El Cine Leve celebra su décimo aniversario

Miércoles, Febrero 13th, 2019

TEA Tenerife Espacio de las Artes acoge este  miércoles, 13 de febrero y a partir de las 20 horas una retrospectiva de Cine Leve con motivo del décimo aniversario del rodaje de su primer corto. Se exhibirán los cortometrajes Naturaleza muerta, de Josep Vilageliu, y Cerca del mar y Ruido, de Daniel León Lacave y se estrenará el último trabajo en colaboración entre estos dos directores, Teatro de sombras (2019), un corto que ha sido seleccionados a competir en el 19 Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria y en el que se hace una revisión de las películas de fantasmas. La entrada a esta proyección es gratuita, previa retirada de las invitaciones en la taquilla de TEA.


 
En Teatro de sombras, trabajo producido por Laly Díaz y con Facu Pérez tras la cámara, Cristina Piñero da vida a una mujer solitaria que busca liberarse de las sombras que se deslizan junto a ella, en una coreografía de amores compartidos o desgraciados. Junto a Cristina, los actores Norberto Trujillo, Cathy Pulido, Verónica Galán y Miguel Batista como las sombras. El cortometraje fue rodado en septiembre de 2018 en Candelaria.

Saludos, ¡felicidades!, desde este lado del ordenador

Tres historias de mujeres contadas por hombres

Lunes, Septiembre 24th, 2018

No sé si premeditadamente por parte de sus autores pero observo varios puntos de contacto en los cortometrajes que hace unos días se exhibieron en TEA Tenerife Espacio de las Artes. Entre otras coincidencias y al margen de la simple y llana levedad del ser, encuentro que sus protagonistas son mujeres y que de una manera u otra las tres historias planteadas pretenden ser películas sobre mujeres aunque la mirada de los directores sea masculina.

Es cierto si se conoce el trabajo de al menos dos de los cineastas, en nuestro caso el de Josep Vilageliú y Daniel León Lacave, se observa que en su cine siempre hubo mujeres. Mujeres como fantasía, mujeres como metáfora de la dignidad e indignidad según sean los casos en los que se manifiesta la mirada travestida de dos autores que siguen explotando el mismo tema solo que con miradas diferentes. Puestas así las cosas, resultaba inevitable que ambos directores terminaran por rodar juntos una misma película, aunque la película sea un poco más de Vilageliú que de León Lacave, aunque no es recomendable intentar descubrir donde está la mano de uno y de otro.

Página en blanco habla del fin de una pareja y del asalto repentino de la soledad. Habla del desamor y de una madre que no está preparada para enfrentarse sola con su mundo. El corto descansa sobre todo en el extraordinario trabajo de la actriz Cristina Piñero, columna vertebral de una historia en la que se plantean otros discursos paralelos como el vacío que separa a generaciones que aprendieron a consumir cultura asistiendo a recitales de poesía y sesiones de cine en versión original frente a nuevas que no salen de la tecnología digital.

Tres veces Eva es un corto leve, dice Lacave, del año pasado y en él son las mujeres otra vez las absolutas protagonistas. El discurso, es curioso, gira también entre el vacío que separa a distintas generaciones, en este caso el de dos actrices veteranas y una joven, sobresalientes Cathy Pulido, Pino Luzardo y Tara Machín, que esperan obtener el trabajo de actriz protagonista en una audición. El corto toca otros temas que ya son constantes en el cine de Lacave como es la dignidad laboral y personal de sus protagonistas.

La habitación sueca, dirigida por Esteban Calderín y protagonizada por Raquel Amegashie y Yazmina Guerra, cuenta en clave Saw una historia que va más allá de la serie Saw.

Lo que se juzga, donde se pone el dedo en la llaga, es en una amistad traicionada que exige una epifanía.

Saludos, plano fijo, desde este lado del ordenador

Noticias de ese cine que tanto nos (dis)gusta

Miércoles, Septiembre 12th, 2018

* Celebramos que el cineasta tinerfeño Fran Casanova haya obtenido con Hay algo en la oscuridad el premio al mejor cortometraje en Lengua Extranjera en el Hollywood Horrorfest, celebrado en el estado de California (Estados Unidos de Norteamérica) este verano. Mientras, Casanova está inmerso en su próximo proyecto Mask of sanity, producido por Mare Films con la ayuda del ICAA y protagonizado por Paola Bontempi y Rubén Tobías, y con la colaboración especial de Jimmy Shaw.

* Este miércoles, 12 de septiembre y a partir de las 20 se presenta en TEA Tenerife Espacio de las Artes dos nuevos cortometrajes de la directora tinerfeña Beatriz Fariña Trujillo, Servicios especiales y Trans-del otro lado. La proyección de estos trabajos se completará con el pase de un corto anterior de la directora, titulado La Talega, y con el cómo se hizo de Servicios especiales


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* TEA Tenerife Espacio de las Artes estrena a este jueves, 13 de septiembre y partir de las 20 horas, Página en blanco (2018), un cortometraje dirigido por Josep Vilageliu y Daniel León Lacave. También se exhibirán los cortos: Tres veces Eva (2017), de Daniel León Lacave; y La habitación sueca (2018), de Esteban Calderín.

Salud, que Dios reparta suerte, desde este lado del ordenador.

Tres historias de amor

Lunes, Mayo 21st, 2018

Tres cortos que cuentan historias de amor. Cada una de ellas a su manera. Dramáticas y con cierto espíritu de desquite Smoking Break y Como agua sucia, de Iván López y Daniel León Lacave, respectivamente. Con mirada ligeramente tierna e integradora Lo que no se ve, de Lamberto Guerra, micro corto al que ya le dedicamos un comentario.

Se aprecia en estas tres experiencia cierta preocupación por el trabajo de los actores. Trabajo que se difumina ligeramente en Smoking Break (es preocupante la pésima calidad del sonido del salón de actos de TEA Tenerife Espacio de las Artes) porque no se entiende lo que dicen los protagonistas en varias ocasiones, lo que resulta un fastidio porque se trata de un corto que se apoya mucho en el diálogo. En cuanto a la dirección, nada que objetar. Iván López conoce su trabajo pero deja la sensación, y hemos visto ya algunas experiencias audiovisuales del cineasta, de descuidar el guión en favor de unas imágenes que no siempre acompañan como debieran sus inquietudes como cineasta.

Mujeres, dos en este caso que interpretan a unas prostitutas, son las protagonistas de Como agua sucia de Daniel León Lacave, un corto con mensaje moral: si la haces, la pagas. El mal que realices te será devuelto.

Personalmente, me gusta el trabajo de este director y guionista aunque no me convence su nueva película pese al extraordinario trabajo de las dos actrices, estupendas Yazmina Guerra y Siam Arab.

Y no me convence porque sea otro atrevimiento leve sino porque le falta espesor al relato, mayor sustancia a ese amor no correspondido sino mercenario. Con todo, se ve con interés más que por la historia, que tiene final sorpresa. A este ritmo, y en el caso cinematográfico de Daniel León Lacave, se observa a un director de actrices cada vez más seguro de sí mismo.

Las mujeres también son las protagonistas de Lo que no se ve, un corto de duración cortísima que cuenta con un reparto de mujeres que se acopla bastante bien a un relato que habla sobre la familia y reivindica la diversidad sexual.

Tiene momentos de comedia y mucho sentimiento, lo que se agradece en unos tiempos donde apenas quedan sentimientos y mucho menos entusiasmo por echarse unas risas, risas que es la mejor forma de tomarse las cosas en serio decía Boris Vian, músico y escritor francés que también se hizo conocer literariamente como el pseudónimo de Vernon Sullivan.

Saludos, agitamos la mano, desde este lado del ordenador

Una mirada muy personal

Lunes, Febrero 26th, 2018

He seguido casi desde sus orígenes la carera cinematográfica de Daniel León Lacave. Un cineasta que me sorprendió por su mirada en Los pechos de Paula (2009), trabajo insólito en el panorama audiovisual “canario”, y carrera que desde entonces he continuado valorando con bastante interés como espectador y cinéfilo.

Al margen de travesuras leves, muy dignas por otra parte, he detectado en el cine de Daniel León Lacave una evolución, un cambio de registro, cierta preocupación no ya solo por mostrar el fracaso generacional sino el aislamiento y la soledad con mirada cada vez más elaborada y oscura.

Daniel León Lacave ha crecido como persona y también como cineasta. Su cine se ha hecho como más adulto, adoptando unas claves que desconciertan al principio pero que le vienen muy bien a la historia porque Daniel León Lacave se empeña –al contrario de otros compañeros de generación– en contar historias por mínimas que resulten. Se trata de uno de los los pocos cineastas canarios que ha preocupado en modelar una mirada personal que hace reconocible cualquiera de sus trabajos.

La muñeca rota (2017) cuenta una historia de horror, un descenso a los infiernos, una pesadilla real. Su protagonista, Yanai Cruz, es una niña de origen asiático que trabaja en régimen de explotación en una fábrica de muñecas donde un día, y no sin capricho, roba una de ellas. Una muñeca rota precisamente porque le falta uno de sus piernas.

Debe hacerse notar que más que robo preferimos como espectador entender el pequeño hurto de la niña como acto secreto de rebeldía, de apropiarse de un objeto roto (ya hemos dicho que le falta una de las piernas) con el que identificarse y enfrentarse juntos a esos terribles, solitarios y grisáceos días.

Son varios los temas que toca La muñeca rota. Por un lado propone una mirada casi documental sobre la explotación infantil aunque en el caso de la película de Daniel León Lacave se apunta más alto: el sistema de la fábrica no admite soñadores, y la protagonista lo es.

Para narrar el proceso, Daniel León Lacave da notable importancia al sonido ambiente. Opresor, de factoría, y juega con los tiempos a través de un hábil manejo de la elipsis.

El relato, que de por sí es denso, se reduce a una mínima expresión que resulta bastante poética. Cine narrativo y cine lírico se dan la mano en esta película sin engaños ni mentiras para mostrar la tragedia cotidiana de una muñeca que, como dice el título de la película, nació rota.

Que sepa contar todas estas grandezas y miserias humanas con mirada contenida, que apenas juzga, hace más amargo el visionado de un cortometraje en el que se reflejan los espacios –grises, oscuros– en los que se mueve su protagonista, una extraordinaria Yanai Cruz que hacen de La muñeca rota uno de los trabajos más personales e intelectuales de un cineasta que cuenta con una, insistimos, mirada cinematográfica propia y que en esta película sabe conmover y atrapar el corazón del espectador.

La muñeca rota es una modesta producción que no parece haber sido rodada en Canarias. Se escribe esto como se decía antes “no parece una película española”. El cineasta dirige una película de perfecto acabado que sabe a verdad y que brilla con luz propia en un cine como es el Canaria siempre más preocupado en las subvenciones y regalías del Gobierno y del Cabildo ahora en Tenerife, que en rodar películas de calidad y tan dignas como este pequeño clásico canario (¿dónde se puede ver?, ¿cómo se puede ver?) que pronto desaparecerá como desaparecen las lágrimas en la lluvia.

Saludos, leve inclinación, desde este lado del ordenador

Un conflicto de identidades

Lunes, Febrero 6th, 2017

Pasito a pasito y sin estridencias, Josep Vilageliu y Daniel León Lacave no fallan cuando se trata de presentar sus últimos trabajos. Hoy por hoy, se podría decir que ambos son los más constantes cuando se trata de presentar sus películas en Canarias, lo que explica que estos estrenos se hayan convertido en una tradición porque, como apuntó Vilageliu el jueves 26 de enero, día de la puesta de largo de La Otra y Al borde del agua, su exhibición se ha convertido en una excusa para reunir a un grupo de amigos y también anónimos seguidores para ver un cine hecho netamente aquí, en estas tierras alejadas de la mano de los dioses.

La otra y Al borde del agua coinciden, más allá de ese truco publicitario de denominarlas leves, en estar protagonizadas solo por mujeres; en desarrollarse en un mismo espacio: una presa y un velero, y en explorar, casi como una excusa, las geografías del género fantástico.

La sesión comenzó con la exhibición de La otra que es un curioso entretenimiento firmado por Daniel León Lacave que incursiona en el cine fantástico con claves vagamente inspiradas en el cine de terror japonés en cuanto a su efectismo y el universo de Kubrick en cuanto a su formulación como historia de fantasmas.

Kubrick está  presente incluso en el nombre de la protagonista de este ensayo sobre el más allá, sea real o figurado. Wendy, que así se llama el personaje que interpreta Cristina Piñero, está tomado de la película El resplandor, aquel personal punto y aparte del género que se inspira, vagamente en la novela del mismo título de Stephen King.

No obstante, y al margen del tono al que recurre Daniel León Lacave para sumergirse en esta insólita e inquietante pesadilla, La otra  propone una incursión en lo extraño que  logra transmitir gracias a una atmósfera que domina un relato que resulta (in)creíble gracias al excelente trabajo de sus actrices protagonistas, Saida Fuentes, Yazmina Guerra, Sol Mendoza y la mencionada Cristina Piñero, y que refuerza la música de Jonay Armas.

La otra rompe, además, una regla del género ya que está rodada prácticamente en exteriores (por otro lado, una de las señas de identidad de los trabajos de León Lacave), paisaje que se convierte en un personaje más de esta pesadilla sobre la identidad.

Un conflicto de identidad planea también en Al borde al agua, mediometraje que se desarrolla prácticamente en un pequeño velero y que protagonizan Leonor Cifuentes, Judith Klejn, Idaira Santana, Laura Gómez, Rebeca Campo y Bibi Rodríguez.

Al borde del agua, como otras películas de Vilageliu, invita al espectador a adentrarse en un laberinto de difícil salida. Por eso, durante su exhibición lo mejor es dejarse llevar y no esperar atajos en una película que dispersa sus claves –voluntarias e involuntarias– para  armar una historia que es abstracción. La idea es dejarse llevar y no buscar una lógica, que sin embargo tiene, si se admiten que no hay reglas en el universo mágico y sexual de Vilageliu.

Es una pena, a modo de final, que estos trabajos solo se vean en Tenerife y no en Gran Canaria aunque se espera La otra y Al borde del agua obtengan el recorrido y los espectadores que se merecen.

Saludos, fundamos a encadenado, desde este lado del ordenador.