Cuenta la leyenda que dejó su carrera como juez de lo penal por las letras pero es una leyenda porque Fernando López se acogió a una jubilación anticipada para dedicarse no solo al oficio de escritor sino también el de organizador del festival Córdoba mata, que este mes de septiembre celebra una nueva edición bajo el lema de Los medios y los miedos
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Creador de Philip Lecoq, el detective de los pobres, Fernando López presentó en Tenerife la última novela sobre tan peculiar como interesante personaje, La ciudad de los desechos, la sexta entrega de una saga que ha ido modelando unas historias que comenzaron con ciertos rasgos paródicos para convertirse en “algo más serio”.
- Acláreme la diferencia entre novela policiaca y novela negra.
“La distinción se hace según quien sea la voz de la novela, quien es el protagonista de la historia. Cuando esa voz investiga, y esa voz puede ser la de un periodista, un ama de casa, un peluquero nosotros decimos entonces que eso es una novela negra. Es raro, al menos en la Argentina, que este papel lo asuma un comisario de la policía pero eso se debe a la dictaduras militares, a pertenecer a un cuerpo represivo que no hay forma todavía de encuadrar en la legalidad”.
- ¿Qué le llevó al género?
“Escribía historias antes de ser juez, si a eso se suma que la primera novela que leí del género me entusiasmó: la trama, el misterio, el suspense, cuando decidí comenzar a escribir este tipo de relatos tenían un sentido político con el que podía contar lo que estaba pasando en Argentina aquellos años. Comencé con una novela sobre la Triple A y una segunda sobre la guerra de Las Malvinas, así que ya estaba instalado dentro del género, género que es el que más me gusta”.
- Si no hubiera sido por Argentina es probable que la entrada del género en los países de habla española se hubiera retrasado varios años. ¿Qué tiene su país para ser de los primeros que vio las posibilidades de la novela negra?
“Que fue no lo sé pero tuvimos novelas negras desde finales del siglo XIX con la que está considerada la primera novela negra en español: La bolsa de huesos de Eduardo Ladislao Holmberg aunque hay antecedentes como El matadero, de Esteban Echeverría, como los cantos populares en los que se contaban historias de por ejemplo una jovencita –y hablamos del siglo XIX– que mata a sus padres porque no quieren que contraiga matrimonio con su novio. Y una vez cometido el asesinato, cocina el corazón para que se lo coma su pareja. El tango cuenta también con muchas letras sobre la pasión enfermiza y los celos. Destaco también la aparición en el siglo XX de la colección El Séptimo Círculo aunque el género se da simultáneamente en Méjico y Cuba, donde aparece en 1926 Fantoches. El género se desarrolló mucho en Argentina en los años cuarenta y cincuenta, gracias sobre todo a El Séptimo Círculo patrocinada por Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares y a una antología, aunque más de enigma, que coordinaba Rodolfo Walsh, a quien le entusiasmaban los relatos que Borges y Casares escribían como Busto Domecq, para Walsh en estos cuentos estaba el origen del género policíaco en Argentina”.
– Usted ha aportado al género un personaje, el detective Philip Lecoq.
“Tengo escritas seis novela sobre este personaje, novelas escritas en clave paródica pero a medida que avanza el personaje, éste se mete en problemas más serios. La última, por ejemplo, La ciudad de los desechos, Lecoq se encuentra con un personaje al que le persigue todo el mundo por ser un supuesto violador serial que en realidad es un indocumentado que tiene doce o trece años, muy mal alimentado y criado en un gallinero que cuando sale a la calle ataca a mujeres en estado fértil para alimentarse pero Philip Lecoq asume el compromiso de proteger a esa criatura que no solo quiere ser atrapada y destruida por el gobierno sino también por las mujeres. Lecoq lo defiende porque se da cuenta que es un pobre chico que necesita alimentarse y se ocupa de salvarlo”.
– Noto cierto ánimo por provocar.
“Sí, bueno, el género en sí ya es provocador y a veces incluso sirve pata criticar seriamente al sistema capitalista que existe en África, Europa, América… En cada una de estas geografías se dedica a narrar cuáles son sus problemas sociales. En el caso argentino, resultado de las dictaduras que han interrumpido el proceso democrático varias veces, lo que deja espacio para que el género tenga cabida porque se ocupa, precisamente, en denunciar estos temas”.
- Es decir, que tendremos novela negra argentina durante mucho tiempo.
“Creo que sí”.
- ¿Y en que momento cree que se encuentra?
“Creo que goza de muy buena salud. Dicen, de hecho, que en la actualidad es el género más leído en Argentina. Entre los autores destacaría a Gabriela Cabezón Cámara, Liliana Escliar, Mariano Quirós y Juan Sasturain. Hay muchos escritores, muchos de ellos mujeres”.
- ¿Qué tipo de temas tratan en sus novelas?
“El femicidio como lacra social, la propiedad del macho sobre la hembra pero también hay otro punto de vista que toma como protagonista a la mujer y es el de la mujer fatal. Es decir, la que no se reconoce como víctima. Es tanto el éxito que se ha producido una serie de televisión basada en un libro donde se abordan casos reales de mujeres asesinas. Por otra parte y es una tendencia que se está dando en los últimos tiempos, comienza a valorarse el trabajo de los comisarios de policía, algunos de los cuales son protagonistas en varias novelas escritas en Argentina”.
- Y cuáles son los temas de los que se ocupa Fernando López en sus novelas?
“En el caso de La ciudad de los desechos vino dado porque trabajé unos años como defensor de menores indigentes y conocí en aquella etapa a mucha gente desposeída con la que tuve la percepción de que tenían los mismos deseos y problemas que las clases medias; las mismas necesidades así que decidí darles voz a través de Philip Lecoq, que se define como el detective de los pobres, por lo que su clientela es la del barrio. Para conocer mejor los ambientes trabé contacto con los miembros de una cooperativa de trabajo formada por ex convictos, Esperanza sin muros, y los entrevisté antes de comenzar la saga de novelas con Lecoq, y muchos de ello aparecen como personajes en estas historias, lo que ha terminado por entusiasmarle a todos ellos bastante”.
- Los protagonistas de la novela negra argentina son entonces…
“Los personajes protagonistas en la novela negra que se escribe en Argentina no suelen ser de momento policías. Uno de los mayores delincuentes de La ciudad de los desechos es el gobernador del Estado, un tipo que tiene insomnio, que no puede dormir, y que sobrevuela en helicóptero de noche la ciudad con un grupo de desarrollistas urbanos para observar las vías de emergencia y estudiar cómo van a desalojar a sus pobladores para montar negocios inmobiliarios. Son los famosos delincuentes de guante blanco, delincuentes muy difíciles de atrapar y perseguir”.
- En septiembre habrá nueva edición de Córdoba mata, ¿cuál es el lema de este año?
“Los medios y los miedos, sobre la manipulación de las noticias en los medios de comunicación, algunos de los cuales han tomado directamente partido por un programa político no solo en Argentina sino en otros países de América donde se han hecho con el poder gobiernos populistas, países en los que la prensa se ha convertido en la vanguardia de la reacción. Me llama la atención que tanto en Francia como en Alemania hayan aparecido leyes que penalizan la mentira en los medios de comunicación ya que con ella pueden desestabilizar gobiernos, lo que sucedió en Argentina con el de Cristina Fernández de Kirchner es un ejemplo. Se ha llegado a una situación tal que un periodista de Clarín llegó a decir públicamente que no le interesaba si la noticia era verdad o no porque ellos estaban haciendo un periodismo de guerra. Creo que eso lo define todo”.
- Mencione autores de novela policiaca argentina cuyos libros se llevaría a una isla desierta.
“Sin dudarlo un minuto Borges y Bioy Casares, también algún relato negro de Julio Cortázar, que los tiene. Rodolfo Walsh, que trabajó el género negro desde la novela de enigma; Juan Sasturain, al que ya mencioné antes, y Gabriela Cabezón y Horacio Convertini entre otros muchos”.
- No ha citado a Osvaldo Soriano.
“Sí, bueno, pero es que hay tantos…”
- ¿Y autores no argentinos que le resulten especialmente atractivos?
“Elmer Mendoza, Bernardo Fernández y escritoras jóvenes como Fernanda Melchor, Iris García Cuevas, las escritoras argentinas que mencioné antes y a la que ahora añado a Alicia Plante; la chilena Gabriela Aguilera Valdivia…”
– Solo mujeres.
“Me gustan como escriben, son mucho más osadas para trabajar el género, lo que me llama mucho mucho la atención. Entre los temas que escriben: el femicidio, aunque también dan una mirada más amplia. Por ejemplo, Alicia Plante trabaja el tema de los desaparecidos en la actualidad, todos los resabios que han quedado de aquello época tan terrible y oscura.
FIRMA FOTO: Yolanda Jorge Martín / Candilejas Producciones
Saludos, hombres y mujeres de bien, desde este lado del ordenador.