No tan leves

Viernes, Marzo 8th, 2013

RUIDO.- Dirección: Daniel León Lacave, 2012. Guión: Borja Texeira y Daniel León Lacave. Intérpretes: Ragüel Santana y Cathy Pulido. (Duración: 7 minutos)

MIRANDO HACIA ATRÁS.- Dirección y guión: Daniel León Lacave, 2013. Dirección de actores: Emma León. Sonido: Mónica Tirado y Pablo González. Intérpretes: Borja Texeira, Penélope Acín y Víctor León. (Duración: 11 minutos)

SILVIA.- Dirección, guión, producción: Adrián González Barreto, 2012. Música: Juan Carlos Ortega. Intérpretes: Acerina Cruz, Rubén Sastre y Dara Abrante. (Duración: 10 minutos)

RONDÓ.- Dirección, guión y montaje: Josep Vilageliú, 2013. Producción: La Mirada Gorostiza, Factoría Estudio y PROIM Canarias. Producción: Laly Díaz. Sonido y música original: René Martín. Fotografía: Eduardo Gorostiza, Ramón Santos. Ayudante producción: Chantal Rodríguez. Ayudante dirección: Macario García Calvo. Vestuario: Elena de Vera. Maquillaje: Cristina López. Foto Fija: Françoise Mascaraque. Intérpretes: Enzo Scala, Idaira Santana, Leonor Cifuentes, Winslow Iwaki, Chema Menéndez. (Duración: 39 minutos)

A base de insistir, no ya con palabras sino con hechos, ha terminado por formar parte de mi vocabulario como aficionado al espectáculo cinematográfico la denominación de cine leve porque los que integran este me atrevería a definir como movimiento, además de incansables son prácticamente los únicos que a este lado del Atlántico insisten en rodar y presentar películas cuando el sueño del subvencionado cine canario se ha difuminado en la nada de un sueño para unos o en la pesadilla para otros.

Afortunadamente, y ya hemos dado constancia en este mismo su blog, la tribu del cine leve continúa enriqueciendo el panorama de cine rodado en Canarias pese a la crisis, pese al fantasma del antaño multimillonario cine rodado en Canarias cuyos productos nacían y muchos morían –sin que viéramos resultados objetivos de tanto dinero invertido– nada más nacer tras recibir luz verde de aquellas chiripitifláuticas (des)comisiones que, por norma general, ninguneaba el trabajo de directores que, hartos de esa situación, decantaron sus esfuerzos por elaborar un cine independiente caracterizado desde sus orígenes por la indigencia presupuestaria pero no su profundo amor al cine.

Cine leve que desde ese entonces no ha dejado de rodar y crecer.

Y cine leve que desde ese entonces estrena con puntualidad germana sus últimas propuestas porque cuenta ya con propia filmografía y un público leal y entregado que suele llenar la sala de TEA.

En este sentido, y mientras existan los leves, aún le queda mucha cuerda a ese cine rodado en Canarias con presupuesto de risa pero en el que late más el corazón que la cabeza. Más el furor que genera los sentimientos que la pretenciosa y homogénea intención de tomarse en serio porque es profesional.

No, en eso que se conoce como cine leve palpita –por modesta y humilde que sea la propuesta– un aliento que en ocasiones araña y conmueve el corazón del espectador.

TEA Tenerife Espacio de las Artes acogió el jueves pasado, 7 de marzo, una nueva sesión leve en la que mostraron sus nuevas experiencias los veteranos Daniel León Lacave y Josep Vilageliú, así como Adrián González Barreto.

Me interesa el trabajo que realiza Daniel León Lacave porque su cine, que tiene mirada, está realizado por un francotirador al que le gusta contar historias adaptándose a las circunstancias –el puñetero coste cero– que maneja disfrazando la pobreza presupuestaria con un poético minimalismo que me resulta además de muy personal, desconcertante.

Por otro lado, no deja de sorprenderme los nuevos trabajos que presenta Josep Vilageliú porque está comprometido con su universo personal, narrando casi siempre la misma historia desde perspectivas diferentes que enriquecen cada uno de sus últimos títulos, caracterizados ellos por una compleja y atractiva armadura cinéfila, un potente sentido del erotismo y un cuidado en la puesta de escena que lo hace, paradójicamente,  el menos leve de los miembros de la tribu.

Desconocía trabajos anteriores de Adrián González Barreto, aunque intuyo a un cineasta con personalidad en su emocional cortometraje Silvia, cuya lectura no deja de inquietarme sin apenas salir de las cuatro paredes de un salón que se transforma –en violentos tránsitos a color y a blanco y negro– en antesala de un purgatorio.

Cuatro trabajos –dos de Lacave y uno de González Barreto y Vilagelú– en los que veo, no descubro, miradas en continúa evolución que no renuncian a ser ellas mismas. Señas de identidad en las que coincide capacidad de trabajo y un amor a esto del cine que, a mi juicio, no hace tan leve su cine como ellos reiteradamente insisten.

Ruido y Mirando hacia atrás son las dos piezas que firma Daniel León Lacave.

La primera experiencia cuenta una historia pequeña que se mastica y digiere sin pesadez intelectual y en la que su autor, porque Lacave es un autor, prescinde de diálogos que absorbe el ruido que genera una manifestación donde se encuentran sus dos protagonistas, papeles que interpretan Ragüel Santana y Cathy Pulido.

Me parece una pieza original y rompedora, en la que late cine en lo que solo, y escribo solo, es una historia más del más naturalista de los leves.

Mirando hacia atrás es un cortometraje áspero y feroz sobre un hombre y una mujer que ya no tienen nada en común salvo el fruto de aquella relación: un niño. Tiene miga este trabajo que si por algo se caracteriza es por su economía de medios y unos actores –Borja Teixeira, Penélope Acín y Víctor León, el niño–que hacen creíble ese vacío existencial mientras la ex pareja se saca las tripas sentados en un parque.

Adrián González Barreto explora también en Silvia el cosmos de la pareja pero desde una perspectiva sobrenatural. Ya comenté antes que su corto transcurre en apenas una habitación que podría ser antesala del purgatorio, pero captura la atención porque pone al servicio de su historia una realización que contribuye a reforzar un relato que en clave poética termina, entiendo, como una condena.

Rondó, de Josep Vilageliú no es un corto sino un mediometraje (39 minutos) y –es una cuestión de gustos– a mi me parece la mejor película que ha firmado el realizador hasta la fecha.

Es Rondó una película cuidadísima, con elegante factura técnica en la que Vilageliú rinde un peculiar homenaje al cine en cuatro cuadros (Exterior día, Interior día, Interior noche, Exterior noche) sin chirriante sentimentalismo y sí mucho amor a eso que llaman séptimo arte.

En Rondó confluye además muchas constantes que podríamos ya definir como vilageliunianas, pero sin sus molestas pretensiones intelectuales y sí un sano y refrescante sentido del humor en el que revela con estilo el desgaste de una pareja madura que pese a todo se soporta, y el de una joven y sana pareja de jóvenes que probablemente terminará acostumbrándose a sus rutinas.

Vilageliú, apoyado por la música de René Martín, reiterativa como todo Rondó que se precie, muestra el óxido de esas relaciones mostrando a la joven leyendo un libro y a su pareja absorto con un video juego que, pudorosamente no muestra el director en pantalla; así como al hombre maduro dejando camisas sueltas sobre la cama mientras su compañera observa en televisión El eclipse, el filme de Antonioni que parece que devora al mismo Rondó de un Vilageliú en estado de gracia.

Un cineasta que en este mediometraje termina su interesante tributo al cine y a la mirada del espectador con uno de los finales más bellos de su traviesa, poética y siempre a contracorriente carrera.

Saludos, suena The Kinks, desde este lado del ordenador.

Goyas 2013: No Lo Imposible sino Lo Posible…

Martes, Enero 8th, 2013

Escasa la presencia canaria entre los nominados a los Goya 2013.

En diseño de vestuario podría llevarse el cabezón que representa el busto del inmortal pintor aragonés, el lanzaroteño Francisco Delgado (Blancanieves).

En cortometraje de ficción, Voice Over, dirigida por el madrileño Martín Rosete y coproducida por la empresa canaria Volcanofilms es el otro título que participa en la que dicen es la gran fiesta del descacharrante, chiripitifláutico cine español.

Una pena, porque en la categoría de documental se presentaban dos trabajos producidos y realizados en esta tierra abandonada de las manos de los dioses que merecían haberse colado en la lista de nominados. Me refiero al arriesgado Cubillo: Historia de un crimen de Estado y Taro. El eco de Manrique, de Eduardo Cubillo y Miguel G. Morales, respectivamente.

Da la sensación, repasando los nombres que reproduce el listado Goya 2013 que el cine español, más cautivo y desarmado que nunca, regresa a sus cuarteles de invierno. A esa endogamia que tanto mal le ha hecho a una industria que pide auxilio por señas ante lo inevitable. Claro que, quién sabe, quizá espera Lo imposible, que ha sido la película taquillera (taquillazo) del año pasado en este país que anda igual de desnortado/noqueado que los protagonistas del filme de Juan Antonio Bayona.

Lo imposible compite con Blancanieves, el excelente policíaco Grupo 7 y El artista y la modelo. Los directores que han hecho posible estas cuatro películas también optan al cabezón diseñado por José Luis Fernández. Me refiero, respectivamente, a Pablo Berger, Alberto Rodríguez y Fernando Trueba.

Para dar sensación de que el cine español es global, y no de provincias, destaca en el apartado de mejor actriz y actor de reparto la presencia de Naomi Watts y Ewan McGregor, que como todo el mundo sabe son naturales de Guadalajara. Y en actor revelación, Tom Holland, que nació en algún lugar sin determinar entre Pinto y Valdemoro. No puedo olvidar al genial Jean Rochefort, al que le gustan las judías con chorizo.

Ahggg, que serían de los Goya sin sus contradicciones. Si es que por hacer, le hacen sombra hasta a los Oscar de Hollywood.

¡Qué tiemble pues la Meca del Cine!

Madrid podrá ser un pueblo pero resiste.

¡No pasarán, que para algo el cine español se nos ha vuelto global!

Ahora, hijos míos, tendremos que esperar a la gala.

Aguantar los chistes malos de esa aspirante a dominatrix que es Eva Hache y soportar estoicamente con unas sonrisa los agradecimientos de los ganadores.

Me pregunto si este año, por aquello que nos (des)gobierna el PP, los hombres y mujeres del cine español (Spanish cinema, a partir de ahora) montarán una de las suyas o se quedarán tranquilamente sentados en las butacas mientras se emborrachan con el tufo de sus perfumes…

Yo apuesto por una gala más de casa, más de pueblo, más a los Bienvenido Mr. Marshall que nunca por aquello de la crisis,

Y mucho me temo que eso no será Lo imposible sino Lo Posible.

El otro día, en una de esas interminables comilonas navideñas no supe que responderle a un sobrino cuando me soltó que él no perdía el tiempo viendo cine español.

- ¿Pero has visto Lo imposible?

- ¿Y tú?-me respondió el muy gañán.

Saludos, reivindicando unos Goyos al ninguneado cine que se hace en Canarias, desde este lado del ordenador.

Lo que dio de sí el cine en Canarias en 2012

Viernes, Diciembre 21st, 2012

“Nací cuando ella me besó, morí el día que me abandonó, y viví el tiempo que me amó”. (En un lugar solitario, Nicholas Ray, 1950)

INTRO

Cosas de la crisis, este 2012 termina culturalmente con rancio olor a podrido.

El anunciado, aunque parece ahora frustrado cierre de la Escuela de Actores de Canarias, la disolución del programa Septenio, los recortes feroces a una Viceconsejería hasta el día de hoy ensimismada en sus regalías, viajes y fiestorros; la amenaza de cierre de los Multicines Monopol y la obligada metamorfosis del Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria en algo así como un chiste son circunstancias que si bien han encendido debates polémicos en la red, su eco apenas ha sacudido el alma de una ciudadanía con demasiadas preocupaciones en la cabeza como para prestar atención a la forma de ejercer las políticas culturales que está caracterizando a este Gobierno de Canarias. Cada día más regresivo y salvaje en su toma de decisiones.

Es cierto que los miembros de las distintas empresas y artistas implicados intentaron elevar su voz este año que se acaba, pero sin táctica ni estrategia resultó imposible encontrar algo de coherencia en su discurso salvo el de “se ponen tontas las subvenciones. Salve quien pueda la vida.”

Ante este panorama desolador, El Escobillón tiene la intención de repasar en este post lo que ha supuesto cinematográficamente en Canarias este año que termina con sangre, sudor y lágrimas. Aunque ha sido un año que, pese a los mordiscos de la bestia, no ha resultado malo en cuanto a la cantidad de sus propuestas. Otra historia sería hablar de su calidad.

Lo que sí está tan claro como el agua es que el Gobierno de Canarias vuelve a reducir el presupuesto destinado a Cultura en 2013. Y que el programa Canarias y el Cine dispondrá de 300.000 euros para “seguir manteniendo el trabajo desarrollado en anteriores ejercicios” como el Plan Canario Audiovisual y la labor de conservación y difusión del patrimonio audiovisual que realiza la Filmoteca Canaria.

Sin embargo y a punto de tomar las uvas que supondrán la sentencia de muerte de 2012, Canarias Cultura en Red no ha publicado aún convocatoria alguna para proyectos de coproducción para el próximo año…

… Lo que nos hace pensar si realmente habrá proyectos de coproducción para el próximo año…

En cuanto a los trabajos que hemos podido ver a lo largo de estos doce meses, se aprecia un aumento notable en la producción de documentales y una avalancha de estrenos de obras de los cineastas levelistas, bendita sea su santa obstinación.

En el terreno de las publicaciones, la Filmoteca Canaria presentó el catálogo Rodajes en Canarias, 1951-1970 y el especialista tinerfeño Jorge Fonte los libros Robert Zemeckis (Cátedra), Russ Meyer, el indiscutible rey del cine erótico (Ediciones JC) y Woody Allen. Escritor y cineasta (colección Escrituras La Página).

Los paisajes de la isla sirvieron también de exteriores para, entre otras, El dictador y Fast on Furious 6. Y nos dijo adiós la actriz Patricia Medina y el coleccionista Antonio Pérez Arnay, el hombre que supo más de Maria Montez, la reina del technicolor.

Resistieron la tormenta de la bestia festivales como Fimucité, MiradasDoc, CineEsCena y Animayo, entre otros… Y sin ser cinematográfico, Mueca, el festival de teatro en la calle volvió a tomar las arterias del Puerto de la Cruz tras varios años en coma.

En 2012 algunos pocos celebramos el 80 aniversario de la película Tenerife (Yves Allegret y Eli Lotar, 1932), escrita por Jacques Prévert… Y se habló y se discutió sobre cine canario, cine rodado en Canarias y cine la madre que los parió sin el mismo entusiasmo que en 2011.

No ha sido, pese a todo, un mal año ya que entiendo que pudo haber sido peor.

Así que si se atreven a leer este post observarán que tuvo su no sé qué en un archipiélago en el que, aparentemente, nunca pasa nada porque parece que han lobotomizado su memoria.

DOCUMENTALES

El 2012 pasará a la historia del cine canario como el año del puñetero documental. Escribo puñetero porque salvo Stipo Pranyko con cuadros blancos, el resto de los trabajos se han limitado a poner imágenes a rutinarios reportajes. Olvidando que el documental es un género cinematográfico.

Me han contado a través de esta mecánica la historia de muchos personajes canarios, aunque ninguno logró que formara parte de las alforjas de mi memoria salvo Cubillo, historia de un crimen de Estado (Eduardo Cubillo), un trabajo que todavía no es consciente de lo que ha significado para tonificar la historia reciente de este archipiélago.

Mientras tanto, Víctor Moreno presentó Edificio España en el Festival de San Sebastián pero no en la isla en la que habito; Miguel G. Morales, Los mares petrificados, una fallida aproximación a la vida y obra del poeta Domingo Pérez Torres; Las alas verdes del dragón. Drake en el mar de Canarias y Taro. El eco de Manrique.

Alejandro Togores hizo lo mismo con Evolución de la comunicación visual y Martín Chirino, el escultor del hierro. Por otro lado, Ana Pérez Pinto, Dailo Barco Machado y Estrella Monterrey ofrecieron Viudas blancas, un trabajo sobre mujeres y emigración

El veterano David Baute, sin mucha inspiración la verdad, ofreció Con permiso del olvido un recorrido por la vida y obra del poeta Luis Feria y Manuel Mora Morales su Historia de la emigración canaria a Puerto Rico.

No podría olvidar a Belén Santos y David Alfaro, quienes en la tercera edición del Salón Internacional del Libro Africano el año pasado, antes de que el SILA se trasladara a las Palmas de Gran Canaria, estrenaron Los dioses de verdad tienen huesos.

Con guión de Chema Menéndez y Josep Vilageliú, se pudo ver también Otros tiempos, otras vidas, dirigida por Vilageliú, una producción de PROIM Canarias y AMTT (Asociación Mayores Telefónica Tenerife) y, cómo no, el único trabajo que propuso otra mirada, otra manera de entender el documental como género cinematográfico: Stipo Pranyko con cuadros blancos, de David Delgado San Ginés.

FICCIÓN

Por mediación de una mano generosa pude ver la cansina La luz de Mafasca, de Zacarías de la Rosa/José Víctor Fuentes. Y escribí en este mismo blog sobre El clan, de Jaime Falero, una cinta en inquietante estado de hibernación; La senda, de Miguel Ángel Toledo que se abre camino en el mercado mejicano sin que aún se haya podido ver en Canarias y sobre el estreno de La última isla, de Dácil Pérez de Guzmán, así como el catálogo Canarias en corto 2011-2012, que recogió los trabajos Cosas que olvidamos, de Iván López; La caja de Medea, de Samuel Alarcón y José Cabrera; Una historia de amor, de Chedey Reyes; En un momento, de Vasni Ramos; El círculo, de Eugenia Arteaga; La vida en las manos, de Mercedes Afonso y Velando a los muertos, de Sebastián Álvarez.

Otros cortometrajes que se estrenaron en 2012 fueron los presentados por los levelistas, los mohicanos de eso que podríamos conocer como cine independiente canario.

Bendita sea su santa obstinación.

Y bendito sean todos ellos porque, desde un punto de vista cuantitativo y cualitativo, prácticamente han sido los únicos –salvo alguna que otra excepción– en estrenar y estrenar sus piezas.

Así, hemos podido ver a lo largo de 2012 El hijo de Pasolini y La voz del padre, de Pedro García; Naturaleza viva y Nube9, de Josep Vilageliú; El último plano, Ángeles y Madrid sin ti, de Daniel León Lacave; El duelo y Basado en alguna historia real, de Borja Texeira y Filmología Imaginaria, de David Delgado; así como los reestrenos de Naturaleza muerta y Entre los arrozales, de Vilageliú y una retrospectiva sobre el cine de Lacave que incluyó Autorretrato (2002); Hanna después del tiempo (2004); Los pechos de Paula (2009) y las recientes El último plano, la ya citada Una puta crítica y Las ovejas nunca vienen solas.

Larga vida pues a los levelistas.

Luis Sánchez-Gijón volvió al ruedo con El eterno retorno, hombre con quien me encuentro casualmente esta mañana por las calles de Santa Cruz de Tenerife donde además de recordar a ese gigante que fue Enrique Cichosz, quien hace ahora exactamente un año nos dejó un poco más huérfanos con su temprana desaparición, me comenta que ha terminado un documental sobre la vida y obra de Max Linder que dirige el grancanario Elio Quiroga.

Disfruté y bastante con la extravagante Antilia. Navigatio Sancti Brandani, del cineasta palmero Jorge Lozano y ví Veneno, el último cortometraje de Digital 104 que dirigió Jonay García.

TEA Tenerife Espacio de las Artes acogió también los cortometrajes Los últimos días de Berto Plof y En mi casa todos los días son lunes, de Domingo Damián Ojeda y El descanso, de Cándido Pérez de Armas. Pérez de Armas mostró también junto a Vasni Ramos y Juan José Ramallo los trabajos finalistas que realizaron con motivo de la convocatoria internacional de la banda musical islandesa Sigur Rós para escoger un videoclip para su último trabajo discográfico.

Veo Solos, de Paco M G, una producción de Zoo punto cero, y Tocando fondo, de Jonathan Guttman.

Seis puntos sobre Emma, de Roberto Pérez Toledo obtiene, por otro lado, el premio de mejor Ópera prima en Madrid Imagen 2012. Y el cineasta Iván López recurre al crowdfunding para poner en marcha su primer largometraje, Hazme lo que quieras.

Se genera además una polvareda que desaparece entre los dedos invisibles del viento en torno a la presunta censura que la Televisión Canaria aplicó sobre un programa que protagonizaba el grupo cómico Abubukaka.

Voice Over, de Martín Rosete, producida por Volcano Films, acapara premios y muchos disgustos allá donde se estrena y Antonia San Juan repite tras las cámaras con Del verano y Maite Rivera, Las carpetas

Soy consciente mientras elaboro este repaso que me dejo otros tantos títulos y otros tantos aconteceres relacionados con el pequeño pero agitadillo universo audiovisual en Canarias, así que me perdonen los ausentes. Su omisión ha sido involuntaria.

Ahora, queridos amigos y amigas, queridos enemigos y enemigas, solo sé que no sé nada.

Y solo sé que no sé que nos deparará este 2013.

“La cosa irá a peor”, vaticina la gente.

“El año cae en 13″, me cuenta otra gente.

Saludos, la esperanza me mantiene, desde este lado del ordenador.

¿Insisten en tomarnos el pelo?

Jueves, Noviembre 29th, 2012

La matrioska es una muñeca de origen ruso que se encuentra hueca por dentro, de tal manera que en su interior alberga una nueva muñeca, y ésta a su vez a otra, y ésta a su vez otra, y otra…

En su ya tradicional política de marear la perdiz el Gobierno de Canarias ha hecho lo mismo que la tradicional matrioska en cuanto a los recursos dinerarios destinados a su área de Cultura.

La historia comenzó el año pasado, cuando fijó en un 60 por ciento el recorte levantando la protesta de parte del sector.

Una parte del sector que redactó un manifiesto, organizó un presuntuosamente revolucionario Gabinete de Crisis que fue incapaz de aglutinar a todos los afectados aunque hizo algo de ruido en la calle…

Días antes, el 24 de octubre, el poco inspirado viceconsejero de Cultura, Alberto Delgado, mantenía una reunión con parte de los afectados para transmitirle la dramática noticia del tijeretazo.

Ignoro si Delgado ha vuelto a reunirse con parte del sector este año para comunicarles el nuevo recorte –la matrioska– que contemplan los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma para 2013.

Aunque algo me dice que no.

El Ejecutivo regional intenta matizar el feo afeitado anunciando que se trata “solo” de una reducción del 0,9 para sus políticas activas en materia cultural el año próximo.

Es decir, que se contará, chicos y chicas, con 5.879.548 frente a los 5.933.540 euros “empleados” –así está escrito en una nota de prensa– en 2012.

Cabe destacar –otra matrioska– que en esta cifra desaparecen los Presupuestos Generales del Estado que hasta ahora aportaban ayudas y subvenciones, entre otras, las destinadas a la movilidad de los artistas y creadores canarios.

Es decir, que la cantidad de 505.750 euros que pasaba Madrid será cero en 2013.

El Gobierno canario, que no sale de su natural indignación ante este nuevo atentado de la Metrópoli, responde sin embargo con un rapto de generosidad sin precedentes al anunciar que, don´t worry, be happy, aportará de su propio bolsillo, que es el nuestro, 200.000 euros para que los creadores de la isla no jueguen con desventaja frente a los artistas y creadores que residen en la parte continental de ese territorio que aún me atrevo a llamar España, aunque cada día con la boca más pequeña.

Mientras tanto, la mayor preocupación del departamento que dirige la consejera de Cultura del Gobierno de Canarias, Inés Rojas, es la de crear un chiripitiflatulento Observatorio Canario de la Cultura que nadie sabe cuanto nos costará a los que vivimos en estas islas abandonadas de la mano de los dioses.

Casi parece, reflexiono, que a mamá Inés y a su escudero Alberto Delgado, felizmente recuperado de una enfermedad, le parece más importante mirar antes que pasar a la acción

Septenio, oh, Septenio.- Lo que me llama poderosamente la atención si se hace un desglose de las cantidades que se distribuirán por los distintos programas que vertebra el departamento que hoy dirige Delgado bajo la atenta mirada de su consejera, Inés Rojas, es el anuncio de que Septenio –que en 2013 estará dedicado al Turismo– contará con una partida de 780.000 euros.

Entiendan mi asombro.

Más si tenemos en cuenta que el Gobierno de Canarias aplazó recientemente este año la misma convocatoria, dedicada en 2012 Al suelo.

En su momento, el departamento que dirige Inés Rojas y su escudero Alberto Delgado, confiaba en un escrito remitido a los afectados que presentaron proyectos para su edición 2012: “En poder retomar esta convocatoria en próximos ejercicios.”

¿2013?, ¿2014?, ¿2084?

¿Adiós Al suelo y bienvenido Turismo?

La idea de Turismo en contra de la del Suelo, nos vende la cada día menos creíble Consejería de Cultura, es la “de valorar y analizar el estado de Canarias en el ranking turístico mundial y planificar nuevas estrategias futuras, apostando por el turismo cultural como nueva etiqueta para las Islas.”

Mmmm

Y Pienso, porque a veces me da por pensar, ¿qué se hará con los proyectos que se presentaron a la convocatoria de 2012?

¿Tirarlos Al suelo?

Claro que aquí, ya saben, nunca paaasa naaada, mano.

Cine.- El programa Canarias y el Cine dispondrá de 300.000 euros para 2013 con el fin de “seguir manteniendo el trabajo desarrollado en anteriores ejercicios, en el Plan Canario Audiovisual y en la labor de conservación y difusión del patrimonio audiovisual canario, a través de la Filmoteca”, se avisa en la misma nota de prensa…

Claro que ¿esto que cuentan es verdad?

Lo pregunto porque a un mes de que finalice 2012, este año que termina Canarias Cultura en Red aún no ha publicado convocatoria alguna para proyectos de coproducción audiovisual.

Y mucho me temo que lo mismo sucederá en 2013.

Así que ¿qué sentido tendrá la existencia de un Plan Audiovisual de Canarias cuando en Canarias los únicos que están haciendo algo parecido a cine es sin contar con el apoyo de ese mismo Plan Audiovisual de Canarias?

Empiezo a sospechar que la matrioska, a medida que se hace más pequeña también se hace más mentirosa…

O que me oculta argo… 

Para completistas.- Desgloso a continuación las cantidades dinerarias que se distribuirán entre las distintas áreas y programas que la matrioska Cultura, por llamarla de alguna manera, piensa distribuir en 2013.

¡¡¡El año de la serpiente según el horóscopo chino!!!

* Circuito islas de Música, Teatro y Danza: 1.035.000 euros.

* Canarias y la Cultura: 1.664.548 euros que se destinarán presuntamente para promocionar el desarrollo cultural “en diversos planos como la dinamización y promoción de actividades culturales, en el marco de la integración y la difusión de los valores de la cultura canaria.” (¿?)

* Canarias y el Arte: 400.000 euros que pretenden estimular los centros de producción y gestión de las artes plásticas “en los que se promocionan y fomentan la formación, la producción y la exhibición, en el terreno de las artes visuales, así como de los espacios y centros de arte dependientes del Gobierno de Canarias.”

* Canarias y la Cultura Tradicional: 200.000 euros, “con la finalidad de seguir dinamizando la cultura de raíz y el patrimonio cultural, en el ánimo de contribuir a su difusión y preservación.”

* Bibliotecas y Archivos: 4 millones de euros.

* Libro y Publicaciones: 635.651 euros.

* Patrimonio Cultural: 539.005 euros.

Por último, la aportación pública al Festival de Música de Canarias se reduce un 35 por ciento, pasando de los 2.000.000 euros en 2012, a 1.300.000 euros en 2013.

La nota informativa del Gobierno de Canarias termina con un notable pero nada agradecido sentido del humor:

“Aunque estas partidas han sufrido un importante ajuste, el Gobierno, con estas cifras, garantiza un servicio público de calidad.”

Saludos, aquí nunca paaasa naaada, desde este lado del ordenador.

El extraño viaje: ‘Antilia. Navigatio Sancti Brandani’

Miércoles, Noviembre 28th, 2012

No sé si Antilia. Navigatio Sancti Brandani, del cienasta palmero Jorge Lozano Vandevalle, terminará por convertirse en la serie de televisión que intenta promocionar con la exhibición en diversas salas de las islas de su episodio piloto, pero al margen de que esta expectativa se cumpla, y solo con la intención de cotejar por donde transita el audiovisual que se está rodando en estas islas, digamos que verla el pasado martes, 27 de noviembre, en TEA Tenerife Espacio de las Artes ha sido para quien les escribe como un extraño y gozoso viaje.

Un extraño y gozoso viaje que, pese a todos sus defectos, logró llamar mi atención como espectador aunque su inevitable “continuará…” frustrase las expectativas para proponer un análisis global de lo que solo es, por el momento, su capítulo cero.

De todas formas, y salvando este inconveniente, veo en Antilia una atractiva aproximación a la leyenda de San Brandán y su busca del Paraíso perdido rodada con una inspiración lisérgica y sano espíritu de aventura con una voluptuosa mirada técnica que la hace radicalmente distinta a otros trabajos canarios estrenados en esta misma sala de TEA.

En este aspecto, sus imágenes y la historia evocan aventuras marineras y de claro signo iniciático como La Odisea y Las aventuras de Simbad, porque Antilia es, precisamente, un relato fabuloso y fantástico marcado por un asombro en este caso teñido de primitivo cristianismo, cuya puesta en escena parece inspirada por Pier Paolo Pasolini, el Luis Buñuel de Simón del desierto, e incluso por su espíritu extravagante a esa obra maestra del cine fantástico que es la versión alemana de El barón de Münchhausen (Josef von Báky) de 1943.

Sobre todo, en su segunda mitad, cuando apuesta todo a una carta tan difícil como es la fantasía en su estado más puro y salvaje. Ese territorio donde la única regla posible es contar con la complicidad de una audiencia difícil porque está demasiado inmersa en la gris realidad que la estrangula.

Vista así, como un relato donde lo imposible puede suceder, donde los sueños quizá puedan tocarse con los dedos de las manos si les mueve una obsesión que, en el caso de Antilia se hace en el nombre de la fe, la cinta de Lozano Vandewalle desarma y convence.

Lastra, sin embargo, esta curiosidad, esta pequeña pieza que bebe de fuentes genéricas tan dispares, un abuso incómodo de la voz en off, así como algunos diálogos demasiado literarios que marca una notable distancia –no acerca–  al relato que estamos viendo en pantalla.

Un relato que si hubiera respetado más el periodo de creencias hoy superadas en el que se escribieron los fabulosos viajes de San Brandán, hubiera resultado mucho más brillante de lo que realmente es si no pensase que el público que la va a ver es tan mostrenco.  

Afortunadamente y para compensar lo que entiendo una debilidad de juicio y sobre todo de apuesta sincera por el relato de tan insólita singladura, Antilia recupera en ocasiones ese espíritu al que no debió de renunciar para contar una historia que es desbordante fantasía, mostrando los hechos extraños que acontecen como anormalmente normales en un viaje que por irreal, se muestra a veces con un afortunado desprecio por el ridículo que a mi, al menos, supo meterme en el bolsillo porque están representados con una plasticidad que no cae en la parodia.

Y es ahí cuando Jorge Lozano, como si reinterpretase al Passolini de Las mil y una noches y los delirios católicos del más onírico e irreverente Fellini, roza lo imposible: que viva tan extraña aventura

Antilia cuenta así con escenas de una insólita belleza estética que despierta algunas de mis más secretas y primigenias inquietudes, como el encuentro con el ermitaño en el roque perdido en el mar y el delicioso diálogo que mantiene con los monjes navegantes; así como la aparición, en otra isla en la que recala la pequeña embarcación cuyo grupo lidera Brandán, con uno de los siete obispos que gobiernan ese territorio.

Por ello insisto que como vehículo fantástico, rico en situaciones extrañas, Antilia. Navigatio Sancti Brandani es un producto gozoso, que sorprende, que sabe hacerse con ese corazón de niño asombrado que aún debo de tener por algún lado.

Pero soy también consciente que su aparente inocencia no será entendida por un espectador demasiado encerrado en esa otra fantasía que nos venden como realidad. Hay pues que dejar la mente abierta y dejarse seducir por una historia que reproduce con medios limitados el viaje legendario que emprendió ese monje de origen irlandés en pos de un sueño. Monje del que toma nombre la misteriosa isla de San Borondón que, como todo el mundo sabe, es la esquiva y octava isla de Canarias.

Jorge Lozano muestra este itinerario por ese mundo fabulado subrayando la irrealidad con efectos especiales que, pese a su técnica, se ensamblan perfectamente a un relato que, ya lo hemos dicho, apuesta por la fantasía pura y salvaje. Por una geografía que exige la complicidad del espectador con el objetivo de que participe en ese universo imaginario libre de prejuicios, sin ataduras a su experiencia cotidiana.

Porque lo que vemos es un cuento al que no le interesa demasiado los personajes, aunque se explique innecesariamente que Brandán emprende su viaje tras quemar como Don Quijote todos sus libros de caballería al tener como única y obsesiva meta la de buscar el paraíso perdido quizá con la esperanza de que, efectivamente, los sueños existen cuando se transforman en leyenda.

Con un cuidadoso trabajo de dirección artística y una banda sonora que me retrotrae a un cine cuya mirada resultaba felizmente kitch, ver Antilia ha sido como una especie de revelación extrasensorial porque ha consiguido que a veces, solo a veces, dejase de transitar por el camino de baldosas amarillas.

Y escribo solo a veces porque la hipnosis que me produce la visión de la cinta continuamente es interrumpida por una voz en off que me devuelve a la realidad de que estoy viendo una película que no termina de creerse a sí misma. Pienso que bastaba, en este sentido, solo mostrar, y no subrayar con palabras, las distintas maravillas que presencian estos monjes en su viaje.

Maravillas que contribuyen a convertir su fe en una esperanza –llamada Paraíso– que terminará al final sobre el lomo de una ballena.

Saludos, yo también creo en San Borondón, desde este lado del ordenador.

Un aviso a los mohicanos

Domingo, Septiembre 16th, 2012

Tras la resaca de los tres últimos cortos exhibidos en TEA Tenerife Espacio de las Artes llega el momento de animar a los mohicanos a que se preocupen en promocionar sus trabajos fuera de las islas para darles el eco que se merecen. Es hora pues para la reflexión y barajar, entre otras herramientas, la creación de una plataforma en la red a través de la cual ofrecer sus experiencias audiovisuales a públicos de otros territorios, de otros países…

Es un buen momento para arriesgarse y visto los resultados recientes, una excelente ocasión para mostar un tipo de hacer las cosas que, quién sabe, igual podría crear escuelas en otros lugares, en otros territorios, igual de pequeños o más que este archipiélago en el que vivimos.

Dando por descontado que esta plataforma nunca saldrá de las administraciones públicas, más preocupadas en subvencionar cursos cuya rentabilidad es cero, la iniciativa tiene que salir entonces de quienes ruedan con un entusiasmo a prueba de balas sus cortos y mediometrajes.

Visto lo visto, creo que su objetivo debe ser ahora el de dar el salto definitivo. Perder el miedo a otras realidades, enfrentarse a la mirada de un espectador potencialmente objetivo.

Y tal y como están las cosas, ese mismo salto se puede hacer ahora mismo sin salir de casa

Es un aviso, mohicanos, Canarias no es el ombligo del mundo.

Así que ¡a comerse el mundo, joder!

Saludos, palabra de Uncas, desde este lado del ordenador