Archive for Diciembre, 2020

Miscelánea

Viernes, Diciembre 4th, 2020

* Ínsulas de papel, ínsulas digitales reúne más de un centenar de artículos (ínsulas) que el autor Pedro Javier Castañeda García (El Paso, Canarias) ha venido publicando en los periódicos de Canarias desde 1983 hasta el presente año del confinamiento por la Covid-19. La gran mayoría han aparecido en la provincia de S/C de Tenerife, (El Día, La Gaceta de Canarias, Diario de Avisos y La Opinión de Tenerife), algunos en Las Palmas de G.C. (La Provincia, Canarias7) y también, durante algunos años noventa del siglo pasado, en The European, periódico semanal británico de lengua inglesa y difusión internacional, con una agenda cultural de las principales ciudades europeas, en la que se logró incluir a Tenerife con sus actos más relevantes del área metropolitana Santa Cruz-Laguna (Festival de Música, exposiciones, ópera, carnavales…).

El libro, tras los agradecimientos iniciales a distintos/as periodistas, clasifica los artículos en varios temas principales: Artes (cine, literatura, música, danza), Ciudades (San Cristóbal de La Laguna, Las Palmas, …), Educación y diversidad (ética, género, Lgtbiq+, relaciones intergeneracionales…), Entrevistas (con sociólogos…), Historia local, Islas (La Palma…), Prensa internacional (la agenda cultural mencionada) y Salud preventiva. Al final se añade un índice geográfico, onomástico y temático para facilitar la localización de cualquier término o palabra que contengan los artículos.

* El cineasta y escritor grancanario Elio Quiroga ha sido premiado por la editorial cordobesa Malas Artes por su novela Astral, la historia de una adolescente que experimenta un viaje fuera de su cuerpo que cambiará su vida para siempre, según ha anunciado dicha empresa este martes.

Quiroga recibe el II Premio de Novela Juvenil y de Fantasía Malas Artes que convoca, y que “busca obras de literatura juvenil y de género fantástico que rompan moldes y den una visión diferente, novedosa y enriquecedora del género, destinado a jóvenes y adolescentes”.

Fallece Alberto Delgado, ex viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias

Jueves, Diciembre 3rd, 2020

Fallece Alberto Delgado Prieto (Santa Cruz de Tenerife, 1953), veterano gestor cultural, ex viceconsejero de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias y presidente de la Fundación CajaCanarias.

Durante su etapa al frente de la Viceconsejería (2007 a 2013), Alberto Delgado tuvo entre otras tareas la de intentar elevar el presupuesto de su departamento al 2 por ciento del total autonómico y de hacer de la cultura una seña de identidad. Bajo su responsabilidad se gestionó el multimillonario programa Septenio, que fue muy polémico en su tiempo y su respaldo a la música y el cine.

Su etapa se caracterizó también por brutales recortes en cultura, sobre todo a raíz del inicio de la crisis del 2008.

En este su blog El Escobillón fuímos muy críticos con sus políticas culturales aunque si se observa con perspectiva sus mandatos se lograron crear festivales y cierto tejido productivo –muchos de sus beneficiarios continúan en activo gracias a ese respaldo– e iniciativas que no llegaron a buen puerto como la redacción de un Plan Estratégico de Cultura.

Problemas de salud, tuvo que ser ingresado de urgencia en el Hospital de La Candelaria tras una recaída, obligaron a que fuera sustituido temporalmente en 2012 por Inés Rojas, quien apenas pudo poner orden entre tantos calderos al fuego.

Al frente de la Viceconsejería comenzó su batalla personal contra la enfermedad que, finalmente, culminó este mes de diciembre que apenas ha dado sus primeros pasos. Alberto Delgado Prieto deja atrás un legado significativo, necesario de estudio para clarificar su trabajo como máximo responsable de la cultura oficial con Paulino Rivero como presidente del Gobierno de Canarias.

Cabe recordad que tras dejar la Viceconcejería, el Gobierno canario reconvirtió el departamento en Dirección General, con Xerach Gutiérrez a la cabeza.

Trabajador de CajaCanarias desde sus inicios –fue uno de los impulsores del Festival de Jazz– Alberto Delgado recordaba aquellos años en la entidad en una entrevista:

“Pascual Arroyo y yo, que comenzamos a llevar la cultura en la caja de ahorros en aquel momento, nos inventamos todo, desde cómo hacer los presupuestos hasta cómo llevar la gestión cultural; poníamos las normas. La Fundación tenía las infraestructuras que el Gobierno de Canarias, en aquel entonces, no tenía. Por eso aquí nació el Festival de Música de Canarias. Entonces se llamaba Festival de Música y Danza de Primavera. Cuando Jerónimo Saavedra lo quiso hacer con la marca del Gobierno regional, a nosotros nos pareció perfecto. Él le cambió el nombre, pero no la idea: ya nosotros habíamos traído a las orquestas importantes, como la de Moscú, la de Nueva York…”

En los últimos años, Alberto Delgado Prieto fue presidente de la Fundación CajaCanarias una vez que la entidad de ahorros fue absorbida por Caixa Bank.

Descanse en paz

Vender a Hitler, un libro de Robert Harris

Miércoles, Diciembre 2nd, 2020

En la primavera de 1983 la revista alemana Stern comenzó la publicación de lo que prometía ser la noticia del siglo: los diarios de Adolf Hitler, solo que lo que anunciaba ser una gran exclusiva se reveló poco tiempo después una falsificación que por chapucera sorprende todavía que engañara a uno de los mejores periodistas de la revista, Gerd Heidemann, así como a todo el equipo editorial de la publicación.

Sobre este gigantesco fraude escribe el periodista y escritor Robert Harris, autor entre otras novelas de Patria y Munich, relacionadas con la Alemania nazi, en la primera planteando una macabra y atractiva ucronía y en la segunda un interesante lo que pudo ser… y El poder en la sombra y El oficial y el espía, ambas llevadas al cine por Roman Polanski.

Vender a Hitler, el libro que se ocupa de contar la historia de los diarios falsos del caudillo de la Alemania nazi, fue publicado en 1986, tres años después de que estallara el escándalo así que está escrito con el caso relativamente reciente. Tan reciente, que los medios de comunicación tardaron unos años en recuperarse por la pérdida de credibilidad que erosionó aquellos años su relación con los lectores.

Estructurada en cuatro partes, la novela incluye un dramatis personae porque la presencia de los distintos actores que intervinieron a un lado y al otro de la trama es gigantesca. Este sobresaliente reportaje periodístico ha sido editado en España por Es Pop Ediciones en 2020 y traducido por Óscar Palmer Yáñez. El libro es de obligada lectura no solo para periodistas sino también para quien esté interesado en el caso en general ya que la obra, cuidada, contrastada, escrita con sencillez, es perfectamente comprensible para toda clase de lectores lo que incluye a los que no tenían noticia de un caso que, se reitera, conmocionó a la sociedad de aquel tiempo.

Son muchos los protagonistas de la historia pero sin duda los principales fueron Gerd Heidemann y el autor del fraude, Konrad Kujau, para los amigos Conny, quien pasó de falsificar vales de comida a inventarse sesenta volúmenes de los diarios de Hitler.

En el otro extremo se encuentran los historiadores británicos Hugh Trevor-Roper, autor entre otros libros de Los últimos días de Hitler, y uno de las voces autorizadas que dio por buenos los diarios hasta que se retractó de lo dicho, y David Irving, historiador revisionista que fue de los primeros que sospechó que todo aquello era mentira.

En torno a este cuarteto se mueve una historia que a ratos parece una comedia de los hermanos Marx y en otros un drama al estilo de Douglas Sirk solo que sin mujeres, aunque la credibilidad, el oficio de un periodista que hasta ese momento era profesional con su trabajo, se desmorona cuando todas las evidencias dan como resultado que aquellos diarios eran falsos.

Robert Harris narra con buen pulso la historia de este fraude, y plantea un retrato de la Alemania de los ochenta muy distinto al que algunos nos habíamos imaginado. Por un lado, muestra a un grupo de aficionados a la memorabilia nazi capaz de gastar millones de marcos, libras y dólares en recuerdos personales de Hitler y sus jerarcas. Y cuenta cómo la mayoría los exhibía en sus casas a modo de museo. Entre ellos el mismo Heidemann, el periodista que a cuenta de la exclusiva del siglo se llena los bolsillos con las cantidades que el grupo editorial le asigna para pagar a su suministrador, Conny, quien recibe sin saberlo mucho menos dinero que el que la empresa le entrega a su intermediario, Heidemann, ya que aprovechó para guardarse parte del dinero en el bolsillo y vivir mientras tanto a todo tren.

Leyendo el libro no dejaba de pensar cómo a nadie se le ha ocurrido todavía llevar al cine o convertir en serie de televisión este caso que conmocionó al mundo. Reúne todos los ingredientes para seguir con atención el rumbo que toman los hechos y la transformación de una exclusiva tremenda en un fraude de consecuencias catastróficas para los que se vieron implicados. En España fue el grupo Z el que anunció que se había hecho con los derechos para serializar en sus revistas los diarios de Hitler hasta que se destapó el escándalo.

El libro destaca también como ensayo de lo que significa el nazismo en la actualidad, y cómo vende todo lo que lleve el nombre de Hitler así como el símbolo que representa esa idea: la cruz gamada.

En esta farsa que raya el esperpento intervinieron periodistas avariciosos, nazis jubilados, secretarias que trabajaron a la órdenes de Hitler, magnates como el australiano Rupert Murdoch y falsificadores y ladrones que se movieron en torno a unos diarios “aburridos y en los que apenas se contaba nada nuevo” de quien fue el amo y señor de media Europa la primera mitad de los años 40 del pasado siglo XX. En este circo en el que casi nadie se detuvo a pensar sobre la autenticidad o no de los diarios se movieron cantidades astronómicas de dinero con la idea de hacerse con los supuestos recuerdos personales del que fue el dictador de Alemania aunque como se sabe la operación resultó un fiasco. Robert Harris saca a relucir cómo afectó el escándalo a los autores y las víctimas de aquella historia, los protagonistas del que sigue considerándose el fraude del siglo.

Saludos, ojo con tu cartera, desde este lado del ordenador

Hambrientos y cobardes, una novela de Ángel Vallecillo

Martes, Diciembre 1st, 2020

A pesar de su origen castellano, de tierra adentro, Ángel Vallecillo es un hombre de mar que vive desde hace ya unos años en Tenerife donde compagina su actividad de viajero (ahora interrumpida por ese fantasma que recorre el mundo llamado Covid-19) con su trabajo y la literatura, que es su pasión para nada secreta y que ha declinado en los últimos años en favor del guión cinematográfico y de cómics.

Ángel Vallecillo cuenta ya con una interesante trayectoria como novelista, bibliografía que bascula entre la ciencia ficción en su vertiente más cyber punk con la novela negra y criminal. En ocasiones, de hecho, estos dos géneros se fusionan para dar como resultado libros que, como Hambrientos y cobardes ponen de manifiesto la capacidad de su autor para la mezcla de temas y tendencias. Sin olvidar que estas historias que avanzan a toda velocidad no se salgan nunca de la autopista en las que las sitúa como narrador.

El escritor que se autodefine como artista multidisciplinar presenta en su más reciente novela, Hambrientos y cobardes (Pez de plata, 2020) un mundo al borde de su extinción. Si no de la especie sí de todo cuanto creíamos conocer. El relato comienza con el descubrimiento del cadáver de una joven científica superdotada a la que han asesinado siguiendo las pautas de un macabro ritual: le han abierto la cabeza para extraerles el cerebro. La joven era hija de un capo local con quien no se hablaba por su orientación sexual. Otra mujer, Hambrientos y cobardes es fundamentalmente una novela de mujeres aunque esté escrita por un hombre, se encarga del caso. Se trata de la teniente de policía Walker, una mujer que sin perder un gramo de dureza cuenta también con un corazón que no deja de latirle muy dentro y que dirige la investigación husmeando en el lugar de trabajo en el que se movía la víctima.

La novela no deja respiro, está trufada de buenos diálogos y seducirá a los amantes del pop porque pop hay mucho en el libro. También música, la que suena en sus capítulos como la que pone el lector en su cabeza. Hambrientos y cobardes estimula para que lo que se lee cuente con su particular banda sonora. El mestizaje genérico potencia su interés ya que además de estar eficazmente narrada tiene su propio sonido, lo que la acerca más si cabe a una película que a una novela en el sentido más estricto de la palabra. Y es que Ángel Vallecillo es más amigo de lo que pasa que irse por las ramas. El viaje resulta así directo aunque la pista se bifurque en otros tramos que, como ya se dijo, terminan en una misma línea de meta.

Tanta velocidad, transitar por un lado para cambiar de sentido y regresar a la, parece, casilla de salida quizá bloquee en un primer momento la atención del lector pero si éste se entrega al relato, ese aparente caos va ordenándose a medida que se pasan las páginas. Y no tiene desperdicio con los que nos va a sorprender el escritor, que narra en una historia aparentemente policíaca con toques futuristas, un caso al que se unen otros casos que terminan confluyendo en un final que no pierde potencia porque va siempre en sentido ascendente.

Hambriento y cobardes no quiere ser sin embargo una novela típica, un relato punk con su gramo macarra sino una historia aparentemente complicada que se retuerce sobre sí misma para luego estirarse y algo más. Ángel Vallecillo propone además atractivos juegos literarios. Uno de ellos dejar páginas en blanco (no es un error de impresión, uno se da cuenta cuando lee el libro que no es un error de impresión) y otros la estructura que quiere poner en situación al lector sobre algunos temas con calado científico y en el que planea en varias ocasiones la teoría cuántica que da tanto juego y que justifica lo que hasta ayer parecía imposible, ardides del más allá. También la posibilidad de pensar que los milagros existen.

Tras la excelente 9 horas para morir que se desarrolla en un Santa Cruz de Tenerife extremadamente realista y por ello terrorífico, Ángel Vallecillo vuelve a dar pleno con Hambrientos y cobardes, una deliciosa fantasía negra con aderezo de ciencia ficción y terror.

El escritor reincide en su capacidad para retratar el horror, solo que en esta ocasión la desesperación se muerde la cola. El retrato humano que vive en esa urbe es demoledor y ajustado al mundo que retrata en la novela. Además de policías, súper dotados y yonquis los otros personajes vagan como almas en pena a lo largo de un libro que bebe de fuentes tan diversas como Matrix, solo que con un aire policial que lo hace más oscuro que el popular largometraje de las hermanas Wachowski, y ecos hay entre la novela y la película, sobre todo en el personaje que llaman el Oráculo. Pero no se preocupen si no fueron fanáticos del filme porque Hambrientos y cobardes no coge el camino pseudo religioso de la cinta sino el de la neurociencia para explicar y resolver lo que comenzó siendo un macabro crimen ritual.