Archive for Mayo, 2023

Un debate lento y muy aburrido

Lunes, Mayo 22nd, 2023

Tenía mucho interés por asistir al debate Políticas culturales. El compromiso político de la cultura. ¿Qué medidas se implementarán en el próximo gobierno?, que se celebró el pasado 11 de mayo en el salón de Grados del Aulario General César Manrique del campus Guajara de la Universidad de La Laguna, pero causas ajenas a mi voluntad me impidieron que asistiera en vivo y en riguroso directo a un encuentro que prometía atractivo para los que informamos desde hace ya muchos, demasiados años, sobre el sector cultural en Canarias. Más en estos tiempos que corren. Sin embargo, y tras verlo en diferido (está subido a You Tube) pueden pinchar este enlace) llegué a la conclusión que lo mejor que pude hacer fue la de no asistir al debate. Un debate que se puede resumir en una sola palabra: Aburrido.

Lo que es un mal síntoma, no solo para los que organizaron este encuentro, la Cátedra de Gestión Cultural de la ULL con el Clúster Canario de la Música, los invitados, que poco esfuerzo le pusieron a la cosa y el sufrido público que siguió con estoicismos cristiano el debate. Un debate, ya digo, pesado, de los que parecen que no finalizarán nunca y por ese lastre con tan escasos titulares para los que, se reitera, seguimos estos asuntos desde la noche de los tiempos. Lo que resulta muy triste porque desde la noche de los tiempos me di cuenta que en cuanto a discursos en defensa de la cultura en Canarias la verdad es que no hemos avanzado demasiado. O nada de nada.

Continúan las mismas frases hechas, las promesas imposibles que parecen idénticas cada cuatro años. Encima, no se permitió a los invitados que se salieran del guión y no se planteó una pregunta que, a mi juicio, era fundamental para iniciar o terminar un encuentro que fue más un monólogo a cinco voces (más la del moderador, que hablar, habló poco salvo para leer enunciados de preguntas kilométricos) que un diálogo: ¿qué tal lo ha hecho en Cultura el Gobierno de Canarias en estos últimos cuatro años?

Salvo la Ley del Sistema Público de Cultura de Canarias, que salió adelante con el respaldo unánime de la Cámara regional pero no, curiosamente, de la mayor parte del sector cultural del archipiélago, y salvo las políticas de ayudas que desde la Viceconsejería –ya con Juan Márquez Fandiño al frente– se diseñó para garantizar la supervivencia de los trabajadores de la cultura para hacer frente a la pandemia y el apagón que supuso el confinamiento por la Covid-19, digamos que poco más porque ¿se puede contar como novedad la creación de un Instituto Canario del Desarrollo Cultural que ha terminado al final resultando lo que en su día fue Socaem y Canarias Cultura en Red: la reproducción casi exacta de un kiosquito para iniciados?

En fin, que lo que tuvo que ser un debate serio y cuajado de propuestas, acabó siendo un monólogo sin puñetero sentido del humor. Es decir, tan tedioso y repetitivo como la programación de la Televisión Canaria lo que me llevó a pensar en lo bien que hizo el PP de no asistir al acto, aunque por lo que sé, se habían comprometido a estar allí si encontraban a un candidato/a para hablar de esa cosa que es la cultura.

Pero deben de no haberlo encontrado, lo que no me parece raro. Lo raro hubiera sido lo contrario.
Como ya vienen siendo normal pero no debería de serlo en un sistema democrático, no se avisó a Vox, representantes que no creo que hubieran asistido porque la cultura es cosa de rojos pero no costaba nada haber levantado el teléfono y elevar la propuesta…

El primer error de debate a mi juicio fue concederles a cada uno de los invitados diez minutos, ¡diez minutos!, de intervención para que resumieran las políticas culturales que se incluyen en los programas electorales de las respectivas formaciones políticas que sí quisieron dar la cara en este escenario, y tiempo que todos despilfarraron para no decir nada.

Entre los intervinientes estaban Janet Aguiar (Nueva Canarias), que no dejó de recordar durante toda la sesión que ella era de ciencias, eso explica que no dejara de leer unos papeles donde debían de estar resumidas las propuestas de NC a la curtura; Manuel Marreo González (Unidas Sí Podemos Canarias), un tipo sosegado, de esos que parecen que lo han visto si no todo casi todo. Lástima que repitiera como un mantra la Ley del Sistema Cultural Canario como el hit de lo más hit de estos cuatro años que se nos han ido como un suspiro. Romén García Arteaga (Drago Verdes Canarias), el más joven de los cinco y también el más despistado de todos; Alejandro Krawietz (PSOE), en la actualidad director insular de Cultura del Cabildo de Tenerife, que se presenta ahora como número 4 en las listas socialistas al Ayuntamiento de Santa Úrsula, y que abrió el debate recitando un poema Júlia de Carvalho Hansen sobre la Insularidad que, pregunto, qué cabida tenía dentro de este debate y Miguel Ángel Clavijo (Coalición Canaria), que fue director general de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias con el anterior gobierno y que me resultó el más bronco al cuidar su terreno. De hecho, creo que estuvo muy bien cuando habló de lo que sabe (Historia y Patrimonio) pero no tanto cuando se refirió a los problemas reales que aquejan a la cultura en las islas, problemas que dio la sensación que ninguno de los participantes conocía.

Hubo algo de sal cuando el representante de Drago pese al despiste que llevaba –repitió lo mismo que llevo escuchando desde que soy un infante: en esta comunidad autónoma solo se apoya las iniciativas culturales de los más ricos (a mi no me miren)– lamentó que no se fomentara la identidad canaria, que es algo que no sé exactamente lo que es, saltó al ruedo en plan matador cuando señaló que tanto CC como PSOE son el mismo perro pero con distinto collar.

Los representantes de CC y PSOE reaccionaron al ataque. Miguel Ángel Clavijo con la crudeza con la que un adulto amonesta al alumno sabiondo por preguntón y Krawietz mascullando un largo parlamento que se perdió en el aire como se pierde en este país sin memoria su gestión al frente del Cabildo Insular: la nada más absoluta.

El debate no valió la pena por como estuvo enfocado y, por supuesto, por los invitados que no se molestaron demasiado en esforzarse por explicar qué políticas aplicarán sus partidos si tocan poder, una pena, porque necesitamos en esta tierra este tipo de encuentros aunque la calidad de los invitados sea la que vimos. Igual con otro planteamiento el debate hubiera resultado provechoso porque éste no lo fue.

Para Krawietz entre los mayores méritos de su gestión al frente de Cultura en el Cabildo de Tenerife está la implementación de las subvenciones de concurrencia competitiva y un uso democrático del dinero público. Clavijo, por su parte, anunció que si CC llega a gobernar otras vez esta sufrida Comunidad Autónoma se crearía una consejería específica de Cultura, nada de formar parte de Educación y Deportes, y que ésta contaría entre otras con una dirección general de Industrias Culturales que no le dio tiempo de explicar bien.

No dijo lo mismo la representante de NC, la chica de ciencias a la que habían metido en esta encerrona, pero tras consultar los papeles de los que no se separó en las casi tres horas que duró todo esto, leyó en uno de ellos la apuesta de su formación política por coordinar cultura y turismo.

El representante de Unidas podemos recordó que el sector podía estar satisfecho con la aprobación de la ley del Sistema Público de Cultura de Canarias, aprobada por unanimidad en el Parlamento regional a iniciativa de su formación política que, oh casualidad, es la que gestiona desde hace cuatro años la cultura en esta tierra. El podemita abogó también porque la cultura llegara a todos los rincones de las islas.

En cuanto al representante de Drago, muy en la línea de esta formación, dijo que “la cultura es pueblo” y vino a decir que gobierne una izquierda como una derecha moderada en estas islas apartadas de la mano de los dioses, la gestión siempre terminará siendo la misma: censurar a los que critican al poder. Añadió que “no se puede hablar de cultura sin hablar de identidad”, una identidad que sigue sufriendo “los estragos de la coloniedad”. No sé si existe esta palabra, coloniedad, pero así fue como la dijo un chico que decía nosotras y no nosotros (los fascistas italianos sustituyeron al llegar al poder el usted por el vos) y otras perlas que no son del mundo en el que vivimos.

Le disculpa su juventud aunque fue el único que aportó algo de chispa a un debate largo, larguísimo y sin sustancia.

Por eso, si Krawietz quiso recordarnos a todos y a todas (no vaya a ser…) la voz de una poeta brasileño, el de Drago nos recordó la voz de un poeta canario, “nuestro Pedro García Cabrera” para reivindicar unas islas donde la cultura no sea un “silencio amortajado”.

Y silencio amortajado es el que se me quedó en el cuerpo cuando concluyó un debate en el que no hubo turno de preguntas y del que poco saco. Mucho menos cuando intento hacerme una idea concreta de lo que culturalmente pretenden hacer las cinco formaciones políticas invitadas. Faltaron más voces, ya lo dije al principio, pero no creo que aportaran demasiado a un debate que fue, ya se dijo, lento y muy aburrido.

En la imagen Miguel Manescau, presidente del Clúster Canario de laa Música; Manuel Marrero Morales, candidato a la presidencia del Cabildo de Tenerife por Unidas Sí Podemos; Muguel Ángel Clavijo, que está en las listas al Cabildo de Tenerife por CC; Alejandro Martín Perera, codirector de la Cátedra de Gestión y Políticas Culturalesde la Universidad de La Laguna-FECAM; Alejandro Krawietz, director insular del Cabildo de Tenerife y núimero cuatro en la lista por el PSOE al Ayuntamiento de Santa Úrsula; Janet Aguiar, concejala en Arona y número dos al Ayuntamieento y al Cabildo de Tenerife por NC; Romén García Arteaga, candidato a la alcaldía de Santa Cruz y miembro del área de Identidad y Cultura de Drago Canarias-Drago Verdes Canarias; José Antonio Ramos Arteaga, ditrector de la Cátedra de Gestión y Políticas Culturales de la ULL-FECAM y Benjamín Eche, gerente del Clúster Canario de la Música.

FOTO: Ainhoa Cruz (Atlántico Hoy)

Saludos, apaga la luz, por Dios, desde este lado del ordenador

¿Cuestión de carácter?, peor imposible

Miércoles, Mayo 17th, 2023

Para Javier Tolentino no existe la palabra descanso. De un tiempo a esta parte y al borde de un retiro más que merecido, el periodista cinematográfico publica libros e incluso tiene tiempo para dirigir documentales, uno de ellos, Un blues para Teherán (2020), un interesante trabajo sobre cómo se vive la música en un país bajo un férreo régimen religioso que se estrenó hace unos años en España, y trabajo que el ahora realizador presentó en Canarias, archipiélago que visita con cierta regularidad para informar de algunos de los festivales de cine que se celebran en las islas.

No contento con ello, el crítico y cineasta publica Cuestión de carácter. Hacia una reflexión del lenguaje en la crítica cinematográfica que nace, más que para sentar las bases de lo que podría ser un libro de texto para abordar el comentario cinematográfico, como un vehículo de reflexión sobre el cine. Que la obra consiga su propósito es otra cosa.

Acompañan a nuestro hombre en esta singladura sobre y de crítica especialistas como Quim Casas, Claudio Utrera, Jaime Rosales y Andrey Plakhov, todos ellos aportan con sus textos miradas en las que se analiza el compromiso de estudiar y analizar obras ajenas. Y eso es más o menos todo. Es decir, la de un volumen que uno no sabe muy bien con que objeto nació, cual es su fin si tenía un fin. Con todo, los artículos que se incluyen resultan interesantes, esa es la idea general aunque algunos me parezcan más atractivos que otros.

Es verdad que Cuestión de carácter está firmado por un solo autor, Javier Tolentino, y que como tal así aparece en la portada pero el trabajo, como ya se ha dicho, cuenta con la colaboración de cuatro expertos que aportan su mirada personal sobre la crítica y el cine. El lenguaje que emplean es directo aunque dificulta mucho la lectura las notas a pie de página. Por extensas. ¡Algunas ocupan más de la mitad de la página!

Cuestión de carácter está editado por la Filmoteca Canaria lo que llama la atención porque, que sepamos y hasta la fecha, la institución solo había publicado trabajos relacionados con el cine en Canarias, campo en el que han aportado libros muy atractivos sobre rodajes, actrices (María Montez) cineastas y en especial los catálogos de películas que se han rodado en las islas, y que tras dos tomos, muchos somos los aficionados que esperamos un tercero y un cuarto si fuera posible. Que conozca, salvo una colección de libritos dedicados a cineastas nacionales e internacionales que fueron objeto de ciclos programados por la casa y serie que se publicó hace ya unos cuantos años, la actividad editora de la Filmoteca Canaria se había ceñido hasta ahora a lo que tenía que ceñirse, que es publicar obras que informen sobre una realidad cinematográfica como es la canaria que necesita de más publicaciones. Vivimos en un territorio que, por fortuna, cuenta con una historia pequeña, sí, pero muy rica en cuanto a cine se refiere.

No comprendo por eso la publicación de Cuestión de carácter y no porque sea un mal libro, que no lo es, sino la razón que motivó al Gobierno de Canarias para su publicación.

Y sí, entiendo que alguno me llame de todo menos bonito. También provinciano, pero que alguien me explique la razón porque, a mi juicio, no aporta nada a nuestra particular historia del cine en Canarias. Una historia que pide a gritos no sé si un trabajo definitivo, algo poco probable si tenemos en cuenta que este cine está, afortunadamente, en continuo movimiento, pero sí más trabajos que dejen registro de nuestra memoria cinematográfica. En este sentido, un libro como Cuestión de carácter carece de interés para los aficionados a una realidad que, con sus altos y bajos, define la historia del séptimo arte en el archipiélago.

Que no se confundan los que tienen la manía de confundirse ya que solo preguntamos (consciente de que no habrá respuesta por vías oficiales) ¿qué justifica el desembolso económico que ha supuesto para nuestra Comunidad Autónoma la publicación de Cuestión de carácter? Entendería y aplaudiría su publicación en un festival de cine como el que se celebra en la capital grancanaria pero ¿la Filmoteca Canaria?

La única participación canaria en el libro es la de Claudio Utrera, quien fuera con Aurelio Carnero director de la, precisamente, Filmoteca Canaria y en la actualidad colaborador con sendos artículos sobre cine en periódicos de las islas pero casi parece que la aparición de Utrera está ahí para cubrir la cuota canaria de un libro editado en Canarias por la Filmoteca Canaria, departamento que depende del Gobierno de Canarias. Desconozco el número de ejemplares que se ha hecho de la obra y cuál ha sido su distribución, también cuánto nos ha costado la edición de una obra que firma un respetado comentarista de cine nacional y que incluye otros textos de especialistas para dar pluralidad a una obra que necesitaba también de un mayor cuidado en su edición. El tamaño de la letra, las notas a pie de página, que más que aportar información lo que hacen es ocupar un espacio que supera en ocasiones el de los propios textos…

En fin, he tenido la oportunidad de leer parte de las memorias de Josep Vilageliú, cineasta de origen catalán establecido en estas islas desde hace muchos años. La Filmoteca Canaria debería de publicar este trabajo en el que se cuenta un buen pedazo de la pequeña gran historia del cine canario como la de los 70 y 80. Años de ebullición y cine guerrillero, grandes rodajes que no pudieron ser y el trabajo estajanovista de un hombre que, literalmente, ama el cine… Pero algo me dice que esta propuesta caerá en saco roto, que no la verán los que no ven nada. Y así nos va.

¿Cuestión de carácter?

Saludos, ay esta tierra mía,desde este lado del ordenador

Galdós y Buñuel, dos gigantes y un destino

Martes, Mayo 16th, 2023

Benito Pérez Buñuel es un proyecto largamente acariciado por su guionista y director, Luis Roca, escritor y periodista que, literalmente, es además de un galdosiano, lo que le viene de familia, un seguidor del cine de Buñuel forjado a través del paso de los años, de quemarse las pestañas viendo películas del genial cineasta, un hombre cuya obra trasciende la pantalla y a la que parece que el paso del tiempo apenas envejece.

La influencia que tuvo la obra del escritor Benito Pérez Galdós en su cine es uno de los grandes temas que aborda este documental, ya lo avisa desde su título, Benito Pérez Buñuel, pero también trata otros temas siempre vinculados a este binomio genial, lo que da más atractivo a un trabajo que no renuncia a sus ambiciones, ambiciones que a lo largo de todo el filme se sabe canalizar sin estridencias salvo algunas descartables ocurrencias para que, como espectadores, entendamos que este documental, que este hermoso homenaje a dos grandes de España (Galdós y Buñuel) unidos tanto sentimental como espiritualmente afectó también la vida de otros. Y uno de esos otros es, precisamente, Luis Roca.

Por eso, Benito Pérez Buñuel debe verse y debe entenderse como una película que no solo va a contar (y en ocasiones revelar) cómo los elementos de la literatura de Galdós penetraron en el imaginario del cineasta, sino también cómo su director llegó primero a Galdós a través de su madre, Yolanda Arencibia, catedrática de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y autora de Galdós. Una biografía, por la que recibió el XXXII Premio Comillas 2020, y que es una de las mayores expertas en la vida y en la obra del autor de Fortunata y Jacinta.

En el documental, Luis Roca explica esta relación con Galdós dejando entrar al espectador en la casa de sus padres, donde se observan bustos del escritor. En este ambiente, el director y guionista mantiene conversaciones con sus progenitores (su madre aparece como una de las entrevistadas) pero no aportan otra información que la que cruzan unos padres con sus hijos. En este caso, en un escenario donde se nota, casi se toca con los dedos, la presencia de Galdós.

El documental nos presenta así y de momento, dos historias que no convergen pero sí que van paralelas a lo largo del metraje. En este sentido, Benito Pérez Buñuel no existiría como tal si Luis Roca no hubiera crecido en el hogar en el que nació. Un hogar, y así lo muestra, donde la familia convive con Galdós.

El otro gran protagonista de Benito Pérez Buñuel ya no es ni el escritor ni el director de El discreto encanto de la burguesía, sino la capital grancanaria. La película es una confesa carta de amor a la ciudad en la que nació el escritor y Luis Roca. Se sigue así la huella de Galdós por sus calles y plazas, también en un complejo de viviendas y en otros espacios que se reflejan en la película en imagen real y también en dibujos animados.

Los dibujos animados son un componente esencial en este trabajo ya que ayudan sin recurrir a las para mi siempre falsas recreaciones, a contarnos momentos muy significativos en la vida de Galdós y Buñuel que a mi modo de ver le dan mucho vigor al documental.
Paralelamente, se va desgranando la relación entre el escritor y el cineasta aragonés, y trata de explicar la fascinación que sintió Luis Buñuel desde muy joven por las novelas del escritor que puso a Madrid en el mapa de la literatura a finales del XIX y principios del XX.

Es a través de los dibujos animados donde vemos el primer y último encuentro de Buñuel con un Galdós enfermo y en cama. También sus encuentros con Max Aub, autor de la fascinante Luis Buñuel, novela y a quien le confesó “la única influencia que yo reconocería es la de Galdós, así, en general, sobre mí”. En dibujos animados se recrea también la despedida del escritor siendo un adolescente de la capital grancanaria cuando zarpó en barco rumbo a la capital de España. Una despedida que tuvo mucho de amargo porque el futuro y reconocido escritor dejó en su tierra entre otras cosas a su primer amor, una relación sentimental que fabuló Santiago Gil en la novela El gran amor de Galdós.

Rodado en Gran Canaria, Calanda (Teruel), donde nació Luis Buñuel, y México, entre otras localizaciones, el documental reúne a un destacado grupo de expertos que hablan en torno a las vinculaciones del cine de Buñuel con la literatura de Galdós. Buñuel de hecho adaptó con mirada muy personal novelas del escritor como Nazarín (1959) y Tristana (1970) y también Viridiana (1961) una adaptación muy de Buñuel de Halma.

Todas estas piezas, piezas que son fundamentales en ese rompecabezas que es Benito Pérez Buñuel, dan sustancia al relato que narra la íntima relación intelectual que uno imprimió sobre el otro. Además, la sombra del escritor en la vida de Luis Roca y la capital grancanaria como escenario de toda esta gigantesca aventura que ha terminado siendo este documental forman al final un retrato en el que se muestra la influencia que tuvo Galdós sobre Buñuel mientras expertos como Arantxa Aguirre, Carolina Fernández Cordero, Elena Poniatowska y Víctor Fuentes, entre otros, aportan información que dan más espesor a esta extraordinaria relación.

Uno de los entrevistados resume en tres grandes etapas el universo del cineasta aragonés: la teológica, la realista y la surrealista, y viene a comentar que estas mismas pautas se encuentran en la literatura del autor de Los episodios nacionales… Tanto que la famosa escena que aparece en El perro andaluz de un ojo, una nube y una navaja se explica de donde viene su origen pero eso no se la vamos a contar así que vean Benito Pérez Buñuel.

* En la imagen y con gorra verde, Luis Roca, rodeado de miembros del equipo de Benito Pérez Buñuel en la plaza Las Moraditas en México, uno de los escenarios de Los olvidados (1950). En el otro extremo de la imagen, la productora Marta de Santa Ana.

Saludos, ya lo saben, desde este lado del ordenador

Mel Brooks… ¡Es bueno ser rey!

Lunes, Mayo 15th, 2023

Mel Brooks saltó a la fama tras el estreno de El jovencito Frankenstein, que sigue siendo la mejor película de una filmografía, la suya, irregular pero siempre entregada al humor. Otros filmes del cineasta son Los productores, La última locura y Sillas de montar calientes , trabajos que se tratan en la mayoría de los casos de parodias algo chuscas de géneros cinematográficos diversos como el western, el terror clásico de la universal (insistió con Drácula, un muerto muy contento y felzi), el cine de Alfred Hitchcock con Máxima ansiedad y la ciencia ficción en Spaceball o La loca guerra de las galaxias, donde sin pulir su sentido de la comedia (tampoco le hacía falta) se ríe de La guerra de las galaxias, un filme que después de su estreno cambió nuestra percepción del género.

El caso es que Mel Brooks, un cineasta que sufre en muchas de sus películas de peligrosos ataques de narcisismo no solo por protagonizar las que dirige sino por atreverse a reinterpretar clásicos que debería de haber dejado en paz como To be or not to be de E. Lubitsch (un cineasta cuyo humor se encuentra en las antípodas del de Brooks) escribe su autobiografía en la que repasa más de setenta años de carrera al servicio del humor, narrando sus inicios en la industria de la televisión en el show de Cyd Caesar; el momento en que nace uno de sus personajes más inolvidables en la pequeña pantalla, El súperagente 86 y su debut en la pantalla grande con Los productores, que años más tarde terminaría convirtiéndose en una de las comedias musicales más vistas en Broadway y Las doce sillas, una película en la que ya se avistaban las características en las que recluyó su filmografía posterior y que culminó en esa deliciosa pero parodia grotesca del cine del oeste que es Sillas de montar calientes aunque no sería hasta el éxito de El jovencito Frankenstein –en la que rinde homenaje no solo al clásico de James Whale de 1931 sino a todo el cine de terror que salió de la Universal en aquella década– la película que lo consagraría definitivamente al mostrar a los que ponían el dinero (productores) y el que lo daba (el público) su peculiar y enloquecida manera de entender el cine.

De todas estas y del resto de filmes que conforman su filmografía habla Brooks en ¡Todo sobre mi!. Mis memorables gestas en el universo mundo del espectáculo, un libro que edita en España con mucho mimo la editorial Libros del Kultrum, y páginas en las que el cineasta se suelta el pelo para contar anécdotas de rodaje, problemas con los productores y algunas de las estrellas, lo que quiso a su mujer, la actriz Ann Bancroft, y lo que ama a su familia.

Quién quiera otro tipo de material como descubrir el lado más humano y menos cinematográfico de la estrella un consejo: este no es su libro. A Mel Brooks no le interesa desnudarse sino mantener viva la imagen de un tipo con talento para hacer reír que se hizo un espacio en la comedia. También es, y así lo cuenta, un enamorado de la canción. Mel Brooks cuenta, de hecho, con algunas canciones memorables, entre otras ese divertido rap que se marca como Hitler en To be or not to be, que no es una de sus mejores películas ya que no logra hacernos olvidar el ilustre precedente en el que se inspira.

Para los aficionados que busquen un libro que solo tenga la misión de entretener y con el que descubrir algunos de los pasos que tuvo que seguir este hombre de teatro y de cine para llegar al lugar que hoy ocupa en la industria, este sí que será su libro aunque, se reitera, poca información va a sacar de un artista que cuando irrumpió puso patas arriba el género en su país y por extensión en el resto del mundo porque, y esto no lo dice el cineasta sino nosotros, cuando llega al cine Mel Brooks rompe con lo que se entendía hasta ese momento como comedía cinematográfica. Él supo amoldarla y darle ese carácter Mel Brooks que las hace tan identificables. Sus películas son muy locas y absurdas pero una locura sin el espíritu demoledor que emana de la de los hermano Marx. Brooks le añadió en todo caso una mirada gamberra y a veces facilona.

Una mirada que sentó escuela y que se explotó sin refinamiento alguno años más tarde en películas de clave paródica como Aterriza como puedas y rizando el rizo Top Secret, dirigidas por el trío David Zucker, Jim Abrahams y Jerry Zucker. Por cierto judíos como Brooks.

En el libro, el cineasta, escritor y actor habla de un humor judío que sabe reírse de los demás porque sabe reírse de sí mismo. Es verdad que no lo transmite en ocasiones con películas como La loca historia del mundo ni ¡Qué asco de vida! una fallida puesta al día de Los viajes de Sullivan (Preston Sturges, 1941) o Spaceball, donde el director y su equipo de guionistas apostó más por la caricatura que por la parodia.

En el libro el cineasta rememora todas estas experiencias cinematográficas, cita a casi todo sus amigos (a los que quiere con todo el alma) y reivindica su origen, lo que explica su empeño por ridiculizar a Adolf Hitler.

¡Todo sobre mi! es un libro de Mel Brooks, un cómico que creó un subgénero dentro de la comedia, y un tipo con un enorme talento para hacer reír. La impresión que uno saca cuando termina de leer estas memorias es la de recomendar a futuros lectores que lleguen a ellas si conocen el cine de Brooks. Si este no fuera el caso y se siente deprimido, le invitaría también a que disfrutara de su lectura ya que esta palabra, depresión, no existe en el diccionario de su autor, un cómico que hoy puede decir con la cabeza muy alta y al modo de su paródica versión de Luis XVI en La loca historia del mundo: “¡qué bueno es ser rey!”

Vaya tres

Jueves, Mayo 11th, 2023

“No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, porque no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo”.

Camilo José Cela (Iria Flavia, 11 de mayo de 1916-Madrid, 17 de enero de 2002)

“El gilipollas por definición lo es de cuerpo entero. Se es gilipollas como se es pícnico, barbero, coronel, sastre, canónigo o notario: de una manera genérica y vocacional”.

Francisco Umbral (Madrid, 11 de mayo de 19321​ – Boadilla del Monte, Madrid, 28 de agosto de 2007)

“Defecar alivia, es placentero, es saludable, es seguro, es barato, es inocente, es natural, es higiénico, sobre todo si después uno puede lavarse con jabón en el bidé. Y también puede ser educativo e intelectualmente excitante –son incontables los que adoran leer y meditar cuando están descargando los intestinos en el retiro secreto y calmante de su baño. Lutero concibió las más importantes de sus 95 Tesis revolucionarias, que lo hicieron la mayor figura de la Reforma protestante, sentado en la taza del excusado”.

Rubem Fonseca (Juiz de Fora, Minas Gerais, 11 de mayo de 1925 – Río de Janeiro, 15 de abril de 2020)

Saludos, un millón de gracias, desde este lado del ordenador

Preguntas que no tendrán respuesta

Miércoles, Mayo 10th, 2023

Estamos en mayo y en primavera que la sangre altera, sobre todo para quienes se dedican al arte de no hacer nada como hacen los que viven de la política. Estamos encima en un mes electoral, fecha en la que todo puede cambiar para que no cambie nada.

Planteamos una serie de preguntas y tenemos otras que nos reservamos para más adelante con la esperanza de darles también respuestas. Ahí van:

¿Quién demonios es o son los responsables de la selección de títulos que forman parte de los carteles Imprescindibles de la literatura que desde el pasado Día del Libro, 23 de abril y hasta el 17 de julio se exhiben en la avenida de Los Menceyes de Candelaria? Si hace unas semanas tuvieron que retirar la imagen de portada de Mi lucha, de Adolfo Hitler, recomendación que se encontraba a pocos metros de El diario de Ana Frank, víctima precisamente del régimen nacional socialista, se puede observar en esta exposición otros títulos que sin este sesgo ideológico y asesino no son “imprescindibles” de la cultura por mucho que se empeñen unos o unas o unes. Vean, vean la imagen que apoya este comentario… ¿alguien cree de verdad que la trilogía Cincuenta sombras de Gray es un imprescindible de la literatura? vamos, pollo, tira pa’allá.

¿Por qué solo hay una mujer en el debate que bajo el título de Políticas culturales. El compromiso político de la cultura. ¿Qué medidas se implementarán en el próximo gobierno? está previsto que se celebre este jueves, 11 de mayo, en el salón de Grados del Aulario General César Manrique del campus Guajara de la Universidad de La Laguna? ¿Es que las señoritas y señoras que militan en las organizaciones políticas no tienen nada que opinar sobre este tema? El acto está organizado por la Cátedra de Gestión y Políticas Culturales que confirma la asistencia a este foro de Janet Aguiar (Nueva Canarias); Manuel Marreo González (Unidas Sí Podemos Canarias); Romén García Arteaga (Drago Verdes Canarias); Alejandro Krawietz (PSOE), en la actualidad director insular de Cultura del Cabildo de Tenerife y Miguel Ángel Clavijo (Coalición Canaria). Llama la atención que no vaya nadie del Partido Popular ni de otras fuerzas políticas, un síntoma revelador de que esto de la política se las suda literalmente. Y perdonen por la expresión. El debate comienza a las 11 de la mañana y promete ser muy interesante. Se podrá seguir por el canal de YouTube de la Federación Canaria de Municipios (FECAM) y las páginas de Facebook de la Cátedra y la FECAM.

¿Por qué el departamento de Audiovisuales del Instituto Canario de Desarrollo Cultural persiste en no dar explicación alguna para justificar la decisión de no exhibir los cortometrajes que forman parte del catálogo Canarias en corto de los últimos tres años?, ¡¡¡tres años!!!, ¿acaso han olvidado que ese catálogo lo pagan los que residimos en estas islas apartadas de la mano de los dioses?, ¿qué se intenta proteger?, ¿por qué ese miedito por mostrar los cortometrajes de las últimas tres ediciones, ¡¡¡tres ediciones!!!?, ¿tan requetemalos son?

¿Por qué el Instituto Canario de Desarrollo Cultural publica, a través de la Filmoteca Canaria, el libro Cuestión de carácter. Hacia una reflexión del lenguaje en la crítica cinematográfica, de Javier Tolentino? Salvo la presencia de uno de los colaboradores en el volumen, Claudio Utrera, nacido en grancanaria, el resto de las firmas que participan no tienen nada que ver con el archipiélago y los contenidos del libro mucho menos, por muy interesante que resulte lo que explica Tolentino y los otros que participan en este volumen. Da que pensar.

¿Por qué a Tenerife Espacio de las Artes se la conoce más allá de los mentideros culturales y culturetas de la isla como Tenerife Espacio de los Amiguetes? Tiene su explicación, explicación de la que esperamos hablar extensamente un día de estos.

¿Por qué siguen cerrados el Círculo de Bellas Artes y el Ateneo, en Santa Cruz de Tenerife y La Laguna, respectivamente. Uno ya no lleva la cuenta de cuántos años llevan clausurados ambos espacios, pero da vergüenza pasar ante sus fachadas y verlos en tan penoso estado. ¿Qué demonios han hecho sus respectivas directivas para poner fin a esta situación?

Continuará…

Saludos, será cosa de la caló, desde este lado del ordenador