Archive for Abril, 2024

La secta del volcán, una novela de Rafa Avero

Martes, Abril 30th, 2024

El escritor francés Boris Vian decía que había que reírse para tomarse las cosas en serio. Eso es lo que hace Rafa Avero con La secta del volcán, novela que transcurre en la isla de Tanganasoga que es una suerte de Gran Canaria y Tenerife. Por cierto, Tanganasoga quiere decir en lengua tamazight, que fue la que dicen que hablaron los primeros habitantes del archipiélago, el temblor de la bestia.

El temblor de la bestia o tanganasoga en lengua tamazight tiene mucho sentido en esta historia coral escrita con afortunado sentido del humor ya que los que la habitan como los que la visitan de turismo empiezan a sentir temblores bajo sus pies que no anuncian nunca cosa buena y sí, en todo caso, la amenaza de la erupción de un volcán.

Y es en torno a los temblores y a que el volcán despierte para escupir lava roja por los aires mientras se desliza por sus faldas ríos candentes de fuego, el pilar a través del cual gira esta historia que protagoniza una serie de personajes que Avero presenta de manera paródica porque todo en esta novela, o casi todo al menos, está narrado enclave de humor porque como decía Boris Vian es una forma de tomarse las cosas en serio.

Estructurada en catorce capítulos, con un trece ausente y un doce que se repite, La secta del volcán centra la mirada sobre un grupo de personajes que intentan unos aprovecharse de la situación de emergencia que debería de espabilar a los aplatanados habitantes de Tanganasoga o dejarlos seguir en su feliz modorra de todos los días aunque esta manera de entender la vida a medio camino entre el sueño y la realidad comienza a desgajarse ante la amenaza de que la tierra explote bajo sus pies, que es lo que parece que va a suceder.

En torno a la presumible catástrofe que se desencadenará, en Tanganasoga se mueven como hormigas que han perdido la cabeza políticos, científicos y periodistas que no salen bien librados del escenario en el que Rafa Avero los hace moverse. Parece en este último caso, como si el autor los estudiara a través de un microscopio y los dejara a su libre albedrío. Que cada uno de ellos aparecieran y desaparecieran de las páginas no por su voluntad sino por la voluntad de todos estos protagonistas que a veces parecen marcianos y otros sacados de una película del maestro Berlanga. Se dice esto último porque la novela tiene un aire de sainete que me recordó el cine del director de La escopeta nacional o de obras cumbres del humor negro como son Plácido y El verdugo, solo que en el caso de Avero la risa tiene claro acento canario.

Y es precisamente el humor, la vocación de hacernos reír para que nos tomemos las cosas en serio la principal seña de identidad de este trabajo que llega a las 150 páginas, alguna de ellas muy afortunadas porque logra que lo que inicialmente sea una sonrisa termine por convertirse en una sonora carcajada. Además, para los que residen en esta Canarias nuestra de cada día, La secta del volcán tiene guiños que el lector avisado reconocerá como “nuestros”, y no porque el autor abuse de la manera en cómo se habla el español a este lado del Atlántico sino porque algunos de los personajes y las corrupciones en las que se meten están claramente inspiradas en la realidad. Y en concreto en “nuestra” realidad archipielágica.

No voy a enumerar algunos de los casos que explota Rafa Avero para meter el dedo en la llaga y hurgar donde más duele, pero si está iniciado en la reciente y no tan reciente historia política canaria reconocerá algunos de los casos que se desmigajan en esta novela que por su comicidad para contar lo que no se atreven los medios de comunicación convencionales, alegrará el día a los lectores que están en la onda. Además, Rafa Avero consigue con esta novela en la que intervienen entre otros un alcalde y un asesor publicitario aportar uno de los todavía escasísimos títulos de humor (aunque sea corrosivo como es en este caso) de la literatura vamos a decir canaria aunque no me gusta regionalizar las literaturas porque soy de los que creen que las letras no tienen patria ya que todas, absolutamente todas pertenecen a una misma república que no es otra que, ya ven, la de las letras.

Me consta que La secta del volcán es la primera incursión literaria que emprende Rafa Avero, a quienes conocerán los del gremio periodístico por su trabajo fotográfico. De hecho la imagen de portada y la de contraportada son de su autoría así que animaría a que siga explotando su vena como escritor porque tras la lectura de lo que imagino nació como experimento se atisban los mimbres de un narrador cuanto menos interesante y de un escritor que necesita seguir trabajando el estilo, pero se trata de un autor en ciernes al que le deseo un futuro prometedor si continúa, precisamente, escribiendo. Y más historias de este calado, como es la de utilizar la parodia para mostrarnos verdades, alguna de ellas hirientes y claramente inspiradas en esa realidad que nos atosiga todos los días. Sin voces como la de Avero y ante lo que tenemos y se avecina, es necesario que hayan escritores y escritoras que nos cuenten todos estos hechos a golpe de cuento o novela, teniendo claro, como lo tiene Rafa Avero y mucho antes Boris Vian, que hay que reírse para tomarnos las cosas en serio.

Saludos, érase una vez…, desde este lado del ordenador

José Valladares, elegido presidente del Círculo de Bellas Artes de Tenerife

Lunes, Abril 29th, 2024

En unas elecciones muy reñidas, cerca de 150 socios de los más de doscientos que estaban hoy llamados a votar a la nueva junta directiva en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife, han apostado por la plancha que encabeza José Jiménez Valladares, que derrota por unos rascadísimos cinco votos de diferencia la lista que lideraba Dulce Xerach Pérez.

Para ambos candidatos estos días podrían calificarse de infarto ya que la plancha que presidía Valladares se presentó a mediados de la semana pasada.

José Valladares es diseñador gráfico y llega a la presidencia de la sociedad con el fin de resolver algunos de los inconvenientes que arrastra la sede de la institución cultural tinerfeña, que abrió parte de sus instalaciones en febrero de este año tras permanecer cerradas desde 2018 por problemas estructurales del edificio.

Una de las primeras acciones que adoptará el recién estrenado presidente del Círculo de BBAA de Tenerife será estudiar si con las nuevas ayudas ya comprometidas, se podrán incentivar las obras en la trasera del edificio, que da a la calle de Imeldo Serís, así como los remates y dotar de equipamiento al teatro, incluido el equipo de aire acondicionado.

Por otro lado, y de cara al centenario de la institución, en 2025, Valladares reitera que quiere conocer en qué estado se encuentran las obras y abrir el Círculo al mundo del arte porque éste “tiene que estar tomado por los artistas”.

José Valladares ya fue presidente del Círculo en el pasado, como Dulce Xerach Pérez, y es desde hace once años miembro de la junta, lo que le lleva a decir que “conoce bien la casa por dentro”.

En unos días, Valladares se reunirá con el anterior presidente del Círculo de BBAA, Alejandro Tosco, para conocer éste y otros asuntos, como estudiar el curso de las subvenciones que se han solicitado y recuperar la relación que la institución mantuvo en el pasado con el mundo del arte. Relaciones, cree, que se habían erosionado en los últimos tiempos.

La lista de José Jiménez Valladares la componen Samuel Cabrera Daris y Alfonso Miguel García Hernández, vicepresidente primero y segundo, respectivamente; Ana Isabel Lorca Pérez, tesorera y María José Peraza Santana en la secretaría. Como vocales están: Celestino Celso Hernández Sánchez, Román Hernández González, Sira García Sánchez, Blanca Carnicero Peinado e Isabel Genovard Carnicer.

Saludos, se dijo, desde este lado del ordenador

Las secta del volcán, una novela de Rafa Avero

Lunes, Abril 29th, 2024

El escritor francés Boris Vian decía que había que reírse para tomarse las cosas en serio. Eso es lo que hace Rafa Avero con La secta del volcán, novela que transcurre en la isla de Tanganasoga que es una suerte de Gran Canaria y Tenerife. Por cierto, Tanganasoga quiere decir en lengua tamazight, que fue la que dicen que hablaron los primeros habitantes del archipiélago, el temblor de la bestia.

El temblor de la bestia o tanganasoga en lengua tamazight tiene mucho sentido en esta historia coral escrita con afortunado sentido del humor ya que los que la habitan como los que la visitan de turismo empiezan a sentir temblores bajo sus pies que no anuncian nunca cosa buena y sí, en todo caso, la amenaza de la erupción de un volcán.

Y es en torno a los temblores y a que el volcán despierte para escupir lava roja por los aires mientras se desliza por sus faldas ríos candentes de fuego, el pilar a través del cual gira esta historia que protagoniza una serie de personajes que Avero presenta de manera paródica porque todo en esta novela, o casi todo al menos, está narrado enclave de humor porque como decía Boris Vian es una forma de tomarse las cosas en serio.

Estructurada en catorce capítulos, con un trece ausente y un doce que se repite, La secta del volcán centra la mirada sobre un grupo de personajes que intentan unos aprovecharse de la situación de emergencia que debería de espabilar a los aplatanados habitantes de Tanganasoga o dejarlos seguir en su feliz modorra de todos los días aunque esta manera de entender la vida a medio camino entre el sueño y la realidad comienza a desgajarse ante la amenaza de que la tierra explote bajo sus pies, que es lo que parece que va a suceder.

En torno a la presumible catástrofe que se desencadenará, en Tanganasoga se mueven como hormigas que han perdido la cabeza políticos, científicos y periodistas que no salen bien librados del escenario en el que Rafa Avero los hace moverse. Parece en este último caso, como si el autor los estudiara a través de un microscopio y los dejara a su libre albedrío. Que cada uno de ellos aparecieran y desaparecieran de las páginas no por su voluntad sino por la voluntad de todos estos protagonistas que a veces parecen marcianos y otros sacados de una película del maestro Berlanga. Se dice esto último porque la novela tiene un aire de sainete que me recordó el cine del director de La escopeta nacional o de obras cumbres del humor negro como son Plácido y El verdugo, solo que en el caso de Avero la risa tiene claro acento canario.

Y es precisamente el humor, la vocación de hacernos reír para que nos tomemos las cosas en serio la principal seña de identidad de este trabajo que llega a las 150 páginas, alguna de ellas muy afortunadas porque logra que lo que inicialmente sea una sonrisa termine por convertirse en una sonora carcajada. Además, para los que residen en esta Canarias nuestra de cada día, La secta del volcán tiene guiños que el lector avisado reconocerá como “nuestros”, y no porque el autor abuse de la manera en cómo se habla el español a este lado del Atlántico sino porque algunos de los personajes y las corrupciones en las que se meten están claramente inspiradas en la realidad. Y en concreto en “nuestra” realidad archipielágica.

No voy a enumerar algunos de los casos que explota Rafa Avero para meter el dedo en la llaga y hurgar donde más duele, pero si está iniciado en la reciente y no tan reciente historia política canaria reconocerá algunos de los casos que se desmigajan en esta novela que por su comicidad para contar lo que no se atreven los medios de comunicación convencionales, alegrará el día a los lectores que están en la onda. Además, Rafa Avero consigue con esta novela en la que intervienen entre otros un alcalde y un asesor publicitario aportar uno de los todavía escasísimos títulos de humor (aunque sea corrosivo como es en este caso) de la literatura vamos a decir canaria aunque no me gusta regionalizar las literaturas porque soy de los que creen que las letras no tienen patria ya que todas, absolutamente todas pertenecen a una misma república que no es otra que, ya ven, la de las letras.

Me consta que La secta del volcán es la primera incursión literaria que emprende Rafa Avero, a quienes conocerán los del gremio periodístico por su trabajo fotográfico. De hecho la imagen de portada y la de contraportada son de su autoría así que animaría a que siga explotando su vena como escritor porque tras la lectura de lo que imagino nació como experimento se atisban los mimbres de un narrador cuanto menos interesante y de un escritor que necesita seguir trabajando el estilo, pero se trata de un autor en ciernes al que le deseo un futuro prometedor si continúa, precisamente, escribiendo. Y más historias de este calado, como es la de utilizar la parodia para mostrarnos verdades, alguna de ellas hirientes y claramente inspiradas en esa realidad que nos atosiga todos los días. Sin voces como la de Avero y ante lo que tenemos y se avecina, es necesario que hayan escritores y escritoras que nos cuenten todos estos hechos a golpe de cuento o novela, teniendo claro, como lo tiene Rafa Avero y mucho antes Boris Vian, que hay que reírse para tomarnos las cosas en serio.

Saludos, érase una vez…, desde este lado del ordenador

Reproducimos las planchas que concurren a las elecciones del Círculo de Bellas Artes de Tenerife

Jueves, Abril 25th, 2024

Elecciones en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife en un momento clave para una institución que ha sido señera por lo que ha significado a lo largo de su Historia para la vida cultural de la isla y el archipiélago.

El Círculo de BBAA celebrará el año próximo su centenario aunque quedan muchas cosas por arreglar desde dentro y que con suerte podrían, si no solucionarse sí que atenuarse a partir del próximo lunes, 29 de abril, en la que están llamados a votar sus más de doscientos socios al nuevo equipo que gestionará la institución los próximos cuatro años

De momento, se espera que se dé respuesta a muchas preguntas como ¿dónde se encuentra la colección de arte del Círculo de Bellas Artes?, así como que se cambien las líneas de acción que no se desarrollaron en el pasado como acoger exposiciones siempre a través de una convocatoria pública dirigida a artistas plásticos locales e internacionales y la concurrencia de un equipo curatorial externo o interno en su selección.

Otras asignaturas pendientes que arrastra el Círculo de BBAA es su reapertura –llevaba cerrado desde 2018 (¡!)– tras adaptarse el edificio a las nuevas normas urbanísticas aunque como se recordará abrió provisionalmente las puertas en febrero de este año para acoger una retrospectiva del artista Néstor Santana.

La sede de la institución se ha remozado en la aplicación de la normativa de seguridad y aunque se está pendiente de concluir las obras todo parece indicar que, tras las nuevas ayudas ya comprometidas, se podrán finalizar los remates y dotar de equipamiento al teatro, incluido el equipo de aire acondicionado y el nuevo mobiliario que contendrá.

Se presentan a las elecciones convocadas para el lunes 29 de abril dos planchas y no una como se pensaba al principio. La segunda se armó hace apenas esta semana, lo que frustra al equipo de Dulce Xerach Pérez que esperaba que su lista fuera la única que concurriría al proceso electoral para hacerse con comodidad con las riendas del Círculo de BBAA.

Sin embargo, y ayer mismo, 24 de abril, se anunció que participaría en las elecciones otra plancha, que encabeza José Valladares, quien como Dulce Xerach Pérez, también presidió la institución en el pasado.

Hemos conseguido las dos planchas con los nombres de los candidatos que concurren a la elección que tendrá lugar este lunes 29 de abril, entre las 18 horas de la tarde en primera convocatoria y las 18:30 en segunda, en la sede de la institución, ubicada en la calle del Castillo.

LAS DOS LISTAS ELECTORALES PROPUESTAS

1)

Presidencia: José Jiménez Valladares
Vicepresidencia primera: Samuel Cabrera Daris
Vicepresidencia segunda: Alfonso Miguel García Hernández
Tesorera: Ana Isabel Lorca Pérez
Secretaría: María José Peraza Santana

Vocales:

Celestino Celso Hernández Sánchez
Román Hernández González
Sira García Sánchez
Blanca Carnicero Peinado
Isabel Genovard Carnicer

2)

Presidencia: Dulce Xerach Pérez
Vicepresidencia primera: Pura Márquez
Vicepresidencia segunda: Alejandro Tosco
Tesorero: Corviniano Clavijo Rodríguez
Secretaría: Carmen Rosa García Montenegro

Vocales:

Carlos Belda
Ramón Martín Burgueño
Irina Darías M.
Mariano Gambín
Ana Quesada
María del Pilar García

Saludos, alea jacta est, desde este lado del ordenador

Leopoldo, una novela de Jorge Fonte

Miércoles, Abril 24th, 2024

Jorge Fonte es una de las personas que conozco que más sabe de Walt Disney y Woody Allen, personajes a los que ha dedicado varios libros. En su ya más que respetable bibliografía, cuenta con otros textos de cine dedicados a directores como Steven Spielberg, Oliver Stone y John Lasseter, entre otros.

Hace unos años, sin embargo, apostó por interrumpir su producción de libros de cine para decantarse por la literatura de ficción. Es autor de dos volúmenes de relatos eróticos (Natalia y otros relatos solo para adultos y Milena Velba y más relatos para adultos) y de varias novelas. En la primera de ellas, Una isla a la deriva, que se desarrolla en El Hierro, promete lo que da, evasión, mientras que la segunda, Llevadme a ver el mar, se sumergió en las aguas del género histórico al recrear la ciudad de La Laguna de mediados del siglo XVII para narrar con pulso los turbulentos amores entre el noble don Jerónimo de Grimón y Rojas y la monja sor Úrsula de San Pedro.

A partir de entonces Jorge Fonte ha seguido indagando en el género. Su tercera ficción, El hijo del apotalado, volvió a desarrollarse en la isla de El Hierro durante la Guerra Civil y se trata de uno de sus títulos más interesante porque sabe recrear muy bien aquellos días infames.

En el 2022 publicó la novela corta From Me To You. The Beatles en Tenerife, en la que narraba la estancia de tres miembros del grupo (George, Paul y Ringo) en el norte de la isla a través de cartas y recortes de prensa y en los que se apreciaba una constante en toda su literatura, sea el ensayo como la ficción, y es la cuidadosa investigación que emprende para contar sus historias “basadas en hechos reales”.

Leopoldo (Colección Agustín Espinosa, Gobierno de Canarias, 2023) rompe ligeramente la trayectoria que estaba caracterizando la obra del escritor. Se escribe ligeramente porque no se trata de un libro en el que se tire por la ventana pero sí que tiene ambiciones ya que lo que desencadena la acción y casi transforma a su protagonista en otra persona es un nuevo caso en el que debe trabajar, el crimen de la familia Alexander. Este horripilante suceso le sirve de telón de fondo para ahondar en las dudas que le asaltan a su protagonista, que llega a poner en duda su sentido del bien y del mal.

El Leopoldo que da nombre al libro es un juez destinado en Tenerife a quien le toca llevar este caso criminal, uno de los más espantosos de la crónica de sucesos en Canarias. Sucedió a inicio de los años setenta en la capital tinerfeña cuando se descubrieron en una céntrica vivienda los cadáveres de tres mujeres (Dagmar, la madre y Marina y Petra, dos de sus hijas) asesinadas brutalmente por el padre (Harald) y su hijo /hermano (Frank), quienes obedecían, según ellos, órdenes celestiales. Escapó de aquella orgía de sangre Sabine, una de las gemelas porque no se encontraba aquel día en la vivienda familiar.

Como en sus novelas históricas anteriores, el caso está rigurosamente documentado, accediendo el escritor a fuentes poco conocidas. El resultado es un interesante trabajo aunque la sustancia que anima a la obra, y que no es otra que el macabro crimen cometido, se convierte en sombra con el fin de oscurecer la mente de su protagonista, hasta ese momento un hombre honesto y muy familiar que tras conocer a Harald y Frank comienza a oír voces y a cuestionarse ¿qué separa el bien del mal?

Para narrar este proceso de paulatina transformación, de esa dualidad que se fragmenta para que una de las partes domine a la otra, trata en el fondo el libro. El crimen, el asesinato que aquellos iluminados carniceros realizaron porque obedecían órdenes de Dios pasa a un segundo plano pero no deja de ser el desencadenante, no el motor, que pone en movimiento a esta la novela.

Leopoldo cuenta con numerosas descripciones de la capital tinerfeña, algunas de cuyas zonas documenta Jorge Fonte más con espíritu informativo que como paisaje con personalidad dentro del relato. Para visualizar las dudas que asaltan al buen juez, las convierte en palabras que terminan en largos diálogos con un amigo que es sacerdote, un sacerdote progresista y moderno en la oscura España de aquellos años. Estas conversaciones son reflexiones que poco aportan al curso de la historia.

Se aprecia en el libro una férrea voluntad por recrear de manera “realista” aquel Santa Cruz de Tenerife de principio de los años 70 y se agradece que el autor no caiga en el morbo al inspirarse en un crimen tan espantoso, y eso contando con la documentación necesaria para invitarlo a que así lo hiciera.

El protagonista, Leopoldo, resulta humano por las contradicciones en las que incurre cuando comienza a dudar de lo que es realmente el bien y el mal, que encuentre o no respuestas es una de las claves más señaladas de un libro donde por mucho que se esfuerce no se entiende cómo Harald y Frank actuaron como lo hicieron, tampoco que padre e hijo piensen que lo que hicieron estuvo bien porque fue mandato divino.

La novela consta de 51 capítulos que se distribuyen en más de trescientas páginas y cuenta con un Epílogo y un extra, Desmontando a Leopoldo, donde Jorge Fonte explica cómo trabajó al personaje y el libro.

LO MEJOR: La documentación que recopiló el autor para escribir la novela. Y no solo la relacionada con el espantoso crimen que la inspira. Se agradece, además, que no incida en los datos más sangrientos de aquel asesinato.

LO PEOR: Si se tiene en cuenta que el espantoso crimen sirve para contar la paulatina transformación que sufre el protagonista, poco. No es una novela sobre el asesinato sino de cómo le afecta al protagonista las conversaciones que mantiene con los asesinos.

Saludos, encadenados, desde este lado del ordenador

Día del Libro. Un paseo sentimental por las librerías de viejo, de ocasión y de libros usados de Santa Cruz de Tenerife y La Laguna

Martes, Abril 23rd, 2024

“De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”.

Jorge Luis Borges

No me gusta celebrar el Día del Libro porque todos los días deberían estar dedicados a ellos pero como nos movemos por fechas para que despierten nuestras dormidas conciencias me sumo hoy a esta celebración hablando de una serie de garitos, en el mejor sentido de la palabra, como son las librerías de viejo, de ocasión, de libros usados que a mi, personalmente, me han deparado grandes sorpresas y la oportunidad de completar con ediciones raras la biblioteca de mi casa, que se reparten en tres habitaciones de la mansión en la que vivo, con libros en las estanterías y en el suelo porque el espacio no da ya para más.

Afortunadamente resido en una ciudad que ha contado con buenas librerías de viejo, como Sonora, después tienda de discos con el mismo nombre que recientemente cerró sus puertas, y la inolvidable Música y labores, que estaba situada en la avenida de Ramón y Cajal, espacio que hoy ocupa una barbería. Recuerdo de Sonora a su responsable, un tipo con gafas oscuras, bigote moteado por la nicotina y vozarrón de garganta quemada de tanto fumar y un cartelito en el que se leía algo así como “Libro prestado, libro robado”, lo que es una gran verdad.

En Música y labores no es que se comprara demasiados libros, que libros poquitos, pero sí colorines, historietas, tebeos y sellos y monedas antiguos entre tanto cachivache de una época pretérita y para mi desconocida.

Ya lo conté en alguna ocasión, el señor que la llevaba era muy bajito y además de parecerse al Elmer de los dibujos animados de la Warner Brothers, siempre llevaba una bata de color azul cobalto y un lápiz colgado en una de las orejas. Cuando comprabas o vendías algo (en mi caso cómics) se quitaba el lápiz de la oreja, chupaba la punta y escribía las cuentas con letra grande en un cuaderno de tapas amarillas.

Solía ir mucho con uno de esos amigos que luego el tiempo hace que desaparezcan de tu vida aunque cuando nos reencontramos parece que fue ayer cuando nos dijimos adiós, y entre los dos fabricamos la leyenda que aquel gallego que vivió en la Cuba pre-castrista y al que se le encendían los ojos cuando evocaba su vida en La Habana, conocía los secretos del kárate y kung-fu, así que mucho ojo con él.

Recuerdo años más tarde que una familia que tuvo un puesto en el rastro en el que se vendían discos, libros y pósteres y carteles de películas, montaron una por el barrio de Duggi pero no recuerdo ahora su nombre ni la calle y es probable que haya más. No añado el Rastro ni la caseta azul que lleva actualmente un tipo que parece sacado de una película de marcianos y que por su mal carácter me perdió como clientes hace ya muchos años. Una pena, porque ahí conseguí libros curiosos, completé mi colección de títulos de John le Carré y adquirí una biografía del productor Samuel Goldwyn la mar de interesante.

Descubro esta misma mañana que la asociación Blanco y Negro de El Toscal, en la calle de San Marín, organiza desde el 23 de abril al 30 mayo la Feria del Libro Viejo, así que no me la perderé ¿y tú?

En la actualidad, la capital tinerfeña cuenta al margen de los puestos que se diseminan por la superficie del Rastro los domingos y alguna librería que liquida libros, como hizo recientemente Unicornio tras cerrar definitivamente sus puerta hace apenas unas semanas, con Solican y Re-Reader.

Solican se ha convertido para quien les escribe en un referente y en uno de esos espacios que si puede visita todos los días no ya por si encuentra alguna remesa nueva de libros que reciben como donación sino porque me siento bien saludando a los que la llevan y cuando recorro el establecimiento donde las estanterías se doblan por el peso de los volúmenes. Libros que venden a precios de risa, solo a uno o dos euros. Y dinero que dedican para obras de solidaridad con los desfavorecidos. Gran parte de los libros que he comprado en los últimos años (muchos de ellos maravillas no sé si bibliográficas pero sí para mis sentidos lectores) vienen de ahí, un espacio que primero estuvo en el centro comercial que está próximo al Mercado de Nuestra Señora de África aunque hoy se localiza en la calle del padre Anchieta, la que es paralela a la avenida de San Sebastián que viene a morir, precisamente, en ese mismo Mercado de Nuestra Señora de África donde antaño se situaba una señora ¿o era un señor?, que vendía novelas usadas. Ya no lo ves pero recuerdo verlo en ese pasado que cada día se va borrando de mi memoria.

Relativamente reciente y en la calle Imeldo Serís de la capital tinerfeña, la misma en la que se ubicaba Sonora solo que mucho más arriba, se encuentra Re-Read una franquicia de libros lowcost cuyos precios oscilan entre los cuatro euros (uno), seis euros (dos) y doce euros (cinco). Y sí, somos muchos los que todavía lloramos el cierre de El libro en blanco, que estaba situada en la calle de Juan Pablo II (antes del 18 de julio) que fue un agradable experimento entre café y librería (como la Librería de Fran, o Frank, que estaba en la Rambla de Pulido) y en la que se vendían novedades y en el segundo piso, al que se accedía por una estrecha escalera, libros viejos y de ocasión. Lástima que se fueran y que no dijeran ni adiós a sus clientes más exclusivos.

En La Laguna, el lector sin demasiados posibles puede encontrarse con auténticas sorpresas en veteranas instituciones como Tenifer, en la calle de Delgado Barreto que hoy ocupa un local mucho más grande que en donde se encontraba originalmente. Desapareció demasiado rápido La sala de máquinas (calle El Juego, también en La Laguna) aunque abrió hace ya unos años otra de Solican en la ciudad de los Adelantados con precios semejantes a la que encontramos en la capital tinerfeña. En La Laguna se encuentra también Entre Libros pero la verdad es que no sé si continúa abierta o cerró porque hace tiempo que no voy por esa zona (calle de Luciano Ramos Díaz) pero investigando por la red parece que sí está abierta.

Y este es el repaso, veloz como Speedy Gonzales, a las librerías de viejo, de ocasión y libro usado que uno puede encontrarse tanto en Santa Cruz como en La Laguna. Es probable que me deje alguna en el tintero y que en otras poblaciones de la isla de la que soy, Tenerife, se encuentren otros resistentes, como en su día hubo en el Puerto de la Cruz y en La Orotava, donde ignoro si sigue abierta la cafebrería Tifinagh, iniciativa que como El libro en blanco fusiona cafetería con librería, en este caso con libros “perdidos y los nuevos por llegar”.

Y eso es todo de momento. Espero que les haya servido de guía y que visiten estos establecimientos que le dan no ya una segunda oportunidad sino veinte a ese libro que terminó por azares de la vida en una librería donde huele a viejo y a prestado, un aroma que solo los sibaritas son capaces de apreciar porque un libro manoseado, con los lomos reventados o no, esconde además del secreto de las palabras que cuentan historias con hojas muertas en su interior, un calendario de un año que ya pasó o un billete de metro o de avión con rumbo a Madrid o Barcelona. También un puñado de fotos (me ha pasado) en la que aparecen personas que desconoces pero que te sonríen desde ese recuadro en blanco y negro congelados en el tiempo, como si las horas ya no pasaran para ellos.

En fin, que si leer es un mundo, leer un libro usado y de ocasión es toda una aventura. Fíjate en lo que subrayó su anterior lector (más que propietario) e intenta descifrar esas notas escritas de manera apresurada y a lápiz en uno de los márgenes de ese objeto que descansa entre tus manos. Mira a quién está dedicado en puño y letra, y si es de un autor al que reconoces mientras te preguntas porque se deshicieron de él… Probablemente porque falleció quien lo tuvo y la familia para desprenderse lo dejó en esa librería que recoge donativos en cajas de cartón abarrotadas de libros y más libros de editoriales que ya no existen pero por las que sientes, siempre sentirás, una enorme gratitud. Lo mismo que siento por esos establecimientos que hacen que nutra mi biblioteca día sí y día no buscando una sanación que no es perfecta, me consta, pero sí que me ayuda a seguir adelante ya que como dijo don Jorge Luis Borges: “El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el modo imperativo”.

Saludos, lean, carajo, desde este lado del ordenador