Oh, Fimucité, oh…
Miércoles, Agosto 5th, 2009Cada día tengo más claro que en esta tierra (¡ay mi Canarias, cómo me duele en el alma!) tomamos en serio a los iluminados y sus cosas cuando ya no están entre nosotros. Consciente de que tras el tradicional ejercicio de machacar al idiota o los idiotas de turno para que tiren la toalla con el kafquiano objetivo de provocar ese encendido en el alma canalla (ups, perdón, canaria que quería decir) de qué bien lo hicieron porque ya no están entre nosotros, valoro pese a sus limitaciones todas aquellas iniciativas que con la paciencia de negociar con unas administraciones tan cegatas como las nuestras son capaces (pese a los pedruscos en el camino) de salir adelante. Siempre adelante.
Viene todo esto a cuento porque me parece (in)creíble que un festival como Fimucité siga siendo una realidad en la isla y en el archipiélago. Y que pese a sus fallas, que las tiene como es lógico en un encuentro que apenas tiene tres años de vida, haya traído a Tenerife a compositores de música de cine con todas sus letras y brinde la oportunidad a que la pibada interesada de la isla y los que nos visitan disfruten de su música en riguroso directo.
Huelga decir que soy un firme partidario de Fimucité, pese a que no haya asistido a ninguna de sus ediciones por una razón u otra. Lo que sí tengo claro es que el Festival (de serie B en cuanto a presupuesto se refiere) esté dando a conocer el nombre de la isla y de las islas en esos mundos de dios como atestiguan comentarios en revista y webs especialiazadas como Variety o soundtrack.net, así como el seguimiento que tanto la prensa local como la nacional han hecho este año de su tercera edición. Edición cuyo recorte presupuestario no ha hecho apenas mella en su aplastante convocatoria de público.
Y eso es bueno. Sí, señor.
Dejando al margen otras cuestiones que espero francamente se limen en futuras ediciones, como la de no mirar a nuestro contienente que es Europa por mucho que otros digan lo contrario, Fimucité ha sido capaz este año de movilizar a unos 4.000 aficionados a sus conciertos y actividades paralelas; un dato que obliga a ponernos a pensar sobre el futuro de un un encuentro que anuncia que en 2010 estará dedicado a John Williams y Steven Spielberg aprovechando la conmemoración del 35 aniversario de Tiburón. Williams, lamentablemente, no viajará a Tenerife para protagonizar el homenaje que el equipo del Festival pretende realizarle porque, al parecer, odia eso de viajar en avión, pero sí es más que probable que esté en la isla el compositor argentino Gustavo Santaolalla (Brokeback Mountain y Babel) entre otros compositores de bandas sonoras, aunque los puristas me corrijan diciendo que se trata de música de cine.
Fimucité es un festival digamos que casi pionero en España, lo que ha hecho que su nombre se haya ido acomodando internacionalmente. Lo que sin vendas en los ojos es, reitero, bueno. Bueno para el Festival y bueno para la isla y por extensión las islas. Da a conocer, además, proyectos sonoros como la Tenerife Films Orchestra, que este año reunió en los diferentes escenarios donde dio conciertos (el Auditorio, el Leal, el TEA) a más 70 músicos y 40 miembros de coro que hicieron posible el milagro de imaginar que interpretar lo sueños también es posible desde Canarias.
Por ello, y con independencia de divismos ombliguistas, continuo sosteniendo que es uno de esos festivales que sí enriquecen la vida cultural en esta nuestra marchita tierra precisamente porque mira más allá de las fronteras que nos imponen la condición de ser islas en el globo.
No sé ustedes, pero desde aquí le damos un voto de confianza mientras ojeo el libro (se trata del único Festival de Música de Cine que tiene su propia línea editorial) que se ha editado con motivo de esta tercera edición dedicado a la serie Alien que somos todos, y del que espero informarles cuando tenga el momento de consultarlo con la paciencia que (me imagino) se merece.
Saludos, con música de fanfarria de fondo, desde este lado de ordenador.