Archive for Octubre, 2020

John Reed, el insurgente

Viernes, Octubre 23rd, 2020

El pasado 19 de octubre se recordó al escritor y periodista John Reed (Portland, Oregón; 22 de octubre de 1887-Moscú, 19 de octubre de 1920) en el centenario de su muerte y ayer, jueves, hubiera sido el de su cumpleaños, una fecha para a tener en cuenta porque se trata de uno de los más extraordinarios reporteros de todos los tiempos que legó a su tiempo y al nuestro dos libros fundamentales para conocer desde dentro y en primera persona dos importantísimos procesos revolucionarios que todavía colean por mucho que algunos se empeñen en enterrarlos en los cementerios del olvido.

El primero de ellos se trata de México insurgente: La Revolución de 1910, un título imprescindible para comprender de que materia se forjó el gigantesco país centroamericano visto por la mirada –primero perpleja y más tarde llena de admiración– de un periodista que deja de ser objetivo absorbido por el entusiasmo de los hombres y mujeres que formaron el ejército irregular de Pancho Villa.

El libro se lee como una apasionante novela de aventuras solo que todo lo que cuenta Reed es verdad o al menos la verdad que recogió en primera línea para más tarde darle forma de libro. Un título imprescindible en la obra de un periodista que más que periodista fue cronista de sus agitados tiempos.

El segundo libro más conocido de John Reed es Diez días que conmovieron al mundo, su reflejo periodístico de la Revolución bolchevique y del ascenso al poder de su líder indiscutible: Lenin. Reed, que pertenecía al Partido Socialista de América, no terminó por ver cómo derivaba todo aquel fantástico proceso porque falleció a causa del tifus en Moscú, pero sigue siendo el único estadounidense que descansa el sueño eterno en el Kremlin, un honor que han alcanzado muy pocos hombres y mujeres aunque los que allí yacen no les importe demasiado saberlo.

Hace un puñado de años se reunieron sus artículos sobre la I Guerra Mundial en el frente oriental en un libro que, personalmente, tampoco tiene desperdicio si uno se quiere aproximar a los vientos de la Historia a través del testimonio y las reflexiones de alguien que los vivió en primera persona. El libro circuló en España, este país que se va al carajo, con el título de La guerra en Europa Oriental y aclara dudas y despeja las sombras que al menos quien ahora les escribe tenía sobre estos frentes de guerra. Ayuda también a comprender la caótica situación que hasta la actualidad se vive en Los Balcanes resultado de numerosas heridas abiertas que nunca han cicatrizado. De obligada lectura para los que se empeñan en levantar el cadáver podrido de la Guerra Civil española tanto por las derechas como por las izquierdas, quizá si leen esta obra se den cuenta esta legión de tontainas que la guerra no es un partido de tenis y que la crispación y el odio solo conducen a la derrota de las partes implicadas por mucho que alguna de ellas resulte ganadora.

La apasionante vida de John Reed se ha llevado en varias ocasiones a la pantalla aunque no termina de convencerme la que quizá sea más famosa por multimillonaria y estar plagada de estrellas del cine norteamericano como Warren Beatty, Diane Keaton y Jack Nicholson. Circuló en este país mío que se va al infierno como Rojos y pese a su aparatosidad a uno se le ocurre pensar una vez aparece el The End que este largo,larguísimo largometraje fue algo así como si los pájaros tiraran con escopeta.

Una advertencia a modo de final. Dejen lo que están haciendo y abran cualquier libro de Reed, aprenderán que todo es distinto a cómo no los contaron sí está escrito por un hombre que aprendió primero a contar hechos y más tarde a implicarse en esos mismo hechos que contaba.

Larga vida al rojo, larga vida a John Reed.

Saludos, negras tormentan agitan loss aires, desde este lado del ordenador

Abierta la inscripción de la Aceleradora canaria de Cine

Jueves, Octubre 22nd, 2020

El Clúster Audiovisual de Canarias (CLAC) y la Sociedad Canaria de Fomento Económico del Gobierno de Canarias (PROEXCA), adscrita a la Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo del Gobierno de Canarias, convocan la cuarta edición la Aceleradora Canaria de Cine. Se trata de un programa intensivo de encuentros profesionales para el impulso y la internacionalización de los proyectos cinematográficos canarios en fase de desarrollo o preproducción. En concreto, intervendrán ocho expertos de la industria a nivel nacional desde finales de noviembre a principios de diciembre. Se combinará el formato online con el presencial, cuyas sesiones tendrán lugar en el Campus de Tafira de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria del 1 al 4 de diciembre. El programa cuenta también con la colaboración de Canary Islands Films y el Cabildo de Gran Canaria.

La matrícula permanecerá abierta hasta el 5 de noviembre para cualquier productor/a ejecutivo/a con un proyecto con vinculación con Canarias. El formulario de inscripción se encuentra en la página web del Clúster Audiovisual de Canarias http://www.webclac.org/aceleradora2020.

El consultor Carlo D’Ursi (Potenza films) y la abogada madrileña Isabel Mariscal (Singular Law) repiten en el programa y se encargarán de analizar los presupuestos, la viabilidad de los proyectos, así como explicar el abanico de opciones para levantar la financiación de los largometrajes. Por su parte, las claves del mundo del marketing y las audiencias correrán a cargo de Carlota Caso, directora del máster marketing de la ESCAC (Escuela de Cine y Audiovisuales de Cataluña) y participante de las campañas de promoción de títulos como ‘Las brujas de Zugarramurdi’, ‘Relatos salvajes’ o ‘La isla mínima’. Este año el programa trae a Canarias a Gloria Bretones, directora de la distribuidora Begin Again Films, especializada en títulos de cine español como ‘El año del descubrimiento’ o ‘Canción sin nombre’, así como a María José Díez, productora ejecutiva de ‘La soledad’ (premio Goya a la mejor película), y responsable del taller de pitching de CIMA Mentoring.

Saludos, ya lo saben, desde este lado del ordenador

Reflicciones, cuentos de Agustín Gajate

Miércoles, Octubre 21st, 2020

Escritor preocupado por rescatar la lengua que hablaban los primeros habitantes de las islas Canarias, Agustín Gajate Barahona publicó hace unos años un poemario escrito en ese idioma bajo el título de Achicaxna xaxo agual, palabra de momia paria. 110 poemas y 9 grandes silencios en lengua guanche que, con toda la discusión que puede suscitar, no dejaba de resultar una rareza y un loable intento por armar una gramática rupestre para recordar a un pueblo que, como decía la canción, nació en la historia para vivir en la leyenda.

Escritor y periodista, Agustín Gajate Barahona continuó con una carrera literaria cuanto menos extraña en las letras que se escriben a este lado del Atlántico, casi como si pretendiera aportar su granito de arena a una batalla cultural que no termina de levantar cabeza en este archipiélago abandonado de la mano de los dioses más por indiferencia social (lo que podría generar otro debate para reflexionar las razones que lo provocan) que por otra cosa aunque unos pocos insistan en que se debe a una conspiración organizada por poderes a los que se califican de coloniales.

Lo colonial no termina de convencer sin embargo a la mayoría de los habitantes de unas geografías que, como escribía H.P. Lovecraft, prefiere vivir de espaldas a la realidad y permanecer en unas islas de plácida ignorancia pero no es éste el momento ni el lugar para plantear si es necesario seguir alimentando de polémicas y discursos endebles a ese monstruo de siete cabezas que es la Cultura ni la de reivindicar un pasado aborigen que se difumina por lo contradictorio que resulta según las fuentes consultadas. Baste decir que el mérito de Agustín Gajate ha sido el de construir un armazón literario en el que su idea de lo pasado y presente se fusiona con la suficiente naturalidad para dar origen a un futuro en el que se observa con cierta nostalgia un tiempo que el viento se llevó, creando a su alrededor una geometría –circular me atrevería a decir– concebida con elementos que configuran un mundo literario personal y con señas de identidad. Otra cosa es que ese mundo guste o disguste a unos y a otros, en nuestro caso lo observamos con cierta atención, reconociendo el esfuerzo por elevar ese imaginario y su voluntad por darle coherencia.

Gran parte de todo esto lo vierte en la novela Los cimientos de Gomorra, título que iba a dar paso a otras historias más que, de momento, permanecen aparcadas. En esta historia, excesiva y ambiciosa, el escritor no terminaba de dominar el fresco cultural y antropológico al que aspiraba pero no dejaba de resultar un libro interesante por lo original de su propuesta y quiero entender que por su involuntario ánimo de polemizar.

Me sorprende por eso Reflicciones (Ediciones Aguere/Idea, 2019), volumen que reúne cuarenta cuentos de temática y estilos muy diferentes porque en la mayoría de ellos se aprecia el nervio como narrador de un escritor con una atractiva vocación realista que espolvorea con elementos oníricos para dar como resultado unas piezas que, en conjunto, revelan algunas de las obsesiones de su autor en el período comprendido entre 1982 y 2019.

Muchas de estas historias evocan además influencias que, posiblemente, no han marcado el itinerario como escritor de Gajate Barahona pero que a quien ahora les escribe le sugirieron por el cómo lo cuenta y los giros finales, marcados por autores como Wilde, O´Henry o Bierce. Si algo une estos relatos es, en este aspecto, su profunda vocación humanista así como un naturalismo feroz que disemina en las páginas de historias donde los menos favorecidos son los protagonistas.
Encuentro así solidaridad más que piedad en unos relatos que muestran a un escritor comprometido y preocupado por lo que pasa a su alrededor (pesa su vocación como periodista) y su objetivo por escribir cuentos que además de contar, calen en el corazón del atribulado lector.

En la contraportada de la edición se dice que al ser tantos los cuentos y al estar escritos en estilos tan diferentes alguno podría pensar que estas historias no han sido escritas por un solo autor pero pienso que se equivoca porque detrás de cada uno de los relatos se nota que ahí está respirando la misma persona. Sí es verdad, en todo caso, que el alto número de historias resienta la unidad del libro, esa unidad que resulta necesaria en esta clase de recopilatorios, pero todos los cuentos, absolutamente todos, son de un mismo autor.

A la espera de una nueva incursión en la ficción, se concluye que sin ser redondo, Reflicciones resulta un volumen interesante para conocer las constantes de su autor. Se puede disculpar así el tono irregular de los relatos por el arco temporal en el que fueron escritos, unos están más trabajados que otros, pero la mayoría coincide en sus preocupaciones ante lo que le rodea.

Saludos, de cara al mar, desde este lado del ordenador

David Toscana: “Me armé caballero armándome escritor”

Martes, Octubre 20th, 2020

La vocación por escribir le llegó un poquito tarde, cuando rondaba “más o menos” los 30 años aunque el flechazo fue definitivo. Gran parte de la culpa, si puede decirse así, la tuvo una relectura del Don Quijote que lo despertó al mundo de las letras y que decidiese un buen día abandonar su trabajo como ingeniero industrial para dedicarse a la literatura.

David Toscana (Monterrey, Nuevo León, 1961) es autor de más de una decena de novelas en las que reflexiona sobre la muerte, un tema fundamental en su producción literaria y el fracaso. Muerte y fracaso hay mucho en La ciudad que el diablo se llevó, una novela publicada en 2012 que rescata Candaya ocho años después en una modélica edición. Sobre este libro y el arte de escribir conversó en la tercera edición del Festival Hispanoamericano de Escritores que se desarrolló del 14 al 18 de septiembre de este año en Los Llanos de Aridane, en la isla de La Palma.

- ¿Cómo se inicia en la literatura?

“Estudié una carrera y obtuve el título de Ingeniero Industrial, trabajo que desarrollé durante diez años. Esta era entonces mi profesión pero no mi vocación porque mi vocación fue otra, un poco tardía es verdad. Antes de ser escritor fui lector, unos años en los que el alma no se me había llenado lo suficiente hasta que comencé a escribir y a sentir la necesidad de compartir vidas con otros. Durante este proceso, fui acumulando experiencia con la palabra y a los treinta años más o menos decidí escribir más que por una decisión por una necesidad de expresarme a través de las palabras”.

– Estudia una carrera técnica ¿de dónde le viene entonces la vocación de escribir?, ¿de familia?

“Mi familia no era lectora así que no había muchos libros en casa. La única herencia que recibí de mi padre, que no estuvo nada mal, fue la Enciclopedia Británica, la de 1956. Vivía entonces en Monterrey, donde se tiene poco respeto por la cultura y mucho para los negocios porque es una ciudad industrial y me crié en ese ambiente. Antes de ser escritor lo que tenía en la cabeza era dirigir una empresa y me preparé para eso hasta que se despertó la vocación literaria tras recibir la Enciclopedia Británica y Las nueve sinfonías de Beethoven dirigidas por Toscanini que a mi me parecía que era un pariente. Ese fue mi primer contacto con la cultura. Después llegaron los libros a casa a través de una promoción de un supermercado que anunciaba que por la compra de 50 pesos te regalaban un clásico de la literatura”.

- Los libros entran en su casa gracias a esta promoción.

“Fue la manera en cómo comenzaron a llegar a casa, por una oferta de un supermercado pero gracias a ella me interesé por la literatura y por conocer a sus autores. Se trataba de una colección de libros de la editorial Salvat, que eran unos libros muy feos pero creo que fueron un buen inicio para los que no teníamos tradición lectora. Ese fue el modo en cómo se introdujeron los libros en casa. Contábamos también con una colección de Bruguera de libros encuadernados en imitación de piel que resultaron ser realmente buenos porque se trataban de obras de los clásicos”.

- ¿Y en cuánto a los libros de la colección Salvat?

“Recuerdo todavía el primer libro de la colección Salvat, un libro que te encontrabas en todos los hogares: La tía Tula, de Miguel de Unamuno. No todo el mundo los coleccionaba pero me hacía gracia que estuviera presente en las casas de los amigos a los que visitaba el primero de aquellos libros:La tía Tula”.

- ¿Pero qué voz escuchó para dedicarse a ser escritor?

“Antes había sido lector y como dije lo de escribir comencé a planteármelo a los treinta años más o menos con una relectura que hice del Don Quijote. De pronto descubrí que se trataba de algo extremadamente bello, artístico y lleno de vida. Y quise ser Don Quijote, un hombre trastornado por los libros y con ganas de vivir aventuras que si no físicas sí resultaran imaginarias para que las volcara en palabras. Esa fue la forma en cómo me armé caballero. Me armé caballero armándome escritor”.

- La muerte, el fracaso son, entre otros, temas bastante comunes en su producción literaria.

“Son temas que tienen que estar presentes en la literatura porque ¿alguien conoce una novela donde no muera nadie? La muerte está ahí, presente, y es el motivo por el que hacemos muchas cosas. De hecho, la religión existe porque nos vamos a morir y el arte existe porque queremos dar un sentido a la existencia antes de fallecer. La muerte es una fuerza muy poderosa y los humanos son los únicos que son conscientes de que van a morir. La muerte me interesa como tema y aparece en mis novelas no como algo periférico sino central porque no es un accidente, no es un elemento secundario dentro de la trama. En mis historias a veces se muestra como tragedia pero también como algo que obliga a que celebremos la vida. Alguien dijo, no sé si fue el mismo San Pablo, que si la vida eterna no existiese debíamos de comer y beber porque mañana moriremos. En algunas de mis novelas la muerte es una tragedia pero en otros de mis libros es un motivo para celebrar la vida”.

– La ciudad que el diablo se llevó transcurre en Varsovia. ¿Por qué el territorio desolado y ruinoso de esta ciudad tras recuperar la paz en 1945?

“Viví siete años en Polonia y este país lo siento también como mi patria. Es un pueblo del que me enamoré. Me enamoré de su cultura y de su historia. No entré en La ciudad que el diablo se llevó como un turista ocasional sino como alguien que vivió allí y que se dio cuenta que la paz recién adquirida en 1945 no había sido novelada, que la literatura sí que se había ocupado de la Guerra, el drama judío y los campos de concentración pero no de lo que sucedió cuando la ciudad y el país recuperaron la paz. Esto hizo que me hiciera muchas preguntas y que estas mismas preguntas se las plantearan los supervivientes de la novela: ¿y ahora qué?, ¿qué hacemos?, ¿somos héroes o los héroes son los muertos?”

- La muerte vuelve a estar muy presente en esta novela.

“Es el eje central pero desde la perspectiva de los personajes que se sienten muy afortunados de seguir vivos y sienten que hay que celebrarlo a pesar de vivir en una ciudad en ruinas porque imaginan, quijotescamente, otra realidad para celebrar la existencia, la literatura, la ciudad, la música, el arte. La muerte les enseña lo importante que es estar vivos”.

- ¿Cómo se plantea escribir una novela con tanto calado emocional?

“La novela trata de ser un todo. Los autores clásicos dicen que hay que escribirla de un modo que sea natural y sentir que no podía escribirse de otra manera. Hasta qué punto se logra eso nunca se sabe. En La ciudad que el diablo se llevó un personaje, que es novelista, se pregunta porqué la novela pudiendo ser otra es la que es. El diccionario tiene muchas palabras y cada verbo muchas formas de ser conjugado. Hay una riqueza tan grande que escribes la primera palabra entre una posibilidad de cientos de miles y la segunda de cientos y cientos de miles de posibilidades”.

- ¿Qué es entonces una novela para usted?

“Un universo infinito que matemáticamente es imposible de resolver. Un poco como nuestra existencia. Todo en el mundo de las posibilidades conjura para que, por ejemplo, no estuviéramos tú y yo conversando pero aquí estamos y para eso tuvo que ocurrir un montón de cosas en un montón de generaciones. Venimos de una secuencia de muchas generaciones de mujeres que no fueron estériles. Jugamos con las posibilidades pero era imposible que estuviésemos hablando ahora pero lo hacemos y eso me gusta. Me agrada pensar que dentro de la novela jugamos con esas posibilidades de lo que es y no es y como lo que no es, es infinito y lo que sí es, una sola cosa. Veo la novela como un universo imposible de existir y que, sin embargo, termina existiendo”.

- Escribe en estos momentos una novela en la que aparecen los escritores rusos.

“La novela tiene que ver con un mundo quijotesco donde el protagonista en vez de leer grandes hazañas de la caballería andante se mete a leer literatura rusa y comienza a observar que más que enaltecimiento hay una necesidad de tocar la vida desde el fondo. Todavía no sé muy bien como lo haré porque prefiero explorar el argumento con serenidad pero tengo una idea y a partir de ella comienzo a investigar pero no sé exactamente lo que va a pasar, qué ocurrirá con cada personaje”.

- Pero creo que uno de los personajes podría ser el escritor ruso Isaac Babel.

“Están presentes todos los escritores rusos desde antes de Pushkin hasta 1971, que es el año en el que se desarrolla la novela y en el que hubo obras maestras que no se podían leer como Vida y destino, de Vasili Grossman, que fallece en 1964 y que nunca vio este libro publicado porque se editó veinte años después de su muerte. Como tengo que respetar a mi protagonista, éste desconocerá la existencia de Vida y destino porque no se sabía de ella ni de Archipiélago Gulag, de Alexander Solzhenitsy que se publicó unos pocos años después de 1971 aunque ya tenía tres o cuatro libros publicados y por supuesto Isaac Babel que es uno de mis grandes ídolos y una de las grandes víctimas de la literatura rusa”.

- Dice que Babel es uno de sus grandes ídolos, ¿por qué?…

“Porque fue un hombre tan lleno de vida intelectual, de belleza en su prosa, tan esmerado en sus frases, metáforas que lo hacen único. Sus dos libros esenciales son Cuentos de Odesa y La caballería roja y tienen tanta belleza que me hacen llorar. La tragedia es que lo asesinaron por nada”.

- Es el drama de los escritores rusos del siglo XX.

- Y es lo que me llama la atención, ese drama que va paralelo a la literatura y los escritores rusos. Las biografías de estos escritores van dramáticamente de la mano de la literatura y eso me hace sentir un gran respeto por todos ellos ya que sabiendo que se jugaban la vida continuaron escribiendo. Se dice que Stalin ejecutó a 1.500 escritores y que la mayoría de ellos no llegaron a la categoría de clásicos porque no toda el alma de un escritor tiene la posibilidad de inyectar vida a un texto. Los textos vivos seguirán vivos así como la angustia de saber que a muchos de estos escritores los mataron demasiado pronto y que muchos de sus manuscritos se destruyeron. Se cuenta que Isaac Babel andaba escribiendo una novela cuando lo detuvieron pero solo ha quedado de ella un capítulo que suele publicarse como un cuento”.

FIRMA FOTO: Juancho García

Comienza Periplo 2020

Lunes, Octubre 19th, 2020

Puerto de la Cruz inició el pasado fin de semana el inicio del Festival Internacional de Literatura de Viajes y Aventura Periplo 2020 con un ciclo de cine pero será a partir de hoy, lunes, 19 de octubre y hasta el doningo 25 del mismo cuando se desarrolle el grueso de unas jornadas que en estos tiempos oscuros que nos han tocado vivir proponga a través de coloquios y presentaciones de libros el futuro de ir de un lado a otro para conocer otras culturas y países.

El programa de Periplo, festival que llega ya a su octava edición, se desarrollará en una carpa instalada junto al Ayuntamiento, en la zona conocida como El Penitente, para ofrecer cultura segura y garantizar las medidas de seguridad que imponen los nuevos tiempos.

El alcalde de la ciudad turística, Marco González, agradeció el trabajo del área que junto a la Plataforma Periplo ha diseñado una programación que vuelve a colocar a Puerto de la Cruz como el municipio de referencia para la cultura en las islas. “Seguimos cultivando espacios totalmente seguros para compartir lo que nos une como sociedad y lo que nos hace progresar en unas circunstancias tan inéditas como las que estamos viviendo manteniendo una ciudad viva y con mucho que ofrecer”.

Precisamente, el impacto de la pandemia en el relato del viaje será uno de los aspectos que aborde el elenco de invitados en las cerca de veinte charlas previstas en la agenda del festival, que incluye actividades complementarias como, entre otras, visitas guiadas por la exposición Migraciones en la frontera sur de Europa, que se instalará en el Castillo San Felipe, con su autor, Juan Medina, de la agencia Reuters; o la muestra Cinenómada, que se desarrolló en colaboración con el Festival de cine africano Tarifa/Tánger FCAT, con cuatro proyecciones en la Sala Timanfaya los pasados 17 y 18 de octubre. Destaca, además, el estreno de Periploesía, una jornada dedicada íntegramente a la poesía.

Como cada año, el encuentro reúne periodistas, fotógrafos, viajeros y escritores, expertos en literatura de viajes, que trasladarán al público sus experiencias en lugares únicos a través de las charlas y presentaciones de sus libros, que también podrán seguirse por streaming. Entre los participantes, cabe destacar la presencia del escritor y periodista argentino Martín Caparrós; Carlos Zanón, novelista, guionista, articulista y crítico literario; Carla Fibla, periodista y escritora experta en el mundo árabe y países del Sur; el divulgador Gotzon Cañada, habitual de expediciones científicas; Lucía Mbomío, reportera en Aquí la Tierra, de RTVE y autora del canal de YouTube Nadie nos ha dado vela en este entierro; Nicolás Castellano, periodista de la Cadena SER especializado en migración y conflictos internacionales; Mercè Martí, aviadora pionera cuya actividad deportiva la ha llevado a figurar entre los 100 Grandes Aventureros Españoles de Todos los Tiempos de La Revista, suplemento del periódico El Mundo; e incluso un exministro, Javier Gómez Navarro, presidente de la Sociedad Geográfica Española.

Para participar en los eventos es imprescindible disponer de invitación, que se obtendrá de manera telemática y para un aforo máximo de 75 personas. Los asientos serán preasignados y habrá distancia de seguridad entre todos ellos, de modo que no se permitirá la agrupación de personas convivientes. Igualmente, se tomará la temperatura a los asistentes, se les distribuirá gel hidroalcohólico y se facilitarán los accesos y salidas escalonadas a cada uno de los eventos.

Saludos, nos vemos en Periplo, desde este lado del ordenador

Gladys de León anuncia que Carlota Cobo se ha apuntado a un máster de gestión cultural

Jueves, Octubre 15th, 2020

Lo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife es de pena. Les invito a que vean la comisión de control que tuvo lugar en la mañana de hoy, 15 de octubre de este 2020 de pesadilla. En este cónclave, la concejal de Cultura, Gladys de León, visiblemente nerviosa y con voz estrangulada suelta sin que se les caigan los anillos que la recién nombrada directora gerente del Organismo Autónomo de Cultura (OAC), Carlota Cobo Hernández, se ha apuntado a un máster de gestión cultural (¡!).

En fin, que uno ya no sabe si reír para no enloquecer o llorar para soportar tanta tomadura de pelo. Me pregunto qué entiende de Cultura la responsable del área, quien anuncia tartamudeando y al modo de perla sin cultivar que son “necesarios gestores culturales pero no un gerente que haga función de gestor cultural” (¡!) para anunciar luego sin pestañear por la estupidez que ha dicho que estudia convocar cuatro plazas para que los ganadores se ocupen de esta función, la de gestión cultural (¡!).

De locos. Solo que estos locos son los que ahora gobiernan el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Y créanme que lo siento por Carlota Cobo, que se apunta a un máster de gestión cultural “para complementar su formación”.

Como no es cosa que llene el texto con paréntesis de signos de exclamación me pregunto no ya solo las razones que llevaron al nombramiento de la señora Cobo a directora gerente del OAC aunque la misma Gladys de León insiste que lo hizo por los quince años de experiencia como gestora de una organización que omite mencionar quiero pensar que por olvido voluntario pero me temo que no lo dice porque ser gerente de la Junta Provincial de Santa Cruz de Tenerife de la Asociación Española Contra el Cáncer como que de Cultura poco, por mucho que no lo entienda una concejala a la que si le hablas de Luis Feria pensará qué demonios hace un murguero metiendo sus zarpas en territorio cultureta hasta que llegue alguien (que no será del equipo de gobierno del Ayuntamiento) y le diga que se trata de un poeta que nació en la misma ciudad en la que ahora ella ocupa tan alta responsabilidad como es la de potenciar –y más en los tiempos que vivimos– la Cultura. Esa palabra me temo que tanto espanto produce al alcalde, a la concejala del ramo y al resto de la tropita de apandadores que gobierna los destinos de mi ciudad.

En fin, que lo importante es que no se celebre el carnaval en 2021 aunque dinero haya para distribuir entre los grupos que se han cobijado en el pesebre de la fiesta mientras en Cultura… bueno, en Cultura lo de siempre. Eso sí, justificando lo imposible y despreciando al resto de los 17 candidatos que optaron al puesto de director gerente. Alguno de ellos con mucho mejor currículo que el de Carlota Cobo y no digamos ya que el de esa nulidad de concejala que es Gladys de León.

* En la imagen la concejala de Cultura Gladys de León con un chicharro de peluche.

Saludos, en fin, desde este lado del ordenador