Archive for Noviembre, 2017

Juan Francisco Urrusti Alonso: “Ruedo documentales para aprender de la gente”

Lunes, Noviembre 13th, 2017

El cineasta Juan Francisco Urrusti Alonso (Ciudad de Méjico, Méjico, 1954) presentó en Fimucinema, festival que forma parte de la programación de Fimucité, el largometraje documental Un exilio: película familiar, cinta en la que Urrusti Alonso cuenta la vida de sus abuelo y padres tras finalizar la Guerra Civil española y su exilio a Méjico, país en el que se integraron pero sin perder del todo los recuerdos que dejaron en España.

El cine de Juan Francisco Urrusti gira en torno a varias constantes, aunque la que determina el peso de su obra son sus historias sobre la gente de la calle, personas normales y corrientes que, como su familia, son las que hacen que el mundo marche.

En la filmografía de Juan Francisco Urrusti Alonso se cuentan películas como Brujos y curanderos, Encuentros de medicina maya, Tapu, El pueblo mejicano que camina y las series documentales para televisión A cruz y a espada y Los nuestros.

- ¿Un exilio: película familiar?
“Se trata de un documental que recoge en clave testimonial la historia de un exilio: el de mis abuelos, mis padres y mi tía que llegaron como refugiados a Méjico en junio de 1939 y país en el que pasarían el resto de sus vida. La película quiere conocer la razones por las que abandonaron España, y las averiguaciones que hice tras entrevistarlos de manera intermitente a lo largo de tres años y medio con muchas dificultades porque ninguno quería hablar de aquellos tiempos. Por el camino se perdieron algunas de estas grabaciones por lo que los testimonios no están completos en las siete horas de las nueve que aún conservo de ellas”.

- ¿Por qué un documental tan familiar?

“Porque mi familia no son personas a las que se hayan hecho monumentos sino gente de a pie que sufrió una guerra que les cambió la vida. Durante la investigación descubrí cosas que desconocía hasta entonces, entre otras, la procedencia de mis abuelos”.

- ¿Logró que en estas grabaciones hablaran de la guerra?
“No querían hablar de la guerra. Sobre todo mis abuelos. Con el paso de los años mi abuelo materno sí que regresó a España varias veces y en algunos de aquellos viajes lo acompañé”.

- ¿Y qué recuerda de esas visitas a España?
“Pues que en Badajoz la familia nos pedía que no habláramos ni que saliéramos a la calle por temor a que nos fuéramos de la lengua, pero claro, aún no había fallecido Franco”.

- ¿Cómo encajaron sus abuelos la nueva vida que emprendieron en Méjico?
“Cada uno tuvo una historia diferente. Mi abuelo materno era abogado pero se reinventó para sacar a la familia adelante como publicista, por lo que escribía eslóganes, entre otras cosas. Mi abuelo por parte de padre sufrió mucho, ya que como militar del ejército republicano se negó a renunciar de su nacionalidad española aunque se adaptó a la nueva vida mejicana trabajando primero en una fábrica y más tarde como químico, profesión en la que consiguió varias patentes de explosivos plásticos que vendió al ejército de los Estados Unidos de Norteamérica. Mis padres comenzaron a trabajar siendo muy pequeños. Mi tía, por ejemplo, a los 13 años en una fábrica de juguetes que se había instalado en Méjico con dinero republicano y mis dos abuelas como costureras y más tardes modistas”.

- ¿Qué fue lo más difícil, técnicamente, de este documental?
“Como iba a tratarse de una película inevitablemente política, la de encontrar las imágenes que necesitaba como las de la toma del cuartel de La Montaña, en Madrid, combates en los que participó uno de mis abuelos que entonces era maestro de la Escuela Militar de Tiro y que se mantuvo leal al Gobierno republicano”.

-¿Y sentimentalmente?
“Sentimentalmente la película en sí y la muerte de mis abuelos y de mis padres mientras lo rodaba. Continúe trabajando en él pero resultó bastante difícil porque eran muchos los recuerdos que me asaltaban en la sala de montaje. Sobre todo cuando tenía que tomar la decisión de añadir o suprimir muchas de las imágenes en las que aparecían”.

- ¿Fue largo el rodaje?
“Fue largo por la financiación. A finales del 2014 aumentó el coste de las imágenes de archivo pero estaba tan involucrado en este proyecto –y no solo por razones familiares sino personales por todas las personas a las que entrevisté– que continué adelante porque esas historias, que eran sus historias, me parecían dignas de ser escuchadas en una película”.

- En el documental además de entrevistar a su familia y amigos también habla con el hijo de Lázaro Cárdenas, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, y el juez Baltasar Garzón, ¿cómo fueron estos encuentros?
“La verdad es que resultó muy sencillo acceder a los dos. El hijo de Lázaro Cárdenas, cuyo padre fue presidente de Méjico cuando llegaron los exiliados españoles de la Guerra Civil, me concedió media hora y el juez Garzón una hora tras preguntar solo de qué iba la película y cuál sería el enfoque”.

- ¿Qué cree que le dieron estos exiliados españoles a Méjico?
“Mucho. Antes de que llegaran los exiliados se tenía en Méjico una imagen de los españoles muy negativa que cambió cuando los recibieron y que el paso de los años ha robustecido”.

- ¿Entonces, hay un reconocimiento de la sociedad mejicana a estos españoles?
“Por supuesto”.

- Y fue clave su integración…
“ Claro, y yo soy un ejemplo. Los exiliados tuvieron la oportunidad de integrarse y muchos lo hicieron.”

- ¿Qué le interesa del cine documental?
“Me interesa mostrar a la gente real. Son tantas las historias que observo a mi alrededor que merecen ser contadas y compartidas que creo que solo puedo hacerlo a través del documental. Se pueden hacer otras películas con las personas que entrevisté para Un exilio: película familiar y todas serían diferentes porque nadie, absolutamente nadie, es común y corriente. Ruedo documentales para aprender de la gente”.

- Cuenta en su filmografía con un documental sobre la lucha libre en Méjico.
“Fue un trabajo de encargo que al principio me tomé como una maldición porque no me interesaba la lucha libre mejicana aunque cuando comencé a investigarla aprendí mucho y fui cambiando de idea porque la lucha no es solo un entretenimiento popular y barato. Entrevisté a muchos luchadores, ellos son los protagonistas del documental, y los quise mostrarlos sin la máscara y debajo del cuadrilátero. Todos tienen historias, como la de una luchadora que sacó así a sus hermanas de la prostitución. O Blue Demon, que antes de ser luchador fue un sindicalista de los ferrocarriles acosado por la policía y el ejército”.

- Trabaja en algún nuevo proyecto?
“Un documental sobre mi tía, que es la única de la familia que vive y que pese a su edad, 91 años, aún se mantiene lúcida. Mi tía siempre apoyó a la familia incluso en las épocas más difíciles por lo que este documental además de mostrar lo gran pintora que es, también revela a una mujer muy valiente y luchadora. Con la película quiero dar a conocer su trabajo fuera de Méjico porque en mi país se la conoce como una de sus más grandes retratistas”.

- ¿Otro documental familiar?
“Otra película familiar, efectivamente”.

- Usted es coleccionista de imágenes.
“Inicié hace quince años un archivo de lo que se conoce como películas huérfanas sobre España y Méjico. Sirven para recordar cómo fue Méjico en contraste con el actual, tan deteriorado y mal gobernado” .

Los nuevos cronistas

Juan Francisco Urrusti Alonso dice que el cine documental mejicano vive uno de sus mejores momentos. En la nómina de directores cita, entre otros, a Juan Carlos Rulfo, hijo del escritor Juan Rulfo y a Tatiana Huezo, una salvadoreña que llegó a Méjico como refugiada y hoy es una destacada cineasta. Ellos y otros muchos que “ahora no recuerdo” han logrado contar historias que no engañan, aunque el documental como género cinematográfico, manipula.

Juan Francisco Urrusti admite esta manipulación, pero dice que funciona cuando no miente al público. “Lo que busco es que el documental sirva de documento porque somos cronistas”

Una cierta mirada

Un exilio: película familiar
/ Dirección: Juan Francisco Urrusti Alonso / Producción: Juan Francisco Urrusti Alonso / Fotografía: Mario Luna / Música: Juanra Urrusti, Ana Francisca Urrusti /Edición: Felipe Gómez / País: Méjico / Año: 2017 / Duración: 124′

Un exilio: película familiar, de Juan Francisco Urrusti es un atractivo retrato familiar de la diáspora española. Esas familias, todas con sus historias, que se marcharon de España al finalizar la Guerra Civil.

El documental se centra en la vida de los abuelos y padres del cineasta pero también cuenta con otros personajes, entre amigos de la familia, historiadores y Baltasar Garzón y Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del presidente mejicano Lázaro Cárdenas, que dan una visión aproximada y en muchas ocasiones conmovedora de cómo se adaptaron aquellas familias a un nuevo mundo que los recibía con los brazos abiertos.

El documental logra contarlo con desarmante sencillez, y este mensaje se cuela muy hondo en el ánimo del espectador. La patria se difumina y solo queda la persona. En Un exilio: película familiar hombres y mujeres protagonistas de una experiencia –la de la guerra, el exilio, adaptarse a un nuevo país y desvincularse del otro, del original– que cambió la suerte de sus vidas.

Saludos, viva Méjico, desde este lado del ordenador.

Por fin es viernes

Viernes, Noviembre 10th, 2017

* El Auditorio de Tenerife acogerá este viernes, 10 de noviembre y a las 18 horas el primer encuentro de Clubes de Lectura, una iniciativa organizada por el Cabildo, a través de la estrategia Tenerife 2030, en la que participarán los escritores Juan José Millás, Cecilia Domínguez y Alexis Ravelo.

* Arrecia, de Ernesto Suárez y publicado por Ediciones La Palma, se presenta también este viernes, 10 de noviembre, en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife. En este libro, Ernesto Suárez reúne un conjunto de 35 poemas, la mayoría de ellos escritos en 2009.

Saludos, terrícolas, desde este lado del ordenador

La conquista de América en el cine

Jueves, Noviembre 9th, 2017

«Cortes soy, el que venciera
por tierra y por mar profundo
con espada a otro Mundo,
si otro mundo entonces viera.
Di a España triunfos y palmas
Con felices, santas guerras,
Al Rey infinitas tierras…,
A Dios, infinitas almas.»

(Octava a Hernán Cortés por Félix Lope de Vega)

El próximo estreno de Oro, una película de Agustín Díaz Yanes y de los cinco primeros episodios de la serie Conquistadores: Adventvm y alguno de la tristemente cancelada El ministerio del tiempo han puesto de moda uno de los episodios más olvidados –pese a que cuenta con crónicas de la época escritas por testigos que la vivieron– de la historia de este país que aún se llama España.

Algo tiene la conquista de América que levanta pasiones y enciende discusiones en una y otra orilla del océano. Hecho civilizador para unos y genocidio sin máscaras para otros, no cuenta este periodo de la Historia con películas suficientes para convertirse en un género aunque quién sabe, y por las últimas tendencias, quizá ya es hora de que su traducción a la pantalla adquiera sus claves y el reconocimiento que se merecen unos hechos en los que participaron a un lado y al otro personas. Personas de otro tiempo, muchas de ellas auténticos hijos de la gran puta que, en el caso de los europeos, desembarcaron en aquellas tierras desconocidas en busca de fama y fortuna.

Este post no pretende, en ningún caso, reunir si no todos, ni siquiera la mayoría de las películas que en una rápida investigación hemos encontrado que se han rodado sobre aquellos hechos que conmovieron al nuevo y al viejo mundo, pero sí que están muchas de las que vimos y pocas que desconocíamos.

Casi todas ellas, para cinéfilos con hambre, las pueden disfrutar si lo desean en la red.

Una nota más antes de empezar con el repaso. Mencionamos solo de pasada las películas que se han rodado sobre quien capitaneó la primera expedición que descubrió el nuevo mundo, y que ha dado origen a películas tan desiguales como Cristóbal Colón: el descubrimiento (John Glenn, 1992) y La conquista del paraíso (Ridley Scott, 1992); La verdadera historia de Cristóbal Colon, David MacDonald, 1949) y Alba de América (Juan de Orduña, 1951) porque hemos optado por la conquista, el inevitable choque de civilizaciones, que por el descubrimiento y cómo se vivía en el continente americano antes de la llegada de los españoles, momento que cuenta también con algunas películas como Los reyes del sol (J. Lee Thompson, 1963), una historia sobre una tribu maya interpretada, entre otros, por Yul Brynner y George Chakiris y Apocalypto (Mel Gibson, 2006) una violenta reflexión sobre el mundo prehispánico.

La conquista y sus conquistadores más conocidos cuentan con sus películas aunque ninguna, por desgracia, pasará a la historia del cine.

No está mal El capitán de Castilla (Henry King, 1947) si se ve como lo que es: una película de aventuras. Protagonizada por Tyrone Power y César Romero como el mismísimo Hernán Cortés, la cinta continúa funcionando como vehículo de entretenimiento aunque la acción pudo haberse desarrollado en otra época histórica según Hollywood, que en aquellos años explotó con recurso el género sin prestar demasiada atención a la historia del país ni al momento histórico en el que se desarrolla la cinta.

Como curiosidad debe de entenderse The Royal Hunt of the Sun (Philip Yordan, 1969) aunque su originen teatral,la obra es de Peter Shaffer, le resta rimo cinematográfico a una película que centra su atención en el enfrentamiento que cruzó los destinos de Francisco Pizarro (Robert Shaw) y el inca Atahualpa (Christopher Plummer).

La vida y obra de Lope de Aguirre en tierras americanas se ha reflejado, de momento, en dos películas radicalmente opuestas aunque sí muy unidas en su intento por meterse en la cabeza de aquellos hombres blancos que se abrían paso por la selva.

Aguirre, la cólera de Dios (Werner Herzog, 1972) continúa siendo una de las mejores películas de su director así como también uno de los mejores trabajos de Klaus Kinski, actor recurrente en muchos de los largometrajes del cineasta alemán, hoy algo perdido en Hollywood.

Carlos Saura volvería Lope de Aguirre y su rebelión contra el rey en El Dorado (1988), una de las películas más caras del cine español y una cinta muy irregular sobre Lope de Aguirre, aunque la lectura del oro y la codicia parece que ha sentado escuela para tratar desde el punto de vista español aquella aventura.

Los conquistadores del Pacífico (José María Elorrieta, 1963) intenta, por el contrario, reivindicar el filón de la exploración narrando en clave aventurera las hazañas de Vasco Núñez de Balboa antes de que se convirtiera en el primer europeo que contemplase las aparentemente mansas aguas del océano Pacífico.

Añadimos a la lista Los hijos del viento (José MIguel Suárez, 2000), en la que el actor español José Sancho se pone en la piel del conquistador español más recreado en el cine, Hernán Cortés, en una aventura de presupuesto casi indigente que, a su modo, reflexiona más que sobre el choque el acercamiento de culturas con resultados más que suficientes.

Coproducida por Chile, España e Italia, La Araucana (Julio Coll, 1971) es una entretenida adaptación del poema épico de Alonso de Hercilla que cuenta el enfrentamiento de Pedro de Valdivia con los araucanos en el actual Chile.

En otro país, Méjico, se han rodado películas como Cabeza de Vaca (Nicolás Echevarria, 1991); La otra conquista (Salvador Carrasco, 1998), una película narrada desde el punto de vista de Topiltzin, hijo del emperador Moctezuma, que se resiste a la invasión europea y Eréndida, la indomable (Juan Mora Cartlett, 2006).

Hay otras muchas, aunque no demasiadas sobre aquel momento de la Historia. No se ha incluido en este repaso con paso ligero ni La misión (Roland Joffé, 1986) ni Tupac Amaru II porque se desarrollan en el siglo XVII en una América ya mestiza pero no demasiado integradora. En la primera se relata cómo una pareja de jesuitas se adentra en el corazón de la selva para evangelizar a los indios y en la segunda la rebelión contra el imperio que encabezó el caudillo indígena Tupac Amaru II.

A modo de curiosidad, recordar por último que la BBC incluyó en su miniserie documental Guerreros el choque de Hernán Cortés y Moctezuma con recreaciones dramáticas y que el cine peruano presentó en 2014 Atahualpa: La caída del imperio inca (Roger Asto León).

Hay más títulos, pero no tantos como uno creyera más si se trata de un acontecimiento histórico con las colosales dimensiones de la conquista de América. Pero sí, hay más películas que con mejor o peor fortuna han recreado en clave de ficción la conquista brutal de lo que se llamó el Nuevo Mundo.

Saludos, cien hurras por Bernal Díaz del Castillo, desde este lado del ordenador.

El amigo Bram, Bram Stoker

Miércoles, Noviembre 8th, 2017

Cuento en mi desordenada biblioteca con varias ediciones de Drácula, de Bram Stoker, un escritor que hoy, 8 de noviembre, hubiera celebrado sus 170 cumpleaños rodeado de su más siniestras criaturas.

Estoy seguro que muchos que lo leen –Bran Stoker es un autor que nunca muere, como su príncipe de los vampiros– festejan esta onomástica porque este hombre rechoncho y con mirada ausente que nos observa desde alguna que otra fotografía, ocupa un privilegiado espacio en la literatura. Y no solo por Drácula, que también.

Releo la primera edición de Drácula que llegó a mis manos, una edición de bolsillo que publicó en su día Editorial Molino. No se conserva bien el libro, se nota usado. Tiene varias de sus páginas incluso despegadas. Es un libro manoseado, que son los libros que de verdad se quieren porque se han leído, y que en aquella etapa ya remota de mi vida me dio miedo. Tanto, que recuerdo que lo cerraba a veces porque sentía una presencia extraña, vampírica si lo desean, a mi alrededor y dentro de mi…

Novela gótica, de terror y romances, de amistades y fe y mucho sexo victoriano, Drácula no es, sin embargo, el único brillante de un escritor brillante. Les recomiendo que se aproximen, si no lo han hecho ya, a sus otras novelas. Algunas de ellas estrictamente fantásticas como La madriguera del gusano blanco y La joya de las siete estrellas y otras no tanto, como La dama del sudario.

Afortunadamente, y gracias al éxito obtenido por Drácula, la obra del escritor está publicada relativamente bien en español. Se puede conseguir, pero es materia reservada para sotkermaniacos, un curioso ensayo sobre impostores bastante erudito e irónico que convierte esta obra, Famosos impostores, en un trabajo singular dentro de la bibliografía singularísima de un autor aún no lo suficientemente reconocido por cultivar con tanta libertad y respeto, me temo, la fantasía.

Oscar Wilde, que fue novio de su mujer, Florence Balcombe, llegó a decir de Drácula que era la novela más hermosa de todos los tiempos y desde su publicación el personaje ha ido creciendo, reinando sobre otras criaturas de la noche literaria porque todo se hace creíble en Drácula gracias a sus múltiples miradas, muchas de ellas recogidas en forma de cartas, diarios, artículos publicados en prensa… La idea es que a medida que se va desarrollando la acción y lo fantástico corroe el mundo que conocemos, el lector descubre, como lo descubren sus protagonistas, que el vampiro se hace fuerte porque nadie cree en su existencia…

Miembro de la Orden Hermética de la Aurora Dorada, Bram Stoker se movió también muy bien en los territorios del relato corto. Cuenta, en este capítulo, con pequeñas obras maestras de la literatura como La casa del juez, El entierro de las ratas, La boca del río Water y Las arenas de Crooken y un curioso libro de relatos infantiles bastante macabro, El paìs del ocaso.

Desde que lo descubrí en aquel libro de Molino tan castigado por mis relecturas, la novela y su autor, Bram Stoker me acompañan desde entonces.

Es como recurrir a un viejo amigo. Uno de los que no te olvidas aunque pase el tiempo y no lo veas.

En mi biblioteca y en otra edición de Drácula pero edita por Plaza y Janés, guardo con mucho celo un trocito de madera que un amigo me trajo del jardín de la casa en la que el escritor vivió en Dublín.

A veces observo ese pequeño trozo, que con el paso de los años se ha ido deshaciendo, y siento que la realidad no es lo que parece.

Y que la existencia de Stoker radica, precisamente, en que muchos sí creemos en su existencia.

Saludos, por Vlad, desde este lado del ordenador

‘Eva’, una novela de Arturo Pérez Reverte

Martes, Noviembre 7th, 2017

Eva es la segunda entrega de las aventuras y peripecias de Lorenzo Falcó, el agente secreto que trabaja a las órdenes del general Francisco Franco durante la Guerra Civil española.

Escrita en clave de novela de espías con aroma nostálgico y visión de la guerra que desgarró a España con estética retro, gran parte de la acción de Eva transcurre en Tánger, y su ritmo es trepidante, más cercano al espíritu de la novela popular de aventuras que al de la intriga densa y selecta de escritores como Eric Ambler, Graham Green y John Le Carré.

Consciente de que la facción para la que trabaja Falcó no lo hace especialmente agradable al público (aunque vencidos y vencedores al final fueran lo mismo, españoles), Arturo Pérez Reverte despolitiza a Falcó y lo modela como un hombre sin patria, casi un mercenario que ha puesto su talento al servicio secreto de Franco.

Esta especie de espía con clase y en blanco y negro hace que el personaje resulte más Rafael Durán que Alfredo Mayo, aunque a veces consigue mezclar (y sin agitar) a los dos. Una interesante combinación para recrear con voluptuosidad la estética de los años treinta.

Para conseguirlo, Arturo Pérez Reverte ambienta la novela en un escenario a lo Casablanca, un Tánger exótico y en blanco y negro, en el que Lorenzo Falcó libra una batalla tanto en la calle como en las alcobas.

En la novela, el protagonista intenta capturar un barco republicano retenido en el puerto de Tánger que transporta en sus bodegas parte del conocido como oro de Moscú. Y allí, en esta ciudad marroquí, se reencuentra con Eva, una espía rusa a la que amó y salvó en el título anterior.

Muy próximo al espíritu de Ian Fleming, Lorenzo Falcó lleva camino de convertirse en un 007 con señas de identidad españolas aunque muchas de ellas coincidan con las del agente británico como es la de vestir bien, comer mejor y mantenerse despierto con cafiaspirinas.

Y como el mejor Bond, enamorarse de la chica equivocada. En la novela de Arturo Pérez Reverte es la mantis religiosa que vigila para los soviéticos el barco que guarda el Oro de Moscú, aunque para ello tenga que enfrentarse al hombre que ama, su enemigo. Enemigo con el que libra varias batallas sexuales sin que nadie resulte vencedor ni vencido.

La camaradería también está presente en esta novela, aunque no en el entorno de Falcó y los suyos, sino entre la marinería del barco republicano y nacional que se encuentran en una taberna del puerto tangerino para unir fuerzas para acabar con un grupo de marineros británicos igual de borrachos. O entre los capitanes de ambos barcos, hombres a los que une el mar.

Las dos primeras novelas de Lorenzo Falcó no logran sin embargo de momento convencer demasiado. El protagonista comienza a ser definido pero los de reparto todavía están muy verdes. Habrá que esperar a nuevos títulos para observar si Falcó logra madurar como serie y animar a que se vea la Guerra Civil española como territorio imaginario de una novela de aventuras.

Saludos, a leer que son dos días, desde este lado del ordenador

Rafael Cadenas: “La filosofía está muy cerca de la poesía”

Lunes, Noviembre 6th, 2017

El poeta venezolano Rafael Cadenas (Barquisimeto, Lara, 1930) visitó Tenerife para participar en un acto literario en el que habló y recitó su poesía. Premio Nacional de Literatura de Venezuela y Premio FIL, Rafael Cadenas se mostró muy crítico con la realidad política que vive su país y agradecido con aquellos españoles que si bien se llevaron el oro a su tierra:“nos dejaron un tesoro mayor que es la lengua”.

- Usted es un escritor venezolano que se siente muy vinculado con España.

“Primero como lector. Leo a los españoles desde los quince años e impartí clases durante más de 37 años sobre los poetas españoles y el Quijote en la Escuela de Letras de la Universidad Central. Me sentía muy próximo a la Generación del 27, que fue muy leída en Venezuela por lo que recuerdo la sorpresa de Antonio Aparicio cuando le preguntaron sobre Antonio Machado porque no se imaginaba que se lo conociera tanto y tan bien en Venezuela. Esos escritores y poetas españoles como los del 98 eran conocidos y sus libros se leían. Libros que en aquel entonces resultaban muy económicos”.

- ¿Y hasta que punto influenciaron estos españoles en la cultura venezolana?

“Fue tanta la influencia que voy a intentarlo resumirlo en una anécdota. Durante un tiempo y para mantenerme como estudiante trabajé en Récord, un periódico deportivo en el que un día me ordenaron que entrevistara a Teo Caprile, que fue un gran ciclista que participó en la Olimpiada de 1936, y cómo entonces quien presidía Venezuela era Pérez Jiménez, Caprile se imaginó que era un espía porque la gente estaba muy desconfiada entonces, pero le convencí que era un poeta y un universitario que trabajaba de periodista para mantenerme y como a él le gustaba también la poesía se puso a cantar, porque además tenía buena voz, y a recitar de memoria La voz a ti debida, de Pedro Salinas, lo que reflejé tal cual en la entrevista”.

- ¿Y qué autores de la Generación del 27 leyó?
“Sobre todo a Rafael Alberti, Federico García Lorca y Pedro Salinas. A Pedro Salinas lo leo todavía y conozco casi toda su prosa que, a mi entender, es excelentes porque a veces los poetas son muy buenos prosistas. Lo mismo me pasa con Antonio Machado, de quien me gusta su poesía pero leo más su prosa. José María Valverde dijo que el gran aporte de Antonio Machado a la litera tura española fue con su prosa sin demérito de su poesía. Yo añado que Machado además fue un filósofo”.

- Y usted, ¿a qué elementos le da más importancia en su poesía?
“En muchos de mis poemas hay bastante silencio, algo que le da más trabajo al lector, presenta una mayor exigencia. Eso, lo que no se dice en el poema, es el silencio. Otra dificultad es la alusión”.

- También fue miembro del Partido Comunista Venezolano en su juventud. ¿Cuándo se distancia de sus directrices?
“Como muchos otros comunistas de aquel entonces comienzo a distanciarme tras la invasión soviética a Checoslovaquia, un hecho que provocó en Venezuela la creación del Movimiento al Socialismo (MAS) de Teodoro Petkoff, de corte socialdemócrata. Eran los años en los que se hablaba de un socialismo con rostro humano, una idea que surgió en Checoslovaquia y que aplastaron los tanques del régimen soviético”.

- ¿Y cómo era su poesía durante aquel período?
“Pues quedan los poemas del período que viví como exiliado en Trinidad y que aluden a la persecución a la que nos sometía la dictadura, la mayoría miembros de Acción Democrática y del Partido Comunista, sobre todo”.

- ¿Y cómo observa aquellos años?
“Como tiempo de fósiles. La derecha y la izquierda son fósiles, como dice Salvador Pániker. Se considera de izquierda al régimen soviético, al cubano, al de Corea del Norte y al Chino también y al mirar esos regímenes me digo ¡qué tristeza! porque ya es hora de prescindir de sistemas que, a estas alturas de la vida, carecen de sentido. Sean de derecha o de izquierda porque los dos defienden unas ideas que consiste en imponer un solo pensamiento”.

- ¿Qué piensa de los que en España rechazan cuestionar el régimen venezolano?
“Pues que es un problema serio porque no pasa solo en España. La izquierda no se da por enterada o hace como que no se da por aludida. No tiene ni idea de lo que pasa en Venezuela y si la tiene, aprueban lo que allí está ocurriendo. ¿Por qué? ¿Por odio a los Estados Unidos? Lo preocupante es que no se quiere examinar al tipo de persona que dirige mi país. Pienso hablar de esto, y criticaré a la izquierda española mientras siga manteniendo esa defensa del régimen porque no entiendo como admiten o justifican la situación actual que se vive en Venezuela”.

- Nada que ver con los tiempos en los que fue miembro de Tabla Redonda. ¿Qué fue Tabla Redonda?

“Marcos Pérez Jiménez es derrocado en 1958 por una insurrección popular que contó con una parte del ejército. Sin esa participación del ejército no hubiera sido posible. Pérez Jiménez huyó de madrugada de Venezuela porque no fue capaz de afrontar la situación, una actitud muy cobarde por cierto. Con él viajaba una maleta repleta de dólares que le permitieron vivir muy bien en España. Lo que sucedió después de su marcha es que regresaron al país muchos jóvenes que estaban entonces en el exilio y un grupo de ellos, muy cercano al Partido Comunista, forma la Tabla Redonda que fue un grupo de intelectuales, escritores y artistas que editó una revista y entre los que se encontraban Manuel Caballero, que era muy antimilitarista y que más tarde se dedicó a estudiar historia y a escribir artículos tremendos contra Hugo Chávez, al que llamaba el héroe del museo militar y Jesús Sanoja, quizá el más comunista del grupo y un excelente prosista o el poeta Arnaldo Costa Bello y Dario Lancini, que cuenta entre sus libros con uno de palíndromos: Oír a Darío”.

- ¿En qué trabaja ahora?
“Reviso todo lo que ha quedado sin publicar con el fin de ver que puedo rescatar o trabajar. Llevo años escribiendo poemas dedicados a Rilke, un poeta que ha sido muy importante para mi. Algunos de estos poemas están publicados pero otros no y toda esa obra es un estudio de años sobre su poesía”.

- ¿Y qué dicen estos poemas?

Explico lo que me pasó con Rilke estando en Barquisimeto con todos aquellos amigos. Días en los que publiqué Cantos iniciales y Salvador Garmendia El parque.

¿ Qué libro recomendaría para iniciarse en su poesía?

“Ninguno”.

- ¿Ninguno?

Rafael Cadenas se ríe.

- ¿Cuáles fueron sus primeras lecturas?
“Entre otros libros, Vuelta a la patria, de Juan Antonio Pérez Bonalde y los poemas de Francisco Lazo Martí, aunque Martí no es romántico. Con Salvador Garmendia leíamos mucho a Rubén Dario, hasta tal punto que todavía conservo algunos de sus poemas en mi memoria; y el Quijote, cuya lectura dramatizaba Salvador. Otra de mis lecturas era la Historia de la Filosofía, de Will Duran aunque descubrí después que se trataba de un resumen porque la obra original tiene diez tomos, así que lo que hice fue oler la filosofía, que siempre me ha interesado. A veces lamento no haberla estudiado en la Central porque como dice Fernando Savater, es muy importante tener maestros en filosofía”.

- ¿Y qué recuerda de aquellos maestros españoles que conoció mientras estudiaba la carrera?
“Los españoles fueron muy importantes y valiosos en Venezuela en la época de los transterrados. José Bergamín estuvo bastante tiempo con nosotros pero era un hombre que no se encontraba bien en ninguna parte. En cuanto a Segundo Serrano Poncela, de quien más tarde supimos que había fusilado a gente durante la Guerra Civil, se le notaba el peso que sentía por aquellas muertes, aunque siempre fue un buen profesor y escritor. Estaba también Ángel Ronseblat, que fue compañero de algunos de los más grandes filólogos españoles, entre otros”.

- ¿Y cómo llega un poeta a interesarse por la filosofía?
“En mi caso siempre he tenido esa inclinación hacia el pensamiento algo que, por cierto, no se encuentra en muchos poetas aunque la filosofía está muy cerca de la poesía”.

- ¿Venezuela es tierra de poetas o de narradores?
“En este momento creo que hay más poetas que narradores. Quizá sea porque como dijo una escritora norteamericana, es más difícil la prosa que la poesía, una opinión muy diferente a la común y que hace que admire tanto a los que escriben prosa y artículos en los periódicos porque no es tan fácil como piensan algunos, sobre todo los poetas”.

- ¿Por qué?
“Porque el poema puede ser breve, de dos líneas solo, y a mi se me acusa, precisamente, de haber animado a mucha gente a escribir poemas breves pese a que a lo largo de la historia se han escrito así”.

- Entonces, ¿a qué cree que se escriba hoy más poemas que prosa en Venezuela?
“Es difícil saberlo pero ya puestos, quizá sea por influencia de los talleres literarios, que ahora hay muchos en Venezuela”