Archive for Febrero, 2008

El “famoso” vídeo de los famosos

Martes, Febrero 12th, 2008

Los artistas e intelectuales tienen el mismo derecho a manifestarse que los obispos que forman la Conferencia Episcopal española. Otra cosa es que por aparecer en un vídeo haciendo el ganso logren arrastrar el voto de la ciudadanía a Zapatero. Lo que está claro es que el gesto está hecho, lo que ha levantado maledicencias en la derecha de toda la vida y cierta aburrida atención entre los que nos consideramos personas al margen del debate político.

En este sentido, me parece igual de ofensivo que los curas y monjas inviten sin decirlo a votar una cosa y los culturetas de toda la vida a otra. Pero así pasa en este país que todavía no se ha recuperado de la Guerra Civil, conflicto que parece que nadie quiere dejar muerto y enterrado. Desgraciadamente, vivimos en una nación desestructurada con demasiados fantasmas escondidos en el armario.

Los artistas e intelectuales que han participado en el famoso vídeo de apoyo a Zapatero no son, que digamos, santos de mi devoción, pero de todos era sabido que ideológicamente son los progres de siempre. Lo de los progres es una de las peores enfermedades que arrastra la izquierda desde tiempos remotos, y ello se debe a que se creen valedores de la verdad precisamente por su progresía. Es decir, que un progre piensa que va siempre un paso por delante aunque creo que a veces les pasa justamente lo contrario, y que más que progres resultan a la larga conservadores que no reaccionarios. Y apunto con humildad lo de conservadores porque, claro está, ninguno de estos artistas e intelectuales quiere perder su estatus en el cada día más marciano espectro cultural español. No voy a recriminarle a Ana Belén o a Víctor Manuel que sean de izquierdas mientras viven en una casa que es cuatro veces la mía pero permítanme que me pregunte cómo se puede ser de izquierdas con piscina, criada filipina y chalet en Marbella.

Esta reflexión la hizo hace mucho tiempo Orson Welles, un hombre del renacimiento nacido a destiempo que en plena caza de brujas confesaba a unos periodistas cómo un director, un guionista o un actor de Hollywood podía ser comunista… Claro que si ser comunista significaba tener una piscina en casa, él también era comunista.

En fin, no creo que nadie, salvo Javier Bardem (que por cierto está impresionante en la también impresionante película No es país para viejos de los hermanos Coen) sea un verdadero comunista en este país. O al menos que se lo crea.

Me cansa el discurso de unos, los que se dicen progres, y otros, los que se dicen de derechas cuando los actores e intelectuales afines salen a la palestra política en periodo electoral. Yo creo que en el fondo se hace (no lo hacen) para despistar al votante –que es ese señor o señora atribulado que somos la mayoría de los españolitos que hemos venido y vendrán al mundo– de los verdaderos problemas de su vida diaria. Por ello, que Sabina, Fran Perera o ¡Concha Velasco! (¿pero esta señora no era de derechas?) apoyen a Zapatero sólo me hace concluir que son malos tiempos para la lírica en un país que no presume en estos tiempos precisamente de lírica.

Finalizo esta reflexión comentando mi particular visión de la gala de los Goya. Un más de lo mismo de una industria cautiva y cada día más desarmada de talento. Con Corbacho, que tiene nombre de gazpacho o carpacho corbacho, empeñado en hacerme creer que es un tipo ocurrente y gracioso cuando no es otra cosa que otro progre del montón. Sólo que sin pelo.
Ahh, ¡¡¡qué país de conservadores!!!!

Qué siga el espectáculo

Lunes, Febrero 11th, 2008

jaws1.jpg  Ha muerto Roy Scheider. Casi todos los despachos de agencia destacan que fue el co- protagonista (el otro fue el gran escualo) de Tiburón. La primera y segunda, aunque todos recordemos la primera que sigue siendo una obra maestra de su director, Steven Spielberg.

            Scheider, que tenía rostro de boxeador y de tío duro pero con corazón, también protagonizó 2010: una odisea 2, que es una segunda parte irregular de una gran e incomprendida película de ciencia ficción, 2001, una odisea espacial, así como cantó y marcó pasos de baile en All that Jazz, donde se transformaba en una especie de alter ego de Bob Fosse, su gran director.  También intervenido en Trueno azul, de John Badham, todo un taquillazo en los años ochenta y un filme más que recomendable para los amantes de los helicópteros de última generación,aunque hoy resulte el Azul de segunda y tercera.

            La última vez que vi a Scheider fue en la fallida serie seaQuest, producida por Spielberg, pretensiosa recuperación de Viaje al fondo del mar con Star Trek pero sin la gracia de la primera y mucho menos de la segunda. Roy Scheider fue, de todas formas, uno de esos actores que se dejaban querer, y una estrella pálida del Hollywood dorado algo devaluada en los últimos tiempos. No era, de todas formas, lo que se dice un actor gigantesco pero sí que fue un actor meridiano, una de esas muchas caras que tiene el cine norteamericano con las que te identificas.

            Es verdad, de todas formas, que el papel por el que le recordamos esa amplía mayoría silenciosa que somos los espectadores será por su papel del capitán Brody en Tiburón, de Spielberg, donde el por aquel entonces enfant terrible del cine americano reiventó el género de terror y de paso logró que muchos, y en particular el que les escribe, no deje de estar inquieto mientras se baña en el mar. Aunque sea en Las Teresitas.

El deporte es perjudicial para la salud

Sábado, Febrero 9th, 2008

deathrace2000to7.jpg En mi más tierna adolescencia había una serie de dibujos animados que seguía con devoción casi religiosa, se llamaba los Autos Locos y estaba producida por los hoy ya míticos Hanna & Barbera. En aquella serie estaban los buenos y también los malos, que encarnaba un villano fracasado que respondía en español al nombre de Pierre No Doy Una, acompañado siempre de su perro Pulgoso. ¿O quizá no era Pulgoso? Lo que tengo claro es que todavía recuerdo con una sonrisa la risilla perruna que exhalaba más que lanzaba cuando su patrón no dada ni una… A la sombra de esta serie se cocería años más tarde una de esas películas que permanecen imborrables en la memoria de todo cinéfilo curtido en los cines de barrio: La carrera de la muerte del año 2000, dirigida por Paul Bartel, un cineasta curioso y yo diría que hasta extraño en el Hollywood de todos los tiempos.

La cinta, como la serie de dibujos, está ambientada en una gran competición automovilística que recorre de costa a costa el mapa de los Estados Unidos, país sacudido por una grave crisis económica que respira gracias a esa carrera en la que no basta con llegar el primero a la meta sino también en puntuar a lo largo del recorrido atropellando a peatones. Los de la tercera edad son los que puntúan menos por fáciles, nos informa el locutor de la competición, mientras los adultos y los niños reparten puntos millonarios a los cafres del volante.

Producida por Roger Corman con dos euros y protagonizada por el hoy felizmente recuperado David Carradine como protagonista principal, la cinta cuenta también con su peculiar Pierre No Doy Una, un Sylvester Stallone que en aquellos tiempos (1975) no pensaba todavía ni en Rocky ni en Rambo.

Carradine es Frankestein, un siniestro conductor que lleva una granada pegada en una de sus manos. Nadie sabe muy bien por qué lleva esa dichosa granada pegada en una de sus manos aunque al final lo sabremos los entusiasmados espectadores que tuvimos la suerte de disfrutar de esta película cuando el cine todavía era cine.

Ignoro si la cinta de Bartel ha sido editada en dvd o si los piratas consumistas culturales la pueden bajar de Internet, pero es un título que recomiendo sobre todo a los aficionados al cine con imaginación. Es más que probable, de todas formas, que la película haya quedado muy envejecida por el paso del tiempo (el título del filme ya lo anuncia) pero tiene una mirada agradecida, sobre todo porque derrama toneladas de mala guasa y una visión cínica y me atrevería incluso a escribir descarnada del mundo que nos rodea. Entonces y ahora.

La película es en este sentido bastante actual, ya que se rodó en plena crisis de los años 70 cuando comenzó a escasear el petróleo, panorama que no se diferencia del actual, donde los sabios que no son sabios nos advierten de los malos tiempos que nos van a tocar vivir precisamente por lo mismo. Espero, de todas formas, que el futuro delirante que proponía esta película no se reproduzca en la realidad aunque quién sabe: a veces la vida imita al arte.   

Vuelve el Salón del Cómic de Tenerife: ¿será verdad? ¿será mentira?

Jueves, Febrero 7th, 2008

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Las ediciones de papel y digital de La Opinión de Tenerife incluyen hoy en su variada oferta informativa una noticia que me ha alegrado el día: el Salón del Cómic de Tenerife vuelve. Parece el título de una mala película, pero así son las cosas. Al parecer, la actual concejala de Cultura del Ayuntamiento de la capital tinerfeña, Angela Mena, ha dado el visto bueno a esta iniciativa comiquera y cultural. Falta por el momento decidir dónde y cuándo lo ubicarán, por lo que me atrevo a sugerir a que el Salón se celebre en agosto y en La Recova como era habitual para iluminar un  mes que en esta isla se caracteriza precisamente por su oscuridad en cuanto a actos culturales se refiere.

Como casi todo el mundo sabe. O sabe casi todo el mundo al que aún le va eso de leer colorines o tebeos, la 15 edición del Salón no se celebró el año pasado por vete-tú-a-saber… Su impulsor en los últimos tiempos, Patricio Ducha, parece que ha sabido reaccionar y frente a la presión de amigos y enemigos inició una silenciosa campaña de promoción que tras una sabia y muy inteligente entrevista publicada en el suplemento de ocio y cultura del periódico El Día, intuyo yo que ha sido clave para dar el empujoncito que se merecía para que al final la concejala haya reflexionado y dado luz verde a esos locos de la historieta. La entrevista a la que hago referencia la firma un periodista lo que se dice de raza, Jorge Dávila, que lo mismo se mete en los sótanos más inmundos de nuestra realidad canaria cuando asumió en ese mismo periódico la responsabilidad de la sección de Sucesos que realiza inteligentes entrevistas con gente de la cultura en la sección donde ahora milita que es, ya lo saben, la de Cultura.

Me alegro mucho por el Salón del Cómic, así como por Patricio Ducha y su equipo de entusiastas colaboradores, sólo lamento que Ducha haya dejado agonizar el blog dedicado a los colorines que tenía en la edición digital de este mismo periódico, pero imagino que el tiempo maldito tiempo ha hecho imposible que nos tuviera debidamente informados a los aficionados sobre las últimas novedades en lo que algunos califican como noveno arte.

Sólo una pregunta: pasado ya el año que conmemoraba el 100 aniversario del nacimiento de Hergé ¿continúa abierta la pequeña pero emocionada exposición que sus organizadores tenían previsto realizarle?

Enhorabuena, amigo.   

Una investigación policíaca en un infierno de hielo y fuego: Arrabales de Leningrado, invierno de 1943

Miércoles, Febrero 6th, 2008

Es más que probable que la novela El tiempo de los emperadores extraños rompa el hielo que todavía rodea al grupo de voluntarios españoles que, bajo el nombre de la División Azul, colaboraron en la frustrada ocupación alemana de la por aquel entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

La razón es sencilla, el escritor Ignacio del Valle (Oviedo, 1971) se ha valido de este grupo de hombres para construir una novela policíaca al desuso. Es decir, que el tradicional paisaje urbano deja paso a tierras heladas y fantasmagóricas; y sus protagonistas son militares (algunos por vocación y otros marcados por la ideología falangista) que por las circunstancias de la novela se ven atrapado en un enigma que al lector avisado le recordará vagamente a una de las obras maestras de Alan Moore: From Hell.

Estamos en el crudo invierno de 1943 y ante los arrabales de Leningrado. Un soldado de la División Azul es encontrado salvajemente asesinado y con una enigmática frase grabada en su pecho: “Mira que te mira Dios”. El alto mando divisionario encarna la misión de averiguar lo sucedido a un soldado rebajado que una vez sirvió a las órdenes de los servicios secretos franquistas y a un hosco sargento, quienes intentarán encontrar al culpable de éste y otros asesinatos que se irán produciendo a lo largo de la trama con el telón de fondo de la guerra.

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El tiempo de los emperadores extraños es una de esas obras que se lee de un tirón y si bien deja algunos huecos sin cerrar para el lector especializados en los relatos criminales, no deja de fascinar por la originalidad de la propuesta, que no es otra que el escenario escogido para contar esta trama. Trama que, a su vez, se bifurca en otras subtramas que al menos para éste que les escribe le resultaron mucho más interesantes que la investigación que emprenden los dos personajes protagonistas para capturar al asesino “con pasado masónico”.

El conocedor de la División Azul encontrará que en las pequeñas historias que dan cuerpo al libro del Valle (*) se ha documentado, y bien, sobre las vivencias de los españoles en el frente ruso. Por un lado saca a relucir las rencillas entre militares profesionales y falangistas, así como con los mandos y la tropa alemana; y retrata las ya legendarias relaciones de los soldados españoles con la población rusa cautiva, sin olvidar descripciones acertadas sobre cómo pasaban sus momentos de ocio en aquel infierno de hielo y fuego.

Pienso, una vez terminada la novela, que El tiempo de los emperadores extraños podría tener una prometedora adaptación cinematográfica, y que el cine rindiera justicia de una vez a aquel grupo de españoles que sacrificaron un buen pedazo de su juventud para combatir por sus ideales en tierras tan lejanas. Mientras tanto, y a la espera de su (anunciada) conversión al séptimo arte, el interesado en los asuntos divisionarios como el aficionado a la literatura policíaca e histórica tiene en esta novela un eficaz vehículo de entretenimiento. Una de esas historias que, mira que te mira Dios, es más que probable que genere imitaciones. 

(*) Más datos sobre el autor y sus novelas en su página web: www.ignaciodelvalle.es.  

La Mancha, un interesante blog literario

Martes, Febrero 5th, 2008

Aviso a los navegantes, circula por la red un interesante blog literario que bajo el nombre de La Mancha ofrece sustanciosa información para los amantes a la lectura. El blog, que ya va por su número tres, ha sido creado por los escritores Juan Carlos Méndez Guédez, Ernesto Pérez Zúñiga, Juan Carlos Chirinos y Nicolás Melini, este último una de las más interesantes voces narrativas surgidas a este lado agitado del Atlántico (concretamente de La Palma) en los últimos tiempos. Entre los platos fuertes que ofrece este número, se encuentra la invitación que sus hacedores le hicieron a Ricardo Menéndez Salmón, que es, en palabras de Melini, uno de los autores del año; así como el ”clásico vivo” venezolano José Balza, de quien Julio Cortázar dijo algunas maravillas en su día. ¿Su dirección? basta con cliquear en www.delamanchaliteraria.blogspot.com.

Merece, y muy mucho, la pena.