Fauna, un corto de Daniel León Lacave

Martes, Julio 11th, 2023

No tengo todavía muy claro lo que es el cine leve aunque esta corriente estajanovista que se rueda en Canarias y por desgracia para públicos muy restringidos, caracteriza el trabajo de dos cineastas que. contra viento y marea, siguen haciendo películas pese a que los elementos que se disponen a su alrededor sean cuanto menos hostiles.

Estos dos cineasta son Josep Vilageliú y Daniel León Lacave, dos caballeros a los que separa un abismo generacional pero que han sabido encontrar puentes, vías de acceso entre un mundo y el otro gracias, precisamente, al cine, que a veces produce estos milagros entiendo yo que involuntarios.

El caso es que si alguien tanto de fuera como de dentro de las islas quisiera tomarle el pulso al cine que se rueda a este lado del Atlántico debería de estudiar la obra (fecunda) de Vilageliú y Lacave, quienes pese a las adversidades y presupuestos raquíticos (una de las claves entiendo del cine leve) siguen rodando y cuando buenamente pueden exhibiendo sus películas. Películas todas ellas originales, rodadas en muy poco tiempo, pero muy cuidadas técnicamente. Cuenta además el cine leve con un extraordinario trabajo de actores. De hecho y gracias a estas películas –modestas material pero ambiciosas espiritualmente– he descubierto a una generación de actrices y actores de las islas que ha logrado que alimente la esperanza de que es posible un cine rodado en esta tierra netamente de esta tierra.

Lo que no quiere decir que sea un cine de magos y para magos porque no se trata de eso sino de reivindicar las pequeñas grandes películas que unos francotiradores, cineastas que ruedan al margen de apoyos oficiales, hacen y continuarán haciendo hasta que el cuerpo aguante.
Solo hay un problema entre los numerosos problemas que afectan a los leves, y es la práctica imposibilidad de ver sus trabajos. Aquí en Tenerife porque el salón de actos de TEA Tenerife Espacio de las Artes se dedica a otros menesteres vamos a decir que “artísticos”, relegando el importante papel que lideró en el pasado por dar visibilidad al importante movimiento de cortometrajistas canarios cuyos trabajos nunca o casi nunca aparecerán entre los seleccionados del programa Canarias en corto, ese mismo que niega (vaya uno a saber las razones y mira que lo hemos preguntado sin recibir respuesta alguna) que se exhiban los 21 trabajos de sus tres últimas ediciones.

Una pena, lo de no haber podido todavía ver los 21 cortometrajes de ese catálogo que financia el Gobierno canario aunque sí que hemos visto el último trabajo de cine leve que llega como una suave marea a nuestros ojos . Fauna se llama y es una atrevida y demoledora crítica al pequeño y endogámico mundo del cine canario. También un bonito homenaje al cine pese a que alimente toda esa fauna de la que el cortometraje de Daniel León Lacave solo recoge una pequeña muestra para –más que nuestra sonora carcajada– dibujemos una sonrisa de complicidad en la línea de nuestros labios.

Es más que probable que la mayoría de los que hacen (y dicen) que hacen cine en Canarias se vean reflejados en esta película que no deja de ser un chiste con pretensiones cinéfilas e intenciones (para nada camufladas) ombliguistas aunque su lectura resulte comprensible aquí como en Katmandú.

El protagonista es un trasunto del propio cineasta, Daniel León Lacave, que también recibe estopa porque el director y guionista de Fauna es consciente de que él también es un “rarito” en el ecosistema que retrata, esos profesionales y aficionados cineastas que solo se ven las caras en Festivales que como el de Las Palmas siente más debilidad por la alfombra roja que por el cine de verdad, ese que debe ir con mayúsculas pero que en el caso de estos festivales, solo hacen que reivindican el independiente y el que se rueda en países que por su exotismo levanta pasiones encendidas pero casi nunca justificadas.

Como otras películas leves, no hay lo que se dice una complejidad en su planificación técnica, sino el placer de dejar que sea una cámara fija la que recoja el diálogo que se cruzan los protagonistas que hablan de cine en un festival de cine de provincias.

Con apenas unos pocos planos, Daniel León Lacave rueda su película más crítica pero también irónica. Todo lo que muestra es una visión extrema de la realidad y tiene el objetivo de que quien la vea se sienta reflejado en un trabajo donde nadie, absolutamente nadie, sale bien parado.

Rodada con un presupuesto que da solo para pipas y gracias a la colaboración de amigos, Fauna constata una vez más que tenemos en el cineasta grancanario a un hombre, a un artista, preocupado por revelarnos las contradicciones de su generación y, al mismo tiempo, la realidad de una industria que no termina de arrancar en este archipiélago abandonado de la mano de los dioses. Sea, quizá, porque por mucho que nos vendan no existe esa realidad. Y si existiera, que le debe mucho más a estos independientes de la cámara que son los leves que a los que producen y dirigen películas profesionales que no salen del pequeño circuito al que se reservan estas obras (seamos benignos) de un cine canario rodado por canarios con actores y técnicos canarios y que subvenciona el Gobierno canario. El problema es que este cine pretendida y pretenciosamente “intelectual”, no hay quien lo entienda. Y mucho menos quien lo firma pero esto, como diría aquél, es otra historia.

Saludos, fundido encadenado, desde este lado del ordenador

La Viceconsejería de Cultura margina a los cineastas independientes

Viernes, Julio 1st, 2022

Mientras seguimos esperando que la Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias de explicaciones que nos hagan entender el ostracismo informativo en torno al cual han enclautrado los catálogo Canarias en corto 2021 y 2022, que no hemos podido ver porque vaya-uno-a-saber, a veces, solo a veces, ese cine que se hace en el archipiélago nos deja buenas noticias.

Y suelen tratarse, curiosamente, de aquellas películas cuyos cineastas están al margen de los apesebrados que viven de las generosas subvenciones que reparte el Gobierno canario. Son aquellos que se buscan la vida y, solos contra el mundo, llevan sus cortos a cuantos festivales pueden.

Una cosa esta de llevar cortos a festivales que el Gobierno canario no hizo con los catálogos Canarias en corto 2021 y 2022 al tenerlos ¿secuestrados?

Resulta doloroso comprobar que por abrir la boca y criticar. Por decir lo que se piensa sin que nadie que yo sepa lo haya contradecido, que un cortometraje como Madres, a título personal uno de los mejores trabajos de su director, el grancanario Daniel León Lacave. no haya sido mencionado en ninguna de las redes sociales ni páginas que gestiona la Viceconsejería de Cultura pese a obtener doble premio, el del Público y el del Jurado, en la sección canaria del Festival Internacional de Cine de Lanzarote. Que no aparezca pone de manifiesto que algo hiede a podrido en esa casa que dejó de ser santa hace mucho tiempo.

Uno sospecha entonces que si el ganador hubiera sido otro, uno de esos que pertenecen al club de vividores al servicio del departamento que dicen (es un decir) dirige Juan Márquez Fandiño, la cosa hubiera sido distinta.

Me resulta muy insólito que estas prácticas “fascistas”, la de hacer desaparecer de sus altavoces a todos aquellos que por llevar la contraria “no gustan por trotkista” o “desviacionistas”, se haya instalado tan cómodamente en una Viceconsejería que contaba y cuenta al frente con un hombre presuntamente de izquierdas. Un progresista que desde que gana dinero y se aloja en hoteles de cuatro o cinco estrellas digamos que perdió hace tiempo su compromiso con la ciudadanía para caer en los mismos errores que sus antecesores en el cargo.

Los independientes como Daniel León Lacave, los que hacen cine porque lo llevan en las venas, a esos que les den porque son los incontrolables. Los rebeldes, los que se salen de la fila. Los que levantan el puño para cantar las cuarenta.

El caso es que las personas que llevan la política audiovisual de la Viceconsejería de Cultura parecen que no se enteran. En ocasiones porque se han dejado asesorar por gente que no vive en una realidad conocida. Sí, quizá entiendan algo del cine que solo ven cuatro, ese que va de experimental y que no entiende ni Dios (pero eso te pasa porque no crees ni quieres ser Dios), pero son ellos, esta gente y no otra, la que hubiera rechazado conceder subvención a un corto como Esposados porque cuenta una historia. Si algo les interesa a esta manada es vivir del cuento mientras tejen una red de conocidos que forman parte de la medianía de la profesión. Y encima están vinculados a ese cine, por llamarlo de alguna manbera, que parece que se está riendo de nosotros.

Tuve esperanzas cuando supe que un tipo de izquierdas iba a dirigir la Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias pero esas esperanzas se han ido quemando a medida que pasaban los años. Me sorprende también la falta de reflejos de Márquez Fandiño y su negación ante la realidad al estar rodeado de una corte de aduladores que harán lo imposible por, más que desacreditar, aislar, hacer el vacío, al que critica y denuncia porque “tengo boca y debo gritar”.

Con este panorama, agradezco que tipos independientes de verdad, de los que son capaces de quedarse sin nada para sacar adelante sus proyectos como es el caso de Daniel León Lacave (felicidades por ese doble premio) sigan estando ahí a pesar de los tropiezos que ponen en su camino los grandes. En este caso una Viceconsejería de Cultura cuyo capitán no se entera de la misa ni la mitad. Quiero creer que es así, que todo es resultado de las torpezas de un hombre abducido por otros. Esos otros que reparten el trabajo entre amigos y conocidos. A estos, todo. A los guerrilleros, ni agua.

En fin, las cosas de una Viceconsejería en la que hace tiempo dejó de sonar La Internacional y mucho menos el contrabajo a modo de instrumento de acompañamiento.

Saludos, EXIGIMOS QUE EL GOBIERNO DE CANARIAS EXPLIQUE EL PORQUÉ NO PODEMOS VER LOS CATÁLOGOS CANARIAS EN CORTO 2021 Y 2022, desde este lado del ordenador

Madre(s), un cortometraje de Daniel León Lacave

Lunes, Septiembre 13th, 2021

Daniel León Lacave es uno de los pocos cineastas independientes que vive y trabaja a este lado del Atlántico. Cuando se escribe independiente se quiere decir que sus películas corren la mayor parte de las veces por su cuenta y riesgo, ajeno y distante a las políticas de repartos dinerarios que recibe el cine que se hace en Canarias. Sobre todo las regalías que ahora concede el Instituto Canario de Desarrollo Cultural que ha cambiado solo de nombre y también por burocratizar un poquito más los mecanismo de subvenciones que en el pasado concedía la Sociedad Canarias de las Artes Escénicas y de la Música (Socaem) y Canarias Cultura en Red.

Hombre por lo tanto al margen de las políticas que se cuecen para obtener alguna migaja del Gobierno, Lacave cuenta ya con una filmografía lo suficientemente consistente para que los que llevamos siguiéndolo desde hace años detectemos en su cine señas de identidad netamente propias. Un estilo y una mirada que pese a sus producciones al borde de la indigencia, resuelve carencias con una inagotable imaginación y capacidad para sortear los problemas.

Su cine ha ido creciendo con el paso de los años, haciéndose si cabe más personal sin renunciar a contar historias, lo que lo convierte en una especie de rara avis dentro de la reducida y endogámica “industria” audiovisual canaria.

Madre(s), su nueva película, me parece clave en su carrera como director y guionista. Y no solo porque la historia y la puesta en escena sea más reflexiva y si quieren profesional, sino porque utiliza todos los elementos que tiene a su alcance para contar una historia en la que late una compleja narrativa interna que, al modo de las muñecas rusas, resuelve con sencillez y sobre todo instinto cinematográfico.

En Madre(s) se pueden observar muchas de las constantes que caracteriza la obra de Daniel León Lacave, una de ellas son las mujeres, que es un tema en el que suele insistir en casi todas sus películas; también la infancia y, en el caso del filme que ahora nos ocupa, la maternidad y la solidaridad femenina. El cineasta da no solo una lección de cine con un presupuesto más que ajustado, sino también un cortometraje que no debería de quedarse en los circuitos restringidos a los que están abocados cintas con más o menos esta duración. De hecho y tras repasar en dos ocasiones esta experiencia cinematográfica que, además de contar una historia, sabe contar una historia, me pregunto a qué espera la Televisión Autonómica y la división canaria de Televisión Española para adquirir una película que, como Madre(s), propone una comprometida y feminista reflexión sobre la maternidad. Reitero así que es una lástima que este cortometraje no tenga el mismo recorrido que otras producciones que, contando con el respaldo del Gobierno regional, se pierden en un pozo de ambiciones que solo alimenta la mediocridad y genera un espejismo sobre la prácticamente ausente realidad cinematográfica canaria, a pesar de estrenos varios y catálogos como Canarias en corto cada año más alejado de nuestra realidad como archipiélago.

Protagonizada por dos grandes actrices que descubrí gracias a Daniel León Lacave, Cathy Pulido y Cristina Piñero y otro habitual en el cine de su director como es Borja Texeira, Madre(s) propone una reflexión sobre la maternidad, los vientres de alquiler, el egoísmo del macho y la solidaridad femenina, entre otros temas que el cineasta resuelve con elegancia y estilo en una película que no dejará indiferente a nadie. Sabe llegar al corazón del espectador y mide con talento los silencios en un filme donde apenas se explica nada a través del diálogo. Para explicar las cosas, y en Madre(s) se cuentan muchas cosas, Lacave es consciente que el cine es ante todo imagen, luego será la imagen y las transiciones temporales que vertebran la película las que justifiquen las acciones que se desarrollan en pantalla.

Personalmente, considero Madre(s) la mejor película que he visto hasta la fecha de su director. A mi me parece su producto más cuidado, también en el que muestra sin demasiado pudor la sensibilidad que como artista lleva por dentro. Las piezas que componen esta película están perfectamente ensartadas y como todo película que se precie (y sí, Madre(s) es solo un cortometraje) produce conclusiones nuevas con cada visionado que se hace de la misma.

Se agradece que el director y guionista haya tenido la habilidad de no caer en el sentimentalismo fácil (lo que temo que sí hubiera hecho alguno de esos “cineastas” experimentales y subvencionados por el ahora ICDC) y ha apostado por contar una historia que, pese a su narrativa que va de atrás para adelante y viceversa, desconcierta y toca el corazón y la cabeza del espectador.

Producida por Sono Visión con la participación del Cabildo de Gran Canaria y la colaboración de varias empresas privadas, Madre(s) está dedicada a Lali y Josep. Lali es la mujer que ha hecho posible que el cine del estajanovista Josep Vilageliú termine siendo una realidad. Lacave les rinde homenaje porque sus caminos han ido unidos durante bastantes años, sobre todo cuando rodaron una serie de trabajos que autodenominan leves, lo que no deja de ser un divertimento con el que justificar su obsesión por rodar, aunque no hubiera dinero. La consigna “leve” es rodar. Rodar y rodar.

Además del trabajo que hacen las dos actrices protagonistas, Cathy Pulido crece como madre y Cristina Piñero como madre que comparte su maternidad en tierra extraña –es de origen ruso y habla un español con ligero acento eslavo– el filme cuenta también con el trabajo de Borja Texeira, que dibuja su personaje en unas pocas escenas sin excesos y un reparto que sin ser profesional hace que resulte llamativamente natural en pantalla. Ayuda para conseguirlo una calculada partitura musical que escribe Belén González.

Madre(s) es una película muy bien acabada e interpretada que merece mejor destino de exhibición al que, mucho me temo, está condenada. Es cine mayúsculo, muy a tener en cuenta en un cine como es el que se hace aquí tan enemigo de contar historias y, lo que es peor, tan alejado de nuestra realidad.

Saludos, matrioskas, desde este lado de ordenador

Noticias sobre ese cine que tanto nos (dis)gista

Viernes, Diciembre 20th, 2019

* La ciudad oculta de Víctor Moreno es candidata al prestigioso Premio Feroz al Mejor Documental, que será otorgado por la Asociación de Prensa Cinematográfica de España el próximo 16 de enero de 2020 en el Teatro Auditorio Ciudad de Alcobendas. La trayectoria en certámenes internacionales del tercer largometraje del cineasta tinerfeño comenzó con su participación en las Secciones Oficiales de la 15 edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla –donde se hizo con el Premio a la Mejor Fotografía para José Alayón– y del IDFA. Después ha obtenido también el Premio Richard Leacock al Mejor Largometraje de la Sección Canarias Cinema en la 19 edición del Festival Internacional de Cine de Las Palmas. Además, la película ha participado en el D’A Film Festival de Barcelona, dentro de la Sección Un impulso colectivo; ha competido en la 16 edición de DocumentaMadrid, dentro de la Competición Internacional Fugas y se ha proyectado en la Sección Made in Spain de la 67 edición del Festival de San Sebastián.

Nominado al Goya al Mejor Documental tras su recorrido por certámenes internacionales como el Festival de San Sebastián, DocLisboa, Bafici o DocumentaMadrid, Edificio España mostraba el proyecto de reforma integral del emblemático inmueble de Madrid que en tiempos del franquismo fue símbolo de prosperidad y un insólito anecdotario de más de doscientos trabajadores de diversas nacionalidades que participaron en ella. La ciudad oculta, por su parte, se adentra en otro universo desconocido e inédito en celuloide, el subsuelo de una gran ciudad, para desvelar que el sueño de la técnica, desplegado hacia la exploración del espacio sideral, ha motivado también un movimiento inverso: la apertura de un mundo subterráneo.

Víctor Moreno ha co-escrito el guión con la cineasta Nayra Sanz Fuentes (Sub Terrae) y con el guionista Rodrigo Rodríguez. El director de cine José A. Alayón (Slimane) ha sido responsable de la dirección de fotografía y la producción ha corrido a cargo de El Viaje Films (España), Rinoceronte Films (España), Pomme Hurlante Films (Francia), Dirk Manthey Films (Alemania) y Kino Pravda (España). Además, ha contado con el apoyo de ICAA, Comunidad de Madrid, Eurimages, Cabildo de Tenerife, Gobierno de Canarias y la participación de Radio Televisión Canaria, Radio Televisión de Castilla- La Mancha y la cadena de televisión alemana NDR.

* El equipo de guionistas de la serie En el corredor de la muerte (Movistar+, Bambú) ha sido galardonada con el premio MiM a Mejor Guión. Los guionistas de En el corredor de la muerte son Ramón Campos, Gemma R. Neira, Diego Sotelo, Nacho Carretero, Fran Navarro, el tinerfeño Andrés Koppel, David Moreno y Carlos López.

* El Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología en la capital grancanaria acoge este viernes, 20 de diciembre, el estreno de los cortometrajes Viajeros, de Daniel León Lacave y Jana, de Esteban Calderín. La exhibición comienza a las 19 horas.ç

Saludos, ande, ande, ande, desde este lado del ordenador

Teatro de sombras, una película de Josep Vilageliú

Lunes, Marzo 4th, 2019

Producción: Laly Díaz / Guión y Dirección: Josep Vilageliú / Ayte. dirección: Daniel León Lacave / Fotografía: Facundo Pérez / Edición: Daniel León Lacave / Maquillaje: Marisa Parsons / vAytes producción: Adela Valentín, Lorenzo Delgado, Irene de Henar Delgado, Mari Carmen Díaz / Fechas de rodaje: agosto-septiembre 2018 / Duración: 20 minutos / Rodada en Candelaria (Tenerife) / Intérpretes: Cristina Piñero, Norberto Trujillo, Cathy Pulido, Verónica Galán, Miguel Batista n

Teatro de sombras es una de las más perturbadoras películas en la ya larga y perturbadora filmografía de su realizador, Josep Vilageliú, a quien se puede considerar como padre fundador junto a Daniel León Lacave del cine leve, o cine pobre en acertada definición de este último aunque en el caso de Vilageliú y de otra manera aunque con similares miradas por el mismo Lacave, lo de pobre o indigente se obvie por un preciso y hasta elegante trabajo de producción y de un acerado ojo artístico de quien se encuentra detrás de la cámaras, en el caso de Josep Vilageliú, un cineasta que parece estar viviendo un período de estado de gracia con sus últimas propuestas cinematográficas, trabajos todos ellos en los que se ha desprendido de un cripticismo inicial y balbuceante para cristalizar ahora en un cine de agradecido calado poético y, ocasionalmente, extraño.

Se dice que Teatro de sombras es una película atípica, pero película al fin y al cabo de y sobre fantasmas. No les falta razón a quienes lo aseguran aunque los espíritus o entes que desfilan alrededor del personaje protagonista de la película y que interpreta la actriz Cristina Piñero, tienen más vida que la supuestamente habitante– ¿real o ficcional?– de la vivienda en la que se desarrolla la historia o historias a las que asiste el personaje central sin pronunciar palabra: los encuentros y desencuentros de dos parejas que hacen vida en común junto a ella, aunque no perciban su presencia ni de la de los otros.

Rodada en blanco y negro y prácticamente en elegantes planos secuencias, produce cierta desazón contemplar esta película donde no queda muy claro quienes son los espectros, ya que se trata de una decisión que debe de asumir el espectador, así que quien ahora les escribe ha escogido quizá el razonamiento más retorcido, el más difícil todavía: el único fantasma de esta historia es ella, la mujer solitaria, la que se asoma a la ventana y espera escuchar una voz humana pero incorpórea en su estación de radioaficionado.

Teatro de sombras se desarrolla prácticamente en interiores aunque se inicia y se cierra con un plano de la antena de radio instalada en el techo de la vivienda. El crepitar de las ondas se confunde con el devenir de dos parejas que celebran o lamentan su unión, el espectáculo de cualquier relación sentimental al que asiste con conmovedora y resignada sorpresa la habitante –¿real o ficcional?– de una casa de la que conocemos el dormitorio, el salón y la cocina, los escenarios en los que se desarrolla un drama que ha sabido transmitir cierta angustia, cierta necesidad por escapar de esa mirada casi muerta –¿de marioneta?– con la que Cristina Piñero asiste a unos lances amorosos que, parece ser, les han sido negados que disfrute.

Se masca en el ambiente no el signo de la tragedia sino el sino de la soledad más absoluta, que es aquella que se vive rodeado de personas aunque estos sean ¿fantasmas? que actúan en tiempos distintos aunque hay un plano en el que aparecen los cuatro y la protagonista, el quinto elemento, en el que, personalmente, considero uno de los momentos más terroríficos de esta película que debe estar llamada a otros méritos y elogios. Y se escribe “terrorífico” porque tiene una lectura que traduzco como el vacío y la condena de estar solo. Ya lo escribió Calderón de la Barca: “¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”.

Saludos, bravo, desde este lado del ordenador

El Centro Cultura Aguere acoge la exhibición de El zoo de papel, un corto de Daniel León Lacave

Viernes, Febrero 15th, 2019

El Centro Cultural Aguere acoge este viernes, 15 de febrero, la exhibición del cortometraje El zoo de papel, un trabajo de Daniel León Lacave que se ambienta en la postguerra en Canarias

El pase será a las 20.30 horas y contará con la presencia del director y guionista.

El zoo de papel cuenta en su créditos técnicos con una Producción Ejecutiva de Trotavistas Producciones audiovisuales; Fotografía de Ulises A. Morales y Sonido de Dani Mendoza.

Los actores de la película son los ya habituales en el cine de Lacave Yazmina Guerra, Borja Texeira,Víctor León, Iván Álamo,Tonono González, Pino Luzardo, Cristo Quintana y Lamberto Guerra.

Saludos, vayan a verla, desde este lado del ordenador