Archive for Agosto, 2013

Palabra de Yeyo Millet

Sábado, Agosto 3rd, 2013

Eugenio Millet.

No, Yeyo Millet.

Repaso un ejemplar del fanzine Papel pal culo (número 2, 1986) y leo la entrevista que, bajo el título de Con el Yeyo, firman V. Cañero y Jesús López.

Esa es la imagen –un poeta– que conservo de Yeyo Millet después de que se fuera discretamente de este planeta en marzo de 1991. No llegó a los treinta años.

Sonrío con las respuestas de Yeyo.

Y a medida que avanzo en esas páginas editadas a fotocopias, que ya no manchan las yemas de los dedos, retrocedo a la última década del siglo XX y veo a Millet subido encima de un banco de la por aquel entonces Rambla del general (¿o era del generalísimo?)  Franco.

Alza los brazos, se ajusta las gafas, y saca del bolsillo de su pantalón un texto que se pone a leer. Puede ser Mamá, tu séptimo hijo es maricón mientras cae la noche en una ciudad que todavía continúa siendo igual de gris que por aquel entonces.

Me conmuevo leyendo las respuestas de Yeyo.

Y ahí está, encima de uno de los bancos de la Rambla del general (¿generalísimo?)  Franco recitando versos que luego regalaba o dejaba que se los llevara el viento.

Escribo esto porque ayer, cuando alguien me preguntó si conocía a un autor libre, sin cadenas, alguien que escribe porque le sale de dentro y no le viene de fuera no pensé en ese momento en Yeyo.

Esta mañana, rebuscando entre papeles dispersos, me encuentro con el fanzine y leo la entrevista.

Y sé que sí conocí a un autor libre, sin cadenas. Alguien que escribía porque le salió de dentro y no porque le vino de fuera.

Un poeta –yo, que conozco pero que no leo a poetas– que me hizo creer en los poetas.

Esto son solo fragmentos de lo que ya considero una histórica entrevista

1.- ROCK

- Y volviendo al rock, ¿qué te parecen los músicos de rock?

- Uno los conoce a todos, por suerte y por desgracia… Los músicos de rock suelen ser unos narcisos, unos infantiles, unos burgueses. Es curiosos, pero el R&R en el fondo es muy poco revolucionario, cosa que no sé… a mi me gusta mucho el R&R, pero también me gusta la revolución. Pero el R&R es completamente antirrevolucionario o contrarrevolucionario.

- ¿Tú crees?

- Pero a mi me gustan The Smiths, The Cure, The Clash, The Cars…

2.- ESCRIBIR

– ¿Cuándo y por qué coño comenzaste a escribir?

- La literatura en mi está muy relacionada con mi hermano Guillermo Millet, “El príncipe de la poesía canaria”. Le debo mucho a él. Es una historia que comenzó en mí paralela a la suya… Yo soy poeta a caballo de mi hermano. Siempre…, pero ahora tengo una cierta independencia.

- Entonces influyó bastante la familia, los hermanos…

- Somos siete hermanos, todos comunistas.

- Mamá, tu séptimo hijo es maricón.

- No, el séptimo hijo de mi madre es comunista.

- ¿Y ya no eres maricón o qué?

- Sí, ya no soy maricón, ka,ka,ka…

3.- SOY RIMBAUD

- ¿Cómo que no escribes nada? ¿Y lo que últimamente publicas, “refritos” entonces?

- Estoy muy mal en el aspecto literario. En prosa hace mucho tiempo que no hago nada, solo imbecilidades. Me he puesto a escribir, pero no me concentro… Y en poesía escribí mucho, pero me cansé y hace un año que apenas escribo poesía para nada. Hago cancioncillas ligeras, cosas que no esperaba en mí porque yo procedo de la poesía más clásica y escolástica, pero creo que la he olvidado, como Rimbaud… Yo siempre he sido Rimbaud. Y soy Rimbaud.”

4.- VOLVER A ESCRIBIR

– Hace mucho tiempo que no escribo nada. Muchos años. Cuatro años a lo mejor. Lo que he escrito nuevo ha sido muy poco. Más bien reescribo. Me interesa ese término dentro de la escritura: la reescritura. Ya no escribo, soy modelo publicitario, sin embargo me interesa la reescritura…”

5.- ES-CÁN-DA-LO

- ¿Hablamos de la escritura en la isla…?

- En Canarias no hay literatura, apenas hay literatura… Lo que últimamente más me interesa es la prensa diaria, los periodistas canarios…

- Pero tú con la prensa has tenido más bien roces, como aquella historia del Diario de Avisos y Sánchez Robayna.

- Sí, sí, sí… No sé por qué.

- Algo de ti que impresiona es lo amante que eres del escándalo y como luego lo sabes explotar…

- Sí, debe de ser porque estuve haciéndome la calle durante mucho tiempo y eso me ha dado cierta facilidad para exhibirme sin pudor, como nadie se exhibe… Sí, sí… eso me viene de tiempo atrás.

6.- EROTISMO

- Hablemos de la Rambla, que parece convertida en un semillero de burgueses vacíos…

- Ay, yo a los burgueses los veo llenos de erotismo… En Santa Cruz hay una burguesía muy erótica, erotiquísima… Muy Pasolini…

- ¿Ves más eróticos a los burgueses que a los chorizos?

- Sí, sí…

- ¿Y que a los proletarios?

- Sí, sí… Algo que no esperaba en mí, que me ha sorprendido mucho. El jovenzuelo burgués ha desbancado completamente al chorizo tercermundista, al madrileño chulapo… Por completo.

- ¿Y que al jevi de barriada?

- Sí, sí…

- Es que como los burgueses viven mejor se tiene que notar…

- Y son mucho más hermosos, mucho más maravillosos. Los burgueses adolescentes antes que los chunguitos… No me gustan los chunguitos, prefiero Venecia.”

7.- EXILIO SEXUAL

- ¿Hay exilios sexuales? Gente de la isla que vive en Londres, por ejemplo, por la posibilidad de tener una vida más digna y sin tanto rollo con las porteras, con las vecinas y toda esa historia.

- Sí, son exilios del lenguaje, exilios de la comunicación. El exiliado sexual es una persona completamente aislada del mundo, que las hay, que las habemos… Hay mucha gente que no participa de la actividad sexual. ¡Y seres hermosos y jóvenes! Como yo… Un ser completamente maravilloso, riquísimo, honorable y hermoso… ¡Sin embargo…!

8.- SANTA CRUZ, SANTA CRUZ

-¿Qué te parece Santa Cruz?

- Santa Cruz como ciudad es verdaderamente hermosa, de las más hermosas de España, si no la más. De Canarias, la ciudad más maravillosa para vivir es Arrecife.

9.- ARTE

- Y ya que nombras algo de Lanzarote, ¿qué te parece Manrique?

- A mi me parece que es un pintorucho. Siempre lo ha sido. Eso de las tierras y tal. Para mi César Manrique y Pepe Dámaso son dos pintoruchos.

- ¿Y Pedro González?

- Ah, maravilloso… Me interesa muchísimo. Muchísimo más que César Manrique y Pepe Dámaso juntos.

- ¿Y Gonzalo González?

- Sí, maravilloso… Y Millares.

- ¿Y Óscar Domínguez?

- Sí, tuvo una historia muy bonita: un bananero que se fue a París a pintar. Muy bonito.”

(*) La imagen que acompaña estas líneas es la portada de Pasto lascivo y otros poemas. Poesía incompleta 1979-1991. Eugenio Millet Rodríguez (colección Más que el mar, Baile Ediciones, 2002), al cuidado de Coriolano González Montañez.

Saludos, el amor es un tigre disfrazado de mariposa, desde este lado del ordenador.

El envío turco, una novela de Pilar Escalona

Jueves, Agosto 1st, 2013

“Salió a Las Ramblas que estaban absolutamente desiertas. Sin embargo, prefirió evitar la gran avenida y fue callejeando por Tomé Cano. Descendió por la calle de San Sebastián pegado a la pared del estadio y pasó ante la recova sin detenerse hasta que llegó a la Avenida Marítima.

- ¡Si pudiera colarme en algún barco!”

(El envío turco, Pilar Escalona, Ediciones Aguere/Idea)

El envío turco es la primera novela de Pilar Escalona, una escritora que apuesta por el thriller para darse a conocer en la república de las letras que se escriben en y desde Canarias.

Se trata pues esta novela de un relato trepidante y con muchos personajes que se desarrolla principalmente en tres escenarios: Estambul, Río de Janeiro y Santa Cruz de Tenerife, capital de provincias donde termina un volumen que, presumo, solo es el primero de lo que sospecho podrían ser más entregas.

Si partimos de este supuesto, El envío turco funciona como novela de evasión. Su trama no resulta demasiado complicada y como novela está estructurada en capítulos cortos y muy ágiles.

Su lectura tiene algo así de folletín, aunque no explota los recursos del género precisamente por su simplicidad, su huida ante cualquier complicación con la que adornar un relato que a la postre resulta demasiado lineal y al que le sobran algunas de sus más de trescientas páginas.

Con todo, es elogiable el intento de Escalona.

Elogiable porque con la novela solo pretende entretener.

Se trata, además, de un libro bien documentado, ideal para leer en vacaciones, a la orilla de la playa. En el campo, disfrutando del sol sentado en un parque.

Es novela de evasión, y su autora consigue este efecto.

Que parte de la acción se desarrolle en Estambul, probablemente una de las ciudades más fascinantes del planeta, le da también atractivo.

Y el robo de un objeto en el Museo Arqueológico de esa ciudad, una clave que para los aficionados a la literatura del maestro Eric Ambler le recuerde La luz del día, título que inspiraría años más tarde una de las mejores películas de robo de la historia del cine, Topkapi (Jules Dassin, 1964).

Claro que hasta aquí las comparaciones que siempre resultan odiosas, porque las intenciones de Pilar Escalona son otras. La novela, no obstante, tiene ironía. Una ironía que se acentúa en el retrato que ofrece de su personaje protagonista, el capitán de la Guardia Civil Perdoma quien, como Pepe Carvalho, es un amante de la gastronomía y un excelente cocinero.

En el otro lado, Escalona nos presenta a Juscelino, un ladrón de altos vuelos que trabaja para don Fabio, en Brasil. Hay más personajes, pero actúan como secundarios de los protagonistas en los distintos escenarios en los que se desarrolla la historia.

Tras muchas peripecias, El envío turco se desplaza a la capital tinerfeña donde comienza un juego del gato y el ratón. Juego que emprende Perdoma para atrapar a Juscelino.

No voy a revelar el porqué se desplaza el brasileño a Santa Cruz de Tenerife, pero sí que en estos capítulos finales están los que quizá sean los mejores del libro.

Escribo los mejores del libro no tanto por cómo se organiza la captura de Juscelino, sino por la atmósfera que refleja Pilar Escalona de una isla que se ha quedado incomunicada por el paso de un temporal.

Como sucede en este tipo de novelas, esta parte es la más intensa y trepidante. También la que tiene mayor aroma a folletín. Solo que, como apuntaba al principio de este comentario, su final queda digamos que abierto. Un final que sugiere una segunda parte para atar, definitivamente, los cabos sueltos que la autora deja sin resolver en esta primera entrega.

Espero, en este aspecto, que la escritora haya aprendido la lección y no incurra en los errores de esta su primera novela. A mi juicio, se pueden disculpar por ser, precisamente, su primera incursión narrativa, pero ya no será lo mismo con el que presumo podría ser su segundo capítulo.

Con todos sus defectos, reitero que disculpables por ser la primera vez, El envío turco tiene más atractivos que tropiezos. Sabe a libro de viaje.

Y un viaje es lo que necesita quien ahora mismo escribe estas líneas.

Que Pilar Escalona haya conseguido transportarme a territorios que, afortunadamente conozco, me ha resultado así muy reconfortante.

Un libro, pues, recomendable para trasladarse a otras geografías.

Un libro, pues, recomendable para evadirse de la gris realidad en la que vivimos.

Saludos, ya lo saben, desde este lado del ordenador.