Un poquito de todo
Lunes, Junio 30th, 2008* Por razones laborales no he podido asistir a ninguna de la audiciones ni mesas redondas de FIMUCITÉ, pero me aseguran voces cercanas al Festival que, pese a la Eurocopa, la segunda edición ha sido un éxito. Ahora sólo falta, añado con cierta humildad, a que las administraciones canarias sigan apostando por un Festival que sin la feroz competencia futbolera otro gallo les hubiera cantado. Pese a todo, los organizadores están satisfechos y parece ser que cuentan con el voto de confianza del Cabildo de Tenerife, institución que debe seguir apostando por esta experiencia sonora que ha reunido en estas siete islas perdidas en el Atlántico a algunos de los representantes más granados de las bandas sonoras para cine del universo mundo.
* Escribo esto, hoy lunes y en plena resaca triunfal, y confieso que aún tengo los ojos rojos y gualdas. Pienso, además, que la bandera ha dejado de ser un símbolo de la ultraderecha rancia y casposa para convertirse en lo que siempre tuvo que ser, un símbolo de todos los habitantes de este en ocasiones tan tonto país que es España.
* Me llama un conocido y me recrimina que escriba y piense que Jorge Gorostiza ha sido el mejor director de la Filmoteca Canaria. Sirvan estas líneas para reafirmarme en lo que pienso y escribo. Añado, no obstante, como añadí en su momento, que esta afirmación mía no desmerece el trabajo de los anteriores directores ni de la actual responsable, María Calimano, quien hace verdaderos esfuerzos malabares para que la Filmoteca continúe siendo lo que es: Filmoteca. En este sentido, y al César lo que es del César, María es responsable de que sus archivos se hayan incrementado con verdaderas rarezas, material audiovisual de nuestras islas que nos ayudarán a mirar el pasado sin miedos ni iras.
* Leo con auténtica pasión la última novela de James Bond que firma Sebastian Faulk y al que han dado todas su bendiciones los herederos del escritor. La novela se titula La esencia del mal, y está publicada en castellano por Seix Barral. Si conoces al agente 007 no sólo por sus películas sino tambiçén por sus novelas, las firmadas por Ian Flemming, de quien se cumplió en mayo el centenario de su nacimiento, el nuevo título de Faulk es absolutamente recomendable. El escritor ha logrado mimetizar el estilo de Fleming, y recupera al agente secreto literario con todos sus defectos y virtudes. En una novela Bond (como en las películas, por otra parte) lo de menos es el argumento y sí la descripción de ambientes y sus estrafalarios personajes.
* Veo por enésima vez En bandeja de plata, del maestro Billy Wilder. Una comedia deliciosa pero muy bestia protagonizada por dos de los mejores actores norteamericanos de todos los tiempos: Jack Lemmon y Walter Matthau. Los dos se salen, aunque Matthau como el abogado sin escrúpulos y encima cuñado (en la ficción) de Lemmon, hace una de esas interpretaciones que no olvidas. Completo la sesión doble con Primera plana, del mismo director y con la misma pareja de actores. Y qué quieren que les diga… la sigo prefiriendo a Luna nueva, de mi también admirado Howard Hawks. No sé, el cinismo demoledor de Wilder hacia las personas que se dedican al oficio de informar apenas ha perdido actualidad. Y lo de Matthau (mi admiradísimo Matthau) dando clases de ética periodística en la Universidad es un chiste que hace temblar mis huesos. Chapeau!.
* Atención a las dos nuevas novedades de teatro de Baile del Sol: Némesis, de Alfred Nobel e Ianua Caelio, de Fernando Palazuelos. La editorial presentará el año próximo un libro de poesía de Palazuelos, autor que publica habitualmente en la editorial Lengua de trapo.