Archive for the ‘Libros’ Category

Francisco Juan Quevedo: “Lo que uno escribe tiene a veces algún parecido con la realidad”

Lunes, Enero 30th, 2023

Contar la historia de la capital grancanaria a través de la construcción e inauguración del teatro Pérez Galdós fue una de las pretensiones que animaron la escritura de El teatro en medio del océano, libro por el que su autor, Francisco Juan Quevedo (Las Palmas de Gran Canaria, 1961), resultó finalista del Premio Nadal en 2022.

En El teatro en medio del océano se cuenta la vida de Feliciano Silva, a quien apodan El Guirre cuando se convierte en una de las mayores fortunas de Canarias a finales del XIX y principios del XX.

- En la novela El teatro en medio del Atlántico cuenta la historia y la expansión de la capital grancanaria a través de la construcción del teatro Galdós.

“El teatro Pérez Galdós supone un termómetro para comprender la expansión y el poder económico, social y cultural de Las Palmas de Gran Canaria. La primera piedra del teatro se coloca en 1867 aunque antes existió otro, el Cairasco, pero con el paso de los años se quedó pequeño para una ciudad que empezaba a tener un crecimiento demográfico muy amplio y a prosperar cuando los buques empezaron a hacer escala en la isla, lo que es determinante para el crecimiento de la ciudad desde un punto de vista económico y social, lo que contribuyó a un mayor enriquecimiento de la burguesía y a que ésta comenzase a demandar nuevas inquietudes, y entre esas inquietudes, un teatro más amplio”.

- Según la novela el teatro dividió a la sociedad grancanaria en sus inicios.

“Sí, el teatro fue un proyecto que tuvo mucha polémica porque se construye justo al lado del mar y en aquellos días aunque ahora ya no, se encontraba junto al mar. Benito Pérez Galdós, que tendría entonces unos quince o dieciséis años, ya era un artista y fue uno de los que contribuyó a ridiculizar las obras porque la mayoría de la población dudaba que saliera adelante. Galdós se encuentra entre los más críticos y llama al teatro que ,paradójicamente años después recibirá su nombre, teatro de la pescadería por su cercanía al mar. En las viñetas que publica los actores aparecen bajo el agua”.

- ¿Quién proyecta el teatro Pérez Galdós?

“El teatro fue proyectado por el arquitecto Francisco Jareño y Alarcón, autor de la Biblioteca Nacional, entre otros espacios. Era un arquitecto de mucho prestigio y el hecho de que fuera contratado habla de la importancia que el teatro llegó a tener para la ciudad. Teatro que originalmente llevó el nombre de Tirso de Molina aunque a finales del XIX pasa a llamarse Pérez Galdós, que ya era un autor consolidado. Recibe su nombre por aclamación popular y el Ayuntamiento lo cambia. En 1918 se produce un incendio del que aún no se saben las causas aunque la rumorología apunta a extrañas maniobras de quien lo arrendaba pero nunca se demostró. Sucedió un viernes por la noche cuando el teatro, un emblema con la catedral de la ciudad, queda reducido a cenizas. Sin embargo, se había convertido en algo tan importante para la ciudad que en apenas unos diez años se reconstruyó y remodeló bajo las órdenes de los hermanos Martín-Fernández de la Torre”.

- Con esta historia, el teatro se convierte en el otro gran personaje de la novela.

“Intenté a través de este edificio que fuera como un soporte para crear una trama y sobre esa trama la historia del desarrollo de la ciudad en unos años muy importantes para el desarrollo de Las Palmas de Gran Canaria y también para Santa Cruz de Tenerife porque comienza el auge del comercio, a finales del XIX y principios del XX”.

- El personaje protagonista, Feliciano Silva, alias El Guirre, es de origen muy humilde pero termina convirtiéndose en uno de los hombre más poderosos de las islas. ¿Es tan oscuro el origen de algunas de las grandes fortunas de Canarias?

“Este personaje es creado y no tiene una base real. Las élites de Las Palmas de Gran Canaria, como imagino que las de Santa Cruz de Tenerife, surgen de una base aristocrática o burguesa. Antiguos terratenientes que se fueron haciendo con tierras desde los primeros años de la conquista y otros que a lo largo de los siglos se convirtieron en grandes fortunas. Lo que ocurre es que uno escribe y a veces, sin saberlo, lo que escribe tiene algún parecido con la realidad”.

- El Guirre hace su fortuna con la prostitución.

“Uno de los viajes más didácticos y duros de mi vida y que marcó mi experiencia personal fue el que realicé a Cuba en 2002. Nací en 1963 y en los años setenta viví la idealización de ese país y por el Che Guevara, así que cuando tuve la oportunidad de viajar a Cuba sufrí no una frustración pero sí un choque sentimental porque lo que pensaba mi generación por razones determinadas no se había materializado. Una de las situaciones que me golpearon más fuerte de ese viaje se produjo cuando visité la fábrica de tabacos Cohiba y vi en la puerta a un soldado con una metralleta. Al entrar en la fábrica me encontré con un galpón lleno de mesas con cubanos y cubanas cortando tabaco en unas condiciones muy precarias y frente a ellos, pintado en la pared, un emblema en el que se leía Si naces pobre y eres honrado no tendrás tiempo de hacerte rico. Con esto quiero decir que Feliciano Silva no se conforma con ser pobre y que la única manera de no ser pobre en aquellos tiempos era vender pescado por la calle y dedicarse a asuntos turbios que, por otra parte, existían. Y muchos”.

- Al leer la novela tuve la sensación que Feliciano Silva no tiene nada que ver con El Guirre. Y El Guirre nada que ver con Feliciano Silva.

“Son el mismo personaje pero es verdad que son también distintos. Creo que a Feliciano no le gusta El Guirre porque es un individuo muy odiado aunque el personaje tiene sentimientos, como cualquier persona. Mi literatura no es tipológica, es decir, que no creo ni en buenos ni en malos porque todos participamos de ese tótum revolutum. Por lo que mi personaje pese a que elija la vida turbia tiene momentos en los que deja ver sus sentimientos. Sentimientos como el amor a sus padres, que resulta evidente y a los que le construye un panteón; a su hija y por la música. Así que sí, si hay algo que separa el carácter de Feliciano del El Guirre”.

- ¿Cuál fue el origen de la novela?

“No fue idea mía sino que formó parte de un proyecto”.

- ¿Un proyecto?

“En el 2008 me lo propone un amigo y editor, Plácido Checa. Se le ocurrió hacer una traslación de Los episodios nacionales de Galdós a Canarias, una especie de episodios insulares que tenían dos peculiaridades. Por un lado, que esos episodios tenían que estar dirigidos al público infantil y juvenil y por otro que cada una de las novelas no estuvieran escritas por un solo autor sino varios. Y me propuso que escogiera uno y elegí el Teatro Pérez Galdós que dio origen a La noche de fuego que funcionó bastante bien”.

- La noche de fuego e refiere al incendio del Pérez Galdós.

“Sí, exactamente. Gustó tanto que los niños me animaron a que escribiera una segunda parte y pensé en un proyecto más amplio que finalizaría en 2007. En tres años escribí una quinientas páginas pero las ambiciones eran tan grandes que lo paré en 1921”.

- El teatro en medio del océano resultó finalista del Premio Nadal 2022.

“Que la novela llegara a estar entre las finalistas de un premio nacional como el Nadal significa que al jurado el espacio de Canarias le resultó atractivo literariamente, lo que no es un logro mío sino algo que se ha ido gestando a través de los años gracias a la trayectoria de otros autores que me han precedido y que han ido abriendo el paladar del gusto literario de la península a este territorio y sus gentes”.

- La novela toca pero levemente el pleito insular.

“El pleito insular no se trata de manera profunda pero sí que aparecen los futuros síntomas de rivalidad entre Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria. Fue una de las cosas que más me preocuparon desde el punto de vista social y cultural. En mi caso, intento siempre hacer una vinculación de la trama con otras islas. De hecho, uno de los personajes, finés y que recala en Gran Canaria siguiendo la huellas de Humboldt, quiere viajar a Tenerife. Yo me siento en Tenerife como en casa porque tenemos que estar por encima de pleitos aunque no podamos borrarlo”.

- ¿Y cuáles son los síntomas del pleito insular en la novela?

“Explico que fue una pugna entre agustinos y dominicos para obtener una gula y conseguir la Universidad. Además, la Capitanía se instala en Tenerife y a partir de ahí se genera una lucha entre las dos islas por recibir las mejores instituciones públicas y eso ha llegado hasta nuestros días. En el siglo XIX se otorga la capitalidad a Santa Cruz, lo que sienta mal a los grancanarios. Miguel de Unamuno, en una visita a la ciudad en 1908 calificó estas disputas de rencillas cabileñas, lo que no cayó nada bien a la burguesía de aquel entonces”.

DOCUMENTACIÓN

El teatro en medio del océano es una novela histórica y las novelas históricas requieren de mucha documentación para ambientar con la mayor exactitud posible la época que reflejan. En el caso de Francisco Juan Quevedo, y a pesar de que había escrito La noche de fuego que transcurre en un año concreto, 1918, reconoce que cuando comenzó la redacción de la obra por la que sería finalista al Nadal “no sabía que fuera tan complicado escribir una novela de este género porque además del proceso creativo se añade el de documentación”. La documentación lo llevó a rastrear libros y buscar calles ya que muchas de las que hubo en aquellos tiempos ya no existen o han cambiado de nombre. Este proceso, sin embargo, le permitió ir descubriendo cosas que desconocía. “Consulté periódicos, muchos de Tenerife porque buscaba noticias de ámbito regional y nacional como la visita de Alfonso XIII a Tenerife”.

Saludos, a dos días de febrero, desde este lado del ordenador

Secuestros literarios, una novela de Santiago Gil

Jueves, Enero 26th, 2023

“Me han robado todo lo que tenía varias veces. He llamado a prostitutas en la madrugada que luego desaparecen por la mañana con mi cartera, mi portátil y mi teléfono. Esos son los peores despertares. Muchas veces no recuerdo haberme acostado con ellas. Cuando estoy borracho solo quiero una mano que me sostenga en medio de ese abismo que es mi propia conciencia. Jamás he repetido con la misma prostituta dos veces”.

(Secuestros literarios, Santiago Gil, Editorial Siete Islas, 2022)

A pesar de que no lo aparente, Santiago Gil es un escritor extraordinariamente dotado para el humor. Un humor muy español porque en sus historias la risa siempre resulta torcida. Es decir, que lo cómico resulta a la postre trágico.

Estos elementos se detectan en Queridos Reyes Magos, que considero su mejor novela pero también se derrama en cantidades cada vez más reducidas en el resto de una obra que se caracteriza por su fecundidad. Es como si Santiago Gil se pasara el día escribiendo, escribiendo y guardando novelas en carpetas que va acumulando en el ordenador. Con la bibliografía que descansa hasta este momento tras sus espaldas, en torno a las dieciséis si no se equivocan mis cálculos y esto sin sumar las novelas cortas, los cuentos y poemas, creo que queda claro que estamos ante un hombre al que le gusta escribir y contar historias. Historias en las que se aprecian constantes que han ido madurando por el paso del tiempo y que de una manera u otra aparecen en la mayoría de sus libros. Una de ellas, la sombra del fracaso y lo que conlleva desprenderse –involuntariamente– de una realidad para caer en otra mucho peor. El sentimiento de pérdida y el paso inexorable de los años son también constantes en sus libros, así lo observo en dos de sus más recientes novelas históricas, las dos basadas en grandes personajes de la literatura y el arte como son Benito Pérez Galdós y José Jorge Oramas, ambos nacidos en las isla de Gran Canaria y ambos protagonistas de El gran amor de Galdós y Mediodía eterno. Resulta muy llamativo que estos dos grandes personajes en los que Santiago Gil detiene su atención estén unidos en estos relatos por la edad. Una primera juventud en la que comienzan a gestarse los primeros fracasos y las primeras ausencias.

La editorial Siete Islas publicó en 2022 Secuestros literarios, una novela que Santiago Gil escribió hace unos años y en la que late, sobre todo en su primera parte, el latido del escritor que descubrí en Queridos Reyes Magos. Es decir, al autor que sabe hacerme sonreír e incluso en ocasiones reír. Se tratan estos Secuestros literarios de estampas de la vida de un aprendiz de escritor al que le pasan muchas peripecias, las suficientes, piensa uno, para convertirlas en una novela que es lo que hace Santiago Gil sobre todo en una primera parte donde –aunque no se diga– uno se imagina quienes son los escritores a los que inoportuna el protagonista. Protagonista de una historia que, ya se dijo, está estructurada en forma de cuadros, escenas que lo llevan de un sitio a otro buscando el éxito y el reconocimiento. Que lo logre o no lo descubrirán quienes se acerquen a esta novela desprejuiciada, que nos presenta a un Santiago Gil pletórico por reír y hacernos reír, lo que consigue, se reitera, sobre todo en su primera parte.

La sonrisa primero y la risa después lo logra porque no se corta demasiado sino que se deja arrastrar por las circunstancias que le salen al paso a su protagonista. Lástima que esta libertad creadora se vaya desgastando en la segunda mitad de un libro que tiene más de experimento que de otra cosa. Y que al mismo tiempo investiga, solo que a mordiscos, sobre el arte de escribir y la condición del escritor. Esto podría explicar que los capítulos que estructuran la historia vayan decreciendo en número de páginas hasta convertirse, prácticamente, en párrafos a medida que se va aproximando el final.

Secuestros literarios
debe de leerse como un rapto al hecho de escribir. Y escribir es lo que hace, y muy bien, Santiago Gil, que es uno de esos autores a los que vale la pena seguir en las literaturas que en la actualidad se escriben en este archipiélago abandonado de la mano de los dioses. Santiago Gil tiene literatura, y esa literatura tiene un mundo propio y una forma muy personal de contarlo. Y esto se aprecia en sus Secuestros literario.

Saludos, se ha dicho, desde este lado del ordenador

Presentaciones de libros

Miércoles, Enero 25th, 2023

* Diez autores canarios rinden homenaje a la generación de los actuales abuelos, las personas nacidas en las primeras décadas del siglo XX, en el libro titulado Momento de cosecha, promovido por la escritora Cristi Cruz Reyes y que tiene carácter benéfico, ya que la recaudación íntegra obtenida por la venta de ejemplares se repartirá a partes iguales con destino a cubrir necesidades de los asilos Hogar Nuestra Señora de la Candelaria y Hogar del Santísimo Cristo de La Laguna.

El volumen reúne relatos y poemas que tratan de poner en valor las vidas, talento y esfuerzo en condiciones adversas de las personas que actualmente se encuentran en edad avanzada y sin cuya importante contribución no habría sido posible el bienestar y los niveles de desarrollo que disfrutan las generaciones actuales.

La publicación se presentará el jueves 26 de enero, a las 19 horas, en el Espacio de Periodismo y Comunicación de la Asociación de Periodistas de Santa Cruz de Tenerife (APT), ubicada en la Calle de San Francisco número 68 y 70 de la capital tinerfeña, y el miércoles 1 de febrero, también a las 7 de la tarde, en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, situada en la Calle de San Agustín número 23 de La Laguna.

Esta edición única incluye los relatos El sonido de las campanas de Felicidad Batista, Como si uera a desaparecer de María Teresa de Vega, ¡Trato hecho! de Agustín Gajate Barahona, Los miserables de Damián H. Estévez, María de Javier Marrero Fernández, El cigarrillo de Iván Morales Torres, Los años de María Candelaria Pérez Galván y Siete minutos por paciente de Cristi Cruz Reyes. A éstos se suman los poemas de Carmen Paloma Martínez y el titulado Dos árboles en medio del jardín de Elena Villamandos González.

* El periodista, presentador y escritor Jesús Cintora se reunirá con el público del Festival MiradasDoc para la presentación de su último libro, No quieren que lo sepas. Una obra que se adentra en cuestiones de la política y la justicia al abordar la cara oculta de los sucesos más relevantes de nuestro tiempo.
 
Cintora es reconocido por haber presentado programas de televisión como Las Mañanas de Cuatro, Cintora a pie de calle y La línea roja para Cuatro (Mediaset); Las cosas claras de TVE; y Carretera y manta de La Sexta (Atresmedia). En la radio ha trabajado en la Cadena SER desde 1996 hasta 2011, desarrollando una intensa actividad en la que ha dirigido los noticiarios Matinal, Hora 14 y Hora 25 fin de semana, además de coordinar el tramo informativo de Hoy por hoy con Iñaki Gabilondo.
 
El encuentro tendrá lugar el jueves 2 de febrero a las 11:30h en el Auditorio de Guía de Isora. Acto seguido, tendrá lugar la proyección de la película Robin Bank, con la presencia de su directora, Anna Giralt.

Saludos, ahorita, ahorita todos contentos, desde este lado del ordenador
 

Lydia Vázquez: “La literatura de Annie Ernaux funciona como la voz de nuestra conciencia”

Martes, Enero 24th, 2023

Lydia Vázquez es la traductora en español de los libros que la escritora francesa Annie Ernaux, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 2022, publica en la editorial Cabaret Voltaire. Vázquez mantiene con Ernaux una relación de amistad que va más allá de lo profesional. Mucho ha llovido desde que publicó su primera traducción en Alianza Editorial, ¿Qué es el Tercer Estado?, de Emmanuel Joseph Sieyès a la que siguió Mis galerías y mis pintores, de Daniel Henry Kanhweiler, aunque guarda grato recuerdo de todas ella.

Sobre Annie Ernaux y de traducción, habló Lydia Vázquez el pasado sábado 7 de enero en la Librería de Mujeres, en la capital tinerfeña, donde mantuvo un encuentro con la catedrática de Filología Francesa de las universidades del País Vasco y La Laguna, Dulce Mª González Doreste, y de traducción y sobre la ganadora del Premio Nobel de Literatura del año pasado se habla y mucho también en esta entrevista.

– ¿Qué grado de dificultad tiene traducir a una escritora como Annie Ernaux?

“Grande porque escribe muy bien y normalmente lo que hay que hacer es intentar que el libro se traduzca al español lo más exactamente posible al original. La mayoría de los autores que traduzco son grandes escritores pero con Annie Ernaux pongo especial cuidado y voy despacio. La mayor dificultad es que su escritura a pesar de su aparente sencillez y a la que ha despojado de cualquier estilo literario, mide mucho las palabras. Es decir, que cada palabra está cargada de muchos sentidos, cuentan con varias capas y se tienen que entender todas esas capas para registrarlas en castellano. Ernaux escribe además con muchas referencias culturales, no necesariamente elitistas, y si cita una película, un libro o una canción la busco y la veo, lo leo o la escucho. Y eso me lleva tiempo. Intento traducirla lo mejor posible pero es un trabajo lento y laborioso pero al mismo tiempo muy gratificante”.

- Cuando la está traduciendo y le asalta alguna duda ¿suele consultarlo con ella?

“Suele decirles a mis alumnos de Traducción Literaria que no intenten dar el coñazo a los autores. No soy partidaria de consultar con el escritor si se tiene una duda porque entiendo que el traductor tiene que descubrir las soluciones por sí mismo. Otra cosa es cuando llega a un callejón sin salida, lo que me ha pasado alguna vez con Annie Ernaux y ella me despeja la duda pero no es algo que suceda a menudo ya que cuando hablamos, hablamos de cosas de la vida en los email que cruzamos más que de las dudas que puedan suscitarme sus textos. Suele decirme que tiene confianza en mi”.

- ¿Y como lectora que destacaría de su literatura?

“Por un lado ha sabido hacer una cosa muy difícil y por eso se la compara con Céline aunque a ella no le parezca pertinente, y es la introducción de un lenguaje que no es el lenguaje clásico, ajustado a formas clásicas. Hace lo mismo con las referencias culturales que pueden ser clásicas como populares. Es decir, que lo mismo escribe expresiones muy populares, como las que puede decir un borracho que habla como un borracho, con las de un personaje de clase acomodada y esa mezcla la domina muy bien y le da realismo a sus obras en el buen sentido de la palabra además de que nos creemos los personajes que presenta. Para mi fue una revelación. En el siglo XX se habló de Los armarios vacíos que es algo distinto de lo que por aquel entonces se promocionaba como la nueva novela y ya la admiraba por su mezcla de registros lingüísticos y por situarse en el universo del pueblo que no estaba muy presente en la literatura francesa del XX”.

- ¿Tiene Annie Ernaux algún libro que la haya marcado especialmente?

“Si hubo un libro que me marcó fue La mujer helada porque cuando lo leí no sabía si era anti o pro feminista. La novela presenta a una mujer con esperanzas de ser escritora, es un relato muy autobiográfico y tiene una pareja que parece una persona liberal, equilibrada y que cree en la igualdad pero cuando contraen matrimonio ella se convierte en un ama de casa, cuida del hogar, le prepara la cena a su marido, cuida de los niños… Cuando leí el libro entendí que esa postura, que es todo lo contrario a lo que defienden las feministas, ¡es una actitud feminista!, de verdadero feminismo. Es decir, que no tenemos que ser súper mujeres. De hecho, todas hemos estado heladas alguna vez y una feminista como Annie Ernaux reconoce que eso puede, y de hecho pudo con ella, pasar. Y eso me acercó más a este feminismo porque es más auténtico que el de las súper mujeres”.

- ¿Y otros títulos que recomendaría además de La mujer helada?

“Eso depende de la persona, de la edad y hasta del sexo del lector. A mis alumnas les gusta mucho La mujer helada y Mira las luces amor mío, que se desarrolla en un hipermercado. Desde mi perspectiva y ya con cierta edad, Los años me parece su libro más acabado ya que es la crónica popular de todo el siglo XX. Empieza cuando nace ella, en 1940 y acaba con su nieto en los brazos y cuando está escribiendo esa novela donde evoca las comidas familiares donde sus mayores rememoraban la I Guerra Mundial. Es la historia con minúscula, la de la gente normal. La historia que vive la gente de a pie. Pero me gustan todas sus novelas. Los armarios vacíos es muy, muy especial, empieza con la narración de un aborto clandestino. Hay que leerla porque no se trata de una escritora que se mire el ombligo y no practica la autoficción. Rechaza esos calificativos. En todo caso es una escritora que cuenta cosas que hemos vivido como ella. Y el aborto clandestino no es una excepción. O su cáncer de pecho y el Alzheimer de su madre o descubrir a una hermana que nunca conoció porque su familia la había silenciado. Como dice una buena amiga, la literatura de Annie Ernaux es como si fuera la voz de nuestra conciencia y tiene un poco de eso. Es como si te estuviera hablando dentro de la cabeza. Hay que leerla para ir colocando las piezas de ese fantástico rompecabezas que es el ser humano y sus vivencias”.

- Annie Ernaux recibe el Nobel de Literatura el año pasado, ¿le sorprendió que se lo otorgaran?

“En mi caso quería se lo hubieran dado el año anterior. No conozco a todos los escritores franceses que optaban al Premio, entre los que estaba Michel Houellebecq, pero entre él y ella me quedo con ella entre los que merecen recibirlo en lengua francesa. Lengua que, por otro lado, llevaba tiempo sin recibir el Nobel de Literatura cuando se trata de una gran literatura. Que el Nobel recayera en un escritor francés y encima en una escritora que no solo por ser mujer, se lo merecía es un Premio creo que popular porque tiene muchísimas lectores, y todas ellas entienden esta distinción como si se las hubieran dado a ellas. Es verdad que hay personas que han manifestado su contrariedad pero esas críticas han sido escasas”.

– Pero que tenga constancia Annie Ernaux hasta obtener el Nobel no era demasiado conocida en España.

“La editorial para la que traduzco su obra, Cabaret Voltaire, ya la estaba editando en español antes de que obtuviera el Nobel de Literatura, es una autora que les ha funcionado siempre bien. Personalmente, he hecho muchas presentaciones de sus libros y entre las feministas es un icono y tiene éxito en los ambientes universitarios. Ahora con la concesión del Nobel, la gente que la conocía oye hablar de ella y la descubre aunque es una escritora de sobra conocida en países como México, Argentina y Chile, entre otros”.

- ¿Es una escritora feminista?

“Annie Ernaux habla maravillas de Simon de Beauvoir, le marcó mucho la lectura de El segundo sexo aunque su modelo de escritora feminista es Virginia Woolf. Respeta el feminismo de los años 60 y 70 que hubo en Francia pero nunca militó en estos movimientos y sí en los que reclamaban la legalización del aborto por cuestiones casi personales pero nunca formó parte de partidos ni movimientos aunque se declara feminista pero en vez de presentarse como una mujer completamente liberada se presenta como un ser humano con todas sus contradicciones. No le gusta que la encasillen como escritora, es un escritor más porque en literatura no hay escritura masculina ni femenina. Su feminismo es otro feminismo, muy distinto al de finales del siglo XX”.

- Pero ¿cuál es su mirada dentro de un movimiento, como el feminista, movimiento que parece tan fragmentado al menos en España
?

“No sé si el feminismo está roto en España pero en Francia sí que está más dividido. En un libro de próxima aparición y en el que reflexiona sobre su escritura dice que no está de acuerdo en que se prohíba a las mujeres llevar velo en Francia aunque hay feministas que sí lo están. Con todo, es una mujer respetada por el feminismo pero muchas feministas no están siempre de acuerdo con ella”.

- Hablando de traducción, ¿qué opina de esa frase maldita que afirma que traductor es igual a traidor?

“Que es una frases que los traductores arrastraremos hasta el final de los tiempos. Hay traductores traidores pero no todos y debemos hacer lo posible por no serlo. El mejor traductor no es un escritor, que suelen ser malos traductores porque traicionan sus traducciones al añadir cosas de su propia cosecha cuando un traductor debe ser lo más transparente posible. En mi caso quiero que no se note para nada que estoy ahí, en la traducción, porque no podemos caer en la tentación de arreglar, modificar… La traducción perfecta no existe pero es que el libro perfecto tampoco existe. Por otro lado, creo que es muy importante para traducir contar con una formación literaria y universitaria. Eso sí, reivindico que se pague mejor a los traductores, que se mire a Francia donde al traductor se le paga muy, muy bien”.

- En los últimos tiempos, ¿cómo cree que ha evolucionado la traducción en España?

“La traducción en España ha evolucionado mucho desde el siglo XVIII. Lo que hizo Marchena me parece fantástico porque sabía mucho español y francés pero entonces se traducía de otra manera. En el siglo XIX más que traducir se adaptaba y salían muy buenas adaptaciones, libros que fluyen muy bien pero se manejaban unas libertades que ahora no se permiten. En el XX hay buenos traductores individuales aunque la mayoría son muy malos porque no había formación. Por ejemplo, hay una primera traducción de Los armarios vacíos que es un desastre total. El traductor era un poeta catalán que sabía catalán pero no francés. La culpa aquí no es del traductor sino de quienes le encargaron la traducción. La traducción de un libro que si lo lees resulta indigerible”.

- ¿Depende el sexo del traductor que el libro que va a traducir esté escritor por una mujer o por un hombre?

“Creo que no cambia nada. En el caso mío con Annie Ernaux es verdad que cuando la leo siento que es como la voz de mi conciencia pero eso es así porque a mi me han pasado muchas de las cosas que le han pasado a ella pero cuando la traduzco, cuando traduzco en general a cualquier autor, procuro guardar las distancias. Diderot hablaba de la paradoja del comediante y yo hablo de la paradoja del traductor. Es decir, que cuando el traductor se identifica más con el escritor tiene que olvidarse de esa identificación y mantener una distancia objetiva con el texto porque si le pone entusiasmo, el entusiasmo , ya se sabe, no va bien con el intelecto”.

En la imagen. Lydia Vázquez con camisa blanca junto a Annie Ernaux

Saludos, carraspeo, desde este lado del ordenador

El caso Lèon Sodorski, una novela de Romain Slocombe

Lunes, Enero 23rd, 2023

Francia comienza a contar su historia, sobre todo durante la II Guerra Mundial, con aires renovados. Es como si el paso del tiempo y la natural distancia que conlleva, obligara a que su mirada al pasado sea con otros ojos, casi como si se hubieran quitado las lentes que hasta ahora distorsionaban unos hechos que no han resultado tan heroicos como muchos, y sobre todo los franceses, pensaban.

Comienza en este sentido a brotar, es verdad que aún a cuenta gotas, toda una literatura que revisiona un tiempo feroz, sobre todo en un país que sufrió la humillación de ser ocupado tras una derrota que narró tan bien y con atinada pluma periodística Manuel Chaves Nogales en La agonía de Francia, un relato que no creo que entusiasme demasiado a los franceses precisamente porque cuenta los hechos que condujeron a su ejército a la derrota como se tenía que decir: sin paños calientes. Al margen de Nogales, es verdad que de un tiempo a esta parte han surgido sobre todo novelistas que han apostado por contar sus historias en un periodo tan triste para esa república europea que nos enseñó a cantar La Marsellesa y a exclamar en las barricadas libertad, igualdad y fraternidad, pero no termina por digerir el plato caliente del comportamiento que la mayoría de sus ciudadanos tomaron cuando Francia, como después de la guerra sería Alemania, resultó dividida en dos mitades. Por un lado la ocupada por el ejército alemán, con capital en París donde ondeó la bandera de la cruz gamada hasta agosto de 1944, año de la liberación de la capital francesas por las tropas aliadas.

Toda esta literatura y todo ese cine que puede rastrearse en películas tan notables como Lacombe Lucien, de Louis Malle, entre otras, y en la excelente Trilogía de la ocupación de Patrick Modiano, es una literatura a la que ahora se incorpora El caso Léon Sadorski, del escritor y guionista de cómics Romain Slocombe, una trilogía de la que ha aparecido en España de momento el primer volumen.

Protagonizada por Léon Sadorski, un inspector de la policía anticomunistas que se ha acostumbrado a vivir y convivir con los nazis, que ocupan parte de su país, hacía tiempo que no leía una historia en la que su personaje principal resultase tan antipático y odioso aunque quizá sean estos rasgos lo que lo hacen tan enojosamente humano y, que me perdonen los franceses, tan francés.

La acción se desarrolla en la primavera de 1942, y nos presenta a León como un despiadado cazador de judíos al que un mal día la Gestapo solicita sus servicios para que emprenda una misión “especial”, que lo llevará a Berlín, donde será torturado (y ya sabrán las presuntas razones si leen el libro) por la misma Gestapo en un juego de cajitas chinas donde lo que parece probable se convierte en improbable y viceversa. En esta larga carrera hacia adelante, Léon Sadorski descubre cosas inimaginables que si bien horadan su hasta ese momento plácido por rutinario mundo, mundo que afecta también a su aparentemente feliz matrimonio, servirá a Slocombe para ir mostrando las vergüenzas de una sociedad, la francesa, perfectamente instalada en un cinismo que les lleva a colaborar sin demasiados dolores de cabeza con el ejército de ocupación.

Todo en este libro (e imagino que en sus dos entregas restantes) resulta así inquietante, y no solo por la doblez de una ciudadanía que solo desea vivir en paz, sumida en una placidez burguesa que les hace mirar hacia otro lado mientras la vida siga más o menos su curso, sino también por los pensamientos que invaden el imaginario de un funcionario que se siente a disgusto cuando no le dejan que haga su trabajo. Un trabajo, el de perseguir judíos, que hace tan bien porque casi parece que nació para ello.

No es la primera vez en estos últimos años que los que perdieron la guerra se presentan en una obra literaria de ficción como los protagonistas de una historia que hace, ese fue al menos nuestro caso, que el libro tiemble en nuestras mano. Muchos recordarán la polémica que suscitó la publicación de Las benévolas, aquella voluminosa novela en la que Jonathan Littell narraba la vida de un oficial de las SS. Solo que si en este último caso la obra no aguantaba bien en su parte final, la violencia empapaba prácticamente todo este tramo hasta llegar a un Berlín rodeado por el ejército soviético, estos excesos apenas se observan en la obra de Slocombe porque lo que le interesa al autor es contarnos desde dentro la nueva moral que alimenta a su eficaz y corrupto policía, un tipo que no piensa que haga nada malo al detener a hombres, mujeres e incluso niños y niñas judíos porque así se lo han ordenado sus superiores.

No es una novela cómoda de leer, y no porque el escritor se complique con experimentos literarios sino porque su protagonista, Léon Sadorski, es un perfecto hijo de perra aunque él piense que los perfectos hijos de perra son los que persigue. Solo un problema con esta novela, y es la de esperar a la publicación (espero que pronta) del segundo y tercer volumen de una saga que ya ha hecho historia en las letras francesas. No todo en aquella Francia dividida fue resistencia sino también colaboración.

Saludos, aquí al lado, a la vuelta de la esquina, desde este lado del ordenador

Comienza la balacera: Aridane Criminal 3

Martes, Enero 17th, 2023

Si ni la pandemia ni la erupción del volcán que asoló esta parte de la isla de La Palma pudo frenar las dos primeras ediciones de Aridane Criminal, todo apunta a que la tercera, que se desarrollará en esta localidad del 18 al 21 de enero próximos, está preparada para combatir toda clase de elemento. Sobre elementos, pero humanos, se preocupan parte de los contenidos de un Festival que ha diseñado un programa de actividades en el que participarán algunos de los representantes más destacados del género negro y criminal como la escritora argentina Claudia Piñeiro, Antonio Altarriba, Jon Arretxe, Diego Ameixeiras y Javier Díez Carmona así como nuevas voces que irrumpen con fuerza como las de Núria Bendicho Giró y Marta Prieto.

En el Espacio Antonio Lozano, dedicado a las literaturas africanas, Aridane Criminal contará con el autor ecuatoguineano Francisco Zamora Loboch.

Como ya sucedió en ediciones anteriores, el Festival incluye además de presentaciones literarias y debates, un taller creativo, Cómo acercarse a la escritura de un guion y no desesperar (o morir) en el intento, que impartirá el escritor y guionista Carlos Bassas del Rey y en cuanto a la sesión cinematográfica, denominada El día del espectador, se exhibirá un clásico que será presentado por el escritor y cineasta Elio Quiroga: La jungla de asfalto, filme dirigido por John Huston e interpretado por Sterling Hayden y una jovencísima Marilyn Monroe según la novela del mismo título de W.R. Burnett y que ilustra “muy bien uno de los asuntos que deseamos tratar este año: el género negro como vehículo de desvelamiento y denuncia de la corrupción, tema del que se ocupará El ojo público, una de las mesas de debate del viernes 20”, explica el director del Festival, el escritor Alexis Ravelo.

El programa cuenta también con otras meses debate como la titulada Otras voces, otros ámbitos, en la que intervendrán tres autores que desarrollan su obra en euskera, galego y catalá y una nueva sección que se incorpora al encuentro, como es Panorama isleño, que pretende tomar el pulso a las nuevas narrativas negrocriminales que aparecen en Canarias.

Como ya sucedió en las dos anteriores ediciones, la música y la literatura se mezclarán en Letras a tiros. Si en la primera se repasó a ritmo de jazz el género negro en Norteamérica y al año siguiente en Argentina con una banda sonora de tango, está previsto que en la edición de este año se dedique al polar, como se conoce la novela negra y criminal en Francia, con música en la que habrá prioridad a la chanson. Dan cuerpo a este espectáculo Cristina Santana y Cristóbal Montesdeoca, a quienes acompañará Carlos Álvarez, autor de la selección de los textos de alguno de los autores más interesantes de la novela negra y criminal francesa.

El miércoles 18 de enero se inaugura este III Encuentro a las 19 horas con la charla La mirada de Touré, un personaje, Touré, creado por el escritor vasco Jon Arretxe.

Tras el debate, y más o menos sobre las 20, se proyectará ese mismo día y dentro de El día del espectador La jungla de asfalto, que contará con una conferencia que bajo el título de Huston, Burnett y la corrupción absoluta, expondrá el cineasta y escritor Elio Quiroga.

La programación del jueves 19 de enero contará de 17 a 19 horas con el taller Cómo acercarse a la escritura de un guion y no desesperar (o morir) en el intento, que desarrollará Carlos Bassas del Rey y a las 18 horas se abordará el Panorama isleño: Acercamiento a las obras recientes de autores insulares, en la que participarán los escritores Julieta Martín Fuentes y Esteban San Juan Hernández y una hora después, a las 19, las escritoras y escritores Núria Bendicho Giró, Valeria Correa Fiz, Javier Díez Carmona y Marta Prieto hablarán de sus aportaciones al género a través de sus relatos y novelas que ambientan en espacios urbanos como rurales.

Ese mismo jueves pero a las 20 horas habrá un encuentro con Antonio Altarriba, Yo, Altarriba, en el que el escritor y guionista mantendrá una conversación con Paco Sánchez, en la que se hablará mucho de cómics. Altarriba va unido a los dibujantes Luis Royo, Laura, Kim o Keko y su obra recorre vastos territorios que abarcan desde el testimonialismo de El arte de volar a la sátira en torno a la corrupción política en Yo, mentiroso.

Por último, y a las 21 horas en el Espacio Antonio Lozano, habrá un encuentro con Francisco Zamora Loboch, escritor ecuatoguineano que explora los submundos del fútbol, los negocios o la alta política en novelas como El Caimán de Kaduna o Conspiración en el green.
 
Las actividades del viernes 20 de enero continuarán a la misma hora con la segunda jornada del taller Cómo acercarse a la escritura de un guión y no desesperar (o morir) en el intento y a las 19 horas tendrá lugar la mesa redonda titulada El ojo público. La novela negra como vehículo de denuncia de la corrupción en la que participarán Marta Prieto, Javier Díez Carmona y Francisco Zamora Loboch. A continuación, a las 20, y bajo el epígrafe Otras voces, otros ámbitos, Jon Arretxe, Diego Ameixeiras y Núria Bendicho Giró hablarán de sus universos narrativos que escriben en vasco, gallego y catalán, respectivamente. Por último, y a las 21 horas, se mantendrá un diálogo con la escritora argentina Claudia Piñeiro, ganadora, entre otros premios, del Dashiell Hammett.

Las actividades del sábado 21 de enero comenzarán a las 11 de la mañana con la Literatura más allá del género, una mesa redonda en la que intervendrán Claudia Piñeiro, Valeria Correa Fiz, Carlos Bassas y Diego Ameixeiras y a continuación, a las 12, con Dímelo en la calle, una lectura de textos a cargo de los escritores invitados al Festival.

La jornada finalizará a las 13 horas con el espectáculo Letras a tiros. Pólar. Un recorrido por la novela criminal en francés, que con guion de Alexis Ravelo, locución de Carlos Álvarez y la voz de Cristina Santana y Cristóbal Montesdeoca al piano repasarán la novela policíaca francesa.

Saludos, comienza la balacera, desde este lado del ordenador