A continuación reproducimos íntegramente la declaración de las asociaciones profesionales del sector de las Artes Escénicas, la Asociación de Empresas de Artes Escénicas de Canarias, Réplica, la Unión de Actores de Canarias, UAC, y la Asociación de Técnicos de las Artes Escénicas, ATAE, bajo el título La realidad enmascarada.
Declaración de las asociaciones
Desde las asociaciones profesionales del sector, la Asociación de Empresas de Artes Escénicas de Canarias, Réplica, la Unión de Actores de Canarias, UAC, y la Asociación de Técnicos de las Artes Escénicas, ATAE, queremos poner de manifiesto la enorme y desproporcionada diferencia en el gasto público entre la política cultural de fastos y la política de cultura de base, que es la que realmente deja poso y genera industria. Comparar el elevadísimo coste que suponen para las arcas públicas determinados actos aislados, realizados únicamente de cara a la galería, con el escaso presupuesto total que el Cabildo de Gran Canaria destina al Circuito Insular de Teatro y Danza, deja en evidencia la dejadez de la institución insular por el sector de las Artes Escénicas, y la evidente falta de una política cultural en este sentido, que deja al descubierto la desidia de la Consejería de Cultura ante la problemática de las empresas y resto de profesionales del sector. Esto a pesar de las declaraciones que la propia Consejera realizase a la Revista Anteojos en el mes de septiembre pasado: “La protección (de las empresas culturales del Archipiélago) tiene que venir dada fundamentalmente por unas condiciones propicias de trabajo, que pueda haber exhibición, y sobre todo apoyo a la producción, y la posibilidad de una programación continuada”.
Para imposibilitar la continuidad de la programación, el Cabildo Insular de Gran Canaria está cancelando los contratos de exhibición celebrados para representaciones en la Sala Insular de Teatro, exactamente igual que hiciera en su momento la concejal de cultura de Santa Cruz de Tenerife con el Teatro Guimerá de la capital tinerfeña, y sospechamos que el retraso en la adjudicación de nuevas fechas obedece a que está planteado el cierre de la sala y que el momento actual no es exactamente el más propicio para anunciarlo públicamente; mantiene en suspenso el Circuito Insular de Teatro y continúa sin firmar el acuerdo con el Gobierno de Canarias que posibilite la puesta en marcha del Circuito Islas de Música, Teatro y Danza que el propio Gobierno organiza para toda la región.
Con el más que probable cierre de la SIT, se perderá otro punto de exhibición para las Artes Escénicas en capitales de la Región, tal como ocurriera en su momento con el Teatro Guiniguada y con el Teatro Pérez Galdós, en Las Palmas de Gran Canaria; y con el Teatro Guimerá, con el Teatro Pérez Minik y con el Teatro La Granja, en Santa Cruz de Tenerife.
En cuanto a las declaraciones desde el Cabildo de Gran Canaria relativas al supuesto “reconocimiento al papel que ha jugado el teatro Cuyás para la consolidación del universo escénico en Canarias” (nota de prensa del Cabildo de fecha 24 de marzo de 2009), desde el sector hemos de evidenciar que la programación de este espacio tiene una enorme desproporción porcentual en lo referente a la exhibición de las producciones profesionales realizadas en Canarias, que hoy por hoy es de menos de una producción canaria por cada diez productos foráneas.
Son patentes las graves carencias en infraestructuras, pero aún más grave resulta que los espacios existentes, pocos, y de titularidad pública, tengan una acusada tendencia a ignorar al sector de las artes escénicas canarias. Es imposible que el sector crezca y mejore si la mayor parte de las empresas y compañías tienen prácticamente vetado el acceso a los citados espacios. Más grave aún es que siendo estos espacios gestionados con dinero público no se incida desde las instituciones en que nuestro sector sea el principal beneficiario, ya que consideramos desde las asociaciones profesionales que es un deber de estas mismas instituciones proteger y promover el tejido económico de nuestra Región, y de ese tejido económico es parte fundamental el sector de las Artes Escénicas, cuya aportación al PIB es del 4% (BOE del 26 de noviembre). No es admisible que la programación de esta salas y espacios dependa del gusto particular de unos pocos y que sean gestionadas como si fueran un coto privado, a espaldas de la profesión.
Saludos a este lado del ordenador.