Archive for Julio, 2020

Dios salve a Gutiérrez

Sábado, Julio 25th, 2020

I.- EL EQUIPO

La delegación canaria del Ministerio del Tiempo (MI) se encuentra situada en un punto indeterminado del Océano Atlántico que rodea a las islas. Ni los funcionarios del Ministerio saben dónde se encuentra aunque trabajen de sol a sol en sus instalaciones.

La mañana del 25 de julio del año 2020 el delegado del MI recibió en su despacho a tres de los agentes que operaban en aquella zona:

Hernando de Solís, nacido en algún lugar de Valladolid, Castilla la Vieja. Se le reconocía por su baja estatura, su aspecto nervioso y por una desagradable cicatriz que atravesaba el lado derecho de su cara. Como hombre de acción había participado en las conquistas de La Palma y Tenerife a finales del siglo XV y fue reclutado porque era de esa clase de hombres que golpea antes de pensar. Era diestro además en el manejo de la espada y el arcabuz, aunque no tenía muchas luces, la verdad.

Guetón, pertenecía a la nobleza guanche y no terminaba de acostumbrarse a los tiempos. Había combatido contra el mismo Hernando en la batalla de Acentejo y se creía, pero no estaba demostrado, que había sido uno de los responsables de la pedrada que derribó al orgulloso conquistador de su rocín dejándole la desagradable cicatriz que cruzaba su cara a modo de recuerdo. No obstante, habían terminado por congeniar con el paso de los años y por las misiones en las que habían trabajado juntos. Destacaba por su dominio de las lenguas indígenas y su certera puntería tirando belillos. O velillos, que también.

Guacimara Hernández, natural de Fuerteventura, nació a principios del siglo XX, y entre sus muchas cualidades se encontraba la de ser una experta en negociar cualquier cosa. “¡Es capaz de sacarle dinero hasta un gallego”, se chismeaba en los pasillo del MI. Fue reclutada por uno de los agentes del Ministerio. don Miguel de Unamuno, durante los días que el escritor pasó en la isla majorera. Nadie pone la mano en el fuego, pero se dice que hubo algo entre los dos. Pero no me piensen mal porque ese algo fue que Unamuno le entregó cierta cantidad de dinero que, insisten esas mismas lenguas, le fue devuelto quintuplicado.

II.- LA MISIÓN

El caso es que aquella mañana estaban los tres agentes escuchando la misión que les dictaba el jefe, así llamaban a la máxima autoridad regional del MI en el archipiélago. El jefe les ordenaba con la voz estrangulada por la preocupación que viajaran al Santa Cruz de Tenerife de 1797, concretamente al 25 de julio, la fecha en que los británicos firmaron la rendición tras el fracasado intento de tomar la plaza. Al parecer, dijo el jefe moviendo el dedo de la mano derecha que apuntaba al techo, se tenía noticias de que el general español Antonio Gutiérrez de Otero sería ¡¡¡asesinado!!!

III.- EL VIAJE

Tras escuchar la misión y sin saber cómo, este era otro de los grandes misterios que rodeaban a la delegación del MI en Canarias, se encontraron en unas galerías subterráneas con el fin de entrar en una de las miles de cuevas diseminadas por aquel gigantesco tubo volcánico excavado en la roca. Al salir por el otro lado, reaparecieron en un Santa Cruz de Tenerife agitado por la fiesta y la alegría. Se escuchaba sonidos de tambores en la plaza de La Pila, así que tuvieron que avanzar hacia ella dando golpetazos al público que inundaba las calles.

- Un poco de respeto.- decía un espectador.

- Ayyy.- se quejaba una señora cuando Hernando, vestido de mago, pisó sin querer.

El sol lucìa en el cielo y las palomas volaban dibujando zig zag.

- Recordar que la misión es proteger al general, así que abrir bien los ojos porque cualquiera de estos –Guacimara señaló a la masa apretujada– puede ser un espía inglés.

Fue decirlo cuando recibió un topetazo en la cabeza. Cerró los ojos cuando alguien gritaba… ¿dónde está Nelson?

IV.- EL REGRESO

¿Nelson?, preguntó Guacimara cuando regresaron al año 20 del siglo XXI. Se encontraban los tres agentes en el despacho del “jefe”, ausente unos minutos por problemas estomacales.

Hernando y Guetón se miraron a los ojos.

- Pues sí.- respondieron al unísono.

- ¿Seguro, seguro?.- repitió Guaci señalándoles el cuadro que presidía el despacho.

- ¿Eh? Dijo Hernando.

´- ¿Eh? Dijo Guetón.

Se abrió una puerta secreta y por ella salió el “jefe” frotándose las manos. Sonrió cuándo vio al equipo reunido. Sobre la mesa humeaba un servicio con cuatro tazas y una tetera.

“Good save the Qeen”.- exclamó el “chief”, sonrió al retrato de la reina Isabel II y observó con una sonrisa a los tres agentes:

“A tea?”

Saludos, no hubo brazo, no hubo derrota, desde este lado del ordenador.

El escritor y periodista Raúl Tola, director interino de la Cátedra Vargas Llosa

Viernes, Julio 24th, 2020

El escritor y periodistra Raúl Tola (Lima, 1975) ha sido designado director interino de la cátedra Vargas Llosa en sustitución del también escritor y periodista Juan Jesús Armas Marcelo (Las Palmas de Gran Canaria, 22 de julio de 1946).

El pasado 1 de junio la Cátedra Vargas Llosa, proyecto que nació en 2011 bajo el auspicio de la Biblioteca Virtual de Cervantes y formó parte de ella durante una década, se incorporó a la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) que preside el Premio Nobel de Literatura.

La FIL prevé anunciar en mayo de 2021 y en el marco de la Bienal de Novela Vargas Llosa el nombramiento del director definitivo de la Cátedra.

“No dudo de que en esta nueva etapa la Cátedra seguirá prestando una contribución muy importante a nuestra vida cultural a través de sus distintos proyectos”, destaca en una carta el autor de La ciudad y los perros y La fiesta del chivo, entre otras obras.

“Agradezco mucho a Juan Jesús Amar Marcelo, que impulsó la idea de la Cátedra originalmente, su dedicación y esfuerzo como director en todos estos años. Bajo su conducción, esta iniciativa cultural ha contribuido notablemente a la promoción de la literatura y las artes en general a ambos lados del Atlántico”.

J.J. Armas Marcelo seguirá no obstante vinculado al Festival Hispanoamericano de Escritores que se celebra en Los Llanos de Aridane.

Saludos, informando que es gerundio, desde este lado del ordenador

Alejandro Dumas y Robert Graves, una extraña pareja

Viernes, Julio 24th, 2020

No se imaginan las horas tan gratas que me han hecho pasar esta pareja de escritores que quiso la caprichosa diosa de la fortuna que nacieran el mismo día pero no el mismo año aunque sí que se especializaran en el mismo género literario. En este sentido, nunca este género, el histórico, disfrutó de tan sobresalientes narradores y nunca la Historia, y me refiero a la que se escribe con H mayúscula, contó con tan excelentes divulgadores, autores que supieron enseñar y a la vez entretener con independencia del periodo histórico en el que transcurrieran sus novelas.

Podría aceptar que no se conoce a Alexandre Dumas Davy de la Pailleterie (Villers-Cotterêts, 24 de julio de 1802-Puys, cerca de Dieppe, 5 de diciembre de 1870) pero NO a Alejandro Dumas y mucho menos sus novelas de aventuras Los tres mosqueteros y El conde de Montecristo, que quizá sean las más conocidas en la fecunda producción de un escritor que, se dice, llegó a recurrir a “negros” para no dejar de copar el mercado con apasionantes novedades literarias.

A Dumas se le puede considerar además como uno de los primeros escritores que recurrió a segundas y terceras partes para explotar el filón de algunas de sus más felices creaciones, Veinte años después y La mano del muerto deben de entenderse como entregas de sus exitosas novelas Los tres mosqueteros y El conde de Montecristo, pero oscurece el genio irresistible de un autor para el que el paso del tiempos se muestra impotente. Me encanta así el Dumas que jugó con el género fantástico (lean Capitán de Lobos y sabrán a qué me refiero) e incluso el que cultivó con tanto acierto la novela histórica en libros como Reina Margot y una biografía que, fuera o no escrita por él, sí que lleva su nombre como es la de Joseph Balsamo y en la que mezcla con vocación de entretenimiento ocultismo y espionaje, también romances y mucha de esa acción que ha pasado a denominarse de capa y espada.

Robert von Ranke Graves (Wimbledon, Londres, 24 de julio de 1895 – Deyá, España, 7 de diciembre de 1985) es otro de esos autores de cabecera a los que le debo mucho no solo como lector sino también como persona. Imagino que como algunos llegué a él gracias a una estupenda serie de televisión, Yo, Claudio, serie que me dio a conocer el trabajo literario de un escritor tan enamorado de las culturas latinas que fueron a fin de cuentas las que crearon y forjaron esta Europa que hoy dominan los helados países del norte.

Tras devorar literalmente los dos tomos de Yo, Claudio seguí a Graves con su autobiografía Adiós a todo eso y entre sus novelas históricas Rey Jesús, La hija de Homero, El vellocino de oro (que sigue siendo mi favorita, nunca tantos debieron tanto a Apolonio de Rodas), Las aventuras del sargento Lamb (que es otra de mis favoritas y libros que se desarrollan durante la guerra de independencia de las trece colonias) y El conde Belisario, que leí durante el confinamiento gracias a una entrevista en la que el guionista y dibujante de novelas gráficas, Paco Roca, informaba que estaba leyendo.

Robert Graves que fue un hijo del Mediterráneo pese a haber nacido por accidente en Wimblendon, vivió los últimos años de su vida en Mallorca, isla que se convirtió en su casa y en su patria, y cuyas puertas siempre estaban abiertas a sus amigos, entre otros Ava Gardner. Fue la hija de Graves, precisamente, la que traduciría al castellano las memorias de la actriz así que si tienen la enorme suerte de toparse con ellas háganse con el libro porque es Ava y no tanto Gardner la que encuentra uno en sus páginas.

Todavía me queda mucha obra que leer tanto de Dumas como de Graves, lo escribo porque sé que siempre, por una u otra razón, vuelvo a ellos cuando no hay nada que me satisfaga intelectualmente a mi alcance. Estos dos autores, uno dinámico y francés y el otro mediterráneo para la eternidad, me enseñaron, ya lo dije antes, que somos nosotros los que escribimos nuestro destino. El problema es que salvo unos pocos (y no sé yo si escogidos) se adelantan a la oscuridad para poner punto y final a este errático relato que es la vida. El resto, como quien ahora les escribe, nos pasamos el tiempo en busca de la Diosa Blanca.

Saludos, en fin, desde este lado del ordenador

Triste, solitario y final: Raymond Chandler

Jueves, Julio 23rd, 2020

Los tres grandes mosqueteros de la novela policíaca son Dashiell Hammett, Raymond Chandler y Ross McDonald aunque el aficionado al género que llevo dentro tiene en su altar particular otros escritores que no se caracterizaron, precisamente, por crear un personajes que trascendiera las páginas de sus novelas como Sam Spade en el caso de Hammett, Philip Marlowe en el caso de Chandler y Lew Archer en el caso de McDonald, sino por contar historias de los que estaban al otro lado de la ley o de personajes que se enfrentan solo a un mundo y a una sociedad corrupta (James M. Cain, Horace McCoy, David Goodis, W. R. Burnett, Dorothy B. Hughes, Patricia Highsmith, Vera Caspary).

Si uno destaca de entre todos ellos por al calidad de su escritura sigue siendo ese extraño intelectual que fue Raymond Thornton Chandler (Chicago, 23 de julio de 1888 – La Jolla, California, 26 de marzo, 1959) quien elevó un escalón más este tipo de literatura tras ser intoxicado por el lenguaje bronco y cínico de Hammett. El impacto ante tal descubrimiento, lo dice el mismo Chandler, fue inmediato aunque su estilo resultase radicalmente diferente. De esas fuentes nace, de todas formas, el detective privado Philip Marlowe, ese caballero sin espada aficionado al gimlet, a las mujeres y a meterse en toda clase de líos. Pero dejemos que sea el propio Chandler quien describa a su investigador;

“Soy un investigador privado con licencia y llevo algún tiempo en este trabajo. Tengo algo de lobo solitario, no estoy casado, ya no soy un jovencito y carezco de dinero. He estado en la cárcel más de una vez y no me ocupo de casos de divorcio. Me gustan el whisky y las mujeres, el ajedrez y algunas cosas más. Los policías no me aprecian demasiado, pero hay un par con los que me llevo bien. Soy de California, nacido en Santa Rosa, padres muertos, ni hermanos ni hermanas y cuando acaben conmigo en un callejón oscuro, si es que sucede, como le puede ocurrir a cualquiera en mi oficio, y a otras muchas personas en cualquier oficio, o en ninguno, en los días que corren, nadie tendrá la sensación de que a su vida le falta de pronto el suelo”.

Como era inevitable, las novelas protagonizadas por Marlowe se llevaron al cine, donde fue interpretado por varios actores. Ya escribí cuál era mi favorito, Robert Mitchum, pueden encontrar este artículo en el blog El Escobillón, pero también le pusieron cara Humphrey Bogart (El sueño eterno); Robert Montgomery (La dama del lago), James Garner (Marlowe, detective muy privado) y Elliot Gould (El largo adiós), entre otros. Cuentan que ninguno de ellos convenció al escritor. El Marlowe que Chandler tenía en la cabeza era Cary Grant, pero como todo el mundo sabe Grant nunca interpretó al detective privado acostumbrado a que le partan la cabeza y el corazón.

En contra de Marllowe, la vida de Chandler no fue demasiado aventurera. Resulta más bien algo oscura. Eso podría explicar su afición al alcohol y su fatal experiencia en Hollywood, donde colaboró en guiones de películas como Perdición y Extraños en un tren. Cuentan una anécdota muy divertida sobre su relación con Howard Hawks durante el rodaje de El sueño eterno, en cuyo guión participaría por ciento un premio Nobel de Literatura, William Faulkner, pero les invito a que lo lean si navegan por la red no vaya a extenderme como pasa casi siempre. Dicho esto, solo puedo recomendarles que lean a un escritor que contribuyó a ubicar al género negro en el lugar que ocupa en la actualidad. Eso sí, los que nos iniciamos con los clásicos de este tipo de literatura siendo adolescentes hemos renunciado a encontrar hoy escritores del mismo calibre que Chandler, un tipo que cuenta desgraciadamente con demasiados imitadores, tantos como cucarachas tiene la ciudad en la que vivo… Así que hace ya tiempo tiré la toalla.

En fin, que no llega el momento de poner fin a estas líneas… ¿Cómo cerrar esta perorata? ¿Cómo despedirme de todos ustedes este 23 de julio en el que se celebra, puto Covid-19, un Día del Libro que no es del de San Jorge?

Ya está. Lo tengo tras dos lingotazos de bourbon seco:

Damas y caballeros “Decir adiós es morir un poco”, lo escribe Raymond Chandler en su obra maestra: El largo adiós.

Saludos, hijos del día y de la noche, desde este lado del ordenador

¿Por quién doblan las campanas, papá Hem?

Jueves, Julio 23rd, 2020

La primera novela que leí de Ernest Hemingway (Oak Park, Illinois; 21 de julio de 1899-Ketchum, Idaho; 2 de julio de 1961) fue Adiós a las armas y el flechazo fue inmediato. Luego devoré sus obras cubanas (El viejo y el mar e Islas en el golfo, también Tener y no tener, cuya versión cinematográfica, salvo los personajes, no tiene nada que ver con la novela original), los cuentos (el señor Hemingway fue un notable escritor de relatos cortos); sus novelas españolas (Por quién doblan las campanas, Fiesta, los cuentos que se desarrollan en nuestra Guerra Civil) y esa especie de autobiografía, aunque toda la producción literaria de Hem sea igual de autobiográfica, que es París era una fiesta, donde hace un retrato muy poético de su compañero de generación F. Scott Fitzgerald. Me queda alguna novela más y probablemente muchos de sus cuentos pero no demasiados. Tampoco las colaboraciones que realizó como periodista desde los diferentes campos de batalla que pisó a lo largo de una vida que, como muchos de ustedes saben, puso fin volándose la cabeza con una escopeta que, quién sabe, igual es la misma con la que aparece en esta fotografía.

El paso del tiempo intenta enterrar ahora la memoria de Hem porque sus libros son demasiado masculinos y por eso mismo políticamente incorrectos. Es una manera de verlo. A mi querida y admirada Patricia Highsmith le caía como una patada precisamente por eso: su machismo indomable. Machismo que no se cansaba de describir en sus obras y en representar en su vida personal mientras recorría las verdes colinas de África pero con todo sigue siendo para quien ahora les escribe uno de esos escritores que fue todo un descubrimiento. MI edición de Adiós a las armas está subrayada arriba y abajo, lo mismo pasa con los relatos que protagoniza Nick Adams y el viejo de El viejo y el mar que está, por cierto, inspirado en un pescador cubano de origen canario, Gregorio Fuentes. Todos estos mundos, todos estos personajes forman parte ya de mi selectiva memoria literaria y aunque nadie me lo haya preguntado diré, por otra parte, que la novela que sigue gustándome más del escritor es Islas en el golfo, y que llegué a ella gracias a la versión cinematográfica que dirigió Franklin J. Schaffner con George C. Scott de protagonista.

En su finca La Vigía, en La Habana, Cuba, descubrí que Hem solía escribir de pie y que su amor por la isla fue tan grande que regaló su medalla de Premio Nobel al país en señal de reconocimiento y respeto. En cuanto a España y además de correrse juergas que duraban hasta el amanecer y asistir a las plazas de toros, visitó a don Pío Baroja para rendirle homenaje. Lo que se dijeron no se sabe exactamente ya que las versiones al respecto son muy contradictorias aunque me gustaría que la escena hubiera sido la siguiente, y así la recogen algunos que la dan por auténtica:

PÍO BAROJA: ¿Qué coño hace éste aquí?

ERNEST HEMINGWAY: He venido a decirle que el Premio Nobel se lo merecía más usted que yo, incluso se lo merecían más Unamuno, Azorín o don Antonio Machado.

PÍO BAROJA: Bueno, basta, basta, que como siga usted. repartiendo el Premio así vamos a tocar a muy poco.

Hem le regaló al autor de El árbol de las ciencias una bufanda, unos calcetines y, cómo no, una botella de whiskie, y quiero pensar que horas más tarde, ya lejos de la casa de Baroja, se tomaría unos combinados en memoria de aquel representante de la generación del 98 en Chicote, uno de esos bares que convirtió en leyenda como El Floridita y La Bodeguita del Medio en su Habana del alma: “Mi mojito en La Bodeguita y mi daikiri en El Floridita”.

Hay muchas cosas que no me gustan de papá Hem pero me encantan sus novelas y cuentos. Recurro a ellas para abstraerme de la realidad que me rodea y como él siento igual emoción cuando recuerdo las calles de la capital cubana barridas por uno de esos potentísimos diluvios tropicales que limpian la atmósfera cuando sale de nuevo el sol.

Y así fue la vida del escritor, violentos diluvios que daban paso a días tremendamente soleados. ¿Por quién doblan las campanas, señor Hem? doblan por ti. Doblan por todos nosotros.

Gracias.

Saludos, se ha escrito, desde este lado del ordenador

La X Muestra de Cine de Lanzarote abre la convocatoria de películas

Miércoles, Julio 22nd, 2020

Tras un periodo de análisis en torno a la situación generada por la COVID-19, la Muestra de Cine de Lanzarote abre hoy la convocatoria de películas para su décima edición, que tiene previsto celebrarse a finales de noviembre de 2020.

La Muestra pretende elaborar, un año más, una programación diversa, rigurosa y con personalidad propia a través de una selección que destaque por su calidad cinematográfica, apostando por un cine arriesgado, innovador e inédito.
Desde este lunes, 20 de julio, y hasta el próximo 1 de septiembre, queda abierta la convocatoria pública para la recepción de películas. En esta edición se mantienen dos categorías a concurso: la Sección Oficial de Largometrajes, dotada con un premio de 2.000 €, y Cruce de caminos: cineastas canarios. Esta sección dedicada al cortometraje canario, que en la pasada edición se abrió por primera vez a convocatoria pública, sigue tomando protagonismo al convertirse en una categoría competitiva, dotada con un premio económico de quinientos euros.

Los trabajos se podrán inscribir a través de la página web de la Muestra de Cine de Lanzarote (muestradecinedelanzarote.com), donde también se encuentran disponibles las bases de participación.

Podrán concurrir a la Sección Oficial de Largometrajes aquellas películas de cualquier país o nacionalidad que hayan sido producidas a partir del 1 de enero de 2019 y que tengan una duración superior a 40 minutos. Para esta categoría se establece un premio a la mejor película de 2.000 euros. Un jurado conformado por hombres y mujeres del mundo de la cultura a nivel autonómico, estatal e internacional será el encargado de emitir el fallo correspondiente. Siguiendo la apuesta de la Muestra de Cine de Lanzarote, el jurado debatirá y tomará su decisión públicamente.

Por su parte, la sección Cruce de caminos: cineastas canarios, de carácter competitivo y dotada con un premio económico de quninietos euros, estará destinada a la exhibición de cortometrajes producidos y/o filmados en las islas Canarias o dirigidos por cineastas nacidos o residentes en las islas, que hayan sido producidos a partir del año 2019 y que tengan una duración no superior a 30 minutos.

Además de estas secciones, la Muestra prepara su programa de actividades adaptándose a la realidad sanitaria generada por la COVID-19 para ofrecer una propuesta cultural de calidad y garantizar la seguridad de todas las personas asistentes.

La Muestra de Cine de Lanzarote está organizada por la Asociación de Cine Tenique, un colectivo sin ánimo de lucro apoyado por distintas organizaciones públicas y privadas entre las que se encuentran el Cabildo de Lanzarote, a través de su Área de Cultura, los Centros de Arte, Cultura y Turismo, el Ayuntamiento de Arrecife, Canarias Cultura en Red, Memoria Digital de Lanzarote, los ayuntamientos de Tías, San Bartolomé, Haría, Tinajo y Teguise, Geoparque Lanzarote y Archipiélago Chinijo, la Escuela de Arte Pancho Lasso, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote y CICAR.

Saludos, esto se mueve, desde este lado del ordenador

Declaración del director (Javier Fuentes Feo): “Las circunstancias actuales nos han obligado a pensar en profundidad la importancia que los eventos culturales tienen para las comunidades locales. En ese sentido, consideramos fundamental que los proyectos culturales puedan desarrollarse —respetando siempre todos los requisitos sanitarios previstos en cada momento— debido a su capacidad para poner en contacto a las personas y para generar sociabilidad a través de procesos de debate y conocimiento. Por eso, nuestra intención es hacer todo lo posible para no caer en la exclusiva digitalización de la vida y celebrar presencialmente una parte de las actividades previstas para el décimo aniversario de la Muestra de Cine de Lanzarote”.