memoria. Trabajo mucho la memoria, el recuerdo, que es frágil y selectivo, un recurso del que se aprovechan los populismos porque olvidamos a donde nos condujeron esas ideas en el pasado”.

– Y pone punto y final a estos episodios con El mundo después.

“La saga comienza en 1888 con la celebración de la Gran Exposición Universal de Barcelona, cuando en la ciudad se tiran las murallas y se abre, lo que se conoce como Ensanche, y finaliza con El mundo después en 2016 con todos esos elementos que he comentado. Entre medias, están los Juegos Olímpicos de Barcelona, el fracasado golpe de Estado del 23-F, la emigración de españoles a Venezuela, los años del franquismo, tema que me interesa y que desarrollo en los cinco volúmenes y del que escribo también en De aquí y de allá, una novela que ahora estoy escribiendo. En la saga familiar, además de los personajes intervienen tres ciudades en las que me he movido un poco: Barcelona, Caracas y Nueva York. Aparece también Madrid, pero menos”.

- Además de escritor de ficción, escribe también ensayo.

“En estos momentos preparo un libro sobre cine, sobre cine español e hispanoamericano que en cierta manera muestra ese tipo de intolerancia hacia las minorías, los problemas de género, los inmigrantes, la mujer, el negro y el hispano en nuestras sociedades. Todo tiene un hilo conductor en mi trabajo, tanto creativo como ensayístico”.

- En este aspecto, ¿qué cinematografía hispanoamericana destacaría?

“La de Méjico, Chile, Venezuela y Argentina. Estas filmografías cuentan con interesantes películas que abordan estos temas. Citaría, entre otras, Una mujer fantástica, una película chilena de Sebastián Lelio que tiene que ver con el transexualismo, un tema muy novedoso en el cine hispanoamericano. El cine venezolano se ocupa mucho del tema migratorio mientras Méjico trata del choque de culturas entre el indigenismo y una sociedad urbana conservadora”.

- Otra de las líneas de su trabajo es lo kitsch.

“Me parece muy interesante porque el kitsch estuvo asociado durante mucho tiempo a la idea del mal gusto hasta que aparecieron teóricos culturales que han elaborado una teoría que es la que uso y que aumenta la idea de que se trata de una estética que permite que todas las voces que han sido marginadas por el discurso patriarcal, como mujeres, minorías, puedan denunciar problemas de abuso y violencia. Lo kitsch se ha convertido en una palabra con una enorme carga política. Empecé a trabajar en esta idea a partir de un estudio que realicé, entre otros escritores, de Severo Sarduy y Pedro Almodóvar. Se trataba de un estudio sobre el kitsch a partir del cine, de las artes visuales, plásticas y la literatura en España e Hispanoamérica; estudio que he continuado con otros artículos en los que asocio lo kitsch con lo camp, lo artificial, lo cursi, una idea que acuñó Ramón Gómez de la Serna a principios del siglo XX en España. El Museo Metropolitano de Nueva York expone una muestra de estética camp en la moda, el arte, el cine, la escultura, el videoarte y pone de manifiesto que son estéticas que están en la palestra y que actualmente se estudian a nivel académico en los departamentos de estudios culturales de algunas universidades”.

- ¿También lo queer?

“También. Hay departamentos universitarios en el mundo anglosajón que estudian y rescatan estas estéticas como armas de denuncia en las sociedades tradicionales y conservadoras estadounidense, y de las que nos hemos dado cuenta ahora porque estas sociedades son las que respaldan a Trump como presidente. Representan a la gran mayoría, y esa gran mayoría vota republicano”.

-¿Cómo se enfrentan las minorías en un país como Venezuela?

“A través de los artistas, escritores, gente de teatro que recurren a estas herramientas estéticas en sus obras. Y me refiero tanto a los artistas venezolanos de dentro como a los que viven fuera del país, gente que enfoca su trabajo en la represión que existe en Venezuela, la intolerancia, la polarización social y política que domina el país desde los años que lleva de revolución. Estas temáticas resplandecen en la producción del artista venezolano residente en Madrid, Alexander Apóstol, quien ha trabajado mucho este asunto a través de su arte”.

- ¿Qué influencias reconoce usted como escritor?

“Reconozco influencias de autores que fueron considerados menores dentro del boom como Reinaldo Arenas, Severo Sarduy, Manuel Puig, y que me interesaron por el lenguaje, el uso de la cultura popular americana y europea que emplean en sus obras. Me interesa además la literatura de la memoria, esa memoria que cultivan escritores como Henry James, Marcel Proust, Edith Wharton. Son maestros en la experimentación con el lenguaje, como es el caso de Virginia Woolf, James Joyce, Julio Cortázar. Todos ellos han influenciado notablemente en mi literatura.”

- No menciona venezolanos.

“José Balza es muy importante; Elisa Lerne, por su sentido del amor, la agudeza de su obra, su insistencia en la memoria. En cuanto a poetas y por su empleo de lo urbano, Juan Calzadilla, Guillermo Sucre y María Fernanda Palacios, esta última se caracteriza por emplear un lenguaje crítico y al mismo tiempo poético. Y a pesar de tener mis raíces en Cataluña, mi formación fundamentalmente se desarrolló en Venezuela. Terminé el bachillerato e hice la carrera de Economía en Caracas. En ese tiempo formaba parte de talleres literarios con Antonio López Ortega. Los docentes venezolanos fueron siempre personas muy generosas y esa generosidad se mantiene gracias a la lucidez de los intelectuales venezolanos”.

- Antes comentaba que la memoria es uno de los grandes ejes de su literatura, ¿existen otros?

“Las relaciones personales están muy presentes, también los extrañamientos geográficos, los discursos trasatlánticos y la arquitectura desde el modernismo catalán hasta la arquitectura moderna hispanoamericana de los años 50. Me interesa igualmente la cultura popular, el cine, la música romántica, la moda. Y hay otros temas que están ligados a todo ese gran tapiz que voy tejiendo en este proyecto narrativo”.

- Y en este discurso cómo se mezcla España e Hispanoamérica?

“El intercambio siempre es constante entre España e hispanoamérica. Desde la época de los encuentros culturales de la conquista los flujos trasatlánticos han estado presentes en una y otra orilla”.

- ¿Cómo pesa la emigración en su obra?

“Es un tema muy importante. Mis padres siendo catalanes –en mi casa tanto de España como de Venezuela se habla el catalán– hace que observe con cierto extrañamiento el territorio en mi literatura. No obstante, esta desterritorialización hace que me vaya a Norteamérica porque siento que en Venezuela he cumplido una etapa cuando tuve la posibilidad de trabajar en la academia estadounidense, primero en la Universidad de Illinois donde obtuve una maestría y más tarde en Nueva York, una ciudad en la que para alguien como yo que maneja tantas culturas y lenguas distintas, es la ciudad perfecta porque es internacional, un espacio en el que nadie se siente que forma parte de una cultura porque todas las absorbe la ciudad”.

- ¿Hasta que punto los personajes de estas cinco novelas están inspirados en la realidad?

“Están inspirados en mi familia, en familias catalanas aunque hago un trabajo de campo. Mezclo además experiencias inventadas por lo que, objetivamente, estas novelas no son de autoficción pero sí tienen un elemento autobiográfico, que es bastante importante en la saga pero no es autoficción”.

- ¿En estas cinco novela hubo alguna que le costó escribir más que otra?

“Hay en todo caso una progresión de maduración personal porque fue un proyecto que empecé hace veinte años y en todo este tiempo se ha producido un proceso de formación intelectual y una vinculación con el lenguaje y las temáticas. Probablemente el volumen más cercano sea el tercero, Viaje de vuelta, porque trabajé mucho con las emociones, las raíces familiares con las que viví extrañado muchos años. Esta novela tiene que ver con la ciudad de Barcelona desde finales del siglo XIX hasta los Juegos Olímpicos de 1992 y en ella intervienen esa rama de la familia que marchó a Venezuela, tierra en la que pasó gran parte de su vida, y su regreso años después a Cataluña con el peso de que han dejado parte de su vida atrás”.

- Es licenciado en Económicas.

“Me especialicé en lo que se llama gerencia de proyectos culturales. En especial la gerencia editorial pero trabajé otros campos de la economía, pero no me interesaba demasiado”.

- Con todo, ¿cuáles cree que son las claves de un buen gestor cultural?

“Un gestor cultural tiene que tener sensibilidad artística y al mismo tiempo una organización y un conocimiento de lo que es una empresa y cómo gerenciarla”.

- Antes comentaba que estaba trabajando en una nueva novela.

De aquí y de allá. Se trata de una novela en la que presento a tres octogenarias sentadas en un banquito de una plaza de Barcelona. Una de ellas se quedó en Barcelona, otra se marchó a los EE.UU. y la tercera a Venezuela. A partir de su conversación recuperan la memoria de sus respectivas ciudades: Barcelona, Nueva York y Caracas”.

- ¿A qué le da más importancia en su literatura?

“Al lenguaje más que a la anécdota. Me interesa cómo el lenguaje va creando espacios, arquitecturas. Por eso me interesan tanto las narrativas donde el lenguaje es fundamental: Henry James, Marcel Proust, José Balza, Borges… Me interesa trabajar el lenguaje, vengo de esa escuela porque los talleres literarios en los que me formé iban dirigidos a la experimentación”.

- ¿y en qué lengua escribe?

“En español porque es la lengua en la que me formé. Cuando escribo en catalán o en inglés se trata de obras que no son de creación sino ensayos, artículos. En ficción, siempre en castellano, que es donde más cómodo me siento pero esto no significa que incluya fragmentos en mis obras que están escritos en catalán o en inglés. A veces incluso en francés pero el español es la lengua de mis creaciones literarias”.

- Cuándo escribe ficción tiene claro cómo va a terminar?

“No, me dejo llevar por la improvisación porque la novela surge muchas veces por el desarrollo de los personajes, que son los que te guían. Elaboro, eso sí, un contexto histórico, añado carpetas de personajes pero me dejo llevar cuando escribo. De aquí y de allá surgió a partir de una frase”.

- ¿Qué frase?

“¿A qué misa vas tú?”

CINE

La elección de títulos es muy compleja cuando se le propone a Alejandro Varderi que escoja películas que le han marcado si no como persona sí al menos en sus investigaciones. De cine español, cita La ley del deseo, de Pedro Almodóvar ya que fue la primera que vio del cineasta en unos días en “los que yo venía del cine de Buñuel y Berlanga. Me sorprendió en esta película su primera escena, muy novedosa en el cine español”. En cuanto a Buñuel, menciona Los olvidados y el Bienvenido Mr. Marshall de Luis García Berlanga, por lo que representa de rupturista. A Varderi le interesa también el cine de Alex de la Iglesia e Isabel Coixet. De otras cinematografías, la nouvelle vague y el cine del alemán R. W. Fassbinder y en cuanto a hispanoamericanos cita a la
argentina Lucrecia Martel, Arturo Ripstein, Román Chalbaud “por la manera ácida en la que retrata a la sociedad venezolana” y los brasileños Glauber Rocha y Héctor Babenco ,

NOVELAS QUE HAY QUE LEER

Alejandro Varderi lo tiene claro cuando se le pide que escoja algunas novelas que, a su juicio, son de necesaria lectura.
En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust; Rayuela, de Julio Cortázar por su trabajo experimental y el juego lúdico que propone con la palabra, dice; Orlando, de Virginia Woolf al plantear el cambio de género y los cuentos de Jorge Luis Borges, que considera fundamentales más allá de la densidad de capas y su erudición.

Destaca, por último, la obra de la escritora Ana Rossetti, una narradora que “me interesa mucho por su sentido del humor y el uso que hace de la cultura popular en sus novelas”.

Saludos, terrícolas, desde este lado del ordenador

La última novela de Antonio Lozano

Lunes, Septiembre 2nd, 2019

* La editorial Alfrevés pondrá a la venta en septiembre la última novela del escritor Antonio Lozano, El desifile de los malditos y que protagoiniza José García Gago, el investigador que conoce la isla de Gran Canaria como la palma de su mano y que dio origen a una serie que, desgraciadamente, la repentina muerte del escritor el pasado febrero interrumpió. Las otras dos novelas protagonizadas por Gago son Preludio para una muerte y La sombra del minotauro.

El argumento de El desfile de los malditos es el siguiente: “Nadie está a salvo de perderlo todo. Ildefonso Artiles puede dar fe de ello. De buena familia, felizmente casado, padre de dos hijos, ejemplar profesor de Historia en un colegio privado, el paro lo arrastra al alcohol; el alcohol, a la calle, y la calle, a la desaparición. Metafórica, primero; real, después: su rastro parece haberse borrado de las aceras de Las Palmas, que se habían convertido en su hogar. ¿Dónde está Ildefonso? El detective José García Gago recibe el encargo de encontrarlo. Sus hermanos, tras años de ignorarlo, lo buscan. Por una herencia, dicen. Pero García Gago sospecha que hay algo más, algo mucho más turbio que lo lleva a viajar de la ciudad canaria a Madrid y a Barcelona tras el rastro de Ildefonso”.

* El novelista Fernando Aramburu, autor de Patria, participará en varios actos del Festival Hispanoamericano de Escritores. Firmará ejemplares en la Plaza de España de Los Llanos de Aridane, conversará con la novelista y académica de la lengua Carme Riera, con el novelista mexicano Gonzalo Celorio, con el novelista argentino Marcelo Luján, con la ganadora del Premio Planeta Rosa Beltrán y con el recientemente ganador del Premio Bienal Vargas Llosa a la mejor novela hispanoamericana de los últimos dos años, el venezolano Rodrigo Blanco Calderón, sobre los “últimos derroteros” de la literatura desde una “perspectiva personal”. Pero el día jueves, 12 de septiembre, Fernando Aramburu tendrá una ocasión que hasta ahora no se había producido: hablar sobre Felix Francisco Casanova en La Palma, donde nació. Fernando Aramburu y el poeta y actual crítico de El Cultural de El Mundo, Francisco Javier Irazoki, descubrieron la obra de Félix Francisco Casanova muy pronto, en los años 70 del siglo pasado, cuando ambos aún vivían en San Sebastián y realizaban todo tipo de proyectos literarios vanguardistas. En la actualidad , ambos se han preocupado en reivindicar al poeta canario, temas de los que hablarán en un acto moderado por el novelista Santiago Gil,y en el que también intervendrán el escritor Domingo-Luis Hernández, la directora de la Cátedra Benito Pérez Galdós, Yolanda Arencibia, el poeta Antonio Jiménez Paz y Emilio González Déniz, novelista.

Saludos, bien está lo que bien acaba, desde este lado del ordenador