Archive for Junio, 2011

¡Sueños para unos, pesadillas para otros!

Jueves, Junio 23rd, 2011

El ambiente es espeso aunque la mayoría controla los nervios. Hay un silencio generalizado que solo rompe el ligero chasquido cuando algunos se encoge de hombros. Todos coinciden sin embargo en la incertidumbre de lo que vendrá.

O de si permanece lo que está, en cómo lo organizará estos próximo cuatro años.

Veo el futuro como el río que atraviesa la jungla y termina en el corazón de las tinieblas. Contemplo en mi bola de cristal al próximo/a viceconsejero/a de Cultura del Gobierno de Canarias susurrar el horror, el horror mientras hace malabares con el presupuesto cada vez más raquítico que llega a sus manos rodeado de pigmeos caníbales con forma de gestores culturales y artistas pidiendo argo.

“¡Dame arguito por favor, dame arguito!”, exlaman las criaturas.

Escucho la opinión de algunos inquietos ante la idea de que Cultura caiga en manazas socialistas, que son todos aquellos de la tribu a los que hace tiempo nadie invitaba a cenar y que tras el pacto mefistofélico post elecciones parece que ahora comienzan a recibir llamadas de propios y extraños para invitarlos, precisamente, a cenar.

Otros, los menos la verdad, se cuestionan qué destino tendrá quien a lo largo de todo ese tiempo ha ocupado tan alta responsabilidad mientras se comenta en los mentideros nombres, añadiendo a continuación y con la boca pequeña que el perfil de los sustitutos que se barajan es muy bajo.

“¿Pero tú no suenas como asesora?” pregunto.

Shhhhh”.- me responde.

Otras voces me comentan como si tragaran choricitos de Teror que el presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, quiere Cultura. Y que la quiere tanto –lo que me confunde más de lo que estoy–  que no descarta la posibilidad de desgajarla de Educación, Consejería que en la negociación del pacto mefistofélico cae en manos socialistas.

La pregunta es donde meterían a Cultura.

Unos dicen que en Presidencia y los demás que en el fondo de un armario.

Intento buscar en mi cabeza algún referente literario o cinematográfico para describir la situación de “sálvese quien pueda” que flota en el aire y solo se me viene a la cabeza filmes de zombis. Y escribo zombis porque parece que tantos tipos que parecían muertos de repente han vuelto a la vida para reclamar: ¡dame argo, dame argo!

En la Viceconsejería de Cultura muchos señalan a Alberto Delgado y dibujan un interrogante en el aire y las opiniones que se cruzan suenan a cálculo marciano. 

Fuera del área de Cultura las cábalas se multiplican y todo hiede a falso.

También a filtraciones demasiado interesadas que son más cortina de humo que otra cosa.

Lo mejor en estos casos es asentir y negar con la cabeza y recurrir a la socorrida frase que Guiseppe Tomas di Lampedusa nos dejó escrita en el Gatopardo: todo cambia para que no cambie nada.

Porque no cambiará nada. Se apreciará, eso sí, un notable descenso de actividades artísticas y culturales subvencionadas estos próximos cuatro años porque, reitero, el afeitado del presupuesto será inevitablemente más salvaje que el que se ha venido gestionando hasta el día de hoy.

Ello generará más iniciativas privadas que, contra viento y marea, aportarán su granito de arena al panorama cultural del archipiélago y a buscar otras fórmulas de inversión por parte del Ejecutivo regional en Cultura. Un sector que, pese a los dramáticos días que vivimos, crece.

Me refiero al de la Cultura, obviamente.

Lo más recomendable ante lo que se avecina es que se mire hacia atrás para no repetir las políticas de excesos partidistas que enterró otras iniciativas quién sabe si más provechosas. Claro que eso nunca lo sabremos.

Tengo la esperanza que los cada vez más estoicos repartos dinerarios se hagan con la transparencia que requieren y que los criterios de valoración –que a mi juicio parecen a veces caprichosos por no escribir otra cosa–  estén liberados de prejuicios.

Quiero ser optimista.

Ya saben, esos que creen que al final del túnel hay luz. Aunque sea la de una bombilla.

Y quiero pensar que en estos días de fiesta para unos y derrotas para otros, se tome en cuenta lo que, pese a todo, se ha avanzado en estos cuatros años.

Se cuenta con un Plan Estratégico para la Cultura muy cuestionado pero que espero no sea un documento cerrado sino abierto a debates porque los tiempos que vivimos ya no son los tiempos que vivimos ayer.

Continúa también el programa Septenio que pide a gritos una urgente revisión.

Y otras iniciativas que solo puede impulsar la Viceconsejería como es el universo audiovisual, siempre y cuando lo haga con coherencia y una visión objetiva del sector como elemento cultural y de espectáculo, lo que implica –cosa que se ha ignorado hasta ahora–  no perder de vista sus posibilidades de negocio. Su rendimiento económico. Que un largometraje que cuenta con una aportación dineraria del Gobierno canario no se estrene solo en las dos capitales de provincia del archipiélago para dejar conciencias tranquilas.

Percibo sin asombro que son tiempos de incertidumbres y que hay un temblor que entiendo pero no comparto por lo que podrá cambiar mañana.

Porque si algo espero –continúe gestionando los recursos el hoy en funciones viceconsejero de Cultura u otro u otra– es que en los próximos cuatro años todos tengan derecho a competir en igualdad de condiciones para arañar el dinero que pueda facilitarles este departamento.

Pero me cruzo en la avenida de Anaga con Traci Lords y me suelta una frase que me deja literalmente acojonado: “Baby, ya conozco la película y me sé el final.”

“A mandar, señorita Traci”, tartamudeo con una sonrisa boba en la boca.

Cuando la Lords se disuelve en la calima grito

“¡No, No, Nooooo te me vayas Traci Lords!”

asocio sus sabias palabras con la Cultura que se emana de las instituciones públicas canarias… 

… Conozco la historia y me sé el final.

Pero ¿quién sabe?, igual nos aguardan cuatro años de éxito y fortuna si las cosas se hacen bien siempre y cuando cambien de chip los que hasta ahora no han hecho que nada cambie.

Saludos, buscando desesperadamente a Traci esta noche de San Juan, desde este lado del ordenador.

Cinco razones para transformarte en lobo/a

Miércoles, Junio 22nd, 2011

EL HOMBRE BALA SE HACE HUECO EN SANTA CRUZ

El hombre bala Rock&Coffee es el nombre del nuevo local que abrirá sus puertas el próximo jueves, 23 de junio, en la avenida de Anaga, número 7, de Santa Cruz de Tenerife. Lo gestiona la misma gente encargada de la programación del desaparecido Honky Tonk de la capitá de esta provincia y nace como bar y también sello discográfico (El hombre bala Records).

La programación prevista para los días de inauguración ya apunta la línea que seguirá el espacio en futuras fechas.

El jueves 23 de junio actuará Diego Henández, quien presentará su  trabajo Small Songs For Big Heartaches y un adelanto del que será Small Song For Beginnings.

El Viernes 24, ha confirmada directo Miguel Cedrés (antiguo integrante de Los Coquillos) quien interpretará canciones de su primer álbum en solitario Tarde o Temprano, y el sábado 25 le tocará el turno a Comsat, fiesta-celebración con motivo del lanzamiento de su nuevo trabajo Bajo Tu Piel.

Además de estas actuaciones, el jueves 23 la banda Pumuky pondrá a la venta su nuevo Ep en vinilo Singles Collection (Jabalina Love Songs).

Entre las novedades como local cabe destacar que el horario de actuaciones será a las 21 horas.

La selección musical de este fin de semana la pincharán los Djs/selectores El Fenómeno de Taganana, Sonidero Lastone, Carrie y Buey.

El hombre bala baraja además en próximas fechas un maratón de cine dedicado al gamberro de Sam Raimi, una exposición fotográfica de Nob Head, la reedición de los programas de radio musicales El Shiva Azul y Rock Pandemonium, así como una retrospectiva de la Editorial La Felguera, yun monográfico centrado en el ya legendario Miguel Díaz Zurda.

EQUIPO PARA

El equipo PARA ofrece este jueves, 23 de junio,  un espectáculo de improvisación libre con Guillermo Horta y Hormiga de Pan a partir de las 21.30 horas con entrada a 5 euros con consumición.

Hormiga de Pan nace por la necesidad compartida por sus componentes de transitar por una vía distinta, sin barreras, con la que dar cauce a una actitud experimentadora y transgresora contra los convencionalismos de la música moderna. 

Guillermo Horta es un investigador en el mundo de la danza y del teatro, un buscador de nuevos conceptos quien además trabaja la voz como un instrumento más que transmite emociones y sentimientos y que sirve como terapia. La experiencia de este artista cubano se extiende a países tan inusuales como Rusia, Polonia o Japón, por citar algunos.

Actualmente dirige el Opus Nigrum Dance Laboratorio en Viena y en Tenerife.

TRACKS DOGS

Tracks Dogs actuará en el castillo de San Felipe el próximo sábado, 25 de junio. Este histórico espacio ubicado en el Puerto de la Cruz acoge un concierto en el que también participan desde las 20 a las 3 de la madrugá,  The Birkins, Marvel Hill, Edredón, La Bien Querida, Remate y Alondra Bentley.

Este concierto se celebra con motivo del día de la música.

Tracks  Dogs está formado por los irlandeses Garrett Wall (IRL) y Dave Mooney, el británico Howard Brown y el estadounidense Robbie K Jones.

Y MIENTRAS TANTO… EN LA LIBRERÍA MISTÉRIO

La librería Mistério organiza este jueves, 23 de junio, a las 18 horas, en la carpa central de la palza del Adelantado donde está instalada la Feria del Libro de La Laguna, una charla-coloquio con el escritor Mariano Gambín, autor de Ira Dei.

En este encuentro con los lectores, Gambín adelantará además algunos de los contenidos de la segunda parte de la trilogía iniciada con Ira Dei y que lleva el título de El círculo platónico, que será publicada también por la edirotial Oristán y Gociano.

El acto será presentado por la periodista Doris Martínez y Miguel Á. Rábade en representación de la lagunera librería Mistério.

Mistério nos informa que el próximo 8 de julio Antonio Lozano presentará en la librería la reedición de su primera novela, la excelente Harraga.

Y PARA ABRIR BOCA, INVITADOS EN LA S/N DE GIJÓN 

La XXIV Semana Negra de Gijón, que cambia este año de ubicación al trasladarse a la parcela municipal sobre la avenida de Albert Einstein, en el oriente de la capital astuariana, contará este año, entre otros escritores, con la presencia de Ramsey Campbell, un clásico del género fantaterrorífico, Almudena Grandes, Rosa Montero, Carmen Posadas, Rosa Regás, Maruja Torres, la escritora iraní Naïry Nahapétian, James Thompson, Laura Gallego y Cristina Fallarás y Mateo-Sagasta, autores respectivamente de Las niñas desaparecidas, con la que Fallarás se hizo con el premio L’H Confidencial, y Caminarás con el sol, premio Caja-Granada.

Otros invitados son Angus Donald y Mark Keating, dos autores  británicos que han reiventado el género de la novela de aventuras inspirándose el primero en Robin Hood y el segundo en las clásicas historias de piratas, así como el escritor colombiano Juan Esteban Constaín, el narrador de fantasía mexicano José Luis Zárate, el uruguayo Hiber Conteris, ganador del premio Casa de las Américas; el argentino Kike Ferrari y el novelista y el periodista mexicano Héctor de Mauleón, autor de la investigación más seria sobre el narcotráfico en su país.

En novela histórica destacará la presencia del británico Jason Goodwin, autor de novelas policíacas ambientadas en el Cuerno de Oro y protagonizadas por un detective eunuco, y la española Cristina Sánchez Andrade, que aúna el entusiasmo de críticos y lectores con su novela Los escarpines de Kristina de Noruega.

La lista de autores asturianos incluye el reencuentro con Juan José Plans, la presencia de Ricardo Menéndez SalmónDavid López, presentando sus últimas novelas. 

Saludos, no se me quejarán, desde este lado del ordenador.

El Ateneo de La Laguna acoge la presentación del último número de la revista ‘Canarii’ dedicado al ‘Sahara, el vecino desconocido’

Martes, Junio 21st, 2011

La Fundación Canaria Archipiélago 2021, editora de la revista Canarii, ha organizado en el Ateneo de La Laguna una serie de actividades que tendrán lugar el miércoles 22 de junio con las que pretende difundir algunos aspectos de las relaciones entre Canarias y el Sahara.

El acto, que dará comienzo el miércoles a las 19 horas en el Ateneo de La Laguna  incluye la presentación del nuevo número de la Revista Canarii, con un monográfico titulado Sahara, el vecino desconocido y en el  que intervendrán Fernando Sagaseta, patrono de la  Fundación Canaria Archipiélago 2021 junto a Rosa Maria Fey, gerente de la Fundación, así como algunos de los autores de los textos de este número especial como Fernando Carnero, profesor titular departamento de  Historia e Instituciones Económicas de la ULL  y Jose Ignacio Algueró Cuervo, doctor en Geografía e Historia por la UNED.

A continuación, tendrá lugar la charla debate Sahara, el vecino desconocido, en la que participarán los profesores anteriormente citados así como José Gómez Soliño, director del Centro de Estudios Africanos de la ULL y José Abú Tarbush, profesor de Sociología de la ULL.  Moderará  el debate: Juan Carlos Acosta , periodista y director de Ahora África, programa de radio televisión canaria.

La jornada finalizará con la proyección del documental La Puerta del Sahara, dirigido por María Jesus Alvarado.
algunos de los historiadores que han elaborado los contenidos.

El acto está organizado por la Fundación Canaria Archipiélago 2021, Revista Canarii y  el portal de Historia de Canarias (www.historiadecanarias.com) en colaboración con el Departamento de Historia  ULL, Ahora Africa y  el Ateneo de La Laguna.

Saludos, buscando hueco en la agenda, desde este lado del ordenador.

Como un gato en Tarifa

Lunes, Junio 20th, 2011

Tarifa, el punto más meridional de la península ibérica, debe tener como unos 20.000 habitantes aunque en verano “quillo, se duplica su población” me informa un tarifeño con marcado acento andaluz nada más llegar.

Lo primero que sorprende de esta pequeña población es, como me pasa con otros pueblos gaditanos de la costa, la laberíntica geografía de su parte vieja, un conjunto de pequeñas casitas que se alzan en pequeñas y laberínticas callejuelas que cuando llegas como aprendiz parece que se diseñaron para confundirte.

Esta disposición tiene algo de judería y morería, y si fuiste de los que siguió con atención las lecciones de Historia que te enseñaron siendo un niño, recordarás que aquí fue donde cuentan que Guzmán el bueno prefirió sacrificar a su hijo el bueno, preso entonces de las tropas invasoras que venían del otro lado del mar, al ponerlo en la tesitura de rendir la plaza a cambio de su vida.

El castillo de Guzmán el bueno es uno de los atractivos turísticos de este pueblecito apacible que mira de frente la costa de Marruecos, literalmente a un tiro de piedra.

El caso es que Tarifa acoge desde hace ochos el Festival de Cine Africano (FCAT), una cita obligada para todos aquellos que quieran conocer por donde se mueve tan interesante pero también desconocida cinematografía bajo la sombra del Bueno de Guzmán. 

Por estas fechas, el pueblo queda así invadido por cineastas, actores, periodistas y aficionados que ocupan el pueblo (sin necesidad de sacrificios) para ver cine, asistir a mesas redondas y degustar la ya de por sí deliciosa gastronomía de la zona.

Por esas extrañas circunstancias que a veces te depara el destino, he tenido la oportunidad de asistir este año a este encuentro multicultural y a regresar a las islas con esa tonta sensación –que solo procuran los viajes productivos– de haber crecido como persona.

Sea porque conoces en unos pocos días a gente de otros sitios. Sea porque callejeas por un lugar que desconoces hasta hacerlo tuyo o sea porque tienes esa maravillosa sensación de que el mundo es gigantesco (aunque te encuentres en un pueblo diminuto) mientras mandas a paseo las enojosas caenas que me caracterizan como habitante de esta, ay Canarias, tierra mía.

En Tarifa he tenido la oportunidad de charlar largo y tendido sobre cine italiano con una señorita que no sabía hablar español aunque al final la frontera idiomática quedara triturada.

Me recomendaba, entre otras cosas, que no me perdiera las películas de la serie Fantozzi no sin advertirme antes que se trataban de comedias muy, pero que muy ligeras pero también muy divertidas protagonizadas por Paolo Villaggio.

También la de compartir mesa y mantel con el escritor senegalés Boubakar Diop (que estará con nosotros en el III Salón Internacional del Libro Africano, a celebrar en Tenerife del 21 al 25 de septiembre), y si bien mi francés aún no pasa del oui, entender lo que iba narrando a medida que la tarde era devorada por la noche tarifeña.

O enterarme de primera mano de cómo va el cine africano de nuestros días por boca de algunos de sus protagonistas. Gente que parecían uno más en este extraño y mágico punto de la costa peninsular.

La sorpresa fue encontrarme en un  tablado improvisado instalado en una calle, donde un dueto interpretaba flamenco con una señorita que lo bailaba con arte, a Teodoro Ríos igual de entusiasmado de quien les escribe por el hechizo de Tarifa.

Teodoro me cuenta que estaba en el FCAT con la intención de atar compromisos para el que será el primer largometraje de Guillermo Ríos, una historia basada en los niños soldados.

Alguien de la organización me informa que el mismo día que aterrizo en Tarifa, David Baute, documentalista y uno de los responsables de Miradas Doc, también estuvo por aquí.

Por unos momentos, solo por unos de esos momentos que merece la pena congelar, tengo la sensación de que estoy dentro de un sueño y que me deslizo por él tontamente feliz escuchando de fondo una mezcla de francés con español andaluz moteado caprichosamente de un inglés que viene a modo de ráfagas que exhala una realizadora keniata con pinta de gacela que anuncia que intenta poner en marcha la primera película de ciencia ficción africana.  

En definitiva, que han sido cuatro días intensos y provechosos para el cuerpo y el alma. Cuatro días que me han permitido olvidarme de mi otra realidad y por lo tanto endulzar una existencia que tampoco, demonios, está tan mal.

Con el profesor Alberto Elena Díaz charlo sobre las colonias españolas en África y de cómo las reflejó el cine español en pantalla.  

Con Antonio Lozano hablo de novela negra y coincido con el también escritor Pablo Martín Carbajal en que la noche de Tarifa tiene algo muy especial.

La noche de Tarifa es arrolladora y viva.

No descansa.

Así que viniendo de un lugar donde solo te dejan ver la luna hasta primeras horas de la madrugada, compruebo en Tarifa que aquí la puedes seguir contemplando si lo deseas hasta primeras horas de la mañana.

Es verdad que las numerosas terrazas que se desparraman por sus calles y plazas tienen que cerrar oficialmente a las tres de la madrugada, pero también es verdad que puedes cenar a la una o las dos de la madrugada antes de que la policía local ordene la clausura bajo amenaza de multa.

En el aire queda siempre, inevitablemente, ese delicioso olorcito a pescaíto frito como solo saben freírlo en la provincia de Cádiz, pero es que aún digiriéndolo puedes refugiarte en uno de los innumerables pubs abiertos y diseminados en este pueblo amurallado que Guzmán (que dicen fue bueno) no quiso rendir pese a que eso significara que degollarían a su hijo.

Probablemente el vástago pensara antes de sentir la daga moruna cercenar su garganta: ¡Hijo de puta!

Pero así se escribe la Historia.

Guzmán es bueno. Los moros son malos y de su hijo el bueno nadie se acuerda.

Veo la estatua que Tarifa le ha dedicado a Guzmán y siento escalofríos porque en una de sus manos porta la daga que tiró antes de rendir la plaza.

Así se escribe la Historia.

Se lo cuento así a una francesa voluntaria del festival mientras miramos las titilantes luces de la costa marroquí. Y le recuerdo que tan amarga experiencia se repitió mucho tiempo después pero en Toledo y en plena Guerra Civil.

¡El Alcázar no se rinde!

Quizá por eso, y mientras jugamos a buscar colores a países que mencionamos exclama cuando le pregunto por España: Rouge!

No, le respondo, Noire!

El sábado fue la ceremonia de clausura del FCAT en la Casa de la Cultura de Tarifa. El salón estaba hasta la bandera.

La gala contó como maestros de ceremonias con la actriz Rossy de Palma y el actor Ángelo Torres, quienes aportaron grandes dosis de sano cachondeo a la sesión.

Pero no fue su improvisación para salvar los fallos típicos que se producen siempre lo que me llamó la atención. Lo que me abrió los ojos de verdad fue la reacción del público asistente, las ovaciones que brindaron a los premiados y sobre todo los gritos salidos de tono que más de uno exclamó, para que me diera cuenta que Tarifa es un pueblo que sabe que lo lúdico y lo cultural deben de ir unido.

Que la cultura, en definitiva, debe ser siempre una fiesta.

Saludos, recordando que vivo en una tierra donde también se toca el tambor, desde este lado del ordenador.

Los tipos con pellejo leemos cualquier cosa

Miércoles, Junio 15th, 2011

Señor Ravelo

Los tipos duros no leen poesía es la primera novela que leo de usted así que  como no he leído otras novelas de usted, también es la primera novela que leo que dedica a su personaje Eladio Monroy.

Permítame así escribirle –antes de emitir mi juicio– que la ha leído en apenas dos días. Simultaneando su lectura con otros libros que necesariamente no tenían que ser novelas.

Sepa usted que mientras machaco las teclas de ordenador el ejemplar descansa a un lado de la mesa. También quisiera transmitirle que perdone mi ausencia de la presentación que este mismo viernes, 17 de junio, ofrecerá en la lagunera y recogida librería Mistério (¿habrá alguien que me explique el porqué del acento en la e?).

Es un ¡misterio, gañán!

Perdone usted, señor Ravelo, que me disperse pero ansí soy de tontainamente (in)feliz.

Le contaba.

He leído su Los tipos duros no leen poesía y, francamente, me ha gustado. Pero también me ha disgustado.

Entiéndame usted bien.

Desde que tengo uso de sin razón la novela policiaca me ha acompañado en mi soledad infinita. Encontré en este maltratado y malhablado género un nicho donde me revelaban y sobre todo denunciaban cosas que en otras literaturas no me contaban.

Los maestros que me iniciaron en el género fueron existenciales perdedores que desde la iletrada Norteamérica hicieron tan rica esta literatura. Yo siento devoción, entre otros santos varones, por David Goodis, Jim Thompson y W. R. Burnett. No me canso, créame usted, de reelerlos.

Con esto quiero decirle sin acritud por donde se mueven mis intereses de reclamo como lector de novela policiaca o negra. Y que entienda que fluyendo de esos maestros del arroyo espere algo parecido de quienes tantean el género.

Un relato pesimista y demoledor que  dicten los parias de la tierra.

Señor Ravelo, quiero que entienda bien esta desviación genérica. Quiero que entienda que me atrae de la novela negra el otro lado. Ese lado oscuro y salvaje que un burgués hoy ya sin pretensiones de prosperar y muy indignado precisamente por ello, quisiera encontrar en el felizmente recuperado para el público español una seña de identidad que le dijera: “Niño, aquí tiene a una especie de Edward Bunker pero con acento canario”

Y no.

Pero con esto quiero decirle tambiém que los detectives, o los aspirantes a detectives que trabajan al lado de la ley nunca han terminado de llenarme.

De hecho, me parecen una panda de falsarios, de mercenarios que se han vendido al sistema en un género rojo y amotinado como es la novela negra.

Y no me responda usted citando a Spade o a Marlowe porque más que detectives fueron caballeros sin espadas en un mundo donde ya no quedaban románticos como ellos. Más bien, parafraseando a Pétain, dejaron a un lado el sable para convertirse en escudos.

Le cuento, no obstante, que su Los tipos duros no leen poesía me ha gustado –sin llenarme– porque está bien escrita.

La trama, sin complicaciones, se sigue.

Tiene usted, además, una asombrosa capacidad para describir atmósferas que en ocasiones entran en el alma como si el diabólico Maradona (sin la ayuda de la mano de Dios) tirara a puerta. Entienda que son balones que van directos a gol.

Me encanta esa descripción que hace de una capital de provincias el último día de la semana: “No hay nada tan largo como un domingo en Las Palmas de Gran Canaria. Si hace buen tiempo, se puede ir a la playa y luchar con otros miles de bañistas por encontrar un bien sitio. Si hay algún compromiso social, algún asadero o reunión de amigos o familiares, se puede emplear la mayor parte del día en disimular el miedo al vacío con cervezas, chuletas y choricitos barrilleros. Pero no hay quien te libre de la tarde. Esas tardes alongadas hacia la noche, en las que solo es posible penar en las pérdidas de los seres amados que un día decidieron alejarse de ti o de los que, sencillamente, entre las fauces de las muerte.”

Y también me gusta el universo de amores y amigos con los que protege a su protagonista, ese Eladio Monroy sin embargo que no termina por definirse  como duro y cínico en mi cabeza probablemente porque desconozco las otras dos historias que ha escrito usted de su protagonista.

Quiero transmitirle en definitiva que, pese a mis malestar de que pretenda que Monroy se mueva en una delicada legalidad, Los tipos duros no leen poesía me ha gustado a medias porque, a mi juicio, no tiene otra pretensión que la de entretener.

Sus diálogos son vivos, su the end con sabor a claudicación creíble y hermoso por lo que encierra de final, ¿inevitable?, de una trilogía que pide a gritos –se lo escribe un chicha–  una cuarta entrega donde Monroy visite también la isla que tanto usted como su personaje tiene enfrente.

Y discúlpeme el atrevimiento, pero me gustaría que Eladio Monroy viajara a este inhóspito territorio en el que habito (Tenerife) para resolver el caso de su vida y probablemente de su épico  final.

Un final, permítame usted sugerirle, más cercano al universo inevitable y existencial  de Goodis que al abierto y esperanzador que propone en Los tipos duros no leen poesía

Saludos, sin hacerle ascos al reaccionario de Mike Hammer, desde este lado del ordenador.

Mi amigo cretino

Miércoles, Junio 15th, 2011

Conozco el sentido exacto de la cretinez porque tengo varios amigos que, quizá como quien les escribe, en ocasiones resultan insultantemente cretinos.

Un día de estos, mientras cenaba con uno, tuve que soportar algunas cretinadas porque estaba de mal humor. Problemas con su jefe vino a comentar para renglón seguido continuar soltando por su boca una ristras de estupideces que, caramba, mi armadura de acero ya no resiste. Será que nunca fue de acero.

El caso es que terminas por perdonarle esos raptos de cretinez a ese amigo porque no son habituales en su persona aunque últimamente –debe ser signo de los tiempos– parezca que el demonio esté invadiendo su sangre porque el comportamiento empieza a resultar sospechosamente repetitivo cada vez que me lo encuentro.

Partiendo de la base que se trata de una persona inteligente pero fatalmente diletante, si hubo algo de esa noche que me hizo sacar de mis casillas, muy tranquilas, como si intuyeran la tormenta que ya está aquí, fue que criticara la última novela de un joven escritor canario sin haberlo leído.

En su comentario, no tan acerado a como me tiene acostumbrado, dijo que se negaba a leerlo porque había escuchado por la radio a su autor y éste le había parecido un memo. Lo de memo lo escribo yo a modo de conclusión de su barroca y vacía digresión a la hora de explicar los por qué no leía a este caballero que, hasta el día de hoy, no le ha hecho nada a mi amigo cretino.

Esto me hizo pensar que, objetivamente, mi amigo cretino se equivoca. Y se equivoca porque no se puede crucificar a un creador si no se conoce algo (el argo) de su trabajo.

En este sentido, mi amigo cretino multiplicó su ya desarrolladísimo grado de cretinez dejándose arrastrar por unos prejuicios cuyo verdadero origen debería de analizarse. Con esto quiero decir que, en esa penosa cena, mi amigo más que amigo fue un cretino. Y me duele escribirlo porque tengo la esperanza de que lea esta rápida reflexión y se dé cuenta que esa no es manera de luchar contra sus miedos (entiendo que gigantescos) porque están devorándolo en una arteriosclerótica soberbia que, como amigo probablemente cretino también, le pido que se cuide con carácter de urgencia.

No es la primera vez que me pasa con él e intuyo que no será la última.

También me pasa con otros amigos a los que su adscripción a determinadas tribus hace que no existan otros mundos, otras realidades literarias, musicales, plásticas, cinematográficas porque “esos no son de los míos.”

Resulta muy fatigoso pretender ir de independiente en este pueblo chico, infierno grande. La envidia mezclada con la cretinez hace imposible tender a una objetividad rigurosa sobre lo que intelectual y estéticamente nos ofrecen los artistas y los que van de artistas a este lado del Atlántico.

Este mal que no es solo canario, se extiende a otros campos que no son estrictamente artísticos pero en mi nueva situación de gañán existencial que soporta las marejadas del destino, afortunadamente en estos tiempos de crisis como un independiente que está viéndolas venir, tantas cretinadas comienza no ya inquietarle sino también a indignarle.

Así que como observador sin privilegios de lo que acontece, a veces, solo a veces, siento la necesidad de apagar el ordenador y disolverme en silencio.

Sin aspavientos ni cretinadas. Desaparecer mientras los que están a tu alrededor continúan dando dentelladas a diestro y siniestro. Ajenos a que ya solo nos queda pellejo.

Disculpo, no obstante, a mi amigo cretino porque pienso ingenuo que ayer probablemente olvidó tomar su tableta de Omeprazol.

Saludos, resignado y alerta ante próximas cretinadas, desde este lado del ordenador.