El latido de Al-Magreb, una novela de Pablo Martín Carbajal

Miércoles, Septiembre 14th, 2022

“Canarias siempre fue saharaui, el Sahara era una extensión de las islas”.

El latido de Al-Magreb, Pablo Martín Carbajal, (M.A.R. Editor, 2022)

Hay dos novelas de Pablo Martín Carbajal por las que siento especial debilidad: La ciudad de las miradas y La felicidad amarga. Se tratan de dos libros aparentemente diferentes pero unidos por un nexo que los hace común: su intimismo. En sus otras obras, Tú eres azul cobalto y las dos primeras que ha publicado de lo que espera que sea una trilogía africana (Tal vez Dakar y ahora El latido de Al-Magreb), el intimismo está también presente solo que oculto por un relato que, en estos dos últimos casos, sobrepasa la historia que cuenta. Una historia, la que narra en El latido de Al-Magreb, en la que uno de los personajes de Tal vez Dakar repite como protagonista.

La novela propone un minucioso recorrido por el pasado de Marruecos y Mauritania, también de ese territorio olvidado por casi todos que el Sahara, geografía que ocupa varios interesantes capítulos de un libro en el que se mezcla también misticismo y se aboga por una alianza no sé yo si de civilizaciones pero sí que de religiones, en concreto las tres monoteístas que han marcado el devenir de occidente y gran parte de oriente y que no terminan de convivir unas con otras como se desearía: la cristiana, la judía y la musulmana.

La novela de Pablo Martín Carbajal repasa también otras cuestiones de actualidad que sacuden esta parte del planeta, como es el terrorismo y aproxima –ese es a mi juicio el mayor logro de este libro– a la realidad social y política de estos dos países norteafricanos. El libro trata también sobre el combate de los saharauis por tener su propio territorio y el debate de si es conveniente o no el protagonismo de Dios, de la fe, de la religión, en la administración de estas naciones.

En este aspecto, El latido de Al.Magreb quiere hacer honor a su nombre, es decir, que la lectura del texto explica porque aparece la palabra latido en el título de una novela que comienza siendo casi una de aventuras para irse transformando a medida que se avanza en su lectura en, efectivamente, una novela de aventuras solo que de aventura personal, de proceso de transformación, de reflejar los cambios que van sufriendo sus protagonistas, dos hermanos, Álvaro y Cárol, cuando el primero en Marruecos y la segunda en Mauritania comienzan a dejar atrás todos los prejuicios occidentales con los que aterrizaron en un mundo que, pese a sus notables diferencias con el europeo, cuenta con puntos de contacto que solo hay que ir desbrozando. Y eso es lo que hacen Álvaro y Cárol, personajes que están muy bien modelados y que por estarlo, explican el futuro que les espera y que no vamos a revelar.

El latido de Al-Magreb comienza con la investigación de una puerta que aparece en una mezquita de Qaraouiyine cerrada con un candado que tiene cuatro cerraduras. La búsqueda de las llaves llevarán a Álvaro, en compañía de un amigo musulmán y otro judío, a encontrarlas mientras recorren la geografía marroquí y, de paso, conoce el pasado de un país que están tan cerca y sin embargo tan lejos de España. Paralelamente, su hermana Cárol vivirá un proceso parecido en Mauritania, aunque ella no va en busca de esas llaves sino con el objetivo de cerrar un negocio millonario con el gobierno de ese país.

Por lo que se observa, por un lado se buscan llaves pare abrir una puerta y por otro cerrar, metafóricamente, un negocio en una tierra donde verdad y fantasía se mezclan. El escritor aprovecha además para narrar el origen y la lucha que los nacionalistas marroquíes y mauritanos iniciaron para sacudirse de encima el yugo colonial y uno, como lector, se adentra en un combate que, como todo combate que se precie, está trufado de amigos y enemigos. Héroes y cobardes..
.
La novela está sólidamente documentada y el autor ha procurado en todo momento que lo que se cuenta esté pegado a unos hechos que son contrastables.

Cuando repasa la historia reciente de estos dos países y reflexiona sobre el presente del Sahara se aprecia que estamos ante un libro que no ha dejado nada al azar y se percibe que es tanto el respeto que tiene el autor por el Islam que hace que como lector occidental mi mirada sobre mis vecinos continentales cambie, se haya convertido en otra cosa.

Pablo Martín Carbajal recoge y resume todos los grandes momentos que han marcado el devenir de estas dos naciones y escribe con contundente claridad el papel de España ante un territorio, como el saharaui, al que dejó solo ante Marruecos y Mauritania, que lo devoraron mientras el resto del mundo miraba hacia otro lado.

El latido de Al.Magreb toma el pulso también a las relaciones entre Canarias con Marruecos y Mauritania. Una relación que no es nueva sino que viene de atrás, muy atrás en el tiempo, cuando en el siglo XV se elevó una factoría denominada Santa Cruz de la Mar Pequeña próxima a Tarfaya y a finales del XIX se creó la compañía canaria de pesca en Dajla, entre otras aproximaciones entre las islas y esta parte del continente africano.

Se trata así la novela de un valioso documento que propone una profunda reflexión sobre lo que nos une a nosotros y a ellos como pueblos.

El objetivo es acercar, no poner distancias, entre vecinos geográficos que están condenados a entenderse. Su mensaje final, tremendamente humanista, es una apuesta por la paz y la reconciliación entre hombres y mujeres que pese a las diferencia de credo religioso y otras cuestiones sociales, culturales y políticas, no dejan de ser hermanos que una vez dejaron de serlo por razones que ahora cuesta mucho entender. Pablo Martín Carbajal ha tenido la generosidad de explicar esta ruptura con palabras sencillas y un sentido de la síntesis muy periodístico. Y logra, como hizo con Tal vez Dakar, el objetivo. Lástima que este acercamiento solo quede impreso en las páginas de la novela y no en la cruda realidad, esa que pasa todos los días.

Saludos, se dijo, desde este lado del ordenador

¿Por qué estos diez títulos?

Lunes, Enero 2nd, 2017

Resulta complicado escoger solo diez títulos de la más que copiosa producción literaria que se escribió en Canarias en 2016. Somos conscientes que para gustos, colores, pero sirvan estas líneas a modo de orientación sobre diez trabajos que, a nuestro juicio, merecen la pena leerse porque entretienen, están bien escritos y en la mayoría de los casos no sobrepasaron la barrera de las trescientas páginas.

1.- La otra vida de Ned Blackbird (colección Nuevos tiempos, Siruela, 2016).- Pues porque Alexis Ravelo deja de escarbar en las abisales aguas de la novela negra y criminal para narrar, con una sencillez que desarma, varias historias que en otras manos hubiera requerido más número de páginas para contar lo mismo. Con todo, esta incursión literaria de Ravelo en otra literatura pone de manifiesto algo que ya sabíamos los lectores iniciados, hoy por hoy es una de las mejores voces narrativas con que cuenta este archipiélago abandonado de la mano de los dioses.

2.- La costa de los ausentes (Anroart Ediciones, 2016).- Porque Santiago Gil, otra de esas voces narrativas que ennoblece el arte de la escritura en Canarias, juega, experimenta y hace viajar al lector por la extraordinaria aventura personal que vive la protagonista de un relato en el que se detecta, además, el poeta que lleva dentro. Historia con momentos conmovedores, de esos que saben grabarse al rojo en tu memoria, La costa de  los ausentes es una novela que poco a poco te va, más que dominando, seduciendo.

3.- Asamblea ordinaria (Libros del Asteroide, 2016).- Porque Julio Fajardo centra su atención en esa enfermedad social que es la crisis económica que ha devorado como la carcoma las esperanzas de muchos de los habitantes de este país. En su novela, contado a través de tres retratos  cuyos protagonistas, con mejor o peor fortuna, sobreviven como pueden en medio del caos y la nueva rutina que impone estar parado.

4.- Tal vez Dakar (M.A.R. Editor, 2016).- Porque Pablo Martín Carbajal escribe una ambiciosa pero bien sostenida novela sobre el continente africano y la vinculación de su arte, anónimo, entre algunos de los miembros de las vanguardias artísticas europeas de las primeras décadas del siglo XX.

5.- Sangre vieja (Mercurio, 20916).- Porque se trata de una extraña y fascinante a ratos novela de más que vampiros, inmortales que arrastran el peso de su longevidad con desarmante resignación. El autor de este prodigio es Jonatahan Allen, escritor que conoce muy bien los senderos que siempre se bifurcan de la literatura fantástica para adultos.

6.- Vs. (Salto de Página, 2016).- Porque ser trata de una novela arriesgada –y a su manera rompedora–, en la que Sergio Barreto mezcla sin pudor alguno géneros que, presuntamente se encuentran en las antípodas para fusionarlos sin que apenas se noten las costuras de un relato en el que se reflexiona sobre el territorio, el desarraigo, la amistad e incluso el amor con descarnada ironía.

7.- Anturios en el salón (Baile del sol, 2016).- Porque Juan R. Tramunt propone una curiosa novela de anticipación subgénero catástrofe, situando a su personaje en una isla, Gran Canaria, prácticamente desabitada tras un desastre ecológico. Se lee muy bien porque engancha y mantiene en vilo a un lector que, como fue nuestro caso, se pregunta cómo terminará una ficción que, sospecha, no está tan alejada de la realidad.

8.- La sonrisa Duchenne (Verbum).- Porque Gerardo Pérez Sánchez, en un no va a más, propone una historia de amor ambientada en el sórdido mundo del espionaje. En este relato hay pues un poco de todo: operaciones especiales, relaciones casi imposibles y secretos que deben de estar bien guardados.

9.- Los amores perdidos (Plaza y Janés, 2016).- Porque el debut literario de Miguel de León anuncia el nacimiento de un escritor al que convendría seguir la pista. En su primera y voluminosa novela propone una historia en las que dos amantes de familias muy distintas, como si fueran Montescos y Capuletos, se aman y se odia en los durísimos años de la postguerra en Canarias.

10.- El santo al cielo (Dos bigotes, 2016).- Porque pese a su número de páginas –unas seiscientas– y no terminar por afinar, se trata de una novela en la que Carlos Ortega Vilas se  presenta a dos personajes  llamados a protagonizar una serie que, esperamos, no decaiga en su llamativo empleo del humor y el misterio.

Saludos, pórtense mal, desde este lado del ordenador.

‘Tal vez Dakar’, una novela de Pablo Martín Carbajal

Lunes, Junio 13th, 2016

Esa es la sensación. Con Tal vez Dakar Pablo Martín Carbajal da un giro de noventa grados en su trayectoria como narrador. Si Tú eres azul cobalto, La ciudad de las miradas y La felicidad amarga se trataban de historias intimistas y retratos donde los personajes anhelaban romper precisamente con ese obsesivo aislamiento, ahora con Tal vez Dakar intenta –y se ambiciona también–  contar una historia que deviene y reinterpreta la Historia para reivindicar cómo el aparentemente primitivo arte africano, colectivo y anónimo, influyó en las nuevas y ocasionalmente revolucionarias corrientes de vanguardia europeas de principios del siglo XX.

Para explicarlo, Pablo Martín Carbajal se mueve en dos tiempos, una estructura cronológica peligrosa aunque las encadena con pericia de artesano sobre todo cuando recurre a las elipsis para trasladar en el tiempo al lector, presente y pasado, uno narrado en primera persona y otro en tercera, para contar la investigación que emprende Álvaro, su protagonista, un tipo del que sabemos que apenas tiene ambiciones y a quien su padre convence para que realice un viaje de trabajo a Senegal, y de cómo es seducido por una misteriosa máscara negra al mismo tiempo que se explica que el arte africano fue clave para dadaístas, surrealistas y el padre del cubismo, Pablo Picasso.

Para describir este viaje tanto físico como espiritual, el protagonista inicia un paulatino proceso de transformación que se desata por una máscara cuyos secretos irá desvelando a medida que avanza por los senderos (senderos que se bifurcan) que propone la novela.

El personaje cobra vida cuando toca por primera vez tierra de Senegal. Un país del que no sabe nada pero que le invita a conocerlo porque además de ser una novela sobre la influencia del arte africano en las vanguardias artísticas europeas, reflexiona acerca de lo que significó Senegal como vehículo transmisor de su cultura en lo que aún se conoce como viejo continente, Europa. Pero que nadie se llame engaño, porque Tal vez Dakar no tiene una sino varias lecturas: la curiosidad y más tarde asombro que hace crecer a su protagonista y el impacto que supuso aquella cultura primigenia entre los revolucionarios del arte y de cómo se impregnaron de su influencia hasta hacerlo suyo.

Intervienen además, pero más como actores políticos que como artistas, los primeros pensadores negros que vivieron en París como el senegalés Léopold Sédar Senghor y el martiniqués Aimé Césaire y su teoría de la Negritud, quienes trasladan su visión del mundo a una sociedad de blancos que, con filósofos a la cabeza como Jean Paul Sastre, andaban más preocupados esos días en si el hombre está condenado a ser libre.

Pablo Martín Carbajal ha evolucionado en un sentido que pocos podían sospechar tras haber leído sus tres novelas anteriores. Tal vez Dakar es un libro ambicioso y un a ratos hermoso tributo a Senegal, la puerta a través de la que se coló el espíritu creativo de unas gentes que hasta ese momento solo eran para Francia los obedientes habitantes de una de sus tantas colonias africanas.

Novela generosa en páginas, el relato báscula entre la fascinación del presente y el asombro del pasado hacia lo africano que vive el protagonistas y los miembros de las vanguardias artísticas de aquel París que fue una fiesta. Un equilibrio difícil que Pablo Martín Carbajal sostiene con agradecido entusiasmo narrativo.

Saludos, se abre el telón, desde este lado del ordenador.

Otoño caliente para las letras con acento canario

Miércoles, Octubre 29th, 2014

Pese a la crisis y la desesperación que genera. Pese a que unos pidan perdón y otros hagan señas porque el trasatlántico se hunde y no hay orquesta que amenice la tragedia… lo que queda de 2014 anuncia una serie de novedades literarias con acento de aquí –un aquí si quieren provinciano e isleño, de archipiélago donde hace tiempo se dejó de tocar las chácaras y el tambor– que si por algo se caracteriza es por haber aprendido a sacudirse prejuicios y observar literariamente su historia con ironía. Ese es el caso de El Leviatán chasqueado (Ediciones Idea), de Ángel Luis Marrero Delgado, una novela que reinterpreta con respetuoso sentido del humor el ataque frustrado del contraalmirante Horacio Nelson a la capital tinerfeña a finales de julio de 1797.

O se preocupa, este es el caso, por recuperar y reivindicar personajes que, nacidos en estas tierras, se caracterizaron por una intensa existencia como el que presenta Jesús Villanueva Jiménez en La cruz de plata, un libro basado en la apasionante y todavía desconocida historia del canario Antonio Benavides y que llegará a las librerías el 21 de noviembre.

Por otro lado, y ya casi a punto de tomar por asalto las librerías se encuentra la última novela de Mariano Gambín, Colisión (Roca Editorial), un nuevo thriller de acción que en esta ocasión abandona las calles y plazas laguneras para desarrollarse fundamentalmente en Santa Cruz de Tenerife y que el autor de la trilogía Ira Dei espera presentar el 19 de noviembre en el Casino de Tenerife.

No creo que a nadie le sorprenda –tal y como está el panorama político y social del país– que en las agitadas aguas de la novela negra y criminal llegue la nueva aportación de Javier Hernández Velázquez, Los ojos del puente ( M.A.R. Editor), título por el que obtuvo recientemente el Premio Wilkie Collins y que transcurre en tres tiempos y en tres escenarios diferentes. Uno de ellos, Tenerife, donde se recuerda a ese singular escritor que fue Antonio Bermejo, autor de una novela desaparecida y de la que solo se conserva el título: La lluvia no dice nada

M.A.R. Editor publicará también a finales de noviembre una reedición de Tú eres azul cobalto, del escritor Pablo Martín Carbajal, quien se encuentra en estos momentos trabajando en una nueva novela tras Tú eres azul cobalto, La ciudad de las  miradas y La felicidad amarga.

Y para enero del próximo año, una nueva novela de Alexis Ravelo, que edita Alrevés y cuyo título aún continúa siendo alto secreto pero en el que su autor insistirá en las claves que ha ido explotando en sus dos anteriores trabajos: La estrategia del pequinés (Alrevés) y La última tumba (Edaf).

Si a estas novedades añadimos la publicación también en otoño y dentro de la colección G21 Narrativa Canaria Actual (Ediciones Aguere/Idea) de La leyenda del oro de Acentejo y Es más fácil improvisado, de Carlos Santamaría y Juan Ignacio Royo Iranzo, respectivamente, la estación de la caída de la hoja no va a resultar tan gélida y apagada como nos tenía acostumbrados.

Y esto es solo un anticipo de las novelas que vendrán con acento canario apenas se inicia la cuenta atrás de 2014. Un año, este del 14, que tengo la sensación ha marchado con demasiada velocidad. Tanta, que pienso que fue ayer cuando celebré su llegada.

Saludos, en algún lugar del mundo, desde este lado del ordenador.

En busca de Eldorado

Lunes, Octubre 7th, 2013

* El docudrama Los caminos de Aissa, del cineasta Rolando Díaz, se estrenará el 28 y 29 de octubre a las 20.15 en el Cine Víctor y el Teatro Guiniguada, en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, respectivamente. Los caminos de Aissa está coproducida por Ventura Films y Luna Llena Producciones y cuenta con el respaldo de Canarias Cultura en Red. La cinta, rodada íntegramente en Tenerife, aborda la historia de la joven inmigrante camerunesa Aissa Mado Diop.

* Filmoteca Canaria celebra el Día Internacional de Películas Caseras (Home Movie Day) con proyecciones en diferentes islas. Las sesiones comenzarán este martes 8 de octubre, en el Teatro Guiniguada de Las Palmas de Gran Canaria y al día siguiente en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife, a las 20.30 horas. La Graciosa y Lanzarote (Teguise) se suman también a la celebración con sesiones al aire libre, que se ofrecerán al público, los días 18 y 19 de octubre, respectivamente. Home Movie Day es una iniciativa que, desde 2002, se celebra cada mes de octubre en cientos de ciudades con el fin de recuperar y poner en valor este singular patrimonio audiovisual.

* Eñe publica el relato La dedicatoria, de Pablo Martín Carbajal, quien colabora junto a otros escritores en el número Yo, mí, me, conmigo, revista que les propuso escribir una historia cuyo hilo conductor fuese la primera persona del singular. En La dedicatoria, Pablo Martín Carbajal juega con la ambigüedad en un hecho, explica, inspirado en una experiencia personal. Los otros escritores que participan en Yo, me, me, conmigo son Elvira Navarro, Silvia Nanclares, Selva Almada, Juan Cárdenas, Carlos Pardo y Lola Beccaria, además de una selección de aforismos de Carlos Marzal.

* Daniel Bernal Suárez y Kenia Martín Padilla inauguran este martes, 8 de octubre a las 18.30 en la Sala Domingo Pérez Minik de la Biblioteca Pública del Estado de Santa Cruz de Tenerife, el ciclo de conferencias I Encuentro de Joven Crítica Canaria. Josefina de la Torre, abierta mariposa de la noche y Fetasa Reloaded: transgresión y mito, son los títulos de las exposiciones que impartirán Kenia Martín y Daniel Bernal, respectivamente.

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El 7 de octubre de 1849 murió Edgar Allan Poe. Llegó a los cuarenta años.

EL DORADO

Vistosamente vestido,

un valiente caballero,

en solana y sombra,

había viajado largamente, cantando una canción,

a la búsqueda de Eldorado.


Pero envejeció

Este caballero audaz

Y sobre su corazón una sombra

cayó, cuando no encontró

ninguna parte de tierra

que pareciera Eldorado.


Y, cuando su fuerza

al fin se debilitó,

encontró la sombra de un peregrino.

“Sombra –dijo–,

¿dónde puede estar

ese país de Eldorado?” ////

“Encima de las montañas

de La Luna,

debajo del valle de la Sombra,

cabalga osadamente, cabalga,

–la sombra contestó–

Si buscas Eldorado.”

(Eldorado, Edgar Allan Poe. Poesía completa. Traducción: Arturo Sánchez. Traductor de la prosa: Federico Revilla, Libros Río Nuevo, 1983)

Saludos, emprendemos el viaje, desde este lado del ordenador.

Narrativa con acento canario para leer en agosto

Miércoles, Agosto 7th, 2013

INTRO

Agosto es el mes por excelencia de las vacaciones veraniegas así que es un buen momento no solo para aprovechar los baños en el mar o pasear por la montaña sino también para disfrutar con la lectura. Este artículo propone solo un puñado de novelas y cuentos escritos recientemente en Canarias para acercar al lector a una realidad que, pese a la crisis y la objetiva inestabilidad del mercado editorial, son un excelente reclamo para evadirse en algunos casos de la realidad en la que nos movemos o, en otros, para acercarnos a ella en clave de rabiosa ficción.

Una advertencia necesaria nada más iniciar este periplo, no están todas las novedades que hay aunque sí todos los libros que, a nuestro juicio, deberían de estar.

En todo caso, cabe de destacar, que muchos de los títulos de los que nos hacemos eco han sido editados en Canarias y otros tanto en la Península, lo que pone de manifiesto el excelente momento que, literariamente, está viviendo la narrativa que se escribe con, podríamos decirlo así, acento canario.

Llama también la atención la variedad de estrategias empleadas por sus respectivos autores en sus creaciones literarias, utilizando para ello géneros que van desde la literatura de viaje, a la ciencia ficción, la negrocriminal y la histórica, entre otras y que a nuestro entender podría traducirse en que las letras con acento canario hablan por fin un lenguaje universal sin renunciar a su forma de ver el mundo desde la peculiaridad insular.

Resulta interesante observar como junto a escritores veteranos y con independencia de generaciones, movimiento y modas a los que se adscriben, se suma una nómina de nuevos narradores. Y que todos ellos, escritores con oficio y noveles, son los responsables de este fenómeno que merece ser visto ya con la atención que se merece.

De alguna manera, todos ellos han hecho historia al conseguir que la literatura con acento canario se lea.

Dentro y fuera de los límites que impone la isla.

AUTORES Y LIBROS

El escritor y periodista Juan Cruz Ruiz propone un sentimental y emocional retrato por el archipiélago en su Viaje a las Islas Canarias (colección El autor viajero, El País-Aguilar), un libro en el que Cruz Ruiz trata de hacer una “literatura de la memoria” basándose en la “experiencia de conocer y de haber vivido prácticamente en todas las islas; de amarlas y de necesitarlas”, señala en un despacho informativo de la agencia Europa Press.

Curiosamente, su compañero de la denominada Generación del 70, el profesor Juan Manuel García Ramos, coincide en estas mismas intenciones, un viaje sentimental y emocional, con El zahorí del Valbanera (colección Narrativa, Baile del Sol Ediciones), novela en la que el profesor y escritor rinde homenaje a través de la figura de su abuelo, José Aquilino Ramos, a los canarios que emigraron a América en busca de un futuro que era incapaz de ofrecerle su isla. Para su autor, El zahorí del Valbanera es “el más directo de mis libros”.

El periodista y escritor Luis León Barreto, integrante también de la Generación del 70, publica Carnaval de Indianos (NACE Nueva Asociación Canaria para la Edición), novela coral en la que explora las posibilidades literarias de una fiesta popular –por otro lado tan poco explotada en la literatura que se escribe en las islas– y homenajear “sentimental y emocionalmente” a su isla natal, La Palma. Carnaval de Indianos es, en definitiva y en palabras de su autor, una novela que camina entre el testimonio y la ficción.

En cuanto a la iniciativa de Ediciones Aguere, que dirige el editor Ánghel Morales y dentro de la colección G21 Narrativa Canaria Actual, tres títulos publicados en lo que llevamos de 2013 avalan una de las apuestas editoriales más interesantes que se han producido en el archipiélago en los últimos años.

G21 cuenta ya con una decena de volúmenes publicados, más los que se editarán en otoño, pero reseñamos en este espacio los tres últimos editados como la intimista y personal Si hubieras estado aquí, de Cecilia Domínguez Luis; la salvajemente libertaria El centro del gran desconocido, de Eduardo Delgado Montelongo, y la insólita historia de fantasmas Julia y la guillotina, de Jonathan Allen.

El mismo Montelongo publicó este año su desarmante novela de piratas Johanna en la colección Sitio de Fuego de Baile del Sol Ediciones, misma editorial que en su Serie Negra nos reveló dos títulos de los que habrá que hablar –y mucho– en el futuro como son Pasa la tormenta, de Tomás Felipe, y Yo maté a Rajoy, de Juan Carlos Pérez. El primero, un título en el que su autor mezcla con ingenio elementos de la literatura policíaca con la de ciencia ficción y el segundo un ácido y crítico retrato de la España actual en clave negrocriminal.

Otro libro recomendable para pasar el verano es la introspectiva La felicidad amarga, de Pablo Martín Carbajal (colección de Narrativas de Ediciones Irreverentes), donde su autor continúa indagando en torno a sentimientos tan nuestros como la culpa y el miedo así como la curiosa colección de relatos … Y en el aire queda, de Damián H. Estéz (Ediciones Aguere(Idea) y  para evadirse, viajar a otros territorios, sentir el aliento de la aventura en la nuca, están La piel de la leffa, de Juan R. Tramunt; El envío turco, Pilar Escalona y el sorprendente Calibán, de Ángel Sánchez, todos publicados en Ediciones Aguere/Idea.

Literatura con otras claves es la que sugiere Daniel María con El hombre que ama a Gene Tierney (colección Synoros-Narrativa La Página), accésit de publicación del premio de novela Benito Pérez Armas 2011; posibilidades en las que también indaga Antonio Lorenzo Gómez Charlín con El hombre que se enamoró de Sasha Grey (CultivaLibros).

Quien desee reencontrarse con el mundo rural con señas de identidad mágicas, recomendamos la lectura de Sorimba (Puentepalo) de María Jesús Alvarado, una novela cuyos temas coinciden con los que propone María Gutiérrez en la colección de relatos Ellas tampoco saben por qué (colección Tid, Ediciones Idea) y Doris Martínez con La verdad que te desCuento (Ediciones Idea).

En cuanto a novela estrictamente de género destacan, por último, la nueva de Víctor Conde, He oído a los mares gritar mi nombre (colección Stoker de Dolmen Editorial), así como La estrategia del pequinés (Alrevés, Novela Negra) de Alexis Ravelo y Blue Christmas (colección Novela Negra de Alba Editorial) de José Luis Correa, última entrega hasta el momento de su peculiar detective privado Ricardo Blanco.

No podemos olvidar, para los amantes del thriller La casa Lercaro, volumen que cierra con broche de oro la trilogía que Mariano Gambín ha dedicado a una ciudad –La Laguna– que, gracias a él, muchos han descubierto repleta de apasionantes e inquietantes misterios y, finalmente, y antes de dar por terminado este repaso veloz por las letras que se escriben con acento canario a Mi Habana en el recuerdo, una ambiciosa y voluminosa novela en la que Agustín Ravina Pisaca cuenta la historia de dos emigrantes canarios desde los años treinta a finales de los cincuenta del siglo pasado en Cuba; y la original y feliz iniciativa de la escritora Elena Morales, Somos solidarios, de publicar los volúmenes de cuentos Minitextos de amor y lujuria, Minitextos comprometidos y Minitextos para sonreír, en el que participaron desinteresadamente numerosos escritores y escritoras de aquí y de allá, quienes cedieron generosamente sus derechos para que fueran invertidos en causas solidarias.

Hay más títulos, entre los que destacan reediciones que han recuperado novelas y antologías que parecían perdidas para siempre. Pero si hay algo en lo que coinciden con las novedades reseñadas es que fueron escritas con sentimiento y emoción.

Una libros, en definitiva, no solo para leer en verano.

(*) La ilustración es de Daniel Clowes.

Saludos, se hace camino al andar, desde este lado del ordenador.