Archive for Octubre, 2021

Hablar de Javier, recordar a Reverte

Viernes, Octubre 29th, 2021

El Festival Internacional de Literatura de Viajes y Aventuras de Puerto de la Cruz, Periplo, me ha dado muchas cosas y entre esas cosas me dio la oportunidad de conocer relativamente cerca a Javier Reverte, escritor y periodista que se nos fue el año pasado dejando un poco más huérfano, si cabe, el oficio de contar historias (ficticias y reales) en España.

Javier Reverte estuvo desde la primera edición del Festival y regresó seis veces más de las nueve que ha convertido el Puerto de la Cruz en la capital de la literatura de aventuras y viajes. En todas esas ocasiones tuve la oportunidad, salvo en una a la que no pude asistir porque me encontraba en otro lugar, sus libros de viajes, aunque recuerdo con especial cariño la conversación pública que mantuvimos en torno a El hombre de las dos patrias, un pequeño volumen que dedica a sus impresiones sobre Argel mientras busca las huellas de un escritor que fue clave en su vida: Albert Camus.

El libro no llega a las 200 páginas y es de los pocos que no publicó Plaza y Janés, la editorial que presentó en Periplo el sábado pasado (23 de octubre) las memorias del escritor y periodista: Queridos camaradas: una vida, labor que asumió el director editorial de P&J, David Trías.

El Festival Internacional de Literaturas de Viajes y Aventuras acogió en primicia la presentación de Queridos camaradas: una vida, memorias en las que Javier Reverte evoca su infancia, adolescencia y juventud con el notable pulso narrativo que caracterizó su obra en un encuentro que sirvió además para honrar su recuerdo y su estrecha vinculación al Festival desde sus inicios.

David Trías avanzó sobre Queridos camaradas, una vida, que se trata de “un libro de memorias escrito desde la perspectiva de un niño” y recordó que Reverte “fue muy promiscuo en lo literario”, ya que coqueteó con muchos géneros”.

“A Javier le hubiera gustado que sus memorias se presentaran en Periplo”, afirmó Trías la mañana de un sábado bajo la carpa instalada en la explanada de El Penitente, mientras el mar, algo revuelto por el viento, sonaba como música de fondo.

Durante la charla con el director editorial de Plaza y Janés recordé no solo a Javier Reverte sino también a Antonio Lozano que fue otro de los grandes que acompañó a Periplo desde sus inicios. Su ausencia ha dejado una profunda huella en un Festival que sigue adelante, aprovechando las lecciones que ellos, como otros tantos invitados que han pasado por aquí, dejaron entre quienes tuvimos la suerte de conocerlos.

Mientras conversaba con David Trías ese mismo sábado que ahora mismo me parece que sucedió el año pasado, no dejaban de asaltarme la cabeza cientos de recuerdos de las estancias de Javier Reverte a su paso por Periplo. También sus cariñosas dedicatorias y una cena con Cristina Morató en la que ambos periodistas más que de raza, casta, desgranaron sus historias del oficio y un viaje que realizaron juntos a África, ese continente al que tanto le debió Reverte y en el que caso pierde la vida durante la singladura que realizó por el Río Congo tras las huellas de El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad. Si quieren saber si se encontró a Kurtrz donde nace este fabuloso y caudaloso río… a leer el libro, que merece la pena: Vagabundo en África.

Porque, y ahí se encontraba una de las obsesiones del escritor y viajero, los ríos fueron muy importantes en la vida de Javier, que hizo todo lo posible por cruzarlos. Así navegó además de por el Congo, el Amazonas, el Yukón… Daba igual que estuviera debajo o por encima del meridiano, el caso era surcarlos y evocar de paso las novelas que cantaron aquellas aguas.

Un sabor agridulce tras el pequeño pero cariñoso y emocionado homenaje a Javier Reverte en el Festival Periplo que se celebra hace ya nueve años en el Puerto de la Cruz, y es que todo salió en su justa medida, sin exceso de sentimentalismo ni filípicas elogiosas, solo un diálogo entre dos personas que conocieron a Javier. Y sobre Javier y ninguna otra cosa más se habló largo y tendido en una jornada que, a mi juicio, el mismo escritor y periodista hubiera apreciado. Eso me parece y con ese objetivo se habló esa mañana de sábado mientras las olas del Atlántico no dejaban de combatir contra la costa y el olor a sal se quedaba flotando en el aire.

Una persona a la que aprecio y por eso mismo respeto me regaló Queridos camaradas, una vida, dejando impresa una dedicatoria que casi me hace saltar las lágrimas. Otro, un amigo al que conozco precisamente por Periplo, me hace entrega de los cuentos de la Guerra Civil que escribió Javier Reverte y que publicó Ediciones del Viento, la misma editorial que hace unos años tradujo las memorias de dos de los supervivientes del naufragio de La Medusa frente a las costas de Senegal.

Y de repente me acuerdo de aquella máxima que se atribuye a Heráclito, la de todo fluye, nada permanece y en versos sueltos las de la Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique,

Nuestras vidas son los ríos

que van a dar en la mar,

que es el morir,

allí van los señoríos

derechos a se acabar

y consumir;

allí los ríos caudales,

allí los otros medianos

y más chicos,

y llegados, son iguales

los que viven por sus manos

y los ricos.

Y no creo que sea una coincidencia lo que significa río para el poeta español como para el escritor y viajero que dejó su luz en el Puerto de la Cruz. Y pienso –es inevitable– en que todo esto, la vida, se trata de un sueño y que como afirmó Calderón de la Barca, los sueños, sueños son.

Saludos, siempre el mar, desde este lado del ordenador

Un viernes muy interesante

Jueves, Octubre 28th, 2021

* La escritora argentina Claudia Piñeiro ha sido reconocida con el Premio Negra y Criminal 2021 que concede el Festival Atlántico de Género Negro Tenerife Noir en su VI edición.

Por este motivo, el festival organiza para este viernes, 29 de octubre, a las 20 horas, un encuentro virtual con Piñeiro, que se transmitirá en vivo a través de su página de Facebook, en el que se le comunicará la concesión del premio. La charla estará a cargo de Javier Hernández Velázquez e Izaskun Legarza, ambos integrantes del equipo coordinador de Tenerife Noir y parte de sus asesores literarios.

Nacida en la provincia de Buenos Aires en 1960, Claudia Piñeiro es escritora, guionista de televisión y dramaturga. Sus obras han sido adaptadas al cine o a la televisión en numerosas ocasiones. A la hora de definir su trabajo literario con un solo concepto, la autora recurre a la idea de suspense.

La organización confía en poder entregar personalmente a la escritora el sombrero realizado al estilo de los borsalinos tan característicos del género negro clásico con el que se materializa el galardón a lo largo de su próxima edición, que tendrá lugar en marzo de 2022.

Tenerife Noir ha concedido su premio Negra y Criminal en sus anteriores ediciones al escritor canario Antonio Lozano, en 2016; a Andreu Martín y Juan Madrid, que lo compartieron en 2017; a Petros Márkaris y Alicia Giménez Bartlett, que también compartieron galardón, en 2018. En 2019 recayó en Julián Ibáñez y en 2020, en el mexicano Élmer Mendoza, quien también tiene pendiente recoger su sombrero, al no haber podido desplazarse a Tenerife debido a las limitaciones establecidas por la pandemia.

* El Instituto de Estudios Canarios, IECan, presenta la obra Apuntes de viajes. Excursiones en las costas de Marruecos y las islas Canarias, durante los años 1877, 1878, 1879 y 1881 del viajero Arthur Jean-Philibert Grasset. La cita será este viernes 29 de octubre a las 19 horas en la lagunera Casa de Ossuna, sede de la institución. La actividad será retransmitida en streaming a través de los canales de Facebook y Youtube del IECan, la asistencia al acto está limitada previa inscripción a través del correo iecanarios@gmail.com

Apuntes de viajes. Excursiones en las costas de Marruecos y las islas Canarias, durante los años 1877, 1878, 1879 y 1881 es un diario de viajes póstumo del francés Arthur Jean-Philibert Grasset. El libro recoge los viajes de este explorador por las costas del norte de África y de las Islas Canarias, a los que dedicó extensas y cuidadas descripciones. Su amor por las artes, en especial por la música y la acuarela, le llevó a plasmar paisajes canarios con dicha técnica, reproducidos en la edición de la obra.

Nathalie Le Brun, profesora titular de Civilización Española de la Universidad de Estrasburgo, está al cargo de esta edición, en la que además aporta la introducción, transcripción, traducción y notas. Le Brun, quien también es miembro del IECan, recupera los manuscritos de Grasset, en los que el viajero explica y describe lo que ve en los puertos de escala en su viaje desde Argel, así como en las Islas.

A través de sus múltiples viajes a las Islas, Grasset entabló una sólida amistad con Sabino Bethelot, el naturalista y etnólogo francés, autor de Historia Natural de las Islas Canarias. Grasset conoció a Berthelot en 1854, durante su primera visita a Tenerife.

Saludos, interesante viernes, desde este lado del ordenador

Gancho ciego, una novela de Antonio Flórez Lage

Miércoles, Octubre 27th, 2021

Una novela como Gancho ciego (Siruela, 2021) no debería de pasar desapercibida por todo lo que implica. Es una de las pocas historias que conozco cuyo escenario es un Puerto, Puerto que puede ser cualquier gran Puerto de una ciudad costera. Adscrita al género negro y criminal, Gancho ciego contiene otros registros que la hacen singular en el panorama actual de las letras que se escriben en español. Y no solo por lo que cuenta sino por el animado grupo de personajes que reúne.

Se trata así de una novela novedosa por el entorno en el que se desarrolla. Describe un escenario que tiene sus propias reglas. La variopinta fauna humana que presenta se mueve, como en la ciudad, por la ambición de poder y el dinero Y dinero, y mucho, desfila por las páginas de un libro en el que todo cuanto se cuenta puede ser verdad. O mentira.

Escrita por Antonio Flórez Lage, Gancho ciego transcurre a lo largo de cinco días en un puerto que debe escribirse como Puerto ya que concentra en sí un poco de todos los puertos de las grandes ciudades costeras de este y otro país. El autor, de hecho, no localiza en ningún momento donde se encuentra el Puerto que le sirve de escenario, así que funciona como metáfora de esas puertas que sirven de entrada y salida de pasajeros y mercancías. Estas últimas, legales o no.

El Puerto que describe Flórez Lage parece sacado de una pesadilla inspirada en uno de los grabados de Piranesi solo que aquí los laberintos tienen forma de almacenes, astilleros, puestos de la Guardia Civil, extensas explanadas donde descansan los contenedores… El autor ubica en este universo una galería de personajes que arrastran, sobre todo los principales, un vínculo de sangre y violencia con el entorno en el que trabajan. Si la ciudad donde se encuentra el Puerto ya es de por sí corrupta, su puerto, el Puerto, actúa como una especie de mundo paralelo que no necesita del exterior para resolver los problemas.

Su Puerto, el Puerto de Gancho ciego, se trata de un universo gigantesco que sirve como un espejo en el que se refleja la otra cara de la ciudad. Y esa cara es la más amarga y siniestra. El Puerto es como pueblo del lejano oeste americano. Aquí no hay justicia. Es un territorio donde solo viven más que los fuertes, los más corruptos.

El Puerto de Gancho ciego se convierte así en uno de los grandes protagonistas de la novela. Es el territorio, la jungla por la que se mueven sus actores. Sabe a verdad cuando el escritor toma el pulso al Puerto. Cuando muestra cómo se trabaja y cómo se alimenta (retroalimenta) para seguir adelante con su fatigoso día día.

Una de las líneas de la novela comienza cuando se descubren los cadáveres decapitados de varias jóvenes sin que se sepa muy bien si ha sido obra de un asesino en serie o un aviso de alguien en la sombra que señala a la cúpula que gobierna las instalaciones.

El encargado de investigar estos asesinatos es un policía, de apellido García, que está de vuelta de todo. Un escéptico que no ha sabido vivir con los fantasmas que acumula del pasado y que conoce, como el que más, cuál es la cadena alimenticia que pone en marcha diariamente la actividad de ese Puerto que, ya se dijo, puede ser el de cualquier puerto de una gran ciudad.

El otro gran protagonista de la novela es El gallego, un tipo que conoce por dentro el código no escrito de sobrevivir en el Puerto, y personaje que podría ser la otra cara que representa García. A su alrededor se mueve toda una fauna de secundarios, la mayoría de ellos identificables por sus apodos portuarios.

Como en toda novela negra y criminal que se precie, en Gancho ciego no solo hay una serie de asesinatos que deben de resolverse sino también otros casos que forman las piezas de un puzzle que destaca por los asuntos que aborda.

El género negro y criminal, ya se sabe, intenta radiografiar a un grupo humano que responde a una política cuya base es el miedo. El miedo, ya se sabe, debilita y hace que unos y otros desconfíen de los demás. No, no es mundo muy agradable el retrato afilado que describe Antonio Flórez Lage de ese gigantesco Puerto que es otra ciudad dentro de la ciudad. Es un monstruo con forma de almacenes, talleres, grúas y barcos que están atracados en un espacio en el que además de cargar y descargar mercancías, transporta materiales altamente peligrosos y por eso mismo millonarios.

Uno de los aspectos más atractivos de la novela es que los personajes no resultan maniqueos. El gris define por extensión el carácter de todos ellos. Y el gris, de hecho, monopoliza las más de 300 páginas que tiene el libro. Un producto que en conjunto se nota muy trabajado, redondo. Pero más por la creación de de ese Puerto y su capacidad para recrearlo con atmósfera, que las historias que cuenta.

Antonio Flórez Lage conoce las claves del género y las maneja muy bien en el relato pero la mayoría se sorprenderá más por su capacidad de dar autenticidad al territorio por el que se mueven los personajes. Un mundo que solo conoce el escritor y al que accede un sorprendido lector como fue mi caso.

Espacio cerrado donde el paisaje y paisanaje es bronco y en ocasiones terrible, las mujeres del Puerto son igual de duras que sus pares masculinos. Defienden sus intereses. Esta es la tierra de no es nada personal, solo negocios. Un territorio aislado de la ciudad en el que el crimen (en este caso el de unas jovencitas con apellido) hace redimir a un policía y a un yonqui y a tomar decisiones a un superviviente.

Saludos, buenas lecturas, desde este lado del ordenador

Fernando Martínez Laínez: “España no supo combatir la batalla de la propaganda contra la leyenda negra”

Martes, Octubre 26th, 2021

Fernando Martínez Laínez (1941) es escritor y periodista. Fue delegado de la agencia Efe en Cuba, Argentina y la Unión Soviética y es doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Ha escrito más de 70 libros, en el último de ellos, Espías del imperio (Espasa, 2021) cuenta la historia de los servicios secretos que trabajaron a las órdenes de la casa de los Austria, dinastía que contribuyó a cimentar un imperio en el que no se puso el sol.

Como narrador, Fernando Martínez Laínez ha cultivado géneros como el histórico, policiaco y de espías, en libros como Una pica en Flandes, Mientras la patria exista, Fernando el Católico y El rey del Maestrazgo, lo que lo consolidan como uno de los más reconocidos escritores de novelas de género que se escribe en España. El escritor y periodista fue uno de los invitados del VI Festival Atlántico de Género Negro Tenerife Noir, que estuvo dedicado a la memoria de la escritora norteamericana Patricia Highsmith por el centenario de su nacimiento.

-¿Desde cuándo comienza a interesarse por el mundo del espionaje al servicio de los Austrias?

“Fue una pasión temprana porque el mundo de los espías está muy vinculado al de la Historia. Cuando ejercía como periodista la Guerra Fría seguía estando de actualidad, una Guerra, la Fría, muy unida al mundo del espionaje por lo que sobresalía en los medios de comunicación de entonces. Espías del imperio nace, no obstante, como rechazo a esa visión tan española de que fuimos una especie de país deslavazado, con problemas y que siempre salía derrotado de todas las guerras. Una visión derrotista que todavía perdura pero que si escarbas un poco descubres que es falsa y que gran parte de la hegemonía española durante esos dos siglos, XVI y XVII, se debió a sus agentes y a los espías que trabajaron para los Austrias”.

- Entiendo entonces que escribe el libro para proponer otra visión, no derrotista, de la Historia de España.

“El libro, efectivamente, se escribe para oponerse a esa visión derrotista que ha calado tan hondo en España pero se trata solo de una introducción a un asunto riquísimo y que demanda muchas más novelas y ensayos porque, de momento, sigue siendo un capítulo poco estudiado. Existen grandes lagunas y una ignorancia absoluta sobre aquellos espías por lo que espero que el libro ayude a futuros escritores e historiadores en sus investigaciones para tener una idea cercana de cuál fue el impresionante trabajo que desarrollaron los espías del imperio”.

- Usted ubica el origen de los servicios de inteligencia en España con Fernando el Católico.

“Fernando el Católico a parte de ser el mejor rey de nuestra Historia fue el gran impulsor de lo que entendemos como servicios de inteligencia. Fernando el Católico es un personaje interesante pero cuenta con una faceta que ha quedado relegada, marginada, como es su carrera militar. Ya era militar siendo niño, acompañó a la guerra a su padre, por lo que pronto adquirió una mente como estratega muy avanzada para su época lo que reflejó años más tarde en una serie de ordenanzas y disposiciones que sientan las bases de la campaña militar en Italia y el triunfo de los Tercios en Francia. Desde el punto de vista administrativo y logístico fue un adelantado a su tiempo mientras que en el aspecto político es el creador del Estado nacional moderno. Fue tanta su influencia que Nicolás de Maquiavelo le dedica a Fernando el Católico la primera edición de El príncipe porque lo toma como modelo del príncipe renacentista. Fernando se dio cuenta que el poder militar se sustentaba en la información así que a través de sus embajadores y de enlaces matrimoniales incluso, le sirvieron para estar enterado de todo lo que pasaba en Europa y actuar militarmente con ese ejército que se forja, de alguna manera, con las campañas del Gran Capitán”.

- ¿Cómo se articulaban estos servicios de información y cómo se desarrollaron con los Austrias?

“Los Austrias continuaron la senda abierta por Fernando el Católico, solo que corregida y ampliada porque las posiciones españolas se van haciendo más grandes a medida que pasan los años. España fue el primer imperio multicontinental de la Historia y, en ese sentido, estos servicios de información se van haciendo más y más complejos a medidas que se hacen más grandes las distancias de su territorio. A modo de ejemplo, en esa época una carta enviada de Madrid con destino Bruselas tardaba unos veinte días si no era interceptada por el camino por agentes de otra potencia. Con todo, España contó con unos servicios de inteligencia muy buenos desde arriba hacia abajo. Primero estaba la corona, el valido… Los servicios de inteligencia discurrían a través del secretario de Estado que luego delegaba en organismos como el Consejo de Guerra y el Consejo de Estado, una reunión de notables en la que se tenía en cuenta todo lo que afectaba a nombramientos y objetivos a largo y medio plazo. El Consejo de Guerra puede entenderse como una especie de brazo armado del Consejo de Estado y a través de esos dos cuerpos se delegaban las informaciones de los escalones más bajos, como las que proporcionaban los virreyes, gobernadores, capitanes generales y los embajadores, que eran los ojos y los oídos en el exterior y que contaban, también, con sus pequeñas redes de informantes. Luego estaban los espías, los soldados espías, que en muchos casos eran reclutados o contratados por los capitanes generales o gobernadores. El caso es que el sistema funcionaba y durante mucho tiempo bastante bien, más de un siglo y medio, lo que no quiere decir que hubiera fallos y traidores como Antonio Pérez”.

- ¿Cuáles cree que pueden ser los hitos del espionaje al servicio de los Austrias?

“Estuvieron concentrados básicamente en el Mediterráneo. Las mayores batallas que sostuvo España en los siglos XVI y XVII fue contra el turco. Durante esta larguísima contienda se perdieron numerosos recursos y se sufrieron importantes derrotas como la de Argel. Los turcos contaban además con corsarios muy preparados que dominaban el Mediterráneo. En este escenario, las redes de espías al servicio del imperio funcionaron muy bien, es cierto que con la ayuda de los venecianos y de otros aliados aunque básicamente el dinero que costeaba toda esa red era de España. Sin embargo, no se le ha dado la importancia que se merece a esta guerra”.

- El pasado 7 de octubre se celebró el 450 aniversario de la batalla de Lepanto. Una batalla que contó, entre otros soldados, con uno llamado Miguel de Cervantes. ¿Actuó como espía el autor de Don Quijote?

“Sí. Cervantes es captado como espía años después de la batalla de Lepanto, donde resultó herido. Por lo que consta, su actuación en Lepanto fue heroica a pesar de sufrir unas fiebres. Cuentan que permaneció en la cubierta de la galera donde recibió dos arcabuzazos y que al regresar a España por mar fue hecho prisionero en el golfo de León, cerca de la costa francesa, por piratas berberiscos lo que da una idea de hasta donde navegaban estos corsarios. Cervantes pasa unos cinco años cautivo en Argel hasta ser rescatado con grandes sacrificios por su familia. Cuando regresa a España y como no puede volver a ser soldado, solicita entrar en el servicio de inteligencia a través de Mateo Velázquez, quien lo envía a una difícil y peligrosa misión: volver a Argel, donde estuvo cautivo. Consigue la información que se le había asignado y regresa pensando seguir su carrera como espía pero Velázquez ha perdido influencia y debe buscarse otro trabajo. Lo que resultó beneficioso para la literatura”.

- Cuentan que Quevedo también fue espía.

“Quevedo fue un gran agente que actuó sobre todo en Italia, que conocía muy bien. Fue amigo y hombre de confianza del duque de Osuna, extendiendo sus misiones a Francia y varios puntos del Mediterráneo y centro Europa. Al llegar a España incluso ejerce de agente doble pero pierde ese juego porque choca con los intereses de la corona y de los validos en Madrid. El duque de Osuna pierde influencia en la corte y Quevedo queda desamparado y es encerrado en un calabozo sin estar acusado de nada. Un castigo del conde duque de Olivares que lo mantiene preso varios años hasta que consigue la libertad pero sale muy tocado de prisión. Es una pena que no escribiera sus memorias porque hubieran sido fabulosas”-

- ¿Tuvieron los espías del imperio un súper agente secreto?

“Sí, a través del Consejo de Estado y del Consejo de Guerra se tuvo un jefe de espías, Juan de Idiáquez y Olazábal. Durante muchos años fue además el brazo derecho de Felipe II. Su hijo también es un destacado miembro de aquellos servicios de inteligencia pero son personajes que, lamentablemente, han pasado como sombras por la Historia. Nadie se ha ocupado de ellos por lo que intenté recordarlos en Espías del imperio”.

- Pero triunfa la leyenda negra, esa mancha que oculta en negro el pasado de España.

“Creo que hubo un cúmulo de circunstancias que así lo hicieron. El imperio estaba rodeado de potencias enemigas. De hecho, en la segunda mitad del siglo XVII, España está rodeado de potencias hostiles. Se decía entonces: todos contra nos y nos contra todos. Aparte de esto, no se supo combatir en la batalla de la propaganda que ganaron, básicamente, los luteranos y los flamencos con el concurso de gente como Antonio Pérez. Esa imagen negativa de España fue calando y lo que termina de rematar la faena es que hoy gran parte de los españoles han asimilado como cierta la leyenda negra. Y la asumen con una especie de culpabilidad colectiva. Tuvieron que ser los hispanistas anglosajones los primeros en poner las cosas en su sitio, en explicar que, por ejemplo, Felipe II no fue un santo pero tampoco un monstruo”.

Saludos, érase una vez…, desde este lado del ordenador

Indivisa Manent, una novela de Javier Hernández Velázquez

Lunes, Octubre 25th, 2021

Hace unas semanas nos hacíamos eco en estas mismas páginas de la novela De un país en llamas, de Javier Hernández Velázquez, escritor que vuelve otra vez a la sección de novedades de las librerías con Indivisa Manent (Editorial Adarve, 2021), una novela que no tiene apenas nada que ver con la anterior y que casi parece estar escrita por otro escritor.

Javier Hernández Velázquez cambia de registro con esta novela. Su universo poco o nada tiene que ver con el violento pero también festivo que recrea en las historias que dedica a Mat Fernández, su ya más que instalado detective privado en el género negro y criminal. No, en Indivisa Manent el escritor asume otra faceta y parece otro. Lo que narra en este libro parece que lo cuenta un Hernández Velázquez desdoblado o abducido por extraterrestres.

Como en otras novelas del autor, no en todas, el relato está contado en primera y tercera persona. En primera, por Cristian y en tercera cuando sigue a Luz García. La historia se desarrolla en una localidad, El Calvario, que es fruto de la imaginación del escritor, un conjunto de casas que se encuentran en un punto indeterminado del norte de Tenerife aunque el pueblo funciona más que como personaje como un entorno en el que situar una acción que sorprenderá por su extrema violencia a los que conocen la literatura de Javier Hernández Velázquez.

Dice el escritor que se trata de su novela más Tarantino, un Tarantino pasado por el filtro de los gustos e intereses del escritor, aunque entiendo la novela más como un western urbano. Un western que como muchos western cuenta una historia de venganza.

La venganza que emprende el protagonista de la novela y que provoca un río de muertos en nombre de su familia. El objetivo, don Julio García, un empresario de la madera que se ha convertido con los años en el dueño y señor de El Calvario, nombre para nada baladí porque el relato significará un calvario para todos los personajes que intervienen en la novela. Los principales, Cristian y Alma con nombre que sirven también de metáfora para entender el camino a través del infierno que emprende el protagonista, un calvario que pone los pelos de punta.

En los diálogos y en las referencias cinematográficas y musicales habituales en el estilo de Javier Hernández Velázquez se detecta al escritor que uno conoce de otras novelas aunque también más matizado y por lo tanto menos erudito en Indivisa Manent. Es como si la historia, lo que quisiera contar, se impusiera en este nuevo álter ego del escritor, antes más preocupado por la recreación de atmósferas que por el seguimiento del hilo argumental. Muy claro en Indivisa Manent, ya que apenas se complica con otras subtramas para enredar un relato que aquí, en este libro, no tiene razón de ser porque desde la primera hasta la última página tiene un único e inequívoco destino: el gran duelo final. Como si se tratara de unos de esos finales operísticos y con abusivos primeros planos de El bueno, el feo y el malo, una de las obras maestras del espagueti western que firmó Sergio Leone, un cineasta al que Hernández Velázquez le debe mucho y al que rinde homenaje en una de sus novelas.

Por Indivisa Manent el escritor recibió el I Premio Internacional de Novela Adarve Negra por fallo unánime de un jurado que estuvo formado por el editor y también escritor Luis Folgado de Torres y los escritores Carlos Salem y Juan Guinot, que destacaron de la obra ganadora “el conocimiento y la utilización, por parte del autor, de los mecanismos del género negro, perfectamente adaptados a la actualidad”.

Si se presta atención a la última línea, allí donde dice “perfectamente adaptados a la actualidad”, el jurado coincide con nosotros al considerar Indivisa Manent como una novela de aliento clásico que se desarrolla en nuestros agitados y extraños tiempos. Una cualidad que merece tenerse en cuenta para seguir un relato en el que pesa el diálogo, y se trata de un diálogo ingenioso mejor que mejor, que la descripción de escenas.

Los personajes se definen así a través de lo que hablan pero también por las acciones que los empujan a continuar adelante. Como fondo, un poso de tristeza que sobrevuela como un pájaro de mal agüero las páginas de una novela que consta de tres actos, cada uno de ellos con un título (Érase una vez en El Calvario, Tiempo de espera, Tres días de octubre) y un Epílogo que encierra una sorpresa final.

Indivisa Manent nos descubre a un escritor con capacidad de registro, que lo mismo escribe novelas compulsivas y desenfrenadas, retratos vitriólicos sobre la capital tinerfeña que, como ahora, perfila otro universo literario que no tiene nada que ver con el anterior. Es como si Hernández Velázquez fuera otro, un escritor con nuevas ambiciones e ideas monopolizando su cabeza. En cuanto a Indivisa Manent –una anotación que se puede encontrar en el escudo de La Salle– significa Permaneced unidos. Un apunte irónico, cabe pensar, con el que el escritor tinerfeño bautiza una de sus historias más desconcertantes. También apabullantes. Casi parece como si el espíritu de Jim Thompson le hubiera metido el demonio en el cuerpo cuando comenzó a escribir una novela que no dejará indiferente a nadie, y que como tal no tolera medias tintas: o gusta o disgusta. Y a nosotros nos ha gustado.

Saludos, balacera, desde este lado del ordenador

Periplo acoge la presentación de Queridos camaradas: una vida, obra póstuma de Javier Reverte

Viernes, Octubre 22nd, 2021

El Festival Internacional de Literatura de Viajes y Aventuras de Puerto de la Cruz, Periplo, afronta este sábado 23 de octubre la sexta jornada de su novena edición que acoge una amplia muestra de la diversidad del relato de viaje para ahondar en los descubrimientos internos y externos que ofrece la experiencia. Toda la programación se puede consultar en www.festivalperiplo.com y las invitaciones están disponibles de forma gratuita en Tickety.es. Las actividades, además, son retransmitidas a través de los canales de Facebook y YouTube del festival.

La primera cita del día será con una visita guiada a la exposición Cambiando la mirada, ubicada en el Espacio Cultural Castillo de San Felipe. El encuentro tendrá lugar a las 09:30 horas y será dirigido por una de las artistas cuya obra se expone en la muestra, Lima de Oliveira, y una persona en representación del proyecto La Casita-Oblatas. La exposición se podrá visitar los días 25, 26 y 27 de octubre de 10 a 13 horas.

La escritura contra el tiempo de Javier Munárriz abrirá la jornada a las 12:00 horas en una presentación a cargo de Eduardo García Rojas. Munárriz, poeta y periodista, ha dirigido ‘La esfera’, suplemento cultural de El Mundo, y tiene en su haber el Premio Nacional de Fomento de la Cultura que otorga el Ministerio de Cultura.

David Trías, director literario de Aguilar y responsable del área de No Ficción de Plaza & Janés, presentará el libro Queridos camaradas: una vida, obra póstuma de Javier Reverte. Trías, quien fuera su editor en los últimos años, conversará con Eduardo García Rojas sobre la obra y el legado de Reverte. La cita será a las 13:00 horas.

Además, Periplo 2021 homenajea a Javier Reverte por su aportación, compromiso y legado. El fallecido escritor fue fundamental en el desarrollo del festival. Miembro de su comité asesor, fue reconocido con el Premio Periplo en la edición de 2018.

Por la tarde, a las 18:00 horas, María Belmonte, autora y doctora en Antropología, desgranará su obra En tierra de Dionisio. Vagabundeos por el norte de Grecia junto al periodista José Naranjo.

A continuación será el turno de descubrir La ballena tatuada, la obra con la que el guionista, escritor y dibujante Darío Adanti llega a Periplo. Saray Encinoso será la encargada de entrevistar a Adanti, uno de los fundadores de la revista satírica Mongolia.

La intensa jornada del sábado culmina con una entrevista pública al fotoperiodista Javier Bauluz y a la reportera María Martín, quienes han cubierto para El País la vía migratoria hacia las Islas Canarias. Bauluz fundador de Periodismo Humano y Premio Pulitzer en 1995; Martín ha sido corresponsal en Río de Janeiro, vinculada a cabeceras como El Mundo o El País. Serán entrevistados por Nicolás Castellano y Jose Naranjo.

La programación para esta jornada se completa con la exposición Las Raíces, de Luz Sosa Contreras y Paula Fernández Hernández, que puede visitarse en la plaza de la iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, así como una suelta de libros o bookcrossing en el perímetro del festival.

Al día siguiente, el domingo 24 de octubre, la Carpa Periplo acogerá la celebración de una mesa redonda moderada por Salvador García, Nicolás Castellano y José Naranjo. Será a las 12:00 horas.

Con el apoyo del Instituto Canario de Desarrollo Cultural (ICDC) del Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife –a través de las áreas de Innovación de Turismo de Tenerife y Cultura– el Festival Internacional de Literatura de Viajes y Aventura de Puerto de la Cruz se integra en la programación cultural estable que desarrolla el Área de Cultura del Ayuntamiento de Puerto de la Cruz como uno de los proyectos tractores del ecosistema cultural y creativo del municipio que promueve el conocimiento y conecta a las personas, al tiempo que apuesta por la colaboración con el sector privado como prestador de servicios para impulsar y apoyar la industria cultural local y regional y poner en valor el desarrollo social y una revalorización de la ciudad como un lugar rico en identidad, cohesión y bienestar.

Saludos, viaje, desde este lado del ordenador