Archive for Abril, 2015

El extravagante universo de Kyril Bonfiglioli

Jueves, Abril 23rd, 2015

“En nuestra empresa todos somos criminales, más o menos”

(Rudyard Kipling)

El reciente estreno en cines de la película Mortdecai que protagoniza Johnny Deep despertó en un principio la curiosidad por gastarme el abusivo puñado de euros y observar cómo se había adaptado a la pantalla el universo irreverente y sobre todo absurdo de un personaje peculiar en la república de las letras.

Tanto, que cuenta con un grupo de entusiastas seguidores que lo reivindican sin que se les caigan los anillos de los dedos. Dedos gruesos como morcillas o finos y delgados como palillos aunque en nuestro caso prevaleció al final la cautela, que asocio en estos tiempos de crisis que no se van por mucho que insistan que se van, por ahorrarnos el parné y prescindir de su traducción cinematográfica tras leer las reseñas que se han escrito sobre el largometraje.

A raíz de la publicación de la primera novela de Mortdecai en español ya le dedicamos en este mismo su blog, El Escobillón.com, un comentario que leído nueve años después aún respira el entusiasmo que como lector recibí cuando tuve la oportunidad de adentrarme en el fabuloso por extravagante universo de su creador: Kyril Bonfiglioli, de quien dispongo en algún lugar de mi biblioteca dos novelas que en su momento me hicieron extraordinariamente feliz.

La primera de ellas, Todo el té de China (Península, 2000), no tiene nada que ver con Mordecai, personaje a quien Bonfiglioli dedicó dos títulos más, sino que transporta al lector a un Oriente exótico y lo sumerge en una divertidísima aventura.

Solo que Todo el té de China es una maravillosa e irreverente novela de aventuras que está protagonizada por un desesperado perdedor que detesta el mundo aunque es un exquisito conocedor del arte de la porcelana.

El libro propone así una deliciosa excursión al Lejano Oriente que salpica con ocurrencias graciosas que despiertan la sonrisa cuando no la carcajada más abierta y sincera. De lectura más que recomendable, “sobre todo para los que ven el vaso medio vacío”, Todo el té de China está impregnado de romances traicioneros y traicionados y derrocha un ingenio que evoca, en ocasiones, al mejor George McDonald Fraser porque el escritor, un enigma Bonfiglioli, un enigma, un misterio que no queremos resolver, demostró que supo manejarse como pez en el agua en las turbulentas aguas de la novela histórica que cierra con uno de los mejores y más desesperados finales de la literatura del último tercio del siglo XX.

Publicada por editorial Barataria, la primera historia del excéntrico marchante de arte y detective en sus horas más bajas Charlie Strafford Van Cleef Mortdecai, titulada No me apuntes con eso, es un extravagante relato policiaco en el que se mezcla arte y critica política a partes iguales con resultados francamente surreales. Lo que recuerdo de esta novela es que no paré de reír desde que abrí la primera página hasta la última aunque es preciso aclarar que Bonfiglioli es un autor que no admite términos medios. O se sucumbe a sus encantos o se le detesta vomitando toda clase de insultos.

Y es que a primera vista no resulta nada atractivo: Mortdecai es un cobarde y un redomado farsante que acompañado de su leal sirviente y guardaespaldas Jock hace de las suyas en clave de lo que se conoce como ”humor inglés”, que es una forma muy elegante de describir cómo ven el mundo los niños bien de la Gran Bretaña.

Leo que la película es terroríficamente mala y que Johnny Deep hace las mismas muecas de siempre cuando quiere ir de gracioso, pero olviden al actor y lean a Kyril Bonfiglioli en la lengua que sea. Estoy seguro que lo harán socio de su particular club de antihéroes literarios favoritos.

Saludos, Día del Libro fue, desde este lado del ordenador.

Facu Pérez estrena el corto Lo que la vida te da

Miércoles, Abril 22nd, 2015

TEA Tenerife Espacio de las Artes acoge el 23 de abril, a las 20 horas, el estreno del cortometraje Lo que la vida te da, del director tinerfeño Facu Pérez, que está protagonizado por Piño Moreau y María Hierro con la colaboración de Hugo Yanes, Rocío Catalina, Wanda Moinet, Nicolás Mijares y Toño Ramos. La entrada es gratuita previa retirada de las invitaciones en la taquilla del centro de arte contemporáneo del Cabildo Insular de Tenerife. Este trabajo cuenta cómo Marina al cumplir los cuarenta años espera que éste sea un día muy especial junto a su marido, el acaudalado Robert. Lo que la vida te da es uno de los primeros proyectos audiovisuales de Facu Pérez y tiene una duración de 15 minutos.

Un largo sueño en Tánger, una novela de Antonio Lozano

Martes, Abril 21st, 2015

“Vivíamos enclaustrados en nuestro mundo, en nuestra fantasía de un Tánger internacional e inalienable. La ciudad era nuestra, nos pertenecía, y hacíamos oídos sordos a los rumores que llegaban de fuera. Sí, el Diario España nos contó que Al Farsi había fundado el Istiqla, el partido de la Independencia, y que unos años más tarde creó, en nuestra propia ciudad, el Frente Nacional Marroquí. Mohamed V, aún sultán, llegó al corazón mismo de Tánger, en la medina, a proclamar sus intenciones independentistas.”

(Un largo sueño en Tánger, Antonio Lozano, Editorial Almuzara, 2015)

Antonio Lozano es un escritor que se mueve muy bien en los géneros. Llámalo novela policíaca, en la que ha aportado a este universo a su peculiar detective privado José García Gago; histórico, con sus reivindicable El caso Sankara, así como el que se esfuerza en recuperar la memoria, Las cenizas de Bagdad, entre otros libros en los que mezcla, experimenta, juega con relatos sin abandonar nunca su vocación de entretenimiento. Entretenimiento que el escritor suele casas, y muy bien, con la denuncia más amarga. Ahí quedan como testigos su primera novela, Harraga, o más recientemente Me llamo Suleiman, historias en las que Antonio Lozano obliga al lector a ponerse del lado de los parias de la tierra al enfocar lo que narra desde el punto de vista del inmigrante ilegal. El que no tiene papeles que hagan legítima su estancia en una Europa de mercaderes hoy más que nunca acostumbrada a mirar hacia otro lado.

Para los que nos hemos preocupado en seguir la literatura de Antonio Lozano, el escritor vuelve  a proponer una nueva vuelta de tuerca en su producción literaria con su última novela, Un largo sueño en Tánger, relato apasionado pero también muy contenido, en el que repasa un buen pedazo de la historia de esa ciudad “cosmopolita” a través de las reflexiones de una mujer en coma, pensamientos en los que revela una vida muy ligada a una urbe que, tras la Conferencia de Algeciras, fue durante un tiempo Zona Internacional y sirvió de refugio para muchos desplazados europeos hasta que a principio de los años sesenta terminó siendo parte del Reino de Marruecos.

Un largo sueño en Tánger tal y como indica el título puede entenderse como un sueño, aunque un sueño con muchas ramificaciones que van desde los recuerdos que tiene su protagonista postrada en la cama de un hospital hasta la visión nostálgica de una ciudad que, a medida que van sucediéndose las páginas, escondía detrás de tanto entusiasmo crudas realidades. O una ciudad con numerosas caras. Por un lado la presuntamente luminosa europea y por otro la empobrecida marroquí. Dos mundos radicalmente diferentes pero que cohabitaban, marcando siempre las distancias, en sus mismas calles, plazas y avenidas.

Antonio Lozano es un hijo de Tánger ya que fue en esta ciudad en la que vino al mundo y es un buen hijo, porque pese a las transformaciones, continúa regresando a ella. Conoce pues y muy bien el ambiente en el que se mueve en esta novela. Se preocupa por entenderla y por transmitir las sensaciones y fragancias que caracteriza una urbe que acogió generosamente toda clase de culturas.

Estos elementos quedan reflejados en Un largo sueño en Tánger sin molestas estridencias y lo combina con notable pulso narrativo en un relato en el que la Historia (esa Historia que se escribe con mayúscula) se mezcla con una ficción que el escritor canaliza a través de los recuerdos de una mujer que se encuentra al borde la muerte.

E introduce con pericia al lector dentro de su cabeza para que éste comparta su experiencia, claves que están más allá de las puramente narrativas que concentran en presentar el espíritu de una metrópoli que casi parece atemporal.

Porque Un largo sueño en Tánger cuenta muchas historias además del despertar –en el sueño de la inconciencia que sufre su protagonista, de nombre Isabel– a la conciencia.  Una nueva forma de ver su realidad y la realidad de la ciudad que la acogió tras ser víctima de un aparatoso accidente de coche y que la obliga a repasar su vida matrimonial y como madre de tres hijos en Tánger que es, aprecia desde el lecho de la cama de un hospital, muchas más ciudades de la que ella conoció.

Narrada en primera persona, la novela propone un largo monólogo en el que su protagonista desvela algunos de los momentos más dramáticos que han marcado su vida. Por un lado, un matrimonio fallido, con un hombre profundamente egoísta y maltratador. Por otro, sus hijos y también Amina, su sirvienta marroquí, un personaje que ya aparece en la primera página del libro y que a la postre resultará determinante para que Isabel se dé cuenta que el Tánger en el que vivió no tiene nada que ver con el de Amina.

Tánger, sin embargo, termina siendo la gran protagonista de la novela. Una ciudad a la que Lozano desviste poco a poco de su tan cacareado “cosmopolitismo” cuando reflexiona, según explica su protagonista, una ciudad que escondía tras ese aire de libertad un provincianismo inquietante.

La protagonista se pregunta: “¿pero qué tiene este Tánger que nos hace vivir tan para adentro, Carmen? Es como si viviéramos en una cárcel en la que fuéramos nuestra propias carceleras, todas presas del mismo miedo a hablar y a acabar siendo pasto de ese grotesco cotilleo tangerino.”

La novela se ocupa de la colonia española que habitó durante bastantes años en esta ciudad. Una sociedad que el escritor describe muy ajena a la realidad geográfica de su entorno ya que ser español en Tánger significaba ser: “algo en esa ciudad en la que los marroquíes ponían la nota exótica y nos hacían la vida más fácil. Estábamos rodeados de franceses, ingleses, italianos, y mientras en el mundo nuestro país era ninguneado, aquí nos tuteábamos con toda Europa. Muchos vivíamos modestamente, la cosa no era fácil para todos, pero el hambre de España quedaba muy lejos y raro era el que no tenía una criada en casa para todas las labores domésticas.”

La vida que Isabel nos narra a modo de monólogo termina así por fusionarse –casi como si de una liberación personal se tratara–  con el paisaje urbano tangerino. Y logra trascender esa misma, pero reducida geografía que conoció cuando paseaba por sus calles y recorría sus plazas.

La protagonista, una mujer marcada por la violencia de un esposo que representa los valores de una España cuartelera y a la que le gusta vivir de las apariencias, irá transformándose a medida que avanza el relato y su personal examen de conciencia.

De mujer que aceptó resignada una serie de continuados malos tratos físicos y psíquicos por el que dirán, va emergiendo un personaje que está harto de sufrir más humillaciones y sentir miedo cuando descubre que sus hijos empiezan a contestar a un padre que representa todo lo contrario a progreso.

Tánger, como fondo y tras ser absorbida por el Reino de Marruecos, deja entonces de ser la ciudad legendaria de un puñado de europeos que adoraron un sueño que, sugiere Antonio Lozano, solo existió cuando se convirtió en nostalgia.

Saludos, recién despierto, desde este lado del ordenador.

Robo en São Paulo, una novela de Dulce Xerach

Lunes, Abril 20th, 2015

“- No tengo una vida muy interesante: Me llamo María Anchieta, eso ya lo sabes. Soy Policía Nacional, eso también lo sabes, pero lo que no sabes es que he sido destinada recientemente a Tenerife, solo llevo desde el 4 de agosto del año pasado en la isla, apenas cinco meses pero muy intensos. Tengo 34 años, me he divorciado una vez y no tengo y no quiero tener hijos. Mi actual piso de alquiler es pequeño pero me gusta porque se ve el mar, está en Santa Cruz. No tengo mascotas, solo plantas y disfruto viviendo sola.”

(Robo en São Paulo, Dulce Xerach. Editorial Oveja Negra, 2015)

La primera novela que publica Dulce Xerach Pérez se titula Robo en  São Paulo y puede llamar a la confusión a los aficionados al género negro y criminal que busquen un relato bronco y duro. Cínico y demoledor con su entorno. Esa literatura casi vocacional de y sobre perdedores que se ha convertido en un fenómeno literario que hoy ya está perfectamente instalado en España.

Robo en São Paulo puede encajarse, en todo caso, en la tradición más objetivamente detectivesca  del género. La que se preocupa por contar una investigación y cómo ésta afecta a los que se ven implicados en ella aunque está alejada de la denuncia social que reivindica el escritor Paco Ignacio Taibo II, pese que la novela de Xerach Pérez respeta otras claves del género como es la de estar narrada en primera persona por su protagonista, María Anchieta, una agente de la Policía Nacional.

Este punto de vista sin embargo más que ahondar en las contradicciones del personaje sirve como guía de una historia en la que además de sustraerse la Gramática Tupí del padre Anchieta y descubrirse algunos cadáveres, se desarrolla  en varios escenarios, entre otros Brasil, Cabo Verde y Tenerife.

La novela está escrita con sencillez y la acción se desarrolla a través de los diálogos. Huye, lo que es de agradecer, de alharacas experimentales pero le falta mayor complejidad argumental. Más enredos que el robo de la Gramática Tupí. La novela demandaba además, a nuestro juicio, conciencia social. Crítica que asoma, aunque veladamente, cuando Anchieta reflexiona desconcertada durante su larga estancia en São Paulo sobre unas calles en las que convive la pobreza más radical con una también riqueza extrema. Pero son apuntes que se desdibujan y olvidan como el escenario que observamos a través de la ventanilla de un coche.

El relato se decanta por la investigación para recuperar la Gramática, una Gramática que quiero entender como una sutil referencia al Halcón Maltés de Dashiell Hammett. Esa estatuilla forjada con el material con el que se hacen los sueños.

En la novela de Xerach Pérez la Gramática Tupí del padre Anchieta es un texto que fue capaz de materializar esos sueños, así lo sugiere en las primeras páginas del libro reproduciendo el discurso que ofreció el presidente del Gobierno de Canarias, Adán Martín, en São Paulo durante su visita con motivo del 450 aniversario de la fundación de la ciudad.

No obstante, la Gramática –que fue capaz de materializar sueños como invitar al respeto entre culturas– no termina por envolver a la novela. Una novela que, sobre todo en su tercera parte, explica que la mala acción política, tal y como la ejercen algunas personas y en el caso de esta historia paradójicamente del mismo partido al que pertenece el presidente del Gobierno canario, es la responsable de disolver estos y otros sueños.

Quizá sean estos capítulos los más atractivos de Robo en São Paulo. Su denuncia política sabe a amarga verdad. Y a derrota. Resulta en este sentido interesante el diálogo que mantiene la protagonista con Adán Martín y del que entresacamos solo un fragmento:

“- Pero duele.

- Eso es lo que más me preocupa María, que no pueda dar a personas como tú  las condiciones mínimas para la felicidad. ¿Cómo darte aliento para que sigas adelante y olvides lo que no se puede cambiar?, ¿o cómo ayudarte si te empeñas en cambiarlo?”

Como relato de ficción Robo en São Paulo es muy desigual. Contiene ideas que pedían a gritos más desarrollo y riesgo así como mayor consistencia a un personaje que, entendemos, irá madurando en sucesivas entregas ya que se trata del primer volumen de una trilogía que protagoniza María Anchieta e, intuimos, contribuirá a consolidar también a los secundarios que la rodean.

Habrá que esperar hasta entonces para observar cómo evoluciona la protagonista y los actores de reparto. De momento, conocemos que Anchieta es una mujer resuelta y tremendamente individualista, aunque sabe trabajar en equipo.

Una policía que, como marca la tradición literaria entre sus compañeros masculinos, es dura por fuera pero tierna por dentro.

Vistosa resulta su mirada, la mirada de una mujer de origen vasco y marcada profesionalmente por haber sobrevivido a un atentado de ETA, sobre la política canaria:

“-Cada vez entiendo menos la política de esta isla –digo algo enfadada–, está llena de pendientes resbaladizas a las que no hay manera de agarrarse. Tan diferente al País Vasco donde todos se posicionan claramente. Aquí casi todo lo que tiene que ver con la política está en una nebulosa.

- Si te consuela llevo toda la vida intentando entenderlos y tampoco lo he conseguido –dice Marina bebiéndose su whisky de un trago–. Me limito a respetar a unos, los que creo que son respetables y a sobrevivir a los otros, los políticos que solo aspiran al título y al sillón. Hay de todo. Intento no ser tan quisquillosa como era antes, cuando empecé en esta profesión, y me centro en mi trabajo –concluyó mirando alrededor dejando vagar la vista hacia el mar.”

Dicho esto, Robo en São Paulo es una novela pionera en el género policíaco, o negro o negro y criminal que se está escribiendo en Canarias.

¿Por qué?

Porque es la primera que firma una mujer con una protagonista que también es una mujer.

Una mujer dura por fuera pero tierna por dentro.

Saludos, aquí estamos, desde este lado del ordenador.

Una joya olvidada por el tiempo: El día de los forajidos

Jueves, Abril 16th, 2015

Si hay un género cinematográfico que me reconcilia con el cine es el western. De vez en cuando, y cuando creía que había descubierto casi todo lo que ofrece este tipo de películas, mis castigados ojos se encuentran casualmente con joyas desconocidas que funcionan como una flecha de luz que atraviesa la tiniebla. Una de estas joyas es El día de los forajidos, que dirige un cineasta al que la crítica considera menor vaya uno a saber por qué.

André de Toth cuenta con varias películas que forman parte de esa filmoteca que me ha ayudado a ir por la vida. Y sumo hoy al estante esta obra mayor de un director al que quieren considerar menor.

En todo caso, si uno bucea en su filmografía encontrará títulos que ya son clásicos del cine y en los que exploró casi todos los géneros como el terrorífico en la estimable Los crímenes del museo de cera (1953),  el policíaco en Pitfall (1948), el bélico en su cruda, violenta y salvaje Mercenarios sin gloria (1968) y el western, que casi monopoliza su trabajo tras las cámaras y género en el que legó grandes obras como El honor del capitán Lex (1952), Cazador de forajidos (19549 y El día de los forajidos (1959), entre otras.

Se tratan la mayoría de ellas de producciones de mediano presupuesto, cintas que contaban con guiones muy sólidos y actores con presencia como Gary Cooper, Randolph Scott, con el que trabajó en varias ocasiones y Robert Ryan, que es el protagonista de El día de los forajidos.

Escrito por Philip Yordan, El día de los forajidos puede considerarse como un western atípico por su escenario, los grandes espacios naturales desérticos están cubiertos en esta ocasión por una nieve que no anuncia nada bueno, y la preocupación que se tiene por mostrar el carácter de todos sus personajes, comenzando por el que interpreta un rudo y casi pétreo Robert Ryan, pasando por un siempre gigantesco Burl Ives, que en esta ocasión asume el papel de un capitán del ejército que ha desertado de la milicia para ganar dinero junto a un grupo de canallas bandoleros.

Muy bien urdida, la película cuenta más historias de las que se pueden apreciar en pantalla y cambia radicalmente su línea argumental en la segunda mitad. Es decir, lo que hacía sospechar al espectador iniciado iba a tratarse de un filme centrado en contar las hostilidades que enfrentan a un grupo de granjeros con un ganadero, se diluye cuando irrumpe en ese pueblo perdido en la nieve un grupo de bandidos capitaneados por Ives.

Pero hay más relatos metidos en este relato. Entre otros, el amor frustrado que siente Ryan por la mujer de uno de los granjeros, que interpreta la actriz Tina Louise, quien aporta a su interpretación una gama de matices que traduce en miradas y movimientos corporales más que en la fuerza de los diálogos, y romance condenado no por la violencia sino por un sentido de lo práctico que coloca a esta mujer muy por encima de otros personajes femeninos en películas del oeste rodadas en aquellos años.

La visión de El día de los forajidos me desconcierta y descoloca. Y me hace reconciliar con el cine, un arte que hoy confunde su capacidad para conmover y hacer pensar al espectador en función del negocio. Al observar el filme es inevitable, en este sentido, preguntarse cómo se ha retrocedido tanto intelectualmente al mismo tiempo que se  agradece a un género tan norteamericano como es el del oeste la fuerza que en ocasiones guardaban estas películas. Una fuerza que todavía hoy se conserva.

El hombre que estuvo detrás de las cámaras de este clásico imprescindible del cine, André de Toth, forma parte además de ese ilustrado grupo de cineastas que llevaron un parche en el ojo. Ya saben, los formidables Raoul Walsh, John Ford y Fritz Lang. Y sin temor a que se me caigan los anillos, por películas como ésta y su original y cínica Mercenarios sin gloria debería de estar sentado en compañía de tan ilustres cineastas.

Si el entusiasmo me acompaña, otro día hablaremos de otro director al que la crítica considera menor vaya uno a saber por qué: Rudolph Maté.

De momento, háganme caso por una vez y no se pierdan El día de los forajidos.

Saludos, las cosas del cine, desde este lado del ordenador.

¿Qué demonios le pasa a los jueves?

Miércoles, Abril 15th, 2015

* Este jueves 16 de abril, a las 19.30 horas, se proyecta en la sala de cámara del Teatro Leal (La Laguna) el vídeo homenaje al poeta Arturo Maccanti (1934-2014), titulado El doncel de Guerea. La entrada es libre hasta completar aforo (99 plazas). Habrá un segundo pase a las 21.30 horas. El Doncel de Guerea es un documental de 30 minutos de duración que gira en torno a la vida del Premio Canarias de Literatura 2003 Arturo Maccanti a través de una entrevista al poeta que se enriquece con declaraciones de Cecilia Domínguez, Martín Chirino, Luis Maccanti, Alberto Pizarro y Fernando Bellver.

* TEA Tenerife Espacio de las Artes acoge también este jueves, 16 de abril, a partir de las 20 horas, la exhibición del cortometraje Karma, de Eduardo Álvarez y en la que intervienen los actores Mundy Rieu Jr, Juancho Aguiar y Javier Alemán. La entrada es gratuita previa retirada de las invitaciones en el centro de arte contemporáneo del Cabildo de Tenerife. Karma es una visión de cómo la vida te devuelve lo que haces de la forma más insospechada. Un special force americano, tras volver de Afganistán, tiene un accidente de coche por culpa de un conductor ebrio y como consecuencia su mujer queda en coma. A partir de ese momento comenzará su venganza.

* El Foro Enciende la Tierra comienza su andadura este jueves 16 de abril a las 20 hora con una mirada hacia las víctimas inocentes de las guerras, muchas de ellas olvidadas. Dos reporteros que se juegan la vida para contar en primera persona la crueldad que el hombre ejerce sobre sus iguales, como el corresponsal de guerra Ramón Lobo, autor de los Cuadernos de Kabul, y el cineasta Hernán Zin, recientemente nominado a los Goya por el documental Nacido en Gaza, dialogarán con la artista Marian Heyerdahl, creadora del monumental proyecto, La mujer de terracota.

* El Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife acoge este jueves, 16 de abril, y a partir de las 19.30 horas, y dentro del programa de actividades paralelas de la exposición La Páginas 25 años un encuentro con el escritor J.J. Armas Marcelo bajo el título América, América.

* El jueves, 16 de abril, a las 18.30horas tendrá lugar la presentación de Mujeres en la historia (2), de M.A.R. Editor, en la librería Sinopsis de Calle Perdomo 6, (Zona Triana) en Las Palmas de Gran Canaria. Participarán Teresa Iturriaga Osa y Teca Barreiro. Las protagonistas de esta antología son mujeres que han cambiado el mundo desde la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad en el arte, la política, la economía, la cultura y el profesional. Escritoras de España e Hispanoamérica dan voz a personajes como la pintora y escritora Leonora Carrington, la fotógrafa Irina Ionesco, la egiptóloga Christiane Desroches Noblecourt, escritoras como Agatha Christie, Marguerite Duras, Alejandra Pizarnik, María Zambrano, Elise Cowen, Ana María Matute, Adelaida García Morales y Oriana Fallaci, entre otras.

Saludos, con algo de saudade, desde este lado del ordenador.