Archive for Mayo, 2017

Bernd Dietz: “La poesía del Holocausto es una poesía sobre el horror”

Lunes, Mayo 15th, 2017

Bernd Dietz Guerrero (Alcalá de Henares, 1953) llegó a la poesía del Holocausto por compromiso y para saldar una deuda. Una deuda en la que se encuentra su padre, que combatió en el frente del Este durante la II Guerra Mundial en el ejército alemán; aportar su grano de arena a la enorme literatura que hay escrita sobre este asunto y por identificación con un pueblo –a lo largo de esta entrevista resalta que es muy discutible identificar como raza a los judíos–  con notable capacidad de asimilarse en el lugar en el que se asienta.

Catedrático de Filología Inglesa y escritor, Bernd Dietz se encuentra en estos momentos trabajando un libro sobre la poesía del Holocausto, tema en el que centró la conferencia que impartió hace unas semanas en el Ateneo de La Laguna, institución de la que fue presidente de la sección de Letras entre 1980 a 1986.

Bernd Dietz, a quien le encantaría prepara una antología en la que reunir a las mejores  voces que escribieron en clave poética sobre el horror, sobre el Holocausto, ha pasado largas temporadas en Madrid, Bilbao, Tenerife, donde fundó en 1992 el Centro de Estudios Canadienses de la Universidad de La Laguna, y Córdoba, y es autor, entre otros libros, de La poesía de John Wilmot, duque de Rochester, Suite canadiense y otros poemas y El impacto de la Guerra Civil Española en la poesía inglesa: 1936 – 1939.

- ¿Se puede escribir poesía después del Holocausto?

“Theodor Adorno dijo que después de Auschwitz toda poesía es barbarie aunque la experiencia nos dice lo contrario porque la gente utiliza la poesía como instrumento para expresas sus vivencias. El mismo Primo Levi escribió poemas y cuenta con una Shemá, una palabra hebrea que significa Escucha, Israel, en donde ruega que la gente no olvide. Se cuenta también con poemas que fueron escritos por personas que iban a ser gaseadas pero que pudieron esconder estos poemas en los huecos que encontraron y que, una vez descubiertos tras finalizar la II Guerra Mundial, revelaron también diarios personales de gente que era consciente de que iban a ser ejecutados.”

- Entendemos que la mayoría de estos poemas descubiertos eran de judíos…

“Fundamentalmente sí porque del millón y pico de muertos en Auschwitz más del 90 por ciento fueron judíos aunque cuando se piensa en Shoah, se piensa en los judíos pero no hay que olvidar que también fueron asesinados homosexuales, Testigos de Jehová, gitanos y opositores políticos si bien es verdad que muchos comunistas sobrevivieron al horror porque contaban con otro status dentro de los campos. El nazismo estimuló más el odio racial que el ideológico si se considera a los judíos como raza que es muy discutible.”

- ¿En esa poesía del Holocausto se refleja la realidad que vivían los presos o se tratan de poemas donde más bien sus autores pretendían evadirse de la realidad?

“La poesía del Holocausto es una poesía sobre el horror. El ejemplo más radical lo encarna Itzhak Katzenelson, quien a la edad de cuarenta y tantos años escribe en yidish su obra. Su mujer y su hijo ya habían sido exterminados mientras él espera la muerte, y escribe un largo poema para decir que su pueblo ha sido exterminado y que todo lo que era suyo ahora es de otras personas. Incluso los niños y los que no han nacido aún han sido exterminados, escribe en un poema estructurado en quince secciones que constan de quince cuartetos. Se trata de un largo poema que escribe pocos días antes de ser deportado a Auschwitz, donde morirá en las cámaras de gas. Katzenelson escribe poesía para expresar lo que está ocurriendo y también por el recuerdo, sabe que las cenizas permanecerán en el aire, por eso muchos de estos autores hablan de que la tumba está en el aire y frente a la ausencia de tumbas solo queda la poesía.”

-¿La poesía del Holocausto solo se ocupa de los autores que murieron en los campos de exterminio?

“En esta poesía también se encuentra la que escribieron los que sobrevivieron al horror. Por los judíos que lograron salir de Europa a finales de los años treinta. Hay una literatura amplia del Holocausto, y eso incluye la de personas que no  sobrevivieron. La poesía del Holocausto cuenta además con muchos poetas no profesionales, quienes en algunos casos denuncian y condenan a los judíos que colaboraron con los nazis. A veces este ataque es justo y otras no. Por poner un ejemplo, en el Gueto de Lodtz, en Polonia, se cuenta la historia de los judíos responsables de la dirección de los barracones y de cómo seleccionaban a otros judíos para que fueran deportados y en otro caso, como un rabino llegó a ser de los pocos supervivientes de Theresienstadt, campo que los nazis empleaban en su propaganda para mostrar al mundo lo bien que se vivía allí y en el que estaban recluidos sobre todo artistas. El rabino fue considerado un hombre injusto y se le prohibió la entrada en Israel.”

- ¿Esta poesía del Holocausto no se pregunta cómo un pueblo tan culto y elevado como el alemán pudo terminar haciendo lo que hizo?

“Ese es el gran misterio. Muchos judíos eran y se sentían alemanes. Muchos ni siquiera eran religiosos porque la asimilación comienza en el siglo XVIII, entre otros, con el abuelo de Mendelssohn. Los judíos se convierten al protestantismo más que al catolicismo y se integraban en la sociedad alemana, lo que puede entenderse como una de las causas secretas que llevarían más tarde al Holocausto ya que por aquel entonces los judíos eran relativamente escasos en Alemania pese a que un alto porcentaje desempeñaban las profesiones de músico, directores de periódicos y teatros, catedráticos de universidad, así que formaban parte de la élite intelectual lo que hizo que muchos nacionalistas imaginaran que podían llegar a controlar y dominar la sociedad alemana.”

- ¿Qué poetas destacaría de la poesía del Holocausto?

“El más importante es Katzenelson aunque Paul Celan, una víctima de la guerra, es el gran poeta del Holocausto y en quien se produce la paradoja de que utiliza la lengua de de sus verdugos. No hay que olvidar que la familia de Celan desapareció en los campos de exterminio, y que escribe Fuga de la muerte, negra leche del alba. Toda su obra está condicionada por el Holocausto, y se manifiesta en su empleo retorcido del alemán para expresar que es un poeta y, por otro, criticar la lengua de quienes han sido sus verdugos.”

- ¿Cómo termina llegando Bernard Dietz a la poesía del Holocausto?

“Posiblemente porque soy hijo de madre española y padre alemán. Mi padre combatió como soldado del ejército en el frente ruso durante la II Guerra Mundial, una experiencia de la que nunca quiso hablar. Mi generación descubrió además tarde el Holocausto porque no era un asunto del que se hablara en la postguerra por lo que se tuvo que esperar a la emisión de la serie de televisión Holocausto a finales de los setenta, para que el interés por el tema calara entre todos nosotros. Si a este hecho sumamos la abundancia de archivos que años más tarde se produjo tras el desmoronamiento del bloque del Este, el Holocausto además de contar con abundante literatura cuenta con la curiosidad de muchas personas.”

- ¿Y cómo cree que asume el alemán de nuestros días el Holocausto?

“Los profesores que tuve en el colegio se sentían muy culpables. Hablaban de hecho de la culpa nacional. Ese sentimiento de arrepentimiento se propagó en los sesenta aunque subrepticiamente los nazis seguían estando ahí. Y en las dos Alemania, porque en la república democrática muchos nazis se convirtieron de la noche a la mañana en comunistas. Es decir, que soldados, jueces, profesores fueron purgados al declararse comunistas. No obstante, lo que noto en la actualidad es que los historiadores han pasado de reconocer la culpa a enfatizar el sacrificio y sufrimiento de los alemanes cuando fueron ellos los responsables de la guerra.”

- Y esta poesía, la poesía del Holocausto, tiene traducción posible?

“El problema de la traducción de poesía es que tiene que ser poesía en la lengua de llegada. Es la recreación del poema a la lengua que traduces por lo que, como se suele decir, a los grandes clásicos habría que traducirlos una vez por generación por lo menos.”

- ¿Y en qué lengua escribe usted?

“Mi lengua es el español aunque a veces me pregunto si tengo lengua materna o no porque como ya dije mi padre era alemán y mi madre española, pero yo trabajo sobre todo en inglés por lo que reconozco que tengo a veces problemas para situarme en una sola lengua. Es una ventaja pero también una desventaja porque te falta ese cordón umbilical con lo local, que creo que es imprescindible para un poeta. Parte de mi atracción por los judíos es porque se asimilaban y mantenían varias lenguas. Max Aub, por ejemplo, vino a España con diez años, huyendo con su familia de Francia porque eran judíos alemanes al estallar la I Guerra Mundial. Max Aub, en España, adquiere el español y se convierte en un escritor español casi castizo. Tras la Guerra Civil, marcha al exilio y es un español en el exilio aunque él no tiene nada de español salvo ese periodo de su juventud. Por eso dijo aquello que uno es de donde hizo el bachillerato.”

Rebeldes con causa

Bernd Dietz además de ensayista es poeta, “pertenezco al amplio grupo de los profesores que escribe poesía” y forma parte de  “la llamada generación de los 70”. Una generación, dice, que “rebelde y formalmente rupturista.”

En aquellos años, explica, se escribía una poesía experimental que chocó en los ochenta con la nueva tendencia a la sentimentalidad. Una poesía conservadora que hizo que los poetas “nos quedáramos un poco más aislados porque habíamos ido tras la estela de las vanguardias cuando el canon dominante se volcaba en una poesía bastante ortodoxa.”

¿Resultó difícil adaptarse?, se le pregunta.  “Unos mejor y otros peor”, responde, aunque “la mayoría procuró mantener algo de la rebeldía original.”

Saludos, lunes, desde este lado del ordenador.

Y otras voces…

Viernes, Mayo 12th, 2017

La editorial Trifolium ha publicado Interregno. Pasión e instante en la vida de Humberto Laredo, fotógrafo, de Roberto A. Cabrera, una divertida y ácida novela en la que se cuenta cómo Humberto Laredo, fotógrafo de un periódico de provincias, insatisfecho, arrastra sus días dividido entre la nostalgia de una mujer que lo ha abandonado hace tres años y su actual pareja, Natividad. La novela relata la grisácea existencia de este personaje a través de episodios absurdos mientras emprende una huida hacia ninguna parte.

Una luz en el tiempo (Antología poética, 1992-2017) reúne una muestra representativa de los siete poemarios, más algunos textos inéditos, de Carlos Javier Morales, libro que  publica Renacimiento coincidiendo con el veinticinco aniversario de la terminación de su primer libro de poemas. A través de esta personal selección, se evidencia la evolución de la poesía de su autor, “desde el desconsuelo inicial de sus primeros libros, que tienden a la narración simbólica y a la meditación sobre su experiencia vital, hasta la contemplación de la armonía del mundo a través de la fuerza cósmica del amor.”

Saludos, ¿cómo están ustedes?, desde este lado del ordenador.

Imprescindibles

Jueves, Mayo 11th, 2017

José Carlos Cataño publica una nueva entrega de sus diarios, en esta ocasión los cuadernos escritos entre 2008 y 2009 en La vida figurada (Renacimiento, Biblioteca de la Memoria, Sevilla, 2017), volumen en el que el desarraigo de anteriores entregas de Los que cruzan el mar “se ha convertido en tránsito asumido, en nomadismo”.

José Carlos Cataño nació en La Laguna, Tenerife, en agosto de 1954 y cursó estudios de Bellas Artes en Santa Cruz de Tenerife y de Filología Hispánica en Barcelona, ciudad en la que reside desde 1977.

Narrador y ensayista –De tu boca a los cielos (1985), Madame (1989) Aurora y exilio. Escritos, 1980-2006 (2007), Cien de Canarias. Una lectura de la poesía insular entre 1950 y 2000 (2009)–, como poeta ha publicado Disparos en el paraíso (1982), Muerte sin ahí (1986), El cónsul del mar del Norte (1990), A las islas vacías (1997), En tregua (2001) y Lugares que fueron tu rostro (2008).

Después del primero de sus diarios de libros «encontrados», De rastros y encantes (2011), La vida figurada (2008-2009), sigue a La próxima vez (2004-2007), editado por Renacimiento en 2014, para acogerse al epígrafe de lo que será el conjunto de su obra diarística: Los que cruzan el mar.

Saludos, ya lo saben, desde este lado del ordenador.

Voces

Miércoles, Mayo 10th, 2017

Ediciones La Palma presenta Las célebre órdenes de la noche, de Diego Sánchez Aguilar y Arrecia, de Ernesto Suárez, dos volúmenes que integran la colección de poesía de esta editorial que paso a paso, sin demasiado ruido, continúa una labor editorial ejemplar para estos tiempos extraños y tan necesitado de voces.

Diego Sánchez Aguilar (Cartagena, 1974) es doctor en Literatura y trabaja como profesor de enseñanza secundaria. Ha cultivado el ensayo de investigación literaria, entre los que destaca la edición crítica de la poesía de Roberto Juarroz que realizó para la editorial Cátedra. Es también narrador, y su libro Nuevas teorías sobre el orgasmo femenino (Balduque, 2016) fue galardonado con el Premio Setenil al mejor libro de relatos publicado en España. Como poeta, su último libro publicado fue Diario de las bestias blancas (Premio internacional de Poesía Dionisia García, 2008). Recientemente ha aparecido en las antologías poéticas Desde el mar a la estepa (Chamán ediciones, 2016) y Composición de lugar (La fea burguesía, 2016).

Ernesto Suárez (Santa Cruz de Tenerife, 1963) es doctor en Psicología Social y profesor titular de la Universidad de La Laguna. Como poeta ha publicado El relato del cartógrafo (Ediciones La Palma, 1997)., también editado por la colección Mucuglifo en Mérida, Venezuela, y dos cuadernos poéticos, Espumas de carrusel (1982) y Ocho tankas oscuros (1996). En su libro Las playas Cuadernos poéticos 1982-2002– reúne parte de esta producción. En 2006 publica, en colaboración con el pintor Francisco Orihuela, el cuaderno titulado 11. En 2007 aparece su libro La casa transparente y en 2013 Spree y Ruido o luz, libro de poemas escrito en colaboración con Daniel Bellón y Carlos Bruno Castañeda. En 2016, Rehacer el aliento.

Saludos, otro día más, desde este lado del ordenador.

El regreso de Ven Cabreira

Martes, Mayo 9th, 2017

El ex agente del Cesid, hoy CNI, Ven Cabreira regresa en Matar al padre (Alrevés, 2017). Se trata de una continuación de El chef ha muerto seis años después de que Yanet Acosta diera a conocer este extravagante investigador privado que carece de sentido del gusto y del olfato y que tiene una colección de Barbies, un gato al que llama Ken y latas y latas de fabada asturiana en su casa y que, por esas casualidades literarias, termina resolviendo casos relacionados con la alta cocina.

De alta cocina sabe mucho Yanet Acosta (Garachico, 1975), la creadora de este peculiar personaje y esta experiencia la vuelca en la primera como en la segunda aventura de Cabreira, quien se reencuentra con la periodista gastronómica Lucy Belda, recupera el gusto y el olfato y pierde a su gato en Matar al padre, novela que hace transportar al lector a Perú y al fascinante universo de la alta gastronomía peruana, como a Madrid, ciudad sacudida por la crisis y en la que abundan los golfos.

Matar al padre está estructurado en tres grandes capítulos (Condenado a volver, Gatos comen lagartos y Billete de vuelta) y desde la primera página toma impulso para contar con ritmo vertiginoso la extraña desaparición del padre de la nueva gastronomía peruana con viaje hasta el Machu Pichu incluido.

En estos tres grandes bloques, Yanet Acosta resuelve una historia con sus lógicas complicaciones y agradecido sentido del viaje. Una aventura en la que además de comer, hay denuncia y una violencia que, camuflada de cierta ironía, sirve para denunciar lo que están haciendo las grandes multinacionales del sector de la alimentación en países como Perú.

Yanet Acosta se mueve  muy bien con los personajes y las situaciones que generan en esta nueva entrega de Ven Cabrerira, un Cabreira que sale bastante redimido en las páginas finales del libro, lo que desconcierta sobre el futuro de un personaje que nació diferente para volverse ahora digamos que normal gracias a su arrojo y voluntad de entrega.

Este investigador se suma a la galería de detectives privados aficionados a la buena mesa como el Carvalho de Montalbán; el Conde de Padura y el Blanco y Monroy de Correa y Ravelo, respectivamente. Y esto solo por citar a unos pocos. La aportación de Yanet Acosta es que el que entiende de comida es una mujer, Lucy Belda, una periodista gastronómica que vive de sus conocimientos y que pese a la que está cayendo aún cree en el periodismo.

La novela tiene algo de sainete, sobre todo su parte madrileña, y mucho de aventura en Perú, escenarios en los que se mueven unos personajes a los que les pasa de todo. Interesante por perturbador el retrato que se hace del gran cocinero, quien juega a la ruleta rusa con un revólver que ha encontrado en el zulo donde pasan los días y los días.

Matar al padre pide una continuación, una tercera y cuarta y quinta entrega de un personaje que en estas dos novelas va creando universo, mundo, literatura que es de lo que se trata.

Saludos, un hombre al margen, desde este lado del ordenador.

Citas

Lunes, Mayo 8th, 2017

* La voz de Néstor en el silencio, de la autora grancanaria Pepi Nadal, sobrina nieta de Néstor de la Torre, se presenta el jueves 11 de mayo, a las 20.30 horas en el Real Casino de Tenerife. La presentación correrá a cargo del arquitecto Santiago Gutiérrez Llanes.

* María Teresa León, Concha Méndez Cuesta, María Zambrano y Zenobia Camprubí, entre otras, son las protagonistas de Las Olvidadas (SeLeer), un libro de relatos de Eva Castillo (textos) y Verónica García (ilustraciones). El prólogo de la obra lo firma la historiadora Covadonga Valda liso Casanova. El libro se presenta este jueves 11 de mayo, a las 18.30 horas, en La Iguana Cultura de Proximita, en Barcelona.

* TEA Tenerife Espacio de las Artes acoge el viernes 12 de mayo a las 19.30 horas, la presentación del libro Las Presencias, de Pompeyo Pérez Díaz.El acto contará con la participación del autor, y de la conservadora de TEA, Yolanda Peralta.

Saludos, lo que está arriba, está abajo, desde este lado del ordenador.