Archive for Febrero, 2019

Fallece el escritor Antonio Lozano

Domingo, Febrero 10th, 2019

Comienza el 2019 con noticias amargas para la república de las letras. Si hace un mes nos hacíamos eco del fallecimiento del artista y agitador cultural Alfonso Delgado, este domingo 10 de febrero anunciamos la triste noticia del fallecimiento del escritor Antonio Lozano (Tánger, Marruecos, 1956-Las Palmas de Gran Canarias, 2019).

Con Antonio Lozano desaparece una de las voces más destacadas de la literatura escrita desde las islas en los últimos años, así como uno de los introductores más entusiastas de la literatura africana en España y de los primeros autores canarios en apostar por la novela negra y criminal con títulos como Preludio para una muerte y La sombra del minotauro, ambas protagonizadas por el detective privado José García Gago; Harraga, su primera incursión en el género y obra por la que obtuvo el Premio Novelpol a la mejor novela negra publicada en España en 2002 y el Prix Marseillais du polar 2008.

Antonio Lozano fue el autor también de El caso Sankara, por la que recibió el Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona en mayo de 2006; Las cenizas de Bagdad, que obtuvo el XXIII premio de novela Benito Pérez Armas, Donde mueren los ríos y Un largo sueño en Tánger, que dedicó a Tánger, ciudad en la que nació y ciudad a la que tanto amó. Fue autor además del relato de viaje Issa Ver, un viaje por el río Níger.

El escritor cultivó la literatura infantil, intentando que en libros como Me llamo Suleimán y Nelson Mandela. El camino a la >libertad los jóvenes recibieran en primera persona una visión diferente del continente africano. La biografía que dedicó al líder sudafricano puede considerase como su último libro publicado, una obra que presentó en la sexta edición del Festival Internacional de Literatura de Viajes y Aventuras del Puerto de la Cruz en octubre del año pasado, y encuentro en el que formaba parte de su consejo asesor.

Profesor, escritor y amante de las letras, la palabra y el intercambio cultural, Antonio Lozano estudió Magisterio en Granada y trabajó en las escuelas españolas de Uxda y Nador.

En 1984 se trasladó a Agüimes (Gran Canaria) y se licenció en Traducción e Interpretación por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En 1987 se incorporó al equipo de gobierno municipal como concejal de Cultura y Desarrollo Local, donde inició el Festival del Sur-Encuentro Teatral Tres Continentes y puso en marcha el Festival Internacional de Narración Oral Cuenta con Agüimes, el de mayor antigüedad de cuantos se celebran en España.

Antonio Lozano fue también traductor y autor de teatro, fue autor de la adaptación de Me llamo Suleimán y junto a Alexis Ravelo de El crimen de la perra Chona aunque al margen de su impresionante currículum lo recuerdo personalmente por los fuertes abrazos que nos dábamos cuando nos volvíamos a encontrar ya que con Antonio tuve siempre la sensación del reencuentro.

Los que los conocimos echaremos en falta su sentido del humor y el placer de su conversación y su más que enorme, gigantesca generosidad.

Lo vi por última vez en octubre del año pasado en Periplo, ese milagroso festival literario que se celebra en el Puerto de la Cruz, y nos despedimos con ese abrazo fuerte con el que sellábamos el nos volveremos a ver que, como un bucle, repetíamos año tras año.

Nos queda ahora el consuelo de su obra y el homenaje que un hombre de su altura merece.

Antonio Lozano, fue un privilegio conocerte.

Las cosas de TEA (3)

Viernes, Febrero 8th, 2019

Mientras en su tierra, TEA Tenerife Espacio de las Artes intentó ningunear una de las obras llamadas a convertirse en referencia sobre el estudio de la segunda exposición surrelista de Tenerife, el volumen El triángulo de las artes. Barcelona-Madrid-Tenerife escrito por la investigadora Pilar Carreño Corbella prosigue su andadura pese a estos impedimentos.

Profusamente ilustrado –reconstruye en 3-D la exposición que albergó el Círculo de Bellas Artes de Tenerife en 1936– se pueden adquirir ejemplares de esta obra a la que se pretendió silenciar en las librerías Atril, en la capital tinerfeña y distribuida por Lemus en El Paso, en La Laguna. En Madrid, pueden adquirirse en las librerías Marcial Pons, La Central e Iberoamericana.

Es más que probable que este trabajo que pone de manifiesto la importancia de esta exposición en la que se combinó obra surrealista con abstractra, se presente en la capital de España. Si se hiciera en Tenerife su espacio natural sería el centro que negó a la investigadora a que accediera a algunos de sus fondos aunque tal y como están las cosas no se sospecha que la autora de este trabajo quisiera hacerlo. En fin, que ya lo saben, ésta y otras de las que iremos informando son las cosas de TEA.

Saludos, ¿hasta dònde y hasta cuándo?, desde este lado del ordenador

Nunca tantos debieron tanto a una sola persona

Jueves, Febrero 7th, 2019

La semana pasada descubrí un tesoro, lástima que corriera la voz y esa pequeña isla de libros usados y de ocasión que es Solican, calle de Anchieta en la capital tinerfeña, se llenara de otros buscadores de libros que no se habían percatado de, reitero, tesoro que llegó a ocupar sus estantes. No sé si les habrá pasado pero la sensaciòn sencillamente es fantástica cuando uno se tropieza con volúmenes que son de su gusto a precios de verdad de saldo. Vasili Grossman, Curzio Malaparte, Gore Vidal, Josep Plá, Graham, Greene, José Bergamín, Norman Mailer… No podía dar crédito a mis ojos aunque la historia de su antiguo propietario resulta igual de atractiva que los excelentes libros que armaron su biblioteca, hoy en desguace tras su reciente fallecimiento.

No voy a revelar su nombre aunque los libros están debidamente firmados y cuentan con su ex libris, así que de alguna manera continúan siendo suyos, pero sí, por lo que he podido averiguar, que este apasionado lector de origen judío nació en Trieste y que por esos azares de la vida se vino a vivir a Tenerife. No sé a qué se dedicaba pero por sus lecturas puedo suponer que se trataba de un humanista con todas sus letras. Alguno de los libros que me he llevado a casa cuentan en su segunda o tercera página con un breve comentario de su propietario en el que da sus impresiones sobre lo leído. Coincido en sus valoraciones la mayor parte de las veces.

Tras su muerte, como sucederá conmigo, sus allegados decidieron donar su extensa biblioteca para felicidad de los que, como quien ahora les escribe, se pone como ejemplo cuando alguien dice aquello de que la lectura le ayudó a sobrevivir.

Lo hizo, estoy seguro, este amigo del que recojo solo migajas de su tesoro y pasará clo mismo con quien ahora les escribe cuando descubra que no es eterno y que como cualquier bicho viviente tiene fecha de caducidad.

Solo me desespera contemplar la columna de libros que tengo depositada en mi mesa de noche. Todavía no toca el techo pero tiempo al tiempo porque si bien ya no se encuentran muchos de los volúmenes que me encontré en Solican de semejante tesoro, aún quedan restos del naufragio, o esas obras que otros carnívoros como yo han desechado porque no se dieron cuenta– o vaya usted a saber– de que estaban distribuidos en los estantes y no en la entrada de este pequeño oasis próximo al mercado de Nuestra Señora de África.

Así que es verdad, cierto, auténtico el título que da nombre a este comentario apresurado y escrito a modo de tributo emocionado; nunca tantos debieron tanto a una sola persona.

Muchas gracias, allá donde se encuentre.

Saludos, cualquier día de estos nos conocemos, desde este lado del ordenador

Traducir el horror, el horror

Miércoles, Febrero 6th, 2019

Mario Domínguez Parra es el traductor y el autor de las notas de El horror de una parodia. Tres discursos sobre Amanecer Dorado (La Moderna), escrito por Savas Mijaíl,. Se trata de un libro que aporta “valiosas claves para entender y combatir el resurgir de la ultraderecha en España y en el resto de Europa y América”, se lee en la página web de la editorial.

Savas Mijaíl (Atenas, 1947) estudió medicina en su ciudad natal y en París y comenzó su intensa actividad política en el ámbito de la izquierda marxista durante la Dictadura de los Coroneles. Además de ensayos publicados en periódicos y revistas griegas e internacionales, ha publicado los siguientes libros: Perestroika y economía, Revolución y antirrevolución en China, Solomós y Hegel, ¿Restauración o Revolución?, Travesía y arribo de El gran oriental, Formas de lo mesiánico, Trotski como filósofo, Formas del errar, Homo Poëticus, Golem o sobre el sujeto y otros fantasmas, Musica ex nihilo y Homo Liber. Ha traducido al griego libros de Tariq Ali, Edward Said, Alain Badiou, Marx-Engels, Art Spiegelman, Yitzhak Laor, Edgard Morin y Noam Chomsky. Su nombre judío es Sabbetai Ben. Matsas.

Solo los muertos, la segunda novela de la serie sobre Eladio Monroy

Martes, Febrero 5th, 2019

En su política por reeditar las novelas de la serie protagonizada por Eladio Monroy, una creación literaria de Alexis Ravelo, Alrevés presenta la segunda entrega de la saga, Solo los muertos, más un extra, el relato corto Los dos días del sapo, en los que se encuentra lo mejor de este personaje que se mueve como pez en el agua por la geografía de una capital de provincias que, como toda capital de provincias que se precie, sufre del síndrome de la esquizofrenia, o son dos ciudades en una misma ciudad.

Lo mejor de esta labor de recuperación de las novelas de Eladio Monroy que ha emprendido la editorial catalana es que el lector iniciado como el neófito descubrirá como va creciendo el personaje en sucesivas entregas. Un personaje, Eladio Monroy, que cuenta con muchas capas, aunque la primera impresión sea la de un duro que lee, además, libros de poesía.

En esta novela, el hombre que se mete en líos a su pesar, deberá de encontrar a Héctor Fuentes, un alto ejecutivo peninsular que se ha desvanecido por las calles y plazas de la capital grancanaria por una relación amorosa.

Muy bien armada, en algo menos de la primera parte se describe cómo Eladio encuentra a Fuentes y cómo entre los dos surge una amistad gracias a los libros ya que tanto el buscado como el buscador son voraces lectores, aficionados a perder las horas del día sumergidos en atractivas lecturas. La clave de este encuentro y la clave de esta amistad que se verá pronto abruptamente interrumpida será un autor y un libro en concreto: Agustín Espinosa y Crimen. Agustín Espinosa, a quien este año se le dedica el Día de las Letras Canarias, es un escritor al que desde hace muchos años reivindica Alexis Ravelo no solo en esta novela sino también en otras como Los milagros prohibidos y, próximamente, en una sorpresa que aparecerá con suerte este año y que no revelamos por complicidad con el autor de Solo los muertos.

El carácter de Eladio Monroy se asienta en esta nueva entrega, la novela se publicó en 2008, y como los buenos vinos, el personaje madura lo que se dice muy bien con el paso de los años así como la amplia galería de secundarios que lo rodea: Gloria, su novia librera; Déniz, su colega en la Policía Nacional; la parroquia del bar Casablanca y sobre todo la geografía de una ciudad, Las Palmas de Gran Canaria, que tanto el escritor como su creación literaria conoce al dedillo.

Con estos ingredientes, Alexis Ravelo va cocinando a fuego lento un protagonista que se va haciendo en sucesivas entregas, cinco hasta la fecha, y que ya ocupa su espacio en la galería de investigadores de la cosecha literaria negra y criminal española.

Azote de los poderosos, Eladio Monroy se rige en sus casos por una regla que apenas varía de novela en novela: el que la hace la paga.

Con Solo los muertos se revela además a un escritor que ya desde ese entonces escribía lo que se dice bien, muy bien, de los que sabe dotar de consistencia tanto a Eladio Monroy como a los secundarios que lo acompañan en este relato. Un relato que cuenta con una trama notablemente urdida, que sabe despertar la atención del lector.

En la edición de Solo los muertos de Alrevés, Alexis Ravelo se revela también como un atractivo escritor de cuentos con Los dos días del sapo, publicado originalmente en Entre el ahuehuetl y el drago. Antología de relatos méxico canaria (Baile del sol, 2013).

Estas dos piezas forman en definitiva un paisaje muy apetecible para adentrarse en una serie que nació con la vocación de entretener pero también con la de dejar huella en el lector. En este aspecto, es una desgracia que personajes como Eladio Monroy solo existan en la literatura aunque probablemente esté construido a base de hombres y mujeres de la vida real que el escritor ha conocido.

Lo mejor de esta serie que nace sin mayores pretensiones es que el aficionado no solo a la novela policíaca sino a la literatura en general demandará más novelas protagonizadas por este justiciero a su pesar, ex jefe de máquinas de un navío mercante que solo quiere vivir de su pensión y que lo dejen en paz.

Sus aficiones son modestas y no puede quejarse de carecer de vida sentimental aunque novela tras novela tenga que salir de su torre de marfil para poner las cosas en su sitio con acento y modos endiabladamente canarios.

De momento, y gracias a esta editorial, tenemos cita con las aventuras de Eladio Monroy para rato.

Saludos, pónganse a leer, desde este lado del ordenador

Pilar Carreño: “TEA fue el único centro que me cerró las puertas para consultar documentación para este libro”

Lunes, Febrero 4th, 2019

El triángulo de las artes. Barcelona-Madrid-Tenerife de Pilar Carreño Corbella puede entenderse como la segunda parte de un ambicioso proyecto en el que la investigadora estudia el arte de los años treinta en Canarias. Este volumen complementa así a Los surrealistas en Tenerife, publicado en 2015, obra en la que se hacía eco de la primera exposición surrealista de Tenerife, la de 1935, y de la visita de André Breton, Jacquiline Lamba y Benjamin Péret a la isla. Ahora, con El triángulo de las artes estudia la rocambolesca historia de la segunda exposición, la de 1936, en la que además de exhibirse obra surrealista se expuso abstracta en los salones del Círculo de Bellas Artes y muestra que, como en el primer libro, se recrea en 3-D.

- El triángulo de las artes se ocupa de la exposición de arte contemporáneo Adlan-Gaceta de arte que se expuso en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife en 1936, un año después de la exposición surrealista que acogió el Ateneo de Tenerife. ¿Qué distingue esta exposición de la anterior?, ¿cuáles considera que son sus características más destacables?

“Son varias las diferencias entre una y otra muestra: La primera, la que tuvo lugar en el Ateneo de Santa Cruz en 1935, toda la exposición vino seleccionada desde París por Breton y Éluard, y retornó al completo. La de 1936 fue una tarea personal de Eduardo Westerdahl y contó con las obras de su colección personal, la de Gaceta de arte y las obras que los artistas regalaron o cedieron para que la revista pudiese superar el bache económico que le había supuesto la prolongada estancia de los surrealistas en la anterior exposición; además Óscar Domínguez solicitó obras en el círculo de sus amigos surrealistas en la capital francesa y trajo consigo estas creaciones plásticas. Por otra parte, hay que tener en cuenta que el estallido de la Guerra Civil provocó que la inmensa mayoría de esas obras permanecieran en Tenerife. En segundo lugar, la exposición del Ateneo solo contó con producciones surrealistas pero en la de 1936 hubo tanto obras surrealistas, además de objetos surrealistas que fueron creados expresamente para esta exposición como libros, revistas, catálogos y fotografías de obras de arte moderno, como abstractas. Por tanto, lo más novedoso es que coexisten las dos tendencias artísticas imperantes en el panorama internacional de ese momento: el surrealismo y la abstracción”.

- El título del libro, El triángulo de las artes, recupera el de la conferencia que impartió Manuel Abril en Madrid en diciembre de 1935.

“Lo del título fue una coincidencia ya que inicialmente el libro se titulaba El triángulo de la cultura aunque al leer en un catálogo sobre el pintor García Lamolla donde se referenciaba la conferencia de Manuel Abril dictada en la inauguración de su exposición en 1935, me pareció el más adecuado”.

- Comenta que, en contra de la primera, esta exposición exhibió además de obra surrealista, abstracta, ¿cómo casaron los organizadores ambas tendencias?

“Son bastante difusas aunque en el montaje de la muestra se observa claramente que en la sala principal del Círculo de Bellas Artes se instalaron las obras surrealistas y en el vestíbulo las abstractas”.

- ¿Qué autores participaron en esta segunda exposición, y qué obras destacarías de las expuestas?, ¿cuántos artistas canarios, además de Óscar Domínguez, participaron en ella?

“De todos los artistas que participaron destacaría por su importancia a Óscar Domínguez con sus cuadros La Máquina de coser electro-sexual, Cueva de guanches y Mariposas perdidas en la montaña, entre otros; Joan Miró, Bañistas y Dos libélulas y Willi Baumeister, Fútbol. El único artista canario que estuvo en ambas muestras fue Óscar Domínguez si bien en esta segunda exposición se incluyeron dos obras del pintor tinerfeño Juan Ismael”.

- ¿Cuál fue el impacto de la exposición en la sociedad tinerfeña?

“Debió de ser bastante impactante pero son escasos los testimonios que nos han llegado salvo las cartas de Westerdahl y Domínguez y algún artículo en prensa”.

- Lo preguntamos porque la exposición contó también con objetos surrealistas. ¿Cómo fueron recibidos por el público? ¿y que pasó con ellos? Cabe recordar que un mes después estallaría la Guerra Civil española.

“Sí, el público los recibió con gran desconcierto y, por lo que se cuenta en la prensa, con cierta indignación; de todo ello da cuenta Westerdahl en una carta a Guillermo de Torre. Sin duda, son los objetos los que movieron al público a visitarla, pues se convirtió en un tema recurrente de todas las conversaciones. Los objetos, en su mayoría realizados con materiales variopintos, se destruyeron así que solo contamos con las descripciones de algunos de ellos”.

- Este libro, como el anterior, hace una reconstrucción en 3-D de la exposición ¿cómo fue este trabajo?

“Fue un trabajo muy complejo ya que no existía ningún plano del antiguo edificio del Círculo de Bellas de Tenerife por lo que tuvimos que recurrir al Catastro, las fotos de Eduardo Westerdahl, otras imágenes de época de las salas del Círculo así como algunas fotografías de las obras participantes tomadas por Westerdahl y las medidas de las obras. En primer lugar, conté con la inestimable ayuda del arquitecto José Manuel Hernández Gómez que no ha llegado a ver el resultado final de la obra y que fue quien realizó los bocetos de la reconstrucción virtual de las salas de exposiciones y del montaje de las obras. En segundo lugar, mi agradecimiento al arquitecto Jaime Viguri, quien realizó la reconstrucción virtual cuyas imágenes figuran en el libro”.

- Si la primera exposición se realizó en el Ateneo de Tenerife ¿por qué se decide hacer la segunda en el Círculo de Bellas Artes?

“No hay documentos que aclaren esta decisión aunque creo que tuvo que ser un problema de última hora ya que la solicitud para la sala del Círculo se realizó muy tarde”.

- ¿A quién destacaría de los miembros que formaron parte del grupo de Gaceta de arte?

“Sin duda alguna a Eduardo Westerdahl. Eduardo Westerdahl es el principal activo y la persona que entabló las relaciones con el exterior y supo aglutinar al grupo de Gaceta”.

- En este libro publica además materiales inéditos, ¿cuáles señalaría?

“No se había trabajado en profundidad sobre esta segunda exposición. Se la confunde muchas veces, de hecho, con la de 1935. En cuanto a la documentación más relevante que se reproduce en el libro, destacaría los artículos publicados en la prensa y, especialmente, la correspondencia mantenida entre Eduardo Westerdahl y Óscar Domínguez en relación con este momento. También reseñaría todo el material fotográfico que se conserva de la muestra y que ha sido digitalizado a partir del negativo”.

- ¿Y con que colaboraciones contó para la elaboración de la obra?

“Este libro, en definitiva, es un trabajo de un equipo, desde su gestación hasta que ve la luz. Conté como la vez anterior con el catedrático de Literatura y amigo, Nilo Palenzuela, que se leyó el manuscrito y mejoró notablemente el original. Con los arquitectos José Manuel Hernández Gómez y Jaime Viguri que reconstruyeron en 3-D el espacio arquitectónico y la instalación de las obras. El diseñador Paco Lozano que dio forma y vida al libro con su maquetación y a todo el grupo de Brizzolis que ha trabajado intensamente y con gran profesionalidad en la impresión y acabado final del trabajo. Al margen de todos ellos, hubo también una serie de personas e instituciones que colaboraron facilitándome información y materiales”.

- Sin embargo, creo que no tuvo acceso directo a la correspondencia de Óscar Domínguez con su amante. Cartas en las que le informa sobre esta segunda exposición, ¿por qué?

“Lamentablemente Tenerife Espacio de las Artes, TEA, fue el único centro que me cerró sus puertas de acceso para consultar la documentación adquirida con fondos públicos; al margen de cualquier explicación que pueda resultar convincente, no creo que haya justificación alguna, salvo que me haya caracterizado a lo largo de mi trayectoria como investigadora por mi total independencia”.

- Se lo preguntaba porque parece que pasó lo mismo con el segundo número de la revista Índice.

“Sí, y en nota a pie de página lo indico. El domingo 19 de enero de 2019 se publicó en la prensa de las islas que se van a organizar unas jornadas, ediciones, etc., y al lunes siguiente el conservador de TEA me informa en un correo que puedo acceder a la consulta, casualmente cuando mi libro ya estaba en la calle”.

- Al margen de estos inconvenientes ¿cómo fue la redacción de la obra?

“Fue un largo proceso en el tiempo y muchas veces tuve que insistir una y otra vez, consciente de que siempre, siempre puede aparecer algo nuevo e insospechado por el camino. El libro recoge todas las fuentes consultadas, fundamentalmente en los Fondos Westerdahl, Pérez Minik, López Torres, García Cabrera, Emeterio Gutiérrez Albelo; la documentación sobre Adlan (Col.legi d’arquitectes de Catalunya, Barcelona y archivo José Corredor Matheos, etc.), documentos localizados en MNCARS y BNE, entre otros muchos”.

- ¿Piensa que esta exposición dejó huella en las generaciones que vinieron después?

“Curiosamente la huella ha sido más por el eco que por un conocimiento real de lo ocurrido”.

-Me ha llamado la atención que el libro además de estar patrocinado por la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes, haya contado con el apoyo de la Dirección General de Patrimonio pero no de la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, que era lo más razonable. ¿Por qué?

“Me entrevisté tanto con el viceconsejero de Cultura, Aurelio González, como con el director general de Patrimonio, Miguel Ángel Clavijo; si bien ambos me mostraron su apoyo, fue este último el que acogió el proyecto con gran entusiasmo, en su línea de rescate y difusión de todo nuestro patrimonio, y es por eso que he conseguido publicarlo en tiempo récord”.

- ¿Habrá un tercer tomo de su investigación El arte de los años treinta en Canarias?

“Tengo en proyecto un tercer tomo que abarcaría desde 1947 a 1977. Es un período que ya traté en mi tesis doctoral y que he ido completando a lo largo del tiempo”.

- ¿Y qué importancia tiene para usted el arte en esas décadas en las islas?

“En principio los primeros grupos (PIC y LADAC) se nutren de los ecos de la vanguardia de los años treinta y LADAC de los acuerdos de la Escuela de Altamira (Santander) de la mano de Eduardo Westerdahl; más tarde, en los años sesenta, se abren al panorama nacional e internacional (Espacio y Nuestro Arte), liderados por dos figuras claves, Felo Monzón y Pedro González; y por último, el arte se contamina con la política (Contacto-1 o Contacto canario), liderado por Tony Gallardo”.

Saludos, loado sean los dioses, desde este lado del ordenador