Archive for Mayo, 2016

La costa de los ausentes, una novela de Santiago Gil

Martes, Mayo 10th, 2016

Santiago Gil es un escritor que maneja, y con mucha soltura, una serie de constantes que dan solidez, cuerpo, a su obra. La existencia, este paso breve por la vida, es una de ellas y en torno a esta idea se sostiene su última novela hasta la fecha, La costa de los ausentes, un libro en el que tampoco renuncia a otras de las claves de lo que ya podemos denominar como universo literario de Gil como son el desasosiego y el poso de tristeza que deja tras de sí.

La costa de los ausentes está dividida en tres partes, la primera de ellas está narrada de manera casi convencional, cuenta la historia de una mujer que además de intentar encontrar su lugar en el mundo, también quiere enfrentarse a esa amarga realidad que es la existencia. Esa existencia que tiene fin y que en este segmento, extraordinariamente lírico, parece que identifica con un mar revuelto omnipresente como es el que más que acariciar, azota la costa de Famara… aunque hay otros pueblos y ciudades dominantes en una novela más que urbana, reflexiva. Más que de posibles, de imposibles éxodos a territorios en los que se fue feliz, o al menos vivió con sus desgracias la protagonista, una exitosa galerista, Nieves Rivero, y otros personajes de la novela que, sin embargo, se dan de bruces contra la cruda realidad. Esa realidad que ni nos quiere ni nos odia.

Santiago Gil juega con otras claves en la segunda y tercera parte de esta novela. Y si bien a título particular es la que menos nos entusiasma, sí que pone de relieve que estamos ante un escritor más preocupado por las formas y el estilo, que por indagar en el corazón de sus personajes. Una tarea, cabe señalar, que sí explota y con nota en una primera parte en la que vuelca lo mejor que lleva dentro como narrador.

Resulta insólito, al menos en las letras que en la actualidad se escriben a este lado del océano Atlántico, la variedad de registros en las que se mueve el autor de La costa de los ausentes, y la capacidad que tiene en algunas de sus mejores páginas (y esta novela cuenta con algunas de esas mismas páginas) para emocionar y conmover a un lector como quien ahora les escribe. Es decir, que se deja llevar cuando Gil se decanta por su aliento poético o se inclina hacia su narrativa. Una narrativa que va mucho más lejos del sujeto verbo y predicado, ya que a veces la impregna con frases de chispeante viveza y esas reflexiones que también has compartido pero que has sido incapaz de expresarlas con palabras.

En este aspecto, y si lo ubicamos en esa hipotética Generación 21, Santiago Gil es el escritor mejor dotado –en este variopinto y afortunadamente inclasificable grupo– en el empleo de la palabra con método quirúrgico para hurgar en las heridas. Para la protagonista de esta novela, resignadamente dolorosas y que la fuerzan a buscar sosiego para obtener la certeza, dice uno de los personajes de esta novela de espíritus varados, “de que efectivamente estamos viviendo la vida que nos pertenece.”

¿Alguien da más?

Saludos, sale el sol, desde este lado del ordenador.

Fallece el escritor y poeta Juan Pedro Castañeda

Sábado, Mayo 7th, 2016

Una noticia triste para la república de las letras, fallece el escritor y poeta Juan Pedro Castañeda (El Hierro, 1945-Santa Cruz de Tenerife, 2016). Licenciado en Ciencias Químicas, fue doctor en Ciencias y catedrático de Física y Química de Enseñanzas Medias, así como presidente del Ateneo de La Laguna, director de la colección Liminar, colaborador de la revista de arte y literatura La Página y presidente de la Asociación Cultural Cabrera y Galdós.

En su producción literaria destaca, entre otros libros de poemas, Poemas horrorosos (1975), ohrrohrrr (Premio de Poesía Julio Tovar, 1976), Pósters (1985), ohrrohrrr (poesía 1975-1985) (1990), Un manojo de arcilla (1991), Polen (1993), Reconstrucción (2000) y Asombros de la materia (2011), así como las novela: La despedida (1977 y 2001), Muerte de animales (1982 y 1993), En el reducto (Premio de Novela Benito Pérez Armas, 1984, 1986 y 2006), Movimiento y reposo (1995), Territorio del padre (2006), Público y privado I. El amigo de Galdós (2008) y Público y privado II. Y sin embargo… (2008) y Un lejano espejismo (2015).

Fue además autor de varios relatos infantil-juveniles como El mar de la calma (1996) y Pelolindo (2003 y 2004).

Saludos, buen viaje, desde este lado del ordenador.

Avisados están

Viernes, Mayo 6th, 2016

* Este viernes 6 de mayo los Ejemplares Únicos de RealismoPuntoCero tendrán su hueco en el encuentro de autoedición PLIEGUE III que se va a celebrar en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna de 10 a 20 horas. Este encuentro o feria de edición independiente consistirá en una reunión de editores, librerías y artistas nacionales e internacionales, cuyas publicaciones experimentales o artísticas exploren nuevas formatos en la edición. En la feria el público podrá asistir a un ciclo de charlas, participar en talleres y conocer nuevos proyectos de la mano de los propios autores. RealismoPuntoCero es un movimiento surgido en Santa Cruz de Tenerife, que se caracteriza por rebelarse en contra de las convenciones artísticas. Su actividad se extiende a gran variedad de manifestaciones, desde la poesía -literatura- a la escultura y fotografía pasando por la pintura o el cine.

* El periodista y profesor de la Universidad Europea de Canarias Enrique Carrasco presenta el libro Tomé Cano, capitán y escritor en la época de los navegantes, en el que desvela algunos datos hasta ahora desconocidos del capitán, natural de Garachico, como su participación en la expedición  de la Armada Invencible (1588), o la crónica del difícil viaje de regreso a La Palma en su nave San Juan de Gargarín, información  documentada a partir de un legajo inédito hallado en el Archivo General de Indias.

* Escritura entre las nubes lanza El diablo se esconde en los detalles, el primer libro en solitario de la escritora de microrrelatos Yurena González Herrera. Este volumen, poblado de juegos con el lenguaje y de guiños y complicidades con los lectores, se presenta el viernes, 6 de mayo, a las 18.30 horas, en el salón de actos de la Mutua de Accidentes de Canarias (MAC), en la calle de Robyana, 2, de Santa Cruz de Tenerife. El acto será dirigido y moderado por el escritor y crítico literario Daniel Bernal Suárez y contará con las intervenciones de la autora, Yurena González, y de la editora de la obra, Elena Morales. Asimismo colaborará en este acto la directora de la Librería de Mujeres de Canarias, Izaskun Legarza Negrín.

Saludos, llegar a una edad y darte cuenta…, desde este lado del ordenador.

Sangre vieja, una novela de Jonathan Allen

Jueves, Mayo 5th, 2016

“- ¡No vayáis a creer que el sol me disgusta! Al contrario. Ansío conocer el sol de las Canarias, adonde ha partido mi hermano Cristóbal. Más el frío, el cruel invierno, fue durante muchos años muestro más fiel aliado. Sus rigores y su crudeza nos permitieron vivir.”

(Sangre vieja, Jonathan Allen. Mercurio editorial, 2016)

Como apunta Jesús Palacios en el prólogo de Sangre vieja, una novela de Jonathan Allen, la vida eterna es una preocupación en la literatura fantástica y una constante en la que se relaciona con los vampiros, los hijos de la noche, aunque prefiera más denominarlos como no muertos. No confundir, por los dioses, con los muertos que caminan o esos zombis que no tienen ningún sentido del gusto y que han vuelto a la vida (o eso al menos parece) solo para comernos mejor…

No se puede decir, sin embargo, que Sangre vieja (porque en todo relato de vampiros que se precie lo viejo es culto y bello, pero también eternamente joven) sea precisamente una novela de vampiros (o sí) y ni siquiera de miedo, pero se puede afirmar que su lectura proporciona inquietud y una agradable sorpresa al apreciar el esfuerzo que ha realizado su autor, Jonathan Allen, en plantar la primera piedra de lo que podría constituirse en nuevo mito fantástico actual ya que estos ¿vampiros?, o mejor estas criaturas que viven eternamente, no obedecen las reglas que tradicionalmente rodea a los no muertos de toda la vida…

Es verdad que como sus referentes literarios y cinematográficos, estos seres acumulan experiencias y se cultivan y refinan, pero no actúan por necesidades alimenticias ya que su poder, es un “poder desgraciado”, dice uno de ellos, mientras arrastran el peso de su experiencia por los siglos de los siglos.

Como en toda novela en la que algunos de sus protagonistas conoce el secreto de la vida eterna, Sangre vieja da continuos saltos en el tiempo y se desarrolla en distintos escenarios, algunos de los cuales son capitales europeas y ciudades como La Laguna, de la que procede uno de los protagonistas de esta historia en la que se combina también varias técnicas narrativas como el diario y el epistolar (¿homenaje al estilo de Drácula de Bram Stoker?), primera y tercera persona e incluso géneros, ya que en esta novela cuenta con momentos terroríficos, románticos e incluso de comedia, entre otros.

Resulta llamativo comprobar como Jonathan Allen se sirve de todos estos elementos para construir y contar su historia. Hizo algo parecido en Julia y la guillotina y es que Allen adapta estos géneros a su intereses literarios porque maneja el fantástico como pez en el agua, aunque quizá lo más apropiado sería decir como tiburón bajo el agua, porque conoce, y muy bien, la gran literatura que cosecha, en especial la del XVIII y XIX, en la que el género mantuvo un indiscutido matrimonio con la novela romántica.

Jonathan Allen aporta con Sangre vieja un nueva mirada al mito del vampiro, solo que el contagio que promete más que la vida eterna, la noche eterna, consiste en apropiarse de otra alma y de otro cuerpo “para seguir viviendo”, y si bien son longevos, son vulnerables a la violencia.

Si ya fue un agradable descubrimiento Julia y la guillotina, leer esta nueva incursión en el fantástico de Jonathan Allen confirma a título personal lo que ya intuía de su autor: gusto por reinterpretar los cánones clásicos de la literatura sobrenatural y tímido, aunque agradecido tanteo, en situar este tipo de historias en un universo cercano a los que habitamos en las islas que forman el archipiélago canario. Islas que por obra y gracia de autores como Allen, entre otros, recuperan su paisaje como escenario poblado de criaturas que, para los escépticos, y de ellos me río, son solo productos de nuestra imaginación.

Saludos, la sangre es vida, desde este lado del ordenador.

La narrativa que se escribe en Canarias tiene también acento fantástico

Miércoles, Mayo 4th, 2016

Canarias cuenta, poco a poco, lentamente, con esa modorra característica de las gentes que habitan estas tierras, con autores especializados en literatura fantástica. Escritores que comienzan a asomar la cabeza y que insisten, y con relativo éxito, en plantear historias según las claves de un género que invita a la evasión y en muchos de los casos a la creación de universos alternativos poblado de extrañas criaturas sin renunciar en algunos casos al desafío de ambientar sus relatos sobrenaturales en una geografía reconocible como es la de las islas y que en el caso de Tomás Felipe y Ángel Luis Marrero Delgado adquiere proporciones inquietantes.

El primero desarrolla la acción de Extraño en su mundo y Pasa la tormenta en El Hierro y en una ciudad de Las Palmas de Gran Canaria futurista y repartida en distritos que funcionan como compartimentos estancos. Con Ecos, hasta la fecha su último libro publicado, Tomás Felipe explora la literatura de fantasmas con resultados más que notables al proponer una clásica historia de espectros en una finca próxima a La Laguna, que habitan esos espectros, los Ecos que dan nombre a esta novela.

Ángel Luis Marrero rinde un sobresaliente homenaje a los escritores norteamericanos Edgar Allan Poe y H. P. Lovecraft en La extraordinaria narración de Peter Pendulum, en la que su protagonista llega a un archipiélago canario en el que viven seres grotescos y monstruosos; y con influencias de Washignton Irving, El vampiro de la puñeta, en la que un no muerto aterroriza a los habitantes de La Puñeta, una aldea perdida en el macizo de Anaga hasta que…

Ganadores del premio Minotauro son Elio Quiroga y Víctor Conde, pseudónimo tras el que se encuentra Alfredo Moreno Santana, por sus novelas Los que sueñan y Crónicas del Multiverso, respectivamente.

En este caso, mientras Quiroga simultanea su trayectoria como escritor con el cine, Conde mantiene una fidelidad al género desde que, prácticamente, comenzó a publicar.  La originalidad de estos autores es que manejan situaciones diversas, en el caso de Elio Quiroga con más gusto al terror, aunque visto en ocasiones con agradecida ironía y en el de Víctor Conde hacia la ópera espacial. La exploración de otros planetas y galaxias en historias que se caracterizan por la complejidad de sus tramas y personajes.

Azote y reivindicador del género es Pedro Jorge Romero, viejo conocido del fándom nacional y autor de varias novelas de ciencia ficción, la última de ellas El tríptico de Dios, escrita en colaboración con Miguel Barceló.

Cultiva el género, aunque en su variante más barroca e inquietante, Jonathan Allen quien propone una interesante revisión a la novela de fantasmas en su sentido más clásico en Julia y la guillotina y Sangre vieja, en la que aporta una nueva criatura al panteón de criaturas fantásticas y que en esta novela son algo así como resultado de un mestizaje entre el príncipe de los vampiros de Stoker con los de la mente de Dan Simmons.

Félix Díaz es también un escritor cuya producción literaria está cuajada de novelas de ciencia ficción y fantasía como Titanes y Aislados, entre otras y Ana Joyanes es autora de la curiosa Noa y los dioses del tiempo, autores que ponen de manifiesto que los que cultivan el género como los que lo tantean en Canarias explotan prácticamente todas las temáticas del fantástico. Citamos a Víctor Doreste y su Faycán. Memorias de un perro vagabundo y un fantástico que se vende como más literario es el que cuaja muchas de las novelas que Víctor Álamo de la Rosa dedica a su peculiar mundo imaginario de Isla Menor y Sabas Martín con la serie de novelas que ubica en Nacaria, así como en su Ritos y leyendas guanches yen  ese divertimento de novela popular de ciencia ficción que es La isla interior.

Escriben fantasía Carlos González Sosa y Rayco Cruz, quienes desarrollan relatos en clave de fantasía épica con libros como Los Señores de los Siete Tronos o La Tierra Negra, y en fantasía juvenil Sandro Doreste Bermúdez (saga La Caída del Submundo), Mélani Garzón Sousa (saga Dominadores de Almas) y Jessica Herrera (saga de Sangre) sin olvidar a Leandro Pinto, David Melián Godoy y Miguel Aguerralde en títulos como Pandemonio, Compendio de Mundos o Caminarán sobre la Tierra, respectivamente.

Sin caer en un fantástico radical pero sí bordeando la difusa lineal que limita su territorio, aún conserva su frescura original El don de Vorace, de Félix Francisco Casanova y Las espiritistas de Telde, de Luis León Barreto. Por otro lado, En tierra de demonios, de Elizabeth López Caballero propone una historia que no termina por definir si las alucinaciones que sufre su protagonista son de verdad o fruto de la imaginación, problema en el que cae también Jonás Meneses en Salacot, y Gustavo Reneses en Ucanca, en la que se sirve de una geografía real como es la del valle Ucanca (Tenerife) para ubicar un poblado de majaras que parece sacado de una novela de Jim Thompson.

Otros escritores que han tanteado con lo fantástico son Mariano Gambín, quien introduce en algunas de sus novelas elementos cuanto menos sobrenaturales como en La casa Lercaro y el Viento del diablo; Gerardo Pérez Sánchez con El peso del tiempo, Antonio Martín en Lonitas negras; David Galloway en La cueva de las mil momias y el tristemente fallecido Pompeyo Reina en varias de sus novelas enigmas que desarrolla en La Laguna.

Ya puestos, puede tener una lectura fantástica La otra vida de Ned Blackbird, aunque la pretensión de Alexis Ravelo se escore más hacia el experimento literario que otra cosa; algo similar a lo que hace Santiago Gil con Yo debería estar muerto, y fábula con influencias a La colina de Watership, de Richard Adams al estar protagonizada también  por conejos El cazador de la inocencia, de María Candelaria Pérez Galván.

Suena tanto la fantasía que se escribe en las islas que tres editoriales canarias como 23 Escalones, Aguere/Idea y Mercurio se han especializado en el género o, como es el caso de las dos últimas, cuentan con colecciones exclusivamente fantásticas.

Ediciones Aguere/Idea ha publicando novelas como La fortaleza al borde del tiempo, escrita por Edward T. Riker, pseudónimo de un “autor que ha dedicado su vida al mundo de la fantasía”, se lee en la reseña biográfica; El resurgir de la esperanza. Caballero del Odio 1, de Yauci Manuel Fernández; La última galaxia, de Ángel Curiá Martínez. Alayón y Cuento mágicos de Iván Morales Torres, así como la antología de relatos Trece gramos de gofio estelar, la primera compilación que tengamos noticia de cuentos fantásticos y de ciencia ficción cien por en canarios, y en el que participan con desiguales relatos Sergio Barreto, Moisés Cabello, Jesús R. Castellano, Eduardo Delgado, Agustín Díaz Pacheco, Miguel Ángel Díaz Palarea, Félix Díaz, Ramón Herar, Olga Márquez, Iván Morales, Víctor Ramírez, José Rivero Vivas y Juan Ignacio Royo.

Uno de los autores de esta antología, Sergio Barreto, obtuvo por Vs el premio Benito Pérez Armas, título que recuerda asegura el jurado “a la narrativa de autores curtidos en el género, como Cormac MacCarthy”. Habrá que leerla, no obstante, para observar su estamos de acuerdo o no con ellos.

A modo de conclusión, somos concientes que nos dejamos títulos en el tintero pero si no aparecen es porque no contamos con referencias sobre ellos. La voluntad de este artículo ha sido la de orientar y llamar la atención sobre un fenómeno que está sucediendo, que está ahí, delante de nuestras narices y que supone solo la vanguardia de una tradición genérica que, pese a las encendidas voces que están en su contra, se está haciendo un hueco no solo en la literatura que se crea en Canarias sino más allá de sus fronteras insulares.

Galdós exploró también con el fantástico

Aunque siendo muy joven se trasladó a la península y, una vez establecido en la capital de España, se convirtió en el indiscutible escritor de Madrid de finales del siglo XIX, Benito Pérez Galdós fue un escritor prolífico que cultivó casi todos los géneros. De hecho es autor de al menos doce cuentos que están adscritos al fantástico y que en su momento fueron recopilados por Alan E. Smith en un libro editado por Cátedra que lleva por título, precisamente, Cuentos fantásticos. Este volumen reúne los relatos Una industria que vive de la muerte (1865); La conjuración de las palabras (1868); La novela en el tranvía (1871); La pluma en el viento (1873); La mula y el buey (1876); La princesa y el granuja (1877);  Theros (1883); Celín (1889); Tropiquillos (1890); ¿Dónde está mi cabeza? (1892); El pórtico de la gloria (1896) y Rompecabezas (1897). El interés de Galdós por el género hay que encontrarlo, sin embargo, en sus comienzos como escritor en La sombra y mucho más tarde con El caballero encantado (1909), en el que reflexiona sobre las posibilidades literarias del doble.

Saludos, hijos de la noche, desde este lado del ordenador.