Archive for Octubre, 2022

Tablón de anuncios

Miércoles, Octubre 5th, 2022

* Felicitamos a Javier Hernández Vázquez por obtener con Akasha el II Premio Villiers de l’Isle Adam de Novela Fantástica que convoca M.A.R. Editor, y al que se presentaron en esta edición 237 trabajos, procedentes de 32 países. Akasha es una novela de ciencia ficción con elementos de novela negra y criminal y se desarrolla en un tiempo donde “el bien más valioso es el alma de las personas”, se lee en una nota informativa.

* Las fortalezas secretas de los silenciados, la resistencia de los aborígenes canarios es un libro en el que colaboran varios expertos como Daniel García Pulido y Felipe Jorge Pais, entre otros, que incluye además una novela que firma Cirilo Leal. Edita Herques.

* Anoten en agenda que este sábado, 8 de octubre, se presenta en el espacio Desván Blanco el poemario Viaje hacia los signos (Ediciones Vitrubio, 2022), de Víctor Ruiz, El acto comenzará a las 19 horas.

* Ediciones Aguere/Idea presenta Pieles sensibles, un libro de relatos de María Candelaria Pérez Galván, autora de la novela Felisa en su mudanza, que publicó en 2019 con la misma editorial.

* Marcelino Marichal, una de las voces más potentes de lo que podríamos denominar literatura underground hecha aquí, es el autor de Balada sin poesía, que edita Aguere/Idea. Se trata de una colección de poemas que prologa Jesús Castellano y libro que recupera a un escritor de esos que “sienten lo que escriben”.

* La editorial Verbum presenta La culpa transparente, una nueva novela de Gerardo Pérez Sánchez. El libro se presentará probablemente en noviembre en el Casino de Tenerife si los elementos no se conjuran.

* Escrito por Marcos Cova, Límites (Ediciones Aguere/Idea, 2022) reúne cuentos que se desarrollan en distintos momentos históricos de Tenerife.

* La palabra mágica es un libro de Pedro Mari Sánchez y Ana Martín-Coello que pretende ser “un método para adquirir elocuencia y aprender a contar y a contarte”. Edita Gaveta Ediciones.

Saludos, y eso es todo de momento, desde este lado del ordenador

 

La isla negra

Martes, Octubre 4th, 2022

Desde hace ya unos años el género negro y criminal está viviendo en España unos momentos muy dulces. La adaptabilidad de esta corriente a distintas literaturas ofrece además un interesante retrato de las sociedades que viven en un mundo no tan globalizado como algunos pensaban por lo que, hoy por hoy, el género continúa siendo una referencia para tomar el pulso social en una u otra parte del planeta.

Hay así novelas que retratan las opacidades de la Europa del norte, países que no resultan tan avanzados como se creía en el sur, sobre todo tras disolverse el estado del bienestar; la novela policiaca mediterránea, que tuvo en Manuel Vázquez Montalbán uno de sus más grandes representantes y que todavía influye entre los narradores que viven a orillas del Mare Nostrum sin olvidar las literaturas criminales que se escriben en el continente africano y asiático, en Oceanía y, cómo no, los Estados Unidos de Norteamérica y la América del Sur, donde los cuentos y novelas adscritos al género se utilizan en muchas ocasiones para criticar los movimientos que los gobiernos de los distintos países de la zona administran en contra de sus ciudadanos.

Si México, Colombia y Brasil, también la Argentina se han convertido en faros donde observar los caminos en los que se bifurcan las novelas negras en Latinoamérica, resulta curioso y muy atractivo estudiar este fenómeno en Cuba, la pequeña nación del Caribe que convive, contra viento y marea, con el gigante del norte. El éxito que ha alcanzado, entre otros, las novelas de Leonardo Padura protagonizadas por Mario Conde, policía, policía retirado y vendedor de libros usados por las calles de La Habana, una ciudad, La Habana, que se desmorona con los días que pasan, logró que el género negro se consolidase en una isla que vive todavía bajo un régimen vertical, férreamente controlado por el poder, por lo que el éxito de esta literatura se explica porque los autores/as que se han especializado en él lo usan para denunciar las contradicciones de un sistema cuyas consignas han terminado por envejecer.

Por esto y muchas cosas más, es una excelente noticia la publicación de Regreso a la isla en negro. Nuevos cuentos de crimen y enigma, una antología de treinta relatos escritos por treinta escritores cubanos que dan una idea del excelente estado de salud que disfruta el género en la mayor de Las Antillas. Estos cuentos sirven también para hacerse una idea de las constantes que alimenta el policíaco cubano y el valor de las denuncias, muchas de ellas políticas, sobre el “socialismo” cubano. Un “socialismo” que llega a muy pocos.

El libro incluye a un pequeño grupo de narradores que se han hecho un nombre fuera de su país, comenzando por Leonardo Padura. Tras Padura se pueden leer en esta antología relatos de otros escritores que han trascendido las fronteras cubanas como Pedro Juan Gutiérrez, que no termino de verlo como un escritor negro y sí como un narrador de extremado realismo; Amir Valle, que vive en la actualidad en Alemania y que firma unos de los cuentos más provocadores del libro, Fidel, Raúl y la libertad de Cuba y Lorenzo Lunar, un escritor que con sus novelas ha puesto en el mapa a la ciudad de Santa Clara, aquella que liberó Ernesto Che Guevara a finales de los años 50 del pasado siglo XX.

La antología cuenta también con otros cuentos escritos por autores/as que todavía desconozco. Alguno de ellos ya veteranos en las lides literarias policiales y otros no tanto, al ser extremadamente jóvenes. En esta hornada, destacaría a Milho Montenegro, Yamilet García Zamora y Elizabeth Lunar aunque en general el tono del libro no desciende a medida que se van leyendo los relatos.

La antología la asume Rafael Grillo, quien escribe un prólogo clarificador sobre la historia y la evolución del género negro en Cuba. Un género, apunta, que despega a raíz sobre todo del éxito literario de Padura.

Por estos cuentos desfilan toda clase de intepretaciones de lo policíaco y consta como material exótico y de morbo con cuentos de ambiente carcelario como actuaciones, en ocasiones poco o nada eficaces, de la Policía Nacional Revolucionaria, aunque la PNR sea el filón que alimenta la novelística de Vladimir Hernández, quien ha construido todo un universo literario en torno a una comisaría de La Habana, escenario en el que se mueven agentes eficaces en el cumplimiento de su deber y delincuentes que abarcan una rica gama de personajes.

Otra de las características que determina este volumen, segunda entrega de otro que, lamentablemente desconozco, es que cada cuento incluye una hermosa y oscura (no iba a ser menos) ilustración que firma Ángel Mario Garnica García. Al final del volumen, de 389 páginas, se ofrece una detallada pero también escueta biografía de todos los escritores que participan en esta antología. Una antología que publica poco relato original, por no decir ninguno, y sí publicados en blogs y revistas. Entre otros, el de Leonardo Padura, Una cuestión de familia, que se pudo leer en las páginas del suplemento UVE de El Mundo, en 2015, mientras que el relato que firma Pedro Juan Gutiérrez, El mundo es muy peligroso, formó parte del libro Carne de perro.

Los cuentos que se incluyen en este volumen son irreprochables, tanto técnica como narrativamente, lo que realza la calidad de una escritura que por ser tan diferente da una idea de la variedad de estilos y propuestas que tiene la novela policial en un país que va más allá de sus paradisíacas playas, el ron, los cigarros habanos y, por supuesto, su revolución traicionada

Saludos, acere,,, qué volá, desde este lado del ordenador

Penguin Random House publica en bolsillo el último libro del tinerfeño Ramón Alemán, Un idioma sin manchas

Lunes, Octubre 3rd, 2022

Ramón Alemán propone un viaje de cien capítulos en Un idioma sin manchas, libro que publica en bolsillo y bajo el sello Penguin Random House y en el que busca “un español correcto, pero siempre con la certeza de que, en lo que a la lengua se refiere, la corrección es a veces un lugar impreciso o difícil de hallar”, se informa en la contraportada de la obra.

La ortografía, la gramática y el léxico “de nuestro idioma, que es propiedad de quinientos millones de personas”, son los asuntos que se tratan en este libro, en el que “la duda, la tolerancia, el sentido común y el humor son las herramientas que nos permitirán descubrir misterios, caprichos y hasta incongruencias de la lengua española”. Para ello, Ramón Alemán no se aleja “ni un milímetro del rigor que la materia exige –siempre con la ayuda de los que él denomina «guardianes de la lengua», como Manuel Seco, José Martínez de Sousa y la Real Academia Española–, pero sus puntos de vista los expone en un lenguaje sencillo y cercano”.

Ramón Alemán (Tenerife, 1966) es corrector de textos, asesor lingüístico y creador de la marca Lavadora de textos, que desde 2010 tiene una destacada presencia en las redes sociales.

Saludos, y nosotros que nos alegramos un montón, desde este lado del ordenador

Groucho y Graham… Amén

Domingo, Octubre 2nd, 2022

SRA. TEASDALE (Margaret Dumond): Espero que siga los pasos de mi marido.

RUFUS T. FIREFLY (Groucho Marx): ¿Qué les parece? No llevo aquí ni cinco minutos y ya se me está insinuando. ¿Dónde está?

SRA. TEASDALE
: Está muerto. Yo misma estuve con él hasta el último momento.

RUFUS T. FIREFLY: Ahora sé por qué pasó a mejor vida.

SRA. TEASDALE: Lo abracé y lo besé.

RUFUS T. FIREFLY: Entiendo. Fue asesinado. ¿Quiere casarse conmigo? ¿Le dejó algún dinero? Conteste primero a la segunda pregunta.

SRA: TEASDALE: Me dejó toda su fortuna.

RUFUS T. FIREFLY: ¿Es cierto? ¿No ve lo que quiero decirle? ¡La quiero!

Sopa de Ganso (Leo McCarey, 1933)

Creo que todos los que lo conocimos nos hicimos marxistas. Pero no marxista del tipo obseso y de melena canosa que agita entre las manos El manifiesto comunista sino marxista de los hermanos Marx, y en concreto de los tres que hicieron carrera en el cine con permiso de Zeppo. Me refiero a Harpo, Chico y Groucho, nacido como Julius Henry Marx (Nueva York, 2 de octubre de 1890-Los Ángeles, 19 de agosto de 1977) y una ametralladora verbal que escupía palabras como balas sobre todo a mujeres ricachonas a las que le quería sacar los cuartos. Groucho, en este sentido, no sería el mismo sin Margaret Dumond, que fue quien hizo de multimillonaria en todas aquellas películas donde este estrafalario anarquista intentaba metérsela en el bolsillo.

Groucho, que quizá sea el más celebrado de los hermanos por su viperina verborrea, no podría ser Goucho y menos un Marx sin Chico y algo menos Harpo, con este último parece que los torrentosos y absurdos discursos de Groucho se daban contra el muro de silencio de Harpo. Eran dos clases de humor diferentes.

La palabrería quedaba desarmada ante la voz gangosa del humorista. Si no aparecía Chico por ahí, mala cosa para la Voz, la voz de Groucho Marx. Y es con Chico con quien hace muchas de las escenas de comedia que han pasado a la historia del humor surreal de los Marx como “la parte contratante de la primera parte…” de Una noche en la ópera, a los listines telefónicos que Chico intenta venderle a Groucho, el hombre del puro y mostacho pintado, en Un día de las carreras, entre otros filmes que han hecho historia dentro y fuera del cine porque sin los tres hermanos el cine no sería el mismo.

El crítico norteamericano Andrew Sarris decía que los Marx irrumpieron como locos en un mundo de cuerdos y que si hoy sus películas y su humor siguen resultando tan actuales se debe a que continúan solo que como cuerdos en un mundo que se ha vuelto demasiado loco.

Me da un no sé qué de entusiasmo que Groucho naciera el mismo día que Graham Greene, que un escritor al que admiro demasiado como admiro demasiado a los tres hermanos. Es decir, que no destacó a Groucho de los otros dos porque para mi los tres son una unidad. Y como unidad, indivisible.

Otra cosa es la literatura que dejaron detrás. Literatura en la que fue más pródigo (cómo pródigo fue con las palabras en las películas) Groucho.

Durante un tiempo y para que te tomaran en serio era necesario que hubieras leído Las memorias de un amante sarnoso antes que El manifiesto comunista de su tocayo de apellido Carlos Marx. Hay otros libros que firmó el amigo Groucho y en todos ellos late el humor corrosivo de un tipo que vio el mundo como hay que verlo: un disparate.

En cuanto a sus películas, y por si acaso no las han visto todas, yo les diría que no se pierdan las dos que considero mejores en la filmografía de los Marx: Sopa de ganso y Una noche en la ópera. En estas dos se condensa todo el universo de gags y chistes que caracteriza a estos tres ángeles que vinieron al mundo para hacernos más felices y de paso más inteligentes porque el cine de los Marx, ahí donde lo ven, tan disparatado y surreal tiene un pozo político que entusiasmaría al mismísimo Buenaventura Durruti.

He aquí el discurso marxista que le dedica a un grupo de profesores en Plumas de caballo:

“Le recomiendo al cuerpo docente, que parce muy ansioso de hacerse con mi puro, que se quede sentado, porque no lo pienso tirar. Miembros del cuerpo docente, docentes del cuerpo, estudiantes de la facultad, las facultades del estudiante… Ya he quedado bien con todos, ¿verdad? Señores, creía que la comida había quedado sosa, hasta que oí el discurso del decano, y eso me recuerda una anécdota tan subida de tono que me avergüenza hasta mi. Al ver vuestros rostros expectantes, queridos alumnos, comprendo por qué Huxley se encuentra en este estado deplorable. En mi antigua facultad las cosas eran un tanto diferentes: el que estaba en un estado deplorable era yo. Todo iba de mal en peor, pero entre todos arrimamos el hombro y en poco tiempo logré llegar a mi habitual estado deplorable una vez más”.

Así que ¡¡¡viva el marxismo!!!

“El pánico es algo momentáneo. El miedo es otra cosa. Uno se acostumbra a él, y en definitiva resulta terriblemente aburrido.”

(El otro y su dolble, Marie-Francoise Allain. Traducción: Basilio Losada, editorial Caralt, 1982)

Uno de los escritores que más ha influenciado en mi vida tiene nombre y apellidos británicos, Graham Greene (Berkhamsted, Hertfordshire, 2 de octubre de 1904-Vevey, Suiza, 3 de abril de 1991), al que algunos han intentado encasillar como autor de novelas de espionaje, que las tiene, pero que sería también reducir su trayectoria como literato.

Detrás deja, por fortuna para su legión de seguidores, más de una veintena de novelas, cuentos y ensayos. También varias autobiografías y libros de entrevistas, uno de ellos, El otro y su doble, en el que mantiene una larga y apasionante conversación con Marie-Francoise Allain en la que suelta, entre otras perlas cultivadas, reflexiones como: “La fatalidad ha querido que yo sea escritor, y escribo sobre la ausencia de raíces. Este es mi tema, en cierto modo”.

La primera novela que leí de Graham Greene fue Nuestro hombre en La Habana, que algunos consideran una obra menor (yo tampoco). Después vino El americano impasible y tras devorar (sí, la literatura de Greene se devora no se lee) otros títulos, algunos irregulares, me encontré con Los comediantes y dos novelas, El revés de la trama y El factor humano (esta sí que es de espías) que considero entre lo mejor de un hombre que cuando tuvo edad rechazó de plano todo lo que pudiera ser inglés (salvo el whiskie, que más que inglés es escocés) recorriendo a veces con una mano delante y otra atrás ese ancho mundo que está repleto de vida y otras culturas. Miradas que Graham Greene supo traducir en sus historias a través de una poblada e interesantísima galería de personajes.

Me gusta contar una anécdota del escritor entre un puñado inmenso de anécdotas, y es aquella en la que él mismo confiesa su inquietante afición por la ruleta rusa. ¿Por qué?, la frase que encabeza estas líneas quizá explique su especial querencia por un juego del que, afortunadamente, salió vencedor las veces que lo jugó. Y jugó, según cuenta, jugó bastante y siempre en solitario.

La mayoría de la gente que no conoce la obra de Graham Greene sí que conoce algunas de las películas que adaptaron sus novelas. Carol Reed se encargó de dirigir dos de las mejores, El tercer hombre y Nuesrto hombre en La Habana, que se rodó en la capital cubana pocos meses antes de que entraran los barbudos al mando de Fidel Castro… Fue un escritor cubano, por cierto, quien me recomendó que leyera Una pistola en venta, y así lo hice. Desde ese entonces le estoy muy agradecido a Eliseo Alberto no solo por aquella entrevista que me concedió en los jardines del hotel Mencey sino por recomendarme un libro de Greene que no había leído hasta ese momento. Luego vino El fin del romance, que a mi me parece otra de las grandes novelas del escritor y Cónsul honorario, entre otras.

Sobre España escribió dos libros deliciosos y profundamente españoles según un extranjero que nunca lo fue: Viajes con mi tía y Monseñor Quijote

Escribió además en un pequeño libro de viaje a Liberia, su paso por Santa Cruz de Tenerife, donde atraca el barco que lo lleva a ese país y aprovecha para pasear por aquella ciudad portuaria que ya entonces miraba hacia otro lado que no fuera el mar.

En este paseo por las calles y plazas chicharreras llama catedral a la iglesia de La Concepción y se mete en un cine (alguien dijo que se trataba del Numancia) para ver (imagino que doblada) una versión cinematográfica de una de sus primeras novelas, Orient Express, que a mi me gustó mucho. El libro, me refiero.

“En el cine de Tenerife estaban poniendo una película que era una adaptación de una de mis novelas. Había sido una experiencia instructiva y bastante dolorosa verla. La dirección era incompetente, la fotografía mediocre, la trama sentimental”.

El caso es que podría pasarme la vida entera hablando y hablando sobre la obra de un escritor que para quienes lo conocieron destacaba por su profunda mirada triste, muy triste, de ojos azules.

Me atrevería a decir incluso que su obra mejoró notablemente cuando se convirtió al catolicismo (lo mismo hicieron otros ilustres compatriotas como Chesterton y Alec Guiness), lo que le hizo escribir sobre el sentimiento de la culpa. De cómo la culpa puede conducir al abismo a los cobardes pero también de cómo la culpa y la necesidad de librarse de ella puede redimirnos…

Lo que convierte a sus libros en obras sin edad es la capacidad de un escritor para contar lo que llevamos dentro pero que ocultamos a los demás. Igualmente, es uno de los escritores más diestros para hacernos entender lo pusilánime que es el hombre, y que de héroes que se arrepintieron esta lleno el mundo.

Ya en vida aparecieron imitadores por todos los lados pero ninguno le llega, como es natural, ni a la suela de los zapatos. He llegado a sentir algo parecido recientemente al leer la obra de Lawrence Osborne, otro inglés descastado, otro tipo que se fue de un país al que odiaba sin ningún tipo de cordialidad para vivir en otro sitio que no le recordará las miserias de un imperio desmoronado. Quizá sea que sus libros están escritos por la mano experta de un aventurero, de un trotamundos como lo fue Graham Greene. Un escritor de los grandes. De los más grandes si tengo que recordártelo no una ni dos sino mil veces.

Siempre le digo a los que me conocen que si quieren conocerme un poquito mejor, lo mejor que pueden hacer es leer un libro de Graham Greene. Mi espíritu, con todo su poder y con toda su gloria, se encuentra ahí, camuflado entre palabras que solo un tipo que conoce la condición humana supo traducirnos al resto de los mortales.

Así que amén.

Amén por Greene, Graham

y amén por Marx, Groucho.

Saludos, conmovido y emocionado, desde este lado del ordenador

El V Festival Hispanoamericano de Escritores estará dedicado a las literaturas de Centroamérica

Sábado, Octubre 1st, 2022

El Festival Hispanoamericano de Escritores volcará la mayoría de sus contenidos de la próxima edición en los países que forman centroamérica (no sabemos todavía si se incluye Belice, país de habla inglesa) tras un “hermanamiento” con Centroamérica Cuenta.

La directora de Centroamérica Cuenta, Claudia Neira, explicó que el festival que dirige, con sus casi diez años de recorrido, acercará las voces más representativas de Latinoamérica a La Palma, algo que ya han hecho en otras localizaciones como San José de Costa Rica, Ciudad de Guatemala o Madrid desde que se convirtió en un evento itinerante a raíz de la crisis política en Nicaragua.

Neira dijo que se sentía “feliz y sumamente honrada” por acercar la región invitada a la quinta edición del Festival Hispanoamericano de Escritores, y ha anunció una lista tentativa de escritores participantes en 2023, entre los que se encontraban Sergio Ramírez -presidente del festival centroamericano-, Gioconda Belli, Horacio Castellanos Moya, Carol Zardetto, Rodrigo Rey Rosa, Eduardo Halfon, Michelle Recinos, Rodrigo Fuentes, Miguel Huezo Mixco, Luis Lezama, o Isabel Pardo, entre otros.