Archive for Febrero, 2021

Natalia Sosa, protagonista del Día de las Letras Canarias 2021

Sábado, Febrero 20th, 2021

El Día de Las Letras Canarias 2021 está dedicado a la escritora grancanaria Natalia Sosa Ayala (1938-2000). El Gobierno regional le rendirá homenaje el próximo miércoles 24 de febrero con un acto institucional y la organización de varias actividades cojo una mesa redonda con jóvenes escritores (¿?) y la presentación del libro Soy éxodo y llegada, sobre la segunda parte de la vida de la autora, en la Casa de Colón, a las 18 horas. Estas son las primeras actividades de una programación que se prolongará durante todo el año, y a la que se suma el Gobierno, los cabildos y , los ayuntamientos de las islas.

Saludos, uy, uy, uy, desde este lado del ordenador

Un cadáver en el camino

Jueves, Febrero 18th, 2021

El cadáver de un oso de peluche en el fondo de uno de los barrancos que atraviesa la ciudad en la que vivo. No sé la razón, pero la imagen que me la hace llegar un anónimo lector de este su blog El Escobillón me resulta de una crueldad extrema. Los restos de un peluche en medio de la mierdad en la que crecen plantas salvajas y alguna flor de perfume desconocido. Seguí mji camino con la perra tirando insistente de la correa y de pronto, a medida que avanzábamos por la avenida solitaria me asaltaron las ganas de llorar. Pero no hubo lágrimas que se deslizaran por las mejillas y sí una sensación terrible de tristeza. Un ahogo enfermizo que me hizo detener ante un kiosco en el que compré una botella de agua fría. Muy fría, por favor, le rogué al kiosquero.

Saludos, ese fue, desde este lado del ordenador

Premios

Miércoles, Febrero 17th, 2021

El cineasta y escritor grancanario Elio Quiroga recibió, de manos del alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, el Premio S. S. Venture de la cuarta edición del Festival de Cine Fantástico de Canarias Isla Calavera, galardón que busca reconocer la trayectoria de aquellos canarios que han llevado su talento desde el Archipiélago a las fronteras del género.

MiradasDoc, que se celebra en Guía de Isora del 26 de febrero al 6 de marzo, ha otorgado su premio Mirada Personal al documentalista italoestadounidense Gianfranco Rosi, quien estará presente en el XIV Festival y Mercado Internacional de Cine Documental. El día 27 se proyectarán varias de sus obras, entre ellas Notturno, que fue seleccionada para representar a Italia en los Óscar.

Saludos, familia, desde este lado del ordenador

Historias de intramuros, reflexiones sobre un confinamiento de Román Delgado

Martes, Febrero 16th, 2021

La pandemia y el confinamiento al que se sometió a la población para detener el avance del virus está generando sus primeras piezas creativas. Eso sí, más pegadas al testimonio, a la narración en primera persona que como material estrictamente de ficción. Lo que se ha producido hasta la fecha insiste así en contar la experiencia de cómo vivieron aquellos días de encierro mientras las calles, las avenidas, los parques de las ciudades y pueblos se quedaban vacíos, patrullados en ocasiones por coches de la policía, alguno camuflado (lo que por mucho que me esfuerce no entiendo) que conferían al paisaje urbano de un aspecto fantasmagórico que si algo recuperó fue el canto de los pájaros y que los días se volvieran muy largos.

Que haga recuento, en Canarias se ha contado y publicado la historia de aquellos días en los que vivimos peligrosamente a través de la historieta y la literatura, pero una literatura más pegada al diario que a la novelización de unos meses que será imposible borrar de nuestra memoria.

Eduardo González, dibujante y guionista de cómics, fue uno de los primeros en atreverse a narrar en forma de viñetas lo que pensaba de aquella situación que no deja de ser –vista con distancia y también desde la actualidad porque aún vivimos bajo sus secuelas– absurda. O tan irreales como el escenario de una película de ciencia ficción que de pronto se hizo real.

Visto desde un punto de vista humorístico, Eduardo González dio su personal visión de aquel insólito momento con una serie de historietas que subió primero a Facebook y más tarde acabaron convertidas en un cómic con el título de Crónicas de una cuarentena (Ediciones Idea, 2020) en la que reflexionaba sobre lo que vivió aquellos días.

La historieta que se toma más en serio de lo que parece aunque su objetivo sea el de despertar la sonrisa en el lector, invita a pensar sobre la capacidad que tenemos como especie para ser domesticada y demuestra una vez más que solo a través del humor se pueden contar cosas muy serias. Y tan serias como las de vivir encerrados en casa mientras un virus invisible recorre las calles como un fantasma que no tenía nada que ver con el que a finales del siglo XIX iba a pasearse por Europa.

Román Delgado también contribuyó a lo que podría denominarse literatura sobre el confinamiento con Historias de intramuros (Bara Bara, 2020), un libro en el que recoge sus reflexiones de aquellos días y en los que más que el humor da paso a la melancolía. O a la sensación de que algo está cambiando y no sé qué demonios es. Ese pensamiento, que probablemente asaltó a la mayoría de los que nos sometimos al confinamiento, es la matriz que da vida a un librito que no llega a la cien páginas y en el que da registro de once de aquellos días de marzo que, efectivamente, no sé si conmovieron al mundo pero sí a toda España.

La pregunta que se hace el lector a medida que pasa las páginas de Historias de intramuros es hacia donde quiere ir a parar su autor con este diario. Por un lado, Román Delgado muestra la necesidad de hacer público el relato de unos días que pasó, como muchos, rodeado de los suyos. Se entiende por ello que escribiera, como hicieron otros, para exorcizar demonios, de tranquilizar la conciencia, de intentar quitar lastre a una situación que, efectivamente, pasó factura a la mayoría, así que algunos se podrá ver reflejado en estas confesiones no tan íntimas como se pudiera pensar, y sí demasiado descriptivas del día a día en unos días donde no se podía hacer mucho salvo estar con los tuyos, hacer la compra, teletrabajar, ver la televisión (si se estaba abonado a alguna plataforma mucho mejor) y escribir, como es el caso de Román Delgado, en el ordenador toda una rutina con la que mantener a raya la realidad que se había impuesto aquellos días.

Los fragmentos que forman la unidad del libro no tienen demasiada vinculación unos con otros salvo que están escritos por la misma persona. Se admite por eso que se repitan escenas y situaciones, y se admite también que lo que se lee sea resultado de la improvisación, de sentarse ante el ordenador esos once días para hacer de notario de lo que pasaba por su cabeza. También para resumir momentos que nos birlaron de la existencia porque esos instantes en los que estuvimos encerrados no volverán aunque sí que forman parte de un pasado común del que todavía me parece a mi no hemos tomado conciencia porque la amenaza continúa.

Lo escribe Román Delgado: “A esa hora no tenía ni puta idea de cómo iba a resolver mi reto del diez del once, el relato del 28 de marzo de 2020”.

El párrafo aclara las intenciones de este cuaderno de bitácora en el que registra su travesía de aquellos once días. La pregunta que alguno se podrá plantear es ¿por qué solo escribir de once días?, pregunta que es la que se hace el mismo Román Delgado en el undécimo segmento de un libro pergeñado en un momento que prometía cambios, otra forma de ver la vida. La realidad, desgraciadamente, fue otra. Y con esa cruz andamos.

Saludos, otra vez será, desde este lado del ordenador

Eduardo Díaz reinterpreta con mirada del siglo XXI ‘El ladrón de los guantes blancos’

Lunes, Febrero 15th, 2021

El estreno de El ladrón de los guantes blancos (José González Rivero y Romualdo García de Paredes, 1926) fue un acontecimiento en Tenerife y por extensión en las islas al tratarse de la primera producción cinematográfica cien por cien canaria, lo que fue y sigue siendo Historia en este archipiélago en crisis. El estreno que fue simultáneo tuvo lugar el 6 de septiembre de 1926 en el Teatro Leal y el Parque Recreativo, en La Laguna y Santa Cruz de Tenerife, respectivamente, y se llenó “hasta la bandera”, tal y como recogen los periódicos.

El ladrón de los guantes blancos es una película que bebe de los relatos de misterio de su tiempo. La acción, que se desarrolla en gran parte en exteriores, tiene lugar en Inglaterra y en ella hay buenos y malos. Habría que esperar dos años más tarde para que en cine se contara una “historia canaria” con La hija del Mestre (Carlos Luis Monzón y Francisco González González, 1928), un largometraje de ficción que contó también con la colaboración de José González Rivero.

Tras el revuelo de su estreno y las posibilidades que abrió a un pequeño grupo de entusiastas para continuar produciendo películas, El ladrón de los guantes blancos durmió durante décadas el sueño del olvido hasta que se reestrenó en los años ochenta en el cine Yaiza Borges, en la capital tinerfeña. Fue tanto el impacto, el reencuentro con esta vieja pero aún luminosa joya cinematográfica que dio origen a un libro sobresaliente, Ciudadano Rivero. La Rivero Film y el cine mudo en Canarias (1997), de los investigadores Fernando Gabriel Martín y Benito Fernández Arozena y de un documental en el que se cuenta la vida y obra del pionero del cine en Canarias: José González Rivero.

Como si de barro se tratara, el cineasta Eduardo Díaz (Tenerife, 1966) se ha servido de El ladrón de los guantes blancos para ponerlo al día. Es decir, reactualizarlo con una serie de acciones que tienen como fin proponer un respetuoso diálogo con el filme desde una perspectiva del siglo XXI.

La idea que animó este proyecto fue demostrar a los espectadores de hoy la fuerza que aún respira este clásico de “nuestro cine”, readaptando sus claves a los agitados y confundidos tiempos que vivimos.

Eduardo Díaz explica que su objetivo fue el de dar una “relectura, la revisión de la obra cinematográfica” con una propuesta escénica que combinara narración e interpretación, música en directo y un largometraje en la corriente de cine expandido que, posteriormente, se convertiría en una película independiente.

Por desgracia y a causa de la situación sanitaria actual esta original revisión de El ladrón de los guantes blancos se vio obligada a cambiar de planes y forzó a repensar el proyecto para una sala de cine.

Eduardo Díaz destaca que en 1926, fecha del estreno de la película, “las imágenes cinematográficas poseían para el espectador la magia de un espectáculo nuevo” por lo que su proyecto, El sueño de El Ladrón, quiere superar las dificultades para acercarlo al espectador actual y revelar su magia al público. “Es una pieza imprescindible para conocer los inicios del mundo contemporáneo en la cultura canaria. La relectura de la película crea un nuevo discurso, una nueva perspectiva, renovada, revisada desde el presente, con medios y punto de vista actuales, con el propósito de poner en valor esta pieza fundamental con la experimentación entre lenguajes”.

Consciente de que esta relectura puede ofender a puristas, Eduardo Díaz dice que su versión “es respetuosa con el trabajo de José González Rivero y Romualdo García de Paredes” y que su versión, El sueño de El ladrón, se “plantea como quien restaura un viejo edificio, que interviene preservando su identidad y lo que se añade se muestra evidente” ya que respeta la estructura y trama de los episodios de la película original.

El sueño de El ladrón puede entenderse como un nuevo acontecimiento relacionado con el filme de 1926. Manipula el espacio narrativo y temporal con un montaje en paralelo en tres cuadros que funcionan como tríptico, díptico o como una sola imagen panorámica. Y el resultado sorprende, da agilidad a “nuestro clásico”, las escenas cogen gran dinamismo en la intervención de Díaz.

Eso lo logra con la visión simultánea de las escenas que “frente a la del tiempo lineal fílmico, reduce el metraje de 137 minutos del original a 70. Los rótulos narrativos, largos y con un lenguaje que ha quedado anticuado y que ralentizan la acción y el ritmo de las escenas, han sido sustituidos por la interpretación del narrador, inspirada en los Benshi o Kabuken, narradores japoneses del cine mudo. En ocasiones el narrador aparece físicamente en la pantalla: corre, salta, se tumba en el suelo; grita, susurra, toca la guitarra; otras veces solo es su voz la que acompaña a la acción”, explica Eduardo Díaz.

La idea que hace girar esta experiencia, pionera en el cine que se hace en Canarias y si me apuran en España, es que El sueño de El Ladrón conserva la esencia del original. Mantiene los diálogos, como rótulos de texto, aunque se ha creado una banda sonora ex profeso que incluye además de música, efectos y ambientes para dotar a la cinta de “una nueva dimensión de la que carece la original”.

Otra de las novedades de El sueño de El ladrón es que incluye además de la imagen fílmica y los rótulos, elementos digitales y la interpretación de un actor entre otras intervenciones. Este proceso implicó, recuerda ahora Eduardo Díaz, “la descomposición de la película original en planos y un remontaje para los tres cuadros lo que cambia la proporción del original”.

En la intervención colaboran en el papel de narrador y actor Juan Carlos Tacoronte. Niki Weber compone la música original. El sueño de El ladrón se trata del primer proyecto que desarrolla SinCuerpo, productora creada por Eduardo Díaz.

“El proyecto se ha desarrollado hasta ahora con mis recursos. También con el apoyo de Juan Carlos Tacoronte y Niki Weber”. Por desgracia, y a causa de su carácter híbrido, El sueño de El ladrón no encaja en los requisitos que exigen las administraciones para acceder a ayudas. Están diseñadas para las productoras ya establecidas”, explica Eduardo Díaz, quien añade: “Esto me parece bien, siempre y cuando no signifique que se cierren las puertas a otras propuestas, con trabas burocráticas que impiden la participación a nuevas productoras”.

Saludos, cielo azul, desde este lado del ordenador

La Academia Mexicana de Lengua Española elige como académico al escritor grancanario J. J. Armas Marcelo

Sábado, Febrero 13th, 2021

El novelista español J.J. Armas Marcelo (Las Palmas de Gran Canaria, 22 de julio de 1946), en sesión celebrada el jueves pasado, 11 de febrero de 2021, ha sido elegido por el pleno como académico correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua Española, con sede en Madrid, España. Hace un mes, en la sesión pertinente fueron elegidos académicos correspondientes el novelista Sergio Ramírez, con sede en Managua, Nicaragua, y el también novelista Leonardo Padura, con sede en La Habana, Cuba.

“Es un gran reconocimiento y un gran honor. Un privilegio para alguien como yo, que tiene una vocación literaria hispanoamericana”, dijo Armas Marcelo después de hacerse pública la noticia de su ingreso en la AMLE. El novelista español es académico correspondiente en Madrid de otras diez academias de América, entre ellas la Norteamericana, y académico de honor de la Academia Colombiana de la Lengua Española y presidente Ejecutivo del Festival Hispanoamericano de Escritores.

En estos momentos Armas Marcelo escribe su novela Cuatro veces mariposa, inspirada en la vida de la novelista Mercedes Pinto Armas de la Rosa y Clós (La Laguna, Tenerife; 12 de octubre de 1883-Ciudad de México, 21 de octubre de 1976).

Saludos, felicidades, desde este lado del ordenador