Archive for Marzo, 2016

Atención, atención

Jueves, Marzo 31st, 2016

* El Cabildo de Gran Canaria celebra un encuentro con Llanos Campos Martínez, autora de El tesoro de Barracuda, aventura de piratas con el que hace dos años obtuvo el Premio Barco de Vapor y cuya segunda parte, Barracuda en el fin de mundo, ve ahora la luz e inicia una serie en esta editorial dedicada a la literatura infantil y juvenil. La actividad, que se enmarca en el Club de Lectura Leer en familia de la Biblioteca Insular, está prevista este jueves, 31 de marzo, a las 18 horas, en la Casa-Museo Pérez Galdós, en la calle Cano de la capital grancanaria.

* Ana Griott participa el viernes 1 de abril en la XI Muestra del Libro Infantil y Juvenil, en el Centro de Arte La Recova, en Santa Cruz de Tenerife, donde leerá cuentos escogidos por niños senegaleses. Griott ha publicado el libro El dragón que se comió el sol (Editorial Malas Compañías), en el que recoge leyendas y tradiciones de Senegal que escogieron los niños de la zona de la Baja Casamance, región en la que la escritora ha colaborado en la creación de su biblioteca.

* La Biblioteca Municipal Central-TEA acogerá este viernes, 1 de abril y a las 19 horas, en la presentación del libro El cazador de la inocencia, una obra de María Candelaria Pérez Galván que ha sido publicada por Idea Ediciones y en el que una comunidad de conejos, junto a otros animales, campa a sus anchas en su particular paraíso terrenal, un prado cercado por una inexpugnable zarzamora cuando una feroz sequía, primero, y un feroz incendio, después, arrasan en su totalidad el paraje.

Saludos, en un lugar solitario, desde este lado del ordenador.

“La idea de la novela nos llegó casi por inspiración divina”

Lunes, Marzo 28th, 2016

Una entrevista con Víctor Conde (Santa Cruz de Tenerife, 1973), seudónimo del escritor Alfredo Moreno Santana, y José Antonio Cotrina (Vitoria, España, 8 de julio de 1972).

- ¿Cómo se escribe una novela a cuatro manos?, ¿cómo se reprime, o no, la lucha de egos que suele desatarse entre escritores?

JOSÉ ANTONIO COTRINA: Hay que tener el esqueleto de la historia muy claro en la cabeza, para luego poder enfrentarse a él por separado.  Lo fundamental es coordinarse. Y creo que Víctor y yo lo hemos hecho muy bien. No ha habido tampoco ni conflictos ni roces.  Teníamos muy claro cuál era la parte que le tocaba a cada uno y la hemos sacado adelante sin problemas.

VÍCTOR CONDE: Sí que ha habido choque de egos… ¡por la envidia que le tenía a las fantásticas ideas que se le iban ocurriendo a Jose! (risas) No, es serio, todo ha ido como la seda, sin conflictos ni malos rollos. Ha sido fantástico, y yo creo que eso se refleja en la novela.

- ¿Y fraguan la idea que da origen a la novela?

JOSÉ ANTONIO COTRINA: Fue en Madrid, durante una Feria del Libro. Coincidimos y nos pusimos en plan tormenta de ideas exagerada. Ya habíamos intentando colaborar en una ocasión, pero la cosa no había terminado de fructificar y queríamos evitar que eso volviera a suceder. Salimos de Madrid con el esquema básico de la novela y con muchas ganas de ponernos a trabajar en ella.

VÍCTOR CONDE: De hecho, en aquellas horas muertas en la caseta de firmas obtuvimos algo muy importante, y es la línea argumental general del libro, cosa muy difícil de conseguir a priori. Saber de qué va una historia y sobre todo hacia dónde se dirige, cuál será su evolución lógica y su sorpresa final, es algo que normalmente llega tras mucho sudor y lágrimas. Pero aquella vez fue como una epifanía, nos llegó casi por inspiración divina.

- ¿Y cómo se dividieron el trabajo?

JOSÉ ANTONIO COTRINA: Hay dos líneas de acción que transcurren paralelas a lo largo de la obra. Una de ellas transcurre en Londres, a finales del siglo XIX, esa es la parte que escogió Víctor. Yo me quedé con la otra línea de acción, la que transcurre en Colapso, un mundo al borde del Apocalipsis en el que se derrumban cientos de realidades. Por supuesto ambas tramas se terminan entrecruzando.

VÍCTOR CONDE: Para que la historia pudiese ser contada necesitaba dos puntos de vista totalmente diferentes que confluyen al final en un todo, en una percepción gestáltica de la narración. Yo me encargué de una, quizá la más pausada y filosófica de las dos, mientras que Cotrina se ocupó de la más aventurera. Y quedó genial.

- ¿Qué situaciones y personaje asumió cada uno y por qué?

JOSÉ ANTONIO COTRINA: Víctor se quedó con Londres y con los aperimantes, con Logan y Riddly. Yo me quedé con Colapso y Rebeca, una saltadora de realidades. Me encanta idear escenarios fantásticos y con Rebeca y sus viajes tuve una posibilidad inmejorable para hacerlo. Ha sido un disfrute diseñar Amalgama, el mundo insecto, la ciudad muerta y el resto de lugares extraños que visita mi protagonista.

VÍCTOR CONDE: …Y a mí me encanta divagar sobre los mundos imposibles, los que desafían la cordura humana y llevan los fundamentos de la realidad al límite. Las escenas de la Madre Máquina y de la búsqueda del Hysmon, la última puerta, son paradigmáticas en este sentido.

- ¿Se convertirá en una serie Las puertas del infinito?

JOSÉ ANTONIO COTRINA: No sé Víctor, pero yo nunca he tenido en mente la posibilidad de continuar el libro. Para mí no necesita segunda parte.

VÍCTOR CONDE: Para mí tampoco, es una historia perfectamente autoconclusiva que contó lo que tenía que contar. Aunque quién sabe…

- Leo por ahí que en esta novela planea la influencia de escritores anglosajones como C.S. Lewis, entre otros. ¿Es correcto?

JOSÉ ANTONIO COTRINA: Quizá en Víctor. Creo que las influencias más claras que se pueden encontrar en esta novela en mi parte son Clive Barker y Tim Powers, dos de mis autores fetiche.

VÍCTOR CONDE: En mi caso Lewis tampoco es una referencia, ni ninguno de los Inklings. ¡Ni siquiera Williams o Tolkien! No, las fuentes de inspiración de este libro hay que ir a buscarlas más bien a los cómics de la revista francesa Metal Hurlant.

- Coinciden en aficiones y gustos por el género, pero ¿qué literatura, y literatura fantástica gusta a Víctor Conde y José Antonio Cotrina?

JOSÉ ANTONIO COTRINA: Yo soy un amante de la fantasía oscura, de los géneros híbridos. Es lo que más disfruto leyendo y lo que más me gusta escribir.

VÍCTOR CONDE: Yo personalmente me he criado en la ciencia ficción, en la fantasía para adultos y en la fantasía épica a lo Tolkien.

- Una de las claves de Las puertas del infinito es la aperimancia… ¿Qué es la aperimancia?, ¿continuarán explotando este recurso en próximas novelas que escriban juntos o por separado?

JOSÉ ANTONIO COTRINA: La aperimancia es uno de los aportes de Víctor a la novela. No sé si él volverá a utilizarla en alguna otra historia, yo por mi parte no me veo recurriendo a ella en el futuro. Tengo otras historias en mente. Y otras magias.

VÍCTOR CONDE: Digamos que es un concepto que se inventó para esta novela y este mundo. Otras novelas requerirán sus propios neologismos, y sus propios mundos.

- ¿Y qué fue lo mejor, y lo peor, de escribir esta novela?

JOSÉ ANTONIO COTRINA: Lo mejor todo el proceso. Lo peor… No creo que esa sea la palabra… digamos que lo más duro fue dar con el epílogo final, la pieza clave que termina de cuadrar la novela. Tuvimos que darle un par de vueltas hasta encontrar el giro adecuado.

VÍCTOR CONDE: ¡Y el título! Estuvimos haciendo brainstorming durante meses, con la editorial también involucrada, para poder dar con el título perfecto. Fue agotador.

- No obstante, imagino que para escribir una novela a cuatro manos hay que saber ceder… aunque no sé si ceder es la palabra adecuada.

JOSÉ ANTONIO COTRINA: Lo que hay que saber es colaborar. Hay que tener muy claro que el resultado final, si el trabajo está bien hecho, no va a ser una novela que se pueda identificar claramente como una obra de José Antonio Cotrina o de Víctor Conde, sino algo completamente diferente. Algo que ninguno de los dos podríamos haber escrito por separado.

VÍCTOR CONDE: En otras ocasiones en las que he intentado aliarme con otros escritores para redactar algo conjunto no ha salido bien, ya fuera por choque de puntos de vista, o por incompatibilidad de estilos, etc. Pero con José Antonio la cosa ha sido más bien un “vaya, tenemos procesos mentales similares, tú y yo. Y afinidades creativas comunes”. Eso hizo que todo fuera un enriquecerse mutuamente en lugar de un irse peleando a cada página.

- Leo también por ahí que es una novela steampunk. ¿Steampunk?

JOSÉ ANTONIO COTRINA: Tienes unos toques, sobre todo en la parte de Víctor. Aunque yo creo que esta novela trasciende de etiquetas, es un vuelo fantástico a lo más profundo de nuestra imaginación conjunta.

VÍCTOR CONDE: No, yo no diría que esto es steampunk. Es más bien Metal Hurlant.

Saludos, en una galaxia muy, muy lejana…, desde este lado del ordenador.

‘Ecos’ del tinerfeño Víctor Conde, finalista al premio Celsius a la mejor novela de ciencia ficción y fantasía

Domingo, Marzo 27th, 2016

* Ecos (Sportula) del escritor Víctor Conde, pseudónimo tras el que se encuentra Alfredo Moreno Santana (Santa Cruz de Tenerife, 1973 ) ha resultado finalista junto a Croatoan, de José Carlos Somoza (Stella Maris); y Nos mienten, de Eduardo Vaquerizo (Fantascy) al premio a la mejor novela de ciencia ficción y fantasía.

Ecos es la última incursión del escritor tinerfeño en la space opera peor no entra dentro de la cronología de su Metaverso ya que se desarrolla en un universo distinto. En la historia se mezcla aventura con teorías sobre la transmisión holística del lenguaje y el autor presta mucho cuidado al desarrollo de personajes desde que son niños hasta su edad madura.

El nombre del ganador se hará público en  la vigésimo novena Semana Negra de Gijón, que tendrá lugar del 8 al 17 de julio en los terrenos del antiguo astillero Naval Gijón, el mismo lugar en el que se han realizado las cuatro ediciones anteriores. Además de las presentaciones de libros, exposiciones, conferencias y debates, se entregarán como ya es tradicional los premios que identifican y reconocen a los mejores autores de género del año pasado.

Y estos son los finalistas en sus diversas categorías:

Premio Dashiel Hammett a la mejor novela de género negro publicada en el 2015:

Gatas salvajes, de Julián Ibáñez (Cuadernos del Laberinto); A tumba abierta, de Raúl Argemí (Navona); Subsuelo, de Marcelo Luján (Salto de Página); La conspiración de los mediocres, de Ernesto Mallo (Siruela) y Parecido a un asesinato, de Juan Bolea (Martínez Roca).

Premio Memorial Silverio Cañada a la mejor primera novela de género negro:

Hambre a borbotones, de Alber Vázquez (Expediciones Polares); Dolores o la inutilidad de todo, de Ignacio Borel (Emergencia Narrativa); Ángulo muerto, de Jordi Juan (Edaf) y La vida te matará, de Rafa Calatayud (Alrevés).

Premio Rodolfo Walsh a la mejor obra de no ficción de género negro:

La conexión Bogotá de Nahuel Gallotta (Ediciones del Empedrado); Todos naúfragos, de Ramón Lobo (Ediciones B) y Mañana cuando me maten, de Carlos Fonseca (La Esfera de los Libros).

Premio Espartaco a la mejor novela histórica:

La ruidosa marcha de los mudos, de Juan Álvarez (Seix Barral); Los jugadores, de Carlos Fortea (Nocturna); y Balbo, de León Arsenal (La Esfera de los Libros).

* El escritor Alberto Vázquez Figueroa avanza en una entrevista que hoy, domingo 27 de marzo, publica Diario de Avisos que su próxima novela lleva el título de La barbarie, una obra, reconoce su autor, que se trata de un alegato periodístico “tras los atentados de París, que coinciden con los de Bruselas.”

Saludos, viento, sol, azul firmamento, desde este lado del ordenador.

Caramba con el culebrón

Jueves, Marzo 24th, 2016

No sé si la intención fue la de aclarar lo que mismamente ayer comentábamos en este blog pero tras leer lo que, supuestamente, dice, desde este lado del ordenador continuamos igual –o más– confusos que ayer.

Parece que el director insular de Cultura, Educación y Unidades Artísticas del Cabildo de Tenerife, José Luis Rivero, anuncia ahora que, acorde a la ley vigente, TEA Tenerife Espacio de las Artes tendrá director artístico.

Al menos, explica en una entrevista, dice que está trabajando para poner en marcha la convocatoria pública, aunque se trata de un proceso complejo que puede llevar más tiempo y aquí, en lo de tiempo es donde encontramos el chiste, o la gracia entiendo que involuntaria que Rivero le lanza al periodista al añadir que le gustaría que este concurso público estuviera a finales de año pero (y ahora vendrían las risas en off, las clásicas carcajadas enlatadas) “no es una cuestión de querer o no querer sino de burocracia y de papeleo administrativo” (1).

Luego pienso, porque aún existo, que José Luis Rivero –por decir algo– revela con la boca pequeña que tiene esperanza de que TEA Tenerife Espacio de las Artes recupere la figura de director artístico aunque no sabe cuándo… ese cuándo que puede ser a finales de año, o en 2017, o 2024 o 2030 si no bajan los dioses y ponen remedio al caos ya fuera de control que domina la existencia de ese contenedor cultural y en las islas en las que buenamente hago que vivo.

Sí se busca, y con carácter inmediato, nuevo gerente para TEA, labor que en la actualidad desarrolla Ignacio Faura, quien según explica Rivero, cuenta con la plaza de director técnico (de mantenimiento desde 2010) aunque lleva asumiendo la gerencia de TEA desde 2013 “sin contar con esta plaza.”

Sí, todo muy confuso por no decir otra cosa.

(*) La imagen que ilustra este post está tomada de rinconcanario.com.

Saludos, caramba con el culebrón, desde este lado del ordenador.

Las dos caras de la falsa moneda

Miércoles, Marzo 23rd, 2016

TEA, ¿DÓNDE VAS, TRISTE DE TI?

Es inevitable ahogarse con lo que se lee. Por ejemplo, una entrevista con el director insular de Cultura, José Luis Rivero, a propósito de la remodelación “de la pirámide organizativa del área” que gestiona. Tras repasarla, la verdad es que no sé si reír o llorar aunque apuesto por reír porque como decía Boris Vian es la mejor manera de tomarse las cosas en serio…

Dice Rivero que TEA Tenerife Espacio de las Artes busca gerente, y que este gerente se elegirá tras riguroso concurso público. Si está interesado, tiene de plazo hasta el 2 de abril. Así que ya sabe, busque las bases, rellene los impresos que hagan falta y preséntese a un cargo que, aseguramos desde esta atalaya todavía independiente, miraremos con lupa una vez conozcamos el nombre del afortunado/a.

En lo que casi se parece a una comedia española de los cincuenta, también se busca gerente para el Patronato Insular de Música pero no se estudia –y así lo dice José Luis Rivero como quien se corta esos molestos pelillos que asoman por la nariz– designar a un director artístico para TEA, responsabilidad que desde que se obligó a Javier González de Durana a tirar la toalla –si bucean en El Escobillón sabrán de que va la historia los neófitos y refrescarán la memoria los iniciados– asumen desde ese entonces, cinco años ya, un triunvirato: Yolanda Peralta (conservadora de exposiciones temporales), Isidro Hernández (conservador de la colección) y Antonio Vela de la Torre (Centro de Fotografía).

¿Resultados? TEA Tenerife Espacio de las Artes ha ido perdiendo desde 2011 pedigrí en cuánto a exposiciones, charlas, debates, muestras, ciclos y exhibiciones en su actividad como contenedor cultura en favor de una biblioteca que no cierra y en la que estudiantes y usuarios comparten mesas y el mismo aroma que emanan de los libros…

Y no hablemos, aunque ya hablaremos, de cómo se nutre la colección permanente. Pero sí que preguntamos ¿por qué no se ha encontrado aún hueco para presentar en sus instalaciones un libro tan completo como Los surrealistas en Tenerife de la profesora Pilar Carreño Corbella?

¿No resulta sospechoso?

POR UN PUÑADO DE EUROS

Hace unos años saltó la noticia de que se pretendía encerrar bajo techo la Feria del Libro en las dos capitales canarias. La alarma fue dada por un espontáneo grupo de personas, grito que al final consiguió que la fiesta con los libros no se desarrollara en cuatro paredes sino al aire libre, su espacio –pensamos– natural, más en unas islas que disfrutan y además venden su seguro de sol.

Sin embargo, leemos las protestas de la presidenta de la Asociación de Empresarios del Comercio del Libro y Papelería de Canarias (Aprolite), Remedios Sosa, y no la entendemos. O sí que la entendemos aunque no nos guste el mensaje.

¿Qué denuncia Remedios Sosa?

Pues el desinterés del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife por la celebración de la XXVIII Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife, entre el 26 al 30 de mayo.

Solicitan que el Consistorio asuma los costes de instalación eléctrica de la Feria en el Parque García Sanabria, y que tramite los permisos y requisitos municipales necesarios porque el año pasado le costó a Aprolite desembolsar unos 6.700 euros del ala…

Al parecer, el alcalde José Manuel Bermúdez no ha dado respuesta aún a esta petición, lo que anima a la presidenta de la Asociación a amenazar con plantearse el cambio de municipio, siendo La Laguna la alternativa más plausible.

En fin…

Remedios Sosa continúa echando sapos por la boca y colando de paso algunas tonterías como decir que lo único que hace el Ayuntamiento es no cobrar por el uso del suelo aunque “en otros municipios es el ayuntamiento el que pone las casetas y hasta la programación y los libreros solo sus puestos”.

Sí, han leído bien. Con el fin de ahorrar unas perras, la presidente de Aprolite deja caer que agradecería al Ayuntamiento que la Asociación prescindiera de organizar la programación de la Feria del Libro, lo leen bien, del Libro de Santa Cruz de Tenerife…

¡Ay, mi cabeza!

Lo que me hace pensar, porque todavía existo, que el mundo, efectivamente, está al revés. Al menos en estas siete islas diseminadas en el océano Atlántico. Paradisíacos islotes que viven en apariencia felices por su plácida ignorancia.

Saludos, desde la isla mínima, desde este lado del ordenador.

Cuando Dalton Trumbo empuñó su fusil

Martes, Marzo 22nd, 2016

El estreno de una película sobre Dalton Trumbo y el protagonismo que tuvo durante la tristemente célebre caza de brujas, y que interpreta el actor Bryan Cranston (Walter White en la estupenda serie Breaking Bad) ha animado a la gente de Navona a publicar en español la biografía que el periodista y escritor Bruce Cook logró presentar al público en 1977, y libro en el que además de seguir paso a paso la vida del escritor y guionista, recoge testimonios del mismo Trumbo, quien falleció en 1976, así como de cineastas, actores, productores y guionistas que lo conocieron, muchos de ellos víctimas también de la lista negra, de los famosos diez de Hollywood como fueron, entre otros, Ring Lardner Jr. y Alvah Bessie.

No se trata, sin embargo, esta biografía de un libro recomendable solo a cinéfilos de viejo cuño sino también de los lectores que disfrutan leyendo sobre la vida de los demás, esos demás que han hecho algo (y Dalton Trumbo hizo mucho, dedicó gran parte de su existencia a que él y el resto de compañeros de la lista a negra ocupase un espacio privilegiado en esa geografía que conocemos como tierra Dignidad), así como a los que les encanta evadirse con el relato de un escritor que se forjó a sí mismo, y la lucha constante por defender su condición de hombre libre que marcó buena parte de su vida porque Trumbo, Dalton Trumbo fue miembro del Partido Comunista Norteamericano y un escritor que dejó detrás un buen puñado de guiones que terminarían convirtiéndose en clásicos del cine (Espartaco, Papillón y Éxodo, también El último atardecer) y una novela cuya adaptación a la gran pantalla la escribió y dirigió él mismo: Johnny cogió su fusil, aunque el traductor de esta biografía, José Luis Piquero, traduce el título como Johnny empuñó su fusil.

Desgraciadamente, y como ocurre con otros libros que publica Navona, da la sensación de que la obra se ha publicado con prisas. Noto ese antipático desequilibrio en una edición que merecía mucho más mimo que el que ha recibido en su acabado final. Una pena, más si tenemos en cuenta que poco se hace para promocionar los valores de un libro que es el relato de un hombre que parece que no conoció el sentido de la palabra desaliento, ya que incluso en la peor etapa de su vida y tras sufrir casi un año de cárcel por negarse a delatar a compañeros, tuvo que trabajar como negro y escribir guiones que firmaban otros a modo de tapadera.

El negocio se vino abajo, aunque también significó la primera grieta que atravesó el muro de paranoia anticomunista que desató el Comité de Actividades Antiamericanas en Hollywood, tras obtener uno de sus libretos, The Brave, el Oscar al mejor Guión Original de ese año, lo que produjo una situación extraña cuando al sonar el nombre del ganador –un tal Robert Rich– nadie salió a recogerlo.

Es verdad que el Dalton Trumbo que presenta Bruce Cook es un hombre que casi parece que transita más allá del bien y del mal, pero no esto no desdibuja el retrato de un escritor que tras hacerse un nombre como guionista, no pierde la razón cuando su propio país le vuelve la espalda al acusarlo de comunista en los años cincuenta, una década en la que ser rojo en Norteamérica era algo así como llevar una letra escarlata grabada en la frente. Y estigma que además de padecer como individuo también sufrió su familia.

La biografía de Cook intenta hacer justicia y describe con cierta distancia periodística el  mal que vivió Trumbo y los suyos, náufragos que habitaron un país –tras un frustrado exilio a Méjico– dominado por la esquizofrenia y enfermo de recelo pero también es la historia de cómo enfrentarte al mundo con constancia y fe en uno mismo.

Se trata, en definitiva, del retrato de un hombre que, y así lo destaca Cook en su libro, actuó con honor. Que fue un hombre justo incluso cuando no que le quedó otro remedio que coger su fusil.

Saludos, en plano americano, desde este lado del ordenador.