Intentando domesticar al ‘mono’ que todos llevamos dentro
Martes, Julio 14th, 2009Al final he dicho basta, aunque cuesta dominar el mono. Y escribo lo de mono porque no quiero comprar más libros por mucho que me pese cuando regrese a las colonias. De hecho, no sé cómo los voy a llevar. Para evitar preocupaciones he optado por darme homenajes gastronómicos en una ciudad que invita a este tipo de tributos. Es verdad que los efectos de esos opíparos almuerzos y cenas ha borrado el excelente cuerpo Danone del que disfrutaba hasta mi llegada a Gijón, pero la verdad es que cuando se come bien… se come bien y punto.
La Semana Negra continúa. Esta noche le han rendido un homenaje muy bonito y naturalmente emocional para la familia Taibo, al padre del director de este encuentro. Se leyeron textos de PIT I, algunos de ellos por amigos como Ana Belén, Víctor Manuel y Joan Manuel Serrat, y hubo muchas risas, nostalgia y hasta un mariachi mejicano que puso la nota refrescante y de color al finalizar el acto. Horas antes, el nieto de Tomás Belarmino presentó un libro sobre este histórico líder minero asturiano y también hubo una buena ración de lágrimas y emociones. Los dos actos estaban llenos a reventar. El presidente del Principado de Asturias estuvo en el acto de Belarminio, un volumen que ha editado la Semana Negra y que se distribuyó gratuitamente entre los asistentes. Se repartieron en total 500 ejemplares. Ya no queda ni uno, aunque yo tengo uno. Antes de repartirlo se pidió al público que como buenos asturianos se pusieran en fila. Que había libros para todos. Y todos se pusieron en fila y hubo libros para todos. Caramba, me dije, no hay quién entienda a esta gente.
La cosa sigue, mañana miércoles llegamos al ecuador del encuentro. Lo que me entristece por un lado porque quedarán menos días para seguir disfrutando de este delicioso delirio lúdico-cultural, aunque por otro soy consciente que mi bolsillo lo agradecerá porque no puedo seguir comprando más libros. Y es que esto de comprar libros es casi una compulsión enfermiza, una enfermedad que no tienen cura. Y en estos tiempos de crisis forazadas…
¡Al diablo!, mañana mismo vuelvo a rebuscar en las casetas de la Feria a la caza y captura de nuevos títulos de interés.
Saludos norteños desde este lado del ordenador.