Apocalipsis ahora

Sábado, Noviembre 14th, 2009

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El origen. Piensa: “A mi gustan las películas de catástrofes como entretenimiento en el que ahogar mi borrachera nihilista”. Responde: “Siendo testigo directo de una catástrofe real y televisada como fue el atentado contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, y victima involuntaria de los tiempos que corren, digamos que estoy preparado para soportar cinematográficamente hablando las desdichas que sacuden al mundo según la imaginación de los guionistas”.

Obvio. El cine de catástrofe es casi un subgénero del cine. Un mundo en sí mismo, con sus reglas y claves inamovibles pese al paso de los años.

Flash Back. Los espectadores que nos acostumbramos a ver cine en verdaderos cine en los años 70 crecimos con bastantes de estas películas que ya forman parte de nuestro imaginario colectivo. Vistas la mayoría, era como si viéramos la misma historia sólo que con una catástrofe diferente. La moda la inició Aeropuerto (más secuelas posteriores, parodias incluidas tipo Aterriza como puedeas) continuó con la todavía pétrea La aventura del Poseidón, El coloso en llamas, Meteoro y Avalancha, entre otras.

Una reflexión. Cada una de estas cintas reunía a un puñado de grandes estrellas en horas bajas y contaban cómo un personaje “normal y corriente” se transformaba en líder de aquel grupo de artítricos para sacarlos sanos y salvos de la tragedia en la que se veían envueltos. Estas historias de catástrofes, naturales o provocadas por el hombre, siempre contaban con un niño porque se trataba de vehículos consumistas de tamaño familiar, pero lo que particularmente me interesaba de todas ellas (y supongo que a la mayoría de los espectadores meridianamente leales) era observar como las llamas devoraban un titánico rascacielos, una ola gigante daba la vuelta a un súper crucero de placer o un trozo de roca venido del espacio aniquilaba una gran ciudad del planeta. Estados Unidos.

La amenaza nuclear. Cuando el subgénero catastrófico entra en decadencia entrado ya los 80 del pasado siglo, la amenaza del fin del mundo en el cine escora su pérfida mirada hacia la guerra nuclear, produciéndose una serie de películas inquietantemente realistas pero siempre sujetas al esquema clásico del subgénero catastrófico: muchos personajes. Véase: El día después o la desasosegante cinta de dibujos animados Cuando el viento sopla.

Malos tiempos para la catástrofe. Caído el Muro de Berlín y triturada la Unión Soviética, los filmes de catástrofes se repliegan a sus cuarteles de invierno a la espera de que el fantasma del miedo colectivo vuelva a inocularse en las audiencias. El avispado y mediocre director alemán Roland Emmerich tiene entonces la astucia de tocar los cielos con su guerrillera El día de la indenpendencia, o una más sobre el fin del mundo por obra y gracia de una invasión extraterrestre que deja la superficie del planeta como la santa tierra rusa durante la ocupación nazi en la II Guerra Mundial. Prosigue explotando el filón con su más tarde catastrofista El día de mañana y ahora con 2012, una mala, mala, mala pero que requetemala película sobre el fin de mundo con ecos al clásico Cuando los mundos chocan.

Culpable soy. La veo ayer, viernes. Fui con la tonta esperanza de asistir al estreno de la  cinta de catástrofe definitiva. Esa que iba a ser la madre de todas las películas de catástrofes…  Vi teaser y traillers donde se me prometía la aniquilación de Los Ángeles, Roma, Río de Janeiro mostrando la demolición de sus monumentos más representativos por arte de los efectos especiales generados por ordenador. Y visto lo visto, cómo se destruye la Casa Blanca, como se desintegra El Vaticano, mi mente queda en blanco.

¿La historia? 2012 sigue a su protagonista principal, un padre separado que intenta recuperar a su familia con alarmantes dosis de idiotez que, probablemente alguno defienda por su presunto espíritu pulp. Tonterías. 2012, a juicio de un aficionado a esa montaña loca de se acabó lo que se daba, no respira nada de eso. Además es aburrida y  larguísima. Más de dos horas de condena soportando como ese papá va creciendo antes los ojos de sus hijos y de su ex mujer mientras el mundo se desmorona.

Respira, que todavía puedes. Salgo del cine con esa extraña sensación, que tengo últimamente cuando salgo del cine, de que me han tomado el poco pelo que me queda. Me siento estafado, y más cuando sé que no tengo derecho a que me devuelvan el dinero de la entrada.

Idiota. Me pregunto por qué me gasté los cuartos en esta insensatez. Sobre todo porque si enciendo el televisor me asaltan imágenes catastróficas muy reales. Y en riguroso directo.

Conclusión. El fin de mundo ya está aquí. Apocalipsis ahora.

Saludos desde este lado del ordenador.

¡Mucha mierda!

Jueves, Noviembre 12th, 2009

* Comencemos con un grito: ¡Mucha mierda, Patrick! El Teatro Capitol de Tacoronte acoge desde mañana, viernes y hasta el domingo, 15 de noviembre, el estreno Mathausen (1), de Patrick Bencomo, obra por la que obtuvo el premio de Artes Escénicas Enrique Guimerá del Cabildo de Tenerife dotado con 30.000 euros.

El galardón, que obligaba a su autor a entregar en el  plazo de seis meses el texto teatral escrito y el Plan de Producción para su puesta en escena, “y una vez cubierta esta fase tres meses más para su estreno”, llega al público mucho tiempo después por causas ajenas a su autor.

La convocatoria del premio Enrique Guimerá, una iniciativa del Área de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo de Tenerife, formó parte de los Premios a la Creación 2007, y contemplaban también los apartados de Literatura, Alfonso García Ramos; Artes Plásticas, Eva Fernández y el Premio de Crítica Cultural, Domingo Pérez Minik, distinciones que recayeron respectivamente en Víctor Álamo de la Rosa por su proyecto La cueva de los leprosos; David Olivera por su trabajo El pueblo olvidado y el periodista y escritor Sabas Martín por Fetasa en el espejo: en el espejo de Fetasa, texto crítico publicada en el volumen colectivo Fetasiano, editada por CajaCanarias en la colección Aislados en 2006.

(1) El campo de concentración se llamó en realidad Mauthausen, la grafía Mathausen obedece a como lo conocían los presos españoles durante su largo cautiverio.

* No había que ser muy inteligente para intuir que con el nuevo equipo que gobierna el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz el resucitado Festival Internacional de Cine Ecológico y de la Naturaleza del Puerto de la Cruz tenía los días contados. Todo hace sospechar que asistiremos en 2010 al entierro del renacido certamen.

* Una buena noticia es que al menos el Festival Internacional de Cine Documental, MiradasDoc sí que parece que goza de relativa buena salud. Así que es probable (en este universo de probabilidades) que el año próximo se celebre su quinta edición.

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* Tenerife Espacio de las Artes (TEA) proyecta desde mañana y hasta el domingo, en horario de 19 a 21.30 horas, el documental Let’s get lost, de Bruce Weber. El filme narra la vida del excelente trompetista de jazz Chet Baker, un músico que además cantaba. ¡Y como cantaba! A mi me deprime. Pero no por malo sino porque su voz nace desde dentro, desde ese lugar oscuro del alma donde almacenamos todas nuestras desesperaciones.

* Por si les interesa, se acaba de editar la versión en dvd de Dillinger dirigida por John Milius. El legendario gángster está protagonizado por el también legendario Warren Oates. El agente del FBI que le dio caza, Melvin Purvis, tiene el rostro de otro legendario actor, Ben Johnson. Lo diré aunque no haga falta, si la comparan con la versión postmoderna de Michael Mann, Enemigos íntimos, no hay lo que se dice color.
Les dejo con una frase que le escuché al gran Milius, ese cineasta ultra conservador y orgullso miembro de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), en el disco con contenidos adicionales de 1941, la estrafalaria comedia que dirigió Steven Spielberg a finales de los 70: “Los dioses humillan a quienes quieren honrar”.

Por lo que sinceramente y ante la que nos está cayendo, repartamos mucha mierda entre todos nosotros. Igual los dioses nos escuchan.

Saludos, escuchando de fondo My funny Valentine por Baker, desde este lado del ordenador.

Me enamoré de una bruja

Jueves, Noviembre 5th, 2009

veronicalake.jpg * Vuelvo a ver esa obra maestra que es Los viajes de Sullivan, de Preston Sturges, donde me perturba (sí, lo confieso hatajo de canallas) la belleza cósmica de Verónica Lake. Ahora entiendo porque la odiaban tanto los actores que trabajaron con ella: literalmente les robaba las escenas. Este nuevo redescubrimiento con la estrella mayúscula potencia, si cabe, este tonto enamoramiento que tengo con el cine. (Cinéfilos del mundo, de ahí el título del post: Me enamoré –por me casé con– de una bruja).

* Una buena noticia para los que tenemos la mala costumbre de gastarnos el dinero en esas cosas que llamamos libros. Hoy ha abierto sus puertas en la avenida Tres de Mayo de la capital tinerfeña Agapea.com, “la mayor librería online en lengua castellana especializada en la entrega de libros urgentes”. Como no tenía nada peor que hacer, me he dado una vuelta por ella y he sacrificado unos euros que no me dan ni para pipas en una novela. Celebro esta inauguración, celebro que huela a nuevo y celebro que haya sentido ese cosquilleo nervioso cuando entre en uno de estos establecimientos para grabar en mi memoria dónde están colocados los volúmenes que me interesan.  Además, me aseguran que se comprometen a entregar cualquier novedad que se les solicite en un plazo de 48 horas, lo que no está nada mal para los que vivimos en las antípodas. No obstante, y por lealtad, continuaré visitando mis librerías de siempre. Que aún quedan. Un abrazo fuerte a la numantina Ifara.

* Pese a sus soledades, la Universidad de La Laguna despierta de su mutismo. Mañana, viernes, se presenta la reapertura del Paraninfo, así como del conjunto de actividades previstas para conmemorar la vuelta al funcionamiento de este espacio escénico, cerrado desde hace casi diez años.

* La revista especializada Rockdelux celebra sus 25 años de existencia con un número especial que resume lo mejor de la etapa 2000-2009 con una selección de los  100 mejores discos internacionales, 60 nacionales, 20 libros, 20 cómics, así como teleseries y evolución última de la industria cultural que, a criterio (siempre discutible) de quienes la elaboran merecen ser destacados de esta ¿década prodigiosa? Cabe reseñar que entre los mejores discos ocupa un dignísimo séptimo puesto Alegranza, el segundo álbum del músico grancanario El Guincho.

* A falta de pan buenas son tortas. Tenerife Espacio de las Artes (TEA) exhibe desde mañana viernes y hasta el domingo, Malditos bastardos, la última película del gamberro Quentin Tarantinio en rigurosa Versión Original con Subtítulos en Español. A las 19 y 22 horas. Entrada gratuita porque Teíta celebra su primer aniversario.

* Acantilado anuncia que  publicará en 2010 Trois femmes puissantes (Tres mujeres poderosas), novela de la escritora francesa de origen senegalés Marie NDiaye que ha obtenido el premio Goncourt. Trois femmes puissantes narra la historia de tres mujeres que luchan por sobrevivir y se rebelan contra las humillaciones que la vida les inflige con una obstinación metódica e incomprensible. La novela se ha convertido en Francia –donde ha sido publicada por Gallimard- en una de las obras más vendidas de la rentrée literaria. Marie NDiaye, nacida en 1967 en Pithiviers, localidad de los alrededores de París, publicó su primera novela a los 18 años, momento en el cual abandonó los estudios para dedicarse totalmente a la escritura. Desde entonces, ha publicado una docena de obras, entre cuentos, novelas y teatro. Actualmente vive en Berlín con su marido y sus tres hijos.

Saludos, perturbadoramente lakemaníacos, desde este lado del ordenador

“Tienes una voz muy bonita”

Sábado, Octubre 31st, 2009

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* Me cuentan que el espacio radiofónico de opinión del periodista Carmelo Rivero de ayer, viernes, hizo referencia al cine que se está realizando en Canarias. Quien me informa,  dice que habló de lo bien que se está vendiendo Óscar. Una pasión surrealista en los mercados internacionales y del trabajo que están realizando Dunia Ayaso y Félix Sabroso pero que omitió –imagino que por despiste y desconocimiento— a otros cineasta nacidos en las islas ya consagrados (todos sabemos sus nombres ¿verdad?) o que se están abriendo camino como buenamente pueden lejos de los repartos que concede la cada día más devórame otra vez Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias en materia audiovisual. Departamento este, demasiado acostumbrado a obviar a los de siempre, por muchas (des)comisiones que nombre y cursos que organice.

Mientras tanto, la realidad del cine canario sigue siendo la misma. Si exceptuamos las paradas y fondas a las que tanto se ha aficionado por San Sebastián, Cannes, Berlín y donde me lleve el fabuloso mundo del audiovisual para no herir susceptibilidades, todo lo relacionado con el cine o el audiovisual subvencionado canario sigue sin dar frutos y sí fuegos artificiales. Pero sin su característico colorido y sonoridad.

Salvando de la traca los cortometrajes con o sin el sello del Gobierno regional y algunos intentos valientes por independientes, la política cinematográfica en el archipiélago continúa ajena a la realidad dando luz verde a proyectos que (padre nuestro que estás en los cielos) todos esperamos que algún día puedan estrenarse (más que sea en los multicines de las islas).

Ante este panorama, es una buena noticia que un cortometraje como Algo que aprender se haya hecho con el premio del Festival Internacional Boca del Lobo de Madrid en la categoría de Erótico. Precisamente escuchaba atónito ayer en la radio una entrevista con su directora, María Eugenia Arteaga, quien pese a repetirle al presentador que ya llevaba como quince años trabajando en cine y audiovisuales, sólo obtuvo como respuesta que el locutor le repitiera como un mantra que “un oyente nos acababa de envíar un mensaje donde se lee: tienes una voz muy bonita”.

Me partí de la risa. No por la directora, ni siquiera por la insistencia del conductor del programa radiofónico. Me partí de la risa por la “seriedad” con la que algunos profesionales de la comunicación se toman esto que llaman cine. Casi la misma que asume el Gobierno canario a través del departamento correspondiente.

* Una buena noticia, que no todo tiene que ser gris. La programación de cine del Otoño Cultural de CajaCanarias en noviembre dedica un ciclo al gran director británico Michael Powell. Lástima que entre las obras seleccionadas no se encuentre su obra maestra El fotógrafo del pánico, aunque sí joyas como Las zapatillas rojas, I know where I’m going, A vida o muerte y Narciso negro.

Como deben de verse, las películas se proyectarán en versión original con subtítulos en español, y los pases tendrán lugar todos los lunes en el Espacio Cultural de la entidad de ahorro en Santa Cruz de Tenerife, a las 20:30 horas. Inicia el ciclo, Las zapatillas rojas (1948), una adaptación del cuento del mismo nombre escrito por Hans Christian Andersen y que codirigió junto a Emeric Pressburger.

Saludos, en plan no hay mal que por bien no venga, desde este lado del ordenador.

¡¡¡Ved y leed, malditos!!!

Viernes, Octubre 30th, 2009

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* La revista Dirigido por… dedica portada y reportaje especial en su número de octubre al Nuevo cine fantástico español. En el análisis, firmado por Tonio L. Alarcón, se menciona a tres cineastas de las islas, un síntoma de que la presencia de nombres canarios (dos de ellos sin contar con el respaldo del cada día más estrábico y viajero departamento de Audiovisuales de Canarias Cultura en Red) comienza a ser habitual en el panorama cinematográfico nacional.

Para los aficionados el reportaje aporta algunas ideas interesantes, aunque cuestionables, sobre la escasa afición que ha despertado el género en el cine español de todos los tiempos. El autor concluye que una de esas razones podrían ser los casi tres siglos de supervivencia de la Inquisición en España ya que “demonizó las temáticas fantásticas y las apartó de las manifestaciones culturales de nuestro país”.

En cuanto al estudio que propone, nos interesa las referencias que hace al trabajo de tres cineasta canarios –Juan Carlos Fresnadillo, Elio Quiroga y Mateo Gil–.  Alarcón dedica palabras elogiosas a los dos largometrajes de Fresnadillo, Intacto y 28 semanas después. De este último filme escribe además: “Quizá sea porque el original de Dany Boyle nunca me ha parecido tan extraordinario como se dice por ahí,  creo que, como secuela, resulta bastante más compleja y más madura que su antecesora, a lo que seguramente contribuye el hecho de que hace algo más que seguir el camino previamente marcado por John Wyndham. El precio a pagar es un montaje entrecortado, plagado de planos brevísimos, que sin embargo no empaña la capacidad de Fresnadillo para ofrecer un espectáculo mucho más intenso y más rabiosamente genérico que el de la primera película”.

En cuanto a Elio Quiroga señala: “olvidado desde su polémico debut con Fotos (1996) y que ha vuelto al ruedo cultivando, respectivamente, la ciencia ficción y la ghost stories con la debilucha La hora fría (2006) y No-Do (2009) –que demuestran, por la distancia con la que trata los detalles fantásticos, la poca querencia del director hacia el género–. La primera es un simple exploit de las películas de zombis surgidas tras el éxito de 28 días después (28 Days Later, Danny Boyle, 2002), que emplea todos y cada uno de los tópicos del género sin intentar innovar en lo más mínimo, desperdiciando de forma sistemática las ideas más interesantes –como la anecdótica metáfora cristiana de los nombres de los personajes–, siendo lo único salvable ese final sorpresivo que parece salido de Weird Science. Claro que su segundo intento de remontar el gran bache que es su filmografía lo hunde todavía más profundamente. Sobre todo, debido a la torpeza con la que Quiroga intenta reutilizar los mimbres de su evidente referencia, El orfanato, acumulando una aburridísima sucesión de sustos y apariciones que ni inquietan ni interesan; pero también debido a cómo vuelve a desaprovechar la mejor de sus ideas: el papel de la institución eclesiástica como guardiana frente a criaturas lovecraftianas”.

La mención de Mateo Gil en este extenso (e insistimos que discutible) reportaje es a colación de su colaboración en la serie Historias para no dormir, de la que emite el siguiente juicio: “Para ser justo, hay que reconocer que los resultados fueron bastante irregulares. Desde luego ni Regreso a Moira (Mateo Gil, 2006) ni Adivina quién soy (Enrique Urbizu, 2006) están a la altura de lo esperado en un proyecto de esta envergadura –algo comprensible en el caso del coguionista habitual de Alejandro Amenábar, pero sorprendente respecto a Urbizu”. 

* Les animo a que lean el artículo que firma el periodista Daniel Millet y que ayer publicó La Opinión de Tenerife a propósito del rodaje de un documental sobre Antonio Cubillo. Producido por La Gaveta Producciones, La Mirada Producciones y Vértigo Laberíntico, y dirigido por el sobrino del líder separatista, Eduardo Cubillo, uno de los momentos fuertes de este retrato biográfico es que enfrenta a Cubillo con uno de sus agresores, Juan Antonio Alfonso, aquel nefasto 5 de abril de 1978. Todavía no hay fecha de estreno pero un trailler se exhibirá en el festival MiradasDoc. Guste o disguste, Antonio Cubillo es uno de los personajes más relevantes de la segunda mitad del siglo XX en Canarias. Todavía guardo muy fresca en la memoria a mi padre escuchando en la más absoluta clandestinidad las emisiones radiofónica que emitía desde Argel. Y de cómo se partía de la risa, porque en aquellos tiempos en blanco y negro Cubillo era el único que llamaba por su nombre a la cochambre política que dirigía los destinos de estas siete islitas abandonadas de la mano de los dioses. Para los que tengan interés en conocer un poco más al personaje, les recomiendo la lectura de los dos primeros tomos de sus memorias (en principio iban a ser tres) pese a su tono pastoral: Los años verdes y Trópico gris.

* Y ya que hablamos de cine ¿para cuándo el estreno en las pantallas tinerfeñas de filmes como El imaginario del doctor Parnassus o Katyn, de Terry Gilliam y Andzej Vajda, respectivamente? Para combatir el mono y disfrutar de otro cine que no sea el que actualmente monopoliza nuestras multisalas, les recomiendo que se den un paseo por el Corte Inglés y adquieran (¡a mitad de precio! que son tiempos de crisis cirrótica) títulos imprescindibles como Siberiada, Novecento, Nosferatu, El Gabinete del doctor Caligari y Ojos negros en lujosas ediciones especiales. Están avisados.    

* Y una buena noticia para los lectores de todo pelaje. La santacrucera librería Canarias cuenta con un amplio departamento de libros, tebeos y figurillas a mitad de precio. Pueden encontrar un poco de todo, desde ejemplares de la editorial El Andén (publicó en español dos excelentes novelas policiales del escritor norteamericano William Landay: La puerta roja y El estrangulador); así como de Caralt y Noguer (Mishima, Hemingway) y sobre historia bélica, entre otros. Muy recomendable. Absolutamente recomendable en estos tiempos de crisis y otras perversiones para nada discretas.

* Hace ya mucho tiempo que leí en una edición del Círculo de Lectores El barco de la muerte, novela de B. Traven, inquietante escritor al que pretendimos rendir homenaje en este mismo blog. Pues bien, editorial Acantilado anuncia una nueva edición con traducción de Roberto Bravo de la Varga. En este novela Traven critica la política al servicio de los poderosos, y cuenta las aventuras del marinero Gerard Gales en el Yorikke, un barco tripulado por marginados sociales. Les aseguro que tiene el mismo aliento desesperado de su obra maestra El tesoro de la Sierra Madre.

Saludos, revelando mi peculiar imaginario literario y cinematográfico, desde este lado del ordenador.

Cuanto odio el “Cine, cine, cine, más cine por favor” del Aute

Martes, Octubre 27th, 2009

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* Hace mucho, mucho tiempo… este que les escribe participó en el monte de Las Mercedes (Tenerife) en el rodaje de una película (¡¡¡en súper 8 milímetros!!!) de lo que iba a ser un mediometraje inspirado en las hazañas de Indiana Jones. Su director, obviamente, no era Steven Spielberg. De hecho, no sé si la película llegó a estrenarse en casa de los amigos, pero sí que fue una experiencia lo suficientemente gratificante como para que no se me haya borrado aún del disco duro de la memoria. Pasados los años, y con aquella experiencia de extra disfrazado de soldado alemán del Afrika Korps, descubro leyendo en loquepasaentenerife que Fran Casanova ha conseguido un premio en el festival Try-City Independent en la categoría de fan film con un cortometraje basado en las aventuras de Indiana Jones. Así que leo el artículo con las gafas puestas, y contemplo imágenes de este trabajo y de otro corto de Casanova (Campo de batalla) y me sorprende, vista la factura, lo profesional de sus resultados.

* Leo en El Día una entrevista con el coleccionista canario Andrés Padrón, quien se queja de que las islas carezcan de “sensibilidad a la cultura del cine”. Padrón, que cuenta con una extraordinaria colección de imágenes cinematográficas con retratos de grandes estrellas de Hollywood de todos los tiempos, quiere ahora desembararzarse de ella. Tiene 69 años y ya no puede con las casi tres millones de fotografías, diapositivas y negativos que tiene repartidos en tres casas, ubicadas en la capital grancanaria y el Puerto de la Cruz. Obviamente, el llamamiento que hace Padrón en las páginas de este periódico tiene doble lectura. Así que pienso, luego existo, que acostumbrado a la capacidad de nuestro Ejecutivo regional de no mirar, no hablar y no oír, esa colección terminará siendo subastada en Internet. Tengan ustedes en cuenta que la proverbial capacidad del Gobierno de Canarias para apuntarse tantos y su dudoso gusto para tirar el dinero de todos nosotros, una cosilla como la colección Padrón tiene lo que se dice sus días contados.

* En La Opinión de Tenerife se publica hoy una entrevista con el guionista de Hierro, Javier Gullón. El filme, que dirige Gabe Ibáñez, está protagonizado por Elena Anaya y como su mismo título indica fue rodada en la isla del Meridiano. Se trata de una historia de suspenso que promete. Basta con mirar el trailler.

* Mientras pasan estas cosas, el departamento de audivisuales de Canarias Cultura en Red promociona el cine canario por esos mundos de Dios con “aplastantes” éxitos según nos cuentan las notas de prensa con las que nos nutre su departamento de comunicación. La última parada y fonda fue en Berlín, donde se proyectó, entre otras, Óscar. Una pasión surrealista. Cuentan en la capital alemana que tras ver este clásico canario los habitantes de la zona del Este están planteándose seriamente volver a levantar el Muro.

En fin.

Saludos, y castigado a oír el “Cine, cine, cine, más cine por favor“, desde este desesperado lado del ordenador.